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EL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD, HUME.

Lo que se entiende por “principio de causalidad” es visto desde la filosofía de Aristóteles, es la


relación que hay entre una causa y efecto (“Todo lo que existe lo hace por una causa”), esta
idea es argumentada por el hecho de que la misma razón de existencia podría tener relación
entre los vínculos a priori (posteriormente con Kant) entre las cosas y la importancia que tienen
estas con las relaciones con los objetos.
Hume argumentaba que esta idea no estaba arraigada solo a la filosofía tradicional, sino que
también constituía a la creencia de una parte de todas las personas.
Criticaba esta noción de causalidad porque prestaba atención a la observación, criticaba que
las relaciones causales entre los objetos no se pueden conocer a priori y que aun así, la idea
de “Causalidad” se adquiría después de haber adquirido ciertas experiencias, ya que si nos
centramos en un objeto del cual no tenemos experiencia ni conocemos, no podemos descubrir
sus efectos.
Por lo tanto, para hablar sobre esta idea, hay que aproximarse a la experiencia, y es este
argumento el que se une con el siguiente que apoyaba Hume, el cual refutaba la idea de que
fuera una propiedad de las cosas mismas al basarse en la experiencia, es decir, visto desde un
punto objetivo, la causa-efecto podría definir también una sucesión de fenómenos, una cadena.
Además, Hume argumenta que la razón es incapaz de fundamentar nuestras creencias en
relaciones causales, ya que estas creencias son el resultado de hábitos, lo que podríamos
definir como la naturaleza humana; esto es visto en el hecho de que cuando repetidamente
experimentamos una serie de fenómenos nos lleva a pensar que en un futuro nos sucederá lo
mismo, es por esto que estaríamos hablando de la costumbre, no de la razón.

En cuanto a la relación que hay con la teoría del determinismo, podríamos decir que tiene
semejanza con la anterior, ya que sostiene que nada ocurre al azar, sino que todo pasa por
unas causas determinadas, establecidas (como lo que se da de la interacción de algo que
ocurra, exista de la relación de la causa-efecto). Defiende la existencia de unas leyes causales
(un patrón posicionado después de que unas determinadas causas sucedan). Aun así, el
determinismo filosófico situa las bases de estos patrones a los que estamos limitados a una
omnisciencia remitida a Dios, bajo unos juicios morales; en cambio el principio de causalidad
no está en relación con unos criterios morales.

Sin embargo, la teoría del caos nos posiciona en un paradigma en el que pone en duda la
previsibilidad de la certeza de que ocurran las cosas porque estén determinadas a pasar. Con
los avances tecnológicos actuales la ciencia solo puede llegar hasta un límite que respete a un
patrón, es decir, una parte de los hechos que pasen estén unidos con el azar, y que la
probabilidad es solo una herramienta para hacerse una idea del resultado exacto de lo que va a
ocurrir con esos factores.

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