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Dinamicas Grupales: LaPuntualidad

Páginas: 2 (266 palabras) Publicado: 25 de noviembre de 2014

Propuesta de Dinámica

Valor: Puntualidad

Título de la dinámica: La carrera de la puntualidad

Objetivo: Concientizar sobre los retrasos de la rutina diaria y comose debe organizar una

persona para ser puntual.

Material a Utilizar: 4 vasos y papelitos.

Instrucciones:

Uno por uno, los participantes inician un recorrido en laprimera base donde deben tomar un

papelito del vaso. Cada papelito contiene un retraso con cierta cantidad de minutos que

suceden en la vida cotidiana. Unobservador va contabilizando la cantidad de minutos indicados

en cada papelito de cada base para observar cuanto fue el tiempo final de la persona

avanzando para llegar asu destino. El ganador es la persona que tarda menos en llegar.

Las bases son: al levantarse, en casa, en el carro y en la escuela. Algunos ejemplos de retrasos

son:“No sonó la alarma (10 minutos)”, “No hay agua caliente (15 minutos)”, “Hubo un choque

(20 minutos)”, “No se encuentra el salón (10 minutos)”

Desarrollo:

Se buscaque el participante reflexione sobre cuantas cosas pueden pasar para retrasar su

camino y se deben prever este tipo de situaciones para ser puntuales.

Guía paraobservadores:

Distribuirse para acompañar a los participantes en su recorrido y tomar nota.

Cuidados Especiales:

Hablar de cómo la puntualidad va de la mano con laorganización.

Mencionar que la puntualidad es llegar a tiempo, no antes ni después.


Conclusiones:

A través de una dinámica entretenida el participante podrá hacerconciencia de las cosas que lo

retrasan y que pueden ser evitadas si se prepara con tiempo de suficiente. La organización es

parte fundamental de la prevención.

Claves para enseñar a los jóvenes a ser puntuales

Enseñar a tu hijo adolescente a ser puntual

Uno de los factores de los atrasos de los adolescentes se debe a que uno se queda enfocado en otra
tarea y no se da cuenta de que el tiempo pasa. ¿Por qué sucede eso? Porque le estamos dando más
importancia a esa tarea presente, en lugar de aquella del futuro, es decir, mi valoración está enfocada a
esa tarea del ahora. Por el otro lado, también sucede que no sabemos calcular efectivamente cuánto
tiempo nos consume un asunto previo a la reunión o compromiso pactado. Y cuando eso ocurre,
justamente terminamos realizando acciones más apresuradas porque no alcanzamos ni uno u otro
objetivo.

Tanto este escenario como el anteriormente señalado tienen un aspecto en común: mi sentido de valor
dentro de mis actividades. Me explico, yo me demoro en algo porque para mí es importante y requiere
toda la dedicación, y por lo mismo, suelo perderme en el tiempo porque es una actividad que requiere
toda mi atención. O por el otro lado, como estoy dentro de un proceso de construcción de identidad, me
puede constar tiempo y trabajo averiguar cuánto tiempo efectivamente necesito para realizar mis
tareas.

Por lo tanto, para lograr la puntualidad, me gustaría que trabajaremos los siguientes aspectos para
conocerse y saber valorar nuestros propios tiempos:

1. Antes de destinar un tiempo, sería interesante describir cómo sería una rutina diaria ideal para el
adolescente. El objeto es que sea él mismo quien logre organizar sus tareas diarias.

2. Luego de ese ejercicio, analizar ?con él como protagonista- cuánto tiempo efectivamente le toma
dichas acciones dentro de su rutina preestablecida por él mismo. Es interesante observar cómo el propio
adolescente se irá dando cuenta de que una tarea necesita quince minutos y otras treinta y cinco.
3. Posteriormente a este análisis, el objetivo será describir con tiempo cada una de las rutinas. Lo
interesante de este ejercicio es que va sintiéndose parte de su propio desarrollo y no siguiendo una
pauta impuesta por un adulto. Aquello le da mayor autonomía y, además, independencia.

4. Es importante ir evaluando si los tiempos y rutina le entregan sentido. Por lo mismo, revisar si logra
cumplir los plazos o si se siente atrapado por su propio sistema son elementos necesarios para descubrir
si este propio horario funciona.

5. Y después de esta evaluación, proyectar esta misma rutina para otros objetivos que pretendemos
alcanzar. Llámese sistema de estudio, planificación de un viaje o de lo que sea.

Como ven, la valorización de la puntualidad parte de que el joven resignifique por él mismo a esa misma
acción. Para que sea posible aquello, debemos impedir que lo propongamos bajo nuestra propia mirada,
sino ofrecerle un camino propio y con su metodología personal. Eso no quita el acompañamiento y la
asesoría de los padres, pero debemos asegurar que sea él mismo el que tenga el rol más importante
dentro de dicha acción.

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