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APÓSTOL
A. Prólogo.
1. (Hechos 1:1) Una referencia a los escritos antiguos.
En el primer tratado, oh, Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que
Jesús comenzó a hacer y a enseñar,
a. En el primer tratado: El primer tratado es el Evangelio según san
Lucas. En un tiempo el Evangelio de san Lucas y el libro de Hechos
estuvieron unidos como un libro en dos volúmenes.
i. Imagina como sería si el libro de Hechos no estuviera en la biblia.
Agarras tu biblia y ves el ministerio de Jesús terminándose en el
Evangelio de san Juan; después lees acerca de un hombre llamado
Pablo escribiendo a los seguidores de Jesús que están en Roma. ¿Quién
era Pablo? ¿Cómo llegó el evangelio a Roma desde Jerusalén? El libro de
Hechos contesta estas preguntas. “Un gran erudito del Nuevo
Testamento dijo que el título de Hechos podría ser: ‘Como trajeron las
buenas nuevas de Jerusalén a Roma’.” (Barclay)
ii. La expansión entre Jerusalén y Roma es una historia notable.
“Humanamente hablando, [el cristianismo] no tenía nada a su favor. No
tenía nada de dinero, no tenía líderes probados, ninguna herramienta
tecnológica para propagar el evangelio. Y se enfrentaba a obstáculos
enormes. Era absolutamente nuevo. Enseñaba verdades que eran
increíbles al mundo no regenerado. Estaban sujetos a los odios y a las
persecuciones más intensas.” (Boice)
iii. Hechos es escrito en el estilo literario de la traducción griega del
Antiguo Testamento, conocido como la septuaginta. “Como Lucas puede
escribir en un estilo diferente (Lucas 1:1-4), esto es algo deliberado.
Probablemente él consideraba que estaba registrando la historia
sagrada.” (Marshall)
iv. Realmente el Nuevo Testamento no nos dice mucho acerca de Lucas.
Sabemos que era un médico (Colosenses 4:14).
Sabemos era un gentil (por su nombre).
Sabemos que era el compañero devoto de Pablo (por el texto de Hechos,
y Colosenses 4;14, Filemón 24, y 2 Timoteo 4:11).
v. Hubo un tiempo en donde muchos eruditos y críticos pensaban que
Hechos era como una novela romántica de la iglesia primitiva, escrita
más de 100 años después de que supuestamente los eventos
sucedieran. Pero William Ramsay, un arqueólogo notable y erudito
bíblico, probó que el récord histórico de Hechos es asombrosamente
preciso y correcto en cuanto a prácticas específicas, leyes, y costumbres
del período registrado ahí. Definitivamente es la obra contemporánea de
un testigo ocular.
vi. A medios de los 60, A.N. Sherwin-White, un experto de la historia
Grecorromana de Oxford, escribió esto sobre Hechos: “La estructura
histórica es exacta. En términos de tiempo y lugar los detalles son
precisos y correctos … Como documentos, estos narrativos pertenecen a
la misma serie histórica, que el registro de juicios provinciales e
imperiales de fuentes epigráficas y literarias del primero y segundo siglo
d.C. … Por Hechos la confirmación de la historicidad es sobrecogedor …
Cualquier intento por rechazar su historicidad básica aun en detalles
ahora debe parecer absurdo. Historiadores romanos lo han dado por
sentado desde hace mucho.”
vii. Juan Calvin escribió que el libro de Hechos era: “Un tipo de tesoro
extenso.” D. Martyn Lloyd-Jones llamó a Hechos: “Aquel más lírico de
libros … Vive en aquel libro, te exhorto: Es un tónico, el mejor tónico
que conozco en el reino del espíritu.” (Citado de Stott)
b. Teófilo: Éste podría haber sido un cristiano deseoso de instrucción.
Él podría haber sido un oficial romano siendo enseñado en la historia
del movimiento cristiano por Lucas. O, el nombre podría ser simbólico,
porque el nombre Teófilo significa: Uno que ama a Dios.
i. En la introducción al primer volumen (Lucas 1:3), Lucas se dirige a
Teófilo con el título excelentísimo, que era una manera de dirigirse a
personas de oficio alto.
ii. Porque Hechos acaba con Pablo esperando juicio de Cesar, algunos
se han preguntado si Lucas – Hechos no son “Resúmenes Defensivos”
para dar trasfondo del caso de Pablo a un oficial romano. Lucas llegó en
Jerusalén con Pablo en Hechos 21:17; se fue con él, otra vez, en el viaje
a Roma en hechos 27:1. En aquellos dos años, Lucas tuvo mucho
tiempo para estudiar y escribir su evangelio y el libro de Hechos.
iii. “Libros en la antigüedad generalmente fueron escritos en rollos de
papiros. Era práctico tener un rollo de aproximadamente 25 pies de
largo. Si fuese más largo sería demasiado grande como para cargar.
Esta limitación física ha determinado el tamaño de muchos de los libros
de la biblia.” (Boice) Lucas usó dos rollos para contar su historia, y a
uno le llamamos “El Evangelio Según San Lucas” y al otro llamamos “El
Libro de Hechos.”
iv. Lucas quería mostrar a Teófilo y a los romanos:
Que el cristianismo no es peligroso (como algunos oficiales romanos
habían creído).
Que el cristianismo es inocente (jueces romanos no podían encontrar
base para perseguir).
Que el cristianismo es legal (como cumplimiento verdadero del
judaísmo, que era una religión aprobada en el imperio romano)
c. Acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar:
Notemos que el primer tratado tenía que ver con todo lo que Jesús
comenzó a hacer y a enseñar. El evangelio de Lucas describe solo el
comienzo de la obra de Jesús; Hechos describe su continuación; y la
obra de Jesús continúa hasta el día de hoy.
i. Debemos recordar que Hechos no nos da una historia completa de la
iglesia de aquel período. Por ejemplo, las iglesias en Galilea y Samaria
apenas se mencionan (Hechos 9:31), y el establecimiento de una iglesia
fuerte en Egipto durante este tiempo no se menciona para nada.
ii. Hechos contiene un período de aproximadamente 30 años, y nos lleva
hasta 60 o 61 d.C., con Pablo en Roma esperando aparecer ante Cesar
Nero. Este mismo Nero empezó sus persecuciones notorias a los
cristianos en 64 d.C.
iii. Maravillosamente, lo que Jesús empieza continúa todavía. En un
sentido el libro de Hechos sigue escribiéndose hoy en día. No en un
sentido de las escrituras con autoridad; sino en el sentido de la obra de
Dios que continúa por su Espíritu Santo, a través de su iglesia.
iv. “Así los Hechos de los Apóstoles debería ser estudiado mayormente
con este propósito doble: Primero, para rastrear la continuación no vista
pero real de las enseñanzas y obras de nuestro Señor; y segundo, para
rastrear el ministerio activo del Espíritu Santo como la presencia que
mora en la iglesia.” (Pierson)
2. (Hechos 1:2-3) La última obra de Jesús antes de su ascensión al
cielo.
Hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado
mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;
a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con
muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días
y hablándoles acerca del reino de Dios.
a. Hasta el día en que fue recibido arriba: Jesús, por el Espíritu Santo,
dio instrucciones a los apóstoles de que hacer en su ausencia. Él había
dado mandamientos a los apóstoles.
i. Significativamente, Jesús hizo esto por el Espíritu Santo. Esto fue el
Señor Jesucristo glorificado, y resucitado, con toda autoridad y
soberanía. Aun así él eligió no depender de sus propios recursos, sino
del poder y presencia del Espíritu Santo que mora en él.
ii. El Espíritu Santo – la tercera persona de la santa trinidad – es el
aspecto de Dios que vive y da poder e inspiración al hombre. El Espíritu
Santo tiene trabajo entre los que todavía son incrédulos, pero también
un gran e importante trabajo entre los creyentes.
iii. Si el Jesús resucitado y glorificado necesitaba y dependía del
Espíritu Santo, nosotros también debemos de hacerlo. Este patrón para
el resto del libro de Hechos nos muestra que el Espíritu Santo sí obra
por la iglesia. “El discípulo no es sobre su amo, ni el siervo sobre su
señor. Aun si fuera deudor al Espíritu Santo por el poder de su
ministerio, seguramente no podemos intentar hacer lo que debemos sin
la misma unción.” (Pierson)
b. A quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con
muchas pruebas indubitables: Jesús también estableció el hecho de su
resurrección con muchas pruebas indubitables durante los cuarenta
días después de su resurrección, pero antes de su ascensión. No dejó
ninguna duda posible de que sí se había resucitado, exactamente como
él había prometido.
i. En 1 Corintios 15:6 Pablo describe uno de estas muchas pruebas
indubitables: Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez,
de los cuales muchos viven aún. Más que 500 personas vieron a Jesús
resucitado, y la mayoría de ellas todavía estaban vivos unos 25 años
después en los días del ministerio de Pablo.
c. Hablándoles acerca del reino de Dios: Las enseñanzas que Jesús dio
durante aquel período después de su resurrección y antes de su
ascensión no son registradas, pero se nos dice que él usó aquel tiempo
para hablar acerca del reino de Dios.
i. A algunos gnósticos y maestros de la nueva era, les gustaría pensar
que Jesús usó aquellos 40 días para enseñar a sus seguidores doctrinas
extrañas y misteriosas que deben ser descubiertas de nuevo con nuevas
revelaciones hoy en día. Pero Lucas nos dijo que Jesús simplemente les
enseñó cosas muy semejantes a lo que les había enseñado en su
ministerio en la tierra: Acerca del reino de Dios.
B. La ascensión de Jesús.
1. (Hechos 1:4-5) Las instrucciones finales de Jesús para sus
discípulos.
Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que
esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque
Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con
el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
a. Les mandó que no se fueran de Jerusalén: Jesús no tenía nada que
hacer para los discípulos más que esperara la venida del Espíritu Santo
(la promesa del Padre). Jesús sabía que ellos realmente no podían hacer
nada efectivo para el reino de Dios hasta que viniera el Espíritu Santo.
Que esperasen significa que la espera valía la pena.
Que esperasen significa que ellos tenían la promesa de que sí vendría.
Que esperasen significa que ellos debían recibirlo; no podían crearlo
ellos mismos.
Que esperasen significa que serían probados por el hecho de esperar,
por lo menos, por un rato.
b. Mandó … la promesa del Padre … bautizados con el Espíritu Santo:
Esto es otro ejemplo de la trinidad – que hay un solo Dios en tres
personas – es tejido en la tela del Nuevo Testamento. Aquí vemos que
Jesús habló de la promesa del Padre, que es el advenimiento del
Espíritu Santo.
i. Es significante que este advenimiento, llenura y empoderamiento del
Espíritu Santo es llamado “la promesa del Padre”.
Muestra que debemos esperarlo con una anticipación ansiosa; una
“promesa del Padre” no puede ser otra cosa más que algo bueno.
Muestra que es confiable; el Padre nunca promete algo que no puede
cumplir.
Muestra que la promesa pertenece a todos sus hijos, porque viene de
Dios como nuestro Padre.
Muestra que debe ser recibido por la fe, como es el patrón con las
promesas de Dios a través de la biblia.
ii. “’La promesa del Padre’ ahora vino a ser también la promesa del
Hijo.” (Pierson)
c. Vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo: La idea de ser
bautizados ser sumergidos en, o cubiertos completamente en algo; aún
como Juan bautizó en agua, así estos discípulos serían sumergidos en
el Espíritu Santo.
i. Quizá sea más útil describir el bautismo del Espíritu Santo como una
condición en vez de como una experiencia. Tal vez debemos preguntar:
¿Estás tú bautizado con el Espíritu Santo? En vez de preguntar: ¿Has
sido bautizado con el Espíritu Santo?
d. Dentro de no muchos días: Sabían que la promesa del Padre vendría,
pero no inmediatamente. Sería en unos días, pero no muchos días.
Jesús tenía un propósito en no decirles exactamente cuándo vendría.
2. (Hechos 1:6) Los discípulos hacen una última pregunta a Jesús antes
de su ascensión.
Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor,
¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?
a. Entonces, los que se habían reunido: Esto sería la última vez que
verían a Jesús en su cuerpo físico, hasta que fueran al cielo para estar
con él para siempre. No hay nada específico en el texto que nos muestre
que ellos sabían que esto sería su última vez viéndolo aquí en la tierra,
aparte del peso de la pregunta que estaban a punto de hacer.
b. Viéndolo ellos, fue alzado: Era importante para Jesús dejar sus
discípulos de esta manera. En teoría, seguramente podía haber sido
simplemente desvanecido al cielo y a la presencia del Padre en una
manera secreta. Pero por ascender de esta manera, Jesús quiso que sus
seguidores supieran que se había ido para no regresar ya, en contraste
a la manera en que apareció y reapareció durante los 40 días después
de su resurrección.
i. Recuerda las palabras de Jesús a sus discípulos en Juan 16:7 Os
conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no
vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré. Ahora los discípulos
podían saber que aquella promesa sería cumplida. El Espíritu Santo
venía porque Jesús prometió enviar al Espíritu cuando él se fuera.
c. Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo?: Los dos hombres
(aparentemente ángeles) dijeron a los discípulos que pusieran su
atención en el lugar correcto (obediencia al mandato de Jesús que era el
de regresar a Jerusalén), no en preguntarse a donde y como se fue
Jesús. Jesús les mandó que fueran hasta lo último de la tierra, y ellos
se pararon mirando al cielo.
i. Morgan especulo que los dos hombres posiblemente eran Moisés y
Elías. Parece mejor decir que eran ángeles.
d. Este mismo Jesús: Ésta es una frase gloriosa. Nos recuerda que el
Jesús que ascendió a los cielos y se sentó a la diestra de Dios el Padre
es el mismo Jesús de los evangelios. Él es el mismo Jesús de amor,
gracia, bondad, sabiduría, y cuidado.
e. Así vendrá como le habéis visto ir al cielo: Jesús regresará de igual
manera en que se fue.
Se fue físicamente y así vendrá.
Se fue visiblemente y así vendrá.
Se fue desde el Monte de Olivos y desde ahí vendrá.
Se fue en presencia de sus discípulos y así vendrá.
Se fue bendiciendo a su iglesia y así vendrá.
C. Matías puesto para reemplazar a Judas.
1. (Hechos 1:12-14) Los seguidores de Jesús regresan a Jerusalén.
Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar,
el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. Y entrados,
subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan,
Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el
Zelote y Judas hermano de Jacobo. Todos éstos perseveraban unánimes
en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y
con sus hermanos.
a. Volvieron a Jerusalén: Esto era una obediencia notable. Jesús les
dijo que regresaran a Jerusalén y esperaran la venida del Espíritu
Santo (Hechos 1:4), y eso es exactamente lo que hicieron. No se
olvidaron del sermón justo después de escucharlo, y de hecho hicieron
lo que Jesús les mandó, aunque él ya no estaba físicamente presente
con ellos.
b. Camino de un día de reposo: El Monte de Olivo estaba justamente
fuera del antiguo Jerusalén. Esto describe una distancia corta, la única
caminata permitida en un sábado.