Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En la zona más alejada de los Andes, vivía un niño llamado Enrique que vivía
con madre llamada Yanay y su perro Uchuy tan pequeño como un cuy y quien
tenia un ladrido muy particular rouf rouf rouf.
Yanay fue a la casa del vecino y este le entrego el mensaje que su mamá le
había enviado, que decía.
-Hola mi Churi es cierto que hemos tenido problemas fuertes contigo, pero
necesito que alguien me ayude en la siembra y cosecha de los vegetales y frutos,
tendrás alguien conocido que me ayude y no me robe.
Yanay le cometo a Enrique los acuerdos tomados con la abuela y le dice que se
ira en estos días.
-Ahí mama porque me quieres alejar de ti?
-Para que ayudes a tu abuela en la siembra y cosecha
-¿Cuánto tiempo me quedaré?
-Te quedaras hasta que la abuela encuentre otra persona que haga tu labor, ese
es el trato, además te pagaran y eso ayudaría a ampliar el terreno además tu
perro tendrá mucho espacio para correr y podrán disfrutar del campo y de las
noches estrelladas.
-Está bien mama, mientras tanto voy alistando mi ropa.
Ese mismo día, por la noche Yanay y Enrique salieron a la plaza más cercana a
su casa disfrutaron de un cielo lleno de estrellas que iluminaba el camino al llegar
al lugar deseado, fueron al puesto de comida y pidieron 2 platos de cuy chactado
y agua, saborearon la rica comida entre broma y broma,
-mama esta cena será nuestra despedida y de mi mente no borrare tu bella
sonrisa y tus dientes tan blancos que se parecen a mis canicas, la mama suelta
una carcajada por la comparación y Enrique le aclara a mis canicas, pero las
lecheritas y entre risa y risa se unen en un fuerte abrazo
-Ay no, te tendrás que ir mañana,
-Por qué?
-Es que le hice una promesa a tu abuela que si me mandaba la dirección te ibas
el día siguiente.
-O no, bueno mama, promesa es promesa, felizmente aliste mi ropa, vamos a la
casa para dormir e ir temprano ya que el tramo me tomara mucho tiempo.
-Si wawa, me gusta que seas responsable.
Al día siguiente cargo su mochila y saco al perro para irse, no sin antes darle un
gran abraso y un beso en la frente a su mama para despedirse.
En el camino se formulaba varias preguntas.
-¿mi mama podrá sola con el sembrío y recolecta de la cosecha?, ¿mi abuela
me reconocerá?, Y lo más importante ¿mi mama estará bien o triste de que me
valla?, Bueno solo hay que esperar que todo sea bueno en la nueva experiencia
que tendré.
Enrique la estaba pasando mal porque el hacia todas las cosas, pero sin la ayuda
de alguien, pero si le gustaba hacer la labor de limpieza en la zona donde tenían
a lo cuyes, pero cuando encontraba uno ya frito en su plato ya no lo comía, hasta
que conoció a una niña llamada Killa, Para él era la más bonita además era su
vecina, cuando su madre de la niña necesitaba ayuda Enrique iba con su fiel
perro, con tal de verla más de cerca, a los 2 meses de ayuda, Killa le hablaba y
le contaba sus problemas y Enrique quería sonar como el más sabio para
aconsejarle. Hasta que el padre de Killa volvió a casa, era un hombre de trato
tosco poco gentil y muy rudo con su esposa e hija y no aceptaba la presencia de
Enrique .
Así que los niños buscaban la forma de verse a escondidas cuando iban al rio a
sacar agua o de pesca, se convirtieron en grandes amigos compartiendo
momentos de aventuras como cuando Enrique pesco una trucha y por querer
impresionar a killa la trucha se resbalo de sus manos y callo dentro de sus botas
ambos disfrutaban de nadar en el rio, una tarde Killa estaba sentada bajo la
sombra de un árbol cuando escucha croa croa croa y de un salto se para y sale
corriendo y detrás de un matorral encuentra a Enrique muerto de la risa, Killa lo
mira muy triste y él le pregunta que te pasa y le confiesa que le tiene mucho
miedo a las ranas le pide disculpas con la promesa de no volver asustarla.
Desde que conoció a Killa las labores de la chacra le parecían más llevaderas,
pero al caer la noche Enrique veía el cielo estrellado y recordaba con nostalgia
a su querida mama y sus ojos se llenaban de lágrimas, pero se consolaba con
pensar que pronto estaría junto a ella y por primera vez se sentía confundido,
por una parte, quería regresar junto a su mama, pero tampoco quería de dejar
de ver a Killa.
Cuando a lo lejos escucha una voz muy familiar era su mama que al enterarse
de todo lo sucedido por los mensajes que la abuela le escribía llegaron a un
acuerdo de vender sus terrenos y regresar a vivir todos juntos así las 3
generaciones estarían juntas y se cuidarían siempre. Pero lo más importante
para Enrique es estar junto a Killa y así poder cuidarla más de cerca.
Stefanco