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CARATULA

5 Cuentos y valores para niños


Mi inspiración a crear este pequeño libro, es gracias a mi hermana menor, me gustaba
leerle cortos cuentos antes de que se acueste a dormir, y tuve la magnifica idea, de
plasmar mis ideas, en esto, espero sea de su agrado para los pequeños en casa, amen y
cuídense mutuamente.
La sinceridad, ¿símbolo de amistad?

Aquella vez, cuando el sol brindaba una luz increible y muy


calurosa, en aquel lugar de la serranía peruana, un humilde
campesino llamado Juan, vivía junto a su esposa Julia, tenían una
variedad de animales de corral, como: pavos, gallinas, gallos,
patos, cerdos, vacas y un loro llamado Kiki, vivían tranquilamente y
cuidándose uno a otro.
Al costado de su casa, tenían un vecino, Nicolás, alguien muy
ruidoso y egoísta, les tenía mucha envidia por la variedad de
animales que poseían la humilde pareja, mientras que el, apenas
contaba con un caballo y una gallina muy vieja. Un dia, se le
ocurrió entrar a la casa y robar todos sus los animales.
Al dia siguiente, el campesino asistió a la iglesia junto a su esposa,
era un domingo por la mañana, estaban muy contentos, pues
siempre tenían la costumbre de asistir a este lugar.
Nicolás, el vecino, después de que se vayan, fue directamente al
corral, y se llevó todos los animales, dejando solo una gallina, y las
vacas. El muy malo, los escondió en su casa. Al medio dia, el
campesino y su esposa, regresaban a su casa, pero, al entrar al
corral, se llevaron la sorpresa de que no estaban sus animales,
solo sus vacas y su indefensa gallina. Muy asustados, salieron en
su búsqueda, pero al no dar con sus paraderos, se preguntaron:
¿Quién pudo habérselos llevado?, ¿Quién se atrevió a robar
nuestros animales?
Muy confusos fueron a la casa de su vecino Nicolás, tocaron la
puerta, y el vecino muy sorprendido abrió la puerta, ¿Qué sucede
vecinos míos?, ¿Qué se les apetece en este dia? El campesino le
dijo- Mis animales, ¿no los has visto? Nicolás, aterrado porque
estaban a punto de descubrirlo, no tuvo otra opción mas que decir
la verdad.
Muy sorprendidos, le dijeron- No estuvo bien que hayas hecho todo
esto, pero lo más valioso para nosotros es que nos dijiste muy
sinceramente que fuiste tú, quien se los habia llevado. El vecino,
pidió disculpas y dijo que les tenia un poco de envidia ya que ellos
tenían y el no. Don Juan, antes de irse llevando sus animales
recuperados, le dijo- Nicolás, mientras tu no trabajes con tus
propias manos, y no sudes a chorros, no sabrás lo que en realidad
es tener esfuerzo para lograr tener algo.
Mientras seas una buena persona, encontrarás muchas
oportunidades en cualquier lugar, recuerda, los valores primero,
luego las riquezas. El vecino dio las gracias, y decidió desde ese
momento cambiar su vida, y empezó a trabajar honestamente.
El amor, ¿solo es un sentimiento?

Inmerso en un bosque, Don Vicente, iba caminando sudoroso, pues


el calor que yacía del sol era sofocante, en su mochila llevaba un
pequeño termo de agua, mientras avanzaba, fue por un sendero y
paró. Pues tenia ganas de beber un poco, pero en ese momento, se
encontró con un perrito, era de color naranja, y muy peludo.
El canino se veía muy cansado, pues al ver a Don Vicente, se asustó
y quiso irse, pero este, al ver tal situación se sorprendió.
Cuidadosamente se acerca al canino y le dice- tranquilo amiguito, no
voy a hacerte daño, ¿quieres un poco de agua? Te ves muy
sediento. Y acercando su mano junto al termo de agua, le dio de
beber, sin importarle que el se quede sin nada.
Muy contento el perrito, terminó todo el agua, se acerca a Don
Vicente y le lame la cara, estaba muy feliz- El campesino estaba
muy feliz, ya que habia ayudado a un nuevo amiguito.
Al momento de emprender nuevamente su viaje, se da cuenta que el
canino lo estaba siguiendo, el, muy apenado, se lo llevó a su casa.
Ya estaban muy cerca, Don Vicente muy cansado, abre la puerta y
va directo a su cocina, pues todo el camino no habia consumido
agua, le dio también a su nuevo acompañante.
Y desde momento, Don Vicente y su perro, el cual le puso el nombre
de Rocky, vivían juntos, y desde ahí, no se volvió a sentir solo, ya
que este lo acompañaba a todos lados, lo ayudaba. El perrito en su
inocencia, estaba muy agradecido con este señor. Le habia ayudado
a calmar su sed y también le dio un hogar, vivieron gustosamente.
“El amor no solo se trata de recibir, si no, también es dar a los que
más lo necesitan, demostrar amor también es portarse bien, tanto
como los humanos, y con los animales que también sienten como
cualquier otro ser vivo.”

La Responsabilidad, ¿acto de paz?


Martina, una pequeña niña muy hermosa, y humilde, vivía junto a su madre
Perlita. Ayudaba siempre en casa, ordenando las cosas, lavando los platos, e
incluso cuando su madre se enfermaba ella estaba al tanto de su cuidado.
Un dia, Martina va a la ciudad a vender un par de gallinas, pues ya no tenían
suficiente dinero para la comida, le dijo a su madre- No te preocupes mami,
traeré dinero y podremos saciar nuestra hambre, hasta eso, espérame aquí,
mientras yo voy a vender esto, te prometo volver con alimentos para nosotras.
Y dicho esto, se marchó. En el camino, mientras jugaba con las flores, un señor
muy anciano se le acerca a la pequeña niña y le dice- Buen dia, ¿a dónde te
diriges con esas gallinas?, Martina respondió- Los llevo a la ciudad para poder
venderlos y llevar comida a mi hogar. El anciano muy confuso le dijo- Pero
pequeña, como puedes ir por ahí sola cargando esto, tienes edad para jugar,
pero no para caminar tanto, y vender algo. Esto lo hago por mi madre, señor-
agregó Martina, -no tenemos a nadie más, solo somos nosotras dos. El anciano
al escuchar esto, ofreció a la pequeña, comprarle todas sus gallinas. ¿Mira- dijo-
yo me llevaré todo esto, te daré 100 pesos, ¿te parece bien? La niña muy
contenta asintió .
El anciano se despidió y se marchó, Martina muy contenta llegó a la ciudad y fue
al mercado, compró alimentos necesarios y salió. Llegando a casa encontró a su
madre, tenía un aspecto preocupado - Mi pequeño ángel, ¿dónde estuviste?
Pensé que te habia pasado algo, iba a ir a buscarte. Mami- dijo Martina- en el
camino encontré a un anciano muy sabio, el fue quien me compró todas las
gallinas a un precio peculiar, y con ese dinero he comprado esto, mostrando los
alimentos.
La mamá sonriente exclamó- gracias mi pequeña, por traer esto a casa. Martina
le dijo a su madre- El anciano me dijo que nunca vuelva a caminar sola, pues en
los caminos pasan muchas personas entre malas y buenas, y que tomara en
cuenta, que, si quiero ayudarte, necesariamente será en casa, porque no tengo
la edad para ir deambulando sin compañía. La madre sorprendida, abraza a su
hija y llora. Lamentaba haber dejado que vaya sola, y prometió que desde ese
momento irán juntas. Y asi no pueda tener miedo de salir y pensar que alguien le
hará daño. Martina tuvo mucha suerte, pues encontró a un anciano de buen
corazón.
“Al ser padre o madre de un menor de edad, mantén la responsabilidad de cuidar
a tus niños, hasta que tengan una cierta edad donde si puedan ir solos em
rumbos diferentes, enseñar que en el mundo existen dos tipos de personas, las
buenas que te guiarán por el buen camino, y las malas que te llevarán por el mal
camino. Amar a tu pequeño, es demostrarle la realidad de vivir.”
La empatía, ¿ayuda a los demás?

En la ciudad de Jaén, existía un barrio muy pequeño, había muchos niños, solían
jugar fuera de sus casas, todas las tardes.
Una vez, jugaban a las escondidas, varios encontraban un buen escondite, y uno
se quedaba a contar hasta el número cuarenta. Silvia, la más grande coincide en
el escondite de María, la más pequeña. Lo cual, le dice que escoja otro lugar, ya
que ese era solo para grandes, María, muy inquieta le dice que ella fue la
primera en haber llegado ahí. Pero esta respuesta no le gustó para nada a Silvia,
por lo cual, empezaron una discusión.
Los demás niños que estaban cerca, escucharon muchos gritos, por lo que se
acercaron, y encontraron una escena no tan buena. Silvia discutía con María,
preguntaron el porqué de la discusión. María dijo- yo habia llegado primero a
este lugar, y Silvia llega e intentaba sacarme, le estaba explicando que yo llegué
antes que ella, pero insistió en que me vaya a esconder a otro lugar, y pueda
quedarse en mi sitio. Los niños preguntaron a Silvia si era cierto, y ella dijo que
sí. Entonces, los niños explicaron que, si las dos estaban en el mismo lugar,
hubieran compartido, pues solo era un juego y no era necesario recorrer a una
discusión, por un lugar donde serian atrapadas fácilmente.
Después de aquella charla, Silvia se disculpó con María, y dijo que no volvería
hacer lo mismo con ella, y con los demás, desde ese instante empezará a
compartir con todos. Y asi fue, siempre que jugaban, Silvia era la primera en
ayudar a los demás, y a dar a conocer la gran lección que había aprendido.
“La empatía, valor donde todos tratan a los demás por igual, sin importar la edad,
origen, religión, respetando los gustos, creencias. Enseñar a los pequeños a ser
empáticos, con los de su edad, los adultos, y los adultos mayores. Tanto el como
los demás, merecen mucho respeto.”
La creatividad, ¿don desde el nacimiento?

Aithana, una niña muy linda, inteligente y sencilla, asistía a la escuela todas las
mañanas, era una estudiante regular. Le gustaba mucho pintar, en la hora de
recreo siempre tenia un pincel y un lienzo a la mano, dibujaba todos los días.
Su madre, estaba muy sorprendida por el gran talento que tenía su hija, pues
solo acostumbraba a verla estudiar, y leer. Por otro lado, Aithana iba a clases de
pintura los fines de semana, tenia solo dos amigos que iban junto a ella.
Un día, estaba en casa ayudando a su madre y esta le pregunta: Mi adorada
hija, he visto tu desempeño con los dibujos, y estoy muy fascinada, tienes un
talento inmenso, podrías ser una gran artista cuando seas grande, pero me
preocupa un poco tu futuro, pues ahora en la sociedad es muy dificil vivir con un
sueldo de pintor, temo que quieras solo dedicarte a esto toda tu vida.
Aithana muy sorprendida le dice: Madre, en la escuela me enseñaron a seguir
nuestros sueños, sin importar que tan dificil o fácil sea, si tenemos mucha pasión
por hacerlo, deberíamos arriesgarnos, porque eso es lo de un ser humano,
intentarlo. Se que no soy buena para el estudio, quizás, pero amo la pintura, e
incluso destaco en Arte, déjame vivir mi infancia de esta manera, recuerda que
aún no tengo la edad para tomar decisiones hacia mi futuro. Cuando tenga más
edad, hablaremos de lo que podría ser.
Su madre, estaba muy admirada por lo que habia dicho, entonces accedió.
Pasaron los meses, y ella seguía en su mundo artístico. He incluso habia ganado
un premio por los mejores dibujos de su escuela, estaba muy orgullosa de si
misma.
Ser creativo, no viene de nacimiento, puedes hacerlo incluso cuando eres
grande, recuerda que, si quieres lograr algo, tienes que practicar mucho, asi
como las matemáticas, entrar en el mundo artístico se requiere de mucha
práctica. La creatividad hace que los niños formen sus ideas, y creen nuevos
mundos para ellos.

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