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Hematoma subdural

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Es una acumulación de sangre en la superficie del cerebro.

Causas
Los hematomas subdurales son con mucha frecuencia el resultado de un traumatismo
craneal grave. Cuando uno ocurre de esta manera, se le denomina hematoma subdural
"agudo". Los hematomas subdurales agudos están entre los más letales de todos los
traumatismos craneales. El sangrado llena el área cerebral rápidamente, comprimiendo el
tejido del cerebro. Esto a menudo ocasiona lesión cerebral y puede llevar a la muerte.

Los hematomas subdurales también se pueden presentar después de un traumatismo craneal


menor, especialmente en las personas de edad avanzada. Estos hematomas pueden pasar
inadvertidos por períodos de muchos días a semanas y se les denomina hematomas
subdurales "crónicos". Con cualquier hematoma subdural, las pequeñas venas que están
entre la superficie del cerebro y su cubierta externa (la duramadre) se estiran y se rompen,
permitiendo que la sangre se acumule. En las personas de edad avanzada, las venas a
menudo ya se han estirado debido a la atrofia cerebral (encogimiento) y se lesionan más
fácilmente.

Algunos hematomas subdurales ocurren sin causa (espontáneamente).

Los siguientes factores incrementan el riesgo de sufrir un hematoma subdural:

 Medicamentos anticoagulantes, incluyendo ácido acetilsalicílico (aspirin)


 Consumo excesivo de alcohol durante mucho tiempo
 Caídas frecuentes
 Traumatismo craneal repetitivo
 Ser muy joven o de muy avanzada edad

Síntomas
 Lenguaje confuso
 Dificultad con el equilibrio o la marcha
 Dolor de cabeza
 Letargo o confusión
 Pérdida del conocimiento
 Náuseas y vómitos
 Entumecimiento
 Crisis epilépticas
 Problemas del habla
 Alteraciones visuales
 Debilidad

En bebés:

 Fontanelas abultadas (los "puntos blandos" en el cráneo del bebé)


 Dificultades en la alimentación
 Crisis epilépticas focales
 Convulsión tonicoclónica generalizada
 Llanto agudo
 Aumento del perímetro cefálico
 Aumento de la somnolencia o letargo
 Irritabilidad
 Vómito persistente
 Suturas separadas (las áreas donde se juntan los huesos del cráneo que están
creciendo)

Pruebas y exámenes
Siempre consiga ayuda médica después de un traumatismo craneal. Las personas mayores
deben recibir atención médica si muestran signos de problemas de memoria o deterioro
mental aunque no se crea que hayan tenido una lesión. El examen debe incluir una
evaluación neurológica completa.

El médico puede ordenar un estudio imagenológico del cerebro si se presenta cualquiera de


los siguientes síntomas:

 Lenguaje confuso
 Dificultad con el equilibrio o la marcha
 Dolor de cabeza
 Incapacidad para hablar
 Letargo o confusión
 Pérdida del conocimiento
 Náuseas y vómitos
 Entumecimiento
 Deterioro intelectual reciente en una persona de edad avanzada, incluso sin
antecedentes de traumatismo craneal
 Crisis epilépticas (convulsiones)
 Problemas del habla
 Alteración visual
 Debilidad

Probablemente, se realice una tomografía computarizada o una resonancia magnética con el


fin de evaluar la presencia de un hematoma subdural.
Tratamiento
¡Un hematoma subdural es una situación de emergencia!

Para reducir la presión dentro del cerebro, se puede requerir una cirugía de emergencia.
Esto puede comprender la perforación de un pequeño agujero en el cráneo, el cual permite
drenar la sangre y alivia la presión en el cerebro. De igual manera, puede ser necesario
extraer los hematomas grandes o los coágulos sólidos de sangre a través de un
procedimiento llamado craneotomía, con el cual se crea una abertura más grande en el
cráneo.

Los medicamentos empleados para tratar un hematoma subdural dependen del tipo de
hematoma, de la gravedad de los síntomas y de la magnitud del daño cerebral que se haya
presentado. Los diuréticos y los corticosteroides pueden utilizarse para reducir la hinchazón
y los medicamentos anticonvulsivos, tales como la fenitoína, se pueden emplear para
prevenir o controlar las crisis epilépticas.

Expectativas (pronóstico)
El pronóstico después de un hematoma subdural varía ampliamente dependiendo del tipo y
localización del traumatismo craneal, del tamaño de la acumulación de sangre y de la
rapidez con la que se realice el tratamiento.

Los hematomas subdurales agudos presentan el mayor reto, con altas tasas de lesión y
muerte; mientras que los hematomas subdurales subagudos y crónicos tienen un pronóstico
alentador en la mayoría de los casos, con síntomas que desaparecen después del drenaje de
la sangre acumulada. Algunas veces se necesita un período de rehabilitación para ayudarle
a la persona a volver a su nivel normal de desempeño.

Existe una alta frecuencia de crisis epilépticas después de un hematoma subdural, incluso
después del drenaje, pero éstas generalmente se controlan bien con medicamentos. Las
convulsiones o crisis epilépticas pueden ocurrir en el momento en que se forma el
hematoma o hasta meses o años después.

Posibles complicaciones
 Hernia cerebral (presión sobre el cerebro tan intensa que causa coma y muerte)
 Síntomas persistentes, tales como pérdida de la memoria, mareos, dolor de cabeza,
ansiedad y dificultad de concentración
 Crisis epilépticas
 Debilidad temporal o permanente, entumecimiento y dificultad para hablar

Cuándo contactar a un profesional médico


Un hematoma subdural requiere atención médica de emergencia. Acuda de inmediato a la
sala de urgencias o llame al número local de emergencias (como el 911 en los Estados
Unidos) después de un traumatismo craneal.

A menudo, las lesiones de la columna acompañan los traumatismos craneales, de tal


manera que trate de inmovilizar el cuello de la persona, en caso de que tenga que moverla
antes de que llegue la ayuda médica.

Prevención
Siempre utilice equipo de seguridad en el trabajo y el juego para reducir el riesgo de un
traumatismo craneal. Por ejemplo, use sombreros duros, cascos protectores para moto o
bicicleta, al igual que cinturones de seguridad. Las personas mayores deben ser
particularmente cuidadosas con el fin de evitar caídas.

Nombres alternativos
Hemorragia subdural

Hematoma subdural crónico


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Es una acumulación "vieja" de sangre y de productos de la descomposición de la sangre


localizada entre la superficie del cerebro y su capa más exterior (duramadre). La fase
crónica de un hematoma subdural comienza varias semanas después del primer sangrado.

Causas
Un hematoma subdural se desarrolla cuando las diminutas venas que corren entre la
duramadre y la superficie del cerebro (venas emisarias) se rompen y dejan escapar sangre,
generalmente como resultado de un traumatismo craneal leve.

Luego se forma una acumulación de sangre sobre la superficie del cerebro. En una
acumulación subdural crónica, la sangre se escapa lentamente desde las venas con el tiempo
o se deja que una hemorragia rápida se cure por sí sola.

Un hematoma subdural es más común en los ancianos debido al encogimiento normal del
cerebro que ocurre al envejecer. Este encogimiento estira y debilita las venas emisarias, las
cuales tienen más probabilidades de romperse en los ancianos, incluso después de un
traumatismo craneal menor. Usted o su familia posiblemente no recuerden ninguna lesión
que pudiera explicarlo.
Los riesgos abarcan:

 Consumo prolongado y abundante de alcohol


 Consumo prolongado de ácido acetilsalicílico (aspirin), antinflamatorios como el
ibuprofeno o anticoagulantes como warfarina
 Enfermedades asociadas con la disminución de la coagulación sanguínea
 Traumatismo craneal
 Edad avanzada

Síntomas
En algunos casos, es posible que no se presenten síntomas. Sin embargo, dependiendo del
tamaño del hematoma y de dónde éste ejerza presión sobre el cerebro, se pueden presentar
cualquiera de los siguientes síntomas:

 Confusión o coma
 Disminución de la memoria
 Dificultad al hablar o deglutir
 Dificultad para caminar
 Somnolencia
 Dolores de cabeza
 Crisis epiléptica
 Debilidad o insensibilidad en brazos, piernas, rostro

Pruebas y exámenes
El médico hará preguntas acerca de la historia clínica. En el examen físico, se evaluará
cuidadosamente el cerebro y el sistema nervioso para verificar si hay problemas con:

 Equilibrio
 Coordinación
 Funciones mentales
 Sensibilidad
 Fortaleza
 Marcha

Debido a que los signos y los síntomas a menudo son sutiles, muy probablemente se hará
una tomografía computarizada o una resonancia magnética de la cabeza para una
evaluación adicional de los síntomas, si existe cualquier sospecha de un hematoma.

Tratamiento
El objetivo es controlar los síntomas y minimizar o prevenir un daño cerebral
permanente. Los anticonvulsivos, como carbamazepina, lamotrigina o levetiracetam,
pueden utilizarse para controlar o prevenir convulsiones.
Se puede requerir cirugía, lo cual puede involucrar la perforación de pequeños agujeros en
el cráneo para aliviar la presión y permitir el drenaje de sangre y líquidos. Es posible que
sea necesario extraer los hematomas grandes o los coágulos sanguíneos sólidos a través de
una abertura más grande en el cráneo (craneotomía).

Es posible que los hematomas que no causen síntomas no requieran tratamiento.

Expectativas (pronóstico)
Los hematomas subdurales crónicos que causan síntomas generalmente no sanan por sí
mismos con el tiempo. A menudo, requieren cirugía, especialmente cuando hay problemas
neurológicos, convulsiones o dolores de cabeza crónicos.

Algunos hematomas subdurales crónicos reaparecen después del drenado y se pueden


necesitar más cirugías.

Posibles complicaciones
 Daño cerebral permanente
 Síntomas persistentes
o ansiedad
o confusión
o dificultad para poner atención
o mareos
o dolor de cabeza
o pérdida de la memoria
 Convulsiones

Cuándo contactar a un profesional médico


Llame al médico o al personal de enfermería inmediatamente si usted o alguien más tiene
síntomas de un hematoma subdural crónico. Por ejemplo, llame si observa síntomas de
confusión, debilidad o entumecimiento semanas o meses después de una lesión en la cabeza
en una persona mayor.

Lleve a la persona a la sala de urgencias o llame al número local de emergencias (como el


911 en los Estados Unidos) si ella:

 Tiene convulsiones (crisis epiléptica)


 No reacciona (pierde el conocimiento)

Prevención
Evite traumatismos craneales utilizando cinturones de seguridad, cascos cuando monte
bicicletas o motocicletas y siempre que sea apropiado.

Nombres alternativos
Hematoma subdural de tipo crónico; Higroma subdural; Hemorragia subdural crónica

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000781.htm

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