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Causas
Los hematomas subdurales son con mucha frecuencia el resultado de un traumatismo
craneal grave. Cuando uno ocurre de esta manera, se le denomina hematoma subdural
"agudo". Los hematomas subdurales agudos están entre los más letales de todos los
traumatismos craneales. El sangrado llena el área cerebral rápidamente, comprimiendo el
tejido del cerebro. Esto a menudo ocasiona lesión cerebral y puede llevar a la muerte.
Síntomas
Lenguaje confuso
Dificultad con el equilibrio o la marcha
Dolor de cabeza
Letargo o confusión
Pérdida del conocimiento
Náuseas y vómitos
Entumecimiento
Crisis epilépticas
Problemas del habla
Alteraciones visuales
Debilidad
En bebés:
Pruebas y exámenes
Siempre consiga ayuda médica después de un traumatismo craneal. Las personas mayores
deben recibir atención médica si muestran signos de problemas de memoria o deterioro
mental aunque no se crea que hayan tenido una lesión. El examen debe incluir una
evaluación neurológica completa.
Lenguaje confuso
Dificultad con el equilibrio o la marcha
Dolor de cabeza
Incapacidad para hablar
Letargo o confusión
Pérdida del conocimiento
Náuseas y vómitos
Entumecimiento
Deterioro intelectual reciente en una persona de edad avanzada, incluso sin
antecedentes de traumatismo craneal
Crisis epilépticas (convulsiones)
Problemas del habla
Alteración visual
Debilidad
Para reducir la presión dentro del cerebro, se puede requerir una cirugía de emergencia.
Esto puede comprender la perforación de un pequeño agujero en el cráneo, el cual permite
drenar la sangre y alivia la presión en el cerebro. De igual manera, puede ser necesario
extraer los hematomas grandes o los coágulos sólidos de sangre a través de un
procedimiento llamado craneotomía, con el cual se crea una abertura más grande en el
cráneo.
Los medicamentos empleados para tratar un hematoma subdural dependen del tipo de
hematoma, de la gravedad de los síntomas y de la magnitud del daño cerebral que se haya
presentado. Los diuréticos y los corticosteroides pueden utilizarse para reducir la hinchazón
y los medicamentos anticonvulsivos, tales como la fenitoína, se pueden emplear para
prevenir o controlar las crisis epilépticas.
Expectativas (pronóstico)
El pronóstico después de un hematoma subdural varía ampliamente dependiendo del tipo y
localización del traumatismo craneal, del tamaño de la acumulación de sangre y de la
rapidez con la que se realice el tratamiento.
Los hematomas subdurales agudos presentan el mayor reto, con altas tasas de lesión y
muerte; mientras que los hematomas subdurales subagudos y crónicos tienen un pronóstico
alentador en la mayoría de los casos, con síntomas que desaparecen después del drenaje de
la sangre acumulada. Algunas veces se necesita un período de rehabilitación para ayudarle
a la persona a volver a su nivel normal de desempeño.
Existe una alta frecuencia de crisis epilépticas después de un hematoma subdural, incluso
después del drenaje, pero éstas generalmente se controlan bien con medicamentos. Las
convulsiones o crisis epilépticas pueden ocurrir en el momento en que se forma el
hematoma o hasta meses o años después.
Posibles complicaciones
Hernia cerebral (presión sobre el cerebro tan intensa que causa coma y muerte)
Síntomas persistentes, tales como pérdida de la memoria, mareos, dolor de cabeza,
ansiedad y dificultad de concentración
Crisis epilépticas
Debilidad temporal o permanente, entumecimiento y dificultad para hablar
Prevención
Siempre utilice equipo de seguridad en el trabajo y el juego para reducir el riesgo de un
traumatismo craneal. Por ejemplo, use sombreros duros, cascos protectores para moto o
bicicleta, al igual que cinturones de seguridad. Las personas mayores deben ser
particularmente cuidadosas con el fin de evitar caídas.
Nombres alternativos
Hemorragia subdural
Causas
Un hematoma subdural se desarrolla cuando las diminutas venas que corren entre la
duramadre y la superficie del cerebro (venas emisarias) se rompen y dejan escapar sangre,
generalmente como resultado de un traumatismo craneal leve.
Luego se forma una acumulación de sangre sobre la superficie del cerebro. En una
acumulación subdural crónica, la sangre se escapa lentamente desde las venas con el tiempo
o se deja que una hemorragia rápida se cure por sí sola.
Un hematoma subdural es más común en los ancianos debido al encogimiento normal del
cerebro que ocurre al envejecer. Este encogimiento estira y debilita las venas emisarias, las
cuales tienen más probabilidades de romperse en los ancianos, incluso después de un
traumatismo craneal menor. Usted o su familia posiblemente no recuerden ninguna lesión
que pudiera explicarlo.
Los riesgos abarcan:
Síntomas
En algunos casos, es posible que no se presenten síntomas. Sin embargo, dependiendo del
tamaño del hematoma y de dónde éste ejerza presión sobre el cerebro, se pueden presentar
cualquiera de los siguientes síntomas:
Confusión o coma
Disminución de la memoria
Dificultad al hablar o deglutir
Dificultad para caminar
Somnolencia
Dolores de cabeza
Crisis epiléptica
Debilidad o insensibilidad en brazos, piernas, rostro
Pruebas y exámenes
El médico hará preguntas acerca de la historia clínica. En el examen físico, se evaluará
cuidadosamente el cerebro y el sistema nervioso para verificar si hay problemas con:
Equilibrio
Coordinación
Funciones mentales
Sensibilidad
Fortaleza
Marcha
Debido a que los signos y los síntomas a menudo son sutiles, muy probablemente se hará
una tomografía computarizada o una resonancia magnética de la cabeza para una
evaluación adicional de los síntomas, si existe cualquier sospecha de un hematoma.
Tratamiento
El objetivo es controlar los síntomas y minimizar o prevenir un daño cerebral
permanente. Los anticonvulsivos, como carbamazepina, lamotrigina o levetiracetam,
pueden utilizarse para controlar o prevenir convulsiones.
Se puede requerir cirugía, lo cual puede involucrar la perforación de pequeños agujeros en
el cráneo para aliviar la presión y permitir el drenaje de sangre y líquidos. Es posible que
sea necesario extraer los hematomas grandes o los coágulos sanguíneos sólidos a través de
una abertura más grande en el cráneo (craneotomía).
Expectativas (pronóstico)
Los hematomas subdurales crónicos que causan síntomas generalmente no sanan por sí
mismos con el tiempo. A menudo, requieren cirugía, especialmente cuando hay problemas
neurológicos, convulsiones o dolores de cabeza crónicos.
Posibles complicaciones
Daño cerebral permanente
Síntomas persistentes
o ansiedad
o confusión
o dificultad para poner atención
o mareos
o dolor de cabeza
o pérdida de la memoria
Convulsiones
Prevención
Evite traumatismos craneales utilizando cinturones de seguridad, cascos cuando monte
bicicletas o motocicletas y siempre que sea apropiado.
Nombres alternativos
Hematoma subdural de tipo crónico; Higroma subdural; Hemorragia subdural crónica
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000781.htm