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“AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA

SOBERANIA NACIONAL”

TEMA:
ACCIDENTE CARDIOVASCULAR
DOCENTE:
CRISTOBAL CALDERON BERNILLA
CARRERA:
ENFERMERIA TECNICA
CICLO:
IV
INTEGRANTES:
YOHANA LISET FLORES FLORES
YOSELY VALLEJOS PUICON
YERINA FERNANDEZ CABRERA
KARLA ROJAS TIRADO
CRISTHIAN ALONSO CELADA CORREA
ACCIDENTE
CARDIOVASCULAR (ACV)
Un accidente cerebrovascular o ataque
cerebral sucede cuando se detiene el flujo
sanguíneo a parte del cerebro. Al no poder
recibir el oxígeno y nutrientes que
necesitan, las células cerebrales
comienzan a morir en minutos. Esto puede causar un daño severo al cerebro,
discapacidad permanente e incluso la muerte.

Etiología
Existen 5 categorías etiológicas del ACV según la escala de TOAST, y su
categorización ha probado ser benéfica al optimizar el tratamiento específico de
cada paciente.
1. Enfermedad aterotrombótica aterosclerótica de gran vaso: la isquemia
es generalmente de tamaño medio o grande, de topografía cortical o
subcortical y localización vertebrobasilar o carotídea. Debe cumplir uno de los
dos criterios:
a) Aterosclerosis con estenosis:
estenosis > 50% de diámetro luminal u oclusión de la arteria extracraneal
correspondiente o de la arteria intracraneal de gran calibre.
b) Aterosclerosis sin estenosis:
estenosis < 50% en ausencia de otra etiología y con al menos dos de los
siguientes factores de riesgo: > 50 años, hipertensión arterial, diabetes mellitus,
dislipidemia o tabaquismo.
2. Cardioembolismo: isquemia de tamaño medio o grande, de topografía
cortical en la que existe alguna cardiopatía de características embolígenas.
3. Enfermedad oclusiva de pequeño vaso infarto lacunar: isquemia de
pequeño tamaño < 1,5 cm de diámetro en el territorio de una arteria perforante
cerebral que puede ocasionar un síndrome lacunar.
4. Otras causas: isquemia de tamaño variable de localización cortical o
subcortical, en territorio carotídeo o vertebrobasilar, en un paciente en el que se
han descartado las tres anteriores. Se puede producir por enfermedades
sistémicas, alteraciones metabólicas, alteraciones de la coagulación, disección
arterial, displasia fibromuscular, migraña, malformación arteriovenosa, etc.
5. De origen indeterminado: por estudio incompleto, por más de una etiología
o por origen desconocido y estudio completo.

Cuadro clínico
Los signos y síntomas del accidente cerebrovascular incluyen:
Dificultad para hablar y entender lo que otros están diciendo. Se puede
experimentar confusión, dificultad para articular las palabras o para entender lo
que se dice.
Parálisis o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna. Puedes
desarrollar entumecimiento repentino, debilidad o parálisis en la cara, el brazo
o la pierna. Esto a menudo afecta solo un lado del cuerpo. Trata de levantar
ambos brazos por encima de la cabeza al mismo tiempo. Si un brazo comienza
a caer, es posible que estés sufriendo un accidente cerebrovascular. Además,
un lado de la boca puede caerse cuando trates de sonreír.
Problemas para ver en uno o ambos ojos.
Repentinamente, puedes tener visión borrosa o
ennegrecida en uno o ambos ojos, o puedes
ver doble.
Dolor de cabeza. Un dolor de cabeza súbito y
grave, que puede estar acompañado de
vómitos, mareos o alteración del conocimiento,
puede indicar que estás teniendo un accidente
cerebrovascular.
Problemas para caminar. Puedes tropezar o
perder el equilibrio. También puedes tener
mareos repentinos o pérdida de coordinación.

Diagnóstico
Algunas de las pruebas que te pueden hacer incluyen:
Examen físico. El médico te hará una serie de pruebas con las que estás
familiarizado, como escuchar el corazón y revisar la presión arterial. También
se te hará un examen neurológico para ver cómo un posible accidente
cerebrovascular puede estar afectando tu sistema nervioso.
Análisis de sangre. Te pueden hacer varios exámenes
de sangre, incluidos exámenes para verificar con qué
velocidad coagula la sangre, si el nivel de glucosa en la
sangre es demasiado alto o bajo, y si tienes una
infección.
Tomografía computarizada. Una tomografía computarizada utiliza una serie
de radiografías para crear una imagen detallada de tu cerebro. Una tomografía
computarizada puede mostrar sangrado en el cerebro, un accidente
cerebrovascular isquémico, un tumor u otras afecciones. Los médicos pueden
inyectar una sustancia de contraste en el torrente sanguíneo para observar los
vasos sanguíneos del cuello y el cerebro con mayor detalle (angiografía por
tomografía computarizada).
Imágenes por resonancia magnética (IRM). Una RM usa
potentes ondas de radio y un campo magnético para crear
una vista detallada del cerebro. Una RM puede detectar tejido
cerebral dañado por un accidente cerebrovascular isquémico
y por hemorragias cerebrales. El médico puede inyectar una
sustancia de contraste en un vaso sanguíneo para observar
las arterias y venas, y resaltar el flujo sanguíneo (angiografía
por RM o venografía por RM).
Ecografía de la carótida. En este examen, las ondas sonoras crean imágenes
detalladas del interior de las arterias carótidas en el cuello. Este examen
muestra la acumulación de depósitos de grasa (placas) y flujo sanguíneo en las
arterias carótidas.
Angiografía cerebral. En esta prueba poco común, el médico inserta un tubo
delgado y flexible (catéter) a través de una pequeña incisión, generalmente en
la ingle, y la guía a través de las arterias principales hasta la carótida o la
arteria vertebral. Luego, el médico inyecta un tinte en los vasos sanguíneos
para hacerlos visibles mediante imágenes por rayos X. Este procedimiento
proporciona una visión detallada de las arterias del cerebro y del cuello.
Ecocardiograma. Un ecocardiograma utiliza ondas sonoras para crear
imágenes detalladas del corazón. Un ecocardiograma puede encontrar una
fuente de coágulos en el corazón que pueden haberse desplazado desde el
corazón hasta el cerebro y haber provocado un accidente cerebrovascular.
Tratamiento
El tratamiento de emergencia para el accidente cerebrovascular depende de si
estás teniendo un accidente cerebrovascular isquémico o un accidente
cerebrovascular que implique sangrado dentro del cerebro (hemorrágico).
Accidente cerebrovascular isquémico
Medicamentos intravenosos de emergencia. La inyección intravenosa de
activador tisular del plasminógeno recombinante, también llamado alteplasa
(Activase) o tenecteplasa (TNKase), es el tratamiento de referencia para el
accidente cerebrovascular isquémico. Por lo general, se aplica una inyección
de activador tisular del plasminógeno mediante una vena del brazo dentro de
las primeras tres horas. A veces, el activador tisular del plasminógeno se puede
administrar hasta 4,5 horas después de la aparición de los síntomas del
accidente cerebrovascular.
Este fármaco restablece el flujo de sangre al disolver el coágulo sanguíneo que
causó el accidente cerebrovascular. Al eliminar rápidamente la causa del
accidente cerebrovascular, puede ayudar a que las personas logren una
recuperación más completa tras un accidente de este tipo. Tu médico
considerará ciertos riesgos, como la posibilidad de sangrado cerebral, para
determinar si el activador tisular del plasminógeno es apropiado para ti.
Procedimientos endovasculares de emergencia. Los médicos a veces tratan
los accidentes cerebrovasculares isquémicos directamente dentro del vaso
sanguíneo bloqueado. Se ha demostrado que el tratamiento endovascular
mejora significativamente los resultados y reduce la discapacidad a largo plazo
después del accidente cerebrovascular isquémico. Estos procedimientos deben
realizarse lo antes posible:
Medicamentos administrados directamente en el cerebro. Los médicos
insertan una sonda larga y delgada (catéter) a través de una arteria de la ingle
y la llevan hasta el cerebro para administrar el activador tisular del
plasminógeno directamente donde se produce el accidente cerebrovascular. El
margen de tiempo para este tratamiento es un poco más largo que para el
activador tisular del plasminógeno inyectado, pero sigue siendo limitado.
Extracción del coágulo con un recuperador de estent. Los médicos pueden
usar un dispositivo conectado a un catéter para extraer directamente el coágulo
del vaso sanguíneo bloqueado del cerebro. Este procedimiento es
particularmente beneficioso para las personas con coágulos grandes que no se
pueden disolver completamente con el activador tisular del plasminógeno. Este
procedimiento a menudo se realiza en combinación con el activador tisular del
plasminógeno inyectado.
Accidente cerebrovascular hemorrágico
El tratamiento de emergencia del accidente cerebrovascular hemorrágico se
centra en controlar el sangrado y reducir la presión en el cerebro que causa el
exceso de líquido. Estas son algunas opciones de tratamiento:
Medidas de emergencia. Si tomas medicamentos anticoagulantes para
prevenir la formación de coágulos de sangre, es posible que te administren
medicamentos o transfusiones de componentes sanguíneos para contrarrestar
los efectos de los anticoagulantes. Asimismo, es posible que te administren
medicamentos para reducir la presión en el cerebro (presión intracraneal),
disminuir la presión arterial, prevenir espasmos de los vasos sanguíneos y
prevenir convulsiones.
Cirugía. Si el área del sangrado es extensa, es posible que el médico realice
una cirugía para extraer la sangre y aliviar la presión en el cerebro. La cirugía
también se puede utilizar para reparar problemas vasculares asociados con
accidentes cerebrovasculares hemorrágicos. Es posible que el médico
recomiende uno de estos procedimientos después de un accidente
cerebrovascular o si un aneurisma, una malformación arteriovenosa u otro tipo
de problema vascular causaron el accidente cerebrovascular hemorrágico.
Recorte quirúrgico. Un cirujano coloca una pequeña pinza en la base del
aneurisma para detener el flujo sanguíneo hacia este. Esta pinza puede evitar
que el aneurisma estalle o puede evitar que un aneurisma que haya sufrido
recientemente una hemorragia vuelva a sangrar.
Coiling (embolización endovascular). Por medio de un catéter que se
introduce en una arteria de la ingle y se guía hasta el cerebro, el cirujano
colocará diminutas espirales desmontables en el aneurisma para rellenarlo.
Esto bloquea el flujo sanguíneo hacia el aneurisma y hace que la sangre se
coagule.
Extirpación quirúrgica de la malformación arteriovenosa. Es posible que
los cirujanos extirpen una malformación arteriovenosa más pequeña si está
ubicada en un área accesible del cerebro. Esto elimina el riesgo de ruptura y
reduce el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular hemorrágico. Sin
embargo, no siempre es posible extirpar una malformación arteriovenosa si
está ubicada dentro de las cavidades profundas del cerebro, si es grande o si
su extirpación causara un impacto excesivo en la función cerebral.
Radiocirugía estereotáctica. Al aplicar múltiples haces de radiación altamente
focalizados, la radiocirugía estereotáctica implica un tratamiento avanzado
mínimamente invasivo que se usa para reparar malformaciones de los vasos
sanguíneos.

Prevención
Conocer tus factores de riesgo de accidente cerebrovascular, seguir las
recomendaciones del proveedor de atención médica y adoptar un estilo de vida
saludable son las mejores medidas que puedes tomar para prevenir esta
afección. Si has tenido un accidente cerebrovascular o un accidente isquémico
transitorio, estas medidas podrían ayudar a prevenir otro accidente
cerebrovascular. La atención de seguimiento que recibas durante tu estancia
en el hospital y después también pueden influir.
Muchas estrategias de prevención de accidentes cerebrovasculares son las
mismas que las estrategias de prevención de enfermedades cardíacas. En
general, las recomendaciones para un estilo de vida saludable incluyen:
Controlar la presión arterial alta (hipertensión). Esta es una de las cosas
más importantes que puedes hacer para reducir el riesgo de accidente
cerebrovascular. Si has tenido un accidente cerebrovascular, bajar la presión
arterial puede ayudar a prevenir un accidente isquémico transitorio o un
accidente cerebrovascular posteriores. Con frecuencia, para tratar la presión
arterial alta, se utilizan cambios saludables en el estilo de vida y medicamentos.
Reducir la cantidad de colesterol y grasas saturadas en tu alimentación.
Comer menos colesterol y grasas, especialmente grasas saturadas y grasas
trans, puede reducir la acumulación en las arterias. Si no puedes controlar tu
colesterol solo a través de cambios en la alimentación, el médico te puede
recetar un medicamento para bajar el colesterol.
Dejar de fumar. Fumar aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular para
fumadores y no fumadores expuestos al humo de segunda mano. Dejar de
fumar reduce el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
Controlar la diabetes. La dieta, el ejercicio y la pérdida de peso pueden
ayudarte a mantener el nivel de glucosa en la sangre dentro de un rango
saludable. Si los factores del estilo de vida no parecen ser suficientes para
controlar la diabetes, es posible que el médico te recete medicamentos para la
diabetes.
Mantener un peso saludable. El sobrepeso contribuye a otros factores de
riesgo de accidente cerebrovascular, como la presión arterial alta, las
enfermedades cardiovasculares y la diabetes.
Seguir una alimentación rica en frutas y verduras. Una alimentación que
contenga cinco o más porciones diarias de frutas o verduras puede reducir el
riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. La dieta mediterránea, que hace
hincapié en el aceite de oliva, las frutas, los frutos secos, las verduras y los
cereales integrales, puede ser útil.
Hacer ejercicio de forma regular. El ejercicio aeróbico reduce el riesgo de
sufrir un accidente cerebrovascular de muchas maneras. El ejercicio puede
reducir la presión arterial, aumentar los niveles de colesterol bueno y mejorar la
salud general de los vasos sanguíneos y el corazón. Además, te ayuda a
perder peso, controlar la diabetes y reducir el estrés. Progresivamente, haz
hasta por lo menos 30 minutos de actividad física moderada, como caminar,
trotar, nadar o andar en bicicleta la mayoría de los días de la semana, si no
todos.
Beber alcohol con moderación, si es que lo haces. El consumo excesivo de
alcohol aumenta el riesgo de presión arterial alta y accidentes
cerebrovasculares isquémicos y hemorrágicos. El alcohol también puede
interactuar con otros medicamentos que estés tomando. Sin embargo, beber
cantidades pequeñas a moderadas de alcohol, como una bebida al día, puede
ayudar a prevenir accidentes cerebrovasculares isquémicos y disminuir la
tendencia a la coagulación de la sangre. Habla con el médico acerca de lo que
es adecuado para ti.
Tratar la apnea obstructiva del sueño. El médico puede recomendarte un
estudio del sueño si tienes síntomas de apnea obstructiva del sueño, un
trastorno del sueño que hace que dejes de respirar repetidamente durante
períodos breves mientras duermes. El tratamiento para la apnea obstructiva del
sueño incluye un dispositivo que administra presión positiva en las vías
respiratorias a través de una mascarilla para mantenerlas abiertas mientras
duermes.
Evitar las drogas ilícitas. Ciertas drogas ilícitas, como la cocaína y la
metanfetamina, son factores de riesgo establecidos para un accidente
isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular.
Medicamentos preventivos
Si tuviste un accidente cerebrovascular isquémico o un accidente isquémico
transitorio, es posible que el médico te recomiende medicamentos para ayudar
a reducir el riesgo de sufrir otro accidente cerebrovascular. Estos incluyen los
siguientes:
Medicamentos antiplaquetarios. Las plaquetas son células en la sangre que
forman coágulos. Los medicamentos antiplaquetarios hacen que estas células
sean menos pegajosas y menos propensas a coagularse. El medicamento
antiplaquetario más comúnmente utilizado es la aspirina. Tu médico te puede
ayudar a determinar cuál es la dosis correcta de aspirina para ti.
Después de un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular
menor, el médico puede administrarte aspirina y un fármaco antiplaquetario
como clopidogrel (Plavix) durante un tiempo para reducir el riesgo de tener otro
accidente cerebrovascular. Si no puedes tomar aspirina, es posible que tu
médico te prescriba solo clopidogrel.
Anticoagulantes. Estos medicamentos reducen la coagulación de la sangre.
La heparina es de acción rápida y se puede utilizar a corto plazo en el hospital.
La warfarina de acción más lenta (Jantoven) se puede usar a largo plazo. La
warfarina es un medicamento anticoagulante poderoso, por lo que deberás
tomarla exactamente como se indica y estar atento a sus efectos secundarios.
También necesitarás hacerte análisis de sangre regulares para controlar los
efectos de la warfarina.
Existen varios medicamentos anticoagulantes más nuevos para prevenir los
accidentes cerebrovasculares en personas que tienen un riesgo alto. Estos
medicamentos incluyen dabigatrán (Pradaxa), rivaroxabán (Xarelto), apixabán
(Eliquis) y edoxabán (Savaysa). Son de acción más corta que la warfarina y por
lo general no requieren exámenes de sangre regulares ni control por parte de
tu médico. Estos medicamentos también se asocian con un menor riesgo de
complicaciones hemorrágicas en comparación con la warfarina.

Complicaciones
Un accidente cerebrovascular a veces puede causar discapacidades
temporales o permanentes, según cuánto tiempo el cerebro carece de flujo
sanguíneo y qué parte fue afectada. Entre las complicaciones, se incluyen las
siguientes:
Parálisis o pérdida del movimiento muscular. Puedes quedar paralizado de
un lado del cuerpo o perder el control de ciertos músculos, como los de un lado
de la cara o de un brazo.
Dificultad para hablar o tragar. Un accidente cerebrovascular puede afectar
el control de los músculos de la boca y la garganta, lo que dificulta hablar con
claridad, tragar o comer. También puedes tener dificultad con el lenguaje, lo
que incluye hablar o entender el habla, leer o escribir.
Pérdida de memoria o dificultad para pensar. Muchas personas que tuvieron
un accidente cerebrovascular padecen cierto grado de pérdida de la memoria.
Otras pueden tener dificultades para pensar, razonar, opinar y comprender
conceptos.
Problemas emocionales. Las personas que tuvieron un accidente
cerebrovascular pueden tener más dificultad para controlar sus emociones o
pueden sufrir depresión.
Dolor. Se puede presentar dolor, entumecimiento u otras sensaciones
inusuales en las partes del cuerpo afectadas por el accidente cerebrovascular.
Por ejemplo, si un accidente cerebrovascular hiciera que pierdas la sensibilidad
en el brazo izquierdo, podrías desarrollar una sensación incómoda de
hormigueo en ese brazo.
Cambios en la conducta y en la capacidad de cuidado personal. Las
personas que tuvieron un accidente cerebrovascular pueden volverse más
taciturnas. Es posible que necesiten ayuda con el aseo personal y las tareas
diarias.

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