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Reglas prá cticas para la redacci ó n y exposició n de un trabajo monográ fico en


el á rea de psicología .
P RO FE SO R: AS D RÚ BAL PU LID O

“ Q u i e n n o h a i n v e s t i g a d o no t i e n e d e r ec h o a l a p a l a b r a . S i u s t e d no h a i nv e s t i g a d o
s o b r e u n p r o b l e m a , e s t a r á p r iv a d o d e l d e r ec h o a h a b l a r d e é l . ¿ No e s e s t o
d e m a s i a d o b r u t a l ? . N o , e n l o m á s m í n i m o . S i u s t e d no h a e s c u d r i ñ a d o en u n t e m a , e n
s u s h e c h o s a c t u a l e s y s u h i s t o r i a p a s a d a , y n a d a s a b e s o b r e s u s e l e m e n to s
esenciales, todo lo que diga sobre el mismo será indudablemente un desatino”.
MAO TSE TUNG

REGLAS PRÁ CTICAS.

1. Los trabajos de investigació n pueden ser realizad os en forma individual


o en equipo.
2. Cada equipo no debe exceder de un m á ximo de tres integrantes.
3. El informe de investigació n debe presentarse escrit o a má quina
(computador) o, en su defect o, manuscrito en letra legible. Se sugiere el
uso de pá ginas normales.
4. Una pá gina normal (21,5x27,9cm) c onsta de 34 líneas (excepto si hay
notas). Debe dejarse un margen a la izquierda de 3cm y a la derecha de
2cm.
5. Es imprescindible cuidar la redacci ó n, ortografía y los signos de
puntuació n.
6. Las ideas deben ser expresadas c on claridad y precisió n, es decir, debe
ordená rselas de acuerd o con su imp ortancia.
7. Las notas o comentarios deben figurar al pi é de pá gina, mientras que las
referencias bibliográ ficas deben colocarse al interior del texto, como en el
ejemplo siguiente:
“…numerosas actitudes, há bitos y rasgos de carácter en general, persisten en el
individuo porque han sido reforzados por el entorno; otros, por el contrario,
desaparecieron o se inhibieron por el hecho de haber sido desestimulados
(Osterrieth, 1963, p.22) *
8. El uso de la té cnica precedente implica la necesidad de c olocar la
bibliografía o hemerografía general en orden alfabé tico y, si posible
cronoló gico.
9. No olvide que la biblio-hemerografía que figura al final del trabaj o
indica que el estudiante o el equipo tiene una idea clara s obre el trabajo
realizado en el á rea correspondiente.
10. Las citas deben estar entre c omillas y debe respetarse
escrupulosamente el text o citado. Si para aclarar una cita en el text o del
trabajo es necesario la introducció n de un té rmino, el mismo debe ser
colocado entre paré ntesis. Ejempl o: “Ella (la experiencia) es un
conocimiento obtenido a travé s de percepciones interrelacionadas”.
11. Cada capítulo debe llevar su respectiv o título y é ste, a su vez, su(s)
correspondiente(s) subt ítulo(s), y al finalizar el mism o debe cambiarse de
pá ginas.
*
La traducción es nuestra.
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12. Los documentos anexos deben figurar, eventualmente al final del


trabajo.
13. En el índice deben aparecer l os títulos y subtítulos con su nú mero de
pá gina correspondiente.

Bibliografía .

Merani, Alberto L. (1963). Psicología, Mé rida, Venezuela: Librer ía Moderna.

Osterrieth, P. (1963). Introduction ‘a la psychologie de l’enfant , Paris: Presse


Universitaire de France.

Blay, A. (1975). Lectura rápida, Barcelona (Españ a): Iberia, p.163.

Vigotski, L.S., (1979). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores ,


Barcelona, Españ a: Crítica, Grup o Editorial Grijalbo.

Hemerografía .

Albornoz, Orlando (1964). “Educació n y Cultura”. Ciencias Sociales , Vol. II


(1), Revista de la Universidad de Oriente, pp. 33-46.

Menchaca, Francisc o J. (1978). “Fact ores culturales que influyen s obre el


crecimiento y desarrollo del niñ o”. Buenos Aires (Argentina): Revista de
la Universidad del Centro , Añ o I (5), pp. 111- 124.

Robles Gorriti, Carlos J. (1979). “Situaci ones traumá ticas de la integraci ó n


niñ o-sociedad”. Caracas: Niños, Vol. XII (45-46), Revista de
Neuropsiquiatría, pp. 89- 100.

Sugerencias para el desarr ollo de una exposició n .


S a b e r d e m e m o r i a no e s s a b e r : e s c o n s e r v a r l o q u e e n l a m e m o r i a s e h a d e p o s i t a d o .
C u a n d o s a b e m o s d e ve r d a d u n a co s a , p o d e m o s d i s p o n e r d e e l l a a n u e s t r o a n t o j o , s i n
m ir a r a l m o d e l o y s i n vo l v er f ur t i v a m e n t e l o s o jo s h a c i a e l l i b r o .
MONTAIGNE

En torno al problema que nos ocupa, Ted Ackerman * desarrolló las siguientes
sugerencias.

a) Precise los objetivos . Indique lo que quiere l ograr. Si usted va a hablar


sobre una má quina, tiene que saber de anteman o si só lo quiere dar ideas
generales u obtener un profundo conocimiento de los empleados sobre el
mismo.
*
Gerente general de Visual Systems Inc. (Escondido, California, USA)- Publicado por Visión, Vol 81 (11), Nueva
York, del 1 al 15/12/93, p. 38. Material reproducido y adaptado para uso interno de la cátedra.
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Son dos cosas diferentes mostrar los componentes de una computadora y


enseñ ar a manejarlos.
b) Elabore un plan . El siguiente pas o es desarrollar una estrategia para ir
directamente al punt o en forma decisiva. En esta etapa de la presentaci ó n
es indispensable, p or supuesto, identificar el tip o de pú blico al cual un o va
a dirigirse.
c) Practique . Antes de subir al escenari o, practique. Una las piezas de su
presentació n en una secuencia l ó gica. Asegú rese del uso adecuado y
oportuno de todas las ayudas visuales que ha preparad o. La intensidad de
la prá ctica dependerá de la complejidad de la presentaci ó n y del audit orio.
Es de mucha ayuda prá ctica ante un espej o. Pero, si desea encontrar una
reacció n, ensaye la presentaci ó n ante su familia o amigos. Esté dispuesto a
escuchar opiniones negativas y p ositivas.
d) Empiece con efectividad . Es un hecho que la aceptació n de una nueva
idea se produce en los primeros minut os de su introducció n. Por eso, es
importante explicarla en la f orma má s precisa, desde el c omienzo.
e) Manté ngase atento . Al tiempo que usted desarr olla su exposició n,
manté ngase atento al aburrimient o. Sus palabras pueden ser imp ortantes,
pero si ocasionan miradas vidri osas o bostezos, posiblemente no son
escuchadas. El aburrimient o puede combatirse formuland o preguntas. Estas
pueden ser planteadas al audit orio o a uno mismo. Otro recurso es
combinar la presentació n con chistes y ané cdotas.
f) Controle interrupciones . Las interrupci ones pueden tener diversas
fuentes: alguien que aband ona la sala por una emergencia, un emplead o que
formula una pregunta, u otro que da opiniones que desvía el cauce de la
exposició n. Encare las interrupci ones con estos tres recurs os :
 Revise : es necesario retroceder algunos pasos en la exposició n para
asegurarse de que l os oyentes vuelvan a t omar el hijo de la charla.
 Integre : si alguien le formula una pregunta inc onexa, trate de
vincular la respuesta a la charla. “Me c omplace que usted plantee esa
inquietud, porque es el siguiente t ó pico de la discusió n”.
 Equilibre : es fá cil perder la paciencia cuand o alguien trata de
distraer la atenció n de lo que uno hace. Si usted se exaspera, ese
comportamiento se volverá en el centro de la atenció n, y el desarr ollo
quedará relegado. No importa cuá ntas veces su presentaci ó n sea
interrumpida, no demuestre su irritaci ó n.
g) Despué s de la charla . Una vez completado el cuerpo de la presentació n,
cié rrela con un resumen de l os puntos má s importantes.
Resumir es no só lo reforzar el mensaje, sin o darse una oportunidad para
ver que no ha cubierto todos los puntos que deseaba tratar. Es tambi é n el
momento de pedir al pú blico la formulació n de preguntas o comentarios
para una mayor discusió n.
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COMO TRABAJAR CON LOS LIBROS *

“Me he acostumbrado a hacer extract os de todos los libros


que leo y a hacer c onstar ademá s, mis reflexiones”.
Carlos Marx.
Introducció n .

El enorme crecimiento del saber y la necesidad de inf ormació n y aplicació n


de los conocimientos imponen la necesidad de aprender a trabajar c on los
libros para poder acomodar la lectura a las exigencias de nuestr o tiempo.

Cualesquiera que sean las actividades que realice, el h ombre no se encuentra


solo en su capacidad pers onal, sino que puede contar, mediante el us o de los
libros, con la experiencia acumulada de sus anteces ores.

El papel fundamental de l os libros es el de transmitir c onocimientos, expresar


sentimientos y proporcionar esparcimient o; por tanto, es evidente que quien
no sabe aprovecharse de estas c ondiciones vive de espaldas al pr ogreso.

Concentrarse en l o esencial .

Hay que emprender la tarea de leer un text o partiendo de un objetivo definido


acerca de lo que se desea obtener de su lectura. Aclarand o é ste, se impone la
necesidad de convertir el act o de leer en una actitud organizada, ya sea un
libro de cará cter científico, filosó fico o literario.

La lectura debe realizarse sin apresuramient o para determinar cu á les son los
conocimientos fundamentales y cuá les son adicionales para así fijar la
atenció n en los primeros. En este sentid o, resulta ú til tener en cuenta que
muchos factores destacan de una f orma u otra, pá rrafos esenciales con
expresiones como esta: de manera que, en primer lugar, en tal f orma, por
consiguiente, etc. Hay que prestarle mucha atenci ó n porque sirve de ayuda en
la lectura concentrada.

Lectura concentrada no significa fijació n total del contenido, sino actitud


alerta para captar l o estrictamente esencial/ es o no va con las obras
literarias/ ell o no significa desestimaci ó n de aquellas ideas que resultan
incomprensibles, por lo contrario, é stas deben releerse una y otra vez
tratando de aclararlas y si n o se logra, hay que hacer c onsultas de inmediat o
en otras fuentes.

*
M.E. (1974): Seminarios literarios y científicos. 2ª. Edición, Instituto Cubano del Libro, La Habana (Cuba). Pp.
81-87.
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Al terminar cada cap ítulo se impone una reflexió n acerca de las ideas
fundamentales contenidas en é l, lo que ayuda extraordinariamente en la
asimilació n del siguiente.

Releer mejor que leer .

En realidad, las lecturas numer osas fecundan la mente y c ondicionan al


hombre para una vida má s productiva; en este sentid o importa leer much o si
se sabe escoger lo ú til y desechar l o superfluo, que, desde lueg o, es el
producto de una larga experiencia en esa actividad.

Al autodidacta le conviene realizar buenas lecturas, per o el acto de leer, sea


para la autosuperació n personal, tendrá que ser siempre sobre la base de leer
y releer.

Escoger las obras que se adaptan a un o u otro requerimiento, y volver sobre


los pensamientos fundamentales contenidos en ellas; o sea, releer para
aprender puede llegar a c onstituir una actividad adem á s de ú til, placentera, si
nos atenemos a las palabras de un escrit or francé s de quien es este
pensamiento: “Procede acostumbrarse a un placer may or que el de leer:
releer”. Y es que c omprender y meditar l o leído enseñ a má s que leer much o.
De aquí el sentido del viejo proverbio: “No me digas qué libros has leído.
Dime qué has comprendido del libro que leístes”. El acto de releer debe ser
producto de una correcta selecció n del texto. Para ello hay que partir de un
examen de la h oja titular (título, autor, edició n) [portada], la intr oducció n o
pró logo (explica con qué fin se ha escrit o), el índice o sumario (que informa
el contenido) y las conclusiones (si las hubiese).

Aná lisis de la lectura .

La correcta orientació n en la selecció n de un libro comprende aclaraciones


como las siguientes:
- Sobre qué trata el libr o. (Esto no se debe aplicar al t ítulo solamente
sino a un aná lisis general).
- Cuá l es la imp ortancia de la cuesti ó n a leer, su significaci ó n, etc.
- Qué tesis expone y defiende el aut or del libro.
- Cuá les son los argumentos con los que el autor expone sus ideas
centrales. (Ning ú n argumento debe escapar del inter é s del lector).
- A qué conclusió n llega el aut or.
- Qué tipo de mensaje hay en la obra.

Naturalmente, no siempre en todos libros el material se exp one con esta


secuencia. A veces el aut or empieza exponiendo lo fundamental o lo expone al
final. Otras veces hace c onclusiones al finalizar cada cap ítulo, etc.
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Independientemente de c ó mo esté organizado el texto, es preciso aclarar bien


todos los elementos del libro para realizar un buen trabaj o en é l.

Es de suma importancia la evaluació n individual de l os hechos expuestos, así


como la comparació n de los mismos que se hayan expuest os en otros libros
por diferentes aut ores o sopesar los argumentos que citan en cada un o. Al
respecto sentenció José Martí: “Para saber, l o esencial es examinar c on
nuestro criterio el examen que ha hech o el criterio ajeno o, lo que es má s
seguro, examinar por nosotros mismos”.

Por otra parte, en el pr oceso de asimilació n de lo leído, al reflexionar sobre


ello, es conveniente ligar l os conocimientos con otros adquiridos de
antemano para relacionarlos con la vida y con los conocimientos empíricos.

Los apuntes de lectura .

Una etapa muy imp ortante del trabajo con los libros es la que se refiere a la
anotació n o apuntes de lo que se lee.

Hay muchos ejemplos de apuntes de lectura t omados por personajes que se


destacaron en alguna actividad humana. P or ejemplo, nuestro Apó stol
confeccionó cuadernos con preciosos apuntes que pueden leerse en el t omo
18 de las obras completas y en el texto pá ginas iné ditas o dispersas de Mart í
publicado por la Universidad de La Habana en 1963.

Los apuntes no pueden ser, en m odo alguno, una copia mecá nica de algun os
pensamientos en un libr o, sino la culminació n de un proceso de reflexió n y
asimilació n de la lectura; p or eso han de confeccionarse cuando el proceso
lector cristalice en una apreciaci ó n formal de lo leído.

Está n muy difundidas las siguientes f ormas:


- Plan sencillo.
- Plan desplegad o.
- Extracto (cita).
- Tesis.
- Guió n o resumen.

El plan sencill o es una enumeració n de cuestiones tratadas en el mism o orden


en que aparecen en el libr o. Se emplea para establecer la relaci ó n ordenada de
las ideas principales que se an otará n en forma muy breve. Este plan es muy
efectivo en el estudio sistemá tico.

El plan desplegad o es cuando se hacen apuntes que reflejan ideas


fundamentales y en cada una de é stas, sus ideas secundarias. Es ú til porque
ayuda a fijar en la mente el c ontenido de lo leído en el momento necesario.
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El extracto o cita es la anotació n textual de lo leído que se hace sin cambi os.
Va encerrada entre c omillas y acompañ ada de la fuente de extracci ó n.
Asimismo debe mantenerse la ortografía del autor, la puntuació n, los
pá rrafos. En fin, la repr oducció n de citas exige la observació n estricta del
texto copiado.

Las tesis son apuntes que se extraen de l o principal de las cuesti ones que
componen el texto; reflejan la formulació n del contenido y por ello
contribuyen a la c omprensió n de la orientació n ideoló gica del libro y a
asimilar la fundamentaci ó n ló gica de las conclusiones del autor. (Requieren
mucha prá ctica).

El guió n o resumen extractad o es la exposició n breve, concentrada y bien


ligada del contenid o del libro. Se confecciona como conclusió n del trabajo con
el libro y, por ende, ha de ser clar o, preciso, fá cil de leer y có modo para su
empleo. Si es amplio debe tener má rgenes para adiciones; é stas son má s
valiosas cuanto má s confirman lo reflejado en el gui ó n.

El Subrayado .

Si queremos trabajar directamente en el pr opio libro, empleamos el


procedimiento del subrayad o.

Naturalmente, el subrayad o se hace solo en libros de nuestra pr opiedad


particular, pues esta té cnica esta totalmente excluida de l os textos ajenos,
especialmente de aquell os que forman parte de instituci ones de propiedad
social [bibliotecas, hemerotecas, etc.].

Aunque la té cnica del subrayad o tiene cará cter convencional, su prá ctica es
netamente individual. El objetivo principal que persigue es el de destacar las
ideas má s importantes para poder despué s volver sobre ellas sin dificultad o
pé rdida de tiempo.

Es preferible hacer p ocas marcas, per o hacerlas ú tiles en su aplicaci ó n. Entre


las señ ales convencionales má s frecuentes se destacan las siguientes:

- Se subraya con una línea horizontal el pensamient o fundamental de la


pá gina o capítulo.
- Se traza una línea ondulada para subrayar dat os.
- Se usa una línea vertical a l o largo de la pá gina para señ alar las
conclusiones.
- Si hay pensamient os expresados con poca claridad, se marcan c on un
signo de interrogació n (para hacer consultas en otras fuentes y volver
sobre ellos).
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- Los pensamientos que requieren atenci ó n especial se se ñ alan con signos


de exclamació n.

El gusto individual puede agregar las que desee, per o é stas deben tener una
significació n constante a la que debe habituarse firmemente su aut or a fin de
poder mantener la organizació n del pensamient o.

La té cnica del subrayad o es fá cil de emplear; al principi o debe usarse con


parquedad, pero con la adquisició n de experiencias se va desarr ollando una
capacidad para usarla c on resultados positivos.

Los Resú menes .

La té cnica del resumid o resulta muy ú til para reducir l os pensamientos


esenciales de un libr o y ganar tiempo a la hora de sacar los conocimientos que
de é l se requieren, ademá s que proporciona gran ayuda para la c omprensió n y
asimilació n rá pida del texto.

La té cnica má s fá cil de seguir es la siguiente:

- Leer previamente el libr o para informarse del contenido.


- En la segunda lectura hacer apuntes c on las ideas principales.
- Realizar los apuntes pertenecientes a cada cap ítulo en prosa continua
para seguir fielmente l os pensamientos del autor.
- Usar las propias palabras, auque cuidad o de mantener la originalidad
de las ideas del aut or.
- Redactar un resumen c omo conclusió n del conjunto de apuntes
correspondientes a cada cap ítulo.

Deben dejarse espacios o má rgenes para adicionar citas, referencias a otras


fuentes o anotaciones de comentarios acerca del tema.

Deben hacerse en hojas sueltas / en fichas en las que se c onsignan los datos
bibliográ ficos (autor, título, pie de imprenta, paginaci ó n de lo extractado).

Actualmente, se publican revistas y text os específicos de resumidos


[abstractos, revistas de revistas, etc.] que tienen gran demanda debid o a la
explosió n de libros en todas las ramas del saber y la imp osibilidad de usarl os
todos en el escaso tiempo que tiene el h ombre para informarse ampliamente
sobre el desarrollo de la ciencia y la t é cnica en su totalidad. Son de gran
utilidad porque aligeran el tiemp o dedicado a la informá tica [ i. e .: a
mantener informados]. En tal sentid o se imitan a informar el contenid o de un
texto sin que haya necesidad de leer el original.
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Sirve tambié n como modelos para el aprendizaje de redacci ó n de resú menes


sobre el contenido de cualquier obra.

La Lectura .

H a y tr e s cl a s e s d e l e c to r e s : u n o s s o n l o s q u e s e d e l e i t a n s i n r e f l e x i o n a r , o tr o s
r e f l e x i o n a n d e l e i t á n d o s e , y l o s t er ce r o s - l a cl a s e i n t er m e d i a d e le c t o r e s - s o n
aquellos que reflexionan deleitándose y se deleitan reflexionando. Estos últimos son
l o s q u e r e a l m e n t e r ec r e a n l a o b r a .
GOETHE.

La lectura es un pr oceso que abarca:


1. La percepció n visual y
2. La comprensió n mental de lo leído.

Aprender a leer correctamente, es aprender a organizar correctamente las


propias ideas y pensamient o.

“... El hech o de acostumbrarse a leer estand o pendiente de identificar las


ideas fundamentales en cada un o de los escritos, y de descubrir mental”.
(Blay, 1975, p.163).

Asimilar la lectura es intr oducir a nuestro propio pensamiento, ideas y datos


adquirid os que pasan a formar parte a nuestr o caudal de conocimientos. En
otras palabras es la aprehensi ó n de nuevos conocimientos y la transformació n
del sujeto que conoce.

La lectura de informació n general .


Tiene por objeto formarse una idea general per o exacta del contenid o de un
escrito.

La lectura de informació n consiste esencialmente en descubrir c on rapidez,


con precisió n y con seguridad, las ideas (b á sicas) principales que s on la clave
del asunto de que trata un escrit o; la rapidez no es imp ortante, pero de por sí,
es indicio de una mejor comprensió n.
1. Por no dar demasiada imp ortancia a los detalles particulares y a las
ideas secundarias c on perjuicios de la visió n de conjunto.
2. Por ser eminentemente pers onal. Su eficacia depende de la capacidad de
síntesis y de comprensió n del lector.

Pasos a seguir en la lectura .


Es fundamental para este tip o de lectura:
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 Fijarse en detalle en el título y subtítulo de lo que se va a leer; est o nos da


una valiosa informació n sobre el tema. El t ítulo a menudo nos lleva a
revisar có mo el autor enfoca y desarrolla el tema.
 Descubrir la organizació n o estructura interna del escrit o.
 En cada pá rrafo se ha de ir directamente a l o esencial antes de pasar al
siguiente.
 Las ideas secundarias, y descripci ones, etc., se dejar á n para otra lectura.

Importancia de la lectura de inf ormació n general .


Sirve para formarse una idea general del contenido del texto o del escrito.
Sirve para recordar o repasar un text o leído anteriormente.
El recuerdo del esquema bá sico será luego suficiente para rec onstruir un
argumento, ideas principales y secundarias y a ú n detalles en una lectura
profunda.

Lectura de informació n detallada .


Este tipo de lectura supone un conocimiento general del tema en cuesti ó n.
Una idea global de lo tratado que nos dio ya la primera lectura de inf ormació n
general.
Uno de los mé todos para llegar al c onocimiento es ir de lo general a lo
particular.
Cabe resaltar que nunca debe leer un cap ítulo de un libro sin tener la
informació n general, es decir, saber d ó nde está inserto ese capítulo
específico, el lugar que ocupa dentro del conjunto de la obra. Esto resulta
fundamental para la c omprensió n del tema en cuesti ó n y podemos llamar a
esta etapa ubicació n .
Es bueno en este tipo de lectura detallada hacer esquemas de recapitulaci ó n
general, utilizar t é cnicas tales como: subrayados, fichas, esquemas, etc., de
aquellas ideas principales que m á s nos interesan, para fijarlas c on nitidez en
nuestra memoria y guardar l os trabajos de fichas y esquemas c omo archivo
para volver a ellas cuand o lo necesitemos.

Lectura de estudio .
Este tipo de lectura es pr opia de los que poseen formació n universitaria y de
carreras profesionales en general.

Para este tipo de lectura recomendamos como condició n indispensable tener a


la mano un diccionario o enciclopedia y en lo posible mapas, atlas, papel y
lá piz.

Deben seguirse t odos y cada uno de los pasos de la lectura de inf ormació n
detallada, té cnicas de subrayad o, fichas y esquemas.

Una vez que se ha adquirid o y practicado estas té cnicas a cabalidad n o habrá


problema par el má ximo rendimiento.
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Pasos a seguir .

1. Leer en forma general para ubicarse en el tema.


2. Tratar de escribir esquemas de organizació n del escrito que se lee.
3. Leer nuevamente el text o completo para sacar ideas principales y
detalles.
4. En voz alta con tu esquema hech o anteriormente trata de rec ordar los
datos y detalles ademá s de las ideas principales.
5. Tratar en lo posible de reproducir con tus propias palabras las ideas
principales que recuerdes el tema.

Bibliografía .

Blay, A. (1975). Lectura rá pida , Barcelona, (Españ a): Iberia.

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