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¿QUÉ ES LA ATENCIÓN?

Para entender el concepto de atención podemos comparar al hombre con un


procesador de información con capacidad limitada. ¿Qué significa esto?:

a) Que nuestro cuerpo está siendo continuamente "bombardeado" por innumerables


estímulos que excitan nuestros receptores sensoriales. b) Que nuestro sistema de
tratamiento o procesamiento de la información desde su entrada por los receptores
sensoriales hasta llegar a nuestra conciencia tiene una limitación de capacidad y que,
por lo tanto, realiza algún tipo de selección entre los "inputs" disponibles.

La atención es este proceso selectivo.

Los planteamientos sobre la atención se han ido modificando en función del


desarrollo de diferentes teorías psicológicas. Las teorías más recientes consideran la
atención como “el proceso por el cual podemos dirigir nuestros recursos mentales
sobre algunos aspectos del medio, los más relevantes, o bien sobre la ejecución de
determinadas acciones que consideramos más adecuadas entre las posibles. Hace
referencia al estado de observación y de alerta que nos permite tomar conciencia de
lo que ocurre en nuestro entorno”.

El ser humano está continuamente recibiendo estímulos. Dada la cantidad de “inputs”


que recibe tiene que de alguna manera seleccionar los que le sean más significativos
y que mejor le ayuden a comprender el entorno que le rodea. Es decir, la atención es
un proceso selectivo de la información necesaria para elegir una acción.

La atención es la capacidad de poner nuestra conciencia en algo determinado en un


momento determinado. Es un proceso complejo que se localiza en un área de la
corteza prefrontal del cerebro.
Mientras estamos, por ejemplo, viendo la televisión podemos a la vez estar oyendo la
bocina de un automóvil, sintiendo que nos aprieta el cinturón, apreciando el sabor
de lo que estamos comiendo además de otros muchos estímulos. Según nos vamos
fijando en cada uno de ellos nuestras percepciones van cambiando. Es decir, vamos
enfocando la atención en alguno de estos estímulos en detrimento de los otros.
Vamos teniendo más conciencia en uno que en otros.

Ante la gran cantidad de estímulos que continuamente estamos recibiendo y dada la


capacidad limitada que tenemos para procesarlos todos al mismo tiempo, se impone
la necesidad de algún tipo de selección entre todos los “inputs” que recibimos. La
atención es este proceso selectivo.

Para que se produzca la percepción (otro proceso que trataremos más adelante) es
necesario que seamos capaces de aislar algunos estímulos del total que nos envuelve.
Este proceso necesita de cierta energía o procesamiento. Si la tarea es muy compleja
hablamos de una situación de “alta demanda”. En este caso se requiere gran
capacidad de procesamiento quedando poca o ninguna capacidad adicional para
prestarla a otra tarea. Por el contrario, si la tarea es muy sencilla hablamos de “tarea
de baja demanda”.

Aunque al conducir desarrollamos una serie de conductas automáticas que no


requieren mucho control atencional, la atención juega un papel primordial de control
y supervisión durante la conducción
Evidentemente el tipo de atención necesaria para una conducción segura es diferente
entre conductores noveles o experimentados. En los primeros la atención está muy
focalizada en los mecanismos de control del vehículo y en los conductores expertos la
atención puede estar más dividida en diversas tareas.

CARACTERISTICAS DE LA ATENCION
Actividad. La atencion es un proceso activo, es decir que, cuando algo nos llama la
atencion, genera una reaccion, no es un proceso pasivo.

Selección. También llamada atención focalizada, hace referencia a la capacidad de un


organismo de focalizar su mente en un estímulo o tarea en concreto, a pesar de la
presencia de otros estímulos ambientales. En otras palabras, es cuando una persona da
preferencia a determinados estímulos y es capaz de atender a los estímulos relevantes
e inhibir los distractores. Su función es esencial debido a la limitación de la capacidad
atencional.
Para ejemplificarlo, puedes imaginar que tienes una estantería llena de zapatos, y que,
ya que vas a correr con unos amigos, necesitas las zapatillas de “running”. Al tener que
buscar el calzado que has que ponerte, esta tarea requiere de atención selectiva, por lo
que centras tu atención en las 'bambas' para encontrarlas y usarlas.
Amplitud.
Mucha gente piensa que sólo puede atender a una cosa cada vez, pero ésta es una
creencia errónea. A pesar que la atención tiene una capacidad limitada que está en
función del volumen de la información a procesar y del esfuerzo que ponga la persona,
existe una evidencia clara que podemos atender al mismo tiempo a más de un evento.
La distribución de la atención se manifiesta durante cualquier actividad y consiste en
conservar al mismo tiempo en el centro de atención varios objetos o situaciones
diferentes. De esta manera, cuanto más vinculados estén los objetos entre sí, y cuanto
mayor sea la automatización o la práctica, se efectuará con mayor facilidad
la distribución de la atención
El concepto de amplitud o ámbito de la atención hace, pues, referencia a:
1) La cantidad de información que el organismo puede atender al mismo tiempo
2) El número de tareas que podemos realizar simultáneamente.”
Organización. Debemos comprender que en nuestro espacio perceptual puede existir
gran cantidad de informaciones, pero que no podemos poner atencion a todas ellas, la
informacion o estimulo que precesamos en ese momento es la figura, y, todas las demas
informaciones que estan en nuestro campo perceptual es el fondo, que esta disponible
mpara cuando lo necesitemos.
Directividad. El ser humano tiene la capacidad de dirigir su atencion hacia el objeto o
estimulo que sea de su interes.

¿CÓMO FUNCIONA LA ATENCIÓN?

En primer lugar, parece bastante claro que la selección de los "inputs" o estímulos no se
realiza al azar. Por un lado, interviene nuestra actividad deliberada, que puede ser
distraída. Podríamos considerar la atención como un juego en el cual habría una
multitud de estímulos que estarían compitiendo entre sí por ganarse la atención del
individuo. La fuerza competitiva de estos estímulos puede variar en función de
características físicas, como intensidad, tamaño, originalidad, etc.
Algunos de estos estímulos parecen captar la atención más que otros, sin que intervenga
ninguna intención previa del observador. Por esta razón decimos que estos estímulos
son más fuertes.

Por otra parte, el sujeto realiza una selección deliberada. En esta búsqueda activa el
individuo no selecciona los estímulos por su "fuerza competitiva", sino por alguna
característica común elegida por él y relacionada con el objetivo de la tarea que quiere
realizar.

Para realizar la selección de información necesitamos una cierta capacidad o una cierta
energía. Si la tarea es muy compleja, decimos que se trata de una situación de alta
demanda. En este caso, consumimos mucha capacidad de procesamiento y no
disponemos de capacidad adicional para prestar atención a una tarea secundaria. Si, por
el contrario, la tarea principal es muy sencilla, (tarea de baja demanda), disponemos de
una capacidad sobrante como para realizar otra tarea simultánea sin detrimento de la
tarea principal. Por ejemplo, en una situación de alta demanda en la conducción, como
puede ser realizar un adelantamiento o conducir en una situación de tráfico muy denso,
puede ser inadecuado manipular la radio, la calefacción, o encender un cigarrillo. Sin
embargo, en situaciones de baja demanda es posible realizar estas tareas manteniendo
un buen nivel de control sobre la tarea principal.

Dado que el sistema de procesamiento de la información es limitado, el sujeto debe


administrar los recurso disponibles para logra un rendimiento óptimo en la realización
de una tarea.

TIPOS DE ATENCIÓN

La atención se puede clasificar en base a varios criterios, destacándose la clasificación


de acuerdo a los mecanismos implicados, que la separa en tres tipos:
Sostenida. Que está relacionada con la capacidad de permanecer alerta durante
períodos de tiempo relativamente largos. Por último, la atención está determinada por
factores externos e internos. Los primeros están referidos a los estímulos
medioambientales y, los segundos, a situaciones propias del sujeto.
Atención selectiva. Entendemos la capacidad de un organismo para concentrarse en una
sola fuente de información y en la realización de una única tarea, excluyendo aquellas
otras fuentes que puedan interferir en ella. Una de las estrategias más eficaces para la
atención selectiva es la explotación exhaustiva de ambiente, buscando aquel estímulo
que se considera el relevante.
Atención dividida se refiere a los mecanismos que una persona pone en funcionamiento
para atender simultáneamente varias demandas del ambiente. Para actuar
correctamente en esta situación, la persona tendrá que distribuir recursos de atención
hacia cada actividad. En estos casos lógicamente, la atención se concibe como un
almacén de recursos que hay que distribuir entre las diversas tareas, algunas de las
cuales pueden ser más exigentes que otras. Las que menos recursos demandan son las
acciones altamente automatizadas. Pero los recursos atencionales son limitados y
solamente podremos atender unas pocas actividades a la vez. Para que la distribución
sea eficaz debe existir un procesador central o ejecutivo que se encarga de planificar los
recursos.

NIVEL DE CONTROL

La atención involuntaria. Es aquella a través de la cual se captan automáticamente y de


forma refleja unos determinados estímulos, la atención involuntaria o primaria tiene
lugar sin que medie proceso volitivo alguno
Atención voluntaria. Es aquella a través de la cual somos capaces de responder
voluntariamente a unos estímulos monótonos o poco atractivos La atención voluntaria
es también llamada secundaria. Requiere de un "control atencional” que suele exigir un
cierto esfuerzo del individuo por mantenerlo.
En la atención voluntaria o activa la persona debe realizar un esfuerzo mental para
movilizarla, procesar la información entrante y mantenerla el tiempo necesario para
posteriormente dar la respuesta más adecuada. Es decir, el individuo controla y regula
los procesos cognitivos destinados a realizar una tarea mental. Por el contrario, existen
estímulos que, por sí solos, son capaces de atraer nuestros recursos atencionales sin
requerir ningún esfuerzo por nuestra parte, hablamos de atención involuntaria o pasiva.
TIEMPO DE REACCION O TIEMPO DE RESPUESTA

El tiempo de reaccion de un
conductor ¿de que depende?

El tiempo de reacción de un conductor


es el periodo de tiempo que pasa
desde que un conductor percibe un
obstáculo o situación de emergencia
hasta que reacciona. Dado que este
parámetro puede marcar la diferencia entre sufrir un accidente o salvar las dificultades,
es muy importante conocer los factores de los que depende.

Aunque nos parezca que la reacción ante un imprevisto es inmediata, en realidad


el tiempo de reacción de un conductor medio oscila entre 0,5 y 1 segundo. Como es
obvio, este intervalo varía según diferentes factores que atañen directamente al
conductor y nunca al estado de la carretera o cualquier otro motivo externo.

El tiempo de reacción dependerá de cada conducción y suele situarse entre los 0,5 y un
1 segundo.

Dentro del concepto de tiempo de reacción interviene la distancia, debemos tenerla en


cuenta para comprender cómo funciona este mecanismo que te ayudará a evitar
accidentes que puedan dañarte gravemente.

 Distancia de reacción: Esta es la distancia que recorre el coche cuando


transcurre el tiempo de reacción. Es decir, la cantidad de metros que ha recorrido
el vehículo desde que visualizas el obstáculo hasta que reaccionas al mismo. En
esta distancia estará muy presente la velocidad, ya que cuanto más rápido,
mayor será la distancia de reacción, es decir, recorrerás más metros en un
periodo menor de tiempo.
 Distancia de frenado: Es la que se recorre desde que pisas el freno hasta que el
coche se detiene. La distancia de frenado, también puede enfrentarse a una serie
de factores que harán que varíe: estado de los neumáticos, estado de la
suspensión, estado de los frenos, carga del vehículo, velocidad a la que circulas,
condiciones meteorológicas, estado del pavimento, etc. Debes tener en cuenta
que las distancias de frenado aumentan si la carretera está mojada o con hielo.
 Distancia de detención: Esta se obtiene con la suma de la distancia de frenado y
la de reacción. Es decir, será la distancia total que recorre el coche desde que ves
el obstáculo hasta que el coche se detiene por completo.

Factores de los que depende el tiempo de reacción

Teniendo en cuenta que el tiempo de reacción es diferente de unos conductores a otros,


e incluso en una misma persona, los segundos que se tardan en responder frente a un
obstáculo dependen de:
 Edad del conductor: Cuanto más avanzada sea, mayor será el tiempo de
reacción.
 Altas temperaturas: El calor, por norma general, tiende a aletargar a las
personas y esto incide negativamente en los reflejos.
 Comidas copiosas: Si tenemos el estómago demasiado lleno y nos cuesta hacer
la digestión, es más probable que necesitemos más tiempo del habitual para
darnos cuenta de las cosas.
 Alcohol y/o drogas: Este tipo de sustancias, al igual que ciertos medicamentos,
reducen la capacidad de reacción de los conductores. En muchas ocasiones,
con una caña se da positivo, y esto es porque tal cantidad de alcohol ya puede
influirnos en la conducción.
 Experiencia: Los años al volante son un grado. Si llevas conduciendo media vida,
el tiempo que tardes entre detectar un imprevisto y actuar será más reducido
que si te acabas de sacar el carné de conducir.
 Sueño: Si se conduce sin haber dormido lo suficiente, la atención se reduce
drásticamente y, por lo tanto, se incrementa de forma notable el tiempo y la
capacidad de reacción.
 Fatiga: Este factor está muy relacionado con el anterior y según apuntan algunos
estudios, la fatiga es la causa de más del 40% de los accidentes.
 Estado de ánimo: Los problemas, el estrés y las preocupaciones no hacen más
que distraernos al volante. El hecho de que no circulemos centrados en lo que
realmente nos rodea, incrementa sobremanera el tiempo que tardamos en
actuar ante una situación de peligro.
 Realizar otras tareas: Fumar, utilizar el teléfono móvil, maquillarse, configurar el
GPS… etc.

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