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Repiblica de Colombia Comte Suprema de Justicia comestn 1 DOLLY AMPARO CAGUASANGO VILLOTA Magistrada ponente $L4711-2018 Radicacién n.° 49356 Acta 38 Bogota, D. C., treinta (30) de octubre de dos mil dieciocho (2018). La Corte decide el recurso de casacién interpuesto por ASTRID SEGEBRE SERRANO, contra la sentencia proferida por la Sala de Descongestién Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, el 31 de agosto de 2010, en el proceso ordinario laboral que instauré contra la compafiia AMERICAN AIRLINES INC -SUCURSAL COLOMBIA. I. ANTECEDENTES Astrid Segebre Serrano presenté demanda ordinaria laboral para que se declare que el despido ilegal que se le hizo con motivo del cierre de la demandada es ineficaz y que, el Radicacion n.° 49356 contrato de trabajo sigue vigente en los términos del articulo 140 del CST. Por lo anterior, pidié que se la condene al pago de los salarios, prestaciones sociales, cesantias y sus respectivos intereses, primas de servicios, primas de navidad y vacaciones, causadas desde la fecha del despido hasta que finalice realmente el contrato; que se declare la nulidad de la conciliacién celebrada entre las partes; que se ordene el pago de la sancién establecida en el numeral 3° del articulo 99 de la Ley 50 de 1990, asi como de los aportes a la seguridad social y parafiscales, tiquetes aéreos, bonos de alimentacién, dotaciones, lo ultra y extra petita y las costas del proceso (f.° 2y3). Fundamenté sus peticiones, basicamente, en que laboré al servicio de la demandada en la agencia de Barranquilla, desde el 20 de agosto de 1990, recibiendo como ultimo salario mensual $1.483.506; que el 7 de abril de 2002, la empleadora cerré las oficinas de la agencia en Barranquilla, sin previa autorizacion del Ministerio de ‘Trabajo -hoy de la Proteccién Social- y que el 14 de mayo de 2002, instauré la correspondiente denuncia, ante el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Seccional Atlantico. Relato que mediante Resolucién 001224 del 24 de septiembre del 2002, el referido Ministerio declaré que la empresa cerré de manera ilegal las instalaciones en Barranquilla, a partir del 7 de abril de 2002 y, en consecuencia, le impuso una sancién equivalente a 30 salarios minimos legales mensuales vigentes, decision que fue confirmada, en sede de reposicién y de apelacién, a través seuver-20 .00 A Radicacién n.° 49356 de las Resoluciones 000163 del 11 de febrero de 2003 y 000667 del 13 de mayo del mismo ano. Agregé que el cierre ilegal de la empresa, trajo como consecuencia la ineficacia de su despido y afecté la validez de la conciliacién celebrada entre ella y la demandada el 24 de abril de 2002, al haberse fundado en un acto previamente ilegal. Por ultimo, indicé que agoté la via gubernativa. Al dar respuesta a la demanda, la sociedad convocada al juicio se opuso a las pretensiones por carecer de fundamentos legales y facticos y, en cuanto a los hechos, dijo ser ciertos los referentes a la existencia del contrato de trabajo, su extremo inicial, el ultimo cargo ejercido, la asignacion salarial, la investigacion e imposicién de la sancién a que se refiere la actora —pero precis6é que era un asunto ajeno al contrato de trabajo-; los demas, no los admitié 0 dijo que no tenian tal calidad. Explicé que el contrato terminé por mutuo acuerdo entre las partes y que asi consta en el acta de conciliacién que hizo transito a cosa juzgada, por lo que no hay lugar a reabrir la discusién, maxime si no esta afectada por ningan vicio que la haga inexistente o nula. En su defensa, propuso las excepciones de prescripcion, ausencia de causa, inexistencia de las obligaciones perseguidas, cobro de lo no debido, falta de titulo, buena fe y compensacién (f.° 107 y 108). seuaer-20.00 3 Radicacién n.° 49356 Il. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA El Juzgado Quinto Laboral del Circuito de Barranquilla, mediante fallo del 26 de marzo de 2009, declaré probada la excepcién de prescripcién y, en consecuencia, absolvio a la demandada de todas las pretensiones incoadas en su contra. Se abstuvo de imponer costas (f.° 206). Ill. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA La Sala de Descongestién Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, en sentencia del 31 de agosto de 2010, revocé el fallo apelado en cuanto habia declarado probada la excepcién de prescripcién y, en su lugar, declaré probada la excepcién de cosa juzgada; confirmando la absolucién. Se abstuvo de imponer costas en la alzada. En primer lugar, descarté que la accion estuviera prescrita pues, contrario a lo afirmado por el juez de primera instancia, la demandante no pretende obtener su reintegro a la empresa, sino que se declare ineficaz su despido y, por ende, se le paguen los derechos laborales causados con ocasién de esa circunstancia, asi como la nulidad del acta de conciliacién celebrada con la empresa accionada. En esa medida, concluyé que, al tratarse de pretensiones declarativas, no son susceptibles de extinguirse por prescripcion. Radicacién n.° 49356 Luego, explicd que, revisada la abundante prueba aportada al plenario, era posible advertir que el 7 de abril de 2002, se efectué el cierre intempestivo de la empresa, que fue declarado ilegal. Sin embargo, como el 24 de abril de 2002, esto es, con posterioridad a la fecha del cierre, las partes celebraron una conciliacién ante la Direccién Regional del Trabajo y Seguridad Social del Atlantico, era evidente que se presentaba el fenémeno de la cosa juzgada por lo que no era posible modificar los pactos y condiciones acordados en ese acto de «amigable composiciém. Precisé, ademas, que no advierte engafio 0 vicio alguno en dicha conciliacién pues, el lenguaje utilizado fue claro, sencillo y comprensible y en ella las partes acordaron libremente poner fin a la relacién laboral a cambio del reconocimiento de una bonificacion en favor de la trabajadora, teniendo en cuenta que la empresa habia cesado sus operaciones en la ciudad de Barranquilla. Agrego que «teniendo en cuenta que [...] la conciliacién celebrada entre las partes se celebré conforme a derecho ante autoridad competente y fue aprobada bajo el principio de no violar derechos ciertos e indiscutibles de la trabajadora ni evidencia ningun vicio del consentimiento [...}» (f.° 303); que alli se admitié que la bonificacién compensaba cualquier tipo de reclamacién laboral futura y que se declaraba a la sociedad a paz y salvo por cualquier tipo de deuda, era improcedente lo aqui reclamado. ‘scuer-20.00 5 Radicacién n.° 49356 IV. RECURSO DE CASACION El recurso fue interpuesto por la parte demandante, concedido por el Tribunal y admitido por la Corte, por lo que se procede a resolver. V. ALCANCE DE LA IMPUGNACION La recurrente pretende que la Corte case la sentencia impugnada en su «numeral primero parte final que declaré probada la excepcién de cosa juzgada y totalmente el numeral segundo del citado fallo (f° 7), para que, en sede de instancia, revoque la decision de primer grado y acceda a las pretensiones invocadas en la demanda inicial. Con tal propésito formula tres cargos, por la causal primera de casacién, replicados oportunamente. Teniendo en cuenta que los dos primeros cargos se fundan en similares argumentos, denuncian las mismas normas y presentan imprecisiones técnicas comunes, la Corte los estudiara de forma conjunta. VI. PRIMER CARGO Acusa la sentencia impugnada por violacién directa, en la modalidad de aplicacién indebida de los articulos 62 - paragrafo tinico- y 140 del CST; 22 a 25 y siguientes del CPTSS; 66 y 67 de la Ley 50 de 1990; 5° del Decreto 1373 de 1966; 7 y 9 del Decreto 2351 de 1265, Decreto 1469 de 1978; Radicacion n.° 49356 numeral primero del articulo 5 y 44 del Decreto 1373 de 1966. En un escrito confuso, la censora manifiesta que las normas de derecho sustancial resefiadas reglamentan el asunto planteado en la demanda inicial, esto es, la solicitud de ineficacia de su despido, de donde se colige la obligatoriedad de la empleadora de no adoptar una decisién sin la previa autorizacién del Ministerio del Trabajo, presupuesto que ella no agencié, por lo que aquél devino ilegal, quedando inmersa en las hipotesis de incidencia del articulo 140 del CST. Agrego que el convencimiento del juez plural de que no hubo una terminacién ilegal del contrato, es un desatino normativo; que la ineficacia del acto de terminacion del vinculo entre las partes, debe volver las cosas. a su estado inicial, pues este es el verdadero sentido que debi6 aplicarse al caso; que el argumento de la cosa juzgada expuesto por el Tribunal es un presupuesto inadecuado y que en la conciliacion no se expresaron los verdaderos motivos de la terminaci6n del contrato laboral, con lo que se vulneraron los articulos 7 y 9 del Decreto 2351 de 1965. Indica que: Vemos como a la existencia de conminaciones legales al respecto en el sentido que un ser juridico, en este caso, debe actuar conforme los pardmetros demandatorios existentes y en punto del cierre intempestivo de la Empresa, es sin duda y en el mismo sentido la disposicién normativa la encargada de prever un aspecto contrario que puede acaecer como efectivamente sucedié en la actitud del normado, como fue la de dirigir su comportamiento aun hecho que lo deja inmerso en una premisa sancionatoria. seurT-10 v.00 7 Radicacion n.* 49356 Es claro el desatino normativo con que la actora se aparta de sus deberes legales, inmiscuyéndose en terrenos de invalidez de sus actos, extrae la culpa del patrono de permear la obligacién en su deber de retornar sus actos a un punto de pleno mandato y que sin dudas viene a direccionarlo el legislador al establecer el comportamiento de la Empresa como lesivo, asumiendo ipso facto el cardcter de sujeto de obligaciones, debiendo volver las cosas a su estado inicial. [...[ Es claro que la PRETENSION O IDENTICO OBJETO es diametralmente opuesta a los considerandos descritos, siendo que el verdadero conflicto planteado lo es a partir del cierre ilegal y lo es el del reconocimiento de los derechos conculcados, la una viene edificada de la entraria de la norma sustancial, la otra, coneiliacién, viene edificada de presupuestos de causalidad intimamente ligados a inequidades en su proceder y aplicacién. La primera sin duda marca el verdadero derrotero dispuesto por el orden institucional. La segunda no viene siquiera a expresar el verdadero motivo de terminacién, que sin dudas no lo fue el mutuo acuerdo develado. Y siendo la primera fincada sobre la ineficacia del despido, clara simetria con el cierre ilegal en calificacién precedente. La segunda la desarrolla el juez de turno en clara resistencia efectiva y certera con la norma expuesta y el asunto planteado (f.° 9). Aduce que las consecuencias del despido ineficaz no fueron objeto de conciliacién; que la decision del primer juez, sobre la ineficacia del despido, esta plenamente respaldada y sustentada en la actuacién procesal, por lo que acudir a la figura de la cosa juzgada, que tiene tres elementos, como lo hizo el ad quem, es desatender los presupuestos de ley de esa figura; que asi se aceptara la existencia de la conciliacién la misma no desata en el caso la cosa juzgada, pues el cierre de la empresa no fue objeto de pronunciamiento y reparacién en el acuerdo; que el contrato laboral entre las partes se mantiene con sus consecuencias, sobre los supuestos de la conciliacién; que en este acto no se sopesaron los efectos del despido ineficaz alegado, por lo que insiste, no se puede predicar la existencia de cosa juzgada; que los derechos de la Radicacién n.° 49356 parte demandante permanecen indemnes y que la Corte debe aplicar los correctivos a que haya lugar. VII. REPLICA La sociedad accionada considera que el cargo adolece de imprecisiones técnicas pues en el alcance de la impugnacién no se dice qué debe hacerse con la sentencia de primer grado; invoca como modalidad la falta de aplicacién pese a que la misma no existe; invoca normas derogadas; escoge la modalidad inadecuada de conformidad con la sustentacién; enuncia normas procesales y ataca, por la via indebida, el acta de conciliacién celebrada entre las partes, por lo que, considera, debe desestimarse. VIII. SEGUNDO CARGO Denuncia la sentencia de violar, por la via directa, por la «apreciacién errénea o falta de apreciacion de la prueba de los siguientes preceptos» (f.° 14) (sic): los articulos 62 - paragrafo unico- y 140 del CST; 22 a 25 y siguientes del CPTSS; 66 y 67 de la Ley 50 de 1990; 5° del Decreto 1373 de 1966; 7 y 9 del Decreto 2351 de 1265, Decreto 1469 de 1978; numeral primero del articulo 5 y 44 del Decreto 1373 de 1966. Considera que el Tribunal incurrié en los siguientes errores de hecho: scunr-10¥.90 9 Radicacién n.° 49356 No dar por demostrado, estindolo, que las Resoluciones del Ministerio de Trabajo, senalan que hubo una ineficacia del despido. No dar por demostrado, estdndolo, que la verdadera terminacién lo fue el cierre unilateral e intempestivo de la empresa a cargo, y que la decisién de su ilegalidad e ineficacia esté investida del doble principio de acierto y legalidad. No dar por demostrado, esténdolo, que el conflicto planteado es a partir del cierre ilegal de la empresa, y que la trabajadora estaba en libertad de demandar ante la justicia el restablecimiento de todos y cada uno de sus derechos, no alegarse otras causas que no reflejaban el verdadero motivo de terminacién. No dar por demostrado, estdndolo, que la ineficacia declarada por el Ministerio del Trabajo mantiene a la trabajadora en un estado de no solucién de continuidad de su contrato. Dar por demostrado, sin estarlo, que las conciliaciones expresaron el verdadero motivo de terminacién del contrato, sin sopesarle en elcitado acto conciliatorio la figura del cierre ilegal como motivo del sustrato legal recogido en su oportunidad por la decisin del Ministerio del Trabajo. No dar por demostrado, estandolo, que la ilegalidad declarada del cierre obra en la ineficacia de cualquier acto posterior que del mismo se deriva. Explica que, ante un hecho tan evidente, como es la decision del Ministerio del Trabajo, lo procedente era «hacer el verdadero examen de justicia (f.° 14). Es decir, explica que como el cierre de la empresa accionada se hizo de forma ilegal, esto es, desatendiendo los requisitos que establece la ley para tales efectos, era deber del Tribunal aplicar la normatividad vigente para estos casos. Pese a ello, estimé que el cierre efectuado en estos términos no producia ningan efecto juridico, sin consideracién a que el articulo 9° del Decreto 2351 de 1965 consagra las consecuencias legales que procede para quien obra de esa manera. Radicacién n.* 49356 Manifiesta que no entiende por qué el juez de segundo grado no aplicé las consecuencias conducentes en virtud del acto ilegal demostrado en este evento, ni tampoco por qué se desvié del alcance de la norma que lo obligaba a declarar la vigencia de la relacién de trabajo con el consecuente pago de todos los salarios y prestaciones sociales causados desde el momento del despido. Insiste en que la verdadera causa de terminacién del contrato fue el cierre de la empresa y no la supuesta conciliacién celebrada entre las partes pues, «es imposible terminar lo que ya esta terminado», de modo que la decisién de segundo grado va en contra de lo decidido y sancionado por la autoridad administrativa. Considera que el vicio del consentimiento en el acto de conciliacién se demuestra con las resoluciones emanadas por el Ministerio del Trabajo que lograron esclarecer la intencién torticera de la empresa al culminar sus actividades y, con ello, el dolo en su comportamiento al tratar de conciliar lo que fue resuelto por una autoridad administrativa. Aduce que no es lo mismo la libre disposicién que pueda tener un empleador de dar por terminado un contrato de trabajo, a que sea la autoridad competente quien califique que su actuar es ilegal y, con ello, todas las decisiones que de ese acto se derivan, por lo que lo procedente es retrotraer las cosas al estado en el que se encontraban antes del cierre de la empresa, restituyendo los derechos conculcados. sewr-10 09 in Radicacion n.° 49356 IX.REPLICA La entidad accionada explica que cuando se acusan pruebas por su indebida valoracién o falta de apreciacién, la via por la que debe plantearse el cargo debe ser la indirecta, pese a lo cual en este caso se escogié la senda equivocada, imprecision que, indica, es suficiente para desestimar el cargo. X. CONSIDERACIONES Debe recordarse que, conforme al sistema constitucional y legal, la demanda de casacién esta sometida a un conjunto de formalidades que, mas que un culto a la técnica, son supuestos esenciales de la racionalidad del recurso, constituyen su debido proceso y son imprescindibles para que este no se desnaturalice. De ahi que al evidenciar falencias de tal orden que, ademas, resulten insuperables, la prosperidad del ataque no tiene lugar (SL8293 -2017). Circunstancia que se advierte en este caso, tal como se demuestra a continuaci6n: 1. En primer lugar, la forma como esta redactado el primer cargo desconoce los deberes de concrecién y claridad que exige la demanda que sustenta el recurso extraordinario, en los términos del articulo 91 del CPTSS, pues contiene una argumentacién extensa, confusa y poco entendible. Radicacién n.° 49356 2. Ahora, pese a que el primer cargo se planted por la via directa, en ella se incluyen cuestionamientos de orden factico, relacionados con la valoracién que hizo el Tribunal al acta de conciliacién celebrada entre las partes, concretamente, que en ellas no se acordé nada relacionado con el cierre de la sede de la empresa ubicada en la ciudad de Barranquilla, circunstancia que requeriria un andlisis de la prueba, ajeno a la senda del puro derecho. Asi, el censor reprocha que el Tribunal hubiera desconocido que la conciliacién celebrada entre las partes se soporté en el cierre de la agencia de la demandada, acto que, como fue declarado ilegal, en su criterio, afecta la validez de ese acuerdo. Esas afirmaciones, sin embargo, exigen que se revisen los términos en los que se acordé la terminacién del contrato de trabajo, a fin de evidenciar las circunstancias que Jas partes consideraron relevantes para ponerle fin y, en virtud de ello, establecer si el consentimiento dado por la actora estaba o no viciado de nulidad por error. En consecuencia, se trata de asuntos totalmente ajenos a esta via del puro derecho. 3. Pese a que el segundo cargo se formula por la via directa, la modalidad que se enuncia, se soporta en una supuesta «apreciacién errénea o falta de apreciacién de la prueba», con lo cual incurre en una mixtura inadecuada de vias, aparte de que se desconoce si el error lo funda en una aplicacion indebida de normas o en un mal ejercicio valorativo de las pruebas. seus7r-10 v.00 3 Radicacién n.° 49356 Al respecto, en sentencia CSJ SL, 25 mar. 2003, rad. 20026, la Corte explicé: L..] quien escoge como via de ataque Ia directa, debe allanarse a las conclusiones facticas contenidas en el fallo, asi como al andlisis probatorio que efectué el sentenciador para dar por establecidos los hechos del proceso, y mantener Ia controversia en un plano estrictamente juridico. Por el contrario, quien opta por la via indirecta, discrepa necesariamente de todos 0 algunos de los soportes facticos de la sentencia y, en consecuencia, es en ese sentido que debe orientar su ataque, sin que esté permitido, en uno y otro caso, como se serialara en precedencia, entremezclar indebidamente argumentos propios de cada uno de los excluyentes senderos. 4. Aunque en el segundo cargo orientado por la senda directa, se cuestiona la falta de aplicacion de las consecuencias juridicas previstas en las normas denunciadas, el recurrente incurre en la imprecision de fundarlo en la comisién de seis errores de hecho por parte del Tribunal, generando una confusién de vias no admisible en casacién. En efecto, debe recordarse que las sendas directa e indirecta son excluyentes, habida cuenta que la primera conlleva un error juridico mientras que la segunda la existencia de uno o varios yerros facticos, debiendo ser su formulacién y anilisis diferentes y por separado (CSJ SL 25 may. 2004, rad. 22543). En ese orden de ideas, lo cierto es que el cargo se compone de una mezcla inadecuada de géneros de violacion, de una yuxtaposicién de argumentos facticos como juridicos, en la enunciacién de errores de hecho sin alusién a pruebas concretas y, a la vez, en reproches sobre la aplicacién de seuer-so v.00 a Radicacién n.° 49356 leyes; lo que impide un estudio coherente y de fondo del recurso. Las vias directa e indirecta, por su naturaleza, son dos modalidades irreconciliables de violacisn del derecho sustancial, de suerte que el recurrente en casacién no puede endilgar al juzgador de instancia, de manera simultanea, el quebranto de la ley sustancial por la via directa, esto es, con prescindencia de toda cuestién probatoria y, a la vez, la incorrecta estimacién de las pruebas (CSJ SL 22 feb. 2011, rad. 36684). 5. Con todo, como los argumentos expuestos en ambos cargos son similares, la Sala advierte que, sin perjuicio de las imprecisiones técnicas aqui cometidas, ninguno de los dos prosperaria, por lo siguiente. Nétese que el reproche hecho por el recurrente se centra en la supuesta falta de aplicacién que el Tribunal hizo del articulo 9° del Decreto 2351 de 1965 pues, pese a haberse declarado, por autoridad administrativa, que el cierre hecho por la accionada a las instalaciones de la agencia de Barranquilla era ilegal, no aplicé las consecuencias juridicas que de ello se derivaban, concretamente, la declaratoria de vigencia de las relaciones laborales y, con ello, el pago de los salarios y prestaciones sociales causados desde el momento del despido. Sin embargo, lo cierto es que el Tribunal no desconocié que el cierre de la empresa fue declarado ilegal pues, de ‘scuer-20.00 1s Radicacién n.° 49356 hecho, admitid que «el cierre intempestivo e ilegal de la empresa fue declarado por las autoridades administrativas del trabajo a partir del 7 de abril del aio 2002, fecha que fue constatada por las autoridades administrativas del trabajo y plasmadas en los distintos actos administrativos» (f.° 315). Lo que sucedié fue que, con independencia de esa circunstancia, concluyé que en este caso no era viable aplicar las consecuencias juridicas previstas en esa normativa, en la medida en que las partes, con posterioridad al cierre de la empresa, acordaron dar por terminado el contrato de trabajo a cambio de una bonificacién que recibié la trabajadora por valor de $29.141.278 (f.° 26), pacto que, al no estar viciado de nulidad, era motivo suficiente que justificaba la terminaci6n del vinculo, sin consideracién al referido cierre intempestivo. Asi las cosas, no es cierto que el Tribunal hubiera incurrido en un yerro juridico al no aplicar las consecuencias que suponia el cierre de una de las sedes de la accionada, sino que, como la terminacién del vinculo, en todo caso, es un hecho indiscutido que se encontraba soportado en un acuerdo conciliatorio, era éste y no aquel el que permitia entender que el despido se enmarcaba dentro de la legalidad y que el empleador no le debia ninguna suma de dinero por concepto de salarios y prestaciones a la trabajadora -en virtud de la bonificacién que se acord6 para tales fines-. De modo que, al existir una razén que justificd la terminacién del contrato de trabajo, la cual operé con posterioridad a las eventualidades que se presentaron en la scuer-10 v0 fa Radicacién n.° 49356 empresa, al momento del primer despido, es claro que el Tribunal no err6é al no aplicar las consecuencias juridicas establecidas para este evento, en los términos sugeridos por la censura. Por lo dems, los alegatos que invoca el recurrente para soportar la supuesta invalidez del acta conciliatoria, exigirian el estudio especifico de esa prueba, lo que, como se dijo, no es posible hacerlo por esta senda directa. Por todo lo anterior, los cargos se desestiman. XI. TERCER CARGO Acusa la sentencia, por la via indirecta «de contener decisiones que hacen més gravosa la situaci6n de la parte que apel6 la primera instancia» (f.° 19). Explica que el juez de segunda instancia debia resolver el recurso de apelacién, en los estrictos términos en que fue planteado, lo que, para el caso, suponia wnicamente evidenciar el error en la declaratoria de la excepcién de prescripcién -que no procedia en este evento- y, luego de ello, «entrar al andlisis s6lo de lo estrictamente solicitado en la demanda como es el pedimento certero y justo del despido ilegal [...] no variar su aplicacién en terrenos distintos |...) (£.° 19). Indica que, al tratar asuntos ajenos a los planteados en la alzada, se agrav6 la situacién del apelante tnico, por lo seurr-10 V0 W Radicacion n.° 49356 que no podia entrar a mirar la cosa juzgada de una conciliacion que no nacié a la vida juridica por estar precedida de un acto ilegal del empleador, a saber, el cierre intempestivo de la empresa. Agrega que no puede hablarse de cosa juzgada ante pretensiones con objeto distinto. XII. REPLICA La accionada estima que el cargo esta mal planteado, ya que «no hay acusaci6n por la via indirecta cuando segun dice el recurrente hace mds gravosa la situacién de la parte que apelé la primera instancia (f° 31), pues esta circunstancia es propia de la segunda causal de casaci6n. Agrega que verificadas las partes resolutivas de los fallos de primer y segundo grado se advierte que no se afect6 el principio de no reformatio in pejus, ya que ambas sentencias contienen una decisién absolutoria. XIII. CONSIDERACIONES Tal como lo puso de presente la parte opositora, la reformatio in pejus es una causal auténoma en la casacién del trabajo, de manera que resulta ser una inconsistencia involucrarla con temas propios de la causal primera, como impropiamente lo hace el censor, cuando formula el cargo por la via indirecta. En efecto, las dos unicas causales de casacién parten de presupuestos diferentes pues, en la primera, es un quebrantamiento de la disposicién que, constituyendo la Radicacién n.° 49356 base esencial del fallo, consagra los derechos reconocidos 0 desconocidos por el fallo recurrido, al paso que, en la segunda, el defecto de la sentencia radica en hacer més gravosa la situacién del unico apelante o de la parte en cuyo favor se surtié la consulta. Son dos causales auténomas, por lo que no es dable mezclarlas en un mismo cargo (CSJ SL 4 jul. 2001, rad 15885). Aparte de lo anterior, debe recordarse que el principio procesal de la reformatio in pejus significa que el juez de la apelacién no puede modificar la sentencia de su inferior en perjuicio del apelante tnico, Ello se detecta por la simple comparacién entre la parte resolutiva de la sentencia de primer grado con la resolutiva de la sentencia de apelacion, en orden a determinar la desmejora en contra del nico apelante. Pero si las dos resoluciones son iguales, como aqui ocurre -ya que, aunque por diversos motivos y como consecuencia de haber prosperado excepciones distintas planteadas por la parte demandada, la del Tribunal confirmé la absolucién del juez- la reforma en perjuicio del apelante Unico no se produce. Es mas, la Sala advierte que, en el fondo, el asunto que reprocha el actor no tiene que ver, propiamente, con la causal segunda de casacién, sino con otro aspecto procesal de la alzada que consiste en definir si el juez de la apelacién estaba facultado para pronunciarse sobre aspectos que, en su criterio, desbordaban su competencia. seuner-10 v.99 19 Radicacion n,° 49356 En efecto, lo que al censor le resulta cuestionable es que el Tribunal se hubiera pronunciado sobre un asunto que no fue planteado en el recurso de apelacién, lo que, en estricto sentido, se ajusta mas a un estudio sobre la presunta violacién del principio de congruencia entre el fallo y lo apelado, que a la agravacién de la parte resolutiva de la sentencia de segunda instancia. Sin perjuicio de dicha imprecision, lo cierto es que el hecho de que en el recurso de apelacién se hubiera reprochado la declaratoria de prescripcién que hizo el juez de primera instancia y que el Tribunal hubiera advertido un yerro en esa decisién, no implicaba que, por esa sola circunstancia, tuviera que acceder favorablemente a la stplicas formuladas en la demanda inaugural, sin ninguna otra consideraci6n pues, sin perjuicio de que la accion no se considerara prescrita, el ad quem debia estudiar la procedencia o no de los derechos salariales y prestacionales pretendidos, de modo que, si como se vio, se puso de presente que operaba el fenémeno de cosa juzgada en relacién con esas peticiones, en virtud de la conciliacién celebrada por las partes, lo viable era absolver a la demandada. Entonces, el proceder del Tribunal, contrario a lo expuesto por la censura, no supone un exceso de las facultades conferidas al juez colegiado ya que era no sélo admisible, sino ineludible, pronunciarse sobre las demas circunstancias que permitian analizar la procedencia del derecho, entre ellas, si sobre este asunto ya existia 0 no un senna v.00 ea Radicacion n.° 49356 pronunciamiento judicial previo que configuraba la cosa juzgada, tal como ocurrié en este evento, lo cual, se repite, no viola el principio de la reformatio in peius, maxime que la cosa juzgada puede ser declarada de oficio por el juzgador de instancia (articulo 306 CPC, hoy 282 CGP). En consecuencia, el cargo se desestima. Las costas en el recurso extraordinario estaran a cargo de la parte demandante. Se fija como agencias en derecho la suma de $3.750.000, que se incluiré en la liquidacién que se practique conforme a lo dispuesto en el articulo 366 del Cédigo General del Proceso. XIV. DECISION En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casacién Laboral, administrando justicia en nombre de la Republica y por autoridad de la ley, NO CASA la sentencia proferida por la Sala de Descongestién Laboral del ‘Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, el 31 de agosto de 2010, en el proceso ordinario laboral que instauré ASTRID SEGEBRE SERRANO, contra la compania AMERICAN AIRLINES INC -SUCURSAL COLOMBIA. Costas como se indicé en la parte motiva. ‘sciayr-20 v.00 a Radicacion n.° 49356 Notifiquese, publiquese, ctmplase y devuélvase el expediente al tribunal de origen. MARTIN EMILIO BELTRAN QUINTERO putace de Coes Be deja constancin que cx ta fecha se desfija edieto, Bogota, D.c., 02 NOV 2018 |

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