Repiblica de Colombia
Comte Suprema de Justicia
comestn 1
DOLLY AMPARO CAGUASANGO VILLOTA
Magistrada ponente
$L4711-2018
Radicacién n.° 49356
Acta 38
Bogota, D. C., treinta (30) de octubre de dos mil
dieciocho (2018).
La Corte decide el recurso de casacién interpuesto por
ASTRID SEGEBRE SERRANO, contra la sentencia proferida
por la Sala de Descongestién Laboral del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Barranquilla, el 31 de agosto de 2010,
en el proceso ordinario laboral que instauré contra la
compafiia AMERICAN AIRLINES INC -SUCURSAL
COLOMBIA.
I. ANTECEDENTES
Astrid Segebre Serrano presenté demanda ordinaria
laboral para que se declare que el despido ilegal que se le hizo
con motivo del cierre de la demandada es ineficaz y que, elRadicacion n.° 49356
contrato de trabajo sigue vigente en los términos del articulo
140 del CST. Por lo anterior, pidié que se la condene al pago
de los salarios, prestaciones sociales, cesantias y sus
respectivos intereses, primas de servicios, primas de navidad
y vacaciones, causadas desde la fecha del despido hasta que
finalice realmente el contrato; que se declare la nulidad de la
conciliacién celebrada entre las partes; que se ordene el pago
de la sancién establecida en el numeral 3° del articulo 99 de
la Ley 50 de 1990, asi como de los aportes a la seguridad
social y parafiscales, tiquetes aéreos, bonos de alimentacién,
dotaciones, lo ultra y extra petita y las costas del proceso (f.°
2y3).
Fundamenté sus peticiones, basicamente, en que
laboré al servicio de la demandada en la agencia de
Barranquilla, desde el 20 de agosto de 1990, recibiendo como
ultimo salario mensual $1.483.506; que el 7 de abril de 2002,
la empleadora cerré las oficinas de la agencia en
Barranquilla, sin previa autorizacion del Ministerio de
‘Trabajo -hoy de la Proteccién Social- y que el 14 de mayo de
2002, instauré la correspondiente denuncia, ante el
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Seccional Atlantico.
Relato que mediante Resolucién 001224 del 24 de
septiembre del 2002, el referido Ministerio declaré que la
empresa cerré de manera ilegal las instalaciones en
Barranquilla, a partir del 7 de abril de 2002 y, en
consecuencia, le impuso una sancién equivalente a 30
salarios minimos legales mensuales vigentes, decision que
fue confirmada, en sede de reposicién y de apelacién, a través
seuver-20 .00 ARadicacién n.° 49356
de las Resoluciones 000163 del 11 de febrero de 2003 y
000667 del 13 de mayo del mismo ano.
Agregé que el cierre ilegal de la empresa, trajo como
consecuencia la ineficacia de su despido y afecté la validez
de la conciliacién celebrada entre ella y la demandada el 24
de abril de 2002, al haberse fundado en un acto previamente
ilegal. Por ultimo, indicé que agoté la via gubernativa.
Al dar respuesta a la demanda, la sociedad convocada
al juicio se opuso a las pretensiones por carecer de
fundamentos legales y facticos y, en cuanto a los hechos, dijo
ser ciertos los referentes a la existencia del contrato de
trabajo, su extremo inicial, el ultimo cargo ejercido, la
asignacion salarial, la investigacion e imposicién de la
sancién a que se refiere la actora —pero precis6é que era un
asunto ajeno al contrato de trabajo-; los demas, no los
admitié 0 dijo que no tenian tal calidad.
Explicé que el contrato terminé por mutuo acuerdo
entre las partes y que asi consta en el acta de conciliacién
que hizo transito a cosa juzgada, por lo que no hay lugar a
reabrir la discusién, maxime si no esta afectada por ningan
vicio que la haga inexistente o nula.
En su defensa, propuso las excepciones de
prescripcion, ausencia de causa, inexistencia de las
obligaciones perseguidas, cobro de lo no debido, falta de
titulo, buena fe y compensacién (f.° 107 y 108).
seuaer-20.00 3Radicacién n.° 49356
Il. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA
El Juzgado Quinto Laboral del Circuito de Barranquilla,
mediante fallo del 26 de marzo de 2009, declaré probada la
excepcién de prescripcién y, en consecuencia, absolvio a la
demandada de todas las pretensiones incoadas en su contra.
Se abstuvo de imponer costas (f.° 206).
Ill. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA
La Sala de Descongestién Laboral del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Barranquilla, en sentencia del 31 de
agosto de 2010, revocé el fallo apelado en cuanto habia
declarado probada la excepcién de prescripcién y, en su
lugar, declaré probada la excepcién de cosa juzgada;
confirmando la absolucién. Se abstuvo de imponer costas en
la alzada.
En primer lugar, descarté que la accion estuviera
prescrita pues, contrario a lo afirmado por el juez de primera
instancia, la demandante no pretende obtener su reintegro a
la empresa, sino que se declare ineficaz su despido y, por
ende, se le paguen los derechos laborales causados con
ocasién de esa circunstancia, asi como la nulidad del acta de
conciliacién celebrada con la empresa accionada. En esa
medida, concluyé que, al tratarse de pretensiones
declarativas, no son susceptibles de extinguirse por
prescripcion.Radicacién n.° 49356
Luego, explicd que, revisada la abundante prueba
aportada al plenario, era posible advertir que el 7 de abril de
2002, se efectué el cierre intempestivo de la empresa, que fue
declarado ilegal. Sin embargo, como el 24 de abril de 2002,
esto es, con posterioridad a la fecha del cierre, las partes
celebraron una conciliacién ante la Direccién Regional del
Trabajo y Seguridad Social del Atlantico, era evidente que se
presentaba el fenémeno de la cosa juzgada por lo que no era
posible modificar los pactos y condiciones acordados en ese
acto de «amigable composiciém.
Precisé, ademas, que no advierte engafio 0 vicio alguno
en dicha conciliacién pues, el lenguaje utilizado fue claro,
sencillo y comprensible y en ella las partes acordaron
libremente poner fin a la relacién laboral a cambio del
reconocimiento de una bonificacion en favor de la
trabajadora, teniendo en cuenta que la empresa habia cesado
sus operaciones en la ciudad de Barranquilla.
Agrego que «teniendo en cuenta que [...] la conciliacién
celebrada entre las partes se celebré conforme a derecho ante
autoridad competente y fue aprobada bajo el principio de no
violar derechos ciertos e indiscutibles de la trabajadora ni
evidencia ningun vicio del consentimiento [...}» (f.° 303); que
alli se admitié que la bonificacién compensaba cualquier tipo
de reclamacién laboral futura y que se declaraba a la
sociedad a paz y salvo por cualquier tipo de deuda, era
improcedente lo aqui reclamado.
‘scuer-20.00 5Radicacién n.° 49356
IV. RECURSO DE CASACION
El recurso fue interpuesto por la parte demandante,
concedido por el Tribunal y admitido por la Corte, por lo que
se procede a resolver.
V. ALCANCE DE LA IMPUGNACION
La recurrente pretende que la Corte case la sentencia
impugnada en su «numeral primero parte final que declaré
probada la excepcién de cosa juzgada y totalmente el numeral
segundo del citado fallo (f° 7), para que, en sede de
instancia, revoque la decision de primer grado y acceda a las
pretensiones invocadas en la demanda inicial.
Con tal propésito formula tres cargos, por la causal
primera de casacién, replicados oportunamente. Teniendo en
cuenta que los dos primeros cargos se fundan en similares
argumentos, denuncian las mismas normas y presentan
imprecisiones técnicas comunes, la Corte los estudiara de
forma conjunta.
VI. PRIMER CARGO
Acusa la sentencia impugnada por violacién directa, en
la modalidad de aplicacién indebida de los articulos 62 -
paragrafo tinico- y 140 del CST; 22 a 25 y siguientes del
CPTSS; 66 y 67 de la Ley 50 de 1990; 5° del Decreto 1373 de
1966; 7 y 9 del Decreto 2351 de 1265, Decreto 1469 de 1978;Radicacion n.° 49356
numeral primero del articulo 5 y 44 del Decreto 1373 de
1966.
En un escrito confuso, la censora manifiesta que las
normas de derecho sustancial resefiadas reglamentan el
asunto planteado en la demanda inicial, esto es, la solicitud
de ineficacia de su despido, de donde se colige la
obligatoriedad de la empleadora de no adoptar una decisién
sin la previa autorizacién del Ministerio del Trabajo,
presupuesto que ella no agencié, por lo que aquél devino
ilegal, quedando inmersa en las hipotesis de incidencia del
articulo 140 del CST. Agrego que el convencimiento del juez
plural de que no hubo una terminacién ilegal del contrato, es
un desatino normativo; que la ineficacia del acto de
terminacion del vinculo entre las partes, debe volver las cosas.
a su estado inicial, pues este es el verdadero sentido que
debi6 aplicarse al caso; que el argumento de la cosa juzgada
expuesto por el Tribunal es un presupuesto inadecuado y
que en la conciliacion no se expresaron los verdaderos
motivos de la terminaci6n del contrato laboral, con lo que se
vulneraron los articulos 7 y 9 del Decreto 2351 de 1965.
Indica que:
Vemos como a la existencia de conminaciones legales al respecto
en el sentido que un ser juridico, en este caso, debe actuar
conforme los pardmetros demandatorios existentes y en punto del
cierre intempestivo de la Empresa, es sin duda y en el mismo
sentido la disposicién normativa la encargada de prever un
aspecto contrario que puede acaecer como efectivamente sucedié
en la actitud del normado, como fue la de dirigir su comportamiento
aun hecho que lo deja inmerso en una premisa sancionatoria.
seurT-10 v.00 7Radicacion n.* 49356
Es claro el desatino normativo con que la actora se aparta de sus
deberes legales, inmiscuyéndose en terrenos de invalidez de sus
actos, extrae la culpa del patrono de permear la obligacién en su
deber de retornar sus actos a un punto de pleno mandato y que
sin dudas viene a direccionarlo el legislador al establecer el
comportamiento de la Empresa como lesivo, asumiendo ipso facto
el cardcter de sujeto de obligaciones, debiendo volver las cosas a
su estado inicial.
[...[ Es claro que la PRETENSION O IDENTICO OBJETO es
diametralmente opuesta a los considerandos descritos, siendo que
el verdadero conflicto planteado lo es a partir del cierre ilegal y lo
es el del reconocimiento de los derechos conculcados, la una viene
edificada de la entraria de la norma sustancial, la otra,
coneiliacién, viene edificada de presupuestos de causalidad
intimamente ligados a inequidades en su proceder y aplicacién. La
primera sin duda marca el verdadero derrotero dispuesto por el
orden institucional. La segunda no viene siquiera a expresar el
verdadero motivo de terminacién, que sin dudas no lo fue el mutuo
acuerdo develado. Y siendo la primera fincada sobre la ineficacia
del despido, clara simetria con el cierre ilegal en calificacién
precedente. La segunda la desarrolla el juez de turno en clara
resistencia efectiva y certera con la norma expuesta y el asunto
planteado (f.° 9).
Aduce que las consecuencias del despido ineficaz no
fueron objeto de conciliacién; que la decision del primer juez,
sobre la ineficacia del despido, esta plenamente respaldada y
sustentada en la actuacién procesal, por lo que acudir a la
figura de la cosa juzgada, que tiene tres elementos, como lo
hizo el ad quem, es desatender los presupuestos de ley de esa
figura; que asi se aceptara la existencia de la conciliacién la
misma no desata en el caso la cosa juzgada, pues el cierre de
la empresa no fue objeto de pronunciamiento y reparacién en
el acuerdo; que el contrato laboral entre las partes se
mantiene con sus consecuencias, sobre los supuestos de la
conciliacién; que en este acto no se sopesaron los efectos del
despido ineficaz alegado, por lo que insiste, no se puede
predicar la existencia de cosa juzgada; que los derechos de laRadicacién n.° 49356
parte demandante permanecen indemnes y que la Corte debe
aplicar los correctivos a que haya lugar.
VII. REPLICA
La sociedad accionada considera que el cargo adolece
de imprecisiones técnicas pues en el alcance de la
impugnacién no se dice qué debe hacerse con la sentencia
de primer grado; invoca como modalidad la falta de
aplicacién pese a que la misma no existe; invoca normas
derogadas; escoge la modalidad inadecuada de conformidad
con la sustentacién; enuncia normas procesales y ataca, por
la via indebida, el acta de conciliacién celebrada entre las
partes, por lo que, considera, debe desestimarse.
VIII. SEGUNDO CARGO
Denuncia la sentencia de violar, por la via directa, por
la «apreciacién errénea o falta de apreciacion de la prueba de
los siguientes preceptos» (f.° 14) (sic): los articulos 62 -
paragrafo unico- y 140 del CST; 22 a 25 y siguientes del
CPTSS; 66 y 67 de la Ley 50 de 1990; 5° del Decreto 1373 de
1966; 7 y 9 del Decreto 2351 de 1265, Decreto 1469 de 1978;
numeral primero del articulo 5 y 44 del Decreto 1373 de
1966.
Considera que el Tribunal incurrié en los siguientes
errores de hecho:
scunr-10¥.90 9Radicacién n.° 49356
No dar por demostrado, estindolo, que las Resoluciones del
Ministerio de Trabajo, senalan que hubo una ineficacia del
despido.
No dar por demostrado, estdndolo, que la verdadera terminacién
lo fue el cierre unilateral e intempestivo de la empresa a cargo, y
que la decisién de su ilegalidad e ineficacia esté investida del
doble principio de acierto y legalidad.
No dar por demostrado, esténdolo, que el conflicto planteado es a
partir del cierre ilegal de la empresa, y que la trabajadora estaba
en libertad de demandar ante la justicia el restablecimiento de
todos y cada uno de sus derechos, no alegarse otras causas que
no reflejaban el verdadero motivo de terminacién.
No dar por demostrado, estdndolo, que la ineficacia declarada por
el Ministerio del Trabajo mantiene a la trabajadora en un estado
de no solucién de continuidad de su contrato.
Dar por demostrado, sin estarlo, que las conciliaciones expresaron
el verdadero motivo de terminacién del contrato, sin sopesarle en
elcitado acto conciliatorio la figura del cierre ilegal como motivo del
sustrato legal recogido en su oportunidad por la decisin del
Ministerio del Trabajo.
No dar por demostrado, estandolo, que la ilegalidad declarada del
cierre obra en la ineficacia de cualquier acto posterior que del
mismo se deriva.
Explica que, ante un hecho tan evidente, como es la
decision del Ministerio del Trabajo, lo procedente era «hacer
el verdadero examen de justicia (f.° 14). Es decir, explica que
como el cierre de la empresa accionada se hizo de forma
ilegal, esto es, desatendiendo los requisitos que establece la
ley para tales efectos, era deber del Tribunal aplicar la
normatividad vigente para estos casos. Pese a ello, estimé
que el cierre efectuado en estos términos no producia ningan
efecto juridico, sin consideracién a que el articulo 9° del
Decreto 2351 de 1965 consagra las consecuencias legales
que procede para quien obra de esa manera.Radicacién n.* 49356
Manifiesta que no entiende por qué el juez de segundo
grado no aplicé las consecuencias conducentes en virtud del
acto ilegal demostrado en este evento, ni tampoco por qué se
desvié del alcance de la norma que lo obligaba a declarar la
vigencia de la relacién de trabajo con el consecuente pago de
todos los salarios y prestaciones sociales causados desde el
momento del despido. Insiste en que la verdadera causa de
terminacién del contrato fue el cierre de la empresa y no la
supuesta conciliacién celebrada entre las partes pues, «es
imposible terminar lo que ya esta terminado», de modo que la
decisién de segundo grado va en contra de lo decidido y
sancionado por la autoridad administrativa.
Considera que el vicio del consentimiento en el acto de
conciliacién se demuestra con las resoluciones emanadas
por el Ministerio del Trabajo que lograron esclarecer la
intencién torticera de la empresa al culminar sus actividades
y, con ello, el dolo en su comportamiento al tratar de conciliar
lo que fue resuelto por una autoridad administrativa. Aduce
que no es lo mismo la libre disposicién que pueda tener un
empleador de dar por terminado un contrato de trabajo, a
que sea la autoridad competente quien califique que su
actuar es ilegal y, con ello, todas las decisiones que de ese
acto se derivan, por lo que lo procedente es retrotraer las
cosas al estado en el que se encontraban antes del cierre de
la empresa, restituyendo los derechos conculcados.
sewr-10 09 inRadicacion n.° 49356
IX.REPLICA
La entidad accionada explica que cuando se acusan
pruebas por su indebida valoracién o falta de apreciacién, la
via por la que debe plantearse el cargo debe ser la indirecta,
pese a lo cual en este caso se escogié la senda equivocada,
imprecision que, indica, es suficiente para desestimar el
cargo.
X. CONSIDERACIONES
Debe recordarse que, conforme al sistema
constitucional y legal, la demanda de casacién esta sometida
a un conjunto de formalidades que, mas que un culto a la
técnica, son supuestos esenciales de la racionalidad del
recurso, constituyen su debido proceso y son
imprescindibles para que este no se desnaturalice. De ahi
que al evidenciar falencias de tal orden que, ademas, resulten
insuperables, la prosperidad del ataque no tiene lugar
(SL8293 -2017). Circunstancia que se advierte en este caso,
tal como se demuestra a continuaci6n:
1. En primer lugar, la forma como esta redactado el
primer cargo desconoce los deberes de concrecién y claridad
que exige la demanda que sustenta el recurso extraordinario,
en los términos del articulo 91 del CPTSS, pues contiene una
argumentacién extensa, confusa y poco entendible.Radicacién n.° 49356
2. Ahora, pese a que el primer cargo se planted por la
via directa, en ella se incluyen cuestionamientos de orden
factico, relacionados con la valoracién que hizo el Tribunal al
acta de conciliacién celebrada entre las partes,
concretamente, que en ellas no se acordé nada relacionado
con el cierre de la sede de la empresa ubicada en la ciudad
de Barranquilla, circunstancia que requeriria un andlisis de
la prueba, ajeno a la senda del puro derecho.
Asi, el censor reprocha que el Tribunal hubiera
desconocido que la conciliacién celebrada entre las partes se
soporté en el cierre de la agencia de la demandada, acto que,
como fue declarado ilegal, en su criterio, afecta la validez de
ese acuerdo. Esas afirmaciones, sin embargo, exigen que se
revisen los términos en los que se acordé la terminacién del
contrato de trabajo, a fin de evidenciar las circunstancias que
Jas partes consideraron relevantes para ponerle fin y, en
virtud de ello, establecer si el consentimiento dado por la
actora estaba o no viciado de nulidad por error. En
consecuencia, se trata de asuntos totalmente ajenos a esta
via del puro derecho.
3. Pese a que el segundo cargo se formula por la via
directa, la modalidad que se enuncia, se soporta en una
supuesta «apreciacién errénea o falta de apreciacién de la
prueba», con lo cual incurre en una mixtura inadecuada de
vias, aparte de que se desconoce si el error lo funda en una
aplicacion indebida de normas o en un mal ejercicio
valorativo de las pruebas.
seus7r-10 v.00 3Radicacién n.° 49356
Al respecto, en sentencia CSJ SL, 25 mar. 2003, rad.
20026, la Corte explicé:
L..] quien escoge como via de ataque Ia directa, debe allanarse a las
conclusiones facticas contenidas en el fallo, asi como al andlisis
probatorio que efectué el sentenciador para dar por establecidos los
hechos del proceso, y mantener Ia controversia en un plano
estrictamente juridico. Por el contrario, quien opta por la via
indirecta, discrepa necesariamente de todos 0 algunos de los
soportes facticos de la sentencia y, en consecuencia, es en ese
sentido que debe orientar su ataque, sin que esté permitido, en uno
y otro caso, como se serialara en precedencia, entremezclar
indebidamente argumentos propios de cada uno de los excluyentes
senderos.
4. Aunque en el segundo cargo orientado por la senda
directa, se cuestiona la falta de aplicacion de las
consecuencias juridicas previstas en las normas
denunciadas, el recurrente incurre en la imprecision de
fundarlo en la comisién de seis errores de hecho por parte
del Tribunal, generando una confusién de vias no admisible
en casacién. En efecto, debe recordarse que las sendas
directa e indirecta son excluyentes, habida cuenta que la
primera conlleva un error juridico mientras que la segunda
la existencia de uno o varios yerros facticos, debiendo ser su
formulacién y anilisis diferentes y por separado (CSJ SL 25
may. 2004, rad. 22543).
En ese orden de ideas, lo cierto es que el cargo se
compone de una mezcla inadecuada de géneros de violacion,
de una yuxtaposicién de argumentos facticos como juridicos,
en la enunciacién de errores de hecho sin alusién a pruebas
concretas y, a la vez, en reproches sobre la aplicacién de
seuer-so v.00 aRadicacién n.° 49356
leyes; lo que impide un estudio coherente y de fondo del
recurso.
Las vias directa e indirecta, por su naturaleza, son dos
modalidades irreconciliables de violacisn del derecho
sustancial, de suerte que el recurrente en casacién no puede
endilgar al juzgador de instancia, de manera simultanea, el
quebranto de la ley sustancial por la via directa, esto es, con
prescindencia de toda cuestién probatoria y, a la vez, la
incorrecta estimacién de las pruebas (CSJ SL 22 feb. 2011,
rad. 36684).
5. Con todo, como los argumentos expuestos en ambos
cargos son similares, la Sala advierte que, sin perjuicio de las
imprecisiones técnicas aqui cometidas, ninguno de los dos
prosperaria, por lo siguiente.
Nétese que el reproche hecho por el recurrente se centra
en la supuesta falta de aplicacién que el Tribunal hizo del
articulo 9° del Decreto 2351 de 1965 pues, pese a haberse
declarado, por autoridad administrativa, que el cierre hecho
por la accionada a las instalaciones de la agencia de
Barranquilla era ilegal, no aplicé las consecuencias juridicas
que de ello se derivaban, concretamente, la declaratoria de
vigencia de las relaciones laborales y, con ello, el pago de los
salarios y prestaciones sociales causados desde el momento
del despido.
Sin embargo, lo cierto es que el Tribunal no desconocié
que el cierre de la empresa fue declarado ilegal pues, de
‘scuer-20.00 1sRadicacién n.° 49356
hecho, admitid que «el cierre intempestivo e ilegal de la
empresa fue declarado por las autoridades administrativas
del trabajo a partir del 7 de abril del aio 2002, fecha que fue
constatada por las autoridades administrativas del trabajo y
plasmadas en los distintos actos administrativos» (f.° 315). Lo
que sucedié fue que, con independencia de esa
circunstancia, concluyé que en este caso no era viable aplicar
las consecuencias juridicas previstas en esa normativa, en la
medida en que las partes, con posterioridad al cierre de la
empresa, acordaron dar por terminado el contrato de trabajo
a cambio de una bonificacién que recibié la trabajadora por
valor de $29.141.278 (f.° 26), pacto que, al no estar viciado
de nulidad, era motivo suficiente que justificaba la
terminaci6n del vinculo, sin consideracién al referido cierre
intempestivo.
Asi las cosas, no es cierto que el Tribunal hubiera
incurrido en un yerro juridico al no aplicar las consecuencias
que suponia el cierre de una de las sedes de la accionada,
sino que, como la terminacién del vinculo, en todo caso, es
un hecho indiscutido que se encontraba soportado en un
acuerdo conciliatorio, era éste y no aquel el que permitia
entender que el despido se enmarcaba dentro de la legalidad
y que el empleador no le debia ninguna suma de dinero por
concepto de salarios y prestaciones a la trabajadora -en
virtud de la bonificacién que se acord6 para tales fines-.
De modo que, al existir una razén que justificd la
terminacién del contrato de trabajo, la cual operé con
posterioridad a las eventualidades que se presentaron en la
scuer-10 v0 faRadicacién n.° 49356
empresa, al momento del primer despido, es claro que el
Tribunal no err6é al no aplicar las consecuencias juridicas
establecidas para este evento, en los términos sugeridos por
la censura.
Por lo dems, los alegatos que invoca el recurrente para
soportar la supuesta invalidez del acta conciliatoria, exigirian
el estudio especifico de esa prueba, lo que, como se dijo, no
es posible hacerlo por esta senda directa.
Por todo lo anterior, los cargos se desestiman.
XI. TERCER CARGO
Acusa la sentencia, por la via indirecta «de contener
decisiones que hacen més gravosa la situaci6n de la parte que
apel6 la primera instancia» (f.° 19).
Explica que el juez de segunda instancia debia resolver
el recurso de apelacién, en los estrictos términos en que fue
planteado, lo que, para el caso, suponia wnicamente
evidenciar el error en la declaratoria de la excepcién de
prescripcién -que no procedia en este evento- y, luego de ello,
«entrar al andlisis s6lo de lo estrictamente solicitado en la
demanda como es el pedimento certero y justo del despido
ilegal [...] no variar su aplicacién en terrenos distintos |...) (£.°
19).
Indica que, al tratar asuntos ajenos a los planteados en
la alzada, se agrav6 la situacién del apelante tnico, por lo
seurr-10 V0 WRadicacion n.° 49356
que no podia entrar a mirar la cosa juzgada de una
conciliacion que no nacié a la vida juridica por estar
precedida de un acto ilegal del empleador, a saber, el cierre
intempestivo de la empresa. Agrega que no puede hablarse
de cosa juzgada ante pretensiones con objeto distinto.
XII. REPLICA
La accionada estima que el cargo esta mal planteado,
ya que «no hay acusaci6n por la via indirecta cuando segun
dice el recurrente hace mds gravosa la situacién de la parte
que apelé la primera instancia (f° 31), pues esta
circunstancia es propia de la segunda causal de casaci6n.
Agrega que verificadas las partes resolutivas de los fallos de
primer y segundo grado se advierte que no se afect6 el
principio de no reformatio in pejus, ya que ambas sentencias
contienen una decisién absolutoria.
XIII. CONSIDERACIONES
Tal como lo puso de presente la parte opositora, la
reformatio in pejus es una causal auténoma en la casacién
del trabajo, de manera que resulta ser una inconsistencia
involucrarla con temas propios de la causal primera, como
impropiamente lo hace el censor, cuando formula el cargo
por la via indirecta.
En efecto, las dos unicas causales de casacién parten
de presupuestos diferentes pues, en la primera, es un
quebrantamiento de la disposicién que, constituyendo laRadicacién n.° 49356
base esencial del fallo, consagra los derechos reconocidos 0
desconocidos por el fallo recurrido, al paso que, en la
segunda, el defecto de la sentencia radica en hacer més
gravosa la situacién del unico apelante o de la parte en cuyo
favor se surtié la consulta. Son dos causales auténomas, por
lo que no es dable mezclarlas en un mismo cargo (CSJ SL 4
jul. 2001, rad 15885).
Aparte de lo anterior, debe recordarse que el principio
procesal de la reformatio in pejus significa que el juez de la
apelacién no puede modificar la sentencia de su inferior en
perjuicio del apelante tnico, Ello se detecta por la simple
comparacién entre la parte resolutiva de la sentencia de
primer grado con la resolutiva de la sentencia de apelacion,
en orden a determinar la desmejora en contra del nico
apelante. Pero si las dos resoluciones son iguales, como aqui
ocurre -ya que, aunque por diversos motivos y como
consecuencia de haber prosperado excepciones distintas
planteadas por la parte demandada, la del Tribunal confirmé
la absolucién del juez- la reforma en perjuicio del apelante
Unico no se produce.
Es mas, la Sala advierte que, en el fondo, el asunto que
reprocha el actor no tiene que ver, propiamente, con la causal
segunda de casacién, sino con otro aspecto procesal de la
alzada que consiste en definir si el juez de la apelacién estaba
facultado para pronunciarse sobre aspectos que, en su
criterio, desbordaban su competencia.
seuner-10 v.99 19Radicacion n,° 49356
En efecto, lo que al censor le resulta cuestionable es que
el Tribunal se hubiera pronunciado sobre un asunto que no
fue planteado en el recurso de apelacién, lo que, en estricto
sentido, se ajusta mas a un estudio sobre la presunta
violacién del principio de congruencia entre el fallo y lo
apelado, que a la agravacién de la parte resolutiva de la
sentencia de segunda instancia.
Sin perjuicio de dicha imprecision, lo cierto es que el
hecho de que en el recurso de apelacién se hubiera
reprochado la declaratoria de prescripcién que hizo el juez de
primera instancia y que el Tribunal hubiera advertido un
yerro en esa decisién, no implicaba que, por esa sola
circunstancia, tuviera que acceder favorablemente a la
stplicas formuladas en la demanda inaugural, sin ninguna
otra consideraci6n pues, sin perjuicio de que la accion no se
considerara prescrita, el ad quem debia estudiar la
procedencia o no de los derechos salariales y prestacionales
pretendidos, de modo que, si como se vio, se puso de presente
que operaba el fenémeno de cosa juzgada en relacién con
esas peticiones, en virtud de la conciliacién celebrada por las
partes, lo viable era absolver a la demandada.
Entonces, el proceder del Tribunal, contrario a lo
expuesto por la censura, no supone un exceso de las
facultades conferidas al juez colegiado ya que era no sélo
admisible, sino ineludible, pronunciarse sobre las demas
circunstancias que permitian analizar la procedencia del
derecho, entre ellas, si sobre este asunto ya existia 0 no un
senna v.00 eaRadicacion n.° 49356
pronunciamiento judicial previo que configuraba la cosa
juzgada, tal como ocurrié en este evento, lo cual, se repite,
no viola el principio de la reformatio in peius, maxime que la
cosa juzgada puede ser declarada de oficio por el juzgador de
instancia (articulo 306 CPC, hoy 282 CGP).
En consecuencia, el cargo se desestima.
Las costas en el recurso extraordinario estaran a cargo
de la parte demandante. Se fija como agencias en derecho la
suma de $3.750.000, que se incluiré en la liquidacién que se
practique conforme a lo dispuesto en el articulo 366 del
Cédigo General del Proceso.
XIV. DECISION
En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia,
Sala de Casacién Laboral, administrando justicia en nombre
de la Republica y por autoridad de la ley, NO CASA la
sentencia proferida por la Sala de Descongestién Laboral del
‘Tribunal Superior del Distrito Judicial de Barranquilla, el 31
de agosto de 2010, en el proceso ordinario laboral que
instauré ASTRID SEGEBRE SERRANO, contra la compania
AMERICAN AIRLINES INC -SUCURSAL COLOMBIA.
Costas como se indicé en la parte motiva.
‘sciayr-20 v.00 aRadicacion n.° 49356
Notifiquese, publiquese, ctmplase y devuélvase el
expediente al tribunal de origen.
MARTIN EMILIO BELTRAN QUINTERO
putace de Coes
Be deja constancin que cx ta fecha se desfija edieto,
Bogota, D.c., 02 NOV 2018
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