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Ensayo de Examen Final

La ética periodística en tiempos de abundante


'fake news'

Desde la mirada de la ética profesional, es posible concluir que cada carrera


tiene criterios exclusivos para hacer seguimiento a los comportamientos
integrales, siempre dentro del margen de lo correcto. En el periodismo la
prioridad se resume a decir la verdad. En tiempos donde las noticias falsas (fake
news) abundan, los comunicadores no solo tienen el papel de informar, sino
también de ser un filtro masivo para certificar la veracidad de una noticia.
Lamentablemente, hoy seguimos revisando casos donde ocurre lo contrario.
Uno de ellos fue el 'mea culpa' del diario USA Today, que reconoció la
circulación de más de veinte informaciones que no contenían fuentes
verdaderas.
Así es, este importante medio de comunicación -con cuatro millones de
seguidores en redes sociales como Twitter- publicó hace dos semanas unas
disculpas por la falta de rigor y de investigación al momento de detectar tantas
falsedades. La primera medida que se tomó fue borrar 23 artículos de la
periodista Gabriela Miranda, quien fue denunciada por inventar testimonios y
atribuir frases a fuentes que no habían conversado con ella.
"Tras recibir una solicitud de corrección externa, USA TODAY auditó el trabajo
periodístico de Gabriela Miranda. La auditoría reveló que algunas personas citadas no
estaban afiliadas a las organizaciones reclamadas y parecían estar fabricadas. Además,
algunas historias incluían citas que deberían haber sido acreditadas a otros. Como
resultado, USA TODAY eliminó 23 artículos de su sitio web y otras plataformas por no
cumplir con nuestros estándares editoriales", manifestó este diario estadounidense
en su página oficial.
Después de dos semanas de este comunicado, la periodista Gabriela Miranda
aún no ha hecho sus correspondientes descargos. Este tipo de situaciones cada
vez aparecen con más frecuencia debido a que las buenas prácticas periodísticas
hoy son mucho más reguladas a través de las nuevas tecnologías información.
La tecnología es un arma de doble filo para el periodismo. En las redes sociales,
según un estudio de Universidad Brigham Young, ya la cantidad de
informaciones falsas puede alcanzar el 50 por ciento de todo lo que circula en
tiempo real. La ventaja, es importante precisarlo, es que estamos en una época
en la cual siguen apareciendo páginas que filtran informaciones falsas o plagios
(como la conocida plataforma Turnitin).
Hay muchas instancias que pueden regular la difusión de las noticias falsas,
pero quien está en la primera fila de esta batalla es el periodismo. El director
general de la Red Radiofónica Central Brasileira de Noticias, Ricardo Gandour,
explica que, hoy en día, un comunicador tiene que legitimar su formación
profesional y ética mientras detecta lo falso y lo verdadero.
-La credibilidad también es parte de la ética-
El portal "Marketing Directo" ha publicado algunas pautas para reducir estos
índices de "fake news". Dentro de los principales podemos destacar la exigencia
de que las fuentes sean reveladas, sobre todo si la noticia es delicada (por
ejemplo, el fallecimiento de un personaje público). Además, esta web detalla un
par de recomendaciones más: no quedarse solo con la lectura del titular y no
compartir inmediatamente los links de una página web hasta tener la
confirmación de alguna noticia.
"La veracidad es 'la extremidad' principal de los periodistas. Te pueden criticar
el estilo, pueden hacer observaciones a una crónica o columna. Pero lo que
nunca puede pasar es que te digan que has mentido", nos precisa Luciana
Torres, ex periodista del diario El Comercio y docente de la Universidad de
Miami.
Hace cuatro años, el prestigioso semanario "Der Spiegel" reconoció que uno de
sus reporteros más premiados, Claas Relotius, había falseado 14 artículos. Entre
esos textos había uno sobre un yemení que, supuestamente, había pasado 14
años en Guantánamo y sobre Colin Kaepernick, el jugador de fútbol americano
que se arrodillaba al momento del himno estadounidense, para protestar por
discriminaciones raciales. Queda en evidencia que hasta los diarios más
importantes del mundo tienen que mejorar su revisión de datos.
"El inmediatismo no deja espacio ni tiempo para la confirmación, ni para el
análisis de los hechos; la ausencia de fuentes, a su vez, propicia las
informaciones caprichosas, subjetivas, y sin apoyo en el hecho real", se lamentó
Javier Darío Restrepo, en una ponencia organizada por la Fundación de
Periodismo Gabriel García Márquez.
En uno de sus últimos talleres de periodismo escrito en Madrid, el periodista
Miguel Ángel Bastenier (falleció en el 2017) compartió una fórmula clave para
detectar, filtrar y evitar "fake news". Este comunicador comentaba que no basta
con citar a un medio de comunicación, al momento de rebotar una noticia, sino
que también debe investigarse la fuente. "Si la información es de The New York
Times, lo más importante es saber qué fuente usó ese medio prestigioso. Si no está clara
la fuente, probablemente estemos ante una información falsa o inexacta", decía quien
fue editor del diario “El País” de España.
En conclusión, con esta información compartida, queda ratificada la
importancia de la ética profesional. En el periodismo, ese énfasis en el rigor
informativo, en el cuidado al máximo para no compartir un dato falso, también
es parte de un comportamiento correcto e integral. Compartir noticias es
también un compromiso con la sociedad. Falsear una información o no ser
cuidadoso en el reporteo de datos es también transgredir los conceptos de la
moralidad. ¿Hasta cuándo veremos este tipo de inconductas?

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