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Carta abierta a Carmen Aristegui

Los abajo firmantes suscribimos las siguientes observaciones sobre la actual política
editorial de Aristegui Noticias.
No somos bots ni robots.
Somos radioescuchas

Carmen Aristegui Flores es una de las periodistas más importantes y respetadas


de México. Aristegui Noticias se convirtió en un proyecto de comunicación e
información estratégico en un momento de encrucijada del país: la continuidad y
profundización del globalismo financierista en el poder durante casi 40 años o la
ruptura y sustitución de ese modelo político-económico por una propuesta
republicano-democrática donde el Estado asume un papel proactivo en la prioridad
de combatir la corrupción, la reducción de las desigualdades y la atención a los
amplios sectores de población pobres, marginados y vulnerables.

Algunos de los rasgos distintivos de los trabajos y del proyecto periodístico de


Aristegui han sido el equilibrio informativo, la presencia de fuentes diversas y
contrastantes, el tratamiento de ángulos inéditos a problemas de relevancia
pública, la atención de necesidades y demandas sociales, la comunicación con
sectores tradicionalmente olvidados y reprimidos, la aplicación de protocolos y
estrategias de investigación en el desarrollo de reportajes de fondo, y una
mediación ética y técnica oportuna y pertinente para evitar la estridencia, la
vociferación, el linchamiento, la desinformación y la tergiversación.

Su ejercicio informativo a partir de estas maneras pulcras ha ofrecido a la


sociedad mexicana un periodismo de interés y utilidad en el conocimiento de la
realidad y en la toma de decisiones respecto de los asuntos públicos. No en balde
durante estos años y en diversas administraciones se ganó la animadversión del
gobierno y de grupos de poder formal e informal asociados a éste, quienes por
diversos medios buscaron mantenerla fuera de los espacios privados y públicos de
televisión y radiodifusión. Cabe recordar cuatro episodios:

 En el 2002, Carmen Aristegui y Javier Solórzano concluyeron su relación


laboral con Grupo Imagen y Pedro Ferriz de Con en medio de desacuerdos
1
a propósito de la línea editorial en el programa Imagen Informativa .

 En 2008, Aristegui salió del noticiario Hoy por Hoy de “W” Radio debido a la
incompatibilidad del modelo editorial de la periodista y la dirección editorial
planteado por Televisa y el grupo español Prisa, copropietarios de esa
2
estación radiofónica .

1
Cfr. León, G. (2002). Aristegui y Solórzano salieron de Grupo Imagen definitivamente. La Jornada. 2 de
noviembre. p. 1-2. México: Ed. jornada.com.mx Disponible en el sitio:
https://www.jornada.com.mx/2002/11/02/06an1esp.php?origen=espectaculos.html
2
Cfr. Redacción de Proceso. (2008). Se despide Aristegui de la W Radio. 5 de enero. p. 1. México: Ed.
Proceso Portal de Noticias. Disponible en el sitio: https://www.proceso.com.mx/195799/se-despide-aristegui-
de-la-w-radio
 En el 2011, MVS dio a conocer la salida de Carmen Aristegui de la Primera
Emisión de Noticias MVS, argumentó que la conductora había trasgredido
el código de ética de la cadena. A través de un comunicado, la empresa dijo
que rechazaban ‘la presentación y difusión de rumores como noticias’… A
su vez la periodista ofreció una conferencia de prensa en la que culpó a
Felipe Calderón de ordenar su despido. Dijo que el presidente de la
empresa MVS, Joaquín Vargas, estaba enterado de esta situación y calificó
3
su despido como un ‘berrinche presidencial propio de las dictaduras’ .

 Carmen Aristegui regresó al noticiero de MVS poco tiempo después no sin


antes una protesta y reclamo enérgicos de la audiencia a esa empresa de
comunicación. Sin embargo, en 2015 la relación laboral se terminó cuando
esa entidad denunció una alianza con otros medios sin permiso, por lo que
‘lamentamos y condenamos el uso de nuestra marca Noticias MVS… El
uso de nuestra marca, sin autorización expresa de sus propietarios,
constituye no solo un agravio y una ofensa, sino un engaño a la sociedad,
pues implica un muy lamentable abuso de confianza’. Una de las medidas
tomadas por la empresa fue la decisión de despedir al coordinador de la
Unidad de Investigación, Daniel Lizárraga, y al reportero Irving Huerta ‘por
abuso de confianza’, lo que derivó en la petición de Aristegui Flores para
que fueran reinstalados, ‘pues su salida afectaba al equipo y a las
investigaciones en curso’. MVS no sólo se negó a cumplir con esa solicitud,
sino que impuso una serie de lineamientos a sus conductores y
colaboradores que, desde luego, Aristegui no aceptó y dio pie a la
institución a dar por concluido el contrato con la periodista. Luego de esto,
el asunto pasó a los tribunales en un largo litigio que en el 2019 la Suprema
Corte de Justicia de la Nación ‘confirmó la sentencia de un tribunal federal
que declaró ilegal e indebida la conclusión del contrato que MVS firmó con
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la periodista Carmen Aristegui’ .

Cada una de esas experiencias fue construyendo una epopeya de la lucha por la
libertad de expresión de Aristegui y situó su épica en el escenario de una batalla
profunda contra la colusión de los intereses políticos, económicos y de las
empresas de comunicación.

Al distinguido ejercicio profesional de la periodista se sumó una causa afín al


deseo de una sociedad civil ávida de verdad y justicia. No en balde la simpatía y la
creciente adhesión a la defensa de su presencia como “contrapeso” o “alternativa”
en medios como la radio y la televisión.
En algunas presentaciones públicas de Carmen Aristegui, ella solía repetir una
frase cierta: “el gobierno contra las cuerdas ante una sociedad crítica”. Parte de
esa sociedad se sentía representada por ella. Lo que el periodismo de Aristegui
anunciaba, acompañaba y daba voz era a una sociedad frustrada, molesta,
insatisfecha, muchas veces vilipendiada en la repartición de las riquezas y en los
resultados electorales y, ahora, participativa y empoderada.

Pero de un tiempo a esta parte, sin duda por los cambios que el triunfo de Andrés
Manuel López Obrador (AMLO) ha propiciado, hemos notado que así como los
grupos de poder se negaron a aceptar el análisis riguroso y la crítica de
periodistas como Aristegui y de grupos sociales, otro sector, el de los periodistas y
los medios de comunicación, se niega hoy a ser sometido a la interpelación, al
cuestionamiento de su quehacer, a la revisión acuciosa del rigor y metodologías
empleados para producir la información, y se mantienen refractarios a la
autocrítica. A pesar de la amplia libertad de expresión, los medios y sus
mediadores nos deben transparencia y diálogo.

Se escudan en un concepto de la libertad de expresión excluyente que se expresa


en un tengo el derecho a decir lo que me da la gana. El uso de las palabras y las
opiniones deben no solamente seguir ciertas reglas del decoro argumental, sino
visibilizar desde qué medio se dice, cómo se selecciona la información y qué
intereses se defiende. Los medios son poderes y empresas que tienen intereses,
así como sus mediadores profesionales (periodistas, comentaristas y conductores)
hablan desde su privilegio de tener un medio para ser escuchados. Pero pocas
veces aceptan el diálogo con los públicos y menos la interpelación y la autocrítica.
El poder mediático y sus mediadores profesionales pueden ahora decir lo que se
les pega la gana; pero nos deben también, a los públicos, el derecho a replicarlos
y exigirles rigor, mesura y sensatez. No basta con decirnos que es el rating o los
lectores en abstracto el que juzga la labor periodística. Son un poder y tenemos
derecho, los públicos, a exigirles rendición de cuentas y transparencia.

Se pueden citar numerosos casos sobre el ejercicio abusivo del poder mediático
en nuestro ecosistema informativo, pero nos preocupa particularmente lo que
percibimos en el mejor noticiero de México. Mencionaremos algunas situaciones
en las que la misma Carmen Aristegui y Aristegui Noticias se han visto
cuestionados por una sociedad crítica a la que en muchas ocasiones, en las redes
y en los medios tradicionales, se le desestima estigmatizándola con las etiquetas
de “chairos”, “amlovers”, “haters” o “bots pagados por comunicación social de la
presidencia”:

 El abordaje de un tema delicado como la participación de Rosa Laura


Junco, hija de Alejandro Junco de la Vega, dueño del diario Reforma, en el
caso de la secta Nxivm, no fue tratado por Aristegui Noticias que, por
ejemplo, sí prestó importancia relativa a la participación en esa secta de
Emiliano Salinas Occelli, hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
 El financiamiento a una organización como Mexicanos contra la Corrupción
y la Impunidad, encabezada por Claudio X. González Guajardo, y su
participación en una guerra sucia contra de Andrés Manuel López Obrador
o su participación en los amparos contra el aeropuerto de Santa Lucía,
pese a los reclamos sociales, no mereció una investigación periodística de
Aristegui y su equipo.

 El desequilibrio en la revisión de las posturas de atención a la pandemia del


Covid-19 del equipo coordinado por Jorge Alcocer Varela y Hugo López-
Gatell respecto de las críticas de José Narro, Julio Frenk y Salomón
Chertorivski, quienes además acusan a los actuales funcionarios federales
de plantear cifras sobre la pandemia sometidas a la voluntad del poder. Sin
realizar investigación alguna y dejando de lado las incongruencias de las
gestiones del trío de exsecretarios y su papel en la decadencia del sistema
público de salud, el trabajo de la periodista ha merecido manifestaciones de
inconformidad por parte de los radioescuchas y seguidores del sitio de
Aristegui Noticias. Es notorio que Aristegui Noticias informa de manera
incompleta y desequilibrada sobre la pandemia, que sepamos no hay un
reportero en la conferencias diarias de las autoridades sanitarias ni ningún
interés por obtener información diversa y plural; incluso buscar a las
autoridades sanitarias para contrastar, aclarar o comprender la complejidad
de la crisis sanitaria.

 Las expresiones de descontento de Denise Dresser y Sergio Aguayo


respecto de algunas posturas, políticas y estrategias de AMLO, que en
ocasiones se han traducido en juicios de valor sin sustento y sin el apoyo
de datos o de investigaciones consistentes, no han merecido una revisión
por parte de Aristegui lo cual, de pronto, ha vuelto el otrora espacio de
análisis en un foro desaforado de animadversión y prejuicios. Son de llamar
la atención los arrebatos y vértigos argumentales de dichos comentaristas y
que la conductora no los ha conminado a moderar sus excesos verbales y
prejuicios.

 Existe un claro desequilibrio entre las posiciones de los comentaristas de


las mesas de análisis; es notorio que los tiempos que se dedican a la crítica
al gobierno y a AMLO es mayor que las opiniones que buscan comprender
los complejos problemas de la vida social y económica. El noticiero se ha
convertido en un foro para criticar al gobierno y no en un foro para conocer
lo que sucede en México. Es el caso de los señores Alfredo Figueroa y
Gabriel Reyes Orona, quienes no cuentan con una contraparte para sus
alegatos que parecen, en ocasiones, consignas partidistas investidas de
opiniones independientes. En cambio, en la mesa donde participan Ana
Lilia Pérez y Fabrizio Mejía no sólo se otorga menos tiempo a sus
participaciones sino que incluso son reconvenidos (caso de Fabrizio cuando
criticó a los opositores de la estrategia sanitaria oficial o la
credibilidad/legitimidad de los artículos del New York Times al respecto).
 El reportaje en curso de Aristegui Noticias con el apoyo de Signa Lab del
Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), acerca
de que Sanjuana Martínez Montemayor, directora de la Agencia de Noticias
del Estado Mexicano (Notimex), acosa y agrede a periodistas y
extrabajadores de esa agencia, es un trabajo interesante pero incompleto.
Se apela al carácter científico de un estudio de redes sociales que al
parecer sólo muestra evidencias de que las mismas están contaminadas
por robots pero no se indica quién paga esas cuentas y a propósito de qué
(no basta con las denuncias de los agraviados que también han sido
cuestionados); habría que transparentar cómo se hizo la investigación de
esas redes sociales y quién la financió. De hecho, Aristegui Noticias todavía
no ha realizado una investigación que, por ejemplo, dé una perspectiva
amplia y comprensiva de los problemas de fondo en Notimex que, al
parecer, no sólo se refieren a un acto de prepotencia de gente en el poder,
pues también tiene que ver con la corrupción y la participación en ésta del
Sindicato Único de Trabajadores de Notimex (SutNotimex), con denuncias
penales por abuso de confianza y robo de información de los que ahora se
sienten víctimas de un abuso. Nos falta información comprensiva, objetiva,
sobre esta compleja situación.

De un tiempo a esta parte, observamos que Aristegui Noticias, Carmen, Dresser,


Aguayo y otros opinadores y analistas participantes en esa importante plataforma
informativa no aceptan realmente la interpelación ni han mostrado disposición a
realizar una autocrítica respecto de su ejercicio intelectual y periodístico.

No se abre espacio a ninguna posibilidad de razón detrás de los reclamos ni se


aceptan las limitaciones, la relatividad e inconsistencia de muchas de las
aseveraciones de los expertos y especialistas de Aristegui Noticias y del trabajo
editorial de su sitio, que en realidad no provienen de trabajos de investigación o de
estudios serios y sí reflejan sesgos y líneas discursivas ideológicas. Queda la
impresión de que todos los críticos a estos comentaristas no son más que robots
impulsados por AMLO, por gente de su gobierno o de Morena, o seguidores
ciegos, impulsivos y violentos de un líder necio, inflexible, autoritario e
incongruente.

La respuesta de estos periodistas y comentaristas es, paradójicamente, similar a


la que muchos de ellos criticaron con razón: una posición con autoridad que no
acepta, cuando está contra las cuerdas, a una sociedad crítica que puede diferir
de sus opiniones y que no necesariamente son o somos un ejército de humanos y
de robots contra la libertad de expresión (de ellos), sino un grupo que aún confía
en la posibilidad de un periodismo con valor ético, empático, comprensivo y
apegado a criterios y al uso de la razón.

Carmen, te pedimos reflexionar y volver al sendero que tú nos mostraste: no nos


falles…

Ciudad de México, 18 de mayo de 2020


Suscriben

1. Diego Juárez Chávez


2. Jaime Pérez Dávila
3. Olivia Velarde
4. Rafael Serrano Partida
5. Jorge Pérez Gómez
6. Margarita Arroyo
7. José Arturo Salcedo Mena
8. Francisco Santiago Pineda
9. Tomasa León Tapia
10. Emmanuel León
11. Raúl Río Valle
12. María de Fátima García González
13. Jessica Elodia Martínez Martínez
14. María Guadalupe González Franco
15. Carlos Galindo Cano
16. Jaime Taylor Torres
17. Sergio Canales de la Fuente
18. Enrique Cuauhtémoc Arellano Aguilar
19. Andrea Irene Durán Ortiz
20. Juan Carlos Hernández Rosete
21. Mario Urdapilleta Escobedo
22. Marcos Moreno Hernández
23. José Enrique Valdivia Cedillo
24. María Luisa Valladares
25. José Humberto Ramos Carrillo
26. Alenkar Escudero Montúfar
27. Arturo Villegas
28. Valentín Sánchez Romero
29. Julio Francisco González Franco
30. Andrea Hortensia Arellano Guerrero
31. Ricardo Meza
32. Emmanuel Mejía León
33. Armando Díaz López
34. Xavier Avila
35. Bernardo Méndez Lugo
36. Fernando Mendoza
37. Carlos Prego
38. Enrique Vallejo
39. Araceli González Martínez
40. Daniel González Franco
41. Lucio González García
42. Alejandro González Franco
43. Emma Emilia Alarcón Martínez
44. José Enrique Valdivia Cedillo
45. Leticia González Franco
46. Emma Díaz Ledezma
47. Gerardo Juárez Chávez
48. Mirelle Carolina Arellano González
49. Luz González Franco
50. Ruth Susana Juárez Chávez
51. Miguel Carpintero Ángel
52. César Roy Ocotla
53. Edgar Morín
54. Rodrigo Paredes
55. Bruna Rodrigues
56. José Ángel Romero
57. Jerónimo Ovejas
58. Saúl Trinidad
59. Gerardo Romero
60. Juan Téllez
61. Valentín Sánchez Romero
62. Miguel Ángel Elorza Pérez Tejeda
63. Héctor de la Barrera García
64. Beatriz Ángeles Ricaño
65. Dolores Ángeles
66. Eleonora Remolina Anzures
67. Cynthia Mercedes Anzures
68. María Teresa Fernández
69. Vicente Fernández Reyes
70. Irma Genoveva Ramírez Fuentes
71. María Elena Guraieb Rueda
72. Judith Lopez Garcés
73. Sergio Ortiz Romero
74. María Eugenia Margarita Remolina Vettoretti
75. Rodrigo Remolina Anzures
76. Ramona García Aburto
77. Vicente Fernández Reyes
78. Irma Genoveva Ramírez
79. Aarón Franco Calderilla
80. Marco Antonio Castro
81. Juan Carlos Flores Flores
82. Alicia Flores Villaseñor
83. Aarón Franco Calderilla
84.

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