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CIENCIA POLÍTICA

2DO PARCIAL

NOMBRE: DELFINA GOLDIN

DNI: 44713560

COMISIÓN: 72217

FECHA: 3/7

1) Explique los principios fundamentales del neoliberalismo y luego analice de qué


modo las políticas neoliberales condicionaron las transiciones democráticas en las
llamadas “nuevas democracias”. Ejemplifica hacia el final de su respuesta.

2) ¿Porque para Gramsci fracasó la revolución obrera en occidente y que importancia


tiene su concepto de hegemonía en su análisis?

3) Analice qué es la política para Maquiavelo y por qué significó una ruptura con el
pensamiento político de su época.

1. Para los años 60/70’ el contexto mundial estaba lejos de llamarse


“democratico”, con solo el 60% de al menos algunos países, solo estaban
desarrollados por los partidos de “jure o de facto”, sin embargo gracias a la
llamada “Ola de democratización”, proveniente de Portugal, Grecia y España,
comenzó a expandirse por América Latina y el resto del mundo.
Estas teorías democráticas que fueron surgiendo a lo largo de estas décadas,
tenían como objetivo lograr la democratización del Tercer Mundo del Primer
Mundo, en todos los ámbitos (políticos, económicos, tecnológicos, etc).
También, en estas teorías, se visibiliza una cierta dependencia de los países
subdesarrollados, hacia los desarrollados, esta era simplemente producto de la
evolución de los últimos. Sin embargo, estas dos teorías conservaban dos
defectos en común: “consideraban a la democracia y al régimen político como
variables dependientes en el desarrollo económico”, donde se esperaba que
estas instituciones corrigieron ese “determinismo”, donde las instituciones
democráticas reemplazarían a la variable dependiente, siendo así que la
democracia liberal fuera la única alternativa para lograr el desarrollo de los
países del tercer mundo, donde estos mismos lograron obtener mejoras en su
vida cotidiana, copiando a aquellos regímenes políticos avanzados. Aunque
por otro lado, estas perspectivas trajeron algunas conclusiones problemáticas
con respecto a la autoridad sobre la toma de decisiones de los más avanzados o
llamados “elites”, donde estas conservaban una serie de reglas democráticas,
en ámbitos como la formación social de las mismas o formación de
preferencias de los actores. Entre otras cosas mas, esta transición neoliberal, la
cual pretende la “reestructuración de las estrategias de crecimiento e
integración de las propias élites interesadas en cambiar las propias reglas del
juego”, no hizo más que negar el proceso “mal llamado estructural”, en la
ciencia política, donde dentro del marco teórico, los pensadores no podían
obtener recursos dentro de este, ignorando la cuestión y “achicar la definición
de la democracia”.
Siendo así, se puede considerar al neoliberalismo, no solamente como un
sistema económico, sino también como una nueva forma de control y
dominación social.
Estas transiciones democráticas buscaban evitar las desigualdades sociales de
los dependientes, sin embargo, estas profecías comenzaron a volverse
contradictorias en la manera que prometen bienes mientras desmantelan las
capacidades del Estado para lograrlo, logrando ser nada más que una política
“anti estatal”. Estas, requerían terminar con el llamado “corporativismo”,
teniendo como objetivo, adoptar las reformas de mercado, esto significa que es
el mercado el que distribuirá los recursos sociales, y no el Estado, de esta
forma de mercado lograron “marcar las prioridades sustantivas y distributivas
de la transición democrática.”
Entonces, podemos decir que el éxito de la democracia neoliberal depende de
los límites estrechos en los que las instituciones democráticas se mantengan,
donde el gobierno debería ser lo suficientemente fuerte como para no gobernar
en contra de los intereses fundamentales. Esto, Sthepen Gill lo denomina
como “nuevo constitucionalismo”, estos regímenes tienden a ser rehenes de
los mercados.
De acuerdo a esa concepción, se logran divisar dos cuestiones, la primera,
donde este constitucionalismo nuevo “institucionaliza relaciones de poder
entre estados y la segunda, donde opera panóptico”, esto lo logra permitiendo
a los organismos monitoreando, interviniendo y controlando, a través de una
serie de coerciones y condicionamientos. En simples palabras, este “nuevo
constitucionalismo”, controla y sanciona, mediante poderosos instrumentos a
los “desobedientes”. Esto no es más que una democracia sin soberanía
popular, ya que limita y controla al ciudadano, alejándose del poder, y
haciéndolo incapaz de cumplir la función que merece. Transformándose así,
esta transición en un tanto defectuosa y falsa, impone un modelo dominación y
disciplinamiento social, a la vez que imposibilita a la mayoría de la sociedad a
la política, logrando que solo un porcentaje reducido de personas controle el
poder político.
Los defensores de la sociedad civil, por un lado, “proponen el fortalecimiento
de las instituciones y relaciones no estatales contra el poder político”, mientras
que por el otro lado, lo único que logran hacer es debilitar las capacidades de
la ciudadanía para resistir al capitalismo de mercado.
Esta “transición democrática” no es más que una “democracia de baja
intensidad”, la cual hace que la población apruebe políticas que no hacen nada
más que empobrecer, además de desmovilizar las fuerzas populares.
Como se puede observar, este proceso lo único que logró fue crear
desigualdades sociales y empobrecimiento de la población, limitación al poder
político, que se ha podido ver en muchos contextos anteriores a este, y
también un control agresivo frente a aquellos que son considerados
“desobedientes del gobierno”. Esto no podría considerarse como una
democracia o una transición, sin embargo, sobrevive en la población, sobre
todo para aquellos excluidos.

2. El papel que cumple el Estado se encuentra en una “relación dialéctica”, se


genera una lucha de clases, donde las dominadas se interponen en contra de las
dominantes, para lograr impulsar una “construcción de una nueva hegemonía”
dentro del bloque histórico.
Gramsci, propone esta lucha o revolución, donde la clase obrera tiene el
derecho de librar una batalla tanto política como económica, con el objetivo de
que esta última clase pueda lograr separarse del Estado Burgués o
simplemente la clase dominante. Esto puede ser logrado llevando a cabo la
desarticulación del “bastión ideológico” que predomina y lo sostiene.
Por otro lado, Gramsci realiza un análisis, donde él mismo considera que la
importancia de los intelectuales genera un nexo en la hegemonía de la clase
dominante. Este grupo de intelectuales logra dentro de esta clase dominante un
“consenso”, con dirección hacia la sociedad. Sin embargo, él considera que no
existe un grupo de intelectuales individuales, sino que más bien que cada
grupo intelectual tiene distintas funciones y opera en distintas clases también.
Entonces, se podría decir que las clases dominadas pueden liberar una lucha
ideológica en contra de aquellos que se llaman intelectuales.
La concepción que debe concebir la clase obrera, significa para Gramsci, que
la “supremacía de un grupo social se manifiesta de dos modos, como
‘dominio’ y como “dirección intelectual y moral”, donde los grupos sociales
son dominantes, tienden a “liquidar” o simplemente ejercer por medio de la
fuerza, a la vez que dirige y busca aliados que aumenten este poder.
Esta “dirección”, constituye una opción para hacer avanzar a la sociedad en
conjunto, sobre todo a la dominada.
Posteriormente, Lenin se refiere al partido de vanguardia, donde las clases
trabajadoras deberían tener que ligarse y acercarse si quieren fundirse con las
clases trabajadoras de mayor poder. Este último, también habla de la
necesidad del proletariado de conquistar la hegemonía hasta incluso antes del
poder político, aunque a su vez tampoco puede implantar el socialismo en
países pequeños, en cuanto la sociedad no haya adoptado una necesidad de
una revolución social.
Sin embargo, Gramsci, no subestima este concepto, para él, la clase obrera
puede convertirse en una clase dirigente y dominante, creando un sistema de
alianzas, la cual avanza contra el capitalismo y el Estado burgués. Así, para
Gramsci, una acción de masa implica que el proletariado debe “despojarse de
todo residuo corporativo, de todo prejuicio o de incrustación sindical''. Si esto
no se obtiene, la clase del proletariado no estaría más que sometida ante el
Estado burgués, el cual lo debilita.
Por otro lado, Gramsci distingue tres fases de la toma de conciencia por parte
de la clase del proletariado, la primera, difiere a la “fase económico-
corpotativa”, la segunda refiere a “fase trade-unionista”, y por último, la
tercera hace referencia a la fase “propiamente politíca”. Esta última, debe
lograr que la clase obrera despliegue su hegemonía.
La clase obrera debe romper con la ideología burguesa en la medida que se
despoja de residuos corporativos, abandonando los intereses inmediatos para
una nueva fusión. Para este teórico, una lucha para lograr la hegemonía
implica una “reforma intelectual y moral”, construyendo una “voluntad
nacional-popular”, esto quiere decir que es muy importante que la clase obrera
tenga la dirección de las demás clases, buscando producir una síntesis de los
intereses de este conjunto de clases, sin que se anulen aquellos sectores
significativos. Esta es una de las posiciones más significativas de Gramsci,
advirtiendo las formas de dominación que tiene la burguesía en todos los
ámbitos, convirtiéndose así, en una lucha contrahegemónica.
“Gramsci no subordina la lucha política a la lucha ideológica”, esto quiere
decir que esta hegemonía debe existir antes que el gobierno, llevándolo a una
serie de reflexiones que tenían como objetivo la victoria de la clase obrera
revolucionaria. Esta clase, la cual busca la extinción y destrucción total del
Estado, debe tomar conciencia y extender su hegemonía al resto de las clases
para finalmente poder llegar a la sociedad.
Este proceso de conciencia no es más que producto de la experiencia política,
donde en el momento de la hegemonía la “relación de la praxis y de la
ideología debe sintetizarse en la capacidad de dirección de la clase obrera”.
Esta importancia, es el terreno donde surgen nuevas ideologías de clases
dominantes, donde el proletariado debe ejercer su dirección, tiene que ser
política e ideológica.
Estas reflexiones que realiza Gramsci no sólo han sido un motor impulsor de
las clases obreras, sino que también propone una visión acerca del mundo
diferente, donde la pobreza, falta de participación política, y desigualdad
social es fácilmente visible.
3. Para Maquiavelo, la política debe estar compuesta mediante dos elementos
vitales, la primera es la “virtú”, refiere a la capacidad que tienen los políticos
para aprovechar las oportunidades que se presentan, analizando el contexto
histórico, eligiendo el momento adecuado para realizar una acción, etc. La
segunda es la “fortuna”, siendo esta la suerte o que sucede por que si, sin la
comprensión del individuo. Esta clase de suerte es esencial, ya que sin ellos no
gozarian del éxito que les da realizar algo, siendo así que “el éxito siempre
está condicionado en alguna medida por la fortuna”. A pesar de que no están
muy bien definidos, estos dos conceptos los utiliza en varias de sus obras,
llevándolos a comparar entre ambos, aclarando que tienen una relación entre
sí, cuando afirma que “es virtuoso aquel que es capaz de generar condiciones
para que la fortuna lo acompañe”.
Para este autor, la política es relevante ya que existe un estado de guerra entre
los hombres, y también porque hay relaciones de poder, las cuales generan
conflictos entre ellos, este análisis proviene de la relación de los hombres que
él observa a lo largo del tiempo, calificandolos de “ingratos, cambiantes,
cobardes frente al peligro, ávidos de ganancia”, esta concepción que él realiza
no es más ni menos que una concepción negativa donde se construye ese
realismo.
Entonces, en estos primeros párrafos, lo esencial que se puede destacar del
análisis de Maquiavelo, es que el hombre virtuoso alcanza sus objetivos
mediante la fuerza y la astucia, ya que sin ellas no tendría la capacidad de
enfrentarse a los problemas que surgen.
También, podemos destacar que la fortuna no es nada más que fortuna divina,
y que esta misma gobierna las acciones del hombre, y que tanto la virtud y la
fortuna, operan en conjunto.
Sin embargo, este análisis fue comparado con el análisis hobbesiano, siendo
así, que para este autor, “el conflicto es permanente y la forma de aplicarlo es
la imposición de temor”. Con este razonamiento, se pueden realizar el análisis
en las obras de Maquiavelo, donde el objetivo del poder es la conservación y
decisiones que adopta el político.
Maquiavelo privilegia la visión de la política cuando promueve la “autonomía
de la política frente a otros órdenes”, demuestra que la política se independiza
de los principios religiosos de las personas, como su comportamiento,
pensamiento, etc. Esta visión que realiza el autor, lo califica de “renacentista”,
innovadora para la época en la que se hallaban, donde Maquiavelo rompe con
lo instituido en el modelo medieval-tradicional, esto genera una especie de
proceso revolucionario ya que no era propia de la época en la que se
encontraban, donde estos cambios “superan las continuidades y las
transformaciones del mecanismo”.
En este contexto, suceden una serie de hechos que dan por terminado a este
modelo medieval-tradicional, como por ejemplo con la aparición del estado
moderno como modelo político, seguido de sucesos culturales, la construcción
de una base geográfica de los mercados nacionales, también la construcción de
la base de los estados modernos, y posteriormente la llegada del capitalismo,
el cual impone una serie de “convenciones naturalizadas”, plasmadas en el
mercado que cambian por completo a la sociedad.
Este nuevo capitalismo cambia tanto las formas de mercado como las formas
de vivir de la sociedad, de relacionarse entre ellos y comercializar, valores,
creencias, a la vez que los principios religiosos también van perdiendo
importancia en la forma de dominar el comportamiento del hombre en el
mundo y en todas sus actividades terrenales.
Siendo así, el hombre comienza a obtener una nueva visión del mundo un
tanto ambiciosa, relacionada con el éxito y la riqueza.
Es en este contexto, donde Maquiavelo entra con su análisis revolucionario,
que rompe con las estructuras que ya anteriormente habían comenzado su
proceso de deterioro.
Siguiendo con el razonamiento del autor, el político tiene el objetivo de buscar
el poder, por lo tanto todas las acciones son válidas, sin que el político o el
“príncipe” sea considerado como inmoral o perverso, por el contrario, para
Maquiavelo el príncipe es un creador o técnico, con la habilidad de usar todas
las herramientas que se le presentan o que tenga a su alcance, para él, el
político gracias a estas herramientas debe tomar medidas que beneficien a
todos, por el contrario, se justifica la vista moral por la búsqueda de un bien
superior.
Por otro lado, considera que la violencia es el método para imponer el temor,
se ejerce para generar un clima de respeto y temor en la sociedad y evitar
represalias o aliados en contra del príncipe o político. Y en el ámbito de los
estados, como bien sabemos, la guerra es el primer recurso para resolver
asuntos de poder, territoriales o religiosos.
Para estos conflictos, el autor manifiesta una visión “utilitarista”, donde esta
preocupación por la guerra de parte de él se ha visto nombrada en varias de
sus obras en esa época.
En un mundo donde existen hombres hechos para dominar, y otros para ser
dominados, Maquiavelo pretende que existan límites en esta relación de
dominación, donde se cree que los intereses del pueblo son menos importantes
o “inofensivos” que los intereses de la nobleza. Sin embargo, él considera que
no existen hombres para ejercer la política y otros que no, sino más bien que
es que “todos pertenecemos al mundo de la política”, ya que sin dominados,
no existirían dominantes y así sucesivamente. Donde el príncipe es el que está
en todos lados, es el jefe del estado y la cabeza ejecutiva, siendo un hombre
político, sin embargo, los dominados siguen siendo partícipes de la política ,
ya que “no existe posibilidad de escapar de las relaciones de poder”. Esto
quiere decir, que todos los ciudadanos forman voluntariamente o no parte de la
política, no importa si son dominantes o dominados.
Siendo así esta, la conclusión final a la que llega Maquiavelo en sus obras;” El
Príncipe de 1513”y “Los Discursos sobre la primera década de Tito Livio,
entre 1513 y 1520” y, a pesar de que este debate ha sido interrumpido
incontables veces a lo largo de cinco siglos, estas obras son las más relevantes
de este autor y de la época.

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