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I. Identificación
Instituto de Estudios Superiores Rosario Castellanos
Licenciatura a Distancia en Psicología
Guía de estudios para presentar el examen final
Unidad 3
• Identificar los campos de aplicación de la Psicología social, a fin de ubicar
sus diversos ámbitos de intervención.
IV. Temas por unidad
Unidad 1. ¿Qué es la psicología social?.
Tema 1. ¿Qué es la psicología social?
Tema 2. Teoría de las representaciones sociales.
Tema 3. Métodos de investigación de la psicología social.
Unidad 2. Primera parte. Consolidación de la psicología social.
Tema 2.1 Antecedentes psicológicos.
Tema 2.2 Precursores de la psicología social.
Tema 2.3 La psicología social.
Unidad 2. Segunda parte. Consolidación de la psicología social.
Tema 2.2.1 Psicología Social en Estados Unidos.
Tema 2.2.2 Psicología Social Psicológica.
Tema 2.2.3.Psicología Social Sociológica
Tema 2.2.4 Evolución y Consolidación de la psicología social en la segunda
mitad del siglo XX.
Tema 2.2.5 Psicología Social en Latinoamérica.
Unidad 3.
Tema 1 Aplicaciones de la psicología social
Tema 3.1 Teoría y práctica de la psicología social
Tema 3.2 Psicología social y educativa.
Tema 3.3 Psicología social de las organizaciones
Tema 3.4 Psicología social de la salud
Tema 3.5 Psicología social política
Tema 3.6 Psicología social jurídica
Tema 3.7 Psicología social de intervención
V. Recomendaciones y algunas estrategias para el estudio de la guía de
estudios.
1. Automotivación:
Puedes probar intentando saber algo más de ti como estudiante. El siguiente
ejercicio te será útil:
• Haz una lista con ideas que empiezan: “No soy capaz de...” ó “Me es difícil...”
y otra lista con ideas que empiezan: “Soy capaz de...” ó “Me gusta, se me da
bien...”
• Ahora analiza la primera lista y piensa si eso puede cambiar y qué puedes
hacer tú para eso.
• Finalmente tacha las frases de la primera lista y vuelve a escribirlas de la
siguiente forma: “Soy capaz de concentrarme bien” en lugar de “Me es difícil
mantener la concentración”. Esas listas ponlas en un lugar visible de tu lugar
de estudio y repítelas en voz alta de vez en cuando.
• Cambia de técnica de estudio intentando que lo que hagas sea más activo:
de la lectura al subrayado, de un resumen a un mapa conceptual o mental,
etc.
• Cambia de tema a otra que te apetezca más en ese momento (no se debe
abusar de este punto).
• Tómate unos minutos y prosigue después la tarea (cuando veas que no hay
otra solución y hayas probado todo lo anterior) Si no has cumplido tu objetivo
no puedes dejarlo, así como así, si lo haces romperías una regla básica:
¿Cómo vas a darte el premio que más deseas que es dejar de estudiar si no
has cumplido tus objetivos como para merecerlo? Sería como traicionarte a
ti mismo o misma por lo que debes seguir trabajando, aunque descanses
para coger fuerzas hasta que, al menos, cumplas la gran parte de la tarea
que te has propuesto.
a. Toma de apuntes
b. Lectura comprensiva
c. Destacar ideas centrales y secundarias
d. Parafraseo
e. Conectar partes del texto
b. Mapas mentales
Un mapa mental es una especie de araña con tantas patas como ideas
surjan de cada palabra clave, y así sucesivamente. Las palabras se
asocian a imágenes para recordar y entender mejor lo expresado. Es muy
útil para tomar apuntes cuando se tiene práctica y para activar
conocimientos previos. También es muy útil para que los active el profesor
o profesora al inicio de las unidades didácticas, pues en él es fácil anotar
todo lo que van recordando los distintos alumnos y alumnas sobre ese
tema
Desarrollo de los temas por unidad.
Dicho de otra manera, la Psicología Social analiza cómo la otredad, llámese un otro-
sujeto, otro-grupo u otra sociedad, es constructora de subjetividad del sujeto, he
aquí la dicotomía subjetividad individual-subjetividad colectiva. Una influye en la otra
pero la otra también influye en esta y es imposible determinar cuál lo hace primero.
Existen tres dimensiones paralelas dentro de los campos de acción de la psicología
social, que se encuentran estrechamente vinculadas: La individual, la grupal y la
social. Resulta difícil establecer límites claros entre los objetos de estudio
planteados a partir de estas tres dimensiones, pero podemos aproximarnos a definir
algunos:
Las representaciones sociales son aquellas que ordenan la vida de los sujetos, que
le permiten significar el mundo a su alrededor, que configuran un entramado de
significados que comparten con otros miembros de la comunidad; que se crean y
transforman en la cotidianidad.
Si bien, estos campos están ligados a un nivel más amplio como la dimensión social,
en este nivel se estudian fenómenos más amplios como los diferentes tipos de
violencia, la violencia generalizada, la migración, la acción colectiva, la
inconformidad social y la protesta, los procesos comunitarios, la memoria colectiva,
entre otros.
Uno de los primeros grandes filósofos que aportaron ideas que revolucionaron el
pensamiento por cientos de años, hasta la actualidad, fue Heráclito de Éfeso.
Cuando contempla el mundo que le rodea, tanto el mundo de los hombres como el
mundo de las cosas, Heráclito se da cuenta de que todo está en movimiento y
afirma: “no puedes entrar dos veces por el mismo río, pues otras aguas fluyen hacia
ti”. En efecto, si vivimos en el tiempo, si el tiempo transcurre en todas las cosas,
nada es, en verdad, repetible. (Xirau, 1981, p 25).
Platón se dio cuenta de que para llegar a establecer una teoría del comportamiento
humano, una moral o una teoría del Estado, es antes necesario saber qué es el
hombre y, para conocer de verdad al hombre, saber qué es y cómo vino a ser el
mundo en que vivimos. De ahí que para Platón, “la moral y la teoría del Estado
necesiten de una metafísica previa, de una teoría sobre el qué del hombre y del
universo”. Previa a la metafísica se sitúa así una teoría del conocimiento donde
Platón explica los “orígenes de nuestras ideas” y trata de precisar el “sentido de la
verdad”. Es así que su pensamiento se desarrolla a partir de las preguntas: ¿Qué
es el saber?: ¿Qué son el mundo y el hombre que vive en el mundo?; ¿Cómo deben
vivir el hombre individual y el hombre social? (Xirau, 1981, p 45).
Indicamos al hablar de Sócrates que el sentido original de la palabra dialéctica es el
de diálogo. Por otra parte es explicable que si conocemos la mayor parte de las
ideas de Sócrates a través de Platón, el método socrático -diálogo, ironía,
mayéutica- puede atribuirse igualmente a Platón. Sin embargo. Platón desarrolla
con mucha más amplitud que Sócrates su idea del método y su teoría del
conocimiento. Para Platón la dialéctica consistirá en “todo género de método que
conduzca al conocimiento de la verdad y del ser. Pero si se quieren establecer las
vías de la verdad es necesario, primero conocer cuáles son las vías del error;
conocer la verdad es primero, conocer la no-verdad; llegar a la sabiduría requiere,
primero, entender en qué consiste la falta de sabiduría. Platón analiza
constantemente los caminos del error y es en este análisis donde el pensamiento
de Platón aparece ante todo como pensamiento crítico” (Xirau, 1981, p 46).
Los sentidos no pueden ofrecemos una base sólida para nuestro conocimiento del
mundo y de las cosas. Ello no quiere decir que el conocimiento no exista. En el
mismo Teetetes, Platón afirma: “La ciencia no reside en las sensaciones sino en el
razonamiento sobre las sensaciones, puesto que, según parece, sólo por el
razonamiento se puede descubrir la ciencia y la verdad, y es imposible conseguirlo
por otro rumbo”. Ya vemos cómo Platón opone la sensación al razonamiento. Si la
sensación nos engaña, la razón y su empleo nos conducen en cambio a la ciencia.
“Por los sentidos podremos, a lo sumo, obtener opiniones (cloxa) mientras que por
la razón alcanzamos la ciencia (episteme)” (Xirau, 1981, p 47).
“Todos los hombres tienden por la naturaleza a conocer”. Con estas palabras se
inicia la Metafísica de Aristóteles. Pero el conocimiento “será tan sólo posible si
nuestras ideas son claras y definidas. Para conocer es necesario definir y para de-
finir es ante todo necesario saber clasificar nuestros conceptos”. Una de las grandes
aportaciones de Aristóteles a la historia de las ideas es, precisamente, su teoría de
la clasificación y de la definición (Xirau, 1981, p 69).
Así, Aristóteles no se ocupa de aquellos elementos del ser que pueden ser variables
y contingentes, sino de aquellos que son constantes y comunes a todos los
individuos. Aristóteles no trata de definir los accidentes, sino las sustancias. ¿Qué
significado tiene esto en un caso concreto? Si consideramos a los hombres,
veremos que tienen aspectos comunes que pertenecen a su definición misma: la
inteligencia, la razón, el hecho de vivir en sociedad. Otros elementos, en cambio,
son variables: como el color, la estatura, la belleza o la forma de la nariz. Los
primeros son necesarios. es decir, son de modo que no podrían concebirse
diferentes a como son: los segundos son contingentes, es decir, concebibles de
manera distinta a como son. Es necesario, en palabras de Xirau interpretando a
Aristóteles, que un hombre sea racional o viva en sociedad: es contingente que
tenga el pelo rubio, negro o castaño. En el primer caso hablamos de la sustancia
del hombre; en el segundo, de sus accidentes (Xirau, 1981, p 69).
Explicar “lo que somos, no explica todavía lo que debemos ser ni en lo individual ni
en lo social. La moral y la teoría del Estado vienen a responder a este problema
central de toda filosofía: ¿Qué debemos hacer?, ¿Cuál es nuestra obligación moral
como individuos y como ciudadanos?” Hay que notar, en primer lugar, que “el
hombre es un animal social, y no a la manera de las abejas o de las hormigas, que
viven en sociedad tan sólo por seguir su instinto, sino a la manera específica de los
hombres, que es siempre un modo de vivir de acuerdo con la razón”. La moral
individual es para Aristóteles, como antes lo fue ya para Platón, inseparable de la
vida política, de la vida de la ciudad. Es en este sentido que la Ética nicomaquea
tiene su segunda parte en La Política (Xirau, 1981, p 80).
Ante la imposibilidad del Estado platónico. Aristóteles prefiere dar los resultados de
sus investigaciones concretas. Aristóteles estudió ciento cincuenta y ocho
constituciones de otras tantas ciudades griegas. Su análisis, aquí como en la
metafísica o en la teoría del alma, empieza por los hechos. Su teoría de la sociedad
procede mediante inducción y no por deducción. La Política de Aristóteles es menos
una teoría que una exposición razonable de los hechos. Estos hechos indican que
“existen tres tipos de sociedades y tres tipos de corrupción de las mismas. Las
sociedades son: la monarquía o gobierno mediante el poder de uno solo; la
aristocracia, o gobierno de los que son superiores por nacimiento y la timocracia o
gobierno por la excelencia de las personas” (Xirau, 1981, p 82).
Las tres formas negativas son, respectivamente, la tiranía, la oligarquía -gobierno
de los ricos- y la democracia, gobierno del ciudadano común. Los defectos de estas
tres formas negativas de la sociedad son bien claros si nos damos cuenta de que la
fuerza por la fuerza misma de la tiranía, el gobierno por el poder del dinero de la
oligarquía, o la reacción democrática contra la oligarquía “conduce fácilmente a la
revolución”.
De hecho estos tres Estados negativos son Estados que se alejan del justo medio
que en un Estado se reduce siempre a la “obediencia de la ley y al servicio del
Estado hacia la totalidad de sus ciudadanos”. (Xirau, 1981, p 82-83).
Aristóteles (384-322 a. C.) destaca la pertenencia del hombre al mundo de la
naturaleza. El hombre es un animal capaz de pensar e inhibir un impulso natural. La
mente humana al nacer es una tabula rasa, adquiere el conocimiento por la
experiencia y debe ser estudiada con los métodos de las ciencias de la naturaleza.
Además sienta los principios básicos de la influencia y la persuasión sociales. Se
interesó por la manera en que la persona se relaciona con el mundo, a través de los
sentidos, en los que la realidad deja sus huellas. Fue un precursor del empirismo,
así como Platón lo fue del racionalismo. El camino recorrido por el pensamiento
humano para abordar y explicar los problemas de la vida fue históricamente
dicotómico (Seidmann, 2000, p 2).
Edward Ross publica en 1907 Social Psychology, influenciado por Gabriel Tarde
[los efectos de la sociedad sobre el comportamiento individual no son el producto
de procesos psicológicos situados fuera del individuo, sino el resultado de las
“reacciones recíprocas entre las conciencias” (Tarde, 1986, p.42)] y la psicología
colectiva europea.
En definitiva, como explica Ovejero, “aunque la psicología social tiene sus raíces en
las ciencias sociales europeas de la segunda mitad del siglo XIX, fue en los Estados
Unidos donde realmente se desarrolló como disciplina científica” (Ovejero, 2007, p.
371), sobresaliendo cuatro hechos, de diferente tipo, en la conformación de tal
desarrollo:
La influencia de F. Allport y de su manual de 1924: Lo que hizo este autor fue llevar
a la psicología social, el individualismo metodológico del positivismo que él había
aprendido de su maestro, el conductista Holt. Con ello, la psicología será a partir de
entonces predominantemente psicologista, individualista y experimentalista.
Llegada del nacionalsocialismo al poder en Alemania: Este hecho fue tan influyente
en la psicología social norteamericana que le hizo decir a Cartwright (1979) que ha
sido Hitler el personaje más influyente de todos los tiempos en la psicología social.
De hecho, fue la represión nazi contra los judíos y contra los progresistas lo que
obligó a muchos psicólogos alemanes a emigrar a Estados Unidos, de tal forma que
muchos de los grandes nombres de la psicología social americana de los años 50 y
60 son europeos, principalmente alemanes: Lewin, Heider, Asch, Adorno, Jahoda,
Fromm, Reich, etc., o discípulos suyos: Festinger, Back, etc. Además, sin los
fenómenos provocados por Hitler (la propia Guerra Mundial, la irracionalidad de su
sistema, el holocausto judío, el racismo como antisemitismo, etc.) la psicología
social hubiera sido bien distinta.
La llegada de la «guerra fría»: Tras la Segunda Guerra Mundial comenzó una guerra
no declarada («guerra fría») entre los dos grandes vencedores, los Estados Unidos
y la Unión Soviética. En este contexto, en Estados Unidos el general McCarthy
impuso una «semidictadura» caracterizada por una fuerte censura a todos los
niveles conocida con el nombre de «caza de brujas». Pues bien, si la psicología
social venía siendo muy poco social, esta política de caza de brujas del marcatismo
impidió definitivamente que la psicología social fuese realmente social, cortando de
raíz los intentos que en esta dirección habían comenzado en los años 30, con
autores como J. F. Brown, y David Krech y el SPSSI (Ovejero, 2007, p. 371).
La Psicología Social aplicada como esfuerzo sistemático nace entre los años
setenta y ochenta como respuesta a la crisis de la Psicología Social. En esa época,
y a diferencia de épocas pasadas, la Psicología Social aplicada “se institucionaliza
como fruto de la confluencia de esfuerzos aplicados bajo el rótulo de «Psicología
Social Aplicada» y teniendo el legado lewiniano como aglutinante y catalizador”. La
Psicología Social aplicada alcanza el reconocimiento académico y social como
resultado tanto “de su propia maduración como de la exigencia de relevancia social
—y el paralelo replanteamiento de la relación entre teoría y praxis— derivada de la
crisis de la Psicología Social”. Como «solución» (una de las soluciones) a la crisis,
la Psicología Social aplicada pasa a ser la mejor forma de revitalizar la Psicología
Social conectando teoría y praxis, buscando verdades útiles además de
«duraderas» y persiguiendo, en fin, una «investigación socialmente útil a la vez que
teóricamente significativa» (Como se cita en Sánchez, 2002, p 18).
En cierto modo, explica Ovejero, la psicología social aplicada no es sino la
aplicación de los principios y conocimientos de la Psicología Social a la intervención
psicosocial, es decir, a la solución o prevención de problemas sociales. Existen
básicamente dos modelos a la hora de discutir si el conocimiento psicosocial es o
no es aplicable:
a. El modelo de ciencia pura: este modelo propone que la psicología social
desarrolle sus teorías y realice sus investigaciones “al margen de su interés social”,
es decir, sin tener en absoluto en cuenta la posibilidad de que sean importantes
para solucionar problemas sociales del mundo real. «Una adhesión demasiado
estricta al modelo de ciencia pura promovería una psicología social elegantemente
irrelevante». Por ello no son muchos los psicólogos sociales que se adhieren a este
modelo;
b. El modelo de ciencia social aplicada: cada vez son más los psicólogos
sociales que piensan que nuestra disciplina es una ciencia social, abocada además
a la aplicación, es decir, a la solución de problemas sociales reales.
Psicología Social en Estados Unidos y la Psicología Social en Latinoamérica
En general, los temas que más se estudian en éste ámbito son: “la dinámica de
grupos (cohesión, liderazgo, etc.); procesos de interacción y comunicación
(interacción profesor-alumno, expectativas del profesor, comunicación verbal y no
verbal, etc.); motivación social; la escuela como organización; psicología social del
aprendizaje; roles escolares; actitudes y cambio de actitudes; cambio
organizacional; conformismo; atribuciones causales; aprendizaje cooperativo; y
desegregación (Ovejero, 2007, p 303).
Psicología social de las organizaciones
Para pensar este tema, es indiscutible que tenemos que pensar una de las
organizaciones centrales en la vida de los sujetos: la familia; porque en ésta surgen
los primeros procesos de socialización del sujeto. A su vez, será necesario pensar
también los procesos que se dan en las diferentes organizaciones públicas y
privadas; es importante señalar que algunos otros autores como Cornelius
Castoriadis, Armando Bauleo o Erving Goffman, teorizan esas mismas
organizaciones bajo un concepto distinto, el de instituciones, entonces es posible
que las referencias que encuentren sean distintas dependiendo del abordaje teórico
de cada autor. Castoriadis, por ejemplo, habla del lenguaje como una institución, sin
que ésta tenga una materialidad física.
Salazar, J., Montero, M., Muñoz, C., Sánchez, E., Santoro, E., & Villegas, J. (2003).
Psicología Social (14.a ed.). Trillas.
Morales, F., Moya, M., Pérez, J., Fernández, I., Fernández, J., Huici, C., Páez, D.,
Marques, J. (1999). Psicología Social (Segunda ed.). Mc Graw Hill Interamericana