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GUIA TERCER PARCIAL.

TEORÍA GENERAL DEL PROCESO.

El derecho procesal en México está regulado por el principio que advierte que quien afirma está en la
obligación de demostrar su dicho. Por ello la necesidad que dentro de un juicio las partes involucradas deben
presentar sus pruebas debidamente relacionadas con sus hechos o contestaciones, con la finalidad de
obtener una sentencia favorable a sus intereses.

El autor Ovalle (2016) en su obra explica la teoría de la prueba, de lo cual se infiere que ésta es un
instrumento por medio del cual, las partes que intervienen en juicio pretenden que el titular del órgano
jurisdiccional pueda determinar con objetividad y justicia a quien le asiste la razón.
En un juicio, las pruebas, deben cumplir con ciertas formalidades:
a) Tener una relación con los hechos en los que se funda la controversia.
b) Ser el medio probatorio idóneo para probar los hechos controvertidos.
c) Estar ofrecida en el momento procesal oportuno.

Características especiales que deben tener las pruebas dentro del proceso:
1.- Cuando las partes no hagan una confesión de los hechos, las pruebas deben referirse a estos.
2.- Deben ser presentadas de conforme a derecho.
3.- Al tratarse de hechos supervinientes al periodo probatorio, estas podrán presentarse hasta antes del
pronunciamiento de la sentencia.
4.- Serán revisadas por el titular del órgano jurisdiccional y si es necesario se fijará fecha para su desahogo.
5.- Serán desechadas cuando no tengan relación con los hechos de la litis.
6.- Deben estar acompañadas de los complementos necesarios para que sean desahogadas.

En el momento de la celebración de la audiencia para el desahogo de pruebas las partes están facultadas
para interrogar a las personas que en ella intervengan, se harán preguntas sobre la clarificación de la prueba,
se analizarán documentos u otros objetos que sean exhibidos como medios probatorios.
El órgano jurisdiccional tiene la facultad para interrogar, citar y examinar a los medios probatorios que le
hayan puesto ante la vista, el juzgador podrá ordenar con citación de las partes, el examen de documentos,
objetos y lugares, su reconocimiento por actuarios o peritos y, en general, practicar las diligencias que juzgue
conveniente para el esclarecimiento de la verdad y requerirá a las partes para que exhiban los documentos y
objetos de que se trate.
El juez podrá interrogar libremente a las partes y a todos aquellos que intervengan en el juicio sobre los
hechos y circunstancias que sean conducentes para averiguar la verdad.

Para el desahogo de las pruebas como la confesional o testimonial, sólo por citar un ejemplo, las personas
deben concurrir a las instalaciones del órgano jurisdiccional para absolver posiciones o responder
interrogatorios, identificar una firma o documento, entre otras cosas; sin embargo, cuando esta persona se
encuentra imposibilitada para hacerlo por alguna causa de fuerza mayor, el juzgador dispondrá lo necesario
para que el desahogo de la misma sea en el lugar donde se encuentra la persona. De esta forma las pruebas
siempre deberán desahogarse a través del medio que sea pertinente. Se debe considerar que cada una de las
pruebas tiene su propia finalidad y forma para ser presentada y desahogada.
Se reconocen como medios de prueba:
a) Prueba confesional;
b) Declaración de parte;
c) Documentos públicos;
d) Documentos privados;
e) Dictámenes periciales;
f ) Reconocimiento o inspección judicial;
g ) Testigos;
h) Fotografías, copias fotostáticas;
i ) Presunciones e indicios, y
j) Informe de autoridades.
k) Fama pública;
l) Instrumental de actuaciones
m) Demás medios que produzcan convicción en el juzgador.

DOCUMENTAL
Al hablar de prueba documental, lo primero que llega a la mente son papeles con información en ese sentido
el autor White (2008) explica que un documento puede ser todo lo que está escrito o impreso, en tal caso,
podemos entender como tal a los planos, dibujos, cuadros, impresos, fotografías, fotocopias, radiografías;
cada uno de ellos, con el valor probatorio que el juzgador estime pertinente para el caso concreto.
Aunque en términos generales algunos doctrinarios jurídicos en materia procesal extienden los horizontes de
la prueba documental que hacen referencia a las cintas cinematográficas, disquetes, grabaciones
magnetofónicas, certificaciones de resoluciones o actuaciones judiciales, informes que versan sobre sueldos,
ingresos, certificaciones, dictámenes, etcétera.
Objeto
Su único fin es dar certeza al juzgador sobre la veracidad de los hechos expuestos por las partes en juicio,
entonces a través de la prueba documental se puede autentificar, contradecir, demostrar, dar valor o en su
caso desestimar lo expuesto por alguna de las partes en el juicio laboral.
Tipos
Para su estudio, la prueba documental se divide en dos tipos: públicos y privados; para White (2008) los
primeros son aquellos que emanan de una autoridad o persona a quien se le ha otorgado fe pública y será
prueba mientras demuestre algo en su contenido, que sea de interés para el proceso judicial; los segundos
son aquellos que se acuerdan o pactan entre particulares.
La ley reconoce a las documentales de la siguiente forma:
Son documentos públicos aquellos cuya formulación está encomendada por la Ley a un funcionario
investido de fe pública, o a aquellos servidores públicos que los expidan en ejercicio de sus funciones.
Los documentos públicos expedidos por las autoridades de la Federación, de los estados, de la Ciudad de
México o de los municipios y alcaldías, así como de los organismos públicos autónomos harán fe en el juicio
sin necesidad de legalización.
Son documentos privados los que no reúnen las condiciones previstas por el artículo anterior.
Admisión
La prueba documental deberá ofrecerse manifestando de forma precisa el hecho, o en su caso, hechos con
los cuales se relaciona, las pruebas deberán ser ofrecidas conforme a derecho y a los procedimientos
previamente establecidos; será la misma autoridad jurisdiccional quién valorará y admitirá o en su caso
desechará la prueba documental ofrecida. Teniendo muy claro que no pueden ser admitidas pruebas
documentales que resulten contrarias a la moral y/o al derecho.

CONFESIONAL
La confesión es el reconocimiento que uno de los litigantes hace en perjuicio suyo, del hecho que alega su
adversario. La naturaleza del hecho puede explicar la fuerza de la confesión, porque si versa directamente
sobre el fondo del negocio controvertido, el litigio podrá quedar completamente terminado; más si recae sobre
algún artículo será tanto mayor su eficacia cuanto más íntima lo sea su conexión con el punto principal.
El sujeto activo de ella, realiza el reconocimiento de un hecho, pero, no aceptamos que sea necesariamente
en perjuicio suyo pues, no todo lo que se confiesa perjudica a quien lo hace.
La prueba de confesión judicial se ofrece presentando el pliego que contenga las posiciones, y pidiendo que
se cite a la persona que debe absolverlas. Si el pliego se presentare cerrado, debe guardarse así en el
secreto del juzgado. La prueba será admitida, aunque no se exhiba el pliego, pidiendo tan sólo la citación;
pero si no concurriere el absolvente a la diligencia de prueba, no podrá ser declarado confeso más que de
aquellas posiciones que con anticipación se hubieren formulado.

DECLARACIÓN DE PARTE
La declaración de partes es toda manifestación de voluntad proveniente de las partes que no haga referencia
a hechos propios o personales.

TESTIMONIAL
El testigo es también llamado “los ojos del (de la) juez(a)”. Es la forma más dinámica de prueba debido a que
consiste en la declaración de personas que son ajenas a la acción. El(la) testigo es aquel(aquella) que declara
sobre hechos ajenos que ha percibido con sus sentidos y en los procesos orales presenta la ventaja de que
las partes pueden interrogarlo(a) para que clarifique o aclare los hechos que le constan.
El testimonio es un medio de prueba tan viejo como la humanidad, esto por cuanto la palabra hablada es la
forma más usual de comunicación entre las personas. Esa prueba consiste en la declaración de una persona
física acerca de lo que ha percibido por sus sentidos.
Los testigos de oídas serán desechados.

ALEGATOS
En esta etapa las partes expresan sus alegatos o conclusiones respecto de la actividad procesal precedente y
el juzgador también expone sus propias conclusiones en la sentencia, con la que pone término al proceso en
su primera instancia.
Si se cumple el principio de la oralidad, el mismo juez o los mismos miembros de un tribunal son los que
deben conducir todos los actos procesales, recibir las demandas y contestaciones de las partes, sus
ofrecimientos de prueba y el desahogo de las mismas, oír sus alegatos y, una vez cerrada la instrucción, son
quienes deben dictar la sentencia.
En los procesos civiles las partes formulan sus alegatos; en el proceso penal, la acusación presenta sus
conclusiones acusatorias y la defensa presenta sus conclusiones absolutorias. Los alegatos o conclusiones
son una serie de consideraciones y de razonamientos que la parte hace al juez precisamente respecto del
resultado de las dos etapas ya transcurridas, a saber: la postulatoria y la probatoria.

SENTENCIA
Una sentencia de primera instancia es “el acto jurídico del órgano jurisdiccional en el que resuelve la
controversia principal y las cuestiones incidentales que se ha reservado para ese momento, con apego al
Derecho Vigente.”
Existen varios criterios para la clasificación de las sentencias, entre ellos los
siguientes:
a) Por su finalidad.
Las sentencias de conformidad con este criterio pueden subclasificarse de la
manera siguiente:
*Sentencias que se limiten a reconocer una relación o situación jurídica ya
existente –sentencia declarativa-.
*Sentencias que constituyen o modifiquen –crean, modifican o extinguen- una
situación o relación jurídica –sentencia constitutiva-.
*Sentencia que ordene una determinada conducta o alguna de las partes –
sentencia de condena-.
b) Por su resultado.
Desde este punto, la parte actora al obtener una sentencia, esta suele ser
estimatoria, cuando el juzgador estima fundada la pretensión de dicha parte, y desestimatoria, en caso
contrario.
c) Por su función en el proceso.
De conformidad con este criterio, las sentencias suelen ser: interlocutorias y
definitivas. Las primeras son aquellas que resuelven un incidente planteado en un juicio. En cambio, las
segundas son aquellas que deciden sobre el conflicto de fondo sometido a proceso y ponen término a éste.
Sólo las definitivas son en rigor sentencias, las interlocutorias, por no referirse a la cosa principal, deberían de
llamarse autos, sin embargo, la ley procesal las califica como sentencias y se ajustas en su existencia y
subsistencia a las reglas
aplicables a las sentencias que resuelven el fondo de un asunto.
d) Por su impugnabilidad.
Se puede distinguir entre sentencias definitiva y sentencia firme, según se trate de sentencias que sean o no
susceptibles de impugnación. Así, la sentencia definitiva es aquella que ha sido dictada para resolver el
conflicto sometido a la litis, todavía puede ser impugnada a través de algún recurso o proceso impugnativo, el
cual puede confirmarla, revocarla o modificarla. Por su parte la sentencia firme o ejecutoriada, es aquella que
ya no puede ser impugnada por ningún medio, es aquella que posee la autoridad de cosa juzgada.

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