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¿Porque estamos mal a nivel nacional, regional y local? ¿Falta de valores morales,
cuáles? ¿La corrupción? Un país sin corrupción.
LA CORRUPCIÓN Y LA FALTA DE VALORES SON LAS PRINCIPALES CAUSAS DE LA
INSEGURIDAD.
(Fuente: El Comercio) Pese a que el gobierno ha emitido en los últimos meses un
paquete de decretos legislativos para combatir la inseguridad ciudadana (aumentando
penas para extorsionadores o asesinos de policías, reformando el régimen laboral de la
policía, etc.), a la población le sigue pareciendo que la raíz del problema es otra: la
corrupción.
Según la última encuesta nacional de El Comercio hecha por Ipsos Perú, el 42% de los
peruanos cree que la principal causa de inseguridad es la ineficiencia y la corrupción
del sistema judicial. La falta de valores y principios está a la par (42%). Les siguen la
carencia de leyes adecuadas (39%) y la ineficiencia y la corrupción policial (37%).
¿Por qué los peruanos no confían en sus autoridades? Para el ex ministro del Interior y
actual presidente de Pro Ética, Walter Albán, este panorama se debe a la impunidad.
Según Albán, el control interno que tienen el Poder Judicial, el Ministerio Público y la
policía no es eficiente al momento de evaluar el trabajo de los funcionarios.
“Es evidente que el mecanismo de control interno no funciona. Está claro que la
Oficina de Control de la Magistratura (OCMA) y la Oficina Desconcentrada de Control
de la Magistratura (Odecma) no están en condiciones para enfrentar los niveles de
corrupción de los jueces”, señala Albán.
El jefe de Pro Ética propone que el control de las instituciones sea externo. Una
encuesta de dicha entidad, realizada en el 2013, dice que el Poder Judicial es
considerado la tercera entidad más corrupta del país.
Endurecer los castigos para los policías, jueces o fiscales que cometan corrupción
tampoco parece ser una solución viable. El ex jefe de la policía, general Gustavo
Carrión Zavala, considera que más que punitiva la solución debe apuntar a lo
formativo. Asegura que urge reestructurar la institución policial con nuevos cuadros de
policías que tengan un mejor trato económico y profesional. “Hasta ahora lo único que
se ha hecho ha sido poner parches a la reorganización. Hay que reemplazar todo el
sistema”, asevera.
El experto en seguridad del IDL César Bazán cree que la desconfianza de la población
ya ha alcanzado a todo el sistema judicial y se reafirma cuando se ven casos como el de
la liberación de 52 delincuentes que tres días antes habían usurpado una vivienda.
El patrullaje militar Un porcentaje alto (58%) de la población sigue creyendo que
mandar a integrantes de las Fuerzas Armadas a las calles sería una buena opción para
enfrentar la inseguridad. Para Bazán, el rechazo a esta iniciativa por el ministro del
Interior, José Luis Pérez Guadalupe, la policía y expertos en seguridad ha causado
efecto en la población. Sin embargo, aún se evidencia que hay una sensación de
ineficiencia de la policía para el patrullaje en las calles.
LA CORRUPCION: UN GRAN PROBLEMA QUE AFECTA AL PAIS.
La corrupción es uno de los principales problemas que enfrenta el Perú, por lo menos
desde la última mitad del siglo xx y es considerada como uno de los temas a tratar en
el gobierno central (según Ipsos-El Comercio en 2020).Estos actos nacen desde el
periodo tardío del virreinato, y se consolidan por la llamada “cultura de la viveza”.
De acuerdo al Barómetro de las Américas de Latin American Public Opinion
Project, Perú fue el país más preocupado por el tema de la corrupción a nivel regional,
un 36% de la población lo señala como el principal problema, por encima de otros
temas como la economía, la seguridad, la inestabilidad política y otros. Ese mismo
resultado se registró, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (2020), en
el semestre octubre 2019 – marzo 2020, cuando la corrupción se mantuvo como el
principal problema del país con un 60.6%. Además, revisando los informes previos de
esta última institución, se aprecia que desde el año 2017 hasta la actualidad, se
consolida la ubicación de la corrupción sobre la delincuencia como el principal
problema en el Perú.
La corrupción definida como el abuso del poder público en provecho propio, se ha
convertido en nuestro país en una práctica común en la Administración Pública, ha
penetrado nuestras instituciones dañando severamente las estructuras del Estado, ya
que la corrupción al socavar los cimientos éticos y morales de la función pública afecta
gravemente la credibilidad y legitimidad de dichas instituciones. Los daños provocados
por la corrupción son incalculables e inciden en la deficiente prestación de servicios
públicos elementales, siendo esta una de las causas más graves de violaciones a los
derechos humanos, al menoscabar las bases del Estado Democrático de Derecho, que
tiene como fin garantizar el ejercicio pleno de los Derechos Humanos (derecho a la
vida, a la salud, a la buena educación, acceso a la justicia, a la integridad y seguridad
personal, etc.). En ese sentido, la Defensoría del Pueblo en su Informe titulado:
“Defensoría del Pueblo, Ética Pública y Prevención de la Corrupción” ha señalado que:
“las situaciones de corrupción involucran, también, la vulneración, directa o indirecta,
de los derechos de las personas y la comunidad. Las violaciones directas se verifican
cuando los actos de corrupción impiden el ejercicio de derechos fundamentales. De
otro lado, cuando la corrupción es un elemento que conduce a una serie de actos que
derivan en violaciones o vulneraciones, debe entenderse que la corrupción atenta
indirectamente contra derechos fundamentales”.
CAUSAS
_ El sentido de ética profesional en los servidores públicos, que tiende a ser dejado de
lado para favorecer sin merecerlo a terceros, valores como el trabajo, la
honradez, honestidad, honorabilidad no se practican.
_ El modelo económico que favorece al mercado, sustentan el poder político,
generando sin merecerlo favores, negociados, corruptelas, tráfico de influencias entre
otros.
_ La falta de una cultura de transparencia en la administración de los recursos
económicos, que garanticen la calidad del servicio en los sectores público y privado.
_ La implementación de las políticas surgidas en el Consenso de Washington, por el
gobierno autoritario de Fujimori.
EFECTOS
1. Inestabilidad política de los Estados. Es explicable desde la constatación de factores
de corrupción, que socava brutalmente la confianza de la ciudadanía en el
funcionamiento regular de las instituciones políticas. Esta desconfianza detiene el
desarrollo social, también reproduce y consolida la desigualdad social, consolida el
clientelaje político y perpetúa la ineficacia de la burocracia y, por lo tanto, impide
contar con una administración pública eficiente.
2. Ineficiencia e incapacidad en el aprovechamiento de los recursos y en la
implementación de las políticas públicas. En efecto, cuando el soborno se convierte
en práctica corriente, los contratos gubernamentales, las concesiones, las licitaciones,
las privatizaciones no son adjudicadas a los postores más eficientes y profesionales,
sino a los que tienen mejores contactos y carecen de escrúpulos.
3. Sentimiento de desconfianza en las instituciones y entre los propios
conciudadanos quiebra las bases del contrato social llevando a un clima de anomia y
desestructuración social. La sociedad percibe de sus autoridades están para
beneficiarse del cargo que para servir al ciudadano.
-La corrupción golpea más a los pobres y frena el desarrollo.
La corrupción tiene un fuerte impacto negativo sobre el desarrollo. Además de
consideraciones de ética pública, la corrupción desincentiva la iniciativa privada y
reduce los recursos públicos disponibles, lo cual se traduce, por ejemplo, en menos
hospitales o educación de peor calidad. La corrupción también distorsiona el modo en
que los gobiernos usan esos recursos y mina la confianza de la ciudadanía en sus
instituciones.
A todo lo anterior hay que sumar que la corrupción es regresiva y golpea más a los que
menos tienen. Según estudios del Banco Mundial, hay evidencias de que los peruanos
con menos recursos destinan un porcentaje mayor de sus ingresos a pagar coimas para
acceder a los servicios básicos que, por derecho, les corresponden (hasta un 14%
frente al 1% de los ciudadanos con más recursos).