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(Desarrollo del tema).

¿Porque estamos mal a nivel nacional, regional y local? ¿Falta de valores morales,
cuáles? ¿La corrupción? Un país sin corrupción.
LA CORRUPCIÓN Y LA FALTA DE VALORES SON LAS PRINCIPALES CAUSAS DE LA
INSEGURIDAD.
(Fuente: El Comercio) Pese a que el gobierno ha emitido en los últimos meses un
paquete de decretos legislativos para combatir la inseguridad ciudadana (aumentando
penas para extorsionadores o asesinos de policías, reformando el régimen laboral de la
policía, etc.), a la población le sigue pareciendo que la raíz del problema es otra: la
corrupción.
Según la última encuesta nacional de El Comercio hecha por Ipsos Perú, el 42% de los
peruanos cree que la principal causa de inseguridad es la ineficiencia y la corrupción
del sistema judicial. La falta de valores y principios está a la par (42%). Les siguen la
carencia de leyes adecuadas (39%) y la ineficiencia y la corrupción policial (37%).
¿Por qué los peruanos no confían en sus autoridades? Para el ex ministro del Interior y
actual presidente de Pro Ética, Walter Albán, este panorama se debe a la impunidad.
Según Albán, el control interno que tienen el Poder Judicial, el Ministerio Público y la
policía no es eficiente al momento de evaluar el trabajo de los funcionarios.
“Es evidente que el mecanismo de control interno no funciona. Está claro que la
Oficina de Control de la Magistratura (OCMA) y la Oficina Desconcentrada de Control
de la Magistratura (Odecma) no están en condiciones para enfrentar los niveles de
corrupción de los jueces”, señala Albán.
El jefe de Pro Ética propone que el control de las instituciones sea externo. Una
encuesta de dicha entidad, realizada en el 2013, dice que el Poder Judicial es
considerado la tercera entidad más corrupta del país.
Endurecer los castigos para los policías, jueces o fiscales que cometan corrupción
tampoco parece ser una solución viable. El ex jefe de la policía, general Gustavo
Carrión Zavala, considera que más que punitiva la solución debe apuntar a lo
formativo. Asegura que urge reestructurar la institución policial con nuevos cuadros de
policías que tengan un mejor trato económico y profesional. “Hasta ahora lo único que
se ha hecho ha sido poner parches a la reorganización. Hay que reemplazar todo el
sistema”, asevera.
El experto en seguridad del IDL César Bazán cree que la desconfianza de la población
ya ha alcanzado a todo el sistema judicial y se reafirma cuando se ven casos como el de
la liberación de 52 delincuentes que tres días antes habían usurpado una vivienda.
El patrullaje militar Un porcentaje alto (58%) de la población sigue creyendo que
mandar a integrantes de las Fuerzas Armadas a las calles sería una buena opción para
enfrentar la inseguridad. Para Bazán, el rechazo a esta iniciativa por el ministro del
Interior, José Luis Pérez Guadalupe, la policía y expertos en seguridad ha causado
efecto en la población. Sin embargo, aún se evidencia que hay una sensación de
ineficiencia de la policía para el patrullaje en las calles.
LA CORRUPCION: UN GRAN PROBLEMA QUE AFECTA AL PAIS.
La corrupción es uno de los principales problemas que enfrenta el Perú, por lo menos
desde la última mitad del siglo xx y es considerada como uno de los temas a tratar en
el gobierno central (según Ipsos-El Comercio en 2020).Estos actos nacen desde el
periodo tardío del virreinato, y se consolidan por la llamada “cultura de la viveza”.
De acuerdo al Barómetro de las Américas de Latin American Public Opinion
Project, Perú fue el país más preocupado por el tema de la corrupción a nivel regional,
un 36% de la población lo señala como el principal problema, por encima de otros
temas como la economía, la seguridad, la inestabilidad política y otros. Ese mismo
resultado se registró, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (2020), en
el semestre octubre 2019 – marzo 2020, cuando la corrupción se mantuvo como el
principal problema del país con un 60.6%.  Además, revisando los informes previos de
esta última institución, se aprecia que desde el año 2017 hasta la actualidad, se
consolida la ubicación de la corrupción sobre la delincuencia como el principal
problema en el Perú.
La corrupción definida como el abuso del poder público en provecho propio, se ha
convertido en nuestro país en una práctica común en la Administración Pública, ha
penetrado nuestras instituciones dañando severamente las estructuras del Estado, ya
que la corrupción al socavar los cimientos éticos y morales de la función pública afecta
gravemente la credibilidad y legitimidad de dichas instituciones. Los daños provocados
por la corrupción son incalculables e inciden en la deficiente prestación de servicios
públicos elementales, siendo esta una de las causas más graves de violaciones a los
derechos humanos, al menoscabar las bases del Estado Democrático de Derecho, que
tiene como fin garantizar el ejercicio pleno de los Derechos Humanos (derecho a la
vida, a la salud, a la buena educación, acceso a la justicia, a la integridad y seguridad
personal, etc.). En ese sentido, la Defensoría del Pueblo en su Informe titulado:
“Defensoría del Pueblo, Ética Pública y Prevención de la Corrupción” ha señalado que:
“las situaciones de corrupción involucran, también, la vulneración, directa o indirecta,
de los derechos de las personas y la comunidad. Las violaciones directas se verifican
cuando los actos de corrupción impiden el ejercicio de derechos fundamentales. De
otro lado, cuando la corrupción es un elemento que conduce a una serie de actos que
derivan en violaciones o vulneraciones, debe entenderse que la corrupción atenta
indirectamente contra derechos fundamentales”.
CAUSAS
_ El sentido de ética profesional en los servidores públicos, que tiende a ser dejado de
lado para favorecer sin merecerlo a terceros, valores como el trabajo, la
honradez, honestidad, honorabilidad no se practican.
_ El modelo económico que favorece al mercado, sustentan el poder político,
generando sin merecerlo favores, negociados, corruptelas, tráfico de influencias entre
otros.
_ La falta de una cultura de transparencia en la administración de los recursos
económicos, que garanticen la calidad del servicio en los sectores público y privado.
_ La implementación de las políticas surgidas en el Consenso de Washington, por el
gobierno autoritario de Fujimori.
EFECTOS
1. Inestabilidad política de los Estados. Es explicable desde la constatación de factores
de corrupción, que socava brutalmente la confianza de la ciudadanía en el
funcionamiento regular de las instituciones políticas. Esta desconfianza detiene el
desarrollo social, también reproduce y consolida la desigualdad social, consolida el
clientelaje político y perpetúa la ineficacia de la burocracia y, por lo tanto, impide
contar con una administración pública eficiente.
2. Ineficiencia e incapacidad en el aprovechamiento de los recursos y en la
implementación de las políticas públicas. En efecto, cuando el soborno se convierte
en práctica corriente, los contratos gubernamentales, las concesiones, las licitaciones,
las privatizaciones no son adjudicadas a los postores más eficientes y profesionales,
sino a los que tienen mejores contactos y carecen de escrúpulos.
3. Sentimiento de desconfianza en las instituciones y entre los propios
conciudadanos quiebra las bases del contrato social llevando a un clima de anomia y
desestructuración social. La sociedad percibe de sus autoridades están para
beneficiarse del cargo que para servir al ciudadano. 
-La corrupción golpea más a los pobres y frena el desarrollo.
La corrupción tiene un fuerte impacto negativo sobre el desarrollo. Además de
consideraciones de ética pública, la corrupción desincentiva la iniciativa privada y
reduce los recursos públicos disponibles, lo cual se traduce, por ejemplo, en menos
hospitales o educación de peor calidad. La corrupción también distorsiona el modo en
que los gobiernos usan esos recursos y mina la confianza de la ciudadanía en sus
instituciones.

Sobornos, malversación, nepotismo y tráfico de influencias en los procesos de toma de


decisión son algunas de las manifestaciones típicas de esta somatización del mal
gobierno.

En Perú, la octava economía de más rápido crecimiento en el mundo, la corrupción es


un serio problema. Hace unas semanas, Proética–el capítulo nacional de Transparencia
Internacional- presentaba los resultados de la VIII Encuesta de Percepciones de
Corrupción con algunos datos contundentes: la corrupción es percibida como el
segundo problema del país para los peruanos, por detrás de la delincuencia.
Es, además, el principal problema al que se enfrenta el Estado y el que más frena su
desarrollo. Según la misma encuesta, más de la mitad de peruanos cree que dentro de
5 años habrá más corrupción, y el 82% cree que el liderazgo del gobierno en la lucha
contra la corrupción es poco o nada eficiente. Ni más ni menos.

A todo lo anterior hay que sumar que la corrupción es regresiva y golpea más a los que
menos tienen. Según estudios del Banco Mundial, hay evidencias de que los peruanos
con menos recursos destinan un porcentaje mayor de sus ingresos a pagar coimas para
acceder a los servicios básicos que, por derecho, les corresponden (hasta un 14%
frente al 1% de los ciudadanos con más recursos).

También afecta al sector privado. La corrupción está presente en la relación entre el


Estado y las grandes empresas, que pueden destinar hasta el 5% de su facturación a
sobornos con el propósito de agilizar trámites u obtener contratos. El Informe Global
de Competitividad cita, además, la corrupción como el segundo problema para hacer
negocios en el Perú.
Situación Política en el Perú (2023).
Nota Informativa:
Acciones emprendidas por el Gobierno de la Presidenta Boluarte encaminadas al
restablecimiento del orden público y a emprender un esfuerzo de diálogo nacional e
inclusivo.
12 de enero de 2023.
El día 7 de diciembre el entonces Presidente Pedro Castillo dio un golpe de Estado. En
ejercicio de sus facultades constitucionales el Congreso lo vacó y juramentó como
Presidenta de la República a la entonces Vicepresidenta Dina Boluarte, conforme a las
normas de sucesión presidencial.
 Todas las instituciones del Gobierno peruano, incluido el Poder Judicial, las Fuerzas
Armadas y la Policía Nacional, condenaron las acciones del expresidente Castillo (ahora
detenido por los delitos de Rebelión y Conspiración) y respaldaron la juramentación de
la Presidenta Boluarte.
 Si bien el mandato de la Presidenta Boluarte culmina constitucionalmente el año
2026, ante la coyuntura política actual, el Gobierno presentó un proyecto de ley
convocando a elecciones generales en abril de 2024, el cual ha sido aprobado en su
primera votación por el Congreso (la segunda votación deberá tener lugar después de
febrero de 2023). En consecuencia, el Gobierno de la Presidenta Boluarte tiene un
carácter de transición hasta la elección de un nuevo Congreso y Presidente de la
República.
Protestas durante diciembre 2022 y enero 2023: Estos hechos produjeron
manifestaciones de protesta en diferentes ciudades del Perú, de partidarios del
expresidente Pedro Castillo y de grupos que persiguen otros objetivos políticos, como
la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y la disolución del Congreso de la República.
En algunas manifestaciones se produjeron hechos de violencia, como ataques a
puestos policiales, sedes del Ministerio Público y Poder Judicial, aeropuertos,
comercios y viviendas de particulares, vehículos de transporte público, entre otros.
Existen indicios creíbles sobre la participación en estas manifestaciones de grupos
organizados con el deliberado propósito de producir violencia y atentar contra la vida
de la ciudadanía y de los miembros de las fuerzas del orden
Con el fin de restablecer el orden público, el Gobierno decretó el estado de
emergencia, por un período de 30 días, a partir del 14 de diciembre de 2022; así como
la inmovilización social (toque de queda) en algunas zonas del país, a partir del martes
10 de enero.
Los hechos de violencia han producido hasta la fecha la muerte de 46 civiles y un
miembro de la Policía Nacional, así como lesiones a 612 civiles y 290 policías. Las cifras
corresponden al registro de la Defensoría del Pueblo, al 11 de enero.

El gobierno del Perú lamenta profundamente la pérdida de vidas humanas en el


contexto de los hechos de violencia, que vienen siendo investigados por las entidades
competentes. El Ministerio Público ha iniciado los procesos de investigación previstos
en la Ley para establecer las responsabilidades penales individuales que correspondan.
En línea con lo anterior, el Perú espera que la comunidad internacional rechace toda
medida dirigida a vulnerar la estabilidad e institucionalidad democrática del Perú, así
como la utilización de la violencia indiscriminada y actos vandálicos, provengan de
donde provengan.
A solicitud del Gobierno, y conforme a los compromisos en materia de derechos
humanos del Perú, una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) visitó el Perú del 20 al 22 de diciembre, y actualmente se encuentra
en el país del 11 al 13 de enero, donde sostendrán reuniones con el Gobierno,
miembros del Congreso y los familiares de los fallecidos. Asimismo, un representante
del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos nuevamente
visitó Perú del 18 al 20 de enero. 
Perú lidera el ranking de la corrupción en América Latina.
Según la última medición del Barómetro de las Américas, nuestro país superó a Brasil,
Colombia y Paraguay. El caso Odebrecht y las siete investigaciones fiscales contra el
presidente Pedro Castillo es un buen ejemplo de la debacle institucional de la clase
política peruana.
Nuevamente, la imagen internacional del Perú se encuentra por los suelos. Según la
última medición del Barómetro de las Américas, investigación realizada por el Proyecto
de Opinión Pública de América Latina (LAPOP), nuestro país encabeza la lista en
América Latina con la más alta percepción de corrupción en sus políticos: Candidatos
financiados con dinero ilícito, presidentes corruptos con asesores en la sombra,
procesos de licitación amañados, órganos de control que funcionan como coladera y
periodistas que informan en función a la pauta publicitaria que reciben del Estado o de
grandes empresas.  
Los datos se recogieron el año pasado y el resultado es el siguiente: Perú se ubica en la
primera posición con 88%. Por su parte, le sigue Brasil y Colombia con 79% y 78%,
respectivamente. Más atrás se encuentran Paraguay, Chile, Jamaica, Haití, Guyana y
Uruguay.
Caso Odebrecht
El reciente diagnóstico tiene mucha relación a lo ocurrido con el caso Odebrecht.
El Ministerio Público Federal de Brasil determinó la suspensión del acuerdo de
cooperación jurídica con Perú tras un pedido de la compañía porque el Equipo Especial
Lava Jato habría incumplido el acuerdo para proporcionar información sobre políticos
que estaban involucrados en esta trama de corrupción.
Y la lista es larga.
Según indicó a la Fiscalía Jorge Barata, exdirector de Odebrecht en el país, la empresa
constructora le pagó un total de 31 millones de dólares al expresidente Alejandro
Toledo para la construcción de la obra de los tramos 2 y 3 de la carretera Interoceánica
Sur que une el sur de Perú con Brasil.
Este presunto soborno a Toledo también se relaciona con el caso Ecoteva, donde se
descubrió que Eva Fernenbug, suegra del expresidente, compró una casa y una oficina
en Lima por un monto de 5 millones de dólares con el dinero de la empresa
costarricense Ecoteva, cuyos fondos provendrían de las firmas brasileñas.
Caso LAVA JATO.
Es la investigación que destapó un esquema de corrupción masiva en la petrolera
estatal Petrobras, en Brasil. Involucra a ejecutivos de la petrolera y políticos, quienes
recibieron coimas a cambio de grandes proyectos de infraestructura para las
principales constructoras de ese país.
La investigación inició a mediados del 2013 pero recién estalló en el 2016, cuando el
Departamento de Justicia de Estados Unidos difundió las primeras confesiones de una
de las principales constructoras beneficiada por la red de sobornos: Odebrecht.
Odebrecht y su filial petroquímica Braskem cotizaban en la Bolsa de Nueva York y
usaron el sistema financiero de ese país para realizar los pagos irregulares. Estados
Unidos inició la investigación para determinar si violaron la Ley de Prácticas Corruptas
en el Extranjero.
La policía federal de Curitiba destapó una red de lavado de activos que operaba desde
Brasilia y Sao Paulo. Las principales constructoras brasileñas —Odebrecht, Camargo
Correa, Andrade Gutierrez, OAS, Queiroz Galvao, UTC Engenhaira, etc.— habían
montado un cártel que tenía como práctica regular sobornar a funcionarios públicos
para conseguir contratos para obras de construcción e ingeniería con Petrobras.
Ésta licitaba sus obras bajo la fachada de la política “Compre Nacional”, que tenía
como objetivo impulsar la industria del país. Aproximadamente el 3% del costo de cada
obra se desviaba en sobornos. El dinero era blanqueado en negocios de gasolineras,
lavanderías u hoteles. Luego era transferido a cuentas offshore a través de empresas
ficticias y transacciones no registradas.
Esta modalidad se extendió a otros países de América Latina y África —donde las
constructoras brasileñas también tenían presencia— para obtener contratos con el
Estado.
Se calcula que la operación Lava Jato ha destapado, en los últimos tres años, el pago de
al menos US$1.300 millones en sobornos a partidos políticos y funcionarios públicos.
Los ex presidentes Fernando Collor de Melo (1990-1992), Fernando Henrique Cardoso
(1995-2003), Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) y Dilma Rousseff (2011-2016) están
mencionados en la investigación, al igual que casi un centenar de parlamentarios de
más de diez partidos políticos. Según Marcelo Odebrecht, el ex presidente de la
constructora que lleva su apellido, el 75% de las campañas electorales en Brasil se
financiaron irregularmente, con dinero de la “caja B” de la empresa.
El juez Sérgio Moro, responsable del caso en Brasil, ha dictado prisión a los ex
ministros Antonio Palocci y José Dirceu, así como al ex presidente de la Cámara de
Diputados, Eduardo Cunha (ex miembro del Partido del Movimiento Democrático
Brasileño, del presidente Michel Temer) y al tesorero del Partido de los Trabajadores,
José Vaccari Neto.
También han caído los ex presidentes de Andrade Gutierrez (Otavio Marques de
Azevedo), Camargo Correa (Dalton Avancini), OAS (José Adelmario Pinheiro) y
Odebrecht (Marcelo Odebrecht).
La corrupción en los gobiernos regionales y locales en el Perú.
La defensa de los intereses del Estado en los ámbitos local y regional está presente a
través de las 37 sedes de la Procuraduría Pública Especializada en Delitos de
Corrupción, ubicadas en Lima y en las distintas regiones del Perú. Estas oficinas
atienden a diario denuncias por delitos contra la administración pública que involucran
a funcionarios y servidores públicos de los diferentes niveles jerárquicos de las
instituciones estatales. Gran parte de estas denuncias comprenden a autoridades de
Gobiernos Regionales y Locales que, presuntamente, aprovechándose del cargo
público han administrado los bienes y recursos públicos de dichas entidades con el
propósito de satisfacer ambiciones personales y lucrar en perjuicio del patrimonio del
Estado. Ante este preocupante escenario la Procuraduría ha considerado por
conveniente informar a la opinión pública de la realidad que afronta nuestro país con
respecto a los casos de corrupción que involucran a gobernadores y/o alcaldes
provinciales.
Cabe precisar que, en el año 2002 se inició el proceso de descentralización que implicó
la redistribución de poderes en tres niveles de gobierno (nacional, regional y local),
mediante el cual se transfirió recursos a las entidades en paralelo a la delegación de
poder a las autoridades para que dispongan del gasto de este presupuesto.
Efectivamente, como señala el artículo 191 de la Constitución: “Los gobiernos
regionales tienen autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de su
competencia. Coordinan con las municipalidades sin interferir en sus funciones y
atribuciones”. Es en ese contexto que, se habrían configurado una serie de actos
ilícitos que a la actualidad representan una cifra significativa de procesos de
corrupción. De acuerdo a la información sistematizada por la PPEDC, al mes de mayo
del 2020, de un total nacional de 37,675 casos por corrupción, 4,225 corresponden a
investigaciones y/o procesos seguidos contra autoridades y ex autoridades regionales
y/o municipales, dichos casos involucran en condición de imputadas a 2,059
autoridades y ex autoridades de los gobiernos subnacionales.
Ranking de corrupción según regiones.
En tanto que el Ranking de Incidencia del Perjuicio Estimado por Región 2021, muestra
un nivel Muy Alto en Puno (27.1%), Loreto (26.1%), Arequipa (24.1%), La Libertad
(23.2%), Ucayali (22.6%), Tacna (21.9%), Piura (21.5%) y Amazonas (20.4%).
ECONOMÍAS ILEGALES Y CORRUPCIÓN EN LA REGION LORETO.
Tráfico de tierras y deforestación en la Amazonia.
Debido al impacto sobre los bosques primarios y a los derechos de los pueblos
indígenas y al medio ambiente, es necesario un seguimiento y control a los actos de los
funcionarios públicos de los diferentes sectores, tanto a nivel nacional, regional y local.
Asimismo, es necesario un trabajo articulado con los operadores de justicia, en
particular, la fiscalía de la nación, la procuraduría pública y el poder judicial para
prevenir y luchar contra las actividades ilegales facilitadas por actos de corrupción.
PROETICA. Proética es el Capítulo Peruano de Transparency International (TI) y se
constituyó el año 2002 como la primera ONG peruana dedicada exclusivamente a
promover la ética y luchar contra la corrupción.
Desde entonces, vienen realizando diferentes actividades teniendo como objetivo
erradicar la corrupción en el país, estudiando este fenómeno y sus causas, así como
incentivando a otras instituciones a involucrarse en esta problemática y tomar acción
frente a ella.
Desde su fundación y hasta la actualidad, Proética está conformada por cuatros
instituciones: la Comisión Andina de Juristas (CAJ), el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS)
y la Asociación Civil Transparencia (ACT) y la Asociación de Exportadores (ADEX)
-Casos que Proética está monitoreando.
YACU KALLPA: Comercio ilegal de madera.
Desde el año 2016, venimos haciendo seguimiento a los procesos penales contra
distintas empresas peruanas, que en el año 2015 mediante la nave Yacu Kallpa,
exportaron madera ilegal desde el puerto de Iquitos – Perú, con destino a los países de
República Dominicana, México y Estados Unidos, utilizando guías de transporte
forestales con información falsa, emitidas por la Autoridad Regional Forestal y de
Fauna Silvestre (ARFFS) de Loreto. Estas irregularidades fueron evidenciadas gracias al
operativo internacional denominado Operación Amazonas 2015, liderado por la
Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT), con el
apoyo de la Organización Mundial de Aduanas, INTERPOL, Organismo de Supervisión
de los Recursos Forestales y de Fauna Silvestre (OSINFOR) y la participación decisiva de
la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA). Los resultados de las
supervisiones en el bosque realizadas por el OSINFOR, demostraron que el 96% de la
madera era ilegal.
El 15 de septiembre del 2021, la fiscalía de delitos ambientales de Iquitos presentó
ante el Quinto Juzgado Especializado en materia ambiental de Maynas, la acusación
formal contra 41 exfuncionarios, 38 concesionarios y 14 empresarios por la comisión
del delito de tráfico ilegal de productos forestales maderables y otros. (Fuente: SAIP
enviadas y Ojo Público).
A casi 7 años desde la ocurrencia del desmantelamiento de esta enorme operación no
se tienen sanciones claras a los responsables, pues hasta el momento no se ha emitido
el auto de enjuiciamiento. Así, el 5 de noviembre del 2021 se suspendió la audiencia de
control de los 35 expedientes, debido a la subsanación de defectos formales por parte
de la Fiscalía. (Fuente Poder Judicial)
Al ser este el caso más emblemático de tráfico ilegal de madera y corrupción de
funcionarios, nuestras actividades consisten en dar seguimiento al curso de las
investigaciones en trámite, a fin de vigilar su correcto desarrollo y el eficiente
desempeño de los operadores de justicia que participan en los procesos penales
abiertos en contra de funcionarios públicos, trabajadores y representantes de las
empresas y demás partícipes de estos hechos, hasta que se sancione a los
responsables de estos delitos.
SANTA CLARA DE UCHUNYA: Trafico de Tierras.
Desde fines de 2015, pobladores de la Comunidad Nativa Santa Clara de Uchunya,
ubicada a poco más de dos horas de la ciudad de Pucallpa y a orillas del río Aguaytía, se
encuentran enfrentados a grandes intereses económicos. La población, dedicada en su
mayoría a la pesca y recolección de frutos para su posterior venta, exige que se
respete y titule más de 20,000 hectáreas de tierras que reclaman como ancestrales
debido a que se les ha reconocido como una comunidad desde mediados de la década
del 70. Actualmente, la comunidad shipibo-konibo de Santa Clara de Uchunya tiene
más de 1500 hectáreas tituladas.
En el caso de Santa Clara de Uchunya se verifica la figura de las constancias de
posesión falsas. El conflicto se incrementó porque territorios que la comunidad
reclama como suyos, han sido otorgados al menos a 17 personas y comunidades que
se encuentran trabajando en la zona.
En abril de 2016, el pedido de la comunidad presentado ante la Dirección Regional de
Agricultura del Gobierno Regional de Ucayali (DRAU), solicitando la cancelación de la
entrega de estas constancias fue declarado improcedente mediante la Resolución
Directoral Regional 208-2016-GRUP-DRA y se aprobó que el proceso vuelva a fojas cero
y las personas involucradas puedan presentarse nuevamente y solicitar las constancias.
A mediados de noviembre de 2016, representantes de la comunidad llegaron a Lima
para presentar su demanda de amparo ante el Tribunal Constitucional y exigir el
reconocimiento de su territorio ancestral. En su denuncia incluyeron una lista de 17
personas a las que se les había otorgado constancias de posesión sobre lo que la
comunidad considera su territorio. En esta relación de nombres incluso aparecía un
menor de 16 años.
Asimismo, el 6 de octubre del 2020 en el marco del 177º Periodo de Sesiones Virtual
de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), junto con otras tres
comunidades, presentaron la Audiencia temática “Corrupción y violaciones a los
derechos humanos de los defensores indígenas de la Amazonía peruana” donde
solicitaron al Estado peruano, entre otras cosas, reconocer a través de un título de
propiedad formal, la totalidad de su territorio ancestral y ejecutar la medida cautelar
de suspensión inmediata de las actividades depredatorias de desbosque y tala de la
empresa Plantaciones Pucallpa S.A.C. dictada por el Cuarto Juzgado de Investigación
Preparatoria Nacional.
En marzo del 2022, seis años después de presentada la demanda de amparo, el
Tribunal Constitucional declaró improcedente dicha demanda interpuesta por las
autoridades del pueblo shipibo, contra las empresas Ocho Sur P. y Plantaciones de
Pucallpa y contra el Gobierno Regional de Ucayali. Sin embargo, se puede rescatar un
aspecto positivo de la sentencia, pues reconoce los derechos territoriales de Santa
Clara de Uchunya y exige a la Dirección Regional de Agricultura (DRAU), que continúe
con el procedimiento de demarcación del territorio de la comunidad.
“Así mismo, la comunidad Santa Clara de Uchunya, aún se encuentra a la espera de
lograr justicia en este caso por medio de la vía penal, en tanto el juez del Cuarto
Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional declaró fundada la solicitud del
Ministerio Público de incorporar a las empresas Plantaciones Pucallpa S.A.C y Ocho Sur
P en el proceso pena seguido contra Dennis Melka y otros 30 imputados por la
comisión de delitos ambientales en la modalidad de delitos contra los bosques o
formaciones boscosas, en agravio del Estado peruano y la comunidad nativa Santa
Clara de Uchunya”. (Fuente IDL)
En mayo del 2022, la Comunidad Santa Clara de Uchunya recibió la constancia de la
inscripción de su primer título de ampliación territorial por 1544.2025 hectáreas, en un
acto protocolar celebrado en la jefatura zonal de Pucallpa de la Superintendencia
Nacional de los Registros Públicos (SUNARP).
Caso COCHA ANÍA: Trafico de Tierras.
El caso Cocha Anía involucra al ex titular de la Dirección regional sectorial de
agricultura de Ucayali (DRSAU), Isaac Huamán Perez (2015-2018), contra quien se dictó
18 meses de prisión preventiva por liderar una organización criminal dedicada al
tráfico de tierras, y que ahora se encuentra en libertad por una solicitud de
excarcelación debido a la situación de contagios por COVID-19 en el establecimiento
penitenciario de Pucallpa. Sin embargo, actualmente se encuentra trabajando, en la
Municipalidad Provincial de Coronel Portillo.
(Fuente: Epicentro TV y Proética)
Junto con otros exfuncionarios de la DRSAU son investigados por la entrega de predios
de manera irregular en el distrito de Nueva Requena. La investigación se centra en la
titulación ilegal de predios de dominio de comunidades nativas y del Estado a favor de
familiares de trabajadores de la DRSAU y de alcaldes del departamento de Ucayali,
entre otros, y testaferros, personas que solo prestaban sus nombres para que se
concrete la titulación con el objetivo de, posteriormente, vender o traspasar dichos
predios.
El traspaso de tierras pertenecientes a las comunidades nativas y bosques de
producción permanente (BPP), así como áreas de conservación regional, ha tenido
como destinatarios a empresas extranjeras para la siembra de palma y cacao, en la
zona de Nueva Requena se observan plantaciones de arroz y palma aceitera. En el caso
Cocha Anía II se ha contemplado a Dennis Melka como autor mediato. Proética ha
hecho seguimiento al caso desde sus inicios fiscales.
Combatir la corrupción en la educación.
 La importancia de combatir la corrupción en la educación.
Si bien la corrupción en general ha recibido una gran atención por parte de los medios
de comunicación y los investigadores en las últimas décadas, la corrupción en la
educación ha sido poco investigada. Sin embargo, esto está comenzando a cambiar
con un número creciente de estudios centrados en esta área (véase, por ejemplo, Huss
y Keudel, 2020). Los ejecutivos del sector educativo pueden haber evitado el escrutinio
por temor a que una reputación manchada disminuya los recursos del sector (Poisson,
2010, p. 1). Sin embargo, dados los efectos perjudiciales de la corrupción, es de suma
importancia reconocer y abordar la corrupción en la educación. A continuación se
presentan varios argumentos centrales que apoyan la lucha contra la corrupción en la
educación. Estos argumentos son universales y relevantes para los entornos de
aprendizaje tanto en países desarrollados como en desarrollo.
En primer lugar, el sector educativo forma a las personas desde los primeros años de
vida hasta la edad adulta, con efectos que se sienten a nivel personal en términos de
ganancias de por vida, salud, vida familiar y bienestar subjetivo, y a nivel social en
términos de la reserva de habilidades del país que alimentan su crecimiento
económico, distribución del ingreso y movilidad intergeneracional (Burgess, 2016). La
corrupción anula las ganancias de la educación en ambos niveles y crea pérdidas netas
cuando las habilidades y los trabajos no coinciden.
En segundo lugar, la corrupción en la educación está dirigida especialmente a las
personas vulnerables. Las y los estudiantes, así como los padres que desean lo mejor
para sus hijos, se ven frustrados en sus ambiciones. Esto puede, por ejemplo, hacer
que los padres estén dispuestos a pagar una tarifa exigida por un administrador
escolar para asegurar un lugar para su hijo en la escuela, o pagar una tarifa exigida por
un educador para garantizar una boleta de calificaciones favorable para su hijo. Otro
ejemplo es la explotación sexual de las y los estudiantes por parte de educadores en
situaciones donde las y los estudiantes o los padres son demasiado pobres para pagar
de la manera convencional. Pagar por medio de favores sexuales y otros actos de
corrupción en el entorno educativo es una gran preocupación ética porque esto
pervierte la relación entre educadores y estudiantes confiados a su cuidado (Poisson,
2010).
En tercer lugar, la corrupción en la educación reemplaza los buenos valores y la moral
con una visión cínica del mundo cuando las y los estudiantes jóvenes y altamente
impresionables aprenden que luchar contra la corrupción no vale la pena, pero
apoyarla sí. La corrupción tiene "consecuencias desastrosas" cuando interfiere con el
"desarrollo de actitudes y valores relacionados con la ciudadanía y la justicia" (Poisson,
2010, p. 11). Si los ciudadanos no confían en que el sistema educativo sea justo e
imparcial, se percibirá que todos los altos cargos, ya sea en los negocios, la ciencia o la
política, se obtuvieron a través del privilegio en lugar del logro. Esto erosiona la
credibilidad y la confianza en las instituciones educativas, crea frustración y
desconexión, y daña las aspiraciones y la cohesión social que son necesarias para todas
las sociedades exitosas (Altbach, 2015; Heyneman, 2004, p. 638).
Cuarto, la educación es clave para el desarrollo sostenible, como lo reconoce el
Objetivo 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Al socavar la calidad de la
educación y el acceso a ella, la corrupción obstaculiza significativamente el logro de los
ODS.
En quinto lugar, la educación accesible y de alta calidad empodera a las sociedades y a
los individuos y, por lo tanto, es uno de los canales más efectivos para avanzar en una
sociedad productiva y moral. La corrupción niega todo eso.
Hábitos para combatir la corrupción en la sociedad.
¿Qué hacer?
Para frenar el círculo vicioso de la corrupción, los ciudadanos podemos seguir algunos
consejos básicos:
1. Exigir nuestros derechos
El primer paso es conocer los tipos de corrupción que existen. No hay una, sino
múltiples expresiones que van desde un soborno a la policía hasta el lavado de dinero.
“No hay manera de que el país cambie si creemos que la corrupción se únicamente
darle o no mordida a un policía, para muchos ciudadanos parecería que es el único
acto de corrupción y piensan ‘si no le doy dinero, entonces no pasa nada’”, comentó
Max Kaiser, director de anticorrupción del Instituto Mexicano para la Competitividad
(IMCO)
La corrupción genera costos monetarios directos e indirectos para la sociedad. Los
directos incluyen el dinero que los ciudadanos y las empresas destinan a pagos de
sobornos para agilizar, aprobar o evitar trámites, pagos, solicitudes o inspecciones.
Los indirectos van desde una disminución en la inversión extranjera, una
mayor desigualdad en la distribución de los recursos o en una erosión de la legitimidad
y confianza en las instituciones.
El costo promedio de un acto de corrupción fue de 2,799 pesos por adulto víctima de
corrupción en 2015, mientras que por empresa víctima de corrupción fue de 12,243
pesos en 2016, de acuerdo con el INEGI.
“El ciudadano común está atado de manos en muchas ocasiones, en otras si tiene
algunos márgenes de maniobra para evitar incurrir o fomentar la corrupción. (…) Hay
que conocer nuestros derechos, cuando nos detienen en la calle y nos amenazan con
llevar el coche al corralón, en muchas ocasiones eso está prohibido”, dijo Pérez de
Acha.
Adicionalmente, cuando existe una mayor percepción de corrupción en la
administración de justicia (MP y policías judiciales) hay mayor recepción de quejas por
la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
2. Decir NO
No solo basta con conocer los tipos de corrupción, los ciudadanos también
debemos aprender a negarnos a estos actos.
“Es muy sencillo señalar la corrupción de la clase política, de las grandes empresas,
pero es menos sencillo aprender a decir que no. Aunque pueda ser riesgoso, decir que
no es la única forma de no ser parte del problema”, dijo. Kaiser.
“No hay facilitar este tipo de actos, debemos resistirnos porque si no, solo logramos
soluciones de corto plazo y estamos derribando lo poco o mucho que pueda quedar de
las estructuras del Estado”, comentó Pérez de Acha.
3. Denunciar.
La ciudadanía confía poco en los mecanismos de denuncia.

No obstante, los especialistas coinciden en que los ciudadanos deben arriesgarse a


denunciar.
“Hay que tener el valor cívico de denunciar a aquellos servidores públicos que
pretenden hacer su labor a través de la corrupción si no denunciamos nunca habrá
casos suficientes en las instancias que resuelven, investigan y sancionan y podrán
seguir diciendo ‘aquí no pasó nada’”, dijo Kaiser.
Agregó que, si el ciudadano cree que puede haber algún riesgo por presentar una
denuncia como alguna venganza de un servidor público o una empresa, puede buscar
alternativos como las denuncias anónimas, acudir a los medios de comunicación, entre
otras instancias.
4. Organizarse
Para no ser el único que intente presionar a las autoridades en un caso de corrupción,
los ciudadanos deben organizarse, para de esta manera, multiplicar su fuerza.
“A veces, es difícil ser el único que dice que no, que pretende modificar la forma de
hacer las cosas en un sector, tema o comunidad”, comentó Kaiser, quien agregó que
también hay que participar en las discusiones políticas en este contexto electoral, para
conocer las soluciones que ofrecen los candidatos para atacar la corrupción.
(Resumen).
La corrupción es el primer enemigo a vencer, pues mientras ella se siga afianzando,
ninguna política pública podrá rendir frutos. Ella es la principal responsable de que el
sistema de salud sea incapaz de atender las necesidades de toda la población, de que
no tengamos un sistema educativo de alto nivel, de que el Estado no pueda brindar
servicios óptimos en municipalidades, comisarías y postas médicas.
La corrupción, afecta y hiere la moral de la nación, el crecimiento económico y el
bienestar social, daña los cimientos de la democracia, y la gobernabilidad, violenta el
estado derecho; debilita la confianza de la población en los poderes del estado y en
las instituciones públicas.
Los peruanos hemos entendido ya que si no tenemos éxito contra la corrupción, nada
mejorará: no tendremos ni mejores servicios ni la posibilidad de ejercer nuestros
derechos más básicos. Corresponde, entonces, hacer los máximos esfuerzos, ser
conscientes, informarnos y así saber a quién y/o quienes le daremos el poder de
ejecutar las leyes, gobernar y realizar las acciones de nuestro país.
“No se construye un verdadero Estado de derecho sin un sistema normativo
congruente con las necesidades del Estado, sin instituciones que velen por el
cumplimiento de la ley, sin un sistema de control que opere de manera eficaz, sin una
élite dirigente que mire por encima de sus propios intereses y sin partidos políticos que
representen los intereses de la población”.
Bibliografía:
-Plataforma digital única del estado peruano.
-The Doha Declaration-Promoting a culture of lawfulness (UNODC). Módulo 9:
Corrupcion en la educación.
-Instituto Nacional de Estadística e Informática – INEI (2020). Perú: Percepción
Ciudadana sobre Gobernabilidad, Democracia y Confianza en las Instituciones (Informe
Técnico Julio – Diciembre 2019). Instituto Nacional de Estadística e Informática.
-Proética (2017). X Encuesta nacional anual sobre percepciones de corrupción.
Proética.
-Proética (2019). XI Encuesta nacional anual sobre percepciones de corrupción.
Proética.
-2017 Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) La percepción de la corrupción en el
Perú en los últimos años.

-Fiscalía anticorrupción/prevención. Ministerio Público-Fiscalía de la Nación: cómo


prevenir la corrupción.
-SEA Veracruz-Sistema estatal anti corrupción. Secretaría Ejecutiva del SEA Veracruz»:
"4 hábitos para que tú y yo combatamos la corrupción todos los días".
-ARGUMENTOS: Revista de análisis y critica-Instituto de Estudios Peruanos (IEP).

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