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El simbolismo
Entre las diversas corrientes postimprcsionistas de importancia
por sus relaciones con las artes aplicadas y con la arquitectura está
el movimiento simbolisla. En pintura, el simbolismo marca sobre
todo una separación aún más profunda con la naturaleza: un cua
dro, sostiene el pintor �Iaurice Denis, antes de ser una represema
ción cualquiera de objetos, es fundamcntalmemc una tela recubier
ta de colores dispuestos con un determinado orden. Según los
teóricos del mo,·imiento, la nueva pimura habría sido expresión de
ideas traducidas en símbolos; habría tenido carácter sintético; ha
bría sido subjeLiva, en cuanto que interprelación ideal de la reali
dad; habría sido <<decorativa», puesto que este atribulo, según sus
imenciones, englobaría lOdos los demás. Esle programa, nacido de
la experiencia de los prerafaelistas ingleses, de la pintura de Gau
llmu.ajr dt oln J.!11 impt't"l.iü11i,l.1.s ,on,u.adto� (lt- llot1e1. ll.11..·1. Rt11oir. St'Uf.31, Cl-u111lf'. guin, de la escuela de Pont-Aven, del grupo de los abís, etc., se
El cubismo
El nacimiento del cubismo suele adjudicarse al cuadro de Pi
casso Les Demoiselles d'Avignon, de 1907, que representa un grupo de
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polinesias, y pintado siguiendo planos geométricos. El nombre de
la corriente pro,·iene del crítico Vauxelles, que habló de «cubos»
al reseñar una exposición de Braque.
(' Como rasgo descriptivos del lenguaje cubista (insi timos sobre
, l estos aspectos formales porque son los que en mayor parte iníluye
El futurismo
El futurismo, contemporáneo al cubismo, fue el primer movi
miento de vanguardia propiamente dicho, y encarnó todas las ca
racterísticas de ésta: la ruptura con el pa ado, el maqumismo, el
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activismo, el belicismo, las actitudes provocadoras y profanadoras,
el fetichismo por el Z,eítgeisL que, independiemememe de la rnoder
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nolatria, proclama una posición anticipadora del espíritu del tiem
po futuro, de ahí el afortunado nombre del movimiento. El futu
rismo nace con el manifiesto de 1909, redactado por �Iarinetti y
publicado en el Figuro de París, que considera los aspectos genera
les del movimiemo. Y sigue, en lo que concierne a las artes visuales,
con el .\lanifesto dei piitoríf11L11risti de 1910 y el de 1912, así como el
.\/anifeslo dell'archílecllurafuturúla de 1914, que es una reelaboración
de un documento anterior esc1·ito por Antonio Sant'Elia.
En pintura, el futurismo, partiendo del divisionismo, traduce
en formas plásticas y en colores chillones los ideales y los mitos de
la lucha total contra la tradición, del dinamismo, del mecanicismo,
de la simultaneidad, etcétera, que caracterizan todo el movimien
to. Cualquiera que fue e la im•estigación de cada uno de los pin
tores, todos (Boccioni, Carra, Russolo, Baila, Scverini) compar
tieron La tendencia a reproducir de la manera más explícita el
sentido de la velocidad, mito de los mitos en su modernolatría.
JL Corbu,M"I'� c-tudrO\ dtl �r,odo purbta \ un d1buJ0.
U r:n.l... difulldido dt- los 1nodt.-Lus I h..uk·l. r-.'fientras que los cubistas descomponían geométricamente los
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En efeeto, miemras que en Bélgica, en los Estados Unidos, en In ••, .........., ...
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glaterra, en Austria y en la Alemania prebélica las condiciones ..., ·""" Hfif..
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El dadaísmo
La evolución del futurismo se cruza con el estallido de la prime
ra guerra mundial, que marca una división entre los movimientos
de vanguardia pre y postbélicos. La guerra no consiguió interrum
pir el desarrollo vitalista de la vanguardia, pero comribuyó indu
dablemente a transformar sus objetivos, a conferirle un nuevo tras
fondo político, social y económico; recordemos las consecuencias
1 Cfr. nuc�tro articulo MI mi�mo título en •Contrnspazio�, ahril-m..t)-O 197 I� nic . .t-5.
El neoplasticismo
Sin salir de la primera guerra mundial, nace en Holanda en
1917 el movimiento neoplástico con la re,·ista De Stijl. Sus princi
pales exponentes eran P. �Iondrian, T. Van Doesburg, el poeta Kok
ObjtlOi r 1m.i"ron <k:I nlffl 1mk'"nlochd...bia. y el arquitecto Oud; se adhirieron sucesivamente los arquitectos
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sobre el modelo de la música sinfónica, quiere «expresar» un ....14.f!I t..-e-'•., <Id,- ... ,r,r .. _..,.,..... ,�,
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contenido espiritual que prescinda de cualquier tipo de imitación "'' w__,.
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dinsky); por otra parte, se pretende poner en crisis el concepto ••·'• ••�"'"''' Jx1,¡ .,,..ü.,,-..,.,11,...,_ T.. ,
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mismo de representación para sustituirlo por el de configuración -1..- r ......,.. ,- .. "�. ��-...
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(Gestailur1g). En esta línea, bastante próxima a la de la arquitec ••'lo!.. -�.."',t � ,r-,·11:...--#t.
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tura, se mueve primero l\Ialevic con sus obras y con su teoría del
suprematismo, después los constructivi�tas rusos y varios a11os
más tarde el movimiento neoplástico.
El neoplasticismo, especialmente en los escritos de Mondrian,
proclama el intento de identificar el arte con la vida, profetiza el
lin del arte una ,·ez eliminado el desequilfürio de la vida y se pro
pone como continuación racionalizada del cubismo y como alter
nativa constructiva al dadaísmo. Las tesis del movimiento se basan
en la lucha contra el individualismo, en el rechazo más radical a
todo mimetismo, en una w1idad estrecha entre pintura, escultura
y arquitectura -hasta tal punto de que se presenta como el último
de los «estilos»-. en el valor simbólico, pero también puramemc
Suprematismo y constructivismo
La historia de la vanguardia rusa es todo un entrecruzarse de
fenómenos artístiros, políticos, tecnológicos, sociológicos e ideoló
gicos, como podía esperarse en el clima de renovaciones, esperan
zas y expectativas que acompai\ó a la ,·ictoria de la Revolución
socialista. �o nos ocuparemos aquí de esta historia, no considera
remos los contrastes internos de la vanguardia ni su 1·elación con
el aparato político, ni describiremos la entusiasta atmósfera posre
volucionaria, en la que se recubrían con frescos los muros de las
casas de las grandes ciudades, af loraban en las calles esculturas de
yeso y aparatos de feria y ejércitos de jó,·enes artistas de vanguardia
decoraban los tranvías y los automóviles, convirtiéndose todo en
una exultante liesta popular; nos ocuparemos sólo de los aspectos
lingüísticos de las tendenrias que superaron las fronteras naciona
llontajt' dr dibujO!l.. cUJ.dmi \ .;irquünrnr.u dt'l nlO\;mic,110 nt'opl.h:1iro_ les para confluir en el i\fovimiento l\[oderno europeo.
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él, el suprematismo equivale a la supremacía de la sensibilidad
pura en las artes visuales sobre la representación naturalista o
expresionista, sobre el ane al servicio de una idea o de un obje
tivo. Por otra parte, su poética, como resulta del l\lanifiesto re
dactado en 1915 en colaboración con Majakovskij, no se resueh·e
en el viejo principio del «arte por el arte», sino que responde a un
impulso originario del hombre que está por encima de la mera
utilidad. De la misma forma que en la pintura trata de buscar
este impulso fuera de la represemación, en el campo de la arqui
tectura y del diseño prescinde de todo objetivo práctico: volar,
correr, sentarse, son para l\lalevic «ante t0do sensaciones plásti
cas, que estimulan la creación de los 'objetos de uso' correspon
dientes y determinan también sus aspectos esenciales». Así pues,
relacionando el carácter de las formas con estas sensacione plás
ticas primigenias, se llega a la unificación de las artes: pintura o
arquitectura, mueble o avión están generados por una misma
actitud creativa, actuando el parámetro de la practicidad más
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como rémora que como estimulo. Y de este principio conformador
unitario son un ejemplo las plásticas arquitectónicas que 11ale\'iC
llamaba «planites», construcciones reales pero carentes de un
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destino inmediato de uso. 1:-.'l•aNL!•• P.u.J...a. K. .\lak\ 1c, P'°' roo d,- 1tna "J>brula•.
H Is To R 1 /1 D t L /1 A R Q u I TE e Tu R A e o N TE M p o R Á N E A 255
...... n-. cualquier caso, esLa actitud, como todo el fenómeno del expresio
Die rote iahne nismo, tenía una doble fachada. «El cinismo y el conformismo
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la Glasardiittkl.ur, laAlpúuArd,ittkl.ur, la Stadtkro11t, etc., que contienen
las connotaciones más destructivas de la vanguardia: el antibeli
cismo, el nihilismo, la oscuridad, la impopularidad, el voluntaris
mo, etc. En efecto, para afirmar sus ideales de una arquitectura
que profundice sus raíces en la «e!>-piritualidad» frente a lo utilitario,
que se encamine hacia una humanidad pacificada y sin clases, que
pretenda la unificación de todo tipo de trabajo creat.i,·o, desde el
artesanal al mecánico. con tal de que no produzca alienación, etc.,
los expresionistas llegan a radicalizar en tal medida su protesta que
rechazan todo compromiso profesional, reduc-iendo su obra a los
dibujos y a la teoria del intercambio epist0lar, patélica, si se quiere,
pero de una extrema coherencia, de la Gliútrne Ktlle.
Ahora bien, como hemos obsen-ado ya en otra parte, para que
cualquier obra de arquitectura se realice debe llegar necesariamen
te a un compromiso con el destinatario, con la normativa, con las
directrices socioeconómicas de La sociedad, y la vanguardia autén
tica que, por definición programática, niega tales instituciones y
las combate como mixtificantes, permanece como tal sólo en el
ámbito de los dibujos, proyectos y teorías, cuando sólo pueden
ad�cribirse a ella obras que no han llegado a realizarse. Y toda la
del expresionismo era una producción irrealizable.
Por otra parte, el consabido fracaso de la vanguardia expre
sionista en el plano práctico no relega sus proyectos al campo de
la pura fantasía. A diferencia de la vanguardia anística y literaria,
que tras los primeros tiempos de alboroto fue absorbida por el
mercado y por los museos, es decir, que entra en el círculo tradi
cional de la producción, y de otros propósitos y programas (planes
económicos, manif iestos políticos) que, por el contrario, se disol
vieron por compleLO cuando no se lle\'aron a cabo, la vanguardia
�l. B,rg, ,IJ•hrhunckt1h.JI<. en BrrJ•"• 1qn, arquitectónica, operando a tra\'éS de dibitjos y proyectos, nos pro
porcionó en cualquier caso una imagen de lo que sus autores
1' Se atribuyt a Gropiu, la siguientt afirmación !Oh� las dos tr:ndtncia_, a que nos n!Ít"
rinw:n: •Si d rxpr�ioni"-mo � un.t tt..tt"tií,n rnmr.- la n•1,¡.¡quina y rontra ru c-xprMiim, C'I
penado dr- La �l'll(" SachlK'hkc-it l"..S una afirmarión positi,·a <k"I mundo d<- las maquinas y
t. lll'ndd"°hn, 3.lrlUt"MW�Sc.hcltll-1\, ('0 Stu11g.an (1926-192R. d� l<>s ,..,hkulou; cfr. t. t:1i12., Di, CJ,,ra·ind•1tl1 dn E,pm.sionúmur, �-. Enk,, S1u11gart. 1927.
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