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La creadora de la exposición Soñar el agua.

Una retrospectiva del futuro (1964),


Cecilia Vicuña, en las obras propias de la misma exposición hacía alusión en menor o
mayor medida, a diversos conceptos, la mayoría sino todos, los cuales han sido
mencionados en la asignatura de Cultura e Identidad en América Latina, a disposición
de la profesora Carla Pinochet. Es así como el curso entrega las herramientas necesarias
para comprender esta exposición, la cual para lograr apreciar e interpretar de ella en su
totalidad, es necesario tener conocimiento de ciertos marcos contextuales, como lo son
la diferencia entre naturaleza y cultura, cierto marco histórico, la construcción del otro,
la conquista con sus respectivos procesos de todo tipo a consecuencia de ésta, etc.

Por un lado, en parte de la exposición se observa que la autora utilizaba textiles, lana,
hilo y desechos para crear su arte, este tipo de artesanía con lana, hilo y aparentes
desechos, más allá de tener un motivo en relación con la causa medioambiental o,
guarda así mismo, relación con la manufactura y los saberes andinos, o al menos surge
esa interpretación. Por lo que, al hacer referencia a estos saberes, las obras comprenden
como la autora crea una especie de acercamiento cultural y, entiende bajo sus propios
términos las creencias andinas, siendo así un ejemplo de relativismo cultural además de
metodológico, en donde la autora guarda respeto de aquello culturalmente diferente de
su realidad, sin desprenderse de esta última, puesto que predomina por sobre otros
aspectos humanos.

Por otro lado, una obra a destacar es aquella en la que se aprecia un dibujo de Salvador
Allende, al interior de una especie de ruca, hecha con lo que parecen ser algunos
materiales reciclados, y que da contexto a una época y contexto histórico importante,
como lo ha sido la dictadura de 1973, proceso histórico que haya sentido en la lógica de
la construcción del otro, es decir, “ellos y nosotros”, donde participan ambas partes, que
en el contexto particular refieren a la figura de Allende y Pinochet. Como la historia es
construida por los vencedores, la figura de Pinochet se configura como el “nosotros”
además de apelar al colonialismo y su sentido universal, en consecuencia, la figura de
Allende se configuraba como el “ellos” y aquellos a colonizar, donde se desarrolla el
pensamiento anticolonial.

En resumen y considerando lo anterior, es interesante la interpretación que se le puede


dar a la obra, puesto que busca que el espectador de alguna manera se ponga en el lugar
de Allende, o bien, en el lugar del otro, del “ellos” y del lado anticolonial, representando
lo cultural, al contrario de lo natural y universal de su contraparte al emplear métodos
coloniales, como lo son ejercer violencia en contra de uno o varios pueblos, sesgados
por el etnocentrismo, sus ideas y criterios, que bajo su propio juicio parecen ser
superiores en todo sentido, principalmente en comparación de los otros (ellos), y es en
efecto esta comparación, aquello que permite que la identidad del colón se configure,
puesto que sin el proceso de construcción del otro, no se pudiesen establecer semejanzas
y diferencias que dieran paso a esa construcción.

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