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Ética

La ética es una disciplina de la filosofía que estudia el comportamiento humano y


su relación con las nociones del bien y del mal, los preceptos morales, el deber, la
felicidad y el bienestar común. En el lenguaje común, la ética también puede ser
entendida como el sistema de valores que guía y orienta el comportamiento
humano hacia el bien.

En la filosofía, la ética analiza las acciones humanas y las normas, sin limitarse a
la moral, ya que no prescribe normas como tal.

La ética es diferente de la moral. Mientras la moral defiende el cumplimiento de las


normas surgidas de la costumbre, la ética defiende los principios que guían el
comportamiento, aunque desafíen la tradición. La ética es la disciplina
académica que estudia la moral, no inventa los problemas morales, sino que
reflexiona sobre ellos. Las acciones relevantes para la ética son las acciones
morales, que son aquellas realizadas de manera libre, ya sean privadas,
interpersonales o políticas. La ética no se limita a observar y describir esas
acciones, sino que busca determinar si son buenas o malas, emitir juicio sobre
ellas y así ayudar a encauzar la conducta humana.

En los profesionales, la ética solo define normas explícitas en ejercicio de sus


funciones, a fin de garantizar que actúen correctamente cuando la moral personal
entre en conflicto con el deber profesional.

Por ejemplo, un médico recibe a un asesino herido por la policía como paciente de
emergencias. Sus valores morales le hacen reprobar al “paciente” y pensar que es
injusto que él viva cuando ha matado a tantas personas inocentes. Sin embargo,
el código ético de su profesión le obliga a hacer todo lo posible por salvar su vida.
Si lo deja morir deliberadamente, el médico puede perder su licencia profesional.
El cumplimiento del deber profesional se impone sobre la moral del individuo.

Tipos de Ética

Si bien no existe una clasificación sistematizada de los tipos de ética, podemos


determinarlos según sus áreas de aplicación.

Ética profesional: es la ciencia normativa que estudia los valores, principios,


deberes y derechos que orientan cada profesión con base en la responsabilidad.
La ética profesional se concreta en el código de ética profesional o código
deontológico.
Algunos ejemplos de ética profesional son:

 Ética médica
 Ética jurídica 
 Ética docente
 Ética científica
 Ética militar

Ética laica o ética secular: conjunto de valores y principios que guían la conducta


humana, basados en virtudes intelectuales como la empatía, el pensamiento
racional y la lógica.
Ética religiosa: principios que ordenan el comportamiento humano con base en
virtudes espirituales y conceptos trascendentales, tales como el sumo bien, la
Verdad, el alma, la justicia, el orden primordial, el amor, etc. Difiere de una religión
a otra.

Origen de la Ética

Los antecedentes de la ética se remontan a la Antigua Grecia. Sócrates es


considerado el padre de la ética, ya que todo su pensamiento giró en torno a la
noción del Bien. Platón también dedicó buena parte de su obra al Bien, la Verdad
y su papel en la República. Sin embargo, Aristóteles fue el fundador de la ética
propiamente dicha. La ética como disciplina nace con su obra Ética para
Nicómaco, en donde el autor sistematiza por primera vez la relación entre la ética
social e individual; las normas y los bienes, y la teoría y la práctica. Asimismo,
clasifica las virtudes en intelectuales y morales.

Por ende, la ética es posterior a los sistemas de normas como las leyes de
Hammurabi o los Diez Mandamientos de Moisés. La disciplina de la ética surgió,
justamente, para reflexionar sobre la relación entre el comportamiento de los seres
humanos, el sistema de leyes morales y la idea del Bien que los orienta.

Para Aristóteles, toda racionalidad práctica busca un fin o un bien. La ética tiene
como propósito establecer la finalidad suprema, que está por encima, que justifica
todas las demás, y ayudar a conocer la manera de alcanzarla.

Conducta de un Mason

La masonería prepara a sus miembros bajo un método de enseñanza muy Sui-


generis, dentro de una concepción humanista, laica, racional y nacionalista, para
que, con los valores y principios que la misma enseña, contribuyan, una superior
posición frente a la vida, y actúen, dentro de formas perfeccionadas de
convivencia, de modo que, su ejemplo, dentro y fuera de las logias sea,
esencialmente dignificador.

Es por ello que el primer principio masón nos dice que la masonería es una
“institución docente que tiene por objeto el perfeccionamiento del hombre y de la
humanidad” y que “a través de sus miembros proyecta sobre la sociedad humana
la acción bienhechora de los valores e ideales que sustenta”.
Conducta en logia mientras está constituida

No tener comités privados, ni conversaciones particulares sin permiso del Maestro.


Ni hablar de cosas impertinentes o inconvenientes, ni interrumpir al Maestro o a
los Vigilantes o a ningún otro hermano que habla con el Maestro. Tampoco
comportarse de una manera ridícula o burlona mientras la logia está ocupada en
asuntos serios y solemnes, y no usar ningún lenguaje inoportuno bajo ningún
pretexto, sino que manifestarse con el respeto debido a nuestros Maestros,
Vigilantes, Compañeros.

Conducta cuando la logia ha terminado y antes que los hermanos hayan


marchado

Puedes alegrarte con inocente alegría tratándolos los unos a los otros según
nuestros medios, pero evitando todo exceso, no forzando a ningún hermano a
comer o a beber más allá de su deseo y no privando que se vayan a donde le
llaman sus asuntos, no haciendo ni diciendo nada ofensivo o que pueda privar una
conversación fácil y libre porque esto destruiría nuestra armonía y frustraría
muestro laudable propósito. Así bien ninguna disputa ni querella debe ser llevada
tras la puerta de la logia, sobre todo ninguna querella sobre religión, nación,
política o estado, siendo nosotros solo masones de la religión universal.

Somos también todas las naciones, lenguas, parentescos y expresiones, y


estamos resueltamente contra toda política, no habiendo nunca contribuido a ésta
y no pudiendo jamás contribuir al bienestar de la logia.

Conducta que debes seguir cuando los hermanos se encuentran sin


extraños, aunque no en una logia cerrada

Debemos saludarnos el uno al otro de manera cortés, según lo aprendido,


llamándonos recíprocamente “hermanos”, dándonos libremente mutuas
instrucciones oportunas cuando parezca conveniente, sin ser vistos ni
comprendidos, sin invadir el uno el campo del otro y sin derogar el respeto que es
debido a todo hermano, incluso si no es un masón. Pues, aunque los masones
sean como hermanos bajo el mismo nivel, la masonería no quita a un hombre el
honor que antes tenía; al contrario, ella añade honor, especialmente si ha
merecido la fraternidad que debe darlo a quien lo merece y evitar malas
conductas.

Conducta en presencia de extraños no masones

Ser prudentes en nuestras palabras, a fin de que el extraño más perspicaz no sea
capaz de descubrir o de encontrar lo que no conviene sugerir, y algunas veces nos
desviaremos de la conversación y conduciremos prudentemente para el honor de
la Honorable Fraternidad.
Conducta en casa y con nuestro vecindario

Se debe actuar como conviene a un hombre moral y prudente particularmente no


hacer saber a nuestras familias, amigos y vecinos lo que concierne a la logia, se
debe tener cuidado de nuestra salud, no quedando juntos hasta demasiado tarde,
no demasiado tiempo fuera de casa; después que las horas de la Logia han
pasado evita la glotonería y la borrachera; de manera que nuestras familias no
sean aún más descuidadas o perjudicadas, ni nosotros mismos incapaces de
trabajar”.

Caridad y Benevolencia
Caridad
La caridad, de acuerdo al pensamiento cristiano, es una virtud teologal
que consiste en la práctica del bien y la fraternidad universales, es decir, la
benevolencia, la generosidad y la ayuda desinteresada. Las personas que
practican la caridad se llaman caritativas y se caracterizan por ser poco egoístas y
desinteresadas, o sea, por ayudar a quien lo necesita sin distinción y sin buscar
retribución alguna.

El término “caridad” proviene del latín caritas, derivado de carus (“querido”), y por


lo tanto es un concepto vinculado con el de amor. De hecho, según la doctrina
cristiana católica, la caridad debe entenderse como el sentimiento de amor por
Dios por encima de todas las cosas y supone amar al prójimo como a uno mismo
a través del amor divino.

Partimos por ese mandamiento de “Amarás al prójimo como a ti mismo”.

Pero debemos intentar ir un poco más allá de la superficie de las cosas. Cuando
se habla del amor al prójimo el pensamiento va en seguida a las “obras” de
caridad, a las cosas que hay que hacer por el prójimo: darle de comer, de beber,
visitarlo; es decir, ayudar al prójimo. Pero esto es un efecto del amor, no es aún el
amor. Antes de la beneficencia viene la benevolencia; antes que hacer el
bien, viene el querer hacer el bien.

La caridad debe ser “sin fingimientos”, es decir, sincera (literalmente, “sin


hipocresía”) Se puede de hecho hacer caridad o limosna por muchos motivos que
no tienen nada que ver con el amor: por quedar bien, por parecer benefactores,
para ganarse el paraíso, incluso por remordimientos de conciencia. ¡Se puede
tener poca caridad, también “haciendo caridad”

En términos laicos, sin embargo, la caridad engloba iniciativas de filantropía,


generosidad, asistencia social y socorro al desamparado.
Benevolencia

Benevolencia (del latín benevŏlens), buena voluntad hacia las personas. La


benevolencia, a su vez, está asociada a la bondad y la cualidad de bueno.

En concreto, dicho término latino se encuentra conformado por dos partículas


claramente delimitadas y que son las que le dan significado a aquel: “bene”, que
puede traducirse como “bueno”, y el verbo “volo”, que es equivalente a “querer”.

El adjetivo, por lo tanto, está vinculado con la inclinación a hacer el bien. Para
la filosofía, el bien es el valor que se le otorga a una acción. Se trata de un
concepto tautológico, con definición redundante: lo bueno es lo que está bien.

El sujeto benevolente tiende a hacer el bien. Esto quiere decir que realiza lo
moralmente o éticamente correcto, mostrando empatía con el prójimo. Al ser
benevolente, la persona desarrolla tareas solidarias, ayuda a quienes lo necesitan
y se muestra afectuosa.

Tolerancia

Tolerancia se refiere a la acción y efecto de tolerar. Como tal, la tolerancia se basa


en el respeto hacia lo otro o lo que es diferente de lo propio, y puede manifestarse
como un acto de indulgencia ante algo que no se quiere o no se puede impedir, o
como el hecho de soportar o aguantar a alguien o algo.
La palabra proviene del latín tolerantĭa, que significa ‘cualidad de quien puede
aguantar, soportar o aceptar’.

La tolerancia es un valor moral que implica el respeto íntegro hacia el otro, hacia


sus ideas, prácticas o creencias, independientemente de que choquen o sean
diferentes de las nuestras. En este sentido, la tolerancia es también
el reconocimiento de las diferencias inherentes a la naturaleza humana, a la
diversidad de las culturas, las religiones o las maneras de ser o de actuar. Por ello,
la tolerancia es una actitud fundamental para la vida en sociedad. Una persona
tolerante puede aceptar opiniones o comportamientos diferentes a los establecidos
por su entorno social o por sus principios morales.

Respeto

El respeto es un valor y una cualidad positiva que se refiere a la acción de


respetar; es equivalente a tener veneración, aprecio y reconocimiento por una
persona o cosa. La palabra proviene del latín respectus, que traduce ‘atención’,
‘consideración’, y originalmente significaba ‘mirar de nuevo’, de allí que algo que
merezca una segunda mirada sea algo digno de respeto.
El respeto es uno de los valores morales más importantes del ser humano, pues
es fundamental para lograr una armoniosa interacción social. El respeto debe ser
mutuo y nacer de un sentimiento de reciprocidad.

Una de las premisas más importantes sobre el respeto es que para ser respetado
es necesario saber o aprender a respetar, a comprender al otro, a valorar sus
intereses y necesidades.

El respeto también debe aprenderse. Respetar no significa estar de acuerdo en


todos los ámbitos con otra persona, sino que se trata de no discriminar ni ofender
a esa persona por su forma de vida y sus decisiones, siempre y cuando dichas
decisiones no causen ningún daño, ni afecten o irrespeten a los demás.

Respetar es también ser tolerante con quien no piensa igual que tú, con quien no
comparte tus mismos gustos o intereses, con quien es diferente o ha decidido
diferenciarse. El respeto a la diversidad de ideas, opiniones y maneras de ser es
un valor supremo en las sociedades modernas que aspiran a ser justas y a
garantizar una sana convivencia.

Fraternidad

Fraternidad es un término derivado del latín frater, que significa hermano. Por esta
razón, fraternidad significa parentesco entre hermanos o hermandad. La
fraternidad universal designa la buena relación entre los hombres, en donde se
desarrollan los sentimientos de afecto propios de los hermanos de sangre, unión y
buena correspondencia.

La fraternidad es el lazo de unión entre los hombres basada en el respeto a la


dignidad de la persona humana, en la igualdad de derechos de todos los seres
humanos y en la solidaridad por de unos por los otros.
La fraternidad es un valor que no se resume solo a los hombres sino un valor
universal y transversal a todos los seres humanos de considerarnos todos
hermanos. De esta manera el valor de la fraternidad nos lleva a ser solidarios,
respetuosos y empáticos unos con los otros.

Hermandad

El origen etimológico de la palabra deriva del latín pues es fruto de la suma de dos
componentes léxicos de dicha lengua el sustantivo “germanus”, que puede
traducirse como “hermano” y el sufijo “-dad”, que se usa para indicar “cualidad”.

La hermandad es el vínculo de parentesco que existe entre los hermanos. Dos


individuos son hermanos, a su vez, cuando comparten ambos padres o uno de
ellos. También se les dice hermanos a los miembros de ciertas asociaciones y a
los amigos muy cercanos.

La idea de hermandad también puede usarse para aludir a una amistad íntima o


una relación basada en la fraternidad o el afecto, basándose en esta idea, es
también entendida como cualquier unión de personas que se base en sentimientos
similares y que suponga completa entrega y compromiso con el otro. Así,
muchas instituciones sociales son entendidas como hermandades (por ejemplo,
instituciones educativas, logias, instituciones religiosas, partidos políticos, etc.) y
se organizan en torno a esta misma noción de solidaridad, identificación con
ideales y valores similares, compañía, compromiso, cariño y constante contacto
con el otro.

La Apatía
La apatía se define como una pérdida o disminución de la motivación en, al
menos, dos de estos tres aspectos: conductas dirigidas a objetivos, actividad
cognitiva o expresión emocional, siendo suficiente como para causar una
alteración significativa en la vida cotidiana. 

Exceso
La etimológicamente la palabra exceso nos remite al vocablo latino excessus. Se
llama exceso a la parte o el porcentaje que supera un límite o una medida, y a
aquello que trasciende la barrera de lo permitido, lo ordinario o lo recomendado.
En el Ámbito Jurídico Se trata de todo acto de violencia, o crueldad que supera
el mal tratamiento ordinario. Igualmente, señala que la violencia debe ser grave,
pues solo así se imposibilita la vida en común

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