Está en la página 1de 4

Dossier de textos

Tendencias Historiográficas I

1ª parte: Prehistoria

Profesora: Violeta Moreno Megías

1.-

“Encontramos, además, que el año de nuestros antepasados, y los años de los antiguos egipcios
y hebreos tenían la misma duración que el juliano, constando de doce meses iguales, cada uno
de ellos de 30 días (porque no se puede probar que los hebreos hicieran uso de meses lunares
antes de la Cautividad de Babilonia), añadiendo al final del duodécimo mes, la cantidad de
cinco días, y cada cuatro años, seis.

Y he observado por la sucesión continuada de estos años, puesto que se habla de ellos en la
sagrada escritura, que el fin del gran Nabucodonosor y el comienzo del reino de Evil-Merodak
(su hijo), ocurrió en el año 3442 del mundo, pero por cotejo de la historia caldea y el canon
astronómico, tuvo lugar en el año 186 de Nabonasar, y, por cierta conexión, debe seguirse el
año 562 antes de la Era Cristiana, y del período juliano, el 4152.

Y por lo tanto, yo entendí que la creación del mundo tuvo lugar en el año 710 del Período
Juliano, situando su comienzo en el otoño: pero igual que el primer día del mundo empezó la
víspera del primer día de la semana, he observado mediante las tablas astronómicas que el
domingo más próximo al Equinoccio de Otoño en el citado año 710 (a pesar de la detención del
sol en los días de Josué, y su retroceso en los días de Ezequiel), ocurrió el día 23 de octubre
juliano, de aquí concluimos que puede deducirse tanto el primer día de la creación como el
inicio del tiempo, a partir de la víspera de ese primer día del año juliano”.

J. Ussher (1658), The Annals of the World (cap. IV)

2.-

“Desgraciadamente, los estudios prehistóricos comenzaron a mitad de este siglo y prosiguen con
empeño en nuestros días; no solo prescindiendo de la divina revelación, sino casi siempre
enfrentándose al dogma católico y a la verdad e inspiración de la narración mosaica, con la
necia pretensión de inculcar y propagar alguno de estos tres errores o los tres a la vez: la
antigüedad indefinida del linaje humano, el salvajismo natural de los primeros hombres y
la progenie animal y descendencia simiana de nuestra especie.”

Manuel De la Peña Fernández (1890), Manual de arqueología prehistórica. Sevilla.


3.-

“El concepto de imperialismo en el mundo antiguo (…) implica un sometimiento económico y/o
político de un poder exterior a la comunidad (…) en el que la explotación ejercida por el
poder imperial (por ejemplo, en forma de tributo) o por alguno de sus miembros, no tiene
por qué implicar necesariamente un control directo de las condiciones de producción. (…)

Algunos de estos rasgos pueden reconocerse en la política cartaginesa de la segunda mitad del
siglo III a.C. En esta época se produjeron en Cartago una serie de cambios en sus relaciones
exteriores que definirían nuevas formas de imperialismo a diferencia del modelo de relaciones
vigente en los siglos precedentes. Estos cambios se originaron a raíz de la progresiva
expansión de Cartago hacia el interior africano en los siglos V y IV a.C., lo que produjo un
considerable aumento de la agricultura organizada en grandes propiedades y el empleo de
una masiva fuerza de trabajo esclava o libia sometida. (…)”

José Luis López Castro (1995), Hispania Poena. Los fenicios en la Hispania romana. Barcelona.

4.-

“Puesto que el hombre nace de una raza y dentro de ella, su cultura, educación y mentalidad
tienen carácter genético. De ahí esos caracteres nacionales tan peculiares y tan profundamente
impresos en los pueblos más antiguos que se perfilan tan inequívocamente en toda su actuación
sobre la tierra. Así como la fuente se enriquece con los componentes, fuerzas activas y sabor
propios del suelo donde brotó, así también el carácter de los pueblos antiguos se originó de los
rasgos raciales, la región que habitaban, el sistema de vida adoptado y la educación, como
también de las ocupaciones preferidas y las hazañas de su temprana historia que le eran
propias. Las costumbres de los mayores penetraban profundamente y servían al pueblo de
sublime modelo.” 

J. G. Herder (1784-1791), Ideas para una filosofía de la Historia de la Humanidad 

 5.- 

“El Espíritu germánico (der germanische Geist) es el Espíritu del Nuevo Mundo (neuen Welt),
cuyo fin es la realización de la verdad absoluta, como autodeterminación infinita de la libertad,
que tiene por contenido su propia forma absoluta. El principio del imperio germánico debe ser
ajustado a la religión cristiana. El destino de los pueblos germánicos es el de suministrar los
portadores del Principio cristiano.” 

G. H. Hegel (1837), Vorlesungen über die Philosophie der Geschichte 

 
6.- 

“Con el mismo análisis estético, las joyas y hasta las cerámicas ricas del Carambolo presentan
otra nota de positivo interés. Es una especie de ostentación excesiva de la riqueza, una
acumulación de materia y de adorno, una superabundancia que tiene a la vez de primitivo y de
complicado. Algo así como un lujo bárbaro, que probablemente obedece a un regusto
obsesivo de la opulencia. Esto tiene otro nombre: es barroquismo. Con lo que tenemos una
nota más, española y andaluza” 

J. M. Carriazo (1973), Tartesos y El Carambolo: 676 

7.- 

“En la unidad geográfica peninsular (…) se formaron desde la prehistoria pueblos de


diferentes composición que ya habían cristalizado antes de la romanización. Con la
unificación cultural romana, no política puesto que se trataba de provincias
independientes, a la cual siguió una más efectiva visigótica, aunque no del todo completa,
como la musulmana, aquellos pueblos continúan siempre vivos y solamente a través de
ellos se puede explicar la España medieval con la Reconquista y los Estados que de ella
resultan. 

Pueblos que no desaparecen con las tendencias unitarias posteriores y renacen en el siglo XIX.
Pueblos que son la realidad española, a los que superponen las que yo llamo las
´superestructuras` -romana, visigótica, califal, de las dinastías extranjeras de los Habsburgos y
los Borbones-, y que, a diferencia de otros en los que las conquistas o la evolución interior
llevan a la formación de naciones unitarias y compactas, no se funden ni se identifican con la
estructura estatal, de lo que provienen graves problemas que llegan a nuestros días." 

P. Bosch-Gimpera (1976), “Cataluña y España”, en La España de todos. Madrid.

8.- 

“Ampurias es la última ciudad griega de occidente. En ella los romanos desembarcaron por
primera vez para combatir a Cartago. Y en ella asienta Catón el Grande el primer gran
campamento civilizador. Tras la conquista romana España dejó de ser tierra de tribus y pasó a
ser tierra imperial. Antes que en Tarragona y en Córdoba o Itálica, en Ampurias, la Hispania
Antiqua tomó contacto con el mundo clásico. Ella fue la primera ventana hacia el Mediterráneo
que nos trajo ambiciones y sentido histórico. Roma tras los pasos de los helenos de Ampurias
metió a España en la Historia del Mundo para siempre” 

M. Almagro Basch (1939), Editorial, Ampurias 1

9.- 

“Si se acepta la hipótesis del sentido, éste conduce a considerar las representaciones como un
sistema de expresión, como un lenguaje figurado. (…) El aporte de la Lingüística ha
permitido aplicar ciertos conceptos al análisis de la imagen, pero no parece posible
considerar la imagen como una lengua en el sentido estricto del término: se pueden registrar
los elementos de la imagen que serían como el vocabulario y ciertas combinaciones de estos
elementos, por su repetición, podrían describirse como sintagmas. 

Hay una sintaxis de la imagen, pero sus reglas de construcción son mucho más abiertas y
variables que las de una lengua articulada, organizada linealmente en el tiempo.” 

François Lissarrague (1990), L’autre guerrier. Archers, peltastes, cavaliers dans l’imagerie
attique. Paris-Roma 

10.- 

“Desde un punto de vista zoológico, la cultura no es más que un medio para mantener el
proceso de la vida de una especie particular, Homo sapiens. (…) Pero para satisfacer estas
necesidades del hombre se requiere energía. De ahí que la función primordial de la cultura
sea la de embridar y dominar la energía a fin de que pueda ser puesta a trabajar al
servicio del hombre. (…) Con ayuda de instrumentos tecnológicos la energía es dominada y
puesta a trabajar. El funcionamiento de la cultura como un todo halla en consecuencia su base y
determinación en la cantidad de energía dominada y el modo en la cual la misma es puesta a
trabajar. 

Pero «el modo en que es puesta a trabajar» introduce otro factor aparte de la energía. La energía,
en sí misma, carece de significado. Para que tenga sentido en los sistemas culturales, la energía
debe ser encauzada, dirigida y gobernada. Naturalmente, ello es llevado a cabo con ayuda de
medios tecnológicos, por medio de herramientas de una u otra clase. La eficiencia de medios
tecnológicos varía; algunos son mejores que otros. La cantidad de alimento, ropas u otros
productos obtenidos mediante el consumo de una determinada cantidad de energía, será
proporcional a la eficiencia en los medios tecnológicos usados para poner a trabajar la
energía, quedando constantes los demás factores. (...) 

Si se suponen constantes los demás factores, la cultura evoluciona a medida que aumenta la
cantidad de energía aprovechada anualmente per cápita, o a medida que aumenta la eficiencia de
los medios instrumentales usados para poner a trabajar la energía.” 

Leslie White (1964), La ciencia de la cultura 

También podría gustarte