Está en la página 1de 5

● ¿Qué es para ti el sexo?

○ Dos cosas, juntas y separadas:


■ Por un lado es una muestra de amor con la persona que quiero. Si
tuviera que elegir, siempre elegiré el sexo con sentimientos. Como
también creo que es una actividad que puede ser divertida y
placentera, es mejor en la intimidad de una relación, por la cercanía
de conocer a la otra persona.
■ Pero también una necesidad física o instintiva. Lo mismo que siento
hambre, pues siento un deseo sexual. Y lo mismo que disfruto
comiendo las comidas que me gustan o leyendo, o jugando a algún
juego, también lo veo algo ‘divertido’ en ese sentido.
○ Entonces, digamos que son dos mundos (amor y placer) que juntos estarían
mejor. De primeras no me acostaría (no lo he hecho nunca) con una chica
que acabe de conocer, y siempre se me ha hecho muy difícil el contacto
cercano (besos, sin ir más lejos) con chicas o mujeres por las que no tengo
sentimientos. Ahora bien, he tenido ciertas experiencias que prefiero contarte
que rompen un poco esto que te acabo de decir, aunque en mi cabeza son
perfectamente lógicas.
● ¿Qué comentarios escuchaste en tu infancia acerca del cuerpo y de dar y recibir
placer?
○ Nada, absolutamente, al menos en la familia. No con fines sexuales, pero a
mí siempre me ha gustado que me acaricien (la espalda, los brazos…) desde
que era pequeño. Mi madre y mi abuela lo han hecho siempre, les decía
“ráscame la espalda” y me podía quedar horas. Incluso siendo bastante
mayor, si visitaba a mis padres un fin de semana y me quedaba viendo la tele
con ellos, se lo decía a mi madre. Pero ni de masturbación, ni de sexo, ni de
placer, nada de nada se ha hablado.
● ¿Te hablaron del sexo en casa?
○ No, para nada. Solo desde el tema de los embarazos indeseados, y que yo
llevara mucho cuidado (“lleva cuidado”, así, en general, sin mayor detalle).
Esto siempre me ha llamado la atención, porque ese tipo de comentarios o
advertencias de mi madre contrastan mucho con mi forma de ser: yo he sido
siempre más enamoradizo que ‘macho alfa’, he tenido muchas amigas pero
que han sido solo eso, amigas que me ven como un amigo y me lo decían
claramente. Vamos, que ni yo iba con intención de acostarme con cualquiera,
ni iba a discotecas buscando ‘pillar’ cuando era adolescente, ni llevaba esas
actitudes. Pero cada vez que iba con mis amigos al cine, mi madre me
preguntaba si iban chicas y si la respuesta era que sí, me decía que llevara
cuidado, medio en broma medio en serio.
● ¿De qué manera se trató ese tema en tu familia?
○ Siempre evitándolo, en las películas o series o cosas así ha sido siempre un
tabú, hasta que tuve unos 20 años, creo. Cada vez que había alguna escena
de sexo, mis padres se callaban, y yo también, me daba vergüenza
mencionar cualquier cosa. Además, tendría, creo, unos 12 años cuando una
amiga me dejó la película de Titanic, y la vi con mi hermano cenando una
noche, y mi padre estuvo pendiente todo el rato para rebobinar la parte
donde sale la chica desnuda, por lo que sea no quería que viéramos la
escena. Yo sabía lo que estaba haciendo pero tampoco le pregunté por qué
lo hacía, me daba vergüenza que supiera que yo sabía que estaba
rebobinando hacia delante para que no viéramos esa escena. En general se
obviaba ese tema cuando salía algo en la tele o en alguna película.
● ¿Cómo se vivía la sexualidad en tu núcleo familiar?
○ Nada, cero. Yo creo que por temas de vergüenza, puesto que mis padres no
han sido estrictos religiosamente con nosotros, ni puritanos, ni nada. Pero
creo que sí han sido relativamente pudorosos.
● ¿Qué comentarios escuchaste acerca del sexo a los adultos con los que convivías o
te rodeaban?
○ Es que creo que nada en absoluto. Lo único que recuerdo es que cuando
tenía unos 16 o 17 años, empecé a buscar imágenes de mujeres desnudas
en internet. Y mi padre lo vio en el historial del ordenador. El caso es que me
preguntó, y yo me sentí muy mal. Pero mi padre me dijo que era una cosa
normal, que en su época había revistas y que ahora todo eso está en
internet. Nunca he vuelto a hablar de ello, me ha dado mucha vergüenza
recordar eso siempre. Todavía me sigue dando vergüenza cuando en
reuniones familiares o cosas así alguien menciona algún tema de estos, o
chistes verdes.
○ Y luego hubo un día, al poco de cumplí 18 años, que después de hacer la
selectividad una amiga nos invitó a pasar una semana en casa de la playa al
grupete de amigos de toda la vida. Éramos dos chicas y dos chicos, sin
padres. Yo sabía que no iba a pasar nada con ellas, ni buscábamos nada,
pero mi madre le dijo a mi padre antes de irme que “habláramos de lo que
teníamos que hablar”. Y mi padre se sentó conmigo y me dijo “¿Te tengo que
explicar algo?” Y yo le dije que no, y así se quedó la cosa, él estaba muerto
de la vergüenza creo yo. Yo fantaseaba y fantaseo mucho, pero creo que soy
consciente de la realidad y no voy forzando encuentros sexuales a la mínima.
No sé qué pensarían mis padres, pero es que eran amigas de toda la vida,
desde que teníamos 6 años, que además nos contaban de qué chicos
estaban enamoradas y todas estas cosas. Cero peligro, vaya.
● ¿Quiénes han sido tus referentes con respecto a tu educación sexual?
○ No lo sé. Nadie. En el colegio, lo típico, profesores con la versión ‘oficial’ y
luego algún compañero que siempre iba de listillo explicando de qué iba el
tema.
● ¿Cómo has vivido tus encuentros sexuales hasta el momento?
○ Cuando empecé a salir con mi exnovia, bien al principio. Con cierta
curiosidad y desconocimiento. Ella llevaba la voz cantante (tenía 28 años, yo
22) pero al mismo tiempo yo iba proponiendo cosas que habrá podido ver o
que me apetecían. Estuvo bien hasta que empecé a aguantar muy poco: a
partir de ahí fui con mucho ‘miedo’ a que se enfadara. Te lo cuento más
abajo con más detalle.
○ Luego apareció una chica con la que estuve medio tonteando un mes, y me
pareció divertido el asunto. No sabía que te podías ‘divertir’, y tengo un buen
recuerdo, aunque ella me dejó un poco trastocado, te lo cuento más abajo
también.
○ Luego, encuentros esporádicos iba más con el calentón que otra cosa,
porque pagué por ellos.También aguantaba ‘poco’, los veía como satisfacer
una necesidad. Iba, también, con un poco de nervio, por sentirme ‘poca
cosa’.
○ Y ya conocí a mi mujer y la verdad es que fui con nervios al principio pero
todo salió sorprendentemente bien. El acto en sí, fenomenal. Y lo que voy a
decir a continuación no lo digo en tono negativo, pero quizá por la rutina, en
el día a día voy con un poco de miedo al rechazo cuando sugiero tener
relaciones: no tanto por mí, sino por no querer ser insistente. Y a veces he
sentido un poco de pereza también, lo cual me da rabia. Pero decir: “uf, si
ahora le tengo que dedicar una hora a esto, no me da tiempo a otra cosa”. Y
por eso no hice ningún intento. Otras veces siento que no doy con la tecla
cuando insisto varias veces, o varios días seguidos, porque no quiero
generar una dinámica negativa. En general, 9 de cada 10 veces que lo
hemos hecho ha sido por querer yo, aunque sospecho que Carmen te diría
que no es así.
● Del 1 al 10, ¿qué nota te pondrías como amante?
○ Yo creo que bastante alta, un 8 o un 9, por los siguientes motivos:
■ Soy bastante versátil. Como en otros aspectos de la vida, me gusta la
variedad, no tengo algo ‘preferido’ a por lo que vaya siempre o sea la
norma. No suelo decir que no, soy bastante proactivo y me gusta ver
y hacer disfrutar a la otra persona.
■ Me considero una persona limpia y aseada, creo que eso es
importante también.
■ Desde que comencé a tener relaciones con mi pareja, aguanto
bastante en la cama y eso fue algo nuevo para mí, porque no era
habitual (te lo explico más abajo). Pero vamos, llevamos casi 4 años y
el 95% de las veces puedo estar el tiempo que haga falta. No sé si
esto fue una consecuencia directa de perder peso, pero es que
conocí a mi pareja un par de meses después de mi cambio físico,
estoy convencido de que ayudó.
■ (Luego hay cosas subjetivas, si no le entro por los ojos a otra
persona, no puedo hacer nada)
● ¿Qué nota crees que te pondrían tus exparejas o antiguos amantes?
○ Muy baja, salvo en el tema de las manos. A las chicas con las que he estado,
por lo que sea, les gustaba mucho que les tocara.
○ ¿Por qué creo que me pondrían nota baja mis exparejas? Mi única expareja
oficial, por así decirlo, llegó a generarme mucha presión porque duraba muy
poco cuando lo hacíamos. Yo ofrecía soluciones y otras rutinas, por decirlo
así. Pero ella se empeñó a partir de cierto punto de hacerlo solo en una
posición y no pasábamos de ahí. Entonces creo que ella me daría una nota
baja por eso, recuerdo que se enfadaba mucho y yo lo pasaba mal. Lo de las
manos sí que le sorprendió mucho (a mí también, yo no había estado con
ninguna chica antes que ella), y creo que en ese aspecto sí me pondría nota
alta.
○ Otra razón por la que creo que me pondrían nota baja es porque la otra chica
con la que me he acostado ‘con sentimientos’ de por medio (esto fue
después de esta exnovia del párrafo anterior) me decía que yo tenía un
problema y me dijo que necesitaba tomar viagra. Yo creo firmemente que
estaba equivocada, pero eso fue el detonante para que cortáramos la
relación cuando llevábamos un mes conociéndonos, de tonteo. También me
decía que con las manos muy bien, y no creo que le disgustara lo demás,
pero estaba empeñada en que yo tenía un problema. Me sorprendió mucho
esto, hablé con mi padre (lo cual me dio una vergüenza tremenda y no le
conté toda la verdad) y también con una médico y ya me quedó claro que no
necesitaba eso para nada. En resumidas cuentas, mi problema hasta que
conocí a mi mujer era que yo creía que duraba muy poco, pero nada de
disfunción eréctil ni nada parecido.
○ Mi actual pareja creo que me pondría una nota muy alta porque no han
surgido estos problemas. A veces alguno, pero cosas menores o normales: el
problema es que no lo hacemos lo suficiente, o que no gestionamos bien los
preliminares… Cosas así. Pero cuando se da el caso y lo hacemos, creo que
estamos los dos muy contentos, hemos hablado de este tema más de una
vez.

Y luego, otras cosas que querría comentar que creo que me han afectado en mayor o
menor medida:

- Perdí la virginidad con 22 años, bastante mayor para el resto de personas con las
que me he movido, y fue porque salía con esta chica en Estados Unidos. Pero es
que mi primer beso sería con 21… No sé si eso me ha pasado factura.
- Solo he tenido sexo ‘sin sentimientos’ pagando. A partir de dejarlo con esta chica
con la que salía en Estados Unidos comencé, de vez en cuando, a ir a este tipo de
sitios. Creo que no gestioné bien la ruptura, y ella tampoco me ayudó precisamente.
Pero bueno, el caso es que me animé a ir a un sitio de estos y de vez en cuando
repetía. Yo lo he visto más como una transacción que como sentimientos. Tenía la
sensación de estar engañando a alguna chica si lo que yo buscaba era solo y
exclusivamente sexo, y satisfacer una necesidad. No me parecía bien, me sentía
culpable y además intuyo que no estoy hecho para esas relaciones, por experiencias
de gente cercana eso suele acabar bastante mal por parte de uno o de ambos. (De
hecho, la única vez que he quedado con una chica por Tinder, la dejé en su casa
después de cenar porque sentía eso, que me estaba aprovechando de ella, no me
atrevía a hacer nada con ella). Entonces, lo mejor era (pensé) ir a un sitio donde no
hubiera ningún engaño. Y estuve haciendo eso desde 2016 o así hasta 2019, muy
esporádicamente, pero de vez en cuando.
- Me cuesta hablar de estos temas con la gente, soy muy reservado, me da mucha
vergüenza por lo general. Creo que lo que pasa es que no quiero que piensen que
soy de una manera u otra. Pero el caso es que tengo curiosidad y me gustaría
hablar de estos temas.
- Creo que tengo muchas fantasías. O sea, por lo general pienso bastante a menudo
en el sexo. Me parece curioso que mis fantasías tengan su lado de realismo, una
base medianamente verídica. No me imagino teniendo relaciones en el espacio
exterior, pero sí con una chica que haya podido ver en el gimnasio, por ejemplo.
- Desde que descubrí que se podía ver pornografía en el ordenador, desde los 16-17
años calculo, no he dejado hasta comienzos de este año. Este año vi unos vídeos en
YouTube que hablaban de que podía ser nocivo sobreestimular el cerebro y me
asusté un poco. Desde entonces decidí dejar de verlo, llevaré unos 6 meses o así, y
estoy contento por la decisión aunque a veces siento el impulso, claro. Sentía que
solo podía masturbarme si me ponía algún vídeo o algo. Y en algunas ocasiones,
hace ya años, me he podido tirar fácilmente una hora viendo vídeos cuando me
apetecía. No sé si esto es causa o consecuencia de no haber tenido mucha
actividad sexual. Y bueno, recuerdo empezar a masturbarme, sin saber lo que hacía,
claro, desde la guardería.
- Por otro lado, siempre creo haberme sentido más cómodo en compañía femenina
que masculina. Y eso que con mi hermano o con mi padre tengo una relación muy
buena. Pero para expresar mis sentimientos, siempre he preferido ir a alguna amiga
que amigo.
- Creo que esto, sin embargo, ha tenido consecuencias un poco ‘nefastas’, de
confundirme en muchas ocasiones y ‘enamorarme’ de mis amigas. De pensar: “Si
nos llevamos muy bien como amigos, pues por qué no algo más”. Con el tiempo he
visto que era un rasgo mío de personalidad y bueno, me da un poco de vergüenza
recordar esto. Pero en general estoy bien ahora y muy contento y enamorado de mi
mujer. Al final la experiencia de la edad te va enseñando, claro.
- Y luego te comentaré un incidente que tuve en el instituto con un chaval. Eso me
torturó durante varios años. Con el paso del tiempo ‘sané’ esa herida.

También podría gustarte