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CÁTEDRA: PSICOLOGÍA EVOLUTIVA I

ESTUDIANTE: OCAMPOS CAMILA

DOCENTE: FLORENCIA DOMES

COMISION: 17

FECHA: 29/05/2023

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JUANA, 4 AÑOS.
Visita a la abuela para una cena familiar en donde hay 4 personas más además de su
mamá y su papá. Se encuentra cansada y con sueño. Solo se mueve entre el
comedor donde sobre la mesa hay bloques para jugar y el patio donde están haciendo
fuego para cocinar. Solo hay una puerta de por medio entre el patio y el comedor.
La observación inicia a las 21:15 estirándose por 30 minutos.

Observación:
Se encuentra en el comedor con su abuela al lado. Esta sentada en una silla jugando
con bloques. Apila 3 o 4 bloques todos tomándolos de la mesa con la mano izquierda
pasándolos a la mano derecha para colocarlos uno arriba del otro. Desarma rápido la
torre, se baja de un salto de la silla y se va hacia afuera en busca de la madre. Se le
para adelante mirando para arriba en busca de sus ojos, levanta ambos brazos y le
pide “upa”. La madre la levanta en sus brazos y después de unos segundos le
pregunta que está haciendo y Juana contesta “estoy jugando con boques.” La madre
le pregunta varias veces lo mismo simulando no entenderla y entre risas responde lo
mismo, hasta que responde “jugando con bloques”. La madre dice que ahora si la
entendió.  
Se mantiene a upa de frente con la madre mientras miran el fuego que se está
haciendo a un metro y medio. Toma una bufanda que tiene puesta la madre y se la
lleva a la boca como pensando. La madre le dice que no lo haga y lo deja de hacer.
Mantiene una conversación con la madre (que no logro entender bien lo que dice).
Apoya despacio la frente con la frente de su madre, gira su cabeza hacia su lado
izquierdo, nota mí presencia y me sonríe. Comienza a hablarle a la madre en secreto,
al oído, entonces la madre le  pregunta al tío de Juana que se encuentra haciendo el
fuego: “pregunta Juana si te tiras gases” mientras Juana se esconde en el cuello de la
madre y se ríe cuando recibe una respuesta. Ve que llega su padre en auto y se baja
de a upa de su madre y va corriendo con sus brazos extendidos hasta la vereda de la
casa esperando al padre, como el padre se demora, se vuelve hacia donde está la
madre corriendo y le vuelve a pedir upa. La madre le dice que no, entonces ella toma
ambos brazos de la madre y empieza a contar “uno dos y… tres” tomando envión y
pegando un salto para que le conseguir que la madre la levante, pero solo consigue
que la madre la levante unos pocos centímetros del piso. Vuelve a repetir este juego
dos veces más hasta que ve que se acerca el papa cargando unas cosas, se acerca a
él para acompañarlo el resto del camino del patio hacia el comedor poniendo ambas
manos cerca pero sin tocar lo que lleva el padre mientras caminan . El padre le dice
que lo ayude pero ella dice “no puedo” con un tono de que lo que dice es una obviedad

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(porque era pesado) sin embargo apoya las manos y simula ayudar. Una vez adentro
sus ojos encuentran la mesa con bloques desparramados y se trepa a la silla para
sentarse y los empieza a armar. Toma un grupo de bloques que ya está armado y lo
desarma con ambas manos, se baja de un saltito de la silla y se va hacia afuera en
busca del padre. Lo encuentra se le pone enfrente y le estira los brazos mirando para
arriba para pedirle que la levante pero le dice que no. Baja los brazos y rodea al padre
para volver hacia adentro donde está la madre parada al lado de la puerta y sin
pedírselo la madre la levanta. Se mantiene a upa de la madre de frente a ella mientras
juguetea con su ropa, los broches de una campera de abrigo, intenta abrocharla
apretando un broche con su mano derecha solamente. La madre la lleva hacia al lado
de la silla donde estaba sentada Juana antes y estira las piernas para bajarse,
tanteando con los pies la silla para pararse sobre ella, flexiona las rodillas y se
arrodilla de frente a la madre siguiendo intentando abrochar los botones que están
más por debajo. Deja esto y se sienta en la silla para tomar los bloques que están en
la mesa. Toma uno a la vez con la mano derecha armando una torre, le pide ayuda a
la madre para que queden bien presionados cada vez que apila uno nuevo. Sostiene
la construcción con la mano izquierda mientras con la otra pone uno nuevo cada vez.
Arma algo parecido a un avión. Lo toma y o pone frente a los ojos de la madre
simulando ser un avión, lo deja de nuevo sobre la mesa y elije con la vista y las manos
entre bloques chiquitos y grandes, agarra uno chiquito y sigue construyendo.
Encuentra sobre la mesa unos bloques juntos y los separa para ponerlos de a uno. La
abuela le pregunta si durmió siesta pero le da vergüenza, mira a la madre y no
contesta, mira hacia la mesa y sigue armando los bloques. Utiliza ambas manos para
mantener firme la construcción. Le dice a la mamá “mira, mira lo que hice” dándole
unos toquecitos en el pecho. Toma un bloque de la mesa y se lo sede la madre para
que le ayude a armar. La madre pone uno solo y ella sigue con el resto. Pone uno
sobre un lado de su construcción pero no le gusta, lo saca y elije otro lugar. Se baja de
un saltito de la silla, callada se pone al lado de la madre y empuja despacio a la madre
hacia la silla, la madre se sienta y la sube a su falda de frente a la mesa. Ahí sigue
armando los bloques tomando de a uno con su mano izquierda. Toma uno y se lo da a
la madre, la madre pone uno y ella sigue con el resto. Encuentra un pedazo de
bastantes bloques ya armado y lo desarma todo para usarlos en la nueva
construcción. Intenta poner uno y casi se cae (porque la torre ya es muy alta). Le pide
a la madre que lo sostenga “tene así” mostrándole como hacer. Igualmente pone un
bloque y la torre se cae, esto le causa gracia y se ríe diciendo: “hay que armarlo de
vuelta.” Comienza a armar de vuelta poniendo los bloques de base. Entonces pregunta
a la madre ¿lo armamos de vuelta? Sin dejar de acomodar bloques. Pone bloque tras

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bloque mas rápido que en la construcción anterior, poniendo uno a la vez, siempre los
toma de la mesa con la mano izquierda y los pasa a la mano derecha para ponerlos
uno arriba del otro. Cuando intenta poner uno se le tambalea la torre y se ríe
sosteniéndolo con ambas manos para que no se caiga. Toma uno con la mano
izquierda y le da a la madre para que ponga. Mientras la madre habla con la abuela
ella sigue concentrada teniendo con una mano la torre y con la otra apilando. La
madre saca su celular del bolsillo y rápidamente gira la vista a la derecha en dirección
a la pantalla, se distrae mirándolo por un rato largo, mientras juguetea con un bloque
que sostiene con ambas manos pero sin mirarlo. Sigue mirando el celular de su madre
por un rato. Y en un momento sostiene el bloque solo con su mano izquierda para
estirar su brazo derecho para tocar la pantalla. La madre se lo aleja antes de que
pueda tocarlo y ella se ríe intentando tocarlo dos o tres veces más haciendo como una
broma.
La madre guarda el celular y Juana dirige la mirada a la mesa y siguió armando los
bloques. Le dice algo a la madre en voz baja (yo no escucho lo que dice). Sigue
buscando bloques de la mesa con la mano sin sacar la mirada a la torre, pero con el
tacto no encuentra mas y mira toda la mesa en busca de mas bloques, encuentra los
pocos que quedan se estira para agarrarlos y ponerlos cerca de ella. Le da la vuelta la
construcción con una sola mano para ponerle más bloques del lado de atrás, se
tambalea pero lo llega a estabilizar con la otra mano y puede poner un bloque. Sigue
moviendo la construcción con una sola mano para girarla un poco y se cae
desarmándose toda, se ríe a carcajada y dice: “hay que armarlo otra vez”. La madre le
pasa en la mano los bloques más alejados a ella. A medida que le recibe uno nuevo lo
pone en la nueva torre. La madre intenta poner uno pero ella pone la mano izquierda
entre la construcción y el bloque de la madre para no dejar que entre, la madre aleja
apenas la mano y en su lugar se apresura para poner su bloque con la mano derecha.
Esta vez toma los bloques con la mano derecha y los pone con la mano derecha sobre
el lado derecho de su construcción inclinando un poco la cabeza hacia ese lado para
ver mejor, pone más o menos 4. Después intercambia la mano y se inclina hacia el
lado izquierdo para empezar a poner bloques sobre ese lado. Se estira sobre la mesa
para seguir tomando bloques pero no llega, la madre se los alcanza, ninguna habla,
sigue jugando con menos ganas en silencio por unos minutos más casi durmiéndose.

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