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Clase 1

Sitio: Campus - DGES Imprimido por: MILAGROS ROSAS


Cultura Digital av 1:Tecnologías digitales y Ciencias de la Día: Tuesday, 23 de May de 2023, 12:34
Curso:
Computación
Libro: Clase 1
Tabla de contenidos

Cultura digital y tecnología


Conjunto de saberes y prácticas en torno al uso cotidiano de tecnologías digitales
Contribuimos cotidianamente a construir la cultura digital
Las tecnologías digitales no son neutras
Oportunidades y riesgos de las tecnologías digitales
Cierre
Sobre esta clase
Cultura digital y tecnología

Cuántas veces, para hablar con alguien, hemos preguntado: “¿Tenés un minuto?”. La certeza de que es un tiempo brevísimo
aumenta las posibilidades de que la persona nos brinde un momento de atención. Porque tampoco puede pasar tanto en un minuto,
¿no? Sin embargo, según el análisis de Stackscale, esto es lo que sucedía en internet en esos 60 segundos en 2021. 

 
Como complemento de esa información, observemos en el siguiente gráfico las horas por día que pasamos en internet, según el
estudio Digital 2023: Global Overview Report, publicado por DataReportal.

 
¿Qué nos interesa rescatar de lo que muestran estos gráficos? Que, aunque el acceso a dispositivos y conectividad es desigual en el
mundo y en cada país, una parte muy importante de la humanidad interactúa con las computadoras y sus redes de interconexión de
manera diaria. Y lo hace para llevar a cabo los más diversos aspectos de la vida individual y social. No es lo único que hacemos, pero
constituye nuestro modo de habitar el mundo. Es parte esencial de nuestra cultura.  

En este contexto, consideramos valioso que futuros profesionales en el campo de la educación podamos avanzar en construir un
lenguaje común que nos ayude a abarcar este fenómeno. No para que resuelva todas las cuestiones ni explique por sí solo
semejante proceso social, sino como un marco conceptual que contribuya a su abordaje en las prácticas de enseñanza. 

Dado que se trata de fenómenos relativamente nuevos y muy cambiantes, cada valoración está siendo revisada y enriquecida de
manera constante. Teniendo en cuenta este aspecto, el primer concepto que podemos aportar a la construcción de un lenguaje
común es el de cultura digital. 

Les proponemos detenerse en la siguiente definición, ofrecida en una publicación del Ministerio de Educación de la Nación, que
pueden visitar también en el portal Educ.ar: 

La llamada cultura digital hace referencia al conjunto de saberes y prácticas surgidas y desarrolladas en torno al uso
cotidiano, ubicuo y masivo de tecnologías digitales, y particularmente, de Internet. Como usuarias y usuarios contribuimos
cotidianamente a constituirla y –a la vez– se nos presenta como un conjunto de lógicas que las tecnologías digitales traen
consigo (así como las tecnologías digitales no son neutras, la cultura digital tampoco lo es). (Argentina, Ministerio de
Educación, 2021, p. 27)

Aunque es un marco muy valioso, que permite situarnos y hablar en un lenguaje común, no deja de ser una definición que abarca una
gran cantidad de asuntos. Por ello, en función de fortalecer sus trayectorias de formación, les proponemos profundizar en tres
aspectos particulares que conforman esta definición: el conjunto de saberes y prácticas en torno al uso cotidiano de tecnologías
digitales, el modo en que contribuimos cotidianamente a construir la cultura digital, y la implicancia de que las tecnologías digitales no
son neutras. 

No se trata de una selección caprichosa, sino fundamentada en los desafíos que vinculamos al papel de la escuela en la cultura
digital. En este sentido, cada apartado que encontrarán a continuación ofrece: 

• Pistas para reflexionar y construir nuestro modo de leer esta parte del mundo, de mostrarlo y de ubicarnos en él. 
• Materiales audiovisuales y de lectura con el planteo de especialistas. No para imponer sus miradas, sino como punto de partida
para reflexionar sobre nuestras prácticas o visiones.
Conjunto de saberes y prácticas en torno al uso cotidiano de tecnologías digitales

Personas de variadas edades, intereses y necesidades pasan horas por día interactuando con tecnologías. Actividades que van
desde la investigación científica y los millones de publicaciones en las redes sociales, hasta comunicarse con un ser querido o
gestionar el carnet digital de la obra social para obtener un medicamento. Las personas adquieren y ponen en juego múltiples
saberes y prácticas digitales para atender cuestiones importantes de sus vidas. Esto es clave para pensar su enseñanza y las
posibles integraciones con otros contenidos: se trata de un campo específico, pero atraviesa la cotidianeidad de nuestras
comunidades. 

Esta relación compleja entre las tecnologías digitales y la educación se materializa diariamente en las aulas e interpela con fuerza a
quienes la habitan. Para contribuir con la necesaria reflexión, les compartimos un fragmento de una clase del filósofo Darío
Sztajnszrajber en el curso Filosofía de lo contemporáneo, realizado en 2018 en la Universidad Libre de Rosario. 

Con su particular estilo, Sztajnszrajber “pone el dedo en la llaga” respecto a cuestiones que de una u otra manera nos toca vivir. Y se
anima a repensar el rol de los docentes en la educación.

La muerte del aula | Darío Sztajnszrajber

La tarea de enseñar en un contexto de sobreabundancia de información no puede ser idéntica a la de épocas en las que el saber sólo
(o casi) se hallaba en la escuela y sus docentes. Aun a riesgo de simplificar demasiado, podría resumirse que el desafío que
el mundo. 

Les proponemos aprovechar las consideraciones del filósofo como herramientas para nuestra propia revisión de prácticas y
concepciones de enseñanza. En el mismo tono de su exposición, en lugar de la certeza, damos lugar a la interrogación para ir
encontrando pistas sobre cómo superar concepciones que no se ajustan al mundo en que se inserta la escuela. 

Para reflexionar… 

¿Qué papel es deseable para la escuela en un mundo donde cada estudiante “tiene acceso a la memoria universal”, según
la anécdota de Sztajnszrajber? ¿Cómo podemos contribuir a que “pase algo” en el aula que demuestre la singularidad de la
escuela? ¿En qué sentido podría servirnos esa “amistad en la lejanía” a la hora de promover prácticas y saberes digitales en
las clases? ¿Y para aprender? ¿Qué implicancias tiene un “docente inspirador”?
Contribuimos cotidianamente a construir la cultura digital

Muchas veces se proponen miradas fijas sobre lo que hacemos o no con las tecnologías (“están todo el día con el celular y no
aprenden nada”), y el resultado suelen ser acciones unilaterales (se prohíbe el uso del celular en el aula), que debilitan el papel de la
escuela (usar el celular para aprender, crear, ayudar, construir aprendizajes significativos). Naturalmente, son procesos que llevan su
tiempo, pero la escuela puede tener un rol protagónico en la medida en que participe activamente en la construcción de sentido en
torno a estas prácticas. 

Una de las especialistas que analiza el presente de la escuela luego de la pandemia es Inés Dussel. La autora compartió su
exposición en el marco del conversatorio Cultura digital como proceso sociocultural y escolar. 

Nota: Si bien es recomendable ver el video completo, en el marco de esta clase invitamos a visualizar el apartado “La escuela
después de la pandemia”, que dura 9 minutos.

Cultura digital como proceso sociocultural y escolar

Dussel reflexiona sobre la inserción de la escuela en un mundo (y una vida) marcado por la digitalización. Y nos invita a asumir esta
realidad, para incorporarla desde un punto de vista pedagógico. También refleja la variedad de circuitos en los que se intercambia
información entre docentes, estudiantes y comunidades, una red que involucra soportes digitales y no-digitales que se entrelazan
cotidianamente en la vida escolar. A esta última, se encarga de llamarla entorno sociotécnico. Con este concepto, subraya que la
escuela es siempre un espacio que se organiza a partir de condiciones técnicas, pero también sociales, ya que implica formas
particulares de relación.  

Resulta particularmente interesante la reflexión sobre el tiempo y el espacio en la enseñanza y el aprendizaje: estar presentes o a la
distancia, al mismo tiempo (sincronicidad) o en tiempos distintos (asincronicidad), las combinaciones que se generaron según las
particularidades de los niveles, docentes e instituciones, y las potencialidades y limitaciones de cada situación. Junto con eso, la
concepción de los celulares como “soporte del conocimiento”, del mismo modo en que se piensan los libros. 

Finalmente, cabe destacar lo planteado por la especialista respecto al flujo de información en las aulas actuales: la comunicación en
todas direcciones, pero sin “feedback”, sin construcción colectiva de los saberes. Aunque las reflexiones siempre expresan
particularidades y no son directamente extrapolables a nuestras instituciones, es interesante detenernos en ellas y “exprimirlas” en
busca de aquello que pueda ayudarnos a pensar y repensar las prácticas de enseñanza.

Para reflexionar… 

¿Qué papel tiene la presencialidad en la construcción de la cultura digital? ¿Tenemos que contribuir a la adaptación al
mundo que se viene, o a la transformación del mundo? ¿O a las dos?
Las tecnologías digitales no son neutras

Retomemos nuevamente la publicación del Ministerio de Educación de la Nación, para detenernos en el apartado “El imaginario
tecnológico hegemónico”: 

En términos generales, una de las principales características del imaginario tecnológico contemporáneo es que presenta a
las tecnologías desde una mirada instrumental. Esto significa que solemos representarnos a las tecnologías digitales como
meras herramientas, máquinas o mecanismos éticamente neutros, simplemente disponibles y al servicio de unos objetivos
supuestamente definidos desde antes [...]. Entre otros aspectos, lo que este imaginario niega o invisibiliza es el modo en que
la propias tecnologías moldean esos supuestos “objetivos” y, aún más, el modo en que –particularmente en el caso de
Internet– están transformando nuestras subjetividades, es decir, nuestros modos de ser y estar en el mundo, nuestras
percepciones y conductas. 

(Argentina, Ministerio de Educación, 2021, pp. 18-19)

La no neutralidad de las tecnologías digitales es una definición central a considerar en el mundo escolar. Nos interesa ahondar en
esta afirmación, entender de qué manera las tecnologías digitales operan y configuran experiencias. Por ello, vamos a echar mano de
las voces de quienes han aportado al análisis de las tecnologías. 

Aunque se trata de un campo relativamente nuevo, las ciencias sociales han puesto sus ojos en la tecnología. Uno de los autores
reconocidos en estos estudios es Trevor Pinch, quien pone en tensión la mirada que sostiene que las tecnologías se desarrollan
según cuestiones autónomas, sin relación con la sociedad en que se producen. En su trabajo, el autor da cuenta de estos discursos
preponderantes sobre las tecnologías, a los que denomina como deterministas. Dicha perspectiva otorga a todos los artefactos un
perfil neutral (no son buenos ni malos), lineal (todos los desarrollos van mejorando la tecnología anterior) y universal (cumplen su
función en todas partes).  

Una de las consecuencias más graves de la mirada determinista es que clausura los debates respecto al diseño y el funcionamiento
de las tecnologías, centrando el papel de las sociedades (y de la escuela, por supuesto) en enseñar el uso de los artefactos. Por ello,
en el camino de encontrar modelos explicativos que amplíen nuestra manera de concebir las tecnologías que nos rodean, resultan
valiosos los aportes de Bijker y su modelo de Construcción Social de las Tecnologías (SCOT, por sus siglas en inglés), que
presentamos a continuación.  

Material de lectura 

Los conceptos propuestos por Bijker son abordados en un trabajo publicado por la Revista REDES, de la Universidad
Nacional de Quilmes, en 2005. Los invitamos a leer el apartado “Conceptos de tecnología”, que se extiende desde la página
21 hasta la 25 del artículo.
En busca de una alternativa que considere en su justa medida el papel que juegan las tecnologías en nuestra cotidianeidad, el
filósofo, sociólogo y antropólogo francés Bruno Latour buscó alejarse de “los determinismos” e ideó un modo novedoso para entender
nuestras interacciones con las tecnologías. En lugar de debatir si la tecnología determina la sociedad o es al revés, según el
pensador francés, la manera de interpretar la cuestión es considerarnos parte de una red en la que convivimos actores humanos y
no-humanos. Múltiples conexiones entre personas que hacen y tecnologías que hacen hacer. 

El filósofo cordobés Darío Sandrone, quien se especializa en los debates sobre tecnología, retoma algunos postulados de Latour y los
relaciona con la temática de esta propuesta de formación. A continuación, los invitamos a visualizar el video La informática como
objeto de enseñanza, que integra la Clase 1 “La informática como tecnología social”, dictada en el  Profesorado de Educación
Secundaria en Informática del ISEP.

La informática como objeto de enseñanza

Luego de visitar ambos materiales, es posible valorar que tanto Latour como Bijker nos brindan herramientas para problematizar el
análisis sobre las tecnologías (en nuestro caso, las computadoras y sus redes), ampliar nuestra mirada y repensar el papel de la
escuela en su enseñanza. 

Ambos, más allá de sus diferentes propuestas, dan cuenta de que, además de conocer lo que se puede hacer con ellas, es
importante que las comunidades tengan acceso a los conocimientos sobre el diseño y el funcionamiento de las tecnologías que
utilizan. Los procesos de construcción, las técnicas, los propósitos y las implicancias en el uso de las tecnologías digitales están
invisibilizados para la mayoría de los ciudadanos. Los dispositivos no traen transparencia consigo. Como usuarios, vamos dejando
trazos y marcas en ellos, transformándolos en múltiples registros y archivos que pueden luego ser usados con diversos fines. Por lo
tanto, si mantenemos a las tecnologías digitales en una “caja negra” a la cual no podemos acceder, es probable que la selección y su
uso masivo queden librados a creencias intuitivas, dependiendo de recomendaciones de “expertos” o intereses del mercado. 

Los modelos de análisis que proponen los autores antes mencionados permiten explicaciones más adecuadas para quienes nos
encontramos inmersos en el campo educativo. Tomando en cuenta sus señalamientos, es posible considerar el diseño y el
funcionamiento de las tecnologías desde una dimensión pedagógica. Por ejemplo, valorar las diferentes potencialidades que plantea
la utilización de kits “cerrados” de robótica educativa respecto a proyectos que proponen el diseño, el ensamblado y la expansión de
robots con placas electrónicas de diseño abierto, impresión 3D, etc.; o distinguir entre dos aplicaciones según lo que nos “hacen
hacer”. Se trata, en ambos casos, de poner la lupa en las diferentes situaciones de aprendizaje que se podrían construir según el tipo
de tecnología que se utilice. 

La intención es promover una mirada crítica sobre las tecnologías, que, sin dejar de valorar lo referido a las buenas prácticas de uso,
incorpora en su análisis los debates sobre el diseño y el funcionamiento de cada artefacto que se integra con la enseñanza, sea físico
o digital. 

Para reflexionar… 

Según el planteo de Bijker, ¿deberíamos evaluar previamente las aplicaciones y los dispositivos que se distribuyen en las
escuelas? ¿Es esperable el mismo resultado en los aprendizajes con cualquiera de ellas? 

Y, si aceptamos la teoría de Latour, ¿los distintos diseños de computadoras y programas nos hacen hacer cosas distintas?
¿Qué sería lo mejor que podrían hacernos hacer en las aulas y en las comunidades? 
Oportunidades y riesgos de las tecnologías digitales

Las tecnologías digitales se suelen caracterizar o clasificar entre dos polos o posturas que, con fines educativos, describiremos
brevemente. 

• Una mirada optimista, que se sostiene desde una lógica abierta, de una mayor democratización en expresión y participación,
como así también en la expansión del conocimiento.
• Un enfoque pesimista, que se sustenta en que es el modelo cultural ideal para las diferentes formas de control exhaustivo. 

Si bien podemos recuperar aportes de los dos puntos de vista, resulta central comprender que
cada escenario que esté atravesado por tecnologías digitales conjuga algunas oportunidades Para saber más 
y ciertos riesgos. Es posible utilizar las tecnologías digitales para visibilizar y expresarse en
Si te interesa conocer un poco más
torno a causas significativas, por ejemplo, podríamos citar a Greta Thunberg, o la
sobre los casos mencionados en esta
repercusión generada a partir del hashtag #NiunaMenos, pero estas no impiden que –al sección, podés explorar este recurso.
mismo tiempo– se estén generando en las diferentes plataformas o redes sociales una
recopilación de nuestros datos con cada comentario, “me gusta”, clic o hasta visualización que
realicemos, para posteriormente utilizarlos con fines comerciales. 

O, a la inversa, de manera cotidiana, podemos encontrar en las redes sociales comentarios de incitación al odio y la discriminación
llevados a cabo en su mayoría por haters; sin embargo, no podemos negar que son espacios que permiten nuclear a personas que
presentan necesidades en común. 

Dada esta complejidad que presentan, como si se tratase de las dos caras de una misma moneda, nos podemos preguntar: ¿es
necesario pensarlas completamente opuestas y sin puntos de contacto entre ellas? ¿O podemos considerarlas desde un punto de
vista intermedio, para que tensionen otro tipo de vínculo y abordaje en la escuela? 

Como anteriormente mencionamos, la cultura digital no es la única que presenta la característica de ser no neutral. Las tecnologías
digitales también lo son. Entonces, ¿será posible usarlas, pero además, analizar sus lógicas e intereses? ¿De qué manera podremos
contribuir a que los estudiantes desarrollen capacidades para analizar, interpretar y discernir qué estamos haciendo con las
tecnologías y ella con nosotros? ¿Las Ciencias de la Computación podrán ayudarnos? ¿De qué maneras? Estas son algunas
preguntas que queremos dejar resonando para la próxima clase. 

Finalmente, resulta necesario destacar que las posturas antes presentadas tienen un punto en común: el determinismo tecnológico.
En ambas, las tecnologías hacen lo mismo, para todo el mundo y en todos lados. Sin embargo, una mirada crítica permite
comprender que el tema es más complejo y –muy importante– que es posible disputar esas dinámicas porque no están previamente
dadas. 
Cierre

La cultura contemporánea se encuentra atravesada por las tecnologías digitales. Producto de esto, hemos naturalizado su presencia
y uso; habitualmente recurrimos a ellas como herramienta de trabajo y comunicación. Sin embargo, esta clase propuso algunas
puertas de entrada para abordar la complejidad del fenómeno y, desde allí, corrernos de la mirada meramente instrumental. 

Para superar dicho enfoque, nos inclinamos a tomar como objeto de estudio algunas nociones que entraman la cultura digital. Se
presentaron categorías conceptuales y aportes de especialistas, permitiéndonos analizar las oportunidades y los riesgos de las
tecnologías digitales e invitándonos a pensar otras formas posibles de integrarlas en la escuela. 
Sobre esta clase

El contenido aquí desarrollado forma parte del seminario Tecnologías digitales y Ciencias de la Computación, perteneciente al
Trayecto de fortalecimiento de la enseñanza de la Matemática, la Lengua y la Cultura Digital, producido y ofrecido por el Instituto
Superior de Estudios Pedagógicos. 

Su producción es resultado de un trabajo colaborativo en el que intervienen los diferentes equipos del ISEP en articulación con un
especialista.

Cómo citar este material

Torres, M. y equipos de producción del ISEP (2023). Clase 1: El contexto y enfoque de la Cultura Digital. Tecnologías digitales y Ciencias de la Computación. Para el
Instituto Superior de Estudios Pedagógicos, Dirección General de Educación Superior, Ministerio de Educación de Córdoba.

Este material está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0 Internacional (CC BY-NC-4.0).

Equipo de producción

Martín Torres | Autoría


Jennifer Cargnelutti | Didactización
Agustina Merro | Corrección literaria
Matías Rosini | Maquetación
Guadalupe Serra | Diseño

Equipo de coordinación de la propuesta

Nicolás Lanzardo | Coordinación del Trayecto


Painé Pintos, Pablo Bosco | Equipo académico

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