Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ceseden: n2 Enero
Ceseden: n2 Enero
—1—
¿O el simple hecho de aplicar la palabra crisis, con un sentido intenciona
damente ambiguo, a gran parte de los problemas y situaciones caracterrs—
ticas de las relaciones entre personas y entre grupos, en las sociedades de
mocráticas, puede constituir, por si solo, parte de una estrategia (cons——
ciente o inconsciente) de denigrar la democracia, acusándola de ser el “rej.
noU de las dificultades, de las contradicciones, en una palabra el hIjflI de
la crisis, e1 tipo de organización social en la que la crisis está presente de
forma permanente?
—2—
II.- CRISIS INTERNACIONAL Y CRISIS (POLITICA) INTERNA. ELEMEN
TOS PECULIARES DE LAS CRISIS INTERNAS.
—3--
Entre ellos se incluyen:
-4-
Asr como en las crisis entre parses la sucesión de aconteci--
mientos —en los cuales se verifica la ruptura— yiene condicionada por las
relaciones entre los protagonistas de los asuntos internacionales, en las
crisis internas los acontecimientos que interesan son los relativos a la dis
puta por el poder, y acceso al mismo, en una unidad polftica.
—5—
En el escenario internacional las crisis tienden a interpretarse
generalmente como “formas de alcanzar objetivos polfticos importantes
(como parece ser la posición de Kissinger) o, sustituyendo la “guerra” por
“crisis” en la definición clásica de Clausewitz “,,. la crisis es una conti
nuación de la poirtica por otros medios” (como parece ser la tesis de Nixon
en “La verdadera guerrat). Esta proliferación del fenómeno crisis en las
relaciones internacionales, al que no es ajeno el hecho nuclear, le lleva al
General Lucien Poirier a considerar que ‘1en la presente situación de la co
munidad sociopolftica, el estado de crisis es en su estado natural”. De cuaL
quier modo, parece legi’timo, actualmente, admitir -enjugar de las dos si
tuaciones tradicionales de paz y guerra— tres tipos de relaciones: paz; Paz—
guerra o ausencia de paz y ausencia de guerra o, simplemente, crisis; y
guerra.
—6—
ámbito que sobrepase ciertos limites, no es que nos encon.iremos. ya frene
a una crisis,sino ante una guerra interna en una de las formas en que esta
puede desarrollarse (guerra subversiva, insurrección, golpe de estado,, re
vuelta militar o guerra civil).
—7—
da, sobrepasa o no el li’mite de actuación permitido legalmente al poder es
tablecido, y da o no legitimidad a la transformación de las reglas que justi
fican su mantenimiento como poder y permiten perpetuarse en él.
—8-
quiera de los protagonistas de la crisis puede vencerla, y hasta hay quien
admite que el mejor resultado será el compromiso (3), en las crisis inter
nas tendrá que haber un vencedor y éste sólo podrá ser el poder estableci
do, caso de que la crisis no evolucione hacia una guerra interior.
—9—
tendan desencadenar una guerra interna, en especial una guerra subversi
va), preparan golpes de estado-. Después de producirse la intentona o ten
tativa de golpe de estado (eclosión de la crisis para el poder establecido )
se presentan dos posibles desenlaces: o los “golpistas alcanzan su objeti
vo y toman el poder, golpe de estado; o la tentativa’fraca a, y desemboca
en una crisis. En este caso. aparecen, a su vez, dos alternativas: o el po—
der establecido vence la crisis, o los dos oponentes se enzarzan en una
guerra interna.
- lo
III.- DESARROLLO ESQUEMATICO DE UNA CRISIS POLITICA INTER
NA (4).
a)
Partiendo de una situación de tensión, más o menos aguda
(intencionada o imprevista), podrá surgir, o no, la percepci6n del desafro
y/o tentativa de coacción -por medio de la amenaza del empleo de la fuer
za, impircita o explícita— de un antagonista sobre otro. Si la crisis la pro
voca el poder establecido, se evitará la expresión clara y terminante del de
saf!o, a no ser que forme parte de la maniobra emprendida y tenga, por tari
to, objetivos especrficos. Por el contrario, si la crisis fuese provocada por
álguien que quiere derribar el gobierno, el desafto aparecerá, normalmen
te, de forma evidente y con una carga lo suficientemente fuerte para inten
tar —una vez iniciada la situación a su favor— inclinarla francamente de
conformidad con sus propósitos.
— 11 —
CUADRO1
COQÍ0JC,0
cf
(J/4rQ/ di Ja crisis
1
di
eIre/yeswia
‘—
r
5i/uoc,6o de
Si4’oC,a, de
(aMI, j€/Or (oorí»al te/)SIOlJ
EspeciWco nivel mente
di’ere#ile del)
- 13 -.
El desarrollo de la crisis podrá concluir: con la victoria del
poder establecido, volviendo a una situación de tensión, normalmente de
nivel superior a la que regra antes de la crisis; o con el desencadenamien
to de un conflicto interno de desenlace más o menos rápido, que puede de
sembocar en golpe de estado, insurrección, guerra subversiva, revuelta
militar, e incluso guerra civil.
- 14 -
IV.- LOS ACTORES EN LA CRISIS (POLITICA) INTERNA.
— 15—
Esto es especialmente aplicable a los pafses pequeños para los cuales pare
ce lrcito afirmar que democracia es sinónimo de mayor independencia na—
cional.,. entendida ésta como una dependencia menor en un mundo interdepen
diente.
— 16 —
y.- MEDIOS PUESTOS EN ACCION EN LA CRISIS (POLITICA) INTERNA.
— 17 —
Cuando se comprueba errónea la convicción en que se apoyaba
la tentativa de golpe, y óste falla provocando la crisis, esta evoluciona, co
mo vimos ya, hacia otro tipo de guerra interna que será, normalmente, re
vuelta militar o guerra civil.
fuerzas.
- 18 —
derechos que el oponente al poder establecido puede emplear como ‘arma”
(huelgas, manifestaciones, reuniones, algaradas, etc.); estos mecanismos
deben ser accionados con gran prudencia ya que su. empleo fuera de tiempo,
o eñ condiciones inoportunas, puede volverse contra el propio gobierno,tan_
to por las reacciones de descontento que pueda provocar (en un plano gene
ral o en algunos estratos sociales), como por la posibilidad de que se pro
duzca un caso de. desobediencia, lo que resta prestigio y fuerza al poder e
tablecido.
que el órgano de soberanía, con el cual las Fuerzas Armadas tengan el vín—.
culo legal predominante, coincida con la garantía de mayor probabilidad de
legitimidad más rotunda. Tal estructuración facilitará la cohesión funcional
de las Fuerzas Armadas (5) y propiciará la obediencia de óstas a quien dis
ponga de mayor representatividad nacional. No obstante deberán preverse
mecanismos limitadores de tendencias autocráticas.
(6).- España esun caso especial. donde la figura del Rey tiene un significa
do propio.
— 19 —
internas— es de la responsabilidad del órgano de soberanra con respecto al
cual existe el consenso de disponer de mayor legitimidad, Jefe del Estado
en el caso de ser elegido por sufragio directo, y gobierno cuando no se da
tal circunstancia. La facultad de empleo de las Fuerzas Armadas se relacio
na con la declaración de guerra, estado de sitio y estado de emergencia , y
con el mando superior de las Fuerzas Armadas (7) en estas situaciones, lo
que implica el nombramiento (incluyendo la iniciativa del nombramiento) de
los principales jefes militares. Esta autoridad del Jefe del Estado elegido
por sufragio directo se traduce, normalmente, en su inserción en la estruc
tura estatal dándole asi’ forma y efectividad a sus poderes reales (o como je
fe de gobierno en los regi’menes presidenciales; o mediante la posibilidad de
presidir los consejos de ministros siempre que lo desee o cuando se discu
ten asuntos relacionados con la defensa nacional como acontece en regi’me—
nes sernipresidencialistas.
(7)..- Mando de las Fuerzas Armadas ejercicio a partir del nivel de la Estra
tegia Total.
-20—
VI.- PREPARACION DE LA GESTION DE LAS CRISIS (POLITICAS) IN
TERNAS.
- 21. —
De cualquier modo el poder establecido debe Prever la posibili—
dad de estallido de crisis internas -ya surjan éstas o no en contra de su yo
luntad— y prepararse para vencerlas,
—
sindicatos, organizaciones religiosas, órganos de la propia Administración,
etc.), reforzando estas vías de penetración con McontactosU del tipo de red
clandestina. Estos contactos pretender&n, fundamentalmente, conseguir me
dios, calcular los apoyos y garantizar su compromiso.
— 23 —
VII.- GESTION DE LAS CRISIS (POLITICAS) INTERNAS.
— 25 —
los medios a los que tendrá que recurrir serán los sociales, por un lado —
— 26 —
Finalmente , se hace necesario, en el transcurso de una crisis
poirtica interna, el estricto control del poder polftico sobre las FuerzasAr
madas, ya sea de la actuación de su unidades o del comportamiento de sus
elementos, especialmente de aqüellos de más alto nivel orgánico o de ma
yor prestigio.
— 27 —
VIII.- CONCLUSIONES.
— 29 —