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Libro Globalización y Territorios Locales
Libro Globalización y Territorios Locales
En la presente obra se aborda de manera crítica la proble- Globalización, procesos locales
Rivera González
José Guadalupe
Universidad Universidad
Autónoma de Autónoma de
San Luis Potosí San Luis Potosí
tercera década tercera década
5
el interior mismo de las entidades del país, las cuales compiten entre sí para
poder atraer a su territorio nuevas y mayores inversiones, buscando que
este proceso arroje o se traduzca en la generación de más y mejores fuentes
de trabajo, que contribuyan a erradicar las diferencias y desigualdades so-
cioeconómicas en el interior de los países y en el interior de sus propias
entidades y regiones. De esta manera, muchas de las entidades del país,
bajo estas nuevas circunstancias, buscan aprovechar todas las ventajas que
tengan con relación a otros territorios, buscando con ello colocarse en una
situación de mayor privilegio en comparación con otras entidades, con otras
ciudades y con otras regiones, no sólo del país, sino del resto del mundo.
En este sentido, considero relevante destacar que este trabajo aborda
diversas situaciones que se han venido desarrollando en relación con el
proceso de la apertura de las fronteras a la inversión extranjera. Éste es un
hecho que no sólo ha impactado el ámbito de las relaciones económicas
del país y de muchas de sus regiones, sino también, otros ámbitos de la
vida cotidiana de distintos actores en espacios y territorios locales y regio-
nales, los cuales han hecho frente también a importantes y complejos
procesos de adaptación y de ajustes.
En espera de que éste sea un texto que contribuya al entendimiento de
los procesos que se están sucediendo y que se están presentando en el
estado de San Luis Potosí, y que sirva como impulso para el desarrollo de
otros trabajos de reflexión que son tan necesarios en un contexto de verti-
ginosos cambios en muchos ámbitos de la vida económica, laboral y socio-
cultural de la entidad, y por su puesto de la población.
Deseo agradecer el apoyo recibido por los directivos de la Coordina-
ción de Ciencias Sociales y humanidades (ccsyh) de la Universidad Autó-
noma de San Luis Potosí, para que la publicación de este texto se volviera
una realidad. En este sentido, fue fundamental el apoyo recibido por la
Comisión de Publicaciones de la ccsyh, encabezada por el doctor Miguel
Aguilar, el doctor Alexander Betancourt, el doctor Peter C. Kroefges y la
doctora Anuschska vant hooft, todos ellos además excelentes compañeros
de trabajo y con quienes además comparto las alegrías del trabajo acadé-
mico dentro de la Coordinación.
De igual forma, deseo expresar el apoyo recibido por el Programa de
Mejoramiento del Profesorado (Promep), por el apoyo financiero otorgado
al proyecto de investigación titulado: “Antropología e industria. Un estudio
Aspectos teóricos
9
en este mismo sentido, es importante destacar los cambios que ha veni-
do a generar en las dinámicas regionales y en particular los cambios en
diversos espacios urbanos y rurales del planeta. Un rasgo distintivo de
este nuevo modelo es que los Estados nacionales terminaron por ceder
a empresas multinacionales su papel como actor central en lo que se
refiere a la promoción de los procesos de acumulación y de crecimiento
de la economía en las escalas global, nacional y regional. Por los tanto,
ésta es una nueva dinámica económica en la que un número importante
de empresas multinacionales se han desplegado en forma incesante ha-
cia diversos territorios, buscando posicionarse en aquellos que son estra-
tégicamente seleccionados para poner en marcha un conjunto de estrate-
gias encaminadas a asegurar su expansión y consolidación en un
mercado global que se caracteriza por ser, ahora más que nunca, suma-
mente competitivo.
Cabe mencionar que el proceso de globalización de las actividades
económicas ha sido un importante agente que ha contribuido a la transfor-
mación que ha enfrentado el mundo entero; en particular, este fenómeno
es el dinamizador de actores e instituciones que se localizan en el ámbito
local. Lo que se ha observado para el caso de San Luis Potosí y que será
analizado con detalle en los diferentes capítulos que forman este libro coin-
cide con los efectos que otros estudiosos de la globalización han percibido
en la esfera local:
Globalización: reestructuración
de los espacios locales y regionales
Como señalé con anterioridad, en este libro se reconoce que lo que hoy se
denomina globalización de las actividades productivas es la continuación
de una larga historia, que se inició con los grandes descubrimientos del
siglo xvi y que contribuyeron a modificar de manera sustancial las estruc-
turas del poder económico y político en nivel local y global. En este mismo
tenor, es importante destacar los efectos de la Revolución Industrial del
siglo xix, los cuales terminaron por generar importantes transformaciones
de diferente género en el nivel global y por supuesto en el nivel local; es
decir, fenómenos como la trasnacionalidad de las mercancías y de los mer-
cados, de los cuales se debate mucho en la actualidad, son fenómenos que
han caracterizado y dado dinamismo al mundo capitalista desde mucho
tiempo atrás. Por lo tanto, el fenómeno de la globalización constituye una
tendencia inherente al desarrollo del propio modelo capitalista. En este
sentido, las modalidades específicas que ha venido adoptando el sistema
capitalista en cada una de sus fases se encuentran determinadas por la
búsqueda de mejorar las condiciones para llevar a cabo la generación y
la acumulación de la riqueza, con la particularidad de que actualmente
este mismo proceso se lleva a cabo en escala planetaria y en tiempo real
(Altvaer y Mahnkopf, 2002; De Mattos, 2006).
Aunado a este mismo proceso de globalización es posible entender el
desarrollo y la manifestación de diversos fenómenos que han contribuido
a la alteración de las dinámicas socioculturales de diversas regiones y lo-
calidades. Esto, a su vez, ha representado una alteración de las fronteras
de las regiones y de las localidades que las conforman y que están ahora
involucradas en este nuevo proceso. Un claro ejemplo de lo anterior, se
observa en el surgimiento de nuevos espacios económicos que ya no están
circunscritos o limitados por las fronteras geográficas de un Estado nacio-
nal. Incluso las reglas que en él rigen son ahora reglas y condiciones im-
Introducción • 11
puestas o establecidas por organismos o instituciones de presencia o de
carácter global. Por lo que hoy se habla de calidad global, de compañías
globales, de agencias globales, de producción y clases sociales trasnacio-
nales e incluso hasta de un lenguaje global (Robinson, 2007).
Lo anterior no es afirmar que los procesos aludidos tengan una mani-
festación por igual en todas partes. Las diferencias entre los procesos re-
sultan de la particularidad de determinados contextos históricos específicos
y de la formación, consolidación y cambio de sociedades y culturas concre-
tas en determinados momentos de su historia. En este sentido, desde el
ámbito de investigaciones, como la que aquí se presenta, se insiste en la
importancia de los procesos particulares que, entre otros factores, impli-
can la reformulación del papel de las regiones, las localidades y, por su-
puesto, de la importante modificación en la concepción del concepto de
frontera. Conviene insistir en que las regiones, sus localidades, sus fronte-
ras y los procesos que en ella se desarrollan no son espacios dados y na-
turales, sino que éstos y sus modificaciones son resultado de elaboracio-
nes históricas de procesos sociales concretos. En esos procesos se rehacen
y se reformulan las identidades al igual que las culturas y las propias con-
figuraciones sociales. Por lo tanto, las regiones, las localidades y sus fron-
teras se les entiende y se les debe ver y analizar enmarcadas en procesos
de cambio y de reestructuración; éstas son el resultado de diversas expe-
riencias humanas variadas, no sólo concretas, sino cambiantes. En térmi-
nos socioculturales, vemos que la introducción de nuevas estrategias de
producción, nuevas tecnologías y nuevas formas de organizar el trabajo
desde contextos externos configura contextos transformativos que pasan
a formar parte de una práctica, de una experiencia temporal espacialmente
dimensionada y acotada.
Con el actual predominio de una estrategia económica global y con una
amplia vinculación internacional, las regiones presentan prácticas de pro-
ducción flexibles y la fragmentación de procesos productivos en el territo-
rio, con lo cual se muestra un modelo de economía cada vez más descen-
tralizado; esto privilegia ciertos principios de flexibilidad que favorecen un
patrón territorial más disperso, un dominio del conocimiento tecnológico,
las ventajas relativas de diversas localizaciones, la difusión de la informa-
ción, la rapidez en las comunicaciones y la estructuración de redes organi-
zacionales. Todos ellos son aspectos que favorecen la desconcentración
Globalización y consolidación
de nuevas áreas metropolitanas
Introducción • 13
tal. En este sentido son las ciudades en donde se han establecido nuevos
centros de investigación e instituciones educativas para contribuir y hacer
posible la innovación y el desarrollo tecnológico; son las ciudades donde
se ha establecido la infraestructura de diversos servicios (urbanos, educa-
tivos, de salud, de comunicación, entre otros), en donde se ha concentrado
la disponibilidad de mano de obra capacitada, en donde se concentran los
prestadores de servicios especializados. Las ciudades en este sentido son
territorios privilegiados por la inversión estatal para proveer infraestructu-
ra necesaria para atraer al capital extranjero.
Aquellas ciudades que se han destacado por ser capaces de invertir o
innovar en infraestructura adecuada están en mejores condiciones para
que en sus áreas de influencia se dé la formación de redes de empresas y
facilitar la formación de nodos productivos o los llamados clusters indus-
triales. Lo anterior ha implicado la modificación de muchos de los ejes que
eran los ordenadores de la vida social de estas localidades, que están ex-
perimentando dicho cambio. Sobre esto es importante señalar que en algu-
nos territorios la población se ha visto en la necesidad de abandonar o
complementar las actividades agrícolas por actividades y ocupaciones ma-
nufactureras, lo cual termina por vincular a estos pobladores con las diná-
micas urbanas de la ciudad.
La nueva arquitectura productiva descansa ahora en empresas que se
organizan en redes que impulsan y promueven estrategias de descentrali-
zación, dispersión de sus nodos productivos hacia diversos lugares del
espacio mundial de acumulación, los cuales tienden a localizarse en un
número creciente de ciudades medias, fundamentalmente.
Aunado a este proceso de relanzamiento de nuevas ciudades o áreas
metropolitanas en el mundo y en nuestro país en particular, también se
destaca que, de la mano de las políticas de apertura, desregulación y flexi-
bilización, se han hecho presentes procesos de desestructuración-reestruc-
turación de los regimenes laborales existentes, lo cual ha contribuido a una
creciente precarización de las condiciones bajo las cuales se lleva a cabo la
reproducción social de la fuerza de trabajo. Con ello se ha experimentado
una acentuación de las desigualdades sociales, desde nuevas formas de
exclusión, segregación, fragmentación y tugurización. Esto ha afectado ne-
gativamente la vida social en la mayor parte de las aglomeraciones urbanas.
En este sentido, el escenario de la globalización ha servido como telón de
Introducción • 15
proceso de dispersión concentrada hacia ciudades medias y pequeñas, las
cuales han empezado a consolidarse desde la década de los ochenta. Los
autores destacan que el sistema urbano se ha vuelto más complejo en tér-
minos de la interacción entre sus elementos y las interacciones inter e in-
tra regionales, lo que ha permitido la formación de subsistemas regionales
cada vez más consolidados. Esto implica que las regiones que están en
este proceso han visto incrementada su densidad de población, de igual
forma se ha visto un aumento entre el intercambio de población, su base
productiva y sus redes de intercambio, que pone de relieve la urgencia de
atender su reestructuración interna.
Por lo tanto, esta tendencia muestra que en los últimos años un conjun-
to de áreas metropolitanas han venido a jugar un papel crucial; es decir, se
han consolidado como los espacios en donde se establecen y se construyen
los nuevos modelos de desarrollo productivo. Los avances y las oportunida-
des del nuevo modelo económico se palpan claramente en estos espacios
urbanos. Como se señala un reporte reciente en torno a la competitividad
de las ciudades en México, un país que logre conjuntar ciudades fuertes y
equilibradas en su desarrollo, capaces de generar ambientes de bienestar
y sean promotoras de una cohesión social, pero sobre todo, que sean capa-
ces de insertase en las nuevas dinámicas de la economía globalizada, será
capaz de consolidarse como un país con opciones de futuro, en donde sea
posible generar y multiplicar los beneficios tanto en las zonas urbanas como
en las zonas rurales. .
En este sentido es un hecho que algunas de las experiencias de mayor
éxito en el mundo en lo que se refiere a logros en competitividad se han
conformado precisamente a partir de la formación de redes de ciudades, y
que se han convertido en los verdaderos motores del desarrollo y del bien-
estar socioeconómico (Cabrero, Orihuela y Ziccardi, 2007).
Introducción • 17
interés de investigación. La conformación de las nuevas redes urbano-regio-
nales debe pasar por el estudio de las particularidades de adaptación-trans-
formación-mutación de los sujetos, de los espacios o de los grupos sociales
involucrados tanto en la esfera urbana como en la esfera rural. En particu-
lar, los sujetos, los espacios y los grupos locales recrean, readaptan y re-
construyen de acuerdo con sus propios intereses y características, sus
identidades locales, sus relaciones locales, regionales y globales. Resulta
relevante ver cómo estos espacios están funcionando como los nuevos
motores de la economía nacional-global. En esta lógica algunas empresas
han buscado relocalizarse hacia centros urbanos secundarios o a zonas de
menores densidades (pero con mano de obra barata) en pequeños pueblos
o áreas rurales. Por lo tanto, se vuelve relevante destacar que este proceso
también ha traído como consecuencia que se ponga en marcha una nueva
interrelación entre el mundo urbano y el mundo rural.
Desde esta perspectiva, para entender la lógica de las importantes
transformaciones en las dinámicas rurales-urbanas-regionales es necesa-
rio adoptar un esquema de análisis donde se incorpore el componente de
una nueva y compleja interrelación entre los territorios rurales y urbanos,
buscando con ello visualizar los procesos de interrelación en los que se
ven envueltos actores de ambos territorios. Esta situación ha traído como
consecuencia que la dualidad campo-ciudad, que fue muy característica
en el debate de las ciencias sociales en décadas pasadas, resulte ser aho-
ra una herramienta poco eficiente para dar cuenta de los intensos proce-
sos de interrelación en los que participan actores de ambos lados. Lo rural
ya no debe entenderse únicamente a partir del predominio de actividades
primarias, y el mundo de lo urbano tampoco debe quedar limitado sola-
mente al ámbito del desarrollo de las actividades vinculadas a la industria
y a la transformación.
Es un hecho que en el contexto actual no se piensa en las dinámicas
que ocurren en determinadas regiones urbanas como si éstas no estuvie-
ra directamente relacionadas con lo que ocurre en el territorio rural o por
el contrario, como si lo que ocurre en el territorio rural no ejerciera, a su
vez, una influencia significativa en el rumbo que toman los procesos en
los territorios urbanos.
Hay autores que desde décadas atrás mostraron en sus trabajos el
nuevo rostro de la urbanidad y de la ruralidad mexicana, y que empezaron
Introducción • 19
el exterior. Por lo tanto son inversiones que contribuyen de una u otra
forma a propiciar mejores condiciones de trabajo y de vida a diferencia de
aquello que se experimenta y vive en regiones menos privilegiadas por
este tipo de apoyos.
En este sentido, el rostro de las regiones y de los nuevos territorios o
espacios globalizados que se caracterizaran por la bonanza y el crecimien-
to de las oportunidades de vida y de trabajo se contrapondrá al rostro de
los espacios más pobres y menos favorecidos por esta misma estrategia
de globalización que estará generando como consecuencia una estructura
socioeconómica marcadamente desigual (De Mattos, 2006; Aguilar, 2003;
Pulido, 2006).
1
Por reestructuración se entiende el proceso mediante el cual los modos de producción
transforman sus medios organizativos para llegar a realizar los principios estructurales inal-
terables de su operación. Los procesos de reestructuración pueden ser tanto sociales y tec-
nológicos como culturales y políticos, pero están todos orientados hacia el cumplimiento de
los principios contenidos en la estructura básica del modo de producción. En el caso del ca-
pitalismo, el impulso que lleva al capital privado a maximizar beneficios constituye el motor
fundamental del crecimiento, la gestión y el consumo (Castells, 1995).
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trabajo, se generaron como resultado del agotamiento del modelo de acumu-
lación conocido como Modelo Sustitutivo de Importaciones. Bajo la influen-
cia de este modelo se generó un considerable crecimiento de importantes
variables de la economía. Este auge de la actividad económica se reflejó,
por ejemplo, en la apertura de un importante número de fuentes de em-
pleo. Por lo tanto, el hecho de contar con un empleo seguro y remunerado
presentó la oportunidad para que miles de familias tuvieran una indiscuti-
ble mejoría en sus condiciones de vida.
El nuevo modelo de organizar la producción y el trabajo que sustituyó
al anterior, como resultado de las crisis de la década de los ochenta, y que
aquí se denomina modelo globalizador, se ha caracterizado por promover
el reacomodo de distintos sectores ocupacionales, lo cual ha traído como
consecuencia, impactos diferenciados en las condiciones de competitivi-
dad y desarrollo que han alcanzado algunas entidades y regiones del país.
Asimismo, se han generado, también, severos cambios en la distribución del
ingreso e importantes modificaciones en el bienestar económico de las fami-
lias (Calva, 1998; Cortés, 1997; Lustig, 1993).
Con los datos del cuadro 1 se comprueba que si hubo sectores benefi-
ciados con la política de crecimiento por sustitución no fueron los grupos
de las familias más pobres, sino todo lo contrario. Los verdaderamente
beneficiados por las nuevas políticas económicas controladas desde el
Estado fueron los sectores medios, y en mayor medida el grupo más alto
de la estructura social y económica: la burguesía nacional.
El proceso de industrialización generó cambios en otras instancias de
la sociedad que también resultaron ser clave en el éxito logrado por la
nueva estrategia de acumulación del capital. A su vez, contribuyó a una
transformación radical de las condiciones en las cuales se llevó
a cabo la reproducción de la fuerza de trabajo y el desarrollo alcanzado por
importantes sectores productivos;4 es decir, se modificaron sustancialmen-
4
Agustín Escobar (1993) señala que fue a partir de la década del cuarenta y hasta media-
dos de la década de los años setenta cuando tuvo lugar la mayor transformación de la estruc-
tura ocupacional en México. Este fenómeno se puede identificar como el resultado de otros
procesos que acompañan a la misma experiencia de industrialización, aunque el propio Es-
cobar prefiere denominar esta última como urbanización. Los procesos a los que hace refe-
rencia el autor son los siguientes:
• El país experimentó entre 1940 y 1970 una rápida reubicación de la población, pasan-
do de ser un país con una estructura poblacional rural a una estructura eminente-
mente urbana.
• Ocurre un proceso acelerado de salarización, que junto a la urbanización reestructu-
rán la organización del trabajo de las familias, quienes tenderían a vender su fuerza
de trabajo en el mercado, más que a producir bienes para el propio consumo.
• En tercer lugar, se experimentó un proceso de modernización de las unidades econó-
micas, tanto de aquellas que se encargan de proveer servicios, como de las producti-
vas [...] lo cual conduciría a una diversificación en la demanda de la fuerza de trabajo
en todos los niveles, así como en los requerimientos de una mayor educación y sus
prácticas de capacitación. Este proceso de crecimiento de las unidades provocó el
aumento del componente no manual.
• Se experimentó un proceso de formalización y burocratización del empleo, del traba-
jo, del acceso y uso de los servicios.
• El último resultado, y como consecuencia sobre todo de la urbanización y de la diver-
sificación y modernización económicas, durante este periodo se formó la clase media
moderna, ligada con grandes empresas y con el aparato del Estado, pero también la
compuesta por profesionistas y prestadores de servicios independientes.
7
Larissa Lomnitz y Ana Melnick (1991) describen una situación similar en Chile, que al
igual que en nuestro país, el Estado sería el principal promotor del desarrollo económico y
principal impulsor de la terciarización de la estructura laboral. Este proceso conduciría en
ambas sociedades al desarrollo de los sectores medios modernos.
La estabilidad económica
y sus efectos sobre el empleo
8
El empleo dentro del sector primario pasó de representar dos tercios del total en 1940,
a menos de 40 por ciento en 1979. Sin embargo, el empleo no primario pasó a ser de un
tercio a 60 por ciento en el mismo lapso (Alba, 1993).
9
También hay que subrayar que se experimentaría un incremento de los prestadores de
servicios independientes o por cuenta propia, aunque no en la misma proporción en la que
se ha experimentado a partir de los años ochenta.
10
El acuerdo de estabilización firmado por el gobierno mexicano y las autoridades del
fmi, se basaba en la consecución de ciertos puntos esenciales para la economía mexicana.
Entre los más importantes destacan lo siguientes: reducción del déficit del sector público, li-
mitación del endeudamiento externo, elevación en los precios de los bienes y servicios pro-
porcionados por el sector público, limitación del empleo en el sector público y represión hacia
los aumentos saláriales (Guillén Romo, 1995).
11
Esto quedó evidenciado por el hecho de que el índice de desempleo descendería de
índices cercanos al 6 por ciento hasta alcanzar solamente 4 por ciento (Alba, 1993; Rendón y
Salas, 1991).
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Es decir, mientras que en los años treinta cerca del 70 por ciento de la pea se encontra-
ba ocupada en el sector agrícola, y el 30 por ciento restante estaba empleada en el medio
urbano. Sin embargo, ya para los primeros años de la década de los ochenta esa anterior
distribución y división de la estructura laboral se había transformado radicalmente.
13
Por ejemplo, en 1987 el Producto Interno Bruto creció 1.5 por ciento, mientras que en
1988 alcanzó un crecimiento de 1.1 por ciento, y para 1989 el crecimiento fue de 3 por ciento.
Aunque el crecimiento alcanzado se mantuvo, por mucho, alejado de los niveles a los que
llegó en la época del llamado Milagro mexicano.
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Otro sector social que resultó fuertemente golpeado por la crisis fue el sector medio,
lo cual provocó que se empezaran a observar indicios de una incipiente reorganización de
sus patrones de vida (consumo, gastos) y una incipiente diversificación en los orígenes de los
ingresos familiares, tal como se verá más adelante.
15
Tan sólo en el periodo 1983-1987; el Sistema de Inmigración Nacional de Estados Uni-
dos deportó la cantidad de 6’426,138 mexicanos que habían logrado ingresar de manera ilegal
a ese país (Cornelius, 1990; 1991; Bortz, 1990).
Fue a partir de la crisis económica que experimentó el país durante los años
ochenta que se dieron las condiciones que permitirían la transición del Mo-
delo Sustitutivo de Importaciones a un modelo caracterizado por la desregu-
larización de las actividades económicas por parte del Estado y la apertura
de la economía hacia el exterior. De una regulación estatal, se pasó a la pri-
vatización de las empresas estatales, asumiendo que solamente la inversión
privada y las fuerzas del libre mercado serían las indicadas para regular la
actividad productiva.
La reestructuración del modelo de acumulación económica originó una
serie de profundos cambios en el nivel de la estructura productiva, y en el
ámbito de los sectores sociales, modificando de manera importante las con-
diciones de reproducción social de la fuerza de trabajo. A raíz de la crisis
económica que enfrentó el país durante la década de los ochenta cobraron
mayor importancia las políticas financieras y los denominados programas de
reestructuración de la economía, lo que ha generado que se hable de las nue-
vas estructuras sociales de acumulación. En el caso de la economía mexicana,
el proceso para reemplazar el modelo económico centrado en el mercado in-
terno, por un modelo orientado al exterior, se inició en el periodo de Miguel
de la Madrid Hurtado (1982-1988), acentuándose más durante el sexenio de
Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), y manteniéndose aún durante toda la
administración de Ernesto Zedillo. A continuación enumero algunas de las
principales características de dicha reestructuración económica:
• Apertura comercial.
• Utilización del tipo de cambio como ancla de los precios.
• Eliminación del déficit fiscal a través de la reducción de la inversión
pública.
• Se aceleró el proceso de privatización de las empresas estatales, que
pasaron de 437 en 1987 a 97 en 1993.
• Supresión de los programas de apoyo sectorial.
• Estricto control sobre el monto de los salarios, colocando siempre su
alza por debajo de los índices inflacionarios.
Empleos y salarios
Sin lugar a dudas, el empleo y el desempleo, así como la baja en los montos
salariales de éstos, son los rubros económicos que más resintió la pobla-
ción, como resultado de la crisis de 1994. Esta situación ejerció un impac-
to severo en el mercado laboral, ya que según los resultados de algunas
investigaciones, como consecuencia de la crisis se cancelaron un millón y
medio de plazas debido al cierre masivo de pequeñas y medianas empre-
sas. Las proyecciones oficiales destacaban que en 1996 se crearían aproxi-
madamente la mitad de los empleos perdidos en el año anterior. Algunos
analistas estimaron que el número de subempleados y desempleados ascen-
dió, en todo el país, a 10.5 millones de personas, cifra muy por encima de las
estimaciones gubernamentales en las que sólo se tomaban las cifras del
desempleo absoluto. Cifras que, como ya se mencionó anteriormente, en
un país como el nuestro, dichos índices son, aun en épocas de crisis, rela-
tivamente bajas (La Jornada, 8 de julio de 1996).
Salarios
17
Incluso en algunas declaraciones hechas por el secretario de Hacienda, Guillermo
Ortiz, reconocía que debido a las crisis recurrentes en 1997 los sueldos mantenían niveles
muy similares, o quizá inferiores, a los que se tenían en 1980, y que los grandes logros ma-
croeconómicos no se habían reflejado aún en los bolsillos de los trabajadores del país (El Fi-
nanciero, 12 de septiembre de 1997).
Desempleo
Así, las políticas de ajuste lejos de colocar como iguales a los indivi-
duos, familias o empresas, llevaron a un agravamiento de las desigualda-
des y de las diferencias sociales, poniendo serios límites a la movilidad
laboral y económica. En el interior de miles de hogares se ha experimen-
tado un claro retroceso en las condiciones y en la calidad de vida de la
18
Por ejemplo, las ventas en supermercado registraron una caída en todos los meses de
1996, desde 1.7 por ciento mensual hasta 18.2 por ciento mensual, así como para los meses
reportados en 1997, en enero, la caída fue 6.7 por ciento, y 1.6 por ciento en febrero.
57
internacional de productos básicos de consumo, así como de materias
primas, las cuales eran demandadas por los mercados y la industria inter-
nacional en esos momentos.
Cabe señalar que durante el periodo 1880-1910, las inversiones estado-
unidenses fueron las que predominaron, llegando a representar 77 por
ciento del total de los capitales extranjeros invertidos en el país en la acti-
vidad minera, lo cual era un porcentaje bastante alto en comparación con
los demás países que estaban invirtiendo en este mismo sector productivo.
Por ejemplo, la inversión de ingleses representó el 13 por ciento, destacan-
do además que esta inversión se canalizó principalmente hacia algunas
entidades localizadas en el centro del país (de manera especial al estado de
Hidalgo), mientras que la inversión de origen francés se concentró en em-
presas localizadas en el Pacífico norte. Éste es un dato significativo, ya que
confirma (desde aquellos años) la marcada dependencia de la economía
nacional respecto a las inversiones extranjeras y, en particular, la depen-
dencia de algunas de las economías estatales hacia las inversiones de ori-
gen estadounidenses. Una contundente muestra de esto último, fue que de
las 1,030 empresas mineras en funcionamiento en 1910, 840 habían sido
organizadas en Estados Unidos, 148 en México, 40 en el Reino Unido y úni-
camente 2 en Francia (Gámez, 2001).
México se volvió en aquellos años uno de los principales destinos de los
capitales estadounidenses invertidos en el exterior. En este sentido, el país
recibió 20 por ciento del total de lo invertido por Estados Unidos fuera de
su frontera. Es importante destacar que a principios de 1880 proliferaban
en diferentes entidades del territorio nacional pequeñas y medianas empre-
sas constituidas de capitales nacionales, muchas de las cuales fueron pos-
teriormente absorbidas por empresas propiedad de extranjeros con otro
tipo de administración y organización. También es notable que desde esa
época se desarrollara una estrategia de transnacionalización empresarial.
Este fenómeno se dio mediante la integración o absorción de empresas nacio-
nales por parte de empresas extranjeras más poderosas. El caso más repre-
sentativo del sector minero fue el grupo Asarco, el cual extendió su control en
gran parte del norte de México sobre minas y metalúrgicas contribuyendo a
establecer, de esta manera, estrategias de distribución de materia prima hacia
Estados Unidos, con lo cual desarrolló un proceso de integración vertical y de
diversificación empresarial.
19
No obstante que el proceso de apertura de las fronteras se materializó a partir de la
puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio en 1994, en este apartado se hará un balan-
ce del desempeño de la ied en la entidad potosina durante el periodo 1998-2007, debido a que
durante éste fue posible obtener información confiable para la entidad.
%
100 Destino (2006) vehículos
80
60
40 Destino
(2008)
Vehículos
20
0
EUA Alemania Canadá Otros
Fuente: La industria automotriz en San Luis Potosí, 2007.
Gráfica 2
Destinos de la producción de las empresas de autopartes fabricadas en el país
%
100 Destino (2006) autopartes
90
80
70
60
50 Destino
40 (2008)
Autopartes
30
20
10
0
EUA Alemania Canadá Otros
Fuente: La industria automotriz en San Luis Potosí, 2007.
%
70
60
50 México
Producción bruta
40 total de la
industria
30 automotriz
20 nacional por
entidad federativa,
10 2003
0
Coahuila
Guanajuato
Chihuahua
Aguascalientes
Morelos
Tamaulipas
Distrito Federal
Tlaxcala
Fuente: La industria automotriz en San Luis Potosí, 2007.
Cuadro 2
San Luis Potosí
Salarios mínimos profesionales en actividades de la industria automotriz, 2007
(San Luis Potosí se encuentra en el área geográfica C)
Áreas geográficas
20
Responsables de empresas que han venido a instalarse a la entidad señalan que San
Luis es uno de los mejores lugares del país para invertir. Entre algunas de las ventajas que
destacan es la capacidad del gobierno como un importante facilitador para hacer de la entidad
un mejor lugar para realizar negocios. Además, sobresalen la estabilidad social, el dinamismo
económico. También agregan que en la entidad, pero principalmente en el área metropolitana,
se cuenta con una población joven con altos niveles de capacitación, lo cual, que sean muy
competitivos en el mercado de trabajo en los niveles nacional y global. Asimismo destaca la
posición geográfica estratégica, lo que se percibe por parte de las empresas como una impor-
tante ventaja, lo que hace que las mismas empresas logren reducir costos de logística y dis-
tribución de sus mercancías para la atención de sus clientes tanto dentro como fuera del país.
Otro aspecto significativo que enfatizan las autoridades es la certidumbre en la tenencia de la
tierra y el decidido apoyo de las autoridades.
Sobre este mismo aspecto, la empresa General Motors reportó una inver-
sión de 1,000 millones de dólares destinada a la construcción de su nueva
planta armadora. Esta inversión significó que la entidad potosina se colocará
a fin de año en la cuarta posición en el nivel nacional por el saldo positivo
reportado en su balanza comercial, registrándose un superávit de 345 millo-
nes de dólares. Por otro lado, los gobiernos estatal y federal contribuyeron con
una inversión de 1,100 millones de pesos, recursos que fueron destinados a
la compra de los terrenos y a dotarlos de la infraestructura necesaria para que
ahí se instalara la nueva planta de la General Motors (página electrónica del
Gobierno del Estado de San Luis Potosí).
Estudios y evaluaciones que se han realizado recientemente ubican la
ciudad de San Luis Potosí en el octavo lugar nacional, en cuanto a la rapidez
en los trámites para la instalación de nuevas empresas; además, el Sistema
Rápido de Apertura de Empresas (sare), se ha puesto en marcha con mu-
cho éxito en las ciudades de San Luis, Ciudad Valles y Tamuin (actualización
del Plan Estatal de Desarrollo 2003-2009). Asimismo, esta inversión se ha
traducido, de alguna manera, en mayores niveles de empleo, y los resulta-
dos alcanzados se ven reflejados en las diferencias del crecimiento de la
economía en el nivel nacional y en el nivel estatal del estado, ya que mien-
tras la primera creció sólo 3 por ciento a lo largo de 2007, la segunda alcan-
85
busquen nuevos territorios para establecerse. En este sentido, el Gobierno
del Estado destaca la privilegiada ubicación geográfica de San Luis Potosí,
ya que desde esta estratégica posición se tiene acceso a más 70 millones
de consumidores en un radio de 500 kilómetros. Además, se promueve
hacia el exterior el hecho de contar con una moderna infraestructura pro-
ductiva y de servicios, lo cual facilita una rápida, económica y eficiente
conexión del estado con el resto del planeta. También se ofrece como uno
de los atractivos una larga lista de incentivos fiscales, así como una rápida
autorización de permisos y de licencias, lo cual agiliza los trámites y redu-
ce los tiempos en los que los inversionistas interesados en establecerse en
el suelo potosino pueden poner en operación sus nuevas plantas. Por últi-
mo, se ofrece lo más importante: amplia oferta de mano de obra altamente
calificada, un ambiente laboral estable, salarios que se encuentran por
debajo de varias entidades del país y una importante población de profe-
sionistas que han adquirido un excelente nivel de preparación.
Un aspecto que ha contribuido a que San Luis Potosí se consolide como uno
de los espacios del territorio nacional privilegiados por la llegada de empre-
sas extranjeras, ha sido la inversión pública y privada en diversos proyec-
tos de infraestructura. De los más significativos se encuentra la apertura
de recintos fiscalizados, intermodales, instalaciones aduanales, remodela-
ción de parques industriales, inversión en carreteras y aeropuertos. La
inversión en estos sectores ha traído como consecuencia que las empresas
que se instalan en alguno de los parques industriales localizados en la
capital del estado o en alguno de los municipios cercanos a la propia capi-
tal (por ejemplo, el municipio de Villa de Reyes, que es donde se encuentra
localizado el parque industrial Logistik, y en donde se construyeron las
instalaciones de la nueva planta de la empresa General Motors) tengan la
oportunidad de reducir los tiempos y los trámites de cruce de productos
que estas empresas comercializan.
Lo anterior ha contribuido a que la ciudad de San Luis Potosí se esté
transformando en una importante plataforma para la inversión a través de
la competencia y la modernidad que ha alcanzado su infraestructura en el
rubro de las comunicaciones en un periodo bastante corto. De esta manera,
la inversión federal y la estatal en infraestructura carretera han hecho que
en los últimos años, la entidad sea una de las mejor comunicadas del país.
Además, se destaca a las intermodales como las estrategias del transporte
del futuro, ya que por medio de éstas se logra una mayor efectividad en el
transporte. Se tiene, también, un acceso ilimitado a través de ferrocarriles
a los principales puertos marítimos del país, tanto en el golfo de México
Balance de la competitividad
del área metropolitana de San Luis Potosí
Cuadro 4
Índice de competitividad del componente socioeconómico
Fuente: Competitividad de las ciudades mexicanas 2007, La nueva agenda de los municipios
urbanos, cide, 2007.
Cuadro 5
Índice de competitividad del componente sociodemográfico
Fuente: Competitividad de las ciudades mexicanas 2007, La nueva agenda de los municipios
urbanos, cide, 2007.
Cuadro 6
Índice de competitividad del componente urbano-ambiental
Fuente: Competitividad de las ciudades mexicanas 2007, La nueva agenda de los municipios
urbanos, cide, 2007.
22
Resulta importante analizar las diferencias que existen entre los municipios de la enti-
dad entre el municipio de mayor índice que es slp (0.8352) y Santa Catarina (0.5670) que es
el municipio con menor índice de desarrollo humano, siendo la diferencia entre ambos de
47.3 por ciento. Estas diferencias se enfrentan en los siguientes términos: 45.4 por ciento
salud; 51.9 por ciento educación y 49.6 por ciento para el ingreso, y muestran que las distan-
cias entre el municipio más avanzado y el más rezagado son proporcionalmente más grandes
en el interior del estado que entre los estados del país (pnud, 2006).
Cuadro 7
Índice de competitividad del componente institucional
Fuente: Competitividad de las ciudades mexicanas 2007, La nueva agenda de los municipios
urbanos, cide, 2007.
Sobre este aspecto se comentó que los candidatos que busquen integrarse
a las empresas para cubrir los puestos de operarios no necesariamente
deberán tener experiencias previas en el sector manufacturero o en el
sector automotriz en particular. En una empresa se señaló que los requisi-
tos básicos e indispensables para ocupar los puestos de operarios son que
cumpla con la mayoría de edad, que tenga estudios de secundaria comple-
tados, disponibilidad de rolar turnos y de trabajar horas extras cuando así
lo demande la empresa. Un responsable de recursos humanos entrevista-
do señaló que el aspecto principal que evalúan entre los candidatos que
desean ingresar como operarios a su planta en donde se fabrican arneses,
es que el candidato cuente con habilidades físico-motrices elementales,
sobre todo agudeza visual. Para ellos es un aspecto de gran importancia,
ya que el producto que se fabrica implica el manejo de cables con una gran
variedad de colores, los cuales a partir del color tienen una función espe-
cífica, lo que lo convierte en un producto de alto riesgo, aunque todo se
supervisa antes de que sea enviado al cliente.
Para otra empresa, lo fundamental es que el trabajador operario tenga
habilidades manuales y matemáticas que le permitan leer e interpretar las
instrucciones; asimismo, que tenga actitud y disponibilidad para el trabajo;
es decir, para la realización de las actividades no se requiere un vasto co-
nocimiento o experiencias previas; todo operador puede empezar desde
cero. Para otra empresa, lo fundamental en el perfil no es que el candidato
cuente con experiencia previa en el mundo del trabajo industrial, lo central
es que el trabajador sea capaz de adaptarse de forma rápida al ritmo de
trabajo que se impone dentro de la empresa, siendo éste un ritmo que
exige e impone mucha presión, porque la empresa de clase mundial tiene
que cumplir con las exigencias y presiones que les imponen sus clientes.
Por lo tanto, al trabajador si no tiene experiencia previa, la empresa se
encarga de proporcionarle la capacitación, en donde se proyectan la histo-
ria, la filosofía, los objetivos y las metas de la empresa para que aquél vaya
Respecto a los mecanismos que utilizan las empresas para llevar a cabo el
reclutamiento del personal operario se dan con base en la difusión de con-
vocatorias en la prensa local, y también, a partir de los sindicatos locales.
También, para cubrir vacantes en el interior de la empresa, se da preferen-
cia al personal de la propia empresa, esta es la primera alternativa que
contemplan las empresas y consiste en buscar dentro de su personal ya
contratado a los que puedan ocupar las plazas en dado caso de que no se
encuentre el trabajador con el perfil deseado entonces se recurre a las
convocatorias externas, como es colocar anuncios en los diarios de circu-
lación local o recurrir a empresas especializadas en colocación de perso-
nal. También se comentó que una alternativa que les ha dado buenos re-
sultados es que los que ya están trabajando en la empresa al saber de que
hay vacantes puedan ellos mismos presentar-recomendar a algún familiar
o pariente para concursar por el trabajo. De igual forma, comentan que las
ferias de empleo no han resultado ser una buena opción para reclutar
operarios, estos ejercicios resultan ser más idóneos para buscar personal
con más capacitación y con ciertas especializaciones.
En el renglón de las evaluaciones, los responsables del área de Recur-
sos Humanos de las cuatro empresas señalaron que el personal operario
es objeto de constantes evaluaciones. Sobre este mismo aspecto, señalan
que las evaluaciones son las herramientas que utiliza la empresa para po-
der monitorear el desempeño de cada trabajador.23
23
Un aspecto en el cual es enfático el gerente de Recursos Humanos de Draxelmaier es
que en el caso de las evaluaciones que ellos hacen del desempeño del personal se trata de
eliminar cualquier aspecto subjetivo de la misma; es decir, al trabajador se le ponen metas
fijas de productividad y calidad. Además se evalúa su desempeño para ver si es un trabajador
que no genera accidentes de trabajo, se le toma en cuenta su comportamiento dentro de la
empresa; es decir, que su actitud sea favorable y que tenga una buena relación con sus com-
pañeros de trabajo, también se evalúa que cuide las instalaciones.
México al igual que muchos otros países del mundo ha recibido en los últi-
mos tiempos una gran oleada de inversión extranjera directa, generando con
ello efectos de muy diversa índole. Una de las múltiples consecuencias de la
dinámica que ha sido impuesta por el capitalismo en su fase global es el pro-
tagonismo que han tenido algunas ciudades medias y regiones de ciertas
entidades del país, debido al reposicionamiento que han experimentado dado
que son ciudades y regiones que cuentan con mano de obra calificada para
el desempeño de determinadas actividades económicas y productivas. Se
cuenta también con acceso a insumos e infraestructura especializados y,
además, se han realizado las gestiones necesarias para el establecimiento de
vínculos con universidades y centros creadores de innovaciones tecnológi-
cas y se han dado facilidades para interconectarse en red con otras regiones
del país e incluso con otros países; como señala Estrada y Lavazée (2004), se
han vuelto territorios altamente expuestos al proceso de la globalización.
En este sentido, recientes investigaciones en contextos urbanos tanto
en América Latina como en Asia han reportado marcados contrastes entre
los beneficios y los rezagos en torno a la calidad de vida y el desarrollo
humano, lo cual ha contribuido a la generación de notorias desigualdades
entre países y, en el interior de éstos, marcadas desigualdades entre las re-
giones. Sin embargo, hay que destacar que estas desigualdades y brechas ya
existían con anterioridad, y se produjeron como resultado de la instauración
del propio modelo capitalista, el cual ha asumido a lo largo de la historia di-
versas fases o etapas. Sin embargo, en la actualidad dichas desigualdades y
brechas se han hecho ahora mucho más evidentes (Aguilar, 2004; Estrada
y Lavazée, 2004; 2007).
111
Para San Luis Potosí, esta experiencia de graves y marcadas desigual-
dades, en lo que respecta a la calidad de vida de los pobladores, presen-
ta casos que ejemplifican lo expuesto con anterioridad. Por ejemplo, por
un lado se encuentran espacios-territorios, como la ya mencionada área
metropolitana, que se ha destacado en los últimos años por el dinamis-
mo y el crecimiento económico. Esto se ha traducido en un crecimiento
sostenido en los niveles de empleo, lo cual ha permitido que cientos o
miles de familias puedan alcanzar importantes beneficios de diversa
índole, como: oportunidades de empleo, inversión en infraestructura en
comunicaciones, nuevas y mejores oportunidades de educación, mejo-
res servicios de salud, entre otros; es decir, en la región centro del es-
tado (que es el territorio en donde se ubica el área metropolitana) existe
una mejor calidad de vida, en comparación con lo que podríamos en-
contrar en el resto de las regiones del estado (Altiplano, Media y Huas-
teca), las cuales se caracterizan por enfrentar situaciones de atraso, con
muy pocas posibilidades para que la mayoría de la población pueda en
el mediano y largo plazo alcanzar una mejoría significativa en su calidad
de vida.
Esta situación pone sobre la mesa un aspecto importante: la existencia
de marcados desequilibrios regionales, mientras que la inversión extranje-
ra que ha llegado a la entidad ha privilegiado la zona centro del estado, el
resto de las regiones (Altiplano, Media y Huasteca) literalmente se han
mantenido marginadas de este proceso de integración a las dinámicas del
capitalismo global. Esta situación seguramente ha repercutido en el dete-
rioro en las condiciones de la calidad de vida de los habitantes de estas
regiones. Esto no hace más que poner en evidencia la tendencia de un
fuerte desequilibrio en las oportunidades de desarrollo económico, labora-
les y, por lo tanto, en las condiciones de vida que enfrenta la población en
otras regiones del estado, particularmente en donde podemos encontrar-
nos con una importante presencia de campesinos e indígenas, en compa-
ración con la población urbana.
En este sentido, a continuación se hace una revisión detallada del po-
tencial de desarrollo y crecimiento que se presenta en cada microrregión
del estado para detectar las brechas que se presentan entre cada una de
ellas y vislumbrar las alternativas que cada región tiene para alcanzar un
desarrollo y un crecimiento humano integral.
Fuente: Programa de Desarrollo Microrregional. Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2006.
El desarrollo en San Luis Potosí
desde sus regiones y microrregiones
Microrregión
Centro
Fuente: Programa de Desarrollo Microrregional, Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2006.
Microrregión
Centro Sur
Fuente: Programa de Desarrollo Microrregional, Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2006.
El altiplano potosino constituye, sin dudas, la región del estado que pre-
senta los mayores desafíos para lograr un desarrollo socioeconómico con
un carácter integral y sustentable en la entidad. En el amplio territorio del
altiplano potosino predomina un clima característico de las zonas semide-
sérticas, lo cual provoca una precipitación pluvial escasa y errática. En
términos territoriales, en esta región de la entidad predominan las localida-
des pequeñas y dispersas, con una población dinámica y en continua bús-
queda de oportunidades para su desarrollo, lo que se traduce en una
constante migración de población hacia algunas ciudades importantes de
la región o incluso a Estados Unidos. Sin embargo, el altiplano cuenta con
una importante infraestructura, que lo ubica como una región con poten-
cial para acelerar su desarrollo. Entre ese potencial destaca la siguiente
infraestructura: la carretera federal 57, columna vertebral del Tratado de
Libre Comercio, que une la ciudad de México con Estados Unidos y Canadá;
la supercarretera Cerritos-Rioverde; el eje San Luis Potosí-Zacatecas; y las
carreteras Matehuala-Dr. Arroyo y Matehuala-San Tiburcio, así como la vía
interestatal que une la carretera 57 con la de San Luis Potosí-Zacatecas.
En lo que se refiere a la actividad económica sobresalen algunas zonas
en donde la población sigue practicando la agricultura comercial de riego, la
cual está orientada a la producción principalmente de hortalizas y cultivos
básicos que contribuyen al abasto del mercado estatal y nacional. Respecto a
la ganadería, en esta microrregión predominan las especies menores, capri-
nas y ovinas, con sistemas de pastoreo extensivo, con un mercado regional.
Una actividad característica de la Región Altiplano es el aprovechamiento de
la fibra de ixtle de lechuguilla, a la que se dedican gran cantidad de campesi-
nos. En este sentido, el municipio de Matehuala está posicionado como el
segundo núcleo de desarrollo industrial del estado. En él municipio se han
instalado en los últimos años importantes empresas maquiladoras textiles e
industrias procesadoras de lácteos, así como un centro de acopio de produc-
tos agropecuarios y un centro de abasto con influencia en toda la región, in-
cluyendo localidades de los estados vecinos de Nuevo León y Zacatecas.
En esta misma región, la actividad minera es un rubro importante en la
economía regional y del estado. Cabe destacar la explotación de plata, oro, zinc
y mármol. Por otro lado, sobresale también el atractivo turístico de la región, el
Mapa 4
Municipios que conforman la Microrregión Altiplano Oeste
Microrregión
Altiplano Oeste
Fuente: Programa de Desarrollo Microrregional. Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2006.
Microrregión
Altiplano Centro
Fuente: Programa de Desarrollo Microrregional. Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2006.
Mapa 6
Municipios que conforman la Microrregión Altiplano Este
Microrregión
Altiplano Este
Fuente: Programa de Desarrollo Microrregional, Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2006.
Región Media
Microrregión
Media Oeste
Fuente: Programa de Desarrollo Microrregional, Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2006.
Microrregión
Media Este
Fuente: Programa de Desarrollo Microrregional. Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2006.
Región Huasteca
Huasteca
Norte
Fuente: Programa de Desarrollo Microrregional, Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2006.
Huasteca
Centro
Fuente: Programa de Desarrollo Microrregional, Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2006.
Microrregión
Huasteca Sur
Fuente: Programa de Desarrollo Microrregional, Gobierno del Estado de San Luis Potosí, 2006.
Integración empresarial
La diversidad y riqueza de los recursos naturales con los que cuenta San
Luis Potosí significan una ventaja regional comparativa para el crecimiento
económico y el desarrollo sustentable. En este contexto, los sitios con
atractivo turístico representan un espacio para el desarrollo de actividades
productivas, que recientemente han registrado una dinámica de crecimien-
to sostenido, aunque limitado. La actividad turística en el estado ocupa actual-
mente 5,276 empleos directos y la derrama económica en el año 2002 alcan-
zó 1,317 millones de pesos. No obstante, el potencial turístico de la entidad
está limitado por una insuficiente inversión en infraestructura y servicios
básicos; una escasa integración de las empresas para ofrecer servicios con-
juntos; insuficiente promoción nacional e internacional y un incipiente
desarrollo de esta actividad en sus diferentes facetas.
El turismo es una gran oportunidad para el crecimiento de la economía
local, requiere trabajo coordinado entre las dependencias de gobierno y las
empresas del sector para consolidar mayores alternativas de desarrollo. Es
necesario que el patrimonio natural, histórico y cultural, se fortalezca con
infraestructura y servicios, en estricto apego a la normativa y las costum-
bres propias de cada una de las regiones. Disminuir las condiciones de
desventaja que tienen las empresas de servicios para el turismo es una
prioridad para fortalecer su integración y consolidar una red turística inte-
gral, caracterizada por una amplia gama de alternativas: negocios, cultura
y entretenimiento.
Durante la segunda mitad del siglo xx, el idh de San Luis Potosí se mostra-
ba por debajo del promedio nacional. El idh de la entidad era de 0.4248 en
1950 y aumentó hasta alcanzar 0.7876 en el año 2000, lo cual representó
un incremento de 85.4 por ciento durante el periodo analizado. En dicho
periodo, el idh de San Luis Potosí aumentó a un ritmo mayor que el pro-
medio nacional. Por ejemplo, para 1960 San Luis Potosí mostraba un idh
que era 7 por ciento más bajo que el promedio regional. Esta diferencia se
reduce de manera paulatina hasta alcanzar una diferencia de 2 por ciento
en el año 2000, el cual se mantiene hasta el año 2003. Sin embargo, entre
los años 2000 y 2003 el idh nacional se incrementó de 0.7883 a 0.7965, lo
que representa un aumento total de 1.0 por ciento. Por su parte, San Luis
Potosí experimentó un avance de 0.7633 en 2000 a 0.7748 en 2003, lo que
representa un crecimiento de 1.5 por ciento durante el mismo periodo. Es-
to implica que San Luis Potosí pasó del lugar 21 al lugar 20 en el ordena-
miento nacional en los años recientes. El Informe sobre Desarrollo Huma-
Fuente: Informe sobre Desarrollo Humano, San Luis Potosí 2005, pnud, 2006.
Como lo muestran los datos del referido informe, San Luis Potosí es un
estado que ocupa el lugar número 20 de 32 en el ordenamiento del Índice
de Desarrollo Humano en el país. Es, sin embargo, un estado cuya diná-
mica ha sido favorable en las últimas décadas y especialmente en los últi-
mos años. Si se considera un indicador que se vincula con acervos de
capacidades y potencial de atracción de inversión y generador de dinámi-
ca de desarrollo, como lo es el Índice de Economía del Conocimiento (iec),
San Luis Potosí se posiciona en el lugar 17 nacional. Así, hay un espacio
importante por utilizar y para generar círculos de crecimiento que permi-
tan una expansión de oportunidades. Esto último, sin embargo, no puede
De continuar así las cosas, los contrastes que ya han sido señalados a lo
largo de la anterior exposición de cifras, se agudizarán aún más. De acuer-
do con las proyecciones para el año 2010 la población del estado será de
poco más de 3 millones de habitantes (3’156,360), los cuales estarán distri-
buidos de manera muy desigual, y lo singular será que tres regiones poto-
sinas verán reducidos sus porcentajes de participación en la población
Migración internacional
149
proceso de industrialización por el que ha atravesado la región Centro del
estado de San Luis Potosí nos mostró cómo dicho fenómeno va de la mano
de los tiempos y ritmos que le imprimen los capitales extranjeros, y en esta
etapa es importante hacer notar que el dinamismo del modelo capitalista
descansa sobre empresas manufactureras, en donde el sector automo-
triz desempeña un importante papel. Durante las últimas dos décadas he-
mos sido testigos de la conformación de nuevos complejos automotrices en
varias entidades del país. En este sentido, resulta bastante significativo des-
tacar que han sido empresas vinculadas a los sectores de alta tecnología y
las más competitivas en el nivel global, como son empresas del sector auto-
motriz, las que se han venido a instalar a San Luis Potosí. Ejemplo de ello es
el importante número de empresas de autopartes y la armadora de la em-
presa General Motors que se construyó en un municipio cercano a la ciudad
capital, con una inversión inicial de 650 millones de dólares, en la cual se
pretende producir 30 vehículos por hora. Este nuevo proyecto intenta gene-
rar entre 1,800 y 2,300 empleos directos y más de 50,000 indirectos, lo cual
seguramente generará y está ya generando, consecuencias en diversos ám-
bitos de la vida laboral, económica y tecnológica de la comunidad.
También resulta significativo destacar que la inversión en la entidad
aparece y toma un rostro mayoritariamente extranjero y primordialmente
estadounidense (como en tiempos pasados), lo cual hace que los rumbos
y los destinos de estas empresas y de sus trabajadores locales se encuen-
tren indiscutiblemente unidos a los vaivenes de las matrices de estas em-
presas y a la economía de nuestro vecino del Norte. Además, las nuevas
empresas han hecho que los trabajadores se vean en la necesidad de adop-
tar nuevas estrategias y nuevas dinámicas de trabajo, las que privilegian
valores como: la eficacia, la rapidez, la velocidad, el control y por último
privilegiar la cuantificación de lo que se hace o lo que produce. Todo ello en
un clima de “armonía” y de bienestar para la empresa y el trabajador, pero
en los hechos parece que lo que sucede es algo totalmente diferente.
En este trabajo se ha destacado que los capitales buscan los “mejores”
territorios, en cualquier parte del mundo, en donde puedan establecer sus
nuevas y modernas plantas con las mejores condiciones posibles. Entre
estas mejores condiciones me refiero a los apoyos en infraestructura y a
otros rubros ofrecidos por las agencias públicas estatales o municipales,
así como los bajos salarios que se pagan a los nuevos trabajadores; es
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Fuentes electrónicas
Página electrónica del Gobierno del Estado de San Luis Potosí, disponible en
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Índice
Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
Introducción.
Globalización, territorios, procesos locales, regionales
y cambio sociocultural. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Aspectos teóricos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Globalización: reestructuración de los espacios locales
y regionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Globalización y consolidación de nuevas áreas metropolitanas. . . . . . . . . . 13
Globalización y la interfase urbano-rural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Globalización y las nuevas desigualdades regionales. . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Organización del trabajo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
Capítulo I
Las reestructuraciones económicas: un componente
esencial del modelo capitalista de producción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Desarrollo de la industrialización del país . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Distribución del ingreso durante los años de auge económico. . . . . . . . . . 28
Papel del Estado en la promoción de la industrialización. . . . . . . . . . . . . . . 30
La estabilidad económica y sus efectos sobre el empleo . . . . . . . . . . . . . . . 33
1971-1976: del crecimiento moderado a los primeros indicios
de la crisis económica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
1982-1997: la crisis y los primeros pasos hacia la integración
de la economía mexicana a la dinámica globalizadora . . . . . . . . . . . . . . . . 37
Los orígenes y desarrollo de la globalización
de la economía mexicana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
1988-1994: de la estabilidad salinista a la crisis de diciembre. . . . . . . . . . . 45
Economía en crisis: los errores de diciembre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
Resultados de las políticas globalizadoras a partir de la crisis
de diciembre de 1994 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
Realidad que ha generado en la actividad económica
y en las relaciones sociales la aplicación del modelo globalizador. . . . . . 54
Capítulo II
Apertura de las fronteras: la presencia del capital
extranjero en el centro norte del país. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
Impacto sociocultural de la presencia de inversionistas
extranjeros en San Luis Potosí en el siglo xix . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
La Inversión Extranjera Directa (ied) en San Luis Potosí (1998-2007). . . . . 63
La industria automotriz en el nivel global. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
La industria automotriz en el nivel nacional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
La industria automotriz en San Luis Potosí . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
Globalización: espacios e identidades en constante
transformación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
Urbanización de áreas rurales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
Capítulo III
El papel de los actores locales frente a las dinámicas
de la globalización . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
La competitividad del territorio potosino: el papel de los actores
políticos estatales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
Nueva oferta educativa en el estado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
Infraestructura para el desarrollo industrial de la entidad. . . . . . . . . . . . . . 89
Balance de la competitividad del área metropolitana
de San Luis Potosí. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
La industria de autopartes y la organización del trabajo:
la mano de obra local . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Filosofía de las empresas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
Perfil del trabajador operario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
Ingreso, evaluación y movilidad laboral dentro de la empresa . . . . . . . . . . 104
Condiciones y prestaciones de trabajo en el interior
de la empresa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
Conflictos con los trabajadores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
Capítulo IV
Desarrollo y desigualdades regionales y humanas
en San Luis Potosí. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
El desarrollo en San Luis Potosí desde sus regiones
y microrregiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
Integración empresarial. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
Productividad del campo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130
Aprovechamiento del capital turístico. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
Informe sobre Desarrollo Humano San Luis Potosí 2005. . . . . . . . . . . . . . . 132
Algunas consideraciones teórico-metodológicas del Informe
sobre Desarrollo Humano San Luis Potosí 2005. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
San Luis Potosí en el contexto nacional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
Salud para el desarrollo humano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
Educación y desarrollo humano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
Economía regional y desarrollo humano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
San Luis Potosí: reducción de la desigualdad y ampliación
de oportunidades como ejes para una política
de desarrollo humano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
Nuevas dinámicas sociodemográficas en el estado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
Proyecciones demográficas hacia 2010 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
Migración internacional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
Bibliografía. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161