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1.

Capacidad para ser parte material en un proceso


De acuerdo con el artículo 57 del Código Procesal Civil, tenemos que:

Artículo 57.- Capacidad para ser parte material en un proceso

Toda persona natural o jurídica, los órganos constitucionales autónomos y


la sociedad conyugal, la sucesión indivisa y otras formas de patrimonio
autónomo, pueden ser parte material en un proceso.

parte es toda persona que reclama en nombre propio, o en cuyo nombre se reclama, la
satisfacción de una pretensión, y aquella frente a la cual se reclama dicha satisfacción

Partes son quienes de hecho intervienen o figuran en el proceso como sujetos activos o
pasivos de una determinada pretensión, con prescindencia que revistan o no el carácter de
sujetos legitimados para obrar o para contradecir el proceso que se trate. La ausencia de
legitimación puede determinar el rechazo de la pretensión por no concurrir, respecto de esta,
uno de los requisitos que condicionan admisibilidad; pero no afecta la calidad de parte de
quien ha deducido o frente a quien se ha deducido esa pretensión

las partes son los sujetos activo (demandante) y pasivo (demandado) que comparecen a un
proceso con miras a resolver una controversia con relevancia jurídica.

el concepto de parte, no tiene importancia si el actor es poseedor del derecho y si el


demandado es el verdadero obligado o afectado. Sencillamente es un concepto independiente
del derecho material.

la capacidad para ser parte es la aptitud para ser titular de situaciones jurídicas procesales, es
decir, permite establecer a quién se le pueden imputar los derechos, deberes, cargas y
obligaciones nacidas del proceso. A raves de ella determinar quien puede ser demandante o
demandado, en cualquier proceso.

La ausencia de capacidad genera la nulidad de toda la actividad procesal que haya sido
realizada.

la capacidad para ser parte permite establecer a los sujetos activos y pasivos dentro del
proceso, es decir al demandante y al demandado.
2. Capacidad para comparecer en un proceso
De acuerdo con el artículo 58 del Código Procesal Civil, tenemos que:

Artículo 58.- Capacidad para comparecer en un proceso

Tienen capacidad para comparecer por sí a un proceso o para conferir


representación designando apoderado judicial, las personas que pueden
disponer de los derechos que en él se hacen valer, así como aquellas a
quienes la ley se lo faculte. Las demás deben comparecer por medio de
representante legal.

También pueden comparecer en un proceso, representando a otras


personas, las que ejercen por sí sus derechos.

Puede continuar un proceso quien durante su transcurso cambia de


nombre, sin perjuicio de la causa que motivó tal hecho.

Es la aptitud para poder ejercer por sí mismo, válidamente, las situaciones jurídicas procesales
de las cuales se es titular. Como es claro, la capacidad procesal presupone la capacidad para
ser parte. De este modo, no todo aquel que tiene capacidad para ser parte, tiene capacidad
procesal, pero solo puede hablarse de capacidad procesal respecto de quienes tienen
capacidad para ser parte. (Priori Posada, 2012, p. 49)

En otras palabras, no basta tener la aptitud de ser titular de situaciones jurídicas procesales,
sino que además se requiere no estar incurso en alguna de las circunstancias establecidas en la
ley para no poder desarrollar por sí mismo esas situaciones jurídicas procesales. De este modo,
la capacidad procesal es similar a la capacidad de actuar en el derecho civil, razón por la cual se
ha dicho que también podría designársele como capacidad de obrar procesal. (Ídem)

La capacidad para comparecer a un proceso (o capacidad procesal) es la fase dinámica de la


capacidad para ser parte, además a la cual presupone, e involucra que las partes puedan
actuar sus situaciones jurídicas de demandante y demandado luego de haber sido establecidas
quien era el sujeto activo y pasivo en la fase estática (capacidad para ser parte). Asimismo, es
comparable a la capacidad de ejercicio civil mas no igual.
3. El Estado como parte
De acuerdo con el artículo 59 del Código Procesal Civil, tenemos que:

Artículo 59.- El Estado como parte

Cuando el Estado y sus dependencias, o las empresas públicas y privadas


con participación económica determinante de aquél intervienen en un
proceso civil, cualquiera sea la calificación o ubicación procesal que se les
asigne, se someterán al Poder Judicial sin más privilegios que los
expresamente señalados en este Código.

El Estado como expresión de poder y de organización social de un territorio determinado, se


considera como persona de derecho privado, en igualdad relativa con las demás personas
jurídicas e individuales y como entidad suprema de derecho público, con jerarquía para
establecer la ley y hacerla cumplir

La personalidad jurídica del Estado expresa su carácter bifronte cuando no solo asume un rol
supraordenador frente a los ciudadanos sino cuando desarrolla un rol de persona jurídica de
derecho privado; de ahí que podemos apreciar pretensiones indemnizatorias dirigidas contra
el Estado por errores judiciales o por el anormal funcionamiento del sistema judicial; pero
también el Estado puede ser requerido como persona de derecho privado cuando se vincula
en alguna contratación. (Ídem)

En otras palabras, el Estado tiene dos facetas: la de persona de derecho público y la de


persona de derecho privado. En su primera faceta establece la ley y la hace cumplir, en la
segunda contrata con los particulares en pie de igualdad.

Conforme ha aumentado la presencia del Estado en la esfera de la administración o


supervisión de los bienes y servicios públicos, se ha ido configurando el carácter bifronte de su
personalidad jurídica. Así el Estado tiene una determinada personalidad cuando actúa en la
vida jurídica como poder político que ejerce funciones de gobierno e imperio y tiene otra
cuando se desenvuelve como un simple particular. Cuando actúa como una entidad soberana
desde su posición de supraordinación y supremacía con respeto a los ciudadanos, el cuerpo
político presenta una personalidad jurídica pública. En cambio, cuando actúa en un mismo
plano de igualdad respecto a los ciudadanos, el cuerpo político asume una personalidad
jurídica privada (…). Este

carácter bifronte tiene la utilidad práctica de garantizar el derecho de los ciudadanos gue
pactan obligaciones patrimoniales con el Estado

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