Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Si se continúa calentando el líquido, éste absorbe el calor, pero sin aumentar la temperatura: el
calor se emplea en la conversión del agua en estado líquido en agua en estado gaseoso, hasta que
la totalidad de la masa pasa al estado gaseoso. En ese momento es posible aumentar la
temperatura de la masa gaseosa.
Este proceso es muy distinto a la evaporación, que es paulatino y para el que no es necesario el
calentamiento de toda la masa. Este proceso es también el inverso a la condensación.
Agua (H2O)
Cuando se calienta el agua por encima de 100ºC (a 1 atm de presión), se transforma en un gas, el
vapor de agua, que no se puede ver porque es transparente.
En el nivel del mar (esto es, a 1 atm de presión), el agua hierve a una temperatura de 100ºC. A esta
temperatura de la denomina punto de ebullición del agua.
En altitudes superiores, la presión atmosférica media disminuye, por lo que el agua necesita
temperaturas menores para entrar en ebullición.
En una olla a presión, el agua llega a una temperatura de 120ºC antes de hervir, debido a la
mayor presión alcanzada por los gases en su interior. Gracias a esta mayor temperatura del agua
en el interior de la olla, la comida se cuece más rápidamente.
La adición de aditivos al agua hace aumentar su punto de ebullición.
Ebullición es el proceso y las consecuencias de hervir. Este verbo, por su parte, refiere a la
generación de burbujas debido al calor o la fermentación. Se trata, por lo tanto, de un sinónimo
de hervor.
Puede definirse a la ebullición -procedente del latín ebullitĭo- como el fenómeno físico mediante
el cual un líquido modifica su estado y se vuelve gaseoso. Dicho traspaso se produce cuando la
temperatura de todo el líquido alcanza el denominado punto de ebullición a
una presión determinada. El punto de ebullición es la temperatura en la que la presión de vapor
resulta igual a la presión del medio que está situado en torno al líquido.
La ebullición es el proceso inverso a la condensación (el paso de una sustancia gaseosa al estado
líquido). Es importante tener en cuenta que ebullición y evaporación no son sinónimos: la
evaporación es más lenta y no requiere del calentamiento de toda la masa.