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Astrolius

El viajero astral dotado

Hola, me llamo Aarón, pero regularmente mis amigos me llaman “Blow”, un apodo que se ha
quedado en mi por historias pasadas de la infancia y cuestiones semejantes; sé que probablemente
no te interesa quien soy. Si estás aquí a punto de leer este relato que más que un “creepypasta” lo
llamo relato porque ha sido basado en hechos reales, propiamente mi vida ha sido la que ha
tomado el protagonismo en este relato.

Tengo 23 años, tengo carrera terminada y un buen trabajo, emancipado hace tiempo perdí la
comunicación constante con mis familiares, en ocasiones hablamos por redes sociales o llamadas
telefónicas, pero no más, son raras las visitas familiares.

No soy un asunto paranormal o anormal, nada de esa índole, soy un hombre normal común y
corriente… Por lo menos lo fui hasta hace un tiempo. Me gusta compartir mi experiencia porque
no hay mejor testigo que yo mismo para relatar a detalle este “creepypasta”, espero lo disfrutes,
pues es el morbo lo que te mantiene aquí y sabes a qué me refiero. A lo que ha pasado conmigo.

Como podrás observar el título “El viajero astral dotado”, así sin más, me estoy refiriendo a mí
mismo, conoces el término “Viaje astral”, si es así entonces bien, si no, te advierto que si te vas a
adentrar en estos caminos lo hagas con mucho cuidado y no lo hagas solo.

Si bien el viaje astral es un tema complejo, no voy a adentrarme a detallar cada característica de
un viaje astral, pienso hacerlo en otro “creepypasta”, o puedes buscarlo en internet. Por ahora
comenzaré a contar este relato de primera persona, tal cual estuvieras platicando conmigo por
teléfono o por redes sociales. Te sugiero te llenes de paciencia pues será algo largo, pero
interesante, pues como te comento ha sido real y me ha pasado a mí.

Tenía 21 años cuando me di cuenta que necesitaba algún tratamiento que me tranquilizara, dado
las presiones que mis padres me ponían, trabajar, estudiar, crear bases para construir una familia,
era un adolescente bastante presionado, no me llamaba la atención distraerme en videojuegos, ni
mucho menos los comics, tampoco soy un lector constante, por lo que encontrar una actividad
que me tranquilizara y despejara mi mente, era algo complicado; un fin de semana decidí visitar
un parque recreativo muy conocido en mi ciudad, se llama “La Estanzuela” donde el principal
objetivo de recurrir al lugar es para fines saludables, ejercitarse y buscar algo de paz interior ya
que es un lugar bastante tranquilo y callado, puedes escuchar a lo lejos el canto de las pequeñas
aves e incluso algunos murmullos de animales grandes como venados, vacas y ganado similar.

En ese lugar conocí a un tipo bastante peculiar, una persona adulta, aparentemente 60 años, no
más, lo que me llamaba la atención es que en ese lugar todas las personas visten ropa deportiva, a
diferencia de este señor que vestía un pantalón azul marino, una gabardina café y un sombrero al
más puro estilo de “Indiana Jones”.
Decidí no molestarlo pues se veía en su rostro una concentración tremenda, solo centraba su
mirada en las lejanías del hermoso paisaje que puedes contemplar al subir al tercer y último lago
del lugar, lo cual es bastante complicado y se necesita de un estado de salud admirable para
lograr llegar allí, al estar en ese punto no queda más que sentarse, descansar lo suficiente y
prepararse para descender la empinada montaña, como lo mencioné, fines meramente de
ejercicio.

Ese día decidí retirarme así sin más, pues tenía otras responsabilidad que aclamaban mi atención,
en el regreso a casa me quede pensando mucho en este señor tan tétrico, que a pesar de tener un
rostro inofensivo, indudablemente había algo bastante interesante que lo mantenía en ese lugar y
con dichas ropas, además ¿Cómo un señor de 60 años podría subir una escalada tan empinada y
con tales ropas? Obviamente era muy raro, pero al término de un rato, lo deje pasar por alto.

A la semana siguiente invite a uno de mis amigos para que fuésemos a ejercitarnos juntos, lo que
se convertiría en una visita bastante común al parque recreativo, paso a ser la firma de mi
contrato a estas horribles experiencias que estoy viviendo. Pues bien, sin sospechar
absolutamente de nada mi amigo y yo subimos la picada en aproximadamente dos horas, al llegar
a la punta no encontré al señor en el mismo lugar, en un momento determinado le dije a mi amigo
que me esperara, que iría a buscar un lugar para hacer necesidades fisiológicas (mear) al término
y al darme la vuelta estaba el mismo señor. Sentí un escalofrío bastante abundante en mi porque
el señor no hizo absolutamente ningún ruido para llegar al lugar, sin importar eso, me acerque,
me postre a un lado suyo tratando de encontrar aquella cosa que el miraba concentrado, al no
encontrar nada me arme de valor para preguntarle ¿Qué es eso que usted ve con tanta
concentración y que yo no logro encontrar? El señor sin voltear me dijo “Me llamo Pablo, mucho
gusto”. Estrechó mi mano y le conteste “Me llamo Enrique, el gusto es mío”, continuando con la
plática me dijo:

“Es bonito el paisaje, ¿no?” a lo que conteste “La verdad es que mi parte favorita de visitar el
lugar, aparte de mantener mi salud física es por la tranquilidad que me otorga el observar este
hermoso paisaje” a lo que en una voz sería me dijo “¿Te gustaría verlo como yo lo veo?” a lo que
exaltado conteste “Claro, ¿Por qué no?”

Del bolsillo izquierdo de su gabardina saco un libro, el cual recuerdo perfectamente el título del
mismo “El poder de los 7 chacras” escrito por Alberto Di Blassio; mirándome a los ojos
fijamente me dijo “Tómalo, léelo bajo tu propia responsabilidad y si decides seguir cada
instrucción de este libro trata de prepararte para las realidades ocultas que lograras ver…” así sin
más se dio la vuelta y se retiró, logre percatarme que cojeaba de un lado, tal vez un pie lastimado
por problemas de la edad.

Constipado y a la vez emocionado me retire a mi casa con el principal objetivo de comenzar a


leer el libro, al llegar casa, a causa del cansancio me tire en mi cama y mirando el techo de mi
cuarto pensé haberme quedado profundamente dormido. Mi amigo, quien estaba en mi PC
jugando LOL después de un rato me despertó y me dijo “No sabía si me estabas troleando porque
nunca te había visto dormir de esa manera…” a lo que entre atontado y algo intrigado le
cuestione “¿A qué te refieres?” algo serio me dice “te quedaste dormido profundamente con los
ojos semiabiertos”. Indiferente le conteste “Supongo que fue motivo del cansancio que tenía”

Esa tarde mi amigo se fue a su casa, y yo al término de cenar algo decidí ponerme sobre la
marcha y comencé a leer el libro. Para no alargar los detalles, te he de decir que leí el libro
completo, aprendí muchas cosas del poder natural del humano y la coordinación de las 7 energías
naturales del cuerpo, sin embargo, algo que debo resaltar es que al libro le faltaba una página,
recuerdo bien que era la página 67 del capítulo 6, desconozco el nombre del subtitulo de ese
capítulo, pero lo asemejo mucho a los viajes astrales, pues dicho capitulo habla enteramente de
un viaje astral a fondo de detalle; intrigado y emocionado por descubrir ese “otro mundo”
comencé a meterme de lleno en los libros investigando cada detalle del dicho viaje astral.

He de mencionar que existen muchas personas que se han visto tanto favorecidas y otras
perjudicadas por el hecho de controlar esta “habilidad”, para reservar su integridad decido
mantenerlos en el anonimato; de todos ellos ninguno me llamo la atención, sin embargo seguía
investigando, topándome con temas bastante ricos en información.

El fin de semana llegó y emocionado por platicar con el señor y comentarle como me había
sentido con el libro, subí la picada lo más pronto posible, casi sin detenerme a descansar. Al
llegar, decepcionado me encontré solo en ese lugar. Sentado y un poco enfadado por no encontrar
al señor me percato que debajo de la rama de un árbol esta su sombrero, sucio y algo roto, al
recogerlo dentro había una etiqueta la cual solo mostraba el precio y el supuesto año de modelo
del sombrero “Caribbean 1948, 10 pesos”. Desconcertado por la fecha del sombrero y haciendo
cuenta me di cuenta de 2 cosas: Primero; el anciano era más viejo de lo que pensé, Segundo; me
estaba volviendo loco.

Tome a posesión el gorro y me fui a casa. Con el libro terminado y sin más que leer, decidí
practicar yoga, ya que es de mucha ayuda para tranquilizar la mente y así poder llegar al auge del
poder mental suficiente para poder hacer un viaje astral.

Un año y nueve meses han pasado desde que deje el yoga, recuerdo bien que el 13 de marzo del
2013 quise intentar mi primer viaje astral. Cumpliendo con el protocolo, lo intente:

-Apague las luces

-Me recosté en posición vertical con la cabeza recta hacia el techo

-Me coloque mis audífonos para escuchar música relajante y meditación


-Comencé a respirar profundamente y relajarme

-Antes de profundizar en el proceso, auto programe mi cerebro mencionado 3 veces esta frase
mentalmente “Hoy hare un viaje astral”

-Cerré los ojos y comencé a relajarme respirando profundamente

Entonces, comenzó…Empecé a sentir una tranquilidad enorme, y mi cuerpo muy pesado al caer
profundamente dormido. De pronto abrí mis ojos después de un rato, estaba ahí acostado con los
ojos abiertos, desconcertado, sin saber la hora y con la música parada, intente sentarme a un lado
de la cama, pero solo logre levantar mi cintura a tal grado de quedarme sentado sobre el mismo
eje. Aun consternado volteé a mirar mi brazo derecho, intentando moverlo comencé a ver
claramente como un brazo transparente quería desligarse de mi brazo humano. Cansado por el
esfuerzo decidí voltear hacia atrás, impactado y con un furor y escalofrío que recorrió todo mi
cuerpo me quede paralizado ante lo que vi, era yo ahí acostado, mi rostro no tenía ninguna
expresión, como si estuviese muerto, atrapado por el susto comencé a escuchar como mi corazón
cada vez latía más lento, hasta de pronto dejo de latir. Un zumbido atrapo mis oídos, un zumbido
ensordecedor, al cabo de unos segundos ese zumbido desapareció, pero no más que para darle
paso a muchas voces, muchas voces que escuchaba claramente como murmuraban a mi
alrededor.

Envuelto en una desesperación e inmenso temor me preguntaba a mí mismo “¿Cómo rayos


regreso a mi cuerpo?” En ese momento algo me arrastro fuertemente al interior de mi cuerpo, sin
mencionar que me percate que al estar parcialmente fuera de mi cuerpo había un hilo color plata
que salía de la frente de mi cabeza humana y conectaba con ese ente o cuerpo raro que estaba
interpretando en ese momento.

Al regresar a mi cuerpo inmediatamente abrí los ojos. Aun sin digerir los hechos me quede ahí
tirado unos minutos, no sabía si intentar levantarme o no por el miedo de que pasase lo mismo.
Armado de valor me senté en la cama, frente a mí un espejo me hizo comprobar que
efectivamente era mi cuerpo humano. Me quede tan tranquilo pensando en nada…solo me
preguntaba una y otra vez “¿Qué acaba de pasar?”.

Indiferente después de un rato regrese a dormir, ahora sin música ni protocolos que me obligaran
a viajar. A la mañana siguiente comencé a investigar en internet lo más que pude, solo logre
encontrar casos sencillos donde las personas mencionaban al viaje astral como un don al cual le
puedes sacar provecho. Incrédulo por la información decidí intentarlo de nuevo, pero no sin haber
practicado más yoga y más concentración mental. Pasaron tres meses cuando me sentía preparado
para hacerlo, pero esta vez tenía la confianza de que lo haría bien.

Llego la noche, comencé con el protocolo, busque una buena canción relajante, me recosté lo más
recto posible, me coloque mis audífonos, auto programe mi cerebro y cerré los ojos. Todo el
proceso mencionado es sencillo si tienes la confianza en ti mismo de poder lograrlo. Al término
de un rato sucedió de nuevo, ahí estaba yo despierto, pero ahora, no me encontraba en mi cuarto,
estaba en un lugar tremendamente oscuro, no podía si quiera ver mi mano a 1 cm frente a mí.
Comencé asustarme al no ver nada y pensar que estaba ciego. De pronto una luz a lo largo llamó
mi atención, atemorizado por no saber si quiera en donde pisaba trate de acercarme a esa luz tan
brillante, al llegar ahí me encontré algo muy raro. Estaba postrado un amigo que no veía en
mucho tiempo, con la mirada perdida en el cielo y esa luz iluminándolo solo a él, de pronto la luz
comenzó a expandirse, me di cuenta que estaba en un pequeño lago y él estaba debajo de un
puente, sin embargo la luz solo seguía iluminándolo a él, como si de protegerlo se tratara. Por
más que trate de llamar su atención, era como si yo no existiera, él ni siquiera volteaba a
mirarme. De pronto la oscuridad poco a poco volvió a hacerse del escenario completo. Trate de
quedarme cerca de mi amigo, pero este desapareció en la oscuridad. Por inercia incline mi cabeza
hacia arriba con la esperanza de ver algo distinto a solo oscuridad penetrante y atemorizante, me
encontré con algo que me sacó de quicio completamente, algo que me hizo perder la cordura a tal
grado de no poder actuar al respecto. Solo logre mirar una enorme silueta de un rostro oscuro,
bastante oscuro que no le hallaba una forma concreta, solo podía ver como sus ojos llenos de odio
me miraban fijamente, su boca semi abierta con dientes enormes y un fondo rojo. Ahí paralizado
por el miedo ese rostro gigante se acercaba a mi lentamente, era como si la luna de “Zelda,
Majora’s Mask” estuviera bajando en el día final.

De pronto, un destello blanco me cegó por un momento. Al ir recuperando la vista poco a poco
frente a mí se postro aquel anciano que me miraba fijante con su rostro muy concentrado, sin
decirle nada me preguntó “¿Puedes darme mi gorro?” a lo que le conteste consternado “Claro,
solo que en este momento no lo tengo conmigo”.

“Está bien, ve a la punta de la Estanzuela este fin de semana y lleva mi gorro por favor”. De
pronto se desvaneció. Volvió la oscuridad entera y frente a mi letras se iban formando a base de
humo blanco, donde claramente escribía un mensaje que decía: “BIENVENIDO AL PLANO
ASTRAL, EL LUGAR DONDE PUEDEN PASAR MUCHAS COSAS, LOS IGNORANTES
CREEN QUE ESTE LUGAR ES UNA VERSIÓN DISTINTA DEL CIELO, AQUELLOS QUE
ENTRAN POR VEZ PRIMERA SE LLEVAN LA IMPRESIÓN DE QUE EL PLANO ASTRAL
ES EL LUGAR MÁS OSCURO QUE JAMÁS SE HAYA VISTO EN LA EXISTENCIA DE
CUALQUIERA RAZA DE SER VIVO”.

Sin saber cómo regresar, solo deje pasar el tiempo y de nuevo algo me arrastro a mi cuerpo, lo
raro de todo esto es que desperté inmediatamente. Esta vez a parte de los síntomas anteriores, me
sentía algo débil, logre ponerme de pie y durante todo el día estuve pensando en aquel amigo que
vi ¿Qué relación tenía con mi viaje astral?

No dude en contactarlo por las redes sociales y así sin saludarlo solo le cuestione “¿Haces viajes
astrales?”, tomándolo como broma me contesto “Solo cuando me fumo un crack ja, ja, ja”.
Seriamente le conteste “Te vi…anoche”. Al notar mi seriedad en el asunto decidió contestarme
de la misma forma, diciéndome lo siguiente “La verdad es que sí, soy adicto a la droga y en
ocasiones siento que hago viajes astrales involuntarios, pero dime ¿Qué viste?”. Le describí la
escena del pequeño lago sobre el que se encontraba postrado, debajo de un puente y mirando al
cielo como si de buscar algo se tratase. Luego de unos minutos me contestó y me dijo “Dime que
es una broma de muy mal gusto por favor…Tengo que decirte algo que nadie sabe aún, y es que
rumbo a mi trabajo hay un arroyo, lo recuerdo porque en esa zona perdí mi virginidad con la
persona que más ame en el mundo, mi novia. En ese mismo lugar ella me entrego una pulsera con
la cual según ella cuidaría de mí siempre. Logre notar en varias ocasiones que a lo lejos nos
observaba un extraño con gabardina, pero al voltear a verlo se escondía detrás de una pared,
pensé que solo era un pervertido y no le tome mayor importancia. Después de esa noche la lleve a
su casa y me fui a la mía. Sin saber de ella en varias semanas decidí ir a buscarla a su casa, fue la
peor de mis experiencias al encontrarme la casa sola y con un cartel de se vende…Enojado me fui
al arroyo donde hicimos el amor y arroje allí la pulsera que me había regalado”. Asustado me
pregunto “¿Tú sabes de eso? ¿Cómo lo interpretarías?”.

De una manera muy analítica le conteste “Estas en problemas, tienes que dejar la droga, eso te
ocasiona viajes astrales involuntarios, los cuales son los más peligrosos porque no estas consiente
de lo que es. Si un sueño o un viaje astral y cualquier actividad o acción que realices en el plano
astral puede tener consecuencias en el mundo humano, solo puedo interpretarlo de una manera:
Cuando un cuerpo hace viajes astrales involuntarios, llama la atención de muchas almas
atrapadas en “el Limbo”, donde se quedan atrapados por realizar un viaje astral demasiado largo
y así debilitando su hilo de plata perdieron la forma eterna de volver a sus cuerpos, siendo
tomados por otras almas. Lo que te quiero decir es, que en el viaje astral logré ver un rostro
oscuro que se mantenía a la espera de algo, como si estuviese esperando que esa luz que te
protegía se apagara para tomarte. Supongo que tu novia no se mudó, si no que pasó por una
experiencia horrible. Al dejarte su pulsera y prometerte protección, lo ha logrado en el plano
astral, pues la pulsera es el sinónimo de la luz que te mantiene a salvo de aquel rostro gigante y
oscuro, el cual interpreto como el pervertido que estaba observándolos en el acto sexual. Dudo
enteramente que sea una persona, pues las almas pueden proyectarse si así lo desean para que los
viajeros involuntarios puedan darse cuenta que su cuerpo está siendo observado para ser tomado.
El lago evidentemente es la interpretación del arroyo, y el puente, no es necesario describirlo,
realmente estas en peligro, aquel hombre que vestía gabardina está esperando el momento exacto
para que abandones tu cuerpo en un viaje astral involuntario y una vez tu hilo de plata se debilite,
decidirá tomarlo”.

En ese momento mi amigo solo se desconectó, ya no tuve comunicación con él, hasta después de
un par de días cuando lo vi en la calle. Observe que tenía una pulsera puesta así que le pregunte
“¿Y esa pulsera?” indiferente me contesto “Fui a buscarla al arroyo para conservarla”, pronto me
preguntó “¿Has visto algo nuevo?”, extrañado le conteste “No realmente, si veo algo más te lo
hare saber”. Sin despedirse solo siguió caminando.
Ese fin de semana recordé que tenía que ir al parque recreativo y subirlo hasta la punta, para lo
cual es muy complicado y decidí llevar a un amigo, así tendríamos dos mochilas y más espacio
para cargar aguas y demás cosas esenciales para esa actividad. En el camino solo llevaba una
pequeña libreta en mano y un plumón, donde para distraerme dibujaba aquello que llamaba mi
atención del pequeño bosque. En algún momento me desconecte de mí mismo e
inconscientemente según comentarios de mi amigo, comencé a dibujar algo extraño en la libreta.
Mi amigo extrañado solo me tomo de un hombro y me llamo por mi nombre un par de veces, al
no recibir respuesta me arrojo un puñado de agua a la cara y mi reacción fue como si despertara
de un sueño. Un poco alterado le pregunte a mi amigo “¿Por qué rayos hiciste eso?” Intrigado me
contesto “No reaccionabas a mis llamados, caminabas, pero tu mirada iba perdida al frente
mientras dibujabas esa cosa rara en la libreta”. Al mirar la libreta me quede parado, mirándola
libreta mientras toda mi piel se erizaba y mi cuerpo experimentaba un escalofrío sin igual, pues
bien, había dibujado aquella escena de mi amigo sobre el lago y debajo de un puente, pero esta
vez el cuerpo de mi amigo se encontraba tirado sobre el lago, aquel rostro oscuro lo miraba
fijamente a una distancia de centímetros, mientras con un dedo puntiagudo lo que parecía una
garra apuntaba claramente a su pecho, de fondo una oscuridad envolvente. Para no alertar a mi
amigo decidí arrancar la hoja, hacerla volita y fingir que la arroja, pero la guarde en el bolsillo de
mi short. Seguimos con la caminata, esta vez tenía un sentimiento de paranoia, mirando a todos
lados con un miedo terrible de que algo me estuviese observando fijamente, era de día, y no había
nadie a partir del segundo lago, solo mi amigo y yo subiendo hasta la punta.

Al paso de unos minutos comenzamos a escuchar un viento fuerte, de aquellos que escuchas en
un lugar desolado, como si alguien silbara y se escuchara el eco suavemente por todo el lugar. Mi
amigo un tanto emocionado dijo “Que raro sonido tiene el viento aquí en lo alto ¿No crees?”, a lo
que tartamudeando le conteste “S…s…s…sí”. Seguimos caminando, comenzamos a escuchar
pasos sobre césped, mi amigo pensando que sería algún pequeño animal no le tomo la mayor
importancia, por el contrario yo, sabía perfectamente que no era un animal, pero no lograba
imaginar que era, decidimos acelerar el paso, poco antes de llegar mi amigo me pregunto “Y a
todo esto, ¿Porque vinimos hasta acá?”, a lo que le conteste “Tengo que entregar un gorro y
hablar con un anciano que supongo vive en lo alto de esta sierra”. Extrañado mi amigo decidió no
preguntar más y solo seguir caminando.

Al llegar finalmente al lugar, me sorprendió mucho encontrar una pequeña casa de piedra, con
una puerta de madera bastante deteriorada, me acerque fielmente a tocar la puerta, mi amigo
decidió sentarse en una roca afuera para esperar y descansar. Así sin más, mi amigo vio como
entre a aquella casa, pues el anciano amablemente me invito a pasar.

Sabiendo mis intenciones, el anciano me pregunto “¿Tienes mi gorro?”, “Sí” le conteste “Aquí
tiene”, “Gracias chico, ¿Porque te lo llevaste?”. Decidí ser honesto y decirle “Pensé que usted no
existía que era una alucinación o algo paranormal que se proyectaba para tratar de darme un
mensaje”. Riendo un poco el anciano me dijo “Definitivamente estás loco jajá, cómo voy a ser un
fantasma o algo paranormal, eso no existe” y continúo riéndose. Atrevidamente le pregunte “¿Y
cómo explica que su sombrero tiene muchísimos años de antigüedad?”. De pronto mirándome
con un cambio de expresión bastante drástico y serio me dijo “Fue un regalo, además a ti no te
incumbe, dime ¿A qué viniste?”, y comencé a intentar dar respuesta a mis dudas. Le platique mis
experiencias, le platique que lo vi en un viaje astral, al pedirle explicaciones me dijo “Entonces
¿Ya te diste cuenta de lo oscuro, frio y sombrío que es el plano astral?”, “Sí, tengo mis dudas,
porque leí libros donde mencionan que el plano astral es una similitud al Cielo en la religión
católica”, de nuevo se rió y me dijo “No todos los libros cuentan verdades. El plano astral no
tiene similitud con nada, aquí no existen dioses ni autoridades, si sabes cómo caminar en ese
lugar evitaras meterte en problemas, pero si no sabes a lo que te enfrentas, pueden pasar cosas
terribles”. Seguido de ello le pregunte “¿Qué puede pasar?” Me miró fijamente y me contesto
“Solo te daré dos consejos: Uno, nunca mires a los ojos a los entes que estén allí y Dos, no
confíes en absolutamente nadie, ni siquiera trates de llamar la atención”. Un poco asustado le
conteste “¿Pero por?...” En ese momento me interrumpió un sonido a lo lejos que inmediatamente
llamo mi atención pues era el sonido de una sirena al estilo de “Silent Hill”. En ese momento
voltee hacia una ventana donde ahí vi a mi amigo parado, mirándome fijamente con lágrimas en
los ojos y un rostro aterrado, comenzó a gemir mientras lloraba. Preocupado voltee hacia la casa
y el anciano ya no estaba, Salí corriendo de la casa para dirigirme a mi amigo a ver que le sucedía
y alarmado le pregunte “¿Qué te pasa? ¿Qué te pasa?”. Me miró fijamente a los ojos llorando
como si hubiese visto algo aterrador, y me dijo traumatizado “¿Qué…que hacías allí adentro?, y
extrañado le conteste “Platicando con el anciano que te mencione, ¿Por qué, qué pasa?” y
alarmado me dijo “Estás loco, estás loco” gritaba, de nuevo le pregunte “¿Qué, que pasa?”. Me
dio su celular y me dijo “mira la foto que tome cuando te miraba allí adentro”. Al mirar la foto
deje caer el celular, mire fijamente a mi amigo inmediatamente y sin control alguno deje caer
lagrimas por mi rostro, no podía moverme y no podía si quiera decir una palabra, temblando y
erizado hasta los pelos de la punta de mi cabeza, solo miraba a mi amigo consternado mientras
lloraba horrorosamente. Pues bien, aquella foto me mostraba a mí teniendo una conversación,
pero no era aquel anciano quien aparecía en la foto, era un cuerpo demacrado, seco, mirabas
claramente como en algunas partes del cuerpo ya eran visibles algunos huesos, como si el
cadáver llevase años ahí colgado sobre un gancho como si de una gabardina se tratara. Aterrado
inmensamente le dije a mi amigo “Espera aquí, esto no está bien”. Armado de valor entre de
nuevo a la choza, no encontré aquel cuerpo, pero me vi en la necesidad de buscar en las cosas de
aquel anciano, solo encontré varios papeles doblados y una caja con cerradura. Decidimos bajar.
Durante las dos horas que nos llevó eso, mi amigo no me dirigió la palabra, solo caminábamos.
Al llegar a la entrada, decidí no quedarme con la duda y le pregunte al guardia “Disculpe ¿Usted
sabe de un anciano que vive en la cima de la sierra?”. Un poco molesto me dijo “¿Subieron hasta
la punta? Eso está prohibido…”. Le volví a preguntar “Ok, pero ¿Sabe algo del anciano o no?”.
El guardia respondió frenéticamente “Si, era mi padre, ¿Cómo sabes que era un anciano?
¿Entraste a la choza y viste las fotos? El lleva desaparecido años, hace un par de meses solo
encontramos su gorro preferido, pero jamás su cuerpo”. “Gracias” le conteste y me retire.

Aterrorizado pensé “Esto ya se salió de control, pero no puedo dejarlo así con todo el avance que
he logrado”, esa misma noche decidí hacer otro viaje astral, tal vez encontraría allí al anciano.
Esa misma noche me adentre de nuevo en aquel mundo oscuro, pero esta vez se ilumino el lugar,
colocándome en un parque común, un parque con juegos para niños y bancas para sentarse junto
a algunos árboles. Lo notorio allí era la inmensa niebla que se apoderaba del lugar, apenas y
lograbas ver algunos metros a la distancia, caminando comencé a escuchar claramente como una
niña lloraba tristemente, la encontré sentada en una banca. Sin sentir temor alguno me senté a un
lado de ella, y le pregunte “¿Por qué lloras corazón?”. La niña volteó a mirarme con su carita
triste y me dijo “Es que mis papas están discutiendo y tengo miedo”, a lo que le conteste
conmovido “No te preocupes, eso pasa en la mayoría de las familias, veras que todo saldrá bien
¿Cómo te llamas?”, y me contesto “¿Me prometes que no pasara nada? Me llamo Ramona
Sarkovsky, ¿Y tú?” le respondí contento “Me llamo Enrique y si, te prometo que no pasara nada
malo”. La niña feliz se levanta de la banca y me dice “Muchas gracias por apoyarme Enrique, me
gustó mucho conocerte, ahora mismo tengo que irme porque tengo deberes”. “Bien, mucha
suerte” me despedí. Hasta allí solo recuerdo haber despertado.

Al empezar mi día decidí por curiosidad buscar el nombre de aquella niña en internet, tal vez
encontraría algo que probara que mis viajes estaban tomando forma y camino. Luego de horas de
investigación me encontré con una página muy descuidada, un fondo negro, con algunas
imágenes. Allí vi una foto de una niña en blanco y negro como si fuese algo antigua, abajo decía
el nombre de la niña y los años en que vivió 1899-1926. Allí había una historia, resumiendo, solo
se trataba de cómo aquella niña se suicidó después de haber terminado con la vida de sus padres
porque estaba cansada de verlos discutir, al padre le desfiguro la cara con un plancha y a la madre
solo dejo caerle encima “acido del diablo” un ácido que se le llama así porque tiende a desfigurar
el rostro de quien lo sufre, la niña solo se dio un tiro en la cabeza con una máquina de clavos, este
atravesó su nuca y ella cayo muerta.

Sin darle gran importancia, deje pasar por alto la situación, pues era algo antiguo que ya había
sucedido. Esa misma tarde al llegar a mi casa, me recosté y sin intenciones de hacer un viaje
astral, solo me quede profundamente dormido. Al despertar, me senté sobre la cama y me dije a
mi mismo “Casi llega”. Tardando en digerir el suceso, me dirigí a la nevera por un refresco, fui a
la puerta de recepción y en ese momento mi amigo (quien me acompaño a la punta de aquella
loma) estaba a punto de tocar la puerta, indiferente solo le dije “pasa”. Solo perdimos el tiempo
con algunos videojuegos hasta que llego la noche y llego la hora de dormir, me quede pensando
esa noche “¿Cómo pude adivinar que en ese momento llegaba mi amigo, y con la anticipación de
que ya lo sabía?”. No le tome la mayor importancia, pero comencé a creer que podía ver el futuro
en mis sueños.

Esa noche realice un viaje astral, ahora me encontraba en un lugar muy diferente, bastante fuerte
para mi temor. Era una especie de habitación color roja, con ojos en todas partes, todos
mirándome a mí. Una voz me dijo “Corre, escapa de este lugar”. Sin saber que hacer solo decidí
caminar, siguiendo la instrucción del anciano de no confiar en nadie y no llamar la atención.
Incómodo y horrorizado por la habitación, logre encontrar una salida, pero no era nada, solo un
cuarto blanco y sin chiste, de nuevo algunas palabras comenzaron a tomar forma a base de humo
o vapor, esta vez el mensaje decía:

“TÚ NO PUEDES VER EL FUTURO, TODO LO QUE HAGAS AQUÍ PUEDE TENER
CONSECUENCIAS EN EL PASADO, PRESENTE Y FUTURO DEL MUNDO HUMANO”

Confuso seguí caminando, llegue hasta un letrero con un mapa como si estuviera en una plaza
comercial, donde decía “Usted está aquí” y en rojo unas letras que decían claramente LIMBO, a
la derecha el plano astral y a la izquierda no decía nada”. Asustado en cierta manera porque me
encontraba en el Limbo, decidí tomar el camino hacia el plano astral, un largo camino, sin
embargo nunca sentí cansancio. Logre llegar de nuevo a la habitación oscura, esta vez no estaba
solo, había otros, pero solo estaban allí, parados sin hacer nada. Sus expresiones en algunos era
una sonrisa preocupante y psicópata, mientras en otros era sufrimiento entero, de nuevo un
mensaje de vapor se desplego frente a mí diciendo:

“EN ESTE MUNDO SOLO EXISTEN DOS TIPOS DE VIAJEROS… EL CASTIGADO Y EL


CASTIGADOR”.

Sin entender, en ese momento desperté. Fui a mi estudio y comencé a analizar todo aquello que vi
en mi viaje, me di cuenta que el último mensaje que observe hacía referencia a que en el plano
astral y el limbo los castigados eran aquellas personas que se quedaban atrapados en esos lugares
por realizar viajes astrales involuntarios, su hilo de plata se debilito y alguien más tomo su
cuerpo. Sin embargo los castigos no eran comunes en ese lugar. A diferencia del infierno
cristiano, aquí no eres azotado por alguien, o quemado eternamente por llamas, aquí tu castigo
eterno era que frente a ti estaban las tres personas que más amabas en el mundo humano.
Consciente totalmente de las circunstancias, tu cuerpo comenzaba lentamente a descuartizar a tus
tres seres amados, mientras ellos llorando y gritando suplicaban clemencia. Allí las tres personas
eran inmortales, con el objetivo de que tu castigo sería matar a tus seres amados y escucharlos
sufrir hasta cortar el último miligramo de carne que les quedaba. Una vez terminabas, volvías a
empezar.

Por otro lado, el castigador es quien por decisión propia ha decidido quedarse allí en el plano
astral, desarrollando habilidades propias, como la indiferencia al miedo, velocidad alterada y
fuerza exagerada. La labor del castigador era decidir aquel castigo eterno que les daría a los
viajeros poco experimentados que habían perdido su conexión con su cuerpo humano.

Sin embargo, ninguno de los dos estaba completamente a salvo en este mundo astral, pues tanto
el plano astral y el limbo son lugares peligrosos, en donde cualquiera por solo probar lo que es y
por lo que ha conseguido puede decidir castigarte.

Después de saber esto, decidí no hacer más viajes astrales, pues sabía a lo que me enfrentaba si
un día no pudiera volver a mi cuerpo humano. Pasaron algunos años que deje esas actividades,
cuando comencé a experimentar cambios irregulares en mi temperamento, cualquier cosa me
hacía enojar, tanto enojo y odio repercutían en mí que llegue injustamente a dañar a personas a
mí alrededor por motivos injustificados. Sabía que un psicólogo no me ayudaría, como respuesta
decidí hacer un viaje astral, pues recuerdo que el viejo en mis primeros momentos me dijo algo
como “ver el mundo como él”, pensé que se refería a encontrar la realidad de un significado
oculto en el mundo humano.

Al realizar mi viaje astral no encontré nada al respecto de mi situación, raramente el viaje astral
me postro frente a la casa de mi amigo. Parado en la calle, muchas personas caminaban de un
lado a otro como si estuvieran esperando algo, eran tantas que solo puedo calcular un aproximado
de 120 personas más o menos. Me acerque a la casa, la conocía perfectamente era la casa de
aquel amigo que me acompaño a la picada, me asome por su ventana, me percate que eran las
3:00 am en el mundo humano gracias a un reloj que el tenia a un lado de su ordenador. En ese
momento entendí que lo que el mensaje en vapor me había dicho “Todo lo que hagas en este
mundo, puede tener consecuencias en el mundo humano”. Sin pensarlo dos veces decidí
interactuar con objetos para llamar la atención de mi amigo, pero no tuve éxito, solo podía cruzar
de una pared a otra, me interne en su habitación y vi claramente que estaba jugando LOL en su
ordenador. Recorrí la casa y su familia estaba dormida, salvo una persona, su padre. Estaba al
parecer teniendo una pesadilla porque sudaba mucho y se movía de la cama de un lado a otro,
muy inquieto. Decidí volver a la habitación de mi amigo, pero ya no estaba allí, Salí de nuevo a
la casa y me percate que estaba mirando tras la ventana hacia la calle, allí el solo parado, mirando
hacia la calle. Me acerque tanto a él que le respiraba en la cara, pero no surtía efecto, no lograba
llamar su atención. Obteniendo un poco de más concentración me dirigí al pasillo de afuera de su
casa, allí tenía unos tubos y dos caninos. Apenas entrando allí los caninos empezaron a ladrarme,
sabia claramente que ellos podrían verme, me ladraban como cualquier perro lo haría. En ese
momento mi amigo abrió la venta para callarlos, me percate rápidamente que muchas de las
personas que estaban en la calle esperando algo, se dirigían rápidamente hacia la ventana como si
intentaran lograr entrar. Sin saber qué hacer, algo me decía que tenía que evitar que entraran, así
que con mucha fe y concentración logre tirar los tubos que estaban allí, así logre que mi amigo se
asustara y cerrara la ventana. Cuando estas personas se dieron cuenta lo que hice, quisieron
lanzarse sobre mí, me eche a correr sin dudarlo hasta perderlos y despertar de nuevo en mi
habitación a las doce del mediodía. Sin dudarlo fui en busca de mi amigo y le dije “Ayer estabas
jugando LOL a las 3 am, te paraste a la ventana frontal de tu casa y luego abriste la ventana de tu
cuarto para callar a tus perros, se cayeron unos tubos, te asustaste y cerraste la ventana” asustado
me dijo “¿Cómo sabes todo eso?”, a lo que le conteste “Quien tiro aquellos tubos fui yo”. El
color de su piel tomo un tono pálido, sintió que se desmayaría, pero solo se dejó caer en su sillón,
le di un vaso de agua y le pregunte “¿Alguien de aquí hace viajes astrales?”, a lo que me contesto
“Si, mi papá, desde joven hace viajes astrales involuntarios ¿Por qué?”. Preocupado le dije “Tu
papa está en problemas, ayer en la calle vi más de 120 almas esperando a que abrieras la ventana
o puerta para tener acceso a tu casa e intentar tomar posesión del cuerpo de tu papa, si tire los
tubos era para que te asustaras y cerraras la ventana”. Muy débil me dijo “gracias” y se desmayó.

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