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Recensión - Cómo mejorar la comprensión lectora

Technical Report · April 1992

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Juan Antonio Ramos-Gutiérrez

Complutense University of Madrid
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 INFORMACIONES

Publicado en «Revista Española de Pedagogía»

Año L - :Número 191 - Enero-abril 1992
CooPER, J . D. (1990) Cómo mejorar la comprensión lectora (Madrid, Visor),
461 pp.
Desde principios de siglo se ha
reconocido la importancia de la
compresión lectora y se ha intenta-
do descubrir que sucede cuando un
lector comprende un texto. A princi-
pios de los 60 se pensaba que existía
identidad entre los procesos de
decodificación y comprensión . Es
decir, que si un individuo era capaz
de denominar las palabras de un
texto se produciría una comprensión
directa. Posteriormente, se compro-
bó que eso no era así y se comenzó a
pensar que los alumnos poseen ca-
pacidades de comprensión innatas
que se disparan ante situaciones
apropiadas.
Durante mucho tiempo se creyó
que estas situaciones eran las ta-
reas de responder a preguntas tras
la lectura del texto. Pero como tam-
poco éstas desarrollaban apropiada-
mente las capacidades de compren-
sión, en las décadas de los 70 y 80
los autores sintieron la necesidad de
un cambio conceptual y comenzaron
a realizar estudios teóricos sobre
cómo se produce la comprensión lec-
tora. Así, han surgido teorías que
han cambiado radicalmente la con-
cepción sobre dicho proceso.
Actualmente se considera la
compresión lectora como un proceso
interactivo entre el lector y el texto,
en el que el sujeto tiene un papel
activo al tener que construir una
198 INFORMACIONES
representación o modelo mental so-
bre el significado del texto. El proce-
so de construcción es similar a los de
razonamientos o solución de proble-
mas: el sujeto, a partir de las claves
que proporciona el autor (grafo-
fónicas, sintácticas, semánticas, es-
tructurales, etc.) y relacionándolas
con su conocimiento previo de todo
tipo (sobre la estructura y tema del
texto, de tipo social, sobre el vocabu-
lario, etc.), aplica una serie de estra-
tegias (específicas de comprensión
unas, metacognitivas generales
otras) para la selección, organiza-
ción, inferencia y predicción de la
información hasta conseguir una re-
presentación coherente donde el
contenido de las frases se relaciona
causalmente dentro de una estruc-
tura determinada.
Aunque a nivel teórico-concep-
tual se ha producido éste cambio ra-
dical, no ha existido un progreso si-
milar generalizado a nivel aplicado.
La causa fundamental es que para
que el maestro realice una instruc-
ción en comprensión lectura ade-
cuada debe cambiar previamente su
concepto sobre qué componentes de
ella debe enseñar y sobre cómo ins-
truir.
En cuanto a los componentes,
como veíamos más arriba, frecuen-
temente se ha intentado enseñar la
comprensión lectora mediante la
lectura de textos seguida de pregun-
tas sobre ellos, pensando que así se
desarrollan las capacidades de com-
prensión.
Pero aunque las preguntas pue-
den acentuar importantes aspectos
de la comprensión, orientan hacia el
contenido del material y no hacia el
proceso de razonamiento seguido
para darle sentido. Además, habi-
tualmente se ha intentado comple-
mentar esta tarea con ejercicios en
los que el alumno debe practicar in-
dividualmente ciertas destrezas o
procedimientos sin explicación pre-
via de cómo ni cuándo usarlos, ni
sobre su utilidad, con lo que el estu-
diante aprende a utilizar una rutina
sin comprender para que le sirve.
Así, el profesor debe comprender la
necesidad de centrarse en la ense-
ñanza de las estrategias fundamen-
tales para que se produzca una com-
prensión exitosa. Las estrategias son
procesos de razonamiento que se
aplican de forma flexible en función
de las circunstancias (como procedi-
mientos en situaciones familiares de
comprensión y como pensamiento
flexible en las que no lo son) y gene-
ralmente junto a otras. Tener que
transmitir este uso múltiple y con-
dicional complica enormemente la
instrucción. Por otro lado, al ser el
objeto de la lectura la comprensión
del contenido del texto, no se pue-
den separar los procesos de los con-
tenidos, y el profesor debe aprender
a poner mayor énfasis en las estra-
tegias haciendo consciente al alum-
no de cómo usarlas útilmente en la
comprensión de contenidos sin que
resulten disrruptoras.
En cuanto al procedimiento, se
ha demostrado la ineficacia del mé-
todo clásico ya expuesto (lectura de
un texto seguido de preguntas sobre
él y complementado por la práctica
individual en destrezas específicas
aplicadas en solitario). Actualmente
se defiende que el procedimiento
óptimo para la enseñanza de la com-
prensión lectura es el de «instruc-
ción directa», que consta de una se-
rie de pasos que conducen a que el
 RESEÑA OBIBLIOGRÁFICA
alumno aprenda las estrategias que
se le pretenden enseñar. Comenza-
ría con la explicación explícita sobre
cada estrategia (en qué consiste,
cómo usarla, cuándo hacerlo). En un
segundo momento el maestro mode-
la la estrategia comentando en voz
alta cual es el proceso de razona-
miento que sigue al utilizarla. Des-
pués se estimula a los alumnos a
que practiquen el uso de la estrate-
gia mientras leen, prestándoles el
profesor cuanta ayuda necesitan,
especialmente cuando tienen pro-
blemas de comprensión. Finalmen-
te, es necesario que se realice una
retirada progresiva de la ayuda que
proporciona el profesor para que
surja el uso independiente de la es-
trategia, y que se practique con todo
tipo de texto para que se produzca la
generalización en su utilización.
También aquí se enfrenta el maestro
a la necesidad de aprender nuevos
conceptos y estrategias.
Concluyendo, para que la actua-
ción del maestro en la enseñanza de
la comprensión lectora sea efectiva,
debe asimilar los descubrimientos
recientes que han transformado el
concepto sobre este proceso, rees-
tructurar sus esquemas de aplicación
para intentar adaptar los nuevos co-
nocimientos a la acción educativa
en situación natural y desarrollar
estrategias de control y creatividad,
pues son pocos los libros de texto
que incluyen guiones flexibles que
sirvan de guía al profesor en este
difícil proceso.
View publication stats
199
En esta línea, «Cómo mejorar la
comprensión lectora» pretende con-
vertirse en una herramienta útil y
aclaratoria para la enseñanza de la
comprensión lectora en el aula. Es
un libro eminentemente práctico en
el que se ha intentado resumir in-
vestigación y teoría sobre lo que más
influye en la comprensión (quien
desee una exposición teórica más
detallada deberá acudir a otras
fuentes) y llevarlo a la práctica, ha-
ciendo hincapié en cómo entrenar la
comprensión mediante un para-
digma de instrucción directa de los
elementos fundamentales que in-
tervienen en el proceso. Va dirigido
especialmente al profesor de prima-
ria, pero está diseñado para que lo
pueda utilizar cualquier profesor en
cualquier nivel escolar.
Aunque en principio su lectura
pueda resultar algo difícil por la no-
vedad conceptual, a medida que se
avanza, y gracias a la estructuración
de los datos que proporciona el au-
tor, se va produciendo la asimilación
de los conceptos básicos, de forma
que cuando se llega a los capítulos
dedicados a la enseñanza de los ele-
mentos concretos se ve facilitada la
comprensión del procedimiento y de
los abundantes ejemplos específicos
que pretenden servir de puente en-
tre la información teórica y la apli-
cación práctica que debe hacer el
profesor.
Juan Antonio Ramos Gutiérrez