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Dilemas éticos de la educación

Un principio de la educación establece que todos tiene derecho humano fundamental. Esto
significa no solamente permanecer en el sistema educativo, sino entregar a cada estudiante
las herramientas para que la educación sea de calidad. Esto con el objetivo de hacer una
sociedad más humana y más justa.

El sistema educativo actual se ha convertido en un trámite burocrático más que en


un espacio para la reflexión y el desarrollo del pensamiento. ¿De qué manera esto se
convierte en un dilema ético para la educación en general y para los docentes en
particular?

En una institución educativa, cuya población se ubica dentro de los grupos


vulnerables (pues está integrado por estudiantes con escolaridad inconclusa) se están
realizando modificaciones en la malla curricular. Considerando que la jornada laboral
docente es de 40 horas semanales (tiempo con el que no cumplen los docentes debido a que
no existe la cantidad suficiente de cursos), las autoridades toman la decisión de entregar
más asignaturas a cada docente. En este marco, al grupo de docentes del Área de Lengua y
Literatura le asignan cubrir horas de la asignatura Matemáticas. La preparación académica
de los docentes del Área del Lengua y Literatura está vinculada con el campo de las Ciencias
Sociales, mientras que, la asignatura de Matemáticas se ubica en el campo de las Ciencias
Exactas. Con este antecedente, se establece que los docentes a los que se les asigna la
materia (para cubrir sus horas laborales) no dominan el campo de conocimiento que les ha
sido asignado.

La preparación para impartir una clase demanda varios componentes: teoría,


metodología y didáctica. Las facultades que forman docentes en cada especialización se
encargan de brindar a sus estudiantes los principios metodológicos durante el tiempo que
tarda su carrera universitaria. Es así que, los docentes del Área de Lengua y Literatura no
cuentan con una metodología para trabajar las Ciencias Exactas, situación que también se
daría si el caso fuese a la inversa.

Si los docentes de Lengua y Literatura no toman las horas asignadas, los estudiantes
no recibirían la materia de Matemáticas. Junto con esto, si cada docente del Área de Lengua
y Literatura decidiese dictar la clase, requeriría de un tiempo mayor (que rebasaría sus
horas laborales) para preparar una clase en la que difícilmente se alcanzarán las destrezas
por las razones vinculadas con la metodología anteriormente expuestas.
Reflexionemos:

- ¿Estamos ante un dilema ético educativo? ¿Por qué?


- ¿Cómo procedería usted ante una situación similar?
- ¿En qué instancia se debería resolver este problema?
- ¿Por qué razón considera que se presentan estas realidades en el sistema educativo
ecuatoriano?

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