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Javier Hernández García. --N° 5 (Febrero, 2013).

-Cartagena : Universidad de Cartagena,


Facultad de Ciencias Sociales y Educación, Grupo Cultura Ciudadanía y Poder en
Contextos Locales, 2013.
v.
V.ISSN: 0124-759X
1. Cultura política. 2. Ciudadanía-aspectos sociopolíticos.

Fotografía y montaje portada:


Graciela l. Páez Rodríguez

3
TABLA DE
CONTENIDO
UNA PERSPECTIVA QUE PROBLEMATIZA…................................................................................... 4

CARTAGENA: TEXTO DE CONCURRENCIA; NO CONTEXTO DE OCURRENCIAS...............6

VELANDO POR LOS BARRIOS: Fuentes, metas, estrategias y logros según agentes
y agencias cívicas tradicionales................................................................................................................13

TRABAJANDO EN LA POLÍTICA: Fuentes, estrategias, metas y logros de agentes y


agencias políticas tradicionales. Según ediles, ex-ediles,candidatos a edil, concejal y
líder barrial……………………………………......................................................................................................23

El FDL: Eje articulador de las redes cívico-políticas en la ciudad de Cartagena ..................34

LA CIUDAD QUE HABITEMOS HABRÁ DE SER LA CIUDAD QUE NOS HABITE.


Las ciudadanías no convencionales y alternativas en Cartagena. Un esbozo de
caracterización general de fuentes, metas y estrategias....................................................................39

¿SUTURANDO FRAGMENTOS O PARCELANDO EL PREDIO?


Una pregunta de salida ……………………………………………………………………………………............ 44

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.......................................................................................................... 46

INDICE DE TABLAS Y CUADROS


Cuadro 1…........................................................................................................................................................... 6

Tabla 1. Muestra Según Tipos de Poblamiento Urbano Barrial Prevalente............................. 9

Tabla 2. Muestra Según Ordenamiento Político-Administrativo Distrital: localidades


y Unidades Territoriales de Representatividad Política…………................................................11

Tabla 3. Muestra Según Dinámicas Reivindicatorias Emergentes Urbanas...................................12

4
RESUMEN:
Basado en testimonios de líderes cívicos y políticos tradicionales y de dirigentes de
movimientos urbanos emergentes de la ciudad de Cartagena (año 2011), s e muestra
el modo diferenciado como s u s p r á c t i c a s d e c i u d a d a n í a se corresponden con
las lógicas de poblamiento barrial prevalente y con la jerarquización político -
administrativa del Distrito.
En este sentido, se muestra como las agencias/agentes cívicos tradicionales (JAC,
Asovecinos, Consejos Comunitarios) se definen por sus estrategias de negociación
competitiva por las que, a partir de las necesidades y carencias del entorno barrial de
convivencia, demandan ante la ciudad bienes y servicios asociados a un estándar
urbano de referencia (calidad de vida). Negociación que vincula al barrio con la ciudad
a través de agencias/agentes intermediarios o mediadores políticos (líderes locales,
ediles, concejales), cuya prácticas convencionales llevan la ciudad hasta los barrios,
naturalizando la fragmentación de las demandas, a través de una selectiva
financiación pública de proyectos territorialmente localizados según la distribución
político-administrativa del electorado que representan. En contraste, las
agencias/agentes que movilizan estrategias y metas de acción ciudadana emergente
(género, etnia, diferencia sexual) asocian sus prácticas con demandas por el derecho a
la ciudad en su conjunto (y a su propia redefinición como sujetos legítimos de ese
derecho).

PALABRAS CLAVES: ciudanías tradicionales + ciudadanías emergentes +


fragmentación urbana.

ABSTRACT:
Based on the testimonies of leaders from different sectors, I have found that the
mobilization of urban collective actors, their organization and strategies, correspond to
what type of rights they demand as citizens: civics, traditional political or minority
rights.
Collective civic actors, such as neighborhood associations and community councils,
organize and strategize with the objective of improving the quality of life in
neighborhoods that lack basic urban services and urban structures. In the process, civic
actors have no alternative but to negotiate with local political leaders and urban policy
makers who have the administrative-political power to determine which programs to
finance. On the one hand, one serious consequence of such selective administrative-
political decision making is the de facto fragmentation of demands from neighborhood
to neighborhood and the disempowerment of collective civic actors. On the other hand,
those collective civic actors who oppose negotiations with traditional politicians risk
utter neglect.

Differently, minority rights´ actors, such as ethnic, gender and sexual minority groups,
organize and mobilize to be recognized in their identity openly, to be safe in public
spaces, and to their rights a citizens in its integrality.

KEY WORDS: traditional collective actors + alternative collective actors + urban


fragmentation.
5
CIUDADANOS EN LOS BARRIOS, POLÍTICOS EN LA CIUDAD
¿Suturando fragmentos o parcelando el predio.1

§ Una Perspectiva que Problematiza.

Este Cuaderno de Trabajo destaca algunas de las estrategias analíticas y hallazgos


puntuales de la investigación Construcción de ciudad como pacto colectivo: estrategias
tradicionales y emergentes de participación y representación cívico-políticas en
Cartagena de Indias1, que se propuso arrojar luces sobre un conjunto de fenómenos
asociados con membrecías y prácticas de ciudadanía cívica y político-partidista, así
como con las vinculadas a modalidades no convencionales de ciudadanía (basadas en
el género, la etnia, y las diferencias sexuales) en la ciudad de Cartagena, durante el año
2011.

Para ello, se integró elementos de perspectivas que postulan a la ciudad como espacio
de confrontación de proyectos de ciudadanía (prácticas y representaciones) en el
territorio (Tamayo, 2006; Ramírez P., 2007), así como se acopiaron elementos
categoriales del urbanismo, en lo que tiene que ver con los procesos de poblamiento y
consolidación del territorio y de la planeación y gestión urbanas (Llano, J, Valencia,
M, 2004), productos éstos, a su vez, del maridaje histórico entre agencias y agentes
particulares interesados y la prescriptiva pública de la agencia estatal.

Según tal hibridación de perspectivas, pudo postularse que los agentes y agencias
de este interjuego —el de los pobladores urbanizando(se en) un territorio roturado
y administrado (eficiente o ineficientemente) desde el Estado— (auto)producen y
reproducen persistentemente un espacio-tiempo de prácticas y representaciones
sociales que concurren y discurren por el derecho a la ciudad postulando y
negociando, allí y entonces, diversos (divergentes o convergentes) proyectos de
ciudad. ( Schteingart, 2001; Barrios, 2000; Valdés, Estela, Koch, Miriam, 2009;
Veiga, 2000).

Con una perspectiva tal, que territorializa el debate en torno a la esfera pública
política en nuestro medio (Tamayo, S, Cruz, X, 2006; Collins, L., 1994), hemos
fundamentado la postulación de la ciudad como ese ámbito particular de
concurrencia competitiva de un siempre recompuesto pacto colectivo Gómez
Buendía, 1994), en el que múltiples agentes y agencias, portadores de intereses y
metas diferenciadas y desiguales, concurren, en el territorio —confrontaciones y
alianzas mediante— para disponer y/o imponer un ordenamiento urbano siempre en
disputa que haga posible y/o consolide y/o perpetúe la generación de satisfactores de
esos intereses y la realización de esas metas al tiempo materiales y simbólicas.

1Síntesis parcial del Proyecto de Investigación, financiado por la Universidad de Cartagena, Cartagena
de Indias. Investigador principal, Javier Hernández; Auxiliar de Investigación Liliana Núñez.
6
Ordenamiento que es tanto proceso de administración y gestión públicas como
mercantilización productiva del suelo y politización del espacio urbano.

En consideración a lo anterior, nos planteamos la siguiente pregunta de entrada: ¿de


qué maneras particulares está relacionada la membresía que implica el ejercicio
ciudadano y la pertenencia a un colectivo de ciudadanos, con el territorio urbano en
Cartagena? De la pregunta inicial fueron desagregándose otras: ¿Qué
oportunidades y qué límites plantean a sus agentes/agencias las prácticas ciudadanas
en su territorio? Y, ¿cómo se desmarcan, si eso es posible, estas prácticas, del
territorio en el que acontecen?

Se encontró en la investigación que, en una concurrencia competitiva como la


señalada, los agentes/agencias considerados negociaron y renegociaron sus propias
condiciones de vida —calidad de vida, para usar la expresión más recurrente entre
los entrevistados— según modalidades estratégicas diferenciadas según fuese su
inserción material y simbólica, discontinua, desigual e inestable, en el territorio social
urbano. Por esta vía se recuperó para nuestra investigación un problema que desde
la ciudad se plantea a (y se plantean) los agentes que la (auto)configuran: aquel que
inquiere por las formas concretas como, en tal proceso, los pobladores urbanos se
convierten en ciudadanos —en la ciudad, por obra de la ciudad y para la ciudad y, en
sentido inverso, como la ciudad los constituye en ciudadanos. (Cabrales, 2000;
Llerena, I., 2009))
Postulamos aquí a la ciudad c omo totalidad constituida (y constituyente) a la
manera de una red2 jerarquizada de prácticas y discursos en el territorio,
agenciadas é s t a s por diferentes intermediarios y mediadores 3 interesados que
compiten por el derecho a la ciudad, red de redes localizable en el territorio
urbano, según el ámbito de injerencia, impacto, representatividad y capacidad de
gestión que esos intermediarios y mediadores van desplegando allí y entonces ,
espacio urbano del que postulamos una unidad de ocurrencia socioterritorial, el
barrio. 4 De tal modo que podamos, para efectos analíticos, postular una cierta
correspondencia entre aquellas prácticas y discursos y ciertas particularidades de
los territorios urbanos en que se despliegan y concretan de cara a la producción y
reproducción de una totalidad urbana que, a su vez, las modula y condiciona5. Esta

2
El uso aquí del término red es meramente descriptivo.
3
Empleamos aquí las categorías de intermediación y mediación, diferenciadas por Bruno Latour. En
la intermediación, la agencia interviene directamente en el resultado, que está literalmente implicado
en el accionar de aquélla, los datos de entrada predicen bastante bien los de salida . En la mediación,
la agencia tan sólo se constituye en ocasión para que otras agencias-agentes (que pueden ser también
mediadores, a su vez, en otras interacciones) hagan algo por sus propios medios. Actúan como
circunstancias, precedentes. (Latour, 2008, págs. 89-94).
4 Barrios entendidos como ámbitos delimitables urbanísticamente (señas estructurales y funcionales

en el territorio), político-administrativamente (en ta nto unidades de planeación y gestión


urba nas estatal) y socioculturalmente (por vía pertenencias y/o identificaciones grupales).
5
Acogemos en este artículo la restricción significante del término barrio. Como lo plantea Rossi, aun
cuando algunos autores designen como «barrio» a todo fragmento urbano con funciones específicas
distintas a la vivienda, como industriales, administrativos, comerciales o institucionales, en realidad
se trata de otro tipo de espacios urbanos, distintos a la idea de barrio que establece que uno de sus
7
proposición general resulta relativizada cuando afrontamos el análisis desde la
perspectiva de los proyectos y prácticas de ciudadanía emergentes y no
convencionales.

§ Cartagena: Texto de Concurrencia; No Contexto de Ocurrencias.

La Cartagena que convertimos en nuestro texto de estudio, ha llegado a ser lo que


es como resultado de un multicentenario proceso de ocupación, poblamiento,
gestión y usufructo del territorio signado por la fragmentación, la segregación y la
desigualdad (ODESDO, 2009; Pérez, G., & Salazar, I. 2009). El desarrollo urbano de la
ciudad ha tendido a profundizar la segregación sociourbanística 6 y la fragmentación
urbana7 que la ha caracterizado históricamente. Se asiste a una planificación urbana
en contravía de la cohesión social y a favor de la desigualdad urbana. (ODESDO /
Observatorio de Derechos Sociales y Desarrollo, 2009, págs. 201-202). Todo lo cual,
según el )nforme que citamos, permite afirmar que la democracia urbana, hoy por
hoy, está lejos de alcanzarse en la ciudad . (ODESDO / Observatorio de Derechos
Sociales y Desarrollo, 2009, pág. 201).

En ella, durante el año 2011, abordamos el estudio, por una parte, de una muestra
de 15 líderes de organizaciones convencionalmente denominadas cívicas Juntas de
Acción Comunal (JAC), Asociaciones de Vecinos (AV), Consejos Comunitarios (CC),
cada una de las cuales ha constituido al barrio (o el poblado rural-urbano) como su
ámbito específico de representatividad y legitimidad ciudadana. Completan la
muestra, 15 agentes convencionalmente asumidos como líderes políticos, que han
tenido, tienen o aspiran a tener representatividad política en la ciudad de Cartagena
según la roturación político-administrativa distrital cartagenera (líderes de barrio,
ediles, exediles, concejal), a más de, finalmente, 5 líderes de sendas organizaciones
ciudadanas emergentes no convencionales asociadas a demandas de género, de etnia
y de diversidad sexual.

En el Cuadro 1 se presenta la categorización de trabajo, definición discursiva y

atributos irreemplazables es la existencia de una proporción significativa de su espacio urbano


destinado a la actividad residencial. (Rossi 1.982: 145)
6 Por su parte, los fenómenos asociados con la segregación urbana, en particular con la socio-

residencial, están relacionados con la realización territorial de las desigualdades sociales. Las áreas
(residenciales) segregadas, por un lado, favorecen el proceso de reproducción de posición de clase
(son los barrios los espacios donde se reproducen los diferentes grupos sociales), y por el otro los
grupos sociales recurren a la segregación para afirmar identidades sociales. (Veiga, 2006)
7 La fragmentación alude al espacio urbano como un mosaico de diferentes usos del suelo con formas y

contenidos diversos (áreas industriales, residenciales, comerciales), heterogeneidad que se


corresponde con la división social y técnica históricamente desplegada en la ciudad y generada
también por ella misma, incluyendo, excluyendo, aglutinando o desagregando y discriminando grupos
sociales, proceso ya tradicional en las ciudades de la región pero que la globalización ha profundizado
y complejizado. (Veiga, 2006; citado por Valdés y Koch, p. 91)

8
descriptores empíricos que se emplearon para el análisis e interpretación de la
información recogida de boca de líderes cívicos y políticos tradicionales y líderes de
movimientos ciudadanos emergentes en los barrios de Cartagena que se
seleccionaron como muestra.

Cuadro 1.

CATEGORIZACION DEFINICION DISCURSIVA DESCRIPTORES EMPIRICOS



Dinámicas de Poblamiento de hecho

Configuración Urbana Poblamiento barrial
Poblamiento por
prevalente.

Adjudicación estatal

Definición Conceptual: Consolidación barrial
Conformación de los Poblamiento por Adquisición
prevalente

privada

espacios socioterritoriales Roturación jerarquizada
Poblamiento mixto

de incidencia cívico/ política político-administrativa de
(de las prácticas de Ordenamiento político-
representatividad electoral
ciudadanía) administrativa del Distrito.

 Fuentes/Motivaciones del
accionar de la agencia/agente.
 
Prácticas de
Metas/estrategias del Articulaciones
ciudadanía
accionar de la agencia/agente. sociourbanísticas cívico-

cívico/políticas
políticas.

Logros/impacto del accionar
de la organización en el Alianzas y obstáculos del
Definición Conceptual:
barrio/ciudad accionar organizado de

Dinámicas de la acción
Vínculos y agencias/agentes cívico-
ciudadana en el
Acompañamientos políticos
medio urbano barrial
institucionales del accionar
del grupo

 
Autopercepción
del Agente Convocatoria ciudadana Fuentes de la credibilidad de
 los agentes/agencias

Credibilidad
Definición Conceptual:  Funcionalidad cívico/política

Respaldo efectivo
Auto-Representación del comunitario barrial y/o Funcionalidad organizacional
alcance y sentido del político-electoral / comunitaria
accionar cívico/político

Imaginarios sobre  Imagen prospectiva del


Territorio Urbano barrio (microespacio de

Definición Conceptual: incidencia) y de la ciudad en
Imágenes prospectivas del
Imagen del barrio y de la su conjunto.

barrio / la ciudad
ciudad a partir de las Visión y expectativas sobre el
propias prácticas y propio barrio y sobre la
autopercepción personal y ciudad.
organizativa.

9
Como elementos constitutivos de las dinámicas de configuración urbana (Cuadro
1) introdujimos descriptores asociados tanto a las dinámicas de poblamiento y
consolidación barrial inicial prevalente como al ordenamiento político-
administrativo del Distrito de Cartagena, para trabajar analíticamente las posibles
relaciones entre los procesos de desarrollo y prospección de la ciudad con las
prácticas de ciudadanía cívica, autopercepción de los agentes/agencias e
imaginarios sobre territorio urbano de los líderes cívicos y políticos tradicionales
seleccionados así como de los representantes y voceros de movimientos emergentes
no tradicionales de ciudadanía en Cartagena. Cabe señalar que en el presente
Cuaderno de Trabajo se presentará sólo un resumen de los hallazgos vinculados al
cruce de categorizaciones referidas como dinámicas de configuración urbana con
las prácticas de ciudadanía cívico-política.8

Así, para el análisis de la relación eventual entre las dinámicas urbanas y el accionar
de las agencias/agentes cívicos tradicionales de la ciudad seleccionamos una
muestra de agentes según su pertenencia a un conjunto dado de barrios definidos
históricamente por ciertas modalidades de poblamiento y consolidación barrial
prevalentes9 (Ver Tabla 1).

8 Se deja para una posterior publicación la versión completa de los resultados de la investigación de la
que este Cuaderno es un avance.
9 Esta tipología debe mucho a la propuesta por Cabrales, óp. cit. En relación a la de tales dinámicas de

poblamiento como factor interviniente en el desempeño específico de las agencias y agentes cívicos
tradicionales, también cfr. Ramírez I., 2009, en particular en el acápite sobre la evolución del barrio en
la ciudad colombiana, págs. 32 y ss. También cfr. Schteingart, 2001.
10
Tabla 1.
Muestra Según Tipos de Poblamiento Urbano Barrial Prevalente

TIPO DE POBLAMIENTO / Barrios (o Centros Poblados) ORGANIZACIÓN


CONSOLIDACIÓN BARRIAL Distrito de Cartagena (Bol.) CIVICO-POLITICA
PREVALENTES

DE HECHO GRUPO DE BARRIOS (I) AGENCIA

PASACABALLOS Consejo Comunitario


Poblamiento tradicional en
centros BOQUILLA Consejo Comunitario
poblados rural-urbanos

Por desplazamiento forzoso NELSON MANDELA JAC


rural-urbano

SAN FRANCISCO JAC

PARAISO JAC
Por migraciones y
movilizaciones MEMBRILLAL JAC
intraurbanas (y otros)
HENEQUEN JAC

CEBALLOS JAC

BOSTON J.A.C

ADJUDICACIÓN ESTATAL GRUPO DE BARRIOS (II)

MARTINEZ MARTELO Movimiento Cívico-


político
Política viviendista
local/nacional SOCORRO JAC

GAVIOTAS JAC

POBLAMIENTO POR GRUPO DE BARRIOS (III)


ADQUISION PRIVADA
BOCAGRANDE + CASTILLOGRANDE Asociación de Vecinos

POBLAMIENTO MIXTO GRUPO DE BARRIOS (IV)

Conjunción de Adjudicación SAN JOSE DE LOS CAMPANOS JAC


estatal (inicial o posterior) con
poblamiento de hecho y por EL BOSQUE /(sector ALTO BOSQUE) JAC
adquisición individual.

11
Por su parte, para el análisis de la correlación entre agencias/agentes políticos
tradicionales y territorio urbano, dentro de la categorización mencionada
propusimos la roturación jerarquizada político-administrativa de
representatividad electoral. Así, se encontró que los líderes convencionalmente
considerados políticos y sus agencias de gestión/pertenencia (JAL, Concejo y
Alcaldía) mostraron estar sólo subsidiariamente articuladas con las características
sociourbanísticas barriales de pertenencia, e inmediata y significativamente asociadas
a una roturación territorial de la ciudad que se difunde por un entorno urbano que
se estima coincidente con la distribución territorial del electorado al que representan
formalmente (Ver Tabla 2).

El modelo de ocupación territorial urbana que acogimos, para efectos de facilitar la


construcción de variables conducentes a la tipificación urbanística de la muestra
barrial seleccionada para la investigación, es el que está planteado en el Plan de
Ordenamiento Territorial, vigente desde el año 2001, para el Distrito de Cartagena, y
hoy en revisión. Aquí se establece que el territorio del Distrito, el tejido urbano y los
centros poblados que se localizan en sus suelos rurales y suburbanos está
estructurado en tres nodos, correspondientes a tres localidades político-
administrativas de gobierno. De éstas se seleccionaron 17 sectores barriales,
buscando obtener una muestra de estudio representativa siguiendo los criterios
acogidos en la categorización empleada (dinámicas de configuración urbana).10

10 Así, de la Localidad 1, se seleccionaron 6 barrios, correspondiendo éstos a las Unidades de


Comuneras de Gobierno urbanas 1, 2, 3 y 10; de la Localidad 2, se seleccionaron 4 barrios
(correspondiendo a las Unidades Comuneras urbanas 6, 7, y a una Comunidad de Gobierno Rural.
Finalmente, se seleccionaron 7 unidades barriales de la Localidad 3 (correspondiendo a las Unidades
de Gobierno urbanas 11, 12, 13, 14 y 15, y dos a las Unidades de gobierno rural inscritas en esta
Localidad.
12
Tabla 2.
Muestra Según Ordenamiento
Político-Administrativo Distrital:
Localidades y Unidades Territoriales de Representatividad Política

DESCRIPTORES
BARRIOS DE
ASENTAMIENTO DEL JERARQUIZACION
REPRESENTATIVIDAD
AGENTE LOCALIDADES FUNCIONAL
POLITICA
POLITICO-
ADMINISTRATIVA
BOCAGRANDE +
Localidad 1 CONCEJO DISTRITAL
CASTILLOGRANDE CONCEJAL

PARAISO Localidad 1 ELECTORADO BARRIAL LIDER BARRIAL

SAN FRANCISCO Localidad 1 ELECTORADO BARRIAL LIDER BARRIAL

ELECTORADO BARRIAL/ EXEDIL


MARTINEZ MARTELO Localidad 1
Hacia LOCALIDAD LIDER BARRIAL
ELECTORADO BARRIAL/
EXEDIL
GETSEMANI Localidad 1 Hacia
LIDER BARRIAL
LOCALIDAD

BOSTON Localidad 2 ELECTORADO LOCALIDAD


EDIL

POZÓN Localidad 2 ELECTORADO LOCALIDAD


EDIL

Aspirante
GAVIOTAS Localidad 2 ELECTORADO LOCALIDAD
EDIL

ELECTORADO BARRIAL/
CEBALLOS Localidad 3 Candidato
Hacia LOCALIDAD
EDIL

SOCORRO Localidad 3 LOCALIDAD


EDIL

ELECTORADO BARRIAL
SAN JOSE Localidad 3 Aspirante
/Hacia DISTRITAL
CONCEJO
ELECTORADO LOCALIDAD/
EDIL
HENEQUEN Localidad 3 Desde
Aspirante
BARRIAL
EDIL

MEMBRILLAL Localidad 3 ELECTORADO LOCALIDAD


EDIL

ELECTORADO POBLADO/
PASACABALLOS Localidad 3 DIRIGENTE POBLADOS
Hacia DISTRITAL

13
Por su parte, en lo que concierne a las agencias/agentes colectivos urbanos que
hemos denominado no-tradicionales y/o emergentes en este Cuaderno de Trabajo
(étnicos, de género, y de diferencia sexual), pudimos constatar importantes
diferencias y contrates con la caracterización de las agencias/agentes tradicionales
que nos ha ocupado hasta el momento. De aquéllos nos ocuparemos en destacar un
rasgo distintivo crucial encontrado que nos permitió, sacar algunas conclusiones
contrastadas: fueron estos líderes de organizaciones que demandan reivindicaciones
ciudadanas emergentes los que plantearon en un cierto sentido un contraproyecto de
ciudad, en tanto trasciende las ataduras del ordenamiento urbano vigente y de su
jerarquizada y discontinua parcelación vinculada con características
sociourbanísticas asociadas a las dinámicas del poblamiento y la consolidación barrial
y con la jerarquización político-administrativa.

Estas organizaciones y agentes, que movilizan metas y estrategias de acción


ciudadana emergentes no tradicionales a partir de las reivindicaciones y dinámicas
de colectivos urbanos específicos (de género/mujeres, étnicos y de diferencia
sexual), mostraron rebasar las acotaciones locales (barrios, grupos de barrios,
roturaciones político-administrativas) y se definieron por sus prácticas ciudadanas
asociadas con el derecho a la ciudad en su conjunto (y a su propia redefinición como
sujetos legítimos de ese derecho), incluso en los casos de los asociados a
reivindicaciones étnicas en los que se remarcaban vínculos con territorios puntuales
de la ciudad (con sus poblados rural-urbanos de asentamiento tradicional
afrodescendiente, por ejemplo). (Ver Tabla 3)

Tabla 3.
Muestra Según Dinámicas Reivindicatorias Emergentes Urbanas

TIPO DE DESCRIPTORES
MOVILIZACIÓN COBERTURA
REIVINDICATORI GRUPO URBANO DE REPRESENTATIVIDA FOCALIZACIÓN
A URBANA MOVILIZACIÓN D SOCIOTERRITORIAL
SOCIOTERRITORIAL URBANA
AGRUPAMIENTOS
RED GAVILANEO
BARRIALES Y POBLADOS
ETNICA CIUDAD
DE MAYORÍA
(AFRODESCENDIENTE)
AFRODESCENDIENTE
LINPAL

ALIANZA CARTAGENA
SEGÚN ESPECIFICIDAD
DE GENERO CIUDAD
FEMINARIA ORGANIZATIVA

(MUJERES)

SECTORES DE
INCIDENCIA
DIFERENCIA CARIBE AFIRMATIVO
CIUDAD (CENTRALIDAD Y
SEXUAL
MARGINALIDAD
(LGBT)
URBANAS)

14
§ VELANDO POR LOS BARRIOS: Fuentes, Metas, Estrategias y Logros según
Agentes/agencias Cívicas tradicionales.

En los barrios de poblamiento inicial prevalente por ocupación de hecho.

Las JAC y Consejos Comunitarios (en adelante por sus iniciales, CC) agrupados en
este conjunto barrial actúan en sectores del territorio urbano y rural-urbano de
Cartagena en los que se han venido cumpliendo procesos de poblamiento y
consolidación inicial por ocupación de hecho. Se trata en estos casos de barrios cuya
configuración urbanística inicial prevalente se realizó a partir de pobladores
provenientes de migraciones rural-urbanas o por movilización intraurbana de
residentes expulsados de otros sectores de la misma ciudad por obra de la
valorización del suelo (industrial, comercial, turística o residencial) o que se
trasladaron motu proprio por factores de orden laboral y /o familiar (barrios El
Pozón, San Francisco, Paraíso, Membrillal, Henequén, Ceballos y Boston), y también
por barrios más recientes cuyo grueso poblacional proviene de desplazados rurales
por conflicto armado (barrio Nelson Mandela). Los sectores barriales de este grupo
—en los que despliegan su accionar organizado las JAC y CC consultados— se
caracterizan por ser, algunos, territorios interiores de la ciudad con condiciones
urbanísticas deleznables o enclavadas en zonas ambiental y urbanísticamente
críticas por intensiva actividad productiva (zonas industrial y portuaria) o por
deterioro geológico avanzado (suelos críticamente erodados de colinas
intraurbanas), o bien de baja valorización inicial por su marginalidad en el plano
territorial urbano sin infraestructura o amoblamiento urbano alguno o muy
precario. Por su parte, los dos centros poblados que se incluyen en este grupo, cuyos
suelos se categorizan como rural-urbanos, corresponden a los corregimientos de
Pasacaballos y de la Boquilla, productos de un centenario poblamiento y
consolidación de hecho, asentados en predios que una vez fueron haciendas
privadas o lotes baldíos, levantados en zonas geológicamente críticas o de reserva
(humedales, manglares, zonas costeras y ribereñas en ciénagas, lagos, arroyos y
caños), cuyos territorios han sido vinculados a la planeación y a la gestión urbana
central (distrital) sólo a partir de mediados del siglo XX, como producto de una
atropellada valorización urbana e inserción en el mercado nacional y global como
nodos industrial, portuario, comercial y turístico.

Entre los líderes vinculados a las organizaciones cívico-políticas seleccionadas en este


grupo de barrios, se encontró que las fuentes movilizadoras de su accionar son

15
problematizadas como deficiencias relativas a la oferta urbana de bienes y servicios,
pero son particularizadas por la preminencia de una característica específica de su
inclusión en la ciudad: la informalidad, históricamente naturalizada, del asentamiento
barrial. Hecho estructural que les coloca en posición de vulnerabilidad ante las
dinámicas de transformaciones urbanas que, bajo el amparo de un ordenamiento
urbano al que conciben consuetudinariamente inequitativo, les viene sometiendo, más
recientemente, a reubicaciones (en realidad, desplazamientos legales intraurbanos
por cuenta de las rápidas y drásticas valorizaciones del suelo.

Inestable inserción en las dinámicas formales de la ciudad que se agrava con el hecho
de que ese mismo ordenamiento, esa misma ley, como lo expresan, no permite que se
haga obras de impacto en beneficio de estos barrios, más allá de cosas para mitigar la
adversidad [JAC Henequén]. Es en este contexto que se entiende el alcance de las
recurrentes expresiones relativas a la baja calidad de vida barrial, a la ausencia de
progreso de la comunidad, a la carencia de recursos.

La percepción de vulnerabilidad en relación con las macrodinámicas urbanas que se


les ofrecen aleatorias e inmanejables desde el barrio, sin embargo, es al mismo tiempo
parte de una postura que valora la propia posición dentro del contexto urbano y sus
articulaciones positivas con éste, lo que los haría merecedores de mejor suerte en el
concierto del desarrollo urbano cartagenero. La valoración crítica que hace el líder de
las agencias y agentes políticos de la ciudad ante lo que el barrio vale y ofrece,
contrasta con la muy positiva valoración del lugar funcional que ocupa el barrio en el
espacio urbano total de Cartagena, o de lo que el barrio podría ofrecer a la ciudad. Es
la estrecha articulación que tiene con las diversas prestaciones que ofrece la ciudad, o
su fluida conectividad con éstas, o, más todavía, su simple cercanía espacial con las
zonas de valorización del suelo, lo que caracteriza al sector barrial, que, no obstante su
informalidad, dado su lugar relativo en la urbe, se constituye en un barrio que vale
mucha plata [JAC Ceballos]. Sectores de la ciudad que, si se hubiera invertido en ellos,
hoy en día fuera[n] barrios como el de Crespo, como el de Manga11 [JAC San
Francisco].

Por su parte, en los centros poblados rural-urbanos, su consuetudinario


asentamiento de hecho en el territorio ha desdibujado parcialmente, al menos desde
la perspectiva del poblador individual, el vínculo crítico que perciben los líderes
consultados entre esta característica y la vulnerabilidad territorial y social que perfila
la convivencia urbana en estos sectores. Lo que ha dado paso a la aceptación
(incipiente en el corregimiento de La Boquilla, más desarrollado en el de Pasacaballos)
de la conveniencia de proteger esa propiedad individualizada, en riesgo hoy por

11
De estratos medio y alto.
16
valorización del suelo y compras masivas, en el contexto de una normativa que
posibilite el englobamiento y protección de la privacidad jurídica del suelo en formas
colectivas de propiedad.

De todas maneras, la informalidad del asentamiento rural-urbano de estos centros


poblados se asocia, entre los líderes entrevistados, a su persistente desconexión
(expresada en la precariedad de la oferta de bienes y servicios urbanos) de las
acciones de planeación y gestión urbanas distritales, concentradas, en cambio, en los
enclaves turísticos, industriales y portuarios circundantes. También se asocia a la
presión, ejercida por agentes privados y por la administración distrital que los
cohonesta, en la dirección de usos y actividades de enclave en el territorio y cuyo
impacto conciben como críticamente negativo para la centenaria interacción de sus
pobladores con el entorno (zonas de manglares y marismas de reserva forestal y
animal; zonas marítimas internas de reserva pesquera; terrenos de reserva agrícola),
donde han estado viviendo por años apegados a formas tradicionales de subsistencia
y convivencia. Todo lo cual conduce a un cuestionamiento:

…. ¿cómo un pueblo, con un emporio tan grande [a su alrededor], por qué está
así? [CC Pasacaballos].

Acompañar a las comunidades es la expresión que refiere la modalidad estratégica de


gestión de los objetivos negociados con los colectivos comunitarios que representan
ante las instancias decisorias distritales; acompañamiento en el accionar ciudadano
en dirección de la formalización de los predios urbanos ocupados por los pobladores
del sector y del acceso a la oferta de bienes y servicios institucionales que la ciudad
ofrece. A partir de esta gestión y de sus logros parciales, las JAC y organizaciones
cívicas tradicionales de estos barrios se dedican a gestionar, intermediando con
enlaces políticos ante las administraciones local y distrital, el direccionamiento de
recursos de inversión para obras demandadas por la propia comunidad, y de la cual
son voceros: se trata, en todo caso, de transformar positivamente la calidad de la
convivencia barrial y de ascender como barrio en la escala de la estratificación social.

En los barrios de poblamiento inicial prevalente por adjudicación estatal.

Por su parte, según sus líderes cívicos, el grupo de barrios seleccionados en la


muestra por su poblamiento inicial derivado de políticas de vivienda estatal de
urbanización en la modalidad de barrios obreros o de vivienda popular como son
Martínez Martelo, El Socorro y Las Gaviotas, comparten el hecho de ser producto de
la política viviendista del Estado de bienestar de la segunda mitad del Siglo XX en
Colombia. Comparten e l h e c h o d e h a b e r i n i c i a d o s u v i d a b a r r i a l

17
contando con una dotación básica de infraestructura y servicios
urbanos un estatus jurídico formalizado de propietarios prediales.
También significó un poblamiento inicial caracterizado por una
r e l a t i v a homogeneidad socioeconómica y de usos cotidianos de sus colectivos
vecinales: obreros de empresas públicas, empleados, funcionarios estale,
homogeneidad relativa que con el transcurso del tiempo ha dado a una abigarrada
heterogeneidad socio-barrial que es asumida como un crítico factor de riesgo local
por los líderes entrevistados.

En el contexto de los factores organizativo-comunitarios que movilizan y de las


metas a las que apuntan las acciones e iniciativas de estas organizaciones, es
una particularidad encontrada entre ellas la de percibirse representantes de
sectores urbanos y grupos vecinales que en sus fases iniciales de conformación
fueron parte integral –e integrada- del desarrollo urbanístico de la ciudad (de
lo que se extrajeron importantes beneficios colectivos: un equipamiento urbano
adecuado, una conectividad material y funcional con la ciudad expedita, una
homogeneidad sociodemográfica positiva), pero que en las modalidades
presentes de desarrollo urbano, lo están siendo de manera forzada y/o
inconsulta y no siempre conveniente, teniendo en cuenta que las megaobra s de
transformación urbana de las últimas décadas, que han venido acaeciendo
dentro del territorio barrial o en sectores colindantes con éstos, han venido
produciendo críticas rupturas en los usos del suelo y la convivencia barrial así
como en sus relaciones con el medio urbano en su conjunto: asuntos como el
trazado en su territorio de troncales viales de entrada y salida de la ciudad por
las que se moviliza el flujo mercantil de la creciente inserción de la ciudad en la
economía global; la implantación de centrales de abasto en sus inmediaciones,
de transversales para el sistema integrado de transporte masivo, etc., se
visualizan como factores de interferencia o denegación de los intereses y
derechos que la tradicionalidad barrial había tenido razonable mente
garantizados.

Frente a lo cual sus líderes hoy comparten la percepción de ser actores pasivos
del desarrollo de la ciudad, víctimas del angostamiento de sus tradicionales
vasos comunicantes con éste, y , al tiempo, de estar perdiendo la relativa
homogeneidad socioeconómica y sociocultural tradicional interna, vista como un bien
colectivo en riesgo, por obra de otras formas emergentes de poblamiento
(consecuencia de adquisición privada o de urbanización multiviviendista) y por usos
e m e r g e n t e s d e l s u e l o del barrio (de residencial a comercial en algunos
sectores), que venidos desde afuera, es decir, del resto de la ciudad (del país, o del
mundo), están produciendo una incoherente conjunción de u s o s e n e l
t e r r i t o r i o b a r r i a l , lo que consideran que está comportando transformaciones

18
radicales de las prácticas de convivencia vecinal y de sus valoraciones. Todos estos
nuevos vectores urbanos, presionando desde sus márgenes o desde su interior,
han implicado la acumulación de nuevas y la intensificación de tradicionales
problemáticas, traducidas en tensiones y distanciamientos entre nuevos y
habitantes tradicionales, circunstancias percibidas como degradación de la
calidad de vida barrial.

Así, las metas y logros de estos líderes barriales se plantean en direcciones


asociadas con las interrelaciones del barrio (en tanto tradicionalidad vecinal de
propietarios-residentes) con la ciudad (percibida al tiempo como oportunidad de
bienes y servicios y como intrusión fragmentadora de usuarios y no ya de vecinos):
así, la meta de cerrar las fisuras barrio/ciudad, y la de incrementar la calidad de vida
residencial del sector, tiene que ver con habilitar su comunicabilidad con el resto de
la ciudad (entorpecida por las obras de movilidad macrourbanas), así como con
preservar su especificidad tradicional, recuperando al barrio como espacio de
convivencia vecinal (hacer al barrio más amable, afirma el líder de El Bosque), al
mismo tiempo que protegiéndolo de los impactos fragmentadores de intrusivos usos
y dinámicas macrourbanas que lo asolan (nuevos usos no residenciales; nuevos
residentes con perfiles socioculturales no tradicionales).

En los barrios de poblamiento y consolidación privados.

Entre los líderes de barrios en cuya consolidación inicial primó la iniciativa privada
de compraventa legal y construcción particular, en la que intervinieron empresas
privadas y agentes urbanizadores particulares, o simples vendedores de predios
previamente roturados para urbanización residencial, se fueron construyendo
unidades habitacionales individuales y posteriormente unidades residenciales
multifamiliares, abiertas o cerradas.
El carácter privado del proceso de poblamiento y consolidación residencial del
barrio, su tradicionalidad en el tiempo, la homogeneidad convencional de los
pobladores iniciales y posteriores de su consolidación (hasta años 70), su inserción
en una ciudad que entonces atisbaba apenas las dinámicas urbanísticas que en las
décadas siguientes la transformarían tan radicalmente, y el goce de una dotación
básica de servicios urbanos, que hasta esos años se consideraron modelos y
contrastes inalcanzados para el resto de la ciudad, forma parte de una realidad que
hoy día está siendo rebasado por la obsolescencia, deterioro o desfase que el rápido
ritmo de desarrollo urbanístico por obra de su conversión en centro internacional y
nacional de servicios turísticos, está ocasionando en su estructura original y en sus
ritmos convencionales de convivencia. Desfase que determina la percepción crítica
19
del lugar relativo que estos barrios ocupan hoy en la ciudad en su conjunto, como lo
expresa el líder vecinal entrevistado.

La transformación cumplida aquí, de ser exclusivos y excluyentes sectores


residenciales a convertirse en uno de los nodos principales y emblemáticos de la
oferta turística de Cartagena, ha traído como consecuencia la transformación de sus
tradicionales rasgos arquitectónicos, económicos, sociales y vecinales, dando
lugar a toda tipo de actividades y personas propias de la explosión turístico-
comercial, formal e informal, que ha venido aconteciendo en su entorno. La
conversión de estos sectores barriales en nichos privilegiados de explotación del
suelo urbano por los más diversos negocios turísticos, ha implicado, para bien de sus
tradicionales pobladores, una alta valorización del suelo y oportunidad de
actualización de los dispositivos urbanísticos ya obsoletos. Por su parte, la
conversión de estos sectores urbanos en polos de atracción de extraños, de gentes de
afuera, ha implicado al tiempo una ganancia y una desmejora para el barrio. Y ello
se explica considerando la dicotómica clasificación en dos categorías sociales que de
éstas gentes se hace: una, es la conformada por los usuarios e inversores de la
productiva industria turística; otra, la constituida por los extraños venidos de
cualquier lugar del mundo, incluso de otros sectores de la misma Cartagena, que
introducen un factor de inseguridad ciudadana, crítica tanto para residentes como
para turistas y visitantes.

Y es precisamente en este entorno urbano en el que la Asociación de Vecinos que


lidera nuestro entrevistado se ha venido a constituir en el garante de la seguridad de
la zona. Garantía de que los residentes y visitantes, cuya congregación en ese lugar
da materia y forma al barrio, esté bien, en el sentido de estar tranquilos; y en la
medida en que hay un sujeto representativo organizado y eficiente que está velando
por ellos para que las dinámicas de funcionamiento del barrio no se salgan de control.

Esa seguridad, según la entiende el líder entrevistado, tiene varias aristas. En este
sentido, Asobocala busca, como punto de partida, compaginar las demandas del
residente de los barrios que conforman la Asociación, con las de empresas y
empresarios formales asociados a los servicios turísticos, mayores o menores,
asentados en su entorno y, a partir de ello, en tanto representante de los
intereses que comparten ambos grupos de pobladores y usuarios, trabajar por la
seguridad e n e l t e r r i t o r i o b a r r i a l . El principal de estos intereses tiene que
ver con el hecho central de que éstos consideran que el gobierno distrital, desde las
instancias de planeación y gestión urbanas, deberían hacer que el desnivel entre los
ingentes aportes que por concepto de impuestos urbanos hacen sus
residentes/usuarios sea cada vez menor, y haya más equidad entre lo que el
Distrito extrae fiscalmente de estos sectores y lo que éste les retorna en inversiones
20
y atención gubernativa. La poca representación que se tiene ante el Distrito, esa que
reclama en nombre de sus asociados, debe incrementarse en cantidad y calidad para
solventar las problemáticas emergentes de estos sectores de la ciudad, que no por
pudientes estén exentos de ellas. Los intereses y problemáticas que definen l a s
fuentes y metas del accionar ciudadano en esta zona
u r b a n a percibidos en su conjunto también —de la misma manera que hemos
escuchado en tantos otros testimonios— como calidad de vida, se concretan, en su
discurso, en términos, unos, de infraestructura (movilidad, amoblamiento urbano,
servicios públicos a la altura de su alta estratificación), y, otros, de convivencia
(tradicionalidad residencial de calidad) sometida a riesgo por las razones aducidas
arriba.

…no estamos diciendo que [la administración distrital] no atienda la


problemática de los barrios de las zonas subnormales, que no atienda la pobreza
de la ciudad, no; pero tú no puedes dejar a un lado las personas que te están, de
alguna manera, aportando y están dándole y contribuyendo con la ciudad;
[estamos diciendo] que [la administración distrital] no deje perder la calidad de
vida de la zona, que nos mantenga [con decisiones consecuentes], si es estrato
seis… en el estrato seis [Asovecinos Bocagrande/Castillogrande].

En los barrios de poblamiento y consolidación mixta

El caso de San José de los Campanos, uno de los dos barrios de este grupo, expresa
una experiencia de liderazgo organizado particular. Esta unidad barrial, cuyo
poblamiento inicial fue producto principal de reubicación de pobladores de otros
sectores de la ciudad y por ocupación de hecho en terrenos privados, fue en años
recientes acrecida con la implantación en sus fronteras tradicionales de una
urbanización estatal que hoy hace parte integral del barrio. Así que los nuevos en el
barrio ahora son los pobladores a quienes el gobierno distrital adjudicó vivienda en
la urbanización. La lideresa del barrio San José de los Campanos, una gestora cívica,
miembro de la JAC, que habita el barrio desde sus momentos fundacionales,
legitima su estatus representativo por su identificación con lo que el barrio es. Y
precisamente, frente a los nuevos pobladores, quienes legalmente acceden a su
vivienda propia en el territorio barrial, concibe el nuevo asentamiento como una
imposición de esa gente en el barrio por obra del gobierno distrital.

…siempre los hemos tenido [a esos nuevos pobladores del barrio] como clase
aparte por parte de [nuestra] comunidad… ellos… no han sido a nuestro gusto.
[La de ellos] no fue una comunidad que fue aceptada, sino que fue impuesta en
ese entonces por Corvivienda [JAC San José de los Campanos].

21
Por esto, asume que las necesidades que caracterizan a cada uno de esos
diferenciados núcleos vecinales son expresión de las diferencias en los modos de
inserción urbana de los colectivos barriales que los constituyen, por lo que las
prácticas ciudadanas de representación que los líderes han de desplegar desde las
organizaciones cívicas respectivas, estarán marcadas por estas diferencias,
expresadas, como se ha dicho, en términos de necesidades:

Las necesidades que hay allá adelante no son las mismas que están aquí,
ni las que están allá en el fondo [del barrio] [JAC San José de los
Campanos]

Ahora son estos pobladores posteriores a la etapa fundacional, que llegan a un barrio
con una estructura urbana, s i b i e n p r e c a r i a , institucionalizada y con perfiles
vecinales propios, los que son segregados (más estrictamente, autosegregados) en
tanto pobladores cuyas características colectivas chocan con las normalizadas de los
habitantes ya tradicionales del barrio. Es pertinente anotar que este más reciente
poblamiento barrial, vía programa viviendista estatal en el Distrito, a diferencia de
los promovidos décadas atrás, están marcados por la heterogeneidad
socioeconómica y sociocultural. Esta intrusión heterogénea introduce un factor de
fragmentación en la dirigencia cívica del barrio y entre los colectivos que se asumen
representados por ésta. Es destacable el hecho que, en la percepción de la lideresa
entrevistada, dirigente cívica del sector tradicional del barrio, sean estos nuevos
pobladores los portadores de la creciente inseguridad que se presenta en el barrio.
Destacable también el hecho de que, de manera homologable a la expresada por el
líder vecinal del grupo barrial anterior (grupo de barrios con poblamiento privado y
enclave turístico estrato socioeconómico 6), un bien colectivo eminente, asociado al
territorio sea expresado en términos de seguridad/inseguridad, y que la percepción de
su pérdida o debilitamiento, la inseguridad reinante hoy, se asocie a las
transformaciones críticas que ha venido sufriendo la convivencia barrial (barrio
estrato 1-2) por obra de ese implante urbanístico. La representación barrial, en los
términos expresados por la lideresa entrevistada, queda así definitivamente escindida
entre la de aquellos nuevos sectores (y la otra JAC que los representa de alguna
manera) y la propia, que aglutina a los colectivos tradicionales del barrio.

Por su parte, la desarticulación de la acción ciudadana representativa en este sector


barrial de la ciudad es vivida a la manera de una emulación negativa entre los
liderazgos de los colectivos vecinales. Considera ella, explicando este hecho, que San
José es un barrio grande para una sola Junta (la original). Además, ese nuevo
sector, ni siquiera se ha podido articular en una instancia cívica que represente sus
propios intereses de manera operante. Por ello, afirma, la JAC del Sector Alto quedó
desactivada.

22
Por su parte, el relato del lider cívico miembro de la JAC de El Bosque, otro barrio de
este grupo, da cuenta de la experiencia de una ciudad que amenaza vulnerar las
fronteras tradicionales del barrio, urbanísticas y vecinales, cuya intrusión se
concreta, por una parte, en emergentes dispositivos urbanos (construcciones
comerciales, portuarias, de industrias medianas, una malla vial de tráfico pesado que
coarta la intercomunicación barrio- ciudad) y, por otra, en nuevas prácticas
socioculturales vecinales que, desde su perspectiva, están desnaturalizando el
sistema de interacciones concebidas como tradicionales en un barrio como ese. En
este último sentido, considera que esa desestructuración barrial forzada, es
corresponsabilidad (cuyo responsable principal son las políticas institucionales de
gestión del desarrollo urbano distrital) de los nuevos pobladores y usuarios del
barrio que se han ido haciendo a propiedades en el sector sin llegar a integrarse a las
actividades y valores tradicionales que caracterizan las identificaciones y
pertenencias de los residentes efectivamente funcionales del sector. Asfixiados y
aislados por la ciudad, invadidos por usos urbanos no residenciales, y habitados
desde adentro por lo extraño, expresa el dirigente comunal su preocupación y dentro
de ella, justifica y valida el accionar de la JAC de la que es presidente:

…porque tiende [el barrio] a que se vaya cerrando; cerrando en unos


círculos, en que… va a desaparecer como residencial, y esto se va convertir en
una zona comercial, terrazas, sitios de diversión, sitios de reuniones
clandestinas, vida alegre …Hoy poco a poco el barrio se nos ha ido encerrado, en
hoteles, restaurantes, comercios, zona de trasporte de carga, transporte
naviero, transporte terrestre, fuera de eso encontramos en nuestro barrio que
hay residencias que se están vendiendo y ya nos hemos percatado que son
gente del interior del país… [JAC El Bosque].

En el caso del barrio El Bosque, el líder entrevistado describe la evolución del barrio
a partir de un dispositivo de usos colectivos cuya matriz de identificación
comunitaria se homologa, en sus fases de poblamiento inicial y consolidación
posterior, a un barrio de casas, es decir, a uno cuyos usos urbanos, interacciones y
pertenencias colectivas tuvieron como pivote el uso residencial. Y es este uso,
fuente de la tradicionalidad de las pertenencias y las identificaciones territoriales,
el que se percibe en riesgo. Frente a ello se define el sentido del accionar cívico-
político de la JAC, estrechamente vinculado a esta evolución urbanística barrial
que ha ido del orden al caos, de la fluidez de los intercambios cotidianos
vecinales a la fragmentación de los usos no residenciales traídos al barrio por los
otros que habitan la ciudad o el país.

También aquí se concibe a la Alcaldía de Cartagena teniendo parte importante de

23
la carga de responsabilidad por su inveterada falta de planeación. Frente a esa
circunstancia, la JAC asume, entonces, la responsabilidad de gestionar la
construcción, adecuación y puesta en funcionamiento de dispositivos urbanos que
se constituyan en espacios de encuentro vecinales, de oportunidades de
interacciones cara a cara, reviviendo los usos definitorios del barrio.

24
§ TRABAJANDO EN LA POLÍTICA: Fuentes, estrategias, metas y logros de
Agentes/agencias políticas tradicionales.

Según Ediles / Ex—Ediles / Candidatos a Edil.

 Ético personales + ético políticas

En estos casos, el motivo activante de la propia práctica política es expresado como


compromiso social, como exigencia de trabajar [edil Boston] por y con unos colectivos
cuyas meras condiciones objetivas se constituyen según sus líderes en un llamado a la
acción pública. Llamado surgido de la conexión entre el agente y la comunidad de
pertenencia, conexión activada a partir de estar al tanto…, de constatar cómo en la
coyuntura presente y en distintos sectores de Cartagena… la gente...necesitada de
ayuda… viene sufriendo… aquejada por necesidades de diversa naturaleza que esperan
respuesta [ediles Boston + Membrillal].

En un sentido más cercano a las fuentes de la legitimación del poder político, el edil
residente en el Pozón, refiere al mismo tiempo como móvil ético de su liderazgo y
fuente de la legitimación de su mandato, las expectativas obligantes de los electores: el
sentir de las comunidades… Sentir que se objetiva institucionalmente en el conjunto
de exigencias normativas establecidas por Ley para el ejercicio público de un
representante de la comunidad por elección popular asentado en un cuerpo de poder
local como la JAL [edil Pozón].

Inducidos por tales motivaciones ético-políticas y personales, el líder político


responde a tal llamado ético según estrategias y metas correspondientes de modo de
ir solventando las necesidades de la comunidad [Socorro], de proceder subsanando su
vulnerabilidad [edil Membrillal].

 Socio-Urbanísticas
Aquello que en lo personal moviliza al líder tiene un correlato urbano que resulta de la
interacción entre los grupos sociales y el territorio de la propia jurisdicción distrital
de representación (la Localidad). Ese correlato sociourbanístico se expresa de la
forma más general como temas sociales que se formulan de diversas maneras
concurrentes alrededor de imágenes de lo deficitario. El edil residente en el barrio
Boston referencia su Localidad como aquella que más deficiencias tiene (hospitalarias,
servicios públicos); otro, como necesidades (básicas) insatisfechas (convencionalmente
consideradas, servicios públicos, vías, dispositivos de seguridad social y ciudadana
25
[edil Pozón] o como acceso a los bienes y servicios que un barrio patrimonial como el
de origen exige a la ciudad; o se propone como aquélla cuyos pobladores se
caracterizan por la precaria calidad de vida [edil Membrillal].

Por su parte, entre el grupo de aspirantes a edil en campaña para las elecciones del
año 2011, fue concurrente también la apelación, como fuentes de su accionar, a
problemas asociadas a las necesidades, deficiencias y carencias, las cuales aquejan
mayormente a los menos favorecidos de la ciudad (de la que forman parte los
habitantes del barrio), traducidos, entre otros campos, en una mala prestación de los
servicios de salud para adultos y sobre todo para la población infantil, con situaciones
generalizadas como la desnutrición y morbi-mortalidad infantil; gasto público
innecesario, la inseguridad ciudadana (atracos), las afectaciones ambientales
depredadoras (por empresas industriales y portuarias) [candidato edil Ceballos].

En el caso del líder cívico-político de Martínez Martelo, que ha desempeñado el cargo


de edil en el pasado, involucrado ahora en movimientos cívico-políticos
suprapartidista, el correlato sociourbanístico de su movilización ciudadana es
asumido como el conjunto de temas de interés colectivo entre los que destaca aquellos
concretamente relacionados con su entorno barrial, en concreto con los asuntos
derivados de la intrusión distrital en el sector por obra de proyectos de
transformación de usos y valores del suelo urbano (mercado de abastos central,
emergentes cargas impositivas, bloqueo de la antigua capilaridad vial entre el barrio y
la ciudad) [ex/edil MarMar].

Otra percepción de las fuentes del accionar político propio las vincula a dinámicas
urbanas asumidas como problemas, generalizadas como crisis social, o
particularizadas como vandalismo o como delincuencia organizada [edil El Socorro].
Versión que se puede homologar a la expresada por la activista política aspirante a
edil, residente en el barrio Las Gaviotas, cuando se refiere a estas fuentes del accionar
como problemática social, que, mirada desde su barrio de residencia y acción política
de base se precisa en el ámbito de la seguridad ciudadana y de la familia, como altos
índices de pandillas y de embarazo adolescente [aspirante a edil Las Gaviotas].

Las estrategias recurrentes expresadas por los líderes políticos entrevistados de este
grupo se condensan en una fórmula canónica repetida: la priorización conjunta,
participativa, del Edil, las organizaciones cívico-político-barriales de cada unidad
barrial, (JAC) y las comunidades (en particular, los colectivos de dirigentes amigos)
en los barrios, a partir de sus necesidades efectivas sobre todo las propias de los
sectores más necesitados de la Localidad, para traducirlas en proyectos que
eventualmente van a resultar en inversiones y obras gracias al diligenciamiento que
el edil está comprometido a realizar ante la administración distrital (gestionando
26
recursos a través del Fondo de Desarrollo Local para los proyectos que han sido
priorizados en el Banco de Proyectos de la JAL) [edil Boston]. En un marco de acción
similar, el edil de El Socorro destaca y valora su labor pública representativa al
referirse al hecho de haber metido resoluciones en la JAL para asignación de recursos
a cada barrio, las que se habrán de traducir en obras.

Priorización que es a veces sobrepasada por las urgencias de la coyuntura calamitosa


que degrada a nivel crítico las condiciones sociourbanísticas de los electores, y que
involucra no sólo a los dirigentes políticos con cobertura representativa en la
Localidad y sus barrios, sino a todos los Ediles del movimiento político de pertenencia.
[edil Membrillal]. La tarea de intermediación del Edil entre las necesidades y su
satisfacción es evidente en este testimonio, En su doble nivel, coyuntural y
estructural. Lo coyuntural puede ser atendido, según expresión del Edil residente en
Membrillal, llevando ayuda directamente a las familias pobres… a las familias
necesitadas, a las víctimas (de la ola invernal, en el caso circunstancial del momento
de la entrevista). Lo estructural, responsabilizándose de animar proyectos de ciudad
vinculados a aspectos profundos de orden sociourbanístico, por ejemplo la Vía
Perimetral. Se trata, en últimas, de llevar más y mejor que lo que ofrecía el Distrito y la
Gobernación a las comunidades concernidas.

El candidato a edil residente en el barrio Ceballos señala como una estrategia


empleada (por sí mismo y por su partido político de pertenencia) atacar… luchar…
contrarrestar… los problemas… brindarles la oportunidad a los habitantes de
Cartagena, a partir de mirar los puntos críticos que tiene la ciudad… proponiendo como
meta cambiar el estilo de vida de los ciudadanos… en particular de aquellos
ciudadanos que han crecido huérfanos... [candidato edil Ceballos]. Ya en el ámbito más
estrecho de las comunidades barriales cubiertas por su accionar de liderazgo (y de
campaña) este líder propone como una de sus estrategias regulares, las reuniones
(en los barrios) llevando cosas que le competen a la comunidad. La historia partidista
del entrevistado empieza en el partido Polo Democrático, donde destaca, como
estrategia más empleada por él y sus copartidarios para cultivar su primer electorado
(acotado en su barrio de pertenencia tradicional), el respaldo partidista a los grupos
participantes en las coyunturas de movilización barrial (mandando gente, surtiendo a
los participantes, etc.). Desde el partido liberal, su actual pertenencia partidista, de lo
que se trata es de hacer presencia en los momentos más precarios de la comunidad,
cuando han estado con el agua al cuello (época de los rellenos) abogando por sus
intereses ante las autoridades.

El líder de Getsemaní valora como estrategia destacable de acción política la gestión


de propuestas ante las instancias de decisión político-administrativas locales,
focalizando su discurso en asuntos muy cercanos al barrio de pertenencia urbana y
sus características específicas en la ciudad de Cartagena (barrio histórico
27
patrimonial), como la de buscar estrategias jurídicas e institucionales para mantener
en su lugar a los residentes (de estratos medios y bajos tradicionales) y controlar
impacto de modificaciones de uso del suelo por obra de inversiones y proyectos de
origen nacional e internacional [exedil/candidato a edil Getsemaní].

 Socio-políticas
Recurriendo a justificar su movilización política a partir de categorías asociadas a la
precariedad, a las deficiencias, a las necesidades, los líderes políticos de este grupo
refieren fuentes de orden sociológico-políticos para su accionar. En este sentido, el
líder de Boston, postula como tales a circunstancias asociadas a la insuficiencia y
precariedad de los espacios de participación e igualdad dentro de la comunidad (de
cara a su desarrollo y progreso) en el conjunto urbano de la Localidad. En este mismo
sentido se refiere al deficiente control ciudadano a la gestión pública y al manejo de
sus recursos [edil Boston] y el compromiso político propio ante tal situación.

En este grupo el aspirante a edil del barrio Ceballos, a la gente del barrio y a la
ciudadanía de Cartagena la percibe como constreñidas en un espacio [ciudadano en el
que] no ven salida. Particularizando su afirmación en las gentes de su propio barrio de
residencia y núcleo de acción ciudadana: Éstas se encuentran embarrilados por todas
partes (con el agravante de que el resto de la ciudad ve, injustificadamente, a Ceballos
y a sus gentes como barrio rojo) [candidato edil Ceballos].

 Organizativo-Partidistas.

Dado ese marco, las estrategias de acción política, que buscan de consuno, como ya lo
recogimos arriba, bienes y servicios urbanos a la ciudadanía local, pasan por una
doble dinámica de concertación. Por una parte, la señalada en los párrafos anteriores,
de cara a las comunidades locales y a la administración distrital; y por la otra, y de
manera concurrente aunque flexible y en algunas ocasiones concebida de manera
crítica, la que se lleva y se cumple a los circuitos superiores de discusión y decisión del
partido a nivel distrital y local, cruce complementario de instancias de decisión que
hacen posible al líder político del caso ir tomando decisiones inmediatas para
solucionar los problemas planteados por los colectivos barriales organizados desde las
comunidades [edil Henequén].

Las carencias, la insuficiencia, la inefectividad, reaparecen en los testimonios de este


grupo, para referir las fuentes problemáticas de la situación de sus electores locales.
En este caso tienen que ver con la propia estructura y dinámica que sus partidos de
pertenencia despliegan en su accionar local. El líder de Boston habla del acceso

28
insuficiente a los espacios de decisión de los líderes territoriales (barriales,
localidades) para tomar parte en las decisiones de importancia para la ciudad
tomadas por la dirigencia partidista (en el nivel de concejales locales y congresistas
nacionales) [edil Boston].

El factor anterior es concurrente con la inefectividad de la dirigencia partidista


distrital ante las administraciones distritales, cuyo manejo de las problemáticas
urbanas no convence. Lo tiene una honda raíz problemática, que sido la carencia de
un Plan de partido, articulable a los Planes de Desarrollo Distrital, que fuera posible si
se tuvieran en cuenta a los voceros representativos de las comunidades barriales que
son los efectivamente informados de las carencias de las comunidades locales tan
sufridas (por ejemplo, los ediles) [edil Membrillal; exedil líder cívico-político
MarMar].

Uno de los tres líderes incluidos en el grupo de aspirantes a edil en campaña


prelectoral ha expresado que las negativas condiciones de la ciudadanía (necesidades
básicas insatisfechas) en Cartagena (en fuera de ella) se han mantenido por obra de la
clase política (nacional y local) que se ha mantenido en el poder, reformando la
reforma [la Constitución del 91), por interés particular, de grupo o del modelo
económico vigente. A nivel nacional, en el partido prosperan grupos sin escrúpulos que
mueven muchos intereses particulares y encontrados, que no atienden para nada a los
intereses colectivos. Se toman las decisiones de manera verticalista… La información
que parte de las bases, se queda entrabada entre los intermediarios (mandos medios)
del partido. Entre los partidos se habla de democracia, pero la realidad es otra… En
medio de tal situación, la meta partidista principal y casi que única es llegar a la
presidencia del país. Según éste, los partidos no han crecido sino electoralmente;
puesto que en la definición de políticas públicas, no lo han hecho [Exedil/aspirante a
edil Getsemaní].

Pero, en los casos en que la percepción de los vínculos entre el agente político local
(edil) y la dirigencia partidaria es positiva se expresa como la oportunidad de acceso a
espacios competitivos de decisión partidista y la fluidez de comunicación entre el
propio y esos ámbitos institucionalizados de poder político (concejales, congresistas,
líderes distritales partidistas). Tal es el caso del testimonio del edil de Boston,
concordante con la experiencia relatada por otro edil, vecino del barrio Henequén,
que refiere su trabajo como enlace activo y constante entre la dirigencia regional del
movimiento político de pertenencia y los líderes locales, para lograr la ubicuidad y
eficacia requeridas en el contexto local y distrital [edil Henequén]. Como lo afirma el
líder asentado en el barrio Membrillal:

29
... la toma de decisiones se da convergiendo, dialogando con las
jerarquías... hay unas cabezas visibles... se tiene que tener una estructura
organizativa, [pues] el que no sabe para donde va cualquier bus le sirve...
[edil Membrillal]

La estrategia de partir de las iniciativas de las bases urbanas, y participar en la


elaboración y gestión de proyectos que desde la JAL recorren la ruta de la
administración distrital y eventualmente, según su importancia e impacto urbano, la
de la dirigencia partidista distrital, regional y nacional del partido o movimiento,
afirma el edil residente en el Socorro, atiende a la configuración esquiva de
coherencia entre demandas y ofertas que se ha de traducir en significancia electoral.

Como expresión completa de la posición de los líderes de este grupo de candidatos


podemos destacar la planteada por el candidato residente en Ceballos. Según este, se
trata de:

…atacar… luchar… contrarrestar… los problemas… brindarles la


oportunidad a todos los que han crecido huérfanos... con la estrategia de
mirar los puntos críticos que tiene la ciudad… [y apuntar a ellos
programáticamente a partir de] consensos… [candidato a edil Ceballos]

Planteada desde el agente político y su grupo de pertenencia partidista, la lideresa de


las Gaviotas, aspirante en campaña a un lugar en la Junta Administradora Local de la
Localidad 2 resalta la importancia estratégica para un líder emergente de fortalecer
los propios cuadros partidistas en el territorio urbano de interés, incorporando a
líderes locales tradicionales o emergentes venidos de esas mismas canteras barriales
con nuevas propuestas y demandas, negociándolas en el seno de la dirigencia
partidista distrital (la junta directiva del partido), y, de ser posible y conveniente,
establecer alianzas con otros partidos interesados en el cambio. Asume, en
consonancia, esta lideresa la estrategia de crear nuevos líderes…, de configurar un
equipo fuerte que vaya contra toda la maquinaria política de hoy, como una propuesta
fresca… no viciada [aspirante a edil Las Gaviotas].

Porque en últimas,

…se trata no de correr sino de saber caminar… se trata de abonar un buen


territorio. [aspirante a edil Las Gaviotas]

Las posiciones de los ediles en torno a la responsabilidad que cabe a los partidos de
pertenencia sobre lo exitoso o no de las estrategias y de los logros efectivos que
hayan impactado efectivamente a la ciudad, se mueve entre dos extremos. Por un lado,

30
la posición de aquellos como el edil residente en Henequén, de considerar que de lo
que se trata es de conseguir cada vez más que sean del propio partido los
representantes a cuerpos colegiados, posicionándose en Cartagena y Bolívar, a fin de
incrementar los alcances y cantidad de los logros en la ciudad [edil Henequén]. Por
otro lado, está la posición del exedil, residente en MarMar, hoy dirigente cívico-
político-político suprapartidista, que destaca como un fracaso el que en Cartagena no
ha habido una posición de partido ante los temas de ciudad (ej. Emisario submarino,
lotes baldíos, competitividad) y que en este sentido, los partidos y su liderazgo local
no se está haciendo acompañamiento local, menos barrial a sus electores [ex/edil
MarMar].

 Político-gubernativas distritales (nacionales/territoriales)

Del lado de la administración distrital, la desconexión señalada arriba entre los niveles
de la organización partidista y la ciudad real, se correlaciona con una consecuente
desconexión de la administración de cara al Distrito, en particular, en lo que se refiere
a la carencia de un rumbo de inversión y gestión para la ciudad [edil Membrillal].

El el otrora edil y hoy líder cívico-político aspirante a edil, residente en el barrio


Getsemaní reconoce que en el medio local, junto a la situación de los partidos, a nivel
de gobernabilidad, las problemáticas se acrecientan por la falta de autoridad… por la
falta de interés de las autoridades, uno de cuyos indicadores más notorios es el hecho
de que no hay un Plan de desarrollo que beneficie la ciudad [aspirante a edil
Getsemaní].

Según Dirigente movilización Pluripartidista cívico-político rural-urbana

 Socio-Urbanísticas

Como en el caso de los ediles, este dirigente de larga trayectoria en la región y en la


ciudad, miembro de diversos movimientos y agrupamientos políticos a lo largo de su
carrera, y ahora identificado como líder suprapartidista comprometido
principalmente con las comunidades de su zona de influencia, en este caso, un
poblamiento rural-urbano como Pasacaballos, en drástica incorporación al desarrollo
urbano de la ciudad, acorralado territorial y funcionalmente en zona de enclave
industrial, comercial y portuario de Cartagena.

Como fuente dinamizadora de su accionar, postula también un cierto universo de


necesidades estructurales de loc colectivos vecinales de la unidad comunera de
31
gobierno rural (otrora corregimiento) de Pasacaballos (educación, salud, ingresos,
desarrollo social, etc.) y como problemas puntuales (agua, basura, saneamiento
básico) que esperan respuestas [C.C. Pasacaballos].

Para este líder cívico-político-político la estrategia definitoria del accionar político


ante los colectivos por los que trabaja también se define como un dar respuesta a sus
necesidades. Pretende ayudar a la gente… atacando sus problemas puntuales que, al
tiempo tienen que ver con aspectos coyunturales como con dimensiones estructurales
de diverso orden, accionar que conduzca a su desarrollo integral (participar
significativamente como colectivo urbano organizado en la elaboración de un Plan de
Desarrollo que incluya las necesidades de las comunidades afrodescendientes de esa
zona del Distrito, por ejemplo) integrando acciones (en particular, inversiones) en
obras materiales tanto como acciones que impliquen la transformación de la cultura
ciudadana [C.C. Pasacaballos].

 Socio-políticas
Pero a diferencia de los ediles residentes en sectores urbanos, este líder cívico-político
encuentra en los colectivos de pobladores pasacaballeros la vigencia de una situación
problemática arraigada en la propia constitución socio-política de éstos. Situación
configurada por las dificultades inherentes al ejercicio exitoso de cualquier liderazgo y
de acción colectiva concertada, el estar tratando con una comunidad recelosa,
desconfiada, apática [C.C. Pasacaballos].

Así que, frente al crítico fenómeno detectado por este líder, se propugna por una
estrategia conducente a lograr una organización ciudadana unitaria y eficaz, con una
pertenencia política no dependiente (clientelar), sino autónoma, que tenga como uno
de sus ejes estratégicos fundamentales la educación en sentido general del accionar
ciudadano y político, aunada, de parte del liderazgo local, a una estrategia de
comunicación y presencia y convocatoria persistente. [C.C. Pasacaballos]. En sus
palabras, de lo que se trata entonces es de lograr la

la socialización de la información: convocar y enfrentar a las comunidades


locales a los propios y comunes problemas, por fuera tanto de los grupos
políticos tradicionales como de las mismas organizaciones cívico-político-
políticas (JAC), informando el problema, a qué actores les toca la
responsabilidad (Distrito, comunidad) [C.C. Pasacaballos].

Reconoce el líder de Pasacaballos, que en la dirección de las metas señaladas arriba, al


momento se ha logrado derribar asperezas, rivalidades, enfrentamientos… entre los
colectivos organizados de las comunidades de esta zona del Distrito, activando
32
dinámicas conducentes que pueda llegar a hacer viable la postulación y elección de
candidatos propios y comprometidos efectivamente a cargos de representación
distrital [C.C. Pasacaballos]

Según Concejal por movimiento cívico-político-político de opinión

 Ético-políticas
El concejal cartagenero entrevistado, residente en el barrio de Bocagrande, y uno de
los dirigentes políticos de nuevo cuño, cuyas pertenencias transitan entre un
movimiento cívico-político-político que llevó a la Alcaldía a su lideresa y el Partido
Conservador, también sustenta su articulación motivacional y práctica al trabajo
político en la ciudad, a un llamado a servir, o vocación de servicio que al mismo tiempo
adquiere el carácter de obligatoriedad tanto ética (ante sí y ante los otros), fundada en
un inherente (personal y profesional) sentido de responsabilidad como pragmática
(ante el otro), que sólo se resuelve cuando se logra cumplir con la ciudadanía.
Cumplimiento ante el otro que legitima, ante sus ojos y los de sus conciudadanos, su
papel de líder. Papel que, en sus propias palabras, va en la dirección de trabajar por
generar (en Cartagena, que no sólo en el barrio) seres humanos competitivos (para
referirse a su versión de ciudadano) [concejal Bocagrande].

Estas circunstancias, motivante, personales unas, urbanas otras, activan una


estrategia particular como líder, al concejal, un ethos, que haga saltar la trampa
señalada anteriormente: generar una opción mental, que en lo concreto se traduce en
contribuir como mediador en generar seres humanos competitivos, en coadyuvar en la
transformación del ciudadano cartagenera de víctima de las circunstancias en
transformador de ellas [concejal Bocagrande].

 Socio-urbanísticas
Para este concejal de Cartagena, la fuente motivacional de su quehacer político se
formula con una perspectiva de ciudad evidente, para hacerlo se refiere a los
problemas de la ciudad, y al concretar esta formulación, destaca como fundamental, en
tanto carencia, el hecho de que ésta adolece de un ordenamiento territorial que ha
posible el desarrollo económico global del Distrito y el personal de sus ciudadanos
[concejal Bocagrande].

La nueva opción mental de la que habla el entrevistado, propia de esos seres


humanos competitivos que se pretende promover, tiene como meta estratégica que
los cartageneros aprovechen mejor las ventajas comparativas del territorio urbano,
33
por su bifronte constitución marítima y continental; que sean los propios agentes del
mejoramiento de sus comparativos de calidad de vida: buenos servicios públicos,
sistema de salud, educación; y en lo que le concierne por su investidura y posición de
liderazgo político distrital, contribuir a mejorar la oferta estatal en educación, salud
y trabajo para los pobladores cartageneros [concejal Bocagrande].

 Sociológico-políticas
Los otros problemas de la ciudad en su conjunto entre los que destaca la pobreza, la
delincuencia, la enfermedad, la inseguridad, la movilidad, los percibe como formando
parte de una macrodinámica urbana que la reproduce: especie de trampa social
consistente un crítico desbalance de oportunidades entre los cartageneros [concejal
Bocagrande].

Se ha destacado en los párrafos anteriores la mirada sociológica que sustenta tanto


las fuentes como las metas estratégicas planteadas por el concejal: hacer girar a la
gente la atención desde el Cerro de La Popa (imagen de pobreza), hacia el mar
(imagen de oportunidades) para mejora aprovechar las ventajas comparativas del
territorio urbano; contribuir a generar seres humanos competitivos capaces de
gestionar el mejoramiento de sus comparativos de calidad de vida; y, en particular, su
compromiso de participar en la construcción y preminencia de liderazgos horizontales
con la visión de que Cartagena es entre todos [concejal Bocagrande].

 Metas, estrategias y logros: Político-gubernativas distritales


Si bien el concejal recaba en la preponderancia del cambio de actitud hacia el
compromiso y la participación ciudadana en su propio desarrollo, plantea que, como
dijimos, y en lo que le concierne por su investidura y posición de liderazgo político
distrital, plantea como meta estratégica el contribuir a mejorar la oferta estatal en
educación, salud y trabajo para los pobladores cartageneros desde su posición de
concejal [concejal Bocagrande].

Según dirigente político barrial tradicional.

 Ético-políticas objetivas Sociales


En el orden ético-político, a la problemática específica de orden sociológico-político
centrada en los jóvenes, propone la lideresa estrategias de formación en valores
sociales, la resocialización de jóvenes con baja autoestima a través de la formación
ética y en valores, tarea en la que el líder político de barrio puede aportar mucho.
Ayudando a cambiar, y, al tiempo, mostrando que sí se puede ayudar a cambiar [Líder
político barrial El Paraíso].

34
 Socio-Urbanísticas
Se trata en este caso de una líder del barrio informal levantado en las faldas del cerro
de La Popa. En él, la lideresa de barrio recalca como fuentes de su compromiso
político, como en gran parte de los casos considerados entre los líderes políticos
tradicionales en la ciudad, las falencias, en el nivel sociourbanísticos, las faltas de,
entre otras cosas, puesto de salud, carretera de salida del barrio, iluminación pública,
falta de oportunidades, etc. [Paraíso]. En este testimonio es muy evidente la cercanía
de las fuentes motivacionales con la pertenencia barrial del líder, sin ningún otro
cargo institucional dentro del Estado, ni otra preminencia partidista que ser capitán
político del barrio de pertenencia.

Consecuente con la postura anterior, la misión (estrategia y meta) legitimadora del


agente político local, es la de trabajar por el barrio, mejorar el barrio. [Líder político
barrial El Paraíso]

 Sociológico-políticas
Fuentes entre las que se destaca una de orden sociológico, cual es la constatación
del grave problema de no-integración a la sociedad de colectivos barriales (en
particular, tratándose de jóvenes y niños).

Agente intermediario/mediador local, esta lideresa del barrio expresa como sus
estrategias socorridas el acercamiento con las JAC locales, con las organizaciones
sociales, comunitarias y cívicas y con comunidad en general de su zona de influencia
de liderazgo, a través del asesoramiento en temas relacionados con el bienestar de las
comunidades [Líder político barrial El Paraíso].

En relación con si situación social crítica vinculada al problema del pandillismo juvenil
de la zona, se valora los resultados exitosos de la estrategia formativa planteada,
señala que fueron escuchados:

Las comunidades [pandilleros] nos escucharon [Se logra la paz] todos tienen
su hogares, trabajan [líder político barrial El Paraíso].

 Organizativo-Partidistas
En un plano organizativo-partidista, es evidente la funciona intermediadora de las
estrategias y metas propias en relación con el gran mediador que cobija e incluye su
acción barrial, Lewis Montero, que respalda y legitima el propio trabajo y le da
proyección urbana: ese líder político de la ciudad, ante quien se responde y por el que
se responde, lo motiva a uno a trabajar por la gente [Líder político barrial El
Paraíso].

35
§ El FDL: eje articulador de las redes cívico-políticas en la ciudad de Cartagena.

Así, es la disputa competitiva por el suelo urbano o urbanizable de cara a su


apropiación, distribución y usufructo, lo que constituye al planeamiento, la gestión y
la convivencia urbanas en una palestra política.12 Configuración de un espacio social
como espacio urbanizado, es decir, cívico; y, a la vez, de un espacio urbano como
espacio ciudadano, es decir, político— planificado, gestionado y efectivamente vivido
como fuente, materia y meta de un pacto colectivo siempre renegociado, nunca
perfeccionado, entre los diferentes agentes y agencias intervinientes, que lo
consiguen siempre de manera diferenciada y desigual, constituyendo un único e
integrado campo de realización de las prácticas y los proyectos de ciudadanía en la
ciudad, al que podemos definir como cívico-político.

Entre los hallazgos que confirman tales supuestos, presentaremos en este Cuaderno
de Trabajo el correspondiente a la reconstrucción interpretativa que, a partir de los
testimonios recogidos, se hizo de las prácticas vigentes en el medio cartagenero
alrededor del manejo del Fondo de Desarrollo Local (FDL), prácticas
institucionalizadas, por ley y/o por el uso, de distribución y manejo de recursos
públicos municipales, que se constituyen en el eje de la articulación entre la
Administración Distrital, el liderazgo político partidario de cobertura urbana, el
liderazgo político de alcance vecinal, el liderazgo cívico barrial y las comunidades
concernidas. Así, destacaremos en este apartado las estrategias, cursos de acción y su
inserción en el territorio social de la ciudad, del proceso institucionalizado,
jerarquizado y desigual, de competición por los recursos escasos del Estado, por el
que concurren, desde su base, colectivos ciudadanos demandantes, localizables en el
territorio barrial de la ciudad, por una parte, y una red jerarquizada de intermediarios
y mediadores políticos y/o cívico-político, que desde el nivel unibarrial, van
integrando escalas cada vez más amplias de agrupamientos barriales, unidades
comuneras de gobierno, Localidades y Distrito en su conjunto, según una lógica que es
función tanto de las modalidades prevalentes de poblamiento barrial como de la
roturación político-administrativa del territorio distrital.

12 Acogemos, para el presente artículo, la definición que de la planeación y gestión del territorio
urbano propone y dispone el Plan de Ordenamiento Territorial del Distrito de Cartagena (2001-
20011), con respecto a la ciudad que resulta por él planificada: se postula a sí mismo como un modelo
de ocupación territorial . Un modelo que, como tal, se concreta en un ordenamiento de políticas,
estrategias y regulaciones puntuales que pretenden racionalizar la concurrencia de intereses y agentes
diversos en el plano socioterritorial de la ciudad, a partir de una normalización prescriptiva, en principio
consensuada, de la localización y distribución espacial de las actividades de esos agentes, de la
determinación de infraestructuras de servicios públicos y equipamiento urbano (para soportarlas), y de
la definición de las características de los sistemas de comunicación (para interconectarlas), todo ello
para lograr el desarrollo óptimo de las funciones urbanas y la protección de sus recursos naturales y
culturales. (paráfrasis del Art. 112). Itálicas, JHG.
36
Los mecanismos operativos recurrentes de esta gestión se nos mostraron como un
acompañamiento a las organizaciones cívicas del(os) barrio(s), en particular a sus
JAC, aunque en algunos casos a fundaciones no gubernamentales; a su liderazgo cívico,
así como a amigos dirigentes, y a las comunidades vecinales en general. Ese trabajo
de intermediación/mediación, que correlaciona e integra las agencias/agentes
convencionalmente identificados como cívicos con las agencias/agentes
convencionalmente reconocidos como políticos , se concentra en la co-participación
de diversa índole e intensidad en la elaboración de proyectos de inversión barriales y
de su gestión ante o en las instancias respectivas del Distrito, ejecutivas o legislativas.
Y es el mayor o menor éxito que la intermediación/mediación del agente —líderes
cívico-políticos de JAC, CC, líder barrios, JAL, Concejo— tenga en el seno de las
instancias de decisión urbana en el control de unos fondos públicos preestablecidos
en instancias de decisión centrales del Distrito (Alcaldía, vía Plan de Desarrollo), lo
que le garantizará un mayor o menor producido de legitimidad, y, de paso, de respaldo
electoral traducible de manera directa en votos que se contabilizan por barrios y
conjuntos de barrios (según la roturación político-administrativa distrital: unidades
comuneras de gobierno y Localidades). Una descripción del proceso nos lo suministra
el edil del barrio Boston. Según éste, todos los barrios de la Localidad, en la medida
que se organicen, en la medida que presenten proyectos y luchen por esos proyectos, [los
obtendrán]. Según esto, las organizaciones cívicas barriales institucionales, es decir,
las JAC, así como otros liderazgos cívicos barriales, se organizan alrededor de la
selección jerarquizada de obras de interés común para mejorar la calidad de vida de
los residentes del barrio. El ejercicio de la acción cívica ciudadana tradicional se
articula entonces alrededor de esta priorización —vecinalmente negociada—
de proyectos que van a ascender al nivel político , con los ediles de las JAL, y,
particularmente, con los ediles que emergieron en su momento del barrio. Esa
primera priorización es reformulada, ya en el seno de las JAL, por una segunda, ya
no meramente cívica sino explícitamente politizada priorización. Entonces sí,
tomadas las respectivas decisiones en el seno de la JAL, se les llevan los recursos a esos
sectores. De tal manera, que entonces es cuando nosotros lo hacemos realidad, a través
de los recursos que manejamos; le damos salida a esos proyectos.
Pero el vínculo que desde el liderazgo intermedio (edil) se construye, de ida y venida,
y se consolida a través del manejo de los recursos del Estado para obras, no se queda
allí. Y es ese ejercicio de gestión punto de partida y llegada para generar y consolidar
relaciones de intercambio de servicios a través de acompañamientos, lo que llama
asesorías en el tema de cómo acceder a los recursos públicos [edil Boston].
Así es que la intermediación presupuestaria, que culmina en obras, pasa por un
momento superior de mediación que este edil cartagenero protagoniza al modular
las decisiones de los actores intervinientes en el proceso en la medida en que incluye
la generación de espacios de debate , de negociación —confrontación y
acuerdos mediante— con autoridades y liderazgos políticos de nivel distrital
concernidos estratégicamente por las problemáticas específicas del barrio. Sobre su
acción intermediadora/mediadora matiza su caracterización:
Decir que negociado, esa palabra no me gusta decirla, yo podría decir que
hemos solicitado muy respetuosamente el acompañamiento en los
37
diferentes debates que hemos tenido aquí en la Localidad y algunas veces
hemos solicitado en los diferentes barrios el apoyo de ellos, [funcionarios
de la administración distrital, en particular a aquéllos que fungen al
tiempo como líderes políticos copartidarios]… [edil Boston].

Y como respuesta positiva, estos agentes (o sus voceros) de nivel superior, Secretarios
del despacho distrital, comandantes de Policía, gerentes de servicios públicos,
funcionarios de entes de control, etc., conjuntamente con el líder político de que se
trate, toman decisiones, en el sentido de que dependencias distritales que tienen hoy el
compromiso de desarrollar tales obras o proyectos, las realicen cabalmente.
En fin, estos dos momentos, los propios de la intermediación y la mediación que
vinculan lo convencionalmente asumido como cívico (socioterritorial, urbanístico)
con lo tradicionalmente postulado como político (toma de decisiones colectivas en el
marco de las dinámicas ciudadanas), expresan y naturalizan una segregación
jerarquizada, funcional y simbólica, conformada por un allá ellos en los barrios y
un acá nosotros en las JAL y espacios más centrales y restringidos de decisión
política distrital) que se imbrican con éxito en el universo de la ciudad, gracias a la
experticia del líder de que se trate:
Las negociaciones las hacemos por acuerdos, por convenios, pero nosotros
les abrimos también espacios a ellos [los pobladores barriales, sus líderes
vecinales cívicos] de participación por lo menos en el tema de las obras,
pues generalmente les decimos a las Juntas de Acciones Comunales, que
nos presenten propuestas. Nosotros acá las revisamos, las priorizamos y
les damos viabilidad …nosotros generalmente hacemos alianzas y apoyos
mutuos, nos apoyamos mutuamente. Ellos allá tienen que trabajar en los
diferentes temas…. 13 [edil Boston].

Una experiencia y un discurso similares en torno a este enroque entre los diferentes
niveles jerarquizados y escalonados de articulación del ejercicio ciudadano en el
territorio de la ciudad, es el expresado por el líder que desde la dirigencia cívica del
barrio El Pozón, pasó a convertirse en edil de la Localidad correspondiente. También
su discurso sobre ese enroque gira en torno al eje central de la gestión de los
recursos del FDL.
Junto a los logros materiales , sustentados en esa intermediación financiera en la JAL,
se destacan, como en el caso del edil originario del barrio Boston, los que se refieren a
los efectos sociales de su quehacer. Estos tienen que ver con los acercamientos
mediatorios desplegados por él entre las organizaciones sociales, comunitarias y
cívicas y con la comunidad en general, y en particular con las 20 JAC de El Pozón. Este
ejercicio de mediación entre lo cívico y lo político en los territorios barriales de su
zona de influencia electoral, es asumido por él mismo como acompañamiento, como

13
Las que corresponde, en lo material, a las demandas, peticiones, exigencias comunitarias que se
explicitan como los temas , las necesidades , los problemas de las comunidades barriales, tales
como la inseguridad ciudadana crisis de delincuencia, de vandalismo , la prestación del servicio de
salud pública, la infraestructura vial intra e interbarrial, etc., los conflictos de intereses entre actores.
urbanos y los diferentes tipos de usos y goces del suelo urbano concurrentes en el territorio de la
ciudad.
38
asesoría, en aquello que tiene que ver precisamente con el bienestar de las
comunidades, y es este ejercicio, ya acción cívico-política, lo que le confiere su carácter
mediatorio al accionar de la JAL.

Por su parte, la acción intermediadora/mediadora del agente en mención va


configurando un capital político que primero es personal, y luego, trasciende hasta el
grupo, movimiento o partido político de pertenencia. Traslación de legitimidad y
respaldo traducible en votos. La estrategia y el modus operandi de esta articulación se
configura por obra de una relación directa entre el liderazgo político, tanto individual,
como del grupo de pertenencia del entrevistado, con el liderazgo cívico barrial y la
comunidad de base
…es la relación directa, la relación constante, el acercamiento a diario que
tenemos con las comunidades, y eso es lo que nos da tanto el conocimiento
de la temática como el apoyo en que nosotros les brindamos a los
diferentes dirigentes, a los diferentes comuneros. […] …un efecto positivo
que ocurre a través de toda esta situación, [tiene que ver] con la llave de
la Junta de Acción Comunal con la Junta Administradora Local, y
…también [con] el partido. El partido también siempre ha trabajado
conjuntamente con las bases populares [edil El Pozón].

El agente político, hoy edil, residente y tradicional líder cívico-político hecho en el


barrio El Socorro, miembro del PIN, también alude a esta estrategia de articulación. La
estrategia de acción barrial del agente político individual, como parte integral de unas
iniciativas partidistas, es la de la asignación de recursos desde las JAL y según la lógica
de gestión de los recursos del FDL, para obras que impacten (parques, calles,
alcantarillado) los barrios beneficiados. Sin embargo, el agente político reconoce que
el impacto material y social de su accionar en los barrios de la Localidad, y en
particular en su barrio de origen, El Socorro, aún no ha mostrado resultados, dada su
novedad en el cargo, y por ende, tampoco lo ha tenido el grupo político del que forma
parte.
…como yo tengo un año apenas, el impacto no ha llegado, estamos
esperando que este año a través de obras [se produzca], porque como
nosotros integrantes del partido metemos unas resoluciones que son unos
recursos que nosotros asignamos a cada barrio de la ciudad y eso se
impacta a través de obras.… [edil El Socorro].

Finalmente, incluimos la posición crítica sobre la dinámica de articulación que


acabamos de reconstruir con testimonios de primera mano, a fin de contrastar el uso
prevalente que se da a este Fondo y lo que, según la propia experiencia y discurso de
este líder cívico y político del barrio Martínez Martelo, debe ser, o debe llegar a ser la
verdadera política . Sobre en el manejo real del FDL, dice el entrevistado que por
obra de líderes locales y gobernantes distritales, se ha desdibujado ese proceso de
participación de base, de organizaciones, el cual ha sido remplazado por un afán de
recuperar su inversión, y continúa:

39
…cosa que no era lo que en principio se planteaba, se planteaban sí unos
honorarios para dignificar la labor del dirigente. Era solo para dignificar, y eso se
ha desdibujado, invierten en la campaña y luego se recuperan. Lo del Fondo de
Desarrollo Local, era con el sentido de cómo incidir en las comunidades en las
obras menores de su comunidad, de su barrio, comuna, incidir priorizando de
acuerdo al plan de desarrollo de la Localidad, buscando que los ingenieros de la
Localidad y el barrio participaran. Pero hoy tenemos un FDL que se ha venido
incrementando y que cada Localidad maneja más de 3000 millones de pesos en
obras anuales y que los ediles con los alcaldes menores han llegado a respaldar
unos intereses. Y ¿qué es lo que hacen? En vez de convocar a la comunidad para
priorizar, toman un sistema para proyectar las obras, y en vez de convocar a la
mano de obra de la comunidad, lo hacen con EDURBE14, …que es experta en
realizar convenios interadministrativos para poder a dedo adjudicar obras y
negándole la calidad a las obras. Eso debilita el proceso cívico y político
comunitario [Líder cívico-político independiente/ Exedil MarMar].

14 Empresa de Desarrollo Urbano de Bolívar.


40
§ La Ciudad que habitemos, habrá de ser la ciudad que nos habite.

Las ciudadanías no convencionales/alternativas en Cartagena. Un esbozo de


caracterización general de fuentes, metas y estrategias.

Tratándose en los casos considerados de prácticas y proyectos de ciudadanías que se


proponen socavar/transformar la legitimidad, y la eficacia social de algunos
elementos básicos de una institucionalidad urbana que funda en ellos la consistencia y
reproductibilidad operativa de una ciudad-engranaje que día a día gira sobre su
propio eje, y que, en esa misma ruta, pretenden legitimar y validar esos elementos
emergentes alternativos al interior de esa misma institucionalidad puesta
sectorialmente en entredicho (desde lo étnico, o el género, o la diferencia sexual), la
movilización de recursos prácticos y simbólicos resultante es un sistema paradójico
de dinámicas ciudadanas reivindicatorias que trasiegan en un continuum que va de la
readaptación mayor o menor al sistema urbano convencionalmente considerado, en
un extremo del espectro, hasta acoger formas radicales de renovación o de
transformación de planos y segmentos representativos de esa cotidianidad material y
simbólica urbana, en el otro. En relación con estas agencias y agentes de acción
ciudadana alternativas considerados en esta investigación, y a partir de la experiencia
recontada por sus líderes, se ha podido destacar algunas particularidades que
distinguen su accionar y proyección urbanas de aquéllas que hemos venido
considerando aquí como tradicionales o convencionales. A continuación se detallan
los contrastes destacables en este sentido.

En primer lugar, las estrategias de territorialización en Cartagena de las fuentes,


motivos, metas y alianzas de las prácticas de ciudadanía de estas agencias y agentes,
pretenden articular su particularidad emergente con el sistema convencional de
reivindicaciones de derechos y gestión de bienes colectivos urbanos, pero sin
restringir territorialmente su localización a puntos fijos en el plano de la ciudad,
planimetría por la que circulan atendiendo a y dependiendo de los juegos estratégicos
que se generan en su accionar reivindicatorio. El territorio urbano es para estas
agencias/agentes, en este sentido, campo de tránsito de un discurrir práctico que lo
resignifica y rotura de maneras novedosas y lo va vinculando progresivamente a un
proyecto de ciudad diferencialmente particularizado.

En la construcción de nuevas propuestas de ciudadanía, estas agencias/agentes se


proponen, en el proceso, constituirse en nuevos sujetos colectivos, fraguados en la
propia lucha por (el derecho a) la ciudad. Se trata, en estos casos, del tránsito, desde
una comunidad indiferenciada en sus prácticas de ciudadanía y acotada a los espacios
urbanos de su despliegue, hacia la configuración de nuevos sujetos diferenciados en
un espacio ciudadano des-localizado15, signado progresivamente, en una dinámica
correspondiente, por las particularidades emergentes. Es esta ciudad diferenciada y
territorialmente fluida, en tanto realidad-proyecto, el ámbito específico y propio de

15 No des-territorializado; es decir, vinculado, por supuesto al territorio social de la ciudad, pero sin
estar restringido a nodos territorialmente localizables de ella, por fuera de los cuales su eventual
injerencia material y simbólica pierda su potencia.
41
despliegue de esta lucha por la igualdad, la equidad, por la democracia, la inclusión,
etc.

Para ello, es el reconocimiento, al tiempo, estrategia de reivindicación a seguir y el


bien por alcanzar, que al irse arraigando progresivamente en el sustrato dinámico
simbólico del sujeto social involucrado en esta modalidad de acción ciudadana, carga
de diferenciadas significaciones al territorio de la ciudad constituyéndola y
reconstituyéndola en el proceso. Complejo proceso que involucra la paradójica
situación de estar comprometidos al tiempo en una lucha por las auto-identificaciones
colectivas al interior de los grupos urbanos así movilizados: así es que la lucha por el
reconocimiento ante/entre el Otro, es allí mismo una compleja lucha por el auto-
reconocimiento ante/entre sí mismos. La lucha por el derecho a vivir en una ciudad
resignificada, es la misma que reivindica el derecho a ser habitado —es decir,
reconstituido como sujeto colectivo— por esa ciudad (como cotidianidad y como
proyecto).

Es así que los emergentes espacios ciudadanos de construcción identitaria generados


por los colectivos de mujeres en Cartagena, por los grupos y organizaciones
afrodescendientes, por las comunidades en formación LGBT, se constituyen en
condiciones de posibilidad de formas alternativas de pertenencias colectivas, y por
tanto de formas no convencionales de vivir y pertenecer a la ciudad, al territorio social
de la ciudad (tanto en lo socioeconómico, lo político, lo simbólico) como totalidad
resignificada. Así como de propuestas que promueven el derecho a ser vividos por la
ciudad (derecho a ser auto-reconocido, en últimas)

En estrecha relación con el anterior, sobresalieron, junto al tema de las pertenencias,


el de los procesos adscriptivos que les son concomitantes, así como el de las
estrategias de alianzas/confrontaciones (de cara tanto a la sociedad civil como al
Estado) que los hacen mayor o menormente viables. Aquél y éstos, según la
experiencia referida por estos actores sociales, constituyen anverso y el reverso de
tensiones, avances, estancamientos y retrocesos de una agenda ciudadana que incluye
una gama de opciones que va de la autosegregación positiva hasta la postulación de
una nueva integralidad urbana universalmente incluyente (de las nuevas
subjetividades y sus emergentes prácticas/proyectos de ciudadanía). En este punto de
la indagación fue planteada, desde las diferentes experiencias de liderazgo de los
entrevistados, que otra de las paradojas pendientes de resolución por parte de estas
organizaciones ciudadanas emergentes tiene que ver con las estrategias de
divulgación, convocatoria y construcción de lealtades activas y sostenibles. Agencias y
agentes que se enfrentan a la paradoja de pretender poner en circulación pública un
discurso no convencional sobre nuevos sujetos y nuevas estrategias de reivindicación
del derecho a la ciudad, liberado sólo parcialmente de los moldes discursivos y
patrones comunicacionales convencionales y restrictivos, pero dentro de los cuales
aún se elaboran, emiten, circulan y son, en muchos casos, apropiados y reproducidos,
tanto los mensajes como las estrategias comunicacionales e interaccionales que los
vehiculan en la ciudad.

42
Desde una perspectiva analítica más particularizada, a fin de destacar algunas
especificidades en la anterior reconstrucción general, se puede proponer algunas
interpretaciones a partir del cuerpo testimonial considerado en la investigación.

Así, en lo que tiene que ver con las prácticas reivindicatorias de grupos
poblacionales autoidentificados como afrodescendientes en Cartagena se señala
su creciente despliegue (a partir de la década de los 90) en dos principales ámbitos
intervinculados de ocurrencia. Por una parte, aquel ocurrente en los poblados rural-
urbanos del Distrito de Cartagena, atinentes a saberes y prácticas colectivas
tradicionales sobre la relación sociedad-territorio y que pretenden su
refuncionalización contemporánea introduciendo en el proceso las problemáticas del
(auto)reconocimiento étnico-identitario. Y, en el ámbito urbano de la ciudad, en el
contexto de los asentamientos barriales tradicionales o más recientes, el accionar
ciudadano de las agencias/agentes étnicamente orientadas se despliega también
atravesadas por las problemáticas asociadas a desterritorializaciones intraurbanas
forzadas y sucesivas y a la histórica segregación sociourbana desencadenadas por los
procesos relativos al "desarrollo urbano" y a las dinámicas usurarias de
valorización/des-valorización del suelo cartagenero. Aquí éstos actores colectivos
propenden por contraponer en la ciudad sus propias propuestas de consolidación
colectiva, social, material y simbólica, signadas por propuestas de valorización de las
identificaciones étnico-identitarias colectivas.

En todos los casos, el sentido legitimador de su accionar reivindicatorio se funda en la


constatación compartida de que la apropiación material y simbólica del territorio
urbano se ha de constituir en medio, y no en finalidad, de la construcción de una
ciudad que los incluya en su integralidad. Es esa reivindicación, que vincula lo
territorial con la existencialidad, la que se promueve a través de unas prácticas
ciudadanas específicas, diferenciadas, de las convencionales de ciudadanía. Y que
genera una propuesta de ciudad diferenciada que incluye la diferencia y supera la
desigualdad. Lograr una inserción funcional y consistente en sus propias
territorialidades urbanas se constituye en estrategia mediadora necesaria para
transformar a la ciudad en su conjunto, en una en la que puedan reconocerse en
cualquier lugar e instancia de su fenomenología como ciudadanos cabales.

Los movimientos de mujeres tienen en Cartagena una historia de cerca de 30 años,


que se hace fuerte aproximadamente a mediados de los 90, cuando un núcleo
organizado propone la articulación de las diferentes iniciativas y actores a través del
diálogo y la conjunción de iniciativas y estrategias. Los primeros avances se
cumplieron circunscritos a los barrios de pertenencia y convivencia de sus actores, a
través de organizaciones de base, aisladas unas de otra y con una microcobertura
territorial y colectiva, producto de la espontaneidad, con una lógica de ejercicio de
ciudadanía tradicional. Buscaban la satisfacción de necesidades y la resolución de
problemas puntuales, como la violencia intrafamiliar, la pobreza, las desventajas
laborales de la mujer frente a la posición dominante de los hombres, etc. Por lo
general, tendían a reproducir las prácticas participativas públicas de los liderazgos
(masculinos, mayormente) tradicionales, o bien se integraban subsidiariamente a sus
organizaciones.

43
A partir de ese ejercicio inicial de articulación y empoderamiento de género, se fueron
configurando organizaciones de mujeres, que se reivindicaban a sí mismas como
sujetos de derechos... poseedoras de voz y de ideas, articuladas tras reales
reivindicaciones de género. Junto a las luchas tradicionales por el derecho a los bienes
materiales mínimos (el agua, por ej.), dentro del hogar, se va pasando a la lucha por
derechos de género: por el cuerpo, y a partir de allí, por los derechos que esta
apropiación haría asequibles y necesarios. Luchas por reivindicaciones que iban
integrando derechos suscitados por el género con los suscitados por la etnia y por la
estratificación social o condición social de vulnerabilidad específica (desplazamiento,
por ej.). Todos estos núcleos reivindicatorios abordados por organizaciones de
mujeres se van articulando en una gran movilización sin perder su particularidad y
que tienen como objetivo la transformación urbana en su conjunto a partir de las
reivindicaciones de sus propios derechos a la ciudad. (Feminarias)

Una ciudad más digna... no es digna para ser vivida en tanto no nos sintamos
incluidas como quisiéramos estar incluidas. el tema de la perspectiva de género
debe transversar toda la vida en la ciudad, es decir desde lo muy cotidiano a lo
más complejo. La salud, la educación, a nivel familiar, [todo] debe estar
trasversado por un discurso [y unas prácticas] de igualdad antes que de equidad...
de paridad, de semejantes, porque ahora el tema de semejantes es muy difícil
asumirlo en condiciones de desigualdad, por las situaciones agudas en la ciudad.
Y que el mundo de lo femenino y lo masculino no estén como en dos polos
opuestos, sino que podamos movernos en esas fronteras y vivir lo más
placenteramente posible. (Feminarias)

Las agencias/agentes que lideran procesos reivindicatorios urbanos asociados con la


población LGBT, de mas reciente irrupción en Cartagena, propende por la urgencia
de visibilizar al sujeto urbano colectivo asociado con la diferencia sexual, en una
ciudad hoy definible también por la segregación y la discriminación de las
diferencias.

Los procesos de visibilización y exteriorización colectiva en la ciudad de este sujeto


colectivo configuran una fenomenología doblemente problemática que afrontar: por
un lado, y de cara a la ciudad homofóbica, el hecho de no tener cabida ni legitimidad
en sus espacios públicos, y por el otro, lo que se relaciona con los propios sujetos
potencialmente beneficiarios del accionar ciudadano alternativo de las organizaciones
sexualmente diferenciadas, que, por múltiples circunstancias se mantienen apresados
por patrones convencionales de ser y estar en la ciudad.

En la perspectiva de la dirigencia LGBT entrevistada, Cartagena ...es una ciudad que se


resiste a leerse violenta y discriminatoria. Esta es la ciudad que se pretende
transformar a partir de la propuesta alternativa de ciudad de estas organizaciones:

…aquí no necesitamos que nos hagan una calle, un barrio o una zona,
nosotros necesitamos es… el reconocimiento ciudadano. Necesitamos
sentirnos ciudadanos, [con] una ciudadanía plena, transformada. No
44
tenemos aquí [en la ciudad] espacio, porque tampoco es un asunto de”
venga, que yo lo incluyo”, como el tema de la Ley de Cuotas con las
mujeres. De lo que se trata es del asunto de que la ciudadanía tiene que
transformarse para que las subjetividades diferentes [en la ciudad]
podamos hacer parte de la ciudadanía a plenitud.

…el debate es que Cartagena y el espacio público en Cartagena también


deben ser espacios para los gays y las lesbianas; [nosotros] le estamos
dando un debate a esta ciudad, para que nos empiecen a ver, no
solamente en los bares, en las discotecas, en las noches. La ciudad que
podemos vivir es la ciudad que usamos por las noches, cuando los otros no
nos ven, cuando la otra ciudad no está. (Caribe Afirmativo)

45
§ Suturando Fragmentos o Parcelando el Predio. Una Pregunta de Salida.

La investigación realizada permitió colegir los términos particulares en que el


ejercicio ciudadano de las agencias cívicas tradicionales (JAC, AV, CC) se concreta en
estrategias coincidentes de negociación competitiva que opera por contraste entre la
priorización de necesidades diferenciales (según caracterización urbanística de los
barrios de origen) traducidas en demandas emergentes, por un lado, con un estándar
urbano de referencia (calidad de vida). Estrategias fragmentadas y fragmentadoras
socio-urbanísticamente consideradas que se apegan a la fenomenología de las
carencias y necesidades del entorno vecinal de convivencia.

Por su parte, y para poder concurrir con un mínimo de éxito y cobertura de impacto
en la palestra del desarrollo urbano (en tanto ordenamiento, planeación y gestión
competitiva de la ciudad), negociando parciales y, por ello mismo, fragmentados y
discontinuos proyectos de ciudad (desde los barrios), las agencias/agentes cívicos
estudiados debieron articularse con la política y con los políticos según una
parcelación electoralmente jerarquizada de redes y nodos de constitución urbana.
Negociación que vincula al barrio con la ciudad a través de agencias/agentes
intermediarios o mediadores políticos (líderes locales, ediles, concejales), cuya
prácticas convencionales llevan la ciudad hasta los barrios, naturalizando la
fragmentación de las demandas, a través de una selectiva y ralentizada financiación
pública de proyectos territorialmente localizados según la distribución político-
administrativa del electorado que representan.

Y es en ese campo permanentemente reconstituido de intercambios competitivos


—en y por el que las agencias/agentes de prácticas de ciudadanía cívica y política
tradicionales se articulan y corresponden— donde focalizamos nuestra indagación
investigativa, atendiendo, en los discursos de los líderes entrevistados, a la
delimitación y operacionalización de acuerdos y a la declaración de hostilidades, al
establecimiento y rebasamiento de fronteras, a la configuración de adversarios y
conmilitones, a los modos estratégicos de concurrir competitivamente en el territorio
concreto de la ciudad, por la apropiación y usufructo de los bienes y servicios
materiales y simbólicos que se asocian con la vida urbana

En todos estos casos, pudimos constatar cómo la fragmentación y segregación de las


redes de agencias, agentes y prácticas cívicas y político-partidistas en la ciudad,
reproducen y refuerzan, en su articulación estratégica, la fragmentación funcional
urbana y la segregación socio-residencial, naturalizándola.

Por último, y retomando lo que anotamos arriba, en contraste con lo anterior, fueron
las agencias/agentes emergentes urbanos, que demandan reivindicaciones
ciudadanas no convencionales (aún) los que plantearon un contraproyecto de ciudad,
que trascendió las ataduras del ordenamiento urbano vigente y de su jerarquizada y
discontinua parcelación.
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Encontramos, ateniéndonos al menos a los casos considerados en la investigación, que
no se trata de dos sistemas estratégicos de acción ciudadana coyuntural y
exteriormente diferenciados ni confrontados. Postulamos, más bien, que se trata del
modo específico y sustantivo como en nuestro medio se produce y reproduce la
ciudad en tanto pacto colectivo, intervinculando todos sus agentes y agencias en un
mismo y convergente movimiento que al tiempo que los fragmenta y segrega los
integra en la confrontación, la diferencia y la desigualdad, configurando lo que está
siendo la democracia urbana hoy en Cartagena.

Javier Hernández García


Universidad de Cartagena
Grupo de Investigación, Ciudadanía, Cultura y Poder en Contextos Locales
Cartagena, Septiembre de 2012.

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