Está en la página 1de 25

Gestión del patrimonio cultural y participación

ciudadana. Presupuestos participativos como ejemplo


de decisión y gestión compartida del patrimonio
cultural entre instituciones públicas y ciudadanía
Pablo Paño Yáñez1

Recibido: 08-02-2012
Aceptado: 05-05-2012

Resumen

En el marco de un encuentro que pone la atención en el vínculo entre el patrimonio cultural y la


sociedad civil nos parece significativo tratar de rastrear qué relación existe y puede desarrollarse
entre los programas y mecanismos de participación ciudadana implementados desde institucio-
nes públicas y la atención al patrimonio histórico-cultural. Algunos ejemplos a exponer como la
demanda que mediante propuestas específicas han hecho ciudadanos en procesos de presupues-
tos participativos (PP) (u otros programas de participación) sobre cuestiones relacionadas con el
patrimonio cultural local de sus propios municipios, nos da ejemplos de cómo esa inquietud
existe en sectores ciudadanos y a la vez de cómo poder potenciar ese vínculo y abrir espacios que
permitan a la ciudadanía opinar, informarse y, orientada por especialistas cuando corresponda,
incluso decidir sobre su gestión. Ello contribuye a que el tema de la gestión del patrimonio se
convierta en un tema que llegue en mayor medida a la calle y la ciudadanía, y que esta pase a
tener un papel activo ante el tratamiento y los usos que se le pueden dar como una parte funda-
mental del capital con que cuenta la comunidad.
La exposición aborda en primer lugar y de forma muy breve una contextualización sobre el
tema de los mecanismos de participación ciudadana, así como de las metodologías participati-
vas de investigación y acción (MP) como apuesta para implementarla, a continuación la vincu-
lación que podrían tener con la decisión y gestión sobre el patrimonio, para finalmente exponer
ejemplos concretos en algunas localidades de diferentes países del mundo, aunque especialmen-
te del Estado español, donde en procesos de presupuesto participativo han surgido y se han tra-
tado demandas de este tipo por parte de la ciudadanía.
Palabras clave: participación ciudadana; democracia participativa; metodologías participativas
de investigación y acción; presupuestos participativos; cogestión de servicios públicos.

1. Antígona Procesos Participativos. C/ Cea Bermúdez, 14, 3º 3. 28003 Madrid. www.antigona.org.es.


pablopaya2222@yahoo.es

Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18, p. 99-123 99


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

Resum. Gestió del patrimoni cultural i participació ciutadana. Pressupostos participatius com
a exemple de decisió i gestió compartida del patrimoni cultural entre institucions públiques i
ciutadania

En el marc d’unes jornades que s’interessen pel vincle entre el patrimoni cultural i la societat civil
ens sembla significatiu intentar rastrejar quina relació hi ha i es pot desenvolupar entre els programes
i mecanismes de participació ciutadana i l’atenció al patrimoni cultural. Alguns exemples a expo-
sar com la demanda que mitjançant propostes específiques han fet els ciutadans en processos de
pressupostos participatius sobre qüestions relacionades amb el patrimoni cultural local dels seus
propis municipis, ens dóna exemples de com aquesta inquietud existeix en sectors ciutadans i
alhora de com poder potenciar aquest vincle i obrir espais que permetin a la ciutadania opinar, infor-
mar-se i, orientada per especialistes, decidir sobre la seva gestió.
L’exposició s’inicia amb una contextualització breu sobre el tema dels mecanismes de par-
ticipació ciutadana, la vinculació que podrien tenir amb la decisió i gestió sobre el patrimoni, per
finalment exposar exemples concrets en algunes localitats de l’Estat espanyol en què en proces-
sos de pressupostos participatius han aparegut demandes d’aquest tipus per part de la ciutada-
nia.
Paraules clau: participació ciutadana; democràcia participativa; metodologies participatives d’in-
vestigació i acció; pressupostos participatius; cogestió de serveis públics.

Abstract. Cultural heritage management and community participation. Participatory budgets


as an example of decision and cultural heritage shared management between public institu-
tions and citizenship.

Within the framework of a meeting comprising the link between cultural heritage and civil
society, we will tend to track which relationship exists and can be developed between programs
and community participation mechanisms implemented by public institutions and the atten-
tion to historical-cultural heritage. Citizens’ specific proposals on demanding participatory
budget processes (or different participation programs) related to local cultural heritage issues on
their own municipalities exemplify the extant concern within civic sectors, as well as a willing
of fostering this link and citizen opportunities to opine, to enquire and, when appropriate and spe-
cialist-oriented, to take management decisions. This fact contributes that heritage management
become a discussion point for citizenship, while providing society an active role in the heritage
treatment and application as a fundamental part of a community capital.
We will briefly tackle the topic of community participation mechanisms as well as the action
and research participative methodologies that can be implemented. Afterwards, we will deal with
the possible links with heritage decision and management and finally, we will present some exam-
ples worldwide, although mainly Spanish, where this kind of demands of participatory budget have
emerged.
Keywords: community participation; participatory democracy; action and research participa-
tory methodologie; participatory budgets; co-management of public services.

PAÑO YÁÑEZ, Pablo. «Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana. Presupuestos
participativos como ejemplo de decisión y gestión compartida del patrimonio cultural entre
instituciones públicas y ciudadanía». Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18, p. 99-123.

100 Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

1. La participación ciudadana realmente múltiples (salud, educación,


en las políticas públicas infancia, medioambiente, ocio, urbanis-
mo, cultura, deporte, residuos, patrimo-
Por lejos que se esté de la dinámica coti- nio, gestión pública, etc.). Por otra, si se
diana de las instituciones y las políticas trata de prácticas serias, se pueden orga-
públicas, haciendo una breve valoración nizar procesos participativos que pueden
casi cualquier ciudadano llegaría a la con- implicar a una gran cantidad de ciuda-
clusión de que especialmente en la última danos muy diversos en sus perfiles res-
década el tema de la participación ciu- pecto a la pluralidad de opiniones, eda-
dadana se menciona, anuncia, escucha des, sexo, localización y procedencia junto
muchísimo más que en décadas pasadas. a las otras muy diversas identidades que
Se trata prácticamente de un concepto los individuos manifiestan y que convi-
nuevo que se ha puesto de moda y que ven en las ciudades y municipios.
ha significado la implementación bajo su Se trata, por ello, de un ámbito espe-
título genérico de muy diferentes prácti- cialmente transversal que, en la medida
cas en términos de programas, políticas que haya una voluntad política sosteni-
e iniciativas puntuales, todas caracteriza- da para llevarlo adelante, muestra una
das por un intento de vinculación de los potencialidad que puede ofrecer cambios
ciudadanos a cuestiones que antes cor- realmente significativos a la hora de ges-
respondían exclusivamente a las institu- tionar de una forma diferente los ámbi-
ciones. tos públicos de la realidad social. Sin
Teniendo en cuenta la dosis de ries- embargo, la gente dedicada a este campo
go que tiene que un tipo de programa o debate ampliamente sobre los límites a
temática se «ponga de moda» (precisa- los que puede llegar el ámbito de la par-
mente por el hecho de que también puede ticipación ciudadana, pues, junto con
dejar de estarlo) y en busca de una fun- sus grandes potencialidades democrati-
damentación más sólida y permanente de zadoras, se sabe de las dificultades que
la participación como uno de los moto- ofrece poner a participar y decidir (ade-
res de la política de cara a su renovación, más de la posibilidad de gestionar) a
nos identificamos con un concepto de miles o millones de personas de una
participación ciudadana que pone el énfa- forma que dé garantías democráticas y
sis en la ideas fuerza de: apertura de espa- organizativas que nos acerquen realmente
cios ciudadanos para la decisión en el ámbi- a mejoras en ella.
to público y orientados a que avancen hacia Aún pese a este tema de los límites,
la co-responsabilidad entre políticos-técni- cabe resaltar que si en términos generales
cos y ciudadanos a la hora de gestionar los se ha dado una profusión de la participa-
ámbitos colectivos. ción ciudadana, ello tiene que ver en gran
Si se piensa en profundidad en los medida con el planteamiento, la mayoría
aspectos relacionados con la participa- de veces, de lograr expandir la democra-
ción pueden dar muchas posibilidades y tización de las sociedades. Desde los sec-
amplitud para operar; en ese sentido está tores más progresistas, muchas veces ins-
llena de potencialidades. Por una parte, pirados y apoyados por el silencio de un
los campos temáticos en los que se puede sector creciente de la ciudadanía (Casto-
profundizar en el ámbito público son riadis 2002), existe cada vez más consen-

Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18 101


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

so en que el modelo de democracia repre- público, arrojar mayores dosis de trans-


sentativa actual que impera en el planeta es parencia, consenso, igualdad, descon-
la mínima expresión de esa poderosa her- centración del poder, cogestión, fiscali-
ramienta que es la democracia que, sin zación a la hora de gestionar aquellos
duda, podría ir mucho más allá de ese recursos públicos que, nunca está de más
acercamiento puntual cada cierto núme- recordar, pertenecen a todos los ciuda-
ro de años a las urnas para elegir repre- danos, ya que de una u otra manera todos
sentantes en quienes se delega la toma de ellos aportan mediante contribuciones a
decisiones (Castoriadis 1999). Se analizan su recaudación. Y se debe señalar tam-
fenómenos en crecimiento como la de- bién que el afán de estas diversas prácti-
safección política, el ascenso del absten- cas de democracia participativa a través
cionismo, la progresiva caída de la con- de la participación ciudadana no solo han
fianza de la ciudadanía respecto a los surgido y se han traducido en mejoras en
partidos políticos y sus líderes, la vertica- esa democratización de la gestión, sino
lidad en la toma de decisiones en los orga- que en la medida que se han llevado con
nismos públicos y la sociedad en general, rigurosidad han demostrado también una
entre otros, y se confirma el importante importante capacidad de modernización
descrédito que la democracia representa- del estado mediante una mayor eficien-
tiva con las diferentes patologías que mani- cia y eficacia en esa gestión de los recur-
fiesta (corrupción, instrumentalización, sos públicos.
concentración de poder, sumisión a los Entrando en mayor detalle sobre las
grandes poderes económicos y otras) está prácticas de la participación ciudadana,
teniendo para un sector creciente de la ciu- en la actualidad en el Estado español,
dadanía. extensible al resto de Europa y América,
En esa dirección, aunque con dife- nos encontramos una importante diversi-
rentes gradaciones especialmente en las dad en sus formas, mecanismos, temáti-
dos últimas décadas, se comenzaron a cas, alcances y objetivos. Una panorámi-
habilitar en el interior de las administra- ca global que nos pueda orientar sobre los
ciones públicas mecanismos formales de actuales mecanismos de participación ciu-
la denominada democracia participativa dadana y su evolución sería la siguiente
que permitieran, mediante la vinculación (Tabla 1):
real y relevante de ciudadanos al mundo

102 Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

Tabla 1. Una panorámica global que nos pueda orientar sobre los actuales mecanismos de participación
ciudadana y su evolución sería la siguiente.
Tipo de mecanismo Mecanismo
Revistas, propaganda, documentos oficiales, bandos
Mecanismos Oficina de atención ciudadana
informativos Web oficial de la institución
Encuestas
Tradicionales Consejos consultivos
Web interactiva
Planificación urbana
Mecanismos Referéndums
consultivos Innovadores Paneles ciudadanos
Jurados ciudadanos
Teledemocracia — Internet
Conferencias de consenso
Deliberativos Encuestas deliberativas
Planes estratégicos participados o comunitarios de barrio
Mecanismos Cogestión de servicios municipales
de participación activa Implicativos Presupuestos participativos

Junto con anunciarnos algunos de los contener los dos aspectos), existe un dife-
principales mecanismos, esta clasificación rente énfasis entre aquellos que acentúan
nos ordena a grandes rasgos la progresión su búsqueda mediante que se dé un pro-
de la participación ciudadana institucio- ceso importante de debate y construcción
nal desde modelos tradicionales caracte- colectiva a la hora de elaborar alternati-
rizados por su unidireccionalidad (de la vas ciudadanas o tomar decisiones ante
institución a la ciudadanía sin retorno de las problemáticas planteadas, y aquellos
la opinión o posibilidad de intervención que lo que buscan en mayor medida en
de esta) hasta otros intermedios que el papel activo, implicado y sostenido de
denominamos como de consulta, para la ciudadanía, incluso en la gestión de los
llegar a lo que serían las expresiones más procesos que se abren y que varían según
avanzadas en los que denominamos como temáticas (Subirats 2006).
de participación activa. A su vez, en el Junto a esta diversidad resulta inter-
interior de estos últimos dos grandes blo- esante determinar algunos horizontes
ques encontramos tipologías según su sobre hacia dónde debe avanzar. Como
forma de operar o el aspecto donde casi todo y también en políticas públicas,
ponen el énfasis. Entre los consultivos los resultados e impactos de estas van a
caracterizados porque la comunidad es depender fundamentalmente de la forma
consultada pero no toma decisiones vin- en que se realicen y si los objetivos apun-
culantes, hallamos los más tradicionales tan en mayor o menor medida a una
respecto a otros más actuales que dan transformación social. En el siguiente
mayores grados de opinión respecto a esas esquema se pueden apreciar algunos requi-
consultas. Respecto a los de implicación sitos para que hablemos de una partici-
activa (y aunque ambos tipos puedan pación que realmente tenga efectos signi-

Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18 103


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

Tabla 2. En el siguiente esquema se pueden apreciar algunos requisitos para que hablemos de una par-
ticipación que realmente tenga efectos significativos sobre la sociedad que la practica.
Ámbito de la participación Aspiraciones
La participación debe ser lo más amplia y representativa posible
Quién participa del conjunto de la población; debe buscar la pluralidad socia
La participación debe cubrir cuestiones políticas relevantes
Sobre qué se participa sobre las cuales los ciudadanos han de poder influir
La participación ha de contar con el soporte político, social y técnico,
los medios suficientes para garantizar la información, deliberación, y
Cómo se participa expresión libre y posibilidad de fiscalización por parte de los participantes
La participación ha de significar influencia real de los ciudadanos sobre
Consecuencias las decisiones públicas y ha de favorecer una cultura política participativa
del proceso participativo en ciudadanía, políticos y técnicos

ficativos sobre la sociedad que la práctica tiempo y atención que los resultados de
(Tabla 2), en cuanto a aspectos funda- las instituciones les ofrecen. El tercero
mentales como son: quiénes pueden y tendrá que ver con lograr mecanismos
deben participar, los temas que se tratan, más o menos certeros, transparentes, bien
las formas de la participación y, especial- dotados técnica y materialmente, regu-
mente, el impacto y consecuencias de esa lados, democráticos, fiscalizados, etc. Y
participación (Font et al. 2000). finalmente se valora si dicho proceso real-
Organizar los procesos de una u otra mente tiene consecuencias significativas
manera ofrece un amplio panorama que en su entorno aportando a un cambio
convierte estos mecanismos en cada apli- democrático real de la vida pública.
cación particular a un territorio y comu- En la medida en que este tipo de plan-
nidad en una expresión específica. En teamientos se tengan en cuenta de forma
primer lugar, la apuesta sobre la partici- rigurosa, estaremos acercándonos a pro-
pación nos dará mayores o menores gra- cesos relevantes donde la opinión y deci-
dos de pluralidad e inclusión a la hora sión de los ciudadanos sea tenida en cuen-
de encontrar a los interlocutores ciuda- ta en la gestión de los espacios públicos
danos que opinen y decidan sobre la que constituyen la esencia de la convi-
temática o problemática en cuestión. El vencia y vida social.
segundo campo, junto con el tema que
puede ser muy diverso, nos llevará espe-
cialmente a si se logra que los ciudada- 2. Las metodologías participativas
nos participen sobre cuestiones más o como método para lograr
menos relevantes de la vida pública; cabe corresponsabilizar a ciudadanía
señalar cómo, muchas veces, sus opinio- e instituciones
nes de por qué se animan o no a partici-
par en programas de participación tiene
2.1 Una breve introducción conceptual
que ver absolutamente con si sienten que
lo que allí se trata es importante para su Tras el primer punto de carácter temáti-
vida cotidiana y merece el esfuerzo de co, parece necesario diferenciar sobre los

104 Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

múltiples conceptos que se barajan en este Especial mención requieren para este
ámbito de la participación ciudadana y artículo los presupuestos participativos. Se
sus posibilidades de ponerla en práctica. trata de un tipo de programa o actuación
Básicamente debemos hacer una dife- en el campo de la participación ciudadana
renciación entre cuestiones de método y de apenas veinte años desde su primera
técnicas, respecto a los que son propia- experiencia en Porto Alegre, Brasil (Souza
mente programas o actuaciones para des- Santos 2003). Pese a las múltiples varian-
arrollar este ámbito de la participación tes, su núcleo principal estaría en que otor-
ciudadana. garían a la ciudadanía un papel (sea de
Por una parte, como ámbito meto- consulta, sea de decisión) a la hora de defi-
dológico, las denominadas metodologías nir los usos que se hagan de los recursos
participativas de investigación y acción de los presupuestos municipales. Median-
(MP) se plantean como un método que, te mecanismos democráticos regulados, se
reconociéndole un papel a las metodolo- abre a la ciudadanía la información y posi-
gías cuantitativas, cualitativas y otras fuen- bilidad de incidir en qué hacer con los
tes y prácticas, con las que además trata recursos públicos que anualmente admi-
de articularse, pretende ir más allá bajo la nistran los ayuntamientos como institu-
idea de conseguir no solo una informa- ción local. Por lo tanto, son básicamente
ción y un producto en torno a ella, sino los ciudadanos los que proponen en qué
más allá que eso, construir un proceso utilizar una parte de los recursos públicos
social en torno a los problemas detecta- del presupuesto y, mediante un mecanismo
dos por actores afectados, y donde ellos regulado y democrático que se combina
son parte fundamental de la búsqueda de con los estamentos técnicos que garanti-
soluciones y su implementación para la cen la viabilidad, lograrían incorporar a la
superación de esa situación. Utilizará para ciudadanía que decide participar a cues-
ello innumerables técnicas concretas apli- tiones del ámbito público relacionados con
cables en diferentes momentos de los pro- su entorno.
cesos según las necesidades de este y sus Hoy por hoy ya existen experiencias
objetivos (mapas sociales, diagnósticos, en los cinco continentes, aunque las que
flujogramas, programaciones participati- alcanzan mayor grado de desarrollo están
vas, etc.). Asimismo y como elemento entre América Latina y Europa (Allegret-
fundamental, está acompañada de una ti y Herzberg 2003). Son múltiples sus
epistemología que fundamenta y otorga experiencias, además siempre adaptadas a
los sentidos para los que opera, y que los contextos particulares locales de las
serán brevemente tratados en el siguiente comunidades y territorios que los ponen
subpunto. en marcha, pero están siendo seguidas con
Por otra y como hemos visto en el pri- gran atención por el importante potencial
mer punto (tabla 1), estarían los diferentes que en términos de democratización
programas que en el campo institucional se (ampliación de decisión a toda la ciuda-
trabajan desde la participación ciudada- danía) y eficiencia de la administración
na. Hablar de referéndums, de consejos pública pueden aportar respecto a la admi-
consultivos, de jurados ciudadanos es, nistración tradicional siempre más verti-
junto a los demás, los ejemplos concretos cal, opaca y limitada a los especialistas o
de ello. encargados técnicos y políticos. El Estado

Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18 105


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

español es el país europeo con mayor zación y fragmentación social que no


número de experiencias con además una permite que esto acontezca fácilmente
connotación mayoritaria diferenciada del en la vida pública. Las MP apuntan bási-
resto de Europa: la mayor parte de sus camente a facilitar y crear esos espacios
experiencias se fundamentan en las pre- de intercambio y actuación colectiva para
misas de la experiencia de Porto Alegre apuntar a cambios sociales. Y como tales
que buscaba a través de ellos una forma los procesos de los presupuestos partici-
innovadora de ampliar la democracia a la pativos que realmente pretendan ser par-
ciudadanía. En diferentes comunidades ticipativos deben contemplar mecanis-
autónomas (especialmente en Andalucía, mos y espacios para esa reflexión y
Cataluña y Madrid, además de otras expe- construcción conjunta. Pero ello no está
riencias en el País Vasco, Comunidad garantizado por el hecho de reunir a un
Valenciana, Galicia y otras) se llevan des- número importante de gente. Se logra
arrollando desde el año 2002 con diferente solo en la medida en que las prácticas y
grado de éxito pero como señal clara de métodos contemplen y fomenten ex -
esfuerzos para democratizar la vida públi- plícitamente una práctica de busque
ca (Ganuza 2007). construir alternativas (diagnósticos, pro-
gramas, actuaciones, propuestas, plani-
ficaciones) de forma colectiva entre los
2.2 Los alcances epistemológicos de las MP
afectados.
respecto a la participación ciudadana
En directa relación aparece el sigu-
Aún sin poder entrar en el detalle técnico iente tema que denominamos como el
de cómo aplicarlas, sí queremos introducir componente implicativo que las MP bus-
un cierto recorrido epistemológico de los can y consideran imprescindible para este
fundamentos de las MP referidos a los pro- tipo de procesos, sean del tipo que sean.
cesos participativos, de cara a que se com- Se sustentan en que en la medida que se
prenda en mayor medida el sentido que tratan de procesos de reflexión para la
persiguen y sus potencialidades (Ganuza acción, esta se debe dar en base a que al
et al. 2010). menos una parte de los sectores afectados
Por una parte, plantea como una de participen activamente no solo en el dia-
sus premisas el paso de lo individual a lo gnóstico sino también en la construcción
colectivo. Necesariamente los procesos de las alternativas y su puesta en funcio-
participativos apuntan en esa dirección namiento. Su sentido pasa por la con-
que va de partir de opiniones individua- cepción de la realidad social como pro-
les para, en progresivos espacios colecti- ducto de las interacciones de todos sus
vos, terminar en un hacer común, llegar agentes entre los cuales, sea cual sea la
a acuerdos e intervenciones producto de estructura y grado de poder de estos, los
un consenso básico y una construcción afectados (siempre que existan unas con-
de carácter colectivo. Aunque parezca diciones mínimas que lo permitan) tie-
evidente en ciertos ámbitos que lo social nen un conocimiento y capacidad de
para ser transformado pasa por actua- intervenir en ellas y se convierten en pie-
ciones que vinculen al mayor número de zas imprescindibles para cambiar los ele-
actores sociales posibles, no lo es menos mentos que colectivamente valoren como
que existe una importante individuali- problemas a resolver.

106 Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

Aplicada a procesos participativos ciu- la gente a hacerlo con la gente. Si, por una
dadanos, esta idea de la implicación se tra- parte, observábamos en la idea del deba-
duce en cuestiones como la demanda que te y la construcción colectiva un elemen-
con el planteamiento del proceso la insti- to central para la búsqueda de alternati-
tución está haciendo a la ciudadanía. De vas a problemas comunes, y por otro que,
entrada está claro que le pide la implica- producto de eso mismo, esa actuación
ción de participar (sea consultiva o vin- conjunta llegue a la implicación de los
culante) en la definición del uso de una afectados, un aspecto fundamental para
parte de los recursos públicos. Sin embar- ir más allá pasa por la actitud de los téc-
go, esa implicación puede ir mucho más nicos al respecto. De hecho, podemos afir-
allá si los procesos permiten otros ámbi- mar que estos dos elementos son los que
tos en los que sectores ciudadanos asuman facilitaron en el interior de las ciencias
papeles fundamentales para el proceso. sociales el cambio de visión para romper
Llevar de pleno la lógica implicativa a los con la lógica experta como dirigente en
procesos participativos pasa por tratar de todo momento de la investigación y actua-
fomentar al máximo (en lo que sería un ción social. Ello implicaba pasar a otra
importante esfuerzo innovador por parte lógica con una visión sujeto-sujeto (Iba-
de las instituciones) la idea de que los ciu- ñez 1997), superando la tradicional suje-
dadanos son también fundamentales para to-objeto (de investigación, beneficiario,
una mejor gestión de los recursos públi- cliente), donde los que asumen el papel
cos. Algo que en algunos municipios se de técnicos en la medida que valoran la
traduce en la idea aplicada de que una centralidad de protagonismo de los sec-
mejor gestión pasa por la implicación no tores ciudadanos (además de los técnicos
solo de los políticos y técnicos por bien y políticos), asumían que su papel pasa-
que lo hagan, sino especialmente de los ba ya no por dirigir ni obtener informa-
ciudadanos con sus aportaciones, ideas, ción para un proceso dirigido de arriba
conocimientos y construcción conjunta. hacia abajo, sino mucho más por facilitar
Que ellos lo entiendan así y lo practiquen las herramientas a esos actores para cons-
mediante asistir a las asambleas, infor- truir ese proceso de una forma participa-
marse, hacer propuestas, debatir las que tiva. Constituye un cambio de lógica fun-
salgan, votar, supervisar la realización de damental que apunta a «horizontalizar»
las propuestas, exigir el cumplimiento de los roles diferenciados que haya en el inte-
formas y plazos, etc., es la señal óptima de rior de cualquier proceso, reconociendo
que se trata de procesos participativos que las diferencias de función pero en ningún
están trabajando ese elemento implicati- caso dándole a unos un papel pasivo de
vo que apunta claramente a la activación informantes o receptores de políticas
ciudadana y a convertirlo en un verdade- como en las experiencias tradicionales,
ro proceso social que trascienda lo pura- sino facilitando su activación como ciu-
mente administrativo, institucional y pro- dadanos con poder de decisión y actua-
cedimental. ción en el interior de la gestión de lo
Los dos puntos anteriores tienen público, que es lo que, en definitiva, debe
directamente que ver con otro pilar de las ser y es el espacio social.
MP en su plano epistemológico que sin- Este aspecto, llevado a la realización
tetizamos como el paso de trabajar para de diferentes tipos de procesos participa-

Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18 107


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

tivos, inclusive los que abordan tema de ble de espacios para desarrollar un papel
patrimonio, cambia muchas lógicas que activo de la ciudadanía. Algo similar ocur-
son las que nos marcan que estos tomen re en torno a realizar talleres participati-
unas u otras tendencias. Evidentemente vos de diagnóstico o priorización por
sabemos que los PP son propuestas insti- ejemplo, como mecanismos de inclusión
tucionales y que, al margen de los grados de la ciudadanía como actor principal a
de democratización que logren, van de estas prácticas. Es habitual comprobar
arriba hacia abajo en la medida en que es como, en la medida que esto se realiza así,
la institución la que decide ponerlos en la ciudadanía suele ir cobrando grados
marcha y, por otra parte, tiene la respon- importantes de protagonismo en los pro-
sabilidad de administrar los recursos y eje- cesos mediante demandas de actuación a
cutar las propuestas. Sin embargo, resul- las que los sectores políticos deben ser
ta totalmente diferente que la ciudadanía capaces de responder. Ejemplos como las
convocada y que participe en los procesos demandas de los ciudadanos en momen-
sienta que realmente se les está dando un tos preelectorales en más de una expe-
poder de decisión e incluso de cogestión riencia respecto a que los procesos de PP
si ello evoluciona, que esa posibilidad no continúen «gobierne quien gobierne»,
exista. Igualmente no arroja los mismos pueden interpretarse en esta dirección. Es
resultados que los políticos y técnicos que decir, sectores ciudadanos que, en la medi-
definan inicialmente, orienten y asuman da que los procesos les han otorgado un
la parte institucional de los procesos par- papel central, han ocupado los espacios
ticipativos abran o no el proceso para que, que el modelo abría y desde estos han pro-
sin alterar los roles básicos de ejecutores movido la apertura de otros en lo que
los políticos, facilitadores los técnicos y serían claras señales de ampliación ciuda-
sector que decide los ciudadanos, real- dana y desde los ciudadanos de los marcos
mente se viva como una actuación com- de los que se partía.
partida entre todos los tipos de agentes. Un último elemento clave a destacar
Que se planteen de una u otra forma en del planteamiento de las MP y también
estos aspectos y otros tendrá un papel clave con directa relación con los PP está en la
en que realmente hablemos de procesos que denominamos la voluntad transfor-
participativos que apunten hacia una trans- madora que se plantean como otro de los
formación de la práctica política, social y objetivos centrales. En términos generales,
convivencial o que no lo podamos consi- se sintetiza en la idea de que necesaria-
derar así. mente los procesos participativos se plan-
Tal como hemos visto en el segundo tean para cambiar una realidad social
punto, prácticas en el interior de los pro- (Rodríguez-Villasante 2002). De hecho
cesos participativos como espacios claros buscan lo colectivo y lo implicativo real-
para fomentar y desarrollar la delibera- mente con un fin de transformar la reali-
ción en la construcción de propuestas, o dad de la que parten. Eso no es tan evi-
el debate en la elaboración de los auto- dente en procesos de investigación e
rreglamentos de los procesos, son algunos intervención cuyo objetivo es saber qué
de los ejemplos que más nos acercan a esta está ocurriendo respecto a uno u otro
idea de trabajar con la gente. Es decir, fenómeno, este o aquel actor o cómo pa-
abrir en su interior el mayor número posi- liar los efectos negativos de una situación

108 Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

concreta. En la medida que aquí se plan- todos los agentes a los que afecta, real-
tea cambiar una situación social, necesi- mente introduce un cambio radical res-
tamos convocar a sus afectados y lograr pecto a las formas tradicionales de tomar
de forma conjunta la implantación de decisiones y definir qué hacer y cómo con
cambios en la medida que estos sean valo- el uso de los recursos públicos. De hecho
rados y construidos por los diferentes se debe tener en cuenta que el monto de
tipos de actores afectados. Es complica- los recursos es básicamente el mismo,
do imaginar un cambio real sobre cual- pero, sin embargo, estamos optimizando
quier aspecto que no pase por la acción su utilización en base a la visión plural,
de ellos. Evidentemente hay algunas, pero así como se permite desarrollar la capaci-
que no cuentan con los afectados y se dad democratizadora de decidir su uso.
convierten en decisiones verticales desde No obstante, no se debe ser ingenuo al
cargos de mando y donde los primeros respecto: todo ello requerirá un impor-
no toman parte en la decisión sino sim- tante esfuerzo organizativo, una verdade-
plemente son receptores de esta: sea o no ra voluntad política y ciudadana de llegar
acertada y sirva o no para solucionar las a acuerdos y construir conjuntamente,
problemática. Esto nos hace dudar no cuestiones cuya intensidad exigirán un
solo por su planteamiento poco demo- grado aún mucho mayor de esfuerzos en
crático y vertical, sino que demasiadas el sentido amplio. La práctica democrá-
veces nos confirma el hecho de que no tica no viene dada, tanto en el ámbito
cambian la realidad ni la problemática político como ciudadano e incluso técni-
que querían abordar. Ello nos lleva a dos co existen grandes déficits históricos res-
interpretaciones posibles: o fallan preci- pecto a su práctica («no se nos ha ense-
samente por sus déficits democráticos (y ñado a participar ni a ser especialmente
consiguientes excesos tecnocráticos), o democráticos en lo colectivo») y en la
realmente no fueron diseñados pensando medida que por definición se basa en diá-
en una transformación significativa de esa logos y construcción de acuerdos colecti-
situación. La mayoría de las veces por una vos demanda, insistimos, un profundo
confluencia de ambas. trabajo para llevarlos a buen puerto.
Nuestra opinión es que su variante La experiencia nos permite decir que
transformadora no se debe buscar, y es el avance del proceso, precisamente por
menos en las etapas iniciales, tanto en las los espacios que abre y las lógicas innova-
propuestas como realmente en la forma doras que introduce, lo que provoca el sur-
en que esas decisiones se están tomando. gimiento de una mayor creatividad social.
Lo que realmente se transforma con la Ello nos hace destacar de forma especial
introducción de un proceso participativo el gran contenido formativo que un pro-
para la decisión de cuestiones públicas es ceso participativo puede significar. El
la cantidad de personas que pueden hacer- hecho de introducir una lógica práctica-
lo, que esta forma sea ampliamente demo- mente inexistente en la administración
crática, que pueda haber una elaboración pública como es la de que los ciudadanos
colectiva de esas propuestas y que las ins- puedan tomar decisiones sobre cuestiones
tituciones lo permitan como un procedi- públicas, puede significar, en la medida
miento válido. Es esa lógica la que, con que cumpla sus compromisos concretos,
un grado de evolución y aportación de un elemento verdaderamente transforma-

Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18 109


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

dor de la actual concepción y forma de desde roles diferenciados. Sin embargo y


hacer política. En ese sentido, se alza como tal cual lo hacíamos en esos planteamien-
una práctica concreta y aplicada a objeti- tos epistemológicos de las MP, resulta de
vos específicos y comprobables, pero con primer orden reflexionar dónde se sitúan
un profundo contenido de introducción los límites entre lo que los expertos sobre
de lógicas cualitativamente diferentes que los temas deben decidir y en qué ámbitos
estarían cambiando el sentido de las actua- y mediante qué mecanismos la ciudada-
ciones. nía puede tener un espacio relacionado
Por todo ello, la ambición transfor- tanto con la proposición para su uso y
madora que las MP persiguen en los pro- conocimiento, así como sobre su gestión
cesos participativos que guían puede ayu- (dando por supuesta la de ser informada
dar en gran medida a que en los procesos y formada al respecto). Es absolutamente
participativos esta idea se convierta en lógico que ciertos ámbitos sean llevados
prioritaria mediante una mejora constan- por profesionales especializados, pero ello
te del marco democrático de cómo se reali- es distinto de que sean el único sector
za el proceso y que a la vez se traduzca en (junto al político y empresarial, por cierto
facilitar una construcción colectiva trans- muchas veces no especializados en estos
formadora de los usos que se pueda dar a temas) que puede tomar decisiones al res-
los recursos públicos. pecto. En el pasado y presente, la especia-
lización del conocimiento muchas veces
ha traído de la mano funcionamientos tec-
3. La incidencia sobre la gestión nocráticos de su gestión que han impedi-
del patrimonio cultural como do tanto la formación de otros sectores
un campo potencial ciudadanos en el tema como su acerca-
de la participación ciudadana miento a él, y con ello se han infrautiliza-
do las posibilidades sociales de su gestión.
Es importante verificar hasta qué punto Si, tal cual anuncia este seminario, de
se cumple esa premisa de que si la puesta lo que se trata es de crear redes entre la
en marcha de proyectos de participación ciudadanía como actores y los gestores del
ciudadana es amplia en cuanto a sus temá- patrimonio cultural, sin duda la primera
ticas y pluralidad de actores sociales que debe ser contemplada de forma radical-
llegan a él. Ello se traduce en la vida social mente diferente ampliando espacios para
en una diversificación de propuestas que su intervención que posibiliten el acceso
tienden a incluir temáticas hasta hace poco incluso a la gestión. Como en todos los
impensables de que los ciudadanos inter- ámbitos de la vida pública, existen aspec-
vinieran en ellas. tos, y muchos muy relevantes, en que los
Entre otros, un ejemplo especialmen- sectores más interesados de la ciudadanía
te válido es el del patrimonio cultural y su deben tener opción de participar y, regu-
gestión. Como tantos otros campos se trata lados mediante un proceso democrático y
de un ámbito especializado en la medida formativo, incluso tomar decisiones en lo
en que lo gestionan profesionales sobre el que a ellos les afecta. Una ampliación que
tema y que, por lo tanto, en el interior de no solo encuentra sentido en el hecho de
la administración pública es guiado fun- que a la hora de decidir muchos son mejor
damentalmente por técnicos y políticos, que pocos (superando la consiguiente con-

110 Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

centración de poder), sino especialmente nio cultural que no deja de ser un patri-
en que la ciudadanía es parte directa de monio ciudadano. Superar la lógica de
ese patrimonio, hace o puede hacer un uso que quienes se acerquen e interesen por
directo de él (aunque en la actualidad sea el patrimonio sean simples espectadores
muy pasivo precisamente por los modelos (peligrosamente ligado a la idea de que
tradicionales tecnocráticos y excluyentes), la principal función social que se le atri-
forma parte de su historia, es parte capi- buye a la ciudadanía y donde más derec-
tal del paisaje cultural de su ciudad, puede hos tiene es la de ser «clientes» [García
ser pieza clave en innovar qué uso hacer Canclini 1995]), pasa ineludiblemente
de ella, y en la medida en que se trabaje por construir conjuntamente con esa ciu-
con ese enfoque, pueden ser los grandes dadanía qué otros roles y papeles se pue-
difusores y transmisores de él como parte den ocupar ante ella. Si se trata de dina-
activa y dinámica de la vida social y cul- mizar la vida social y cultural de cara a
tural de las comunidades. En definitiva, obtener mejoras y cambios en la convi-
la ciudadanía está afectada directamente vencia y calidad de vida de sus habitan-
por la gestión de ese patrimonio y, por lo tes, se debe construir junto a ellos qué
tanto, necesariamente las instituciones que otros papeles puede cumplir ese patri-
lo gestionan deben darle su correcta cabi- monio para elaborar procesos sociales en
da en las decisiones y actuaciones para su torno a ellos. Aunque suene relativamente
gestión. utópico, ya existen muy buenas prácti-
Si en ciertos sectores de las adminis- cas en el ámbito local (tal cual estamos
traciones públicas, el mundo académico viendo en este mismo seminario) de
y en el social existen malestares respecto cogestión entre administración y secto-
a que hasta ahora se habría hecho una ges- res ciudadanos de patrimonios específi-
tión fundamentalmente elitista del patri- cos y, por lo tanto, avanzar en esa línea
monio, donde este es concebido solo para aunque no podamos tener la certidum-
entendidos que son minorías y no se logra bre previa, parece ser lo que realmente
salir de ese bucle semicerrado, cabe sin apunta a cambios que permitan sacar esa
duda hacer una revisión de los plantea- gestión a la calle y dotarla de un mayor
mientos de esa gestión. Tal cual desde esos contenido social y movilizador para sus
sectores se busca una mayor formación de sociedades. En ocasiones constituyen ver-
la ciudadanía en estos ámbitos, resulta de daderas resignificaciones de la utilidad y
primera necesidad una serie de revisiones uso del patrimonio cultural público con
del sentido de para qué, quienes y con qué lo mucho que ello tiene como democra-
objetivos se quiere gestionar la vida cul- tizador de la vida pública (Martín-Bar-
tural en general y el patrimonio en par- bero 1991).
ticular.
Aplicadas a este campo las MP nos
3.1 Presupuestos participativos
vendrían a sugerir que se debe definir con
y patrimonio histórico-cultural
los ciudadanos, a la vez de formarlos y
acercarlos al tema, cuál sería el mejor uso Debe aclararse que lo señalado anterior-
posible, el más constructivo, dinámico y mente no es un posicionamiento pura-
movilizador para las sociedades respecto mente teórico e ideologizado sobre cómo
a cómo trabajar y gestionar ese patrimo- debe ser la gestión pública. Consideramos

Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18 111


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

que a estas alturas y con varios lustros de opinión) a la hora de definir en qué utili-
implementación en múltiples territorios, zar esos recursos públicos. La realización
las propias experiencias locales de partici- de las propuestas aprobadas puede ser
pación ciudadana que se desarrollan a tra- supervisada por sectores ciudadanos que
vés de instrumentos como el presupuesto además habitualmente contarán con espa-
participativo lo confirman claramente. cios directos de tratamiento del proceso
Ejemplos como los que se expondrán pos- con el sector técnico-político.
teriormente donde sectores ciudadanos for- En la medida en que estos procesos
males —asociaciones (de vecinos y de otros surgidos por primera vez en 1989 en Porto
tipos) como no formales (no asociados)— Alegre (Brasil) se han extendido después
proponen cuestiones como organizar visi- de veinte años a todos los continentes con-
tas y exposiciones sobre el patrimonio cul- tándose con un número muy significati-
tural de su barrio o municipio, deciden que vo de experiencias iniciadas y, por lo tanto,
se trabaje en la recuperación de restos con miles y miles de propuestas lanzadas y
arqueológicos para el conocimiento y dis- construidas por ciudadanos, nos pareció
frute de los vecinos, así como para su explo- de gran interés para el tema del patrimo-
tación turística, entre otros muchos casos, nio tratar de hacer un primer rastreo de
nos dejan claro que si se implementan hasta qué punto y de qué forma aparecían
mecanismos de participación puestos al en ellos propuestas que de una u otra
servicio de ellos mediante una voluntad manera tocaran el tema.
política y técnica que lo facilite, sin lugar En todo caso se debe aclarar que no
a dudas, la posibilidad de la incidencia de se trata en absoluto de una búsqueda sis-
la sociedad civil en estos campos se estará temática, sino más bien de un primer
ampliando y con ello enriqueciendo a tra- acercamiento para comprobar como efec-
vés de su democratización. tivamente en estos procesos había propu-
Antes cabe introducir muy sintética- estas ciudadanas vinculadas al patrimo-
mente en qué consisten la lógica y el fun- nio y su gestión. De entrada cabe decir
cionamiento básico de un presupuesto par- que se han escogido experiencias muy
ticipativo para lograr visualizar qué papel variadas en el sentido amplio. Ya no solo
puede tener la temática del patrimonio en por los municipios y países, dimensiones
su interior. Pese a los importantes debates de territorio y población, aspectos del
que se dan en su interior (que se trate de patrimonio al que apuntan, sino también
procesos vinculantes o consultivos, que por sus características al interior del pro-
sean universales, asociativos o mixtos, que ceso de PP. Así, aunque sea de forma muy
incluyan criterios de justicia social para su sintética, exponemos propuestas tanto que
aplicación o no), los elementos indispen- se realizaron como que no (fueron solo
sables que lo definen de forma mínima planteadas en las asambleas pero no resul-
serían: la puesta anualmente a disposición taron ganadoras). O que una vez aproba-
de la ciudadanía (o una parte de ella) de das se lograron ejecutar tal cual se habían
una parte del presupuesto municipal para planteado o que ello no ocurrió así. Las
que, mediante un proceso democrático hay de muy variable dimensión en los
regulado (habitualmente combinando recursos o valor del patrimonio en cues-
democracia representativa y participativa), tión. Asimismo las había que venían plan-
ellos tengan una incidencia (decisión u teadas con algún tipo de demanda de ges-

112 Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

tión por parte de sectores ciudadanos o patrimonio histórico y de sus espacios


sin ella. públicos. Para ello fueron solicitados
Por motivos de espacio, definiremos SPIN-OFFS (o sea procesos participati-
brevemente solo algunas. El primer caso vos específicos de planeamiento de áreas
de revalorización de patrimonio histórico históricas abandonadas o exmilitares).
es en Porto Alegre (Brasil) en 1998. Se En Roma IX (Italia), fueron propues-
trató de la recuperación del Mercado Cen- tos proyectos de valorización de los Par-
tral de la Ciudad. En este caso lo que hizo ques de los Acueductos, o sea de zonas
posible la decisión colectiva fue prever en arqueológicas «menores» pero que consti-
sus PP la existencia de una voz «para toda tuían las principales riquezas para los bar-
la ciudad» que permitió salir de la visión rios periféricos.
únicamente de cada barrio y pensar en el Como pasa frecuentemente, en Grot-
patrimonio común que determinaba la tamare (Italia) por muchos años el centro
imagen de la totalidad de la ciudad. histórico no compareció y, por lo tanto,
En 2005, en Roma XI (Italia), median- prácticamente no solicitó nada en los PP.
te los PP los habitantes del barrio Garba- Solo después de siete años (cuando ya se
tella pidieron la reforma de una serie de habían acumulado muchas intervenciones
fuentes y escaleras monumentales que ayu- en otros barrios de la ciudad), sus vecinos
daban a los flujos pedestres en el Barrio de se dieron cuenta de que perdían impor-
Habitaciones Sociales construido por Mus- tantes inversiones, dejando espacio a las
solini, que tres años antes había sido decla- de los barrios periféricos. Así, en los últi-
rado RIONE (reconocimiento de su carác- mos años, el viejo casco antiguo empezó
ter histórico y de cohesión social). El año a tener inversiones y restauraciones deman-
después los habitantes pidieron el finan- dadas por diferentes ciudadanos, colecti-
ciamiento para otra forma de valorización vos y asociaciones mediante los PP.
del mismo patrimonio a través de la crea- Finalmente, por mencionar algunas
ción de un «tour turístico virtual» que en la experiencias del Estado español, en Sevilla
actualidad se muestra en Internet. El segun- en 2010, y como culminación a un movi-
do piso fue trasformado en un espacio miento ciudadano de varios años de cul-
expositivo para escuelas sobre temas de minación, diversos vecinos vinculados a
nuevas economías y productos ecológicos. asociaciones como Asociación Movida Pro-
En 2009, en el barrio de Carnide, el Parque Tamarguillo, la Coordinadora de
PP de Lisboa (Portugal) vio la aprobación vecinos y entidades de Alcosa, la Platafor-
de la restauración y peatonalización de la ma de Huertos urbanos de Sevilla, la Aso-
plaza central de la aldea originaria (Largo ciación de Geógrafos e Historiadores Pro-
do Coreto) como símbolo de una «iden- meteo, Ecologistas en Acción, entre otros,
tidad policéntrica» que los PP ayudaron a plantearon una actuación para la zona
reforzar. natural y de importante patrimonio ar-
En Módena (Italia), en 2008, tres bar- queológico denominada Parque Tamar-
rios por cada año participaban del PP, pero guillo. Su difícil contexto por el deterioro
el central, que era en el que se halla el casco generado por empresas y particulares, y con
antiguo, siempre permaneció en los PP una actitud poco clara de parte de las ins-
(mientras que los otros rotaban alterna- tituciones públicas, llevó a la organización
damente) para reforzar la recuperación del progresiva en defensa de su preservación y

Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18 113


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

mejora, tanto en su parte ecológica como al margen de donde surjan, por ejemplo
cultural. En este marco su importante yaci- como en estos casos los PP (aunque tam-
miento arqueológico fue motivo de una bién podría ser a través de «mecanismos
propuesta de recuperación y exposición a consultivos» o «de participación activa» de
la ciudadanía de lo allí hallado de cara a «tipo deliberativo»), parece fundamental
exaltar su valor y conseguir una actuación respecto al patrimonio no solo la posibi-
más estratégica de recuperación y preser- lidad de que los ciudadanos puedan tomar
vación del parque y su patrimonio. ciertas decisiones sobre ellos (actuar sobre
Finalmente, por mencionar alguna de uno u otro ámbito, de esta u otra forma,
municipios más pequeños y más asociada etc.), sino que sectores ciudadanos que se
a la vida cotidiana, encontramos, entre comprometan en ello los pudieran tam-
otras, la del municipio de Torreperogil. bién cogestionar junto con las institucio-
Consistió en la recuperación de hasta cua- nes inicialmente responsables de él.
tro fuentes naturales en el casco urbano. Por otra parte, y ahora fijándonos en
En un municipio de actividad preferente- la segunda tabla (pág. 4), el reto que se
mente rural, se analiza que numerosas de plantea es lograr avanzar en dirección a
las fuentes tradicionales con las que se con- que los diversos temas relacionados con la
taba anteriormente ya no estaban en uso participación ciudadana respecto al patri-
por razones diversas. Se señala que no siem- monio vayan creciendo progresivamente
pre es por imposibilidad hídrica ni técni- hacia lo que sería una participación en las
ca, sino por simple descuido en su gestión. decisiones y gestión sobre ámbitos cada
Se pone en valor la importancia de recu- vez mayores. Es decir, respecto a que sean
perar las máximas posibles para recuperar muchos y plurales los sectores y personas
su flujo de agua cada vez más escaso en el que participan, sobre que sea creciente la
municipio, además de su valor patrimo- relevancia de los temas sobre los que se
nial, ya que la mayoría eran antiguas. actúe, sobre que las formas sean cada vez
Una vez expuestas, tratemos de situ- más apropiadas (dotadas de recursos téc-
ar esta pequeña muestra de experiencias nicos, económicos, informativos), así como
recogidas aquí en función del esquema ini- que constituyan impactos lo mayores posi-
cial que planteábamos de la participación bles sobre la vida pública. Con ello, sin
ciudadana (pág. 2). Hemos dicho que duda, estaríamos garantizando su demo-
todas pertenecen a procesos de presupu- cratización y de la mano vendrían actua-
estos participativos, lo que, dentro del ciones mucho más proactivas, creativas y
esquema de clasificación, las situaría como significativas del uso que el patrimonio
tipos de procesos de «mecanismos de par- puede tener para cualquier sociedad.
ticipación activa» de «carácter implicati- Estos ejemplos, en definitiva, dan
vo». Vemos cómo, en ese apartado, los PP cuenta de cómo también en el mundo del
conviven con otros mecanismos relevan- patrimonio se mueven cosas en relación a
tes, que en nuestra opinión es donde cla- la participación ciudadana. O mejor dicho,
ramente podríamos encontrar el mejor demuestran como una participación ciu-
espacio para cuestiones de patrimonio. Se dadana planteada de forma abierta, demo-
trataría, en gran medida, de lo que ahí apa- crática e invitando a incorporarse a los ciu-
rece con el nombre de «cogestión de ser- dadanos se traduce en una llegada y
vicios municipales o públicos». Es decir, dinamización de cualquiera de los ámbi-

114 Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

tos sociales y culturales, entre ellos, cómo etc.) hasta medioambientales, pasando por
no, también el del patrimonio histórico y las focalizadas hacia ciertos colectivos espe-
cultural que constantemente puede y debe cíficos (niños, jóvenes, discapacitados,
ser valorado y resignificado para el pre- inmigrantes, etc.) o las de funcionamien-
sente. to cotidiano, como tráfico, basuras, servi-
Finalmente, es significativo observar cios municipales u ocio. Demuestran, en
que, pese a la necesidad de los técnicos y nuestra opinión, que en el marco de un
teóricos de clasificar la realidad, esta se programa que otorga a los ciudadanos la
muestra siempre mezclada dando cuenta posibilidad de proponer y decidir median-
siempre de la complejidad que la caracte- te un mecanismo democrático transpa-
riza. Por lo tanto, podemos apreciar que rente, el manejo del patrimonio histórico-
estas propuestas relacionadas con el patri- cultural es también una de las inquietudes
monio aparecen dentro de los PP junto sobre las que, aunque sea de forma mino-
con otras múltiples de muchas temáticas ritaria respecto a otras, sectores ciudada-
diferentes que van desde cuestiones de nos proponen mejoras, difusión, rescate y
infraestructuras (alumbrado, mobiliario especialmente una gestión más cercana a
urbano, instalaciones deportivas, sociales, ellos y en beneficio de la comunidad.

Referencias

ALLEGRETTI, G., HERZBERG, C. 2003. «El “retorno de las carabelas”: Los presupuestos participa-
tivos de Latinoamérica en el contexto europeo».
BOURDIEU, P. 1990 Sociología y cultura. Ed. Grijalbo; Los Noventa. Consejo Nacional para la
Cultura y las Artes. México.
CASTORIADIS, C. 1999. «¿Qué democracia?». En Figuras de lo pensable. Fronesis, Ed. Cátedra.
Universitat de València.
CASTORIADIS, C. 2002. La insignificancia y la imaginación. Ed Trotta. Madrid.
CHAVEZ, D. 2004. Democratizar la democracia. Transnacional Institut. Holanda.
FONT, J.; BLANCO, I.; GOMÀ, R.; JARQUE, M. 2000. «Mecanismos de participación ciudadana en
la toma de decisiones locales: una visión panorámica». Ensayos CLAD. Caracas.
GANUZA, E.; ÁLVAREZ, C. (coords). 2007. Democracia y presupuestos participativos. Ed. Icaria. Bar-
celona.
GANUZA, E. «Tipología y modelos de presupuestos participativos en España». IESA Workingpa-
per series. Nº 1307. IESA-CSIC, Córdoba.
GANUZA, E.; PAÑO, P.; OLIVARI, L.; BUITRAGO, L.; LORENZANA, C. 2010. La democracia en acción.
Una visión desde las metodologías participativas. Antígona Procesos Participativos, 2010. Versión
completa en www.antigona.org.es.
GARCIA CANCLINI, N. 1995. «Consumidores y ciudadanos. Conflictos multiculturales de la glo-
balización». Ed. Grijalbo. México.
IBAÑEZ, J. 1992 El regreso del sujeto. La investigación social de segundo orden. Ed. Amerinda. San-
tiago de Chile.
JAMPAGLIA, C.; BENDINELLI, T. (orgs.). 2002. «Fatti, non parole! Sindaci a confronto con la demo-
crazia diretta», en, Porto Alegre. Il Forum Sociale Mondiale. Feltrinelli, Boloña.
MARTÍN-BARBERO, J. 1991. De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y hegemonía.
Ediciones M. Gili. México.

Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18 115


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

PAÑO, P.; GANUZA, E.; OLIVARI, L. 2010. «El vínculo entre Metodologías Participativas y Presu-
puestos Participativos. Dotando a los PPs de una lógica y método participativo». Texto original
Formación «Escuela de Políticas de Participación Local», proyecto europeo Parlocal. (Próxi-
ma publicación).
RODRÍGUEZ-VILLASANTE, T.; GARRIDO, F. (coords) 2002. Metodologías y presupuestos participati-
vos. Iepala Editorial Cimas.
SINTOMER, Y. 2007. «Los presupuestos participativos en Europa: futuro y presente». Instituto
Marc Bloch.
SOUSA SANTOS, B. 2003. «Democracia y participación: el ejemplo del presupuesto participativo
de Porto Alegre». Ed. Viejo Topo. Madrid.
SUBIRATS, J. , 2006. «Democracia, participación y transformación social». En PODER LOCAL Y
PARTICIPACIÓN DEMOCRÁTICA; Ed. Julio Alguacil. Ed. El Viejo Topo. Madrid.

116 Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

Figura 1. Ficha propuestas presupuestos participativos: recuperación del Mercado público central de la ciu-
dad.

Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18 117


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

Figura 2. Ficha propuestas presupuestos participativos: exposición arqueológica en Parque Tamarguillo.

118 Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

Figura 3. Ficha propuestas presupuestos participativos: Miraflores como centro histórico industrial.

Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18 119


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

Figura 4. Ficha propuestas presupuestos participativos: herencia cultural morisca en 400 años.

120 Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

Figura 5. Ficha propuestas presupuestos participativos: recuperación de galerías de agua encontradas en


c/ Sta. María hacia la iglesia y su acopio de agua.

Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18 121


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

Figura 6. Ficha propuestas presupuestos participativos: recuperación de las fuentes tradicionales: Prado,
Cruz Verde, la Plancha, fuente de la Bola.

122 Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18


Pablo Paño Yáñez Gestión del patrimonio cultural y participación ciudadana

Figura 7. Ficha propuestas presupuestos participativos: reparación del tejado de la sacristía de la iglesia Santa
María la Mayor.

Treballs d’Arqueologia, 2012, núm. 18 123

También podría gustarte