Está en la página 1de 3

ACTOS FALLIDOS Y SUEÑOS (GABI)

Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, propuso que los actos fallidos y los

sueños son manifestaciones de deseos reprimidos e inconscientes. Los actos fallidos son

errores o equivocaciones que cometemos en nuestra vida diaria, como olvidar una cita

importante o decir algo inapropiado en una conversación. Según Freud, estos actos

fallidos son una expresión de nuestros deseos inconscientes que intentan salir a la

superficie. Por otro lado, los sueños son una forma en la que nuestro inconsciente

procesa y expresa nuestros deseos reprimidos. Freud creía que los sueños contenían

símbolos y metáforas que debían ser interpretados para entender su significado

subyacente.

En cuanto a los actos fallidos, Freud argumentaba que estos podían ser

analizados para descubrir los deseos inconscientes detrás de ellos. Por ejemplo, si

alguien olvida una cita importante con un amigo, podría ser una manifestación de un

deseo inconsciente de evitar esa reunión por alguna razón. Del mismo modo, si alguien

dice algo inapropiado en una conversación, podría ser una forma de expresar un deseo

reprimido o no reconocido.

En cuanto a los sueños, Freud desarrolló un método llamado "interpretación de

los sueños" para analizarlos y descubrir sus significados ocultos. Según Freud, los

sueños contenían símbolos y metáforas que representaban deseos reprimidos o

conflictos internos. Por ejemplo, soñar con volar podría representar un deseo de libertad

o escapar de una situación opresiva.

En resumen, tanto los actos fallidos como los sueños son manifestaciones de

nuestros deseos inconscientes y reprimidos. Freud creía que al analizar estos


fenómenos, podíamos entender mejor nuestra psicología interna y trabajar para resolver

los conflictos internos.

PSICOANÁLISIS CLÁSICO (YAHAIRA)

El psicoanálisis clásico es una teoría psicológica desarrollada por Sigmund

Freud a finales del siglo XIX y principios del XX.

La primera formulación del aparato psíquico, que se encuentra en su obra "La

interpretación de los sueños", es uno de los pilares fundamentales de esta teoría. Según

Freud, el aparato psíquico está compuesto por tres instancias: el ello, el yo y el superyó.

Cada una de estas instancias tiene funciones específicas y se relacionan entre sí de

manera dinámica. El ello es la instancia más primitiva y está regido por el principio del

placer. Es impulsivo y busca la gratificación inmediata de los deseos y necesidades. El

yo, por su parte, es la instancia mediadora entre el ello y el mundo exterior. Su función

principal es la de satisfacer las necesidades del ello de manera realista y adaptativa.

Finalmente, el superyó representa la moralidad y los valores internalizados que hemos

aprendido a lo largo de nuestra vida.

La segunda formulación del aparato psíquico fue desarrollada por otros

psicoanalistas posteriores a Freud, como Melanie Klein y Jacques Lacan. Esta

formulación se centra en la importancia del objeto interno, es decir, las representaciones

mentales que tenemos de las personas significativas en nuestra vida. Según esta teoría,

el objeto interno influye en nuestra conducta y nuestras relaciones interpersonales. Esta

formulación se centra en la estructura de la mente humana y cómo funciona en relación

con el comportamiento humano.

El psicoanálisis clásico utiliza esta formulación para entender los procesos

mentales subyacentes detrás del comportamiento humano. A través del análisis y la


interpretación de los sueños, los pensamientos y los recuerdos reprimidos, los terapeutas

pueden ayudar a los pacientes a comprender mejor sus motivaciones inconscientes y

superar sus problemas emocionales.

A partir de ello podemos entender que el psicoanálisis clásico se enfoca en el

estudio del inconsciente y la influencia de los procesos mentales inconscientes en la

conducta humana. La teoría del aparato psíquico es una parte fundamental de esta

corriente de pensamiento y se divide en dos formulaciones principales: la primera

formulación, desarrollada por Freud, y la segunda formulación, desarrollada por otros

psicoanalistas posteriores.

También podría gustarte