Síntesis Filosófica.
EL CONOCIMIENTO FILOSÓFICO DE DIOS:
“Las vías de Santo Tomás de Aquino de Aquino”
1
LUIS ROMERA, El hombre ante el misterio de Dios, 175.
2
Cfr. SANTO TOMÁS DE AQUINO, Suma de Teología, I, q.2, a. 1, sol.
3
SANTO TOMÁS DE AQUINO, Suma de Teología, I, q. 2, a. 3.
4
Cfr., LUIS ROMERA, El hombre ante el misterio de Dios, 178.
Gaspar Magno Ernesto Ocho Ambrosio.
Síntesis Filosófica.
En las cosas sensibles hallamos cierto encadenamiento de causas eficientes. No se
encuentra sin embargo, ni es posible que una cosa sea causa eficiente de sí misma, porque
sería anterior a sí misma, cosa imposible […] quitada la causa, se quita también el afecto:
luego si en las causas eficientes no se admite una primera causa, no hay ni puede haber una
causa última ni intermedia. Ahora bien: si por medio de las causas eficientes se remonta uno
de causa en causa hasta el infinito, no habría causa eficiente primera, y, por consecuencia,
no habría ni último efecto ni causas eficientes intermedias: lo que, evidentemente, es falso.
Luego es necesario admitir una primera causa eficiente, y este es la que todos le dicen Dios 5.
Todo efecto tiene una causa. Pero como nada puede ser causa de sí mismo ya que
lógicamente no puede procederse a sí mismo, y la serie de causas no pueden extenderse al
infinito, tiene que haber una primera causa incausada, que es Dios
Tercera vía: “la contingencia”
La tercera vía dirige su atención hacia la contingencia de la realidad que somos cada uno de
nosotros y lo que nos rodea. «La contingencia consiste en la posibilidad de un ente de ser o no
ser, ambivalencia que se enraíza en la finitud de un ser» 6. Esto se puede ver con la experiencia
de la muerte, el sufrimiento generado por el dolor, el fin de las cosas con su deterioro, vemos
que las plantas se pudren. Todo esto es contingente, el ser que se acaba y se termina.
Encontramos que las cosas pueden existir o no existir, pues pueden ser producidas o
destruidas, y consecuentemente es posible que existan o que no existan. Es imposible que las
cosas sometidas a tal posibilidad existan siempre, pues lo que lleva en sí mismo la posibilidad de
no existir, en un tiempo no existió. Pero si esto es verdad, tampoco ahora existiría nada, puesto
que lo que no existe no empieza a existir más que por algo que ya existe. Si, pues, nada existía,
es imposible que algo empezara a existir; en consecuencia, nada existiría; y esto es
absolutamente falso. Luego no todos los seres son solo posibilidad; sino que es preciso algún ser
necesario. Todo ser necesario encuentra su necesidad en otro, o no la tiene. Por otra parte, no es
posible que en los seres necesarios se busque la causa de su necesidad llevando este proceder
indefinidamente […] Por lo tanto, es necesario admitir algo que sea absolutamente necesario,
cuya causa de su necesidad no esté en otro, sino que él sea causa de la necesidad de los demás.
Todos le dicen Dios7.
En conclusión a lo dicho de las vías
Aunque por los efectos desproporcionados a una causa no pueda tenerse un conocimiento,
sin embargo, por un efecto cualquiera puede demostrarse, sin lugar a dudas, la existencia de su
causa, y de este modo es posible demostrar la existencia de Dios por sus efectos, aunque estos
no puedan darnos a conocer tal como es en su esencia.
5
SANTO TOMÁS DE AQUINO, Suma de Teología. I, q. 2, a. 3.
6
LUIS ROMERA, El hombre ante el misterio de Dios, 181.
7
SANTO TOMÁS DE AQUINO, Suma de Teología. I, q. 2, a. 3.