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Una amiga de toda la vida de Alicia, Ana, que se encontraba en el exilio, retorna a la Argentina
después de haber abandonado al país en los primeros años de la dictadura y, luego de una
incómoda cena en casa de Alicia y Roberto, le revela a la primera por qué se marchó. Entre
sollozos y risas nerviosas, Ana describe que la mantuvieron cautiva y la torturaron por haber
vivido con un hombre etiquetado como subversivo, a pesar de que no lo había visto en dos
años, y se burla con ironías ante la ingenua respuesta de Alicia de que debería haber
«denunciado» este hecho a la policía. Ella dice que mientras estuvo cautiva, fue testigo de
cómo las mujeres embarazadas se iban para dar a luz, pero regresaban sin sus bebés,
afirmando que cree que fueron vendidos a parejas ricas. Tomada por sorpresa por esta última
declaración, Alicia comienza a dudar sobre el origen de Gaby, sospechando que pueda ser
menor apropiada de padres desaparecidos.
Los intentos de Alicia de obtener información de parte de Roberto fracasan. Su marido insiste
en que se trató de una adopción legal y normal, pero su actitud cortante al respecto y sus
intentos de convencer a Alicia de que «no debe pensar» en eso solo incrementan su
curiosidad. Entretanto, Costa continúa provocando a sus compañeros de clase, y un día Alicia
llega para ver las noticias de los desaparecidos pegadas en el pizarrón. Cuando Alicia intenta
amonestarlo, Benítez interviene para protegerlo, explicándole a Alicia que la vida de Costa
podría correr peligro si su actitud rebelde es dada a conocer a las autoridades escolares. Alicia
gradualmente se hace amiga de Benítez a medida que su investigación la acerca a la verdad.
Mientras busca los registros de nacimiento del hospital de Gaby, Alicia se entera de una
organización que busca niños desaparecidos, las Abuelas de Plaza de Mayo. Ella conoce a Sara,
cuya hija embarazada fue secuestrada por las fuerzas armadas, y cree que Gaby puede ser su
nieta. Sara tiene una foto de su hija a la misma edad que Gaby, viéndose idéntica a ella.
Por su parte, Roberto enfrenta estrés en el trabajo debido a las maquinaciones de sus colegas,
varios de los cuales sufren progresivamente el mismo estrés hasta que van desapareciendo en
el transcurso de la película. Ana lo confronta y lo acusa de denunciarla y causar su detención
años atrás. También entra en fricción con su padre y hermano izquierdistas, quienes
desaprueban sus lazos con la élite militar conservadora gobernante y argumentan a favor de la
justicia social.
Cerca del final de la película, Alicia trae a Sara a casa cuando Gaby no está y trata de
presentársela a Roberto, provocando que este se enfurezca y la obligue a irse. Ya solos, Alicia
trata de interrogar a Roberto nuevamente, preguntándole si Gaby puede ser hija de
desaparecidos. Su actitud nerviosa, sus reiteradas preguntas sobre la aparición de Sara y su
insistencia en justificar que «si fuera cierto» quizás «fuera lo mejor» que ellos se quedaran a
cargo de la niña, hacen que las sospechas de Alicia se vean confirmadas, mostrándose dolida
ante el daño que Roberto fue capaz de hacerle a Gaby. Horas más tarde, Roberto se da cuenta
de la ausencia de la niña y le pregunta a su mujer. Alicia se limita a responder, con ironía, sobre
lo doloroso que es no saber dónde está un hijo. Ciego de ira, Roberto responde golpeándola
salvajemente y rompiéndole los dedos contra una puerta (dando a entender implícitamente en
el proceso que está versado en técnicas de tortura), a pesar de las súplicas de Alicia de que
Gaby está bien, y que simplemente la envió a casa de su madre para que pudieran hablar en
paz. La violencia termina cuando el teléfono suena y es la madre de Roberto revelando que
Alicia no mintió, para que Gaby pueda hablar con él.
Mientras Gaby le canta una canción de cuna a Roberto "El país del no me acuerdo", de María
Elena Walsh), Alicia toma su bolso y sale por la puerta, dejando atrás las llaves. Luego, Gaby se
encuentra sentada en una mecedora de mimbre en la casa de sus abuelos adoptivos,
meciéndose mientras sigue cantando la misma canción de cuna.
SINOPSIS