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DIANA LAURA CANUL LLANES Y MARCIAL MARTIN CAPETILLO CIAU

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PROCEDIMIENTO ORDINARIO (DIAGRAMA)………2

RECURSO DE APELACION (DIAGRAMA)…………..3

AMPARO DIRECTO (DEMANDA)……………………..4

AMPARO DIRECTO (DIAGRAMA)…………………….5

LAS PARTES EN EL JUICIO DE AMPARO………….6

PRINCIPIOS…………………………..…………………10

PLAZOS………………………………………………….13

SENTENCIA……………………………………………..14

BIBLIOGRAFIAS……………………………………….19

1
MANUAL DE AMPARO DIRECTO EN MATERIA
FAMILIAR

PROCEDIMIENTO ORDINARIO.

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RECURSO DE APELACION.

3
AMPARO DIRECTO.
Demanda

Artículo 175. La demanda de amparo directo deberá formularse por escrito, en el


que se expresarán:

I. El nombre y domicilio del quejoso y de quien promueve en su nombre;

II. El nombre y domicilio del tercero interesado;

III. La autoridad responsable;

IV. El acto reclamado.

Cuando se impugne la sentencia definitiva, laudo o resolución que haya puesto fin
al juicio por estimarse inconstitucional la norma general aplicada, ello será materia
únicamente del capítulo de conceptos de violación de la demanda, sin señalar como
acto reclamado la norma general, debiéndose llevar a cabo la calificación de éstos
en la parte considerativa de la sentencia;

V. La fecha en que se haya notificado el acto reclamado al quejoso o aquélla en que


hubiese tenido conocimiento del mismo;

VI. Los preceptos que, conforme a la fracción I del artículo 1o de esta Ley,
contengan los derechos humanos cuya violación se reclame; y

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VII. Los conceptos de violación.

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LAS PARTES EN EL JUICIO DE AMPARO.
En el juicio de amparo la calidad y determinación de parte se deriva del contenido del
artículo 5° de la Ley de Amparo, que dice así: Son partes en el juicio de amparo:

I. El quejoso
II. La autoridad o autoridades responsables;
III. El tercero interesado, pudiendo tener tal carácter:

a) La persona que haya gestionado el acto reclamado o tenga interés jurídico en que
subsista;

b) La contraparte del quejoso cuando el acto reclamado emane de un juicio o controversia


del orden judicial, administrativo, agrario o del trabajo; o tratándose de persona extraña al
procedimiento, la que tenga interés contrario al del quejoso;

c) La víctima del delito u ofendido, o quien tenga derecho a la reparación del daño o a
reclamar la responsabilidad civil, cuando el acto reclamado emane de un juicio del orden
penal y afecte de manera directa esa reparación o responsabilidad;

d) El indiciado o procesado cuando el acto reclamado sea el no ejercicio o el desistimiento


de la acción penal por el Ministerio Público;

e) El Ministerio Público que haya intervenido en el procedimiento penal del cual derive el
acto reclamado, siempre y cuando no tenga el carácter de autoridad responsable.

IV. El Ministerio Público Federal, quien podrá intervenir en todos los juicios e interponer
los recursos que señala esta Ley, inclusive para interponerlos en amparos penales cuando
se reclamen resoluciones de tribunales locales, independientemente de las obligaciones
que la misma Ley le precisa para procurar la pronta y expedita administración de justicia.
Sin embargo, tratándose de amparos indirectos en materias civil y mercantil, en que sólo
afecten intereses particulares, excluyendo la materia familiar, el Ministerio Público Federal
no podrá interponer los recursos que esta ley señala.”

EL QUEJOSO

Es la parte que está representada por la persona física o moral de derecho público
o de derecho privado que ejercita la acción de amparo, en virtud de que considera que un
acto de autoridad le ha violado o vulnerado el conjunto de garantías individuales que

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prescribe en su favor la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
El quejoso y el tercero perjudicado- puede promover su demanda de amparo, ya sea por si
o a través de otra persona. Esta facultad se deriva del artículo 27 de la Ley de Amparo, en
donde se le autoriza al quejoso tener dos tipos de representación. Una de ellas se da en
los asuntos que no son de naturaleza civil, mercantil o administrativa, en los que el
nombramiento puede recaer sobre cualquier persona. Las facultades que implica este
nombramiento son entre otras las siguientes: ampliar la demanda, ofrecer y rendir pruebas,
alegar en las audiencias, solicitar se dicte sentencia para evitar la caducidad o el
sobreseimiento, e incluso para interponer recursos. A pesar de esto, el representante no
podrá sustituir o delegar esas facultades a un tercero.

La otra forma de representación que el quejoso puede tener en el juicio de amparo,


existen cuando el acto reclamado es de naturaleza civil, administrativa o mercantil. . En
este caso, la persona nombrada debe de ser un abogado titulado, debiendo de acreditar
su profesión ante el tribunal de amparo. Es importante señalar, que en este mismo
supuesto, el quejoso tendrá la facultad de nombrar una persona únicamente para oír y
recibir notificaciones y para imponerse de los autos, sin que el nombramiento comprenda
otras facultades. Como se dijo, el carácter de quejoso puede recaer en una persona física
o moral.

En el caso del segundo tipo de personas, hay que distinguir entre personas morales
de derecho público o de derecho privado. En las primeras, la representación se hará de
conformidad con lo prescrito en el artículo 9 de la Ley de Amparo, que dice así:

“Las personas morales oficiales podrán ocurrir en demanda de amparo, por


conducto de los funcionarios o representantes que designen las leyes, cuando el
acto o la ley que se reclame afecten los intereses patrimoniales de aquellas. Las
personas oficiales estarán exentas de prestar las garantías que en esta ley se exige
a las partes. Del contenido del precepto legal invocado, se determinan los casos en
que las personas morales oficiales pueden o no promover una demanda de amparo.
La facultad que tienen para hacerlo, está limitada a todos aquellos actos
reclamados en los que se afecten sus intereses patrimoniales. Fuera de este
supuesto, el amparo promovido por personas morales oficiales es notoriamente
improcedente”.

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LA AUTORIDAD RESPONSABLE

Todo acto de autoridad tiene como características distintivas la unilateralidad, la


inoperatividad y la coercibilidad.

La primera consiste, en que para la existencia y eficacia del acto de autoridad no es


necesaria la intervención o colaboración de un particular.

La segunda característica consiste en que la voluntad del particular está sometida y


supeditada a la voluntad de la autoridad de donde proviene el acto.

La coercibilidad del acto de autoridad, va en relación directa a la capacidad que tiene


ese acto, para constreñir, sujetar y forzar al destinatario a que sea respetado.

Otro tema vinculado al tema, es la posibilidad o no de los Organismos


Descentralizados para tener el carácter de Autoridad Responsable. Estas entidades podrán
ser Autoridad Responsable, únicamente si la ley que les da vida y regula su funcionamiento
y vida jurídica, las faculta para ordenar o a ejecutar por sí mismas, sin auxilio de otra
autoridad, el acto reclamado en el amparo. Un ejemplo de este tipo de personas es el
Instituto Mexicanos del Seguro Social, cuando determinan el monto del adeudo o realizan
algún acto relacionado con el procedimiento administrativo de ejecución.

EL TERCERO INTERESADO

En el amparo es una especie de coadyuvante de la Autoridad Responsable, ya que


está interesado en que el acto reclamado en el juicio de garantías subsista. A ello se debe
la razón de que sea tomado en cuenta como parte en el procedimiento del amparo, pues
de concederse la protección de la justicia federal al quejoso, la consecuencia inmediata y
directa será dejar sin efecto el acto reclamado, que es el acto que causa un beneficio
directo al tercero perjudicado.

De lo anterior se desprende la siguiente noción de tercero interesado, que dice así:


“Es la persona física o moral que puede ser afectada con la sentencia que se dicte en el
juicio de amparo, y la que legalmente se le da intervención en el mismo, radicando
normalmente su pretensión en que se sobresea o niegue al quejoso el amparo al quejoso,
y deje subsistente en acto reclamado.”

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El tercero interesado está facultado para oponer recursos, ofrecer pruebas y en sí,
todos los derechos que se derivan del artículo 4 de la Ley de Amparo. En materia penal,
hay que hacer hincapié, que no hay tercero perjudicado, a excepción de aquellos actos
reclamados que afecten los intereses del ofendido o de la persona que tenga derecho a la
reparación del daño o a la responsabilidad civil proveniente de la comisión de un delito.
Otro derecho que tiene el tercero perjudicado, es otorgar fianza o contrafianza en el
incidente de suspensión, para los efectos de que se ejecute el acto reclamado.

MINISTERIO PÚBLICO

Esta parte en el juicio de amparo es la llamada también como fiscalía u órgano


acusador del Estado.

Es el representante de la sociedad que tiene el monopolio del ejercicio de la acción


penal. Debido a su carácter de representante social el Ministerio Público no tiene interés
propio, sino que su interés está vinculado al interés de la sociedad.

Otra característica de esta figura procesal del amparo, es que no guarda dependencia
alguna respecto del Poder Judicial, ya que depende del Poder Ejecutivo. Una idea que la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha formulado respecto del Ministerio Público
Federal es la siguiente: “Es la institución jurídico-administrativa que participa en los
procedimientos con dos personalidades distintas, pero con una sola finalidad general que
consiste en defender los intereses sociales o del Estado; su intervención como parte en
todos los juicios de amparo, acorde con lo que establece la fracción XV del artículo 107 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y la fracción IV del artículo 5o.
de la Ley de Amparo, se concreta a velar por la observancia del orden constitucional,
específicamente, en vigilar y propugnar el acatamiento de los preceptos constitucionales y
legales que consagran las garantías individuales; por su autonomía e intervención procesal
propia, le compete observar los actos procesales que asumen las partes en el juicio; puede
también abstenerse de intervenir, ya sea en forma expresa o revelar su desinterés en el
asunto con su silencio. Por tanto, para cumplir con sus atribuciones, como parte del juicio
de amparo, debe ser llamado a juicio a través del legal emplazamiento con la copia simple
de la demanda o del recurso de que se trate, condición necesaria para estar en aptitud de
formular con plena autonomía, su decisión en el pedimento en el que, previo análisis del
asunto, solicitará la concesión del amparo, la negativa o el sobreseimiento en el juicio.

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En otro aspecto, tiene la personalidad de autoridad y representante de la sociedad
cuando actúa en la investigación y persecución de los delitos en la función propia del
ejercicio de la acción penal, en los términos que señala el artículo 21 de la Constitución
General de la República, en cuyo caso cuenta con facultades para interponer los recursos
que señala la ley, incluso, en los amparos penales cuando se reclamen resoluciones de
tribunales locales, cuya facultad está condicionada a que la resolución que pretenda recurrir
le cause agravio a su representación; finalmente, funge como representante de la nación
como entidad jurídica en defensa de los intereses patrimoniales de la misma y como
consejero jurídico del gobierno.

El Ministerio Público tendrá entre otras facultades, la de promover demandas de


amparo en materia penal, cuando se reclamen resoluciones de tribunales locales.

Otro de los atributos del Ministerio Púbico en el juicio de amparo, es que pueden
interponer toda clase de recursos, a excepción de aquellos juicios de amparo que tienen
como acto reclamado uno de naturaleza civil y mercantil. Incluso en materia de derecho
familiar podrán interponer los recursos que concede a las partes la Ley de Amparo artículo
4° de la Ley de Amparo. Otro derecho que tiene el Ministerio Público en la tramitación del
juicio de amparo, es que los primeros acuerdos que sean emitidos en los amparos de
competencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, le deben de ser notificados,
aunque en este caso se le notificará al Procurador General de la República.5 En los
amparos que sean competencia de los Tribunales Colegiados de Circuito, el primer acuerdo
que recaiga en los mismos, le será notificado al Ministerio Público –artículo 29 fracción II
de la Ley de Amparo. En ambos casos las notificaciones deberán de hacerse por oficio

PRINCIPIOS EN EL AMPARO

EL PRINCIPIO DE INSTANCIA DE PARTE

El principio de instancia de parte señala que el juicio de amparo sólo puede iniciar
mediante el ejercicio de la acción, como su nombre lo indica, a petición de parte; excluye la
posibilidad de que el amparo inicie su curso de forma oficiosa. El principio de parte se
encuentra fundamentado en el artículo 107, fracción l, constitucional que dispone: “El juicio
se seguirá siempre a instancia de parte”. Disposición que se encuentra implícita en el
artículo 4° de la Ley de Amparo, que categóricamente señala que el juicio de amparo

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únicamente puede promoverse por la parte a que perjudique el acto o la ley, el tratado
internacional, el reglamento o cualquier otro acto que se reclame. Dicho principio no tiene
excepciones, es decir, el amparo no puede, en ningún caso, iniciar oficiosamente.

El principio de instancia de parte incluye para quien ha promovido el juicio de


amparo, en aquellos caso en que el acto reclamado sea del orden civil o administrativo la
carga de impulsar el procedimiento, ya que no basta con la petición inicial de amparo,
plasmada en la demanda, sino que es necesario que lo impulse periódicamente para que o
se produzca un lapso de inactividad procesal que sea causa de sobreseimiento.

EL PRINCIPIO DE AGRAVIO PERSONAL Y DIRECTO

El principio de existencia de un agravio personal y directo establece que la persona


que promueve el juicio de amparo debe ser aquella que, en su concepto, sufre la violación
de sus derechos fundamentales provocados por acto de autoridad.

Este principio también se desprende del artículo 107, fracción l, constitucional, que
prescribe que “el juicio se seguirá siempre a instancia de parte agraviada” y se reproduce,
con mayor claridad, en el artículo 4° de la Ley de Amparo, de la siguiente forma:

“El juicio de amparo únicamente puede promoverse por la parte a quien


perjudique la ley el tratado internacional, el reglamento o cualquier otro acto que
se reclame, pudiendo hacerlo por si, por su representante, por su defensor si
se trata de un acto que corresponda a una causa criminal, por medio de algún
pariente o persona extraña en los casos en que esta ley lo permita
expresamente; y sólo podrá seguirse por el agraviado, por su representante
legal o defensor”.

La existencia de un agravio, entendido como una afectación de los derechos


fundamentales, da lugar a que la persona que promueve el juicio de amaro sea denominada
agraviado en termino del artículo 5° fracción l de la Ley de Amparo, el agravio puede ser
definido de la siguiente forma: perjuicio, en materia de amparo, es toda privación de un
derecho o imposición de un deber que ordena o realiza una autoridad del Estado y que se
presumen violatorios de garantías.

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EL PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD DEL ACTO RECLAMADO

El juicio de amparo es un medio extraordinario de defensa. De esa idea deriva el


principio de definitivita del acto reclamado, que significa que el juicio de amparo solo
procede contra actos definiditos, es decir aquellos respecto delos cuales no hay un juicio,
recurso o medio ordinario de defensa susceptible de revocarlo, anularlo o modificarlo. La
constitución contiene este principio en el artículo 107, fracción lll, inciso a), y fracción lV, y
la ley de amparo en el artículo 73 fracción Xlll y XV, que señalan, estas últimas,
respetivamente, que el juicio de amparo es procedente.

El principio de definitivita de acto reclamado encuentra su justificación en el hecho


de que, al tratarse de un medio extraordinario de defensa de carácter constitucional, el
quejoso debe, previamente a su promoción, acudir a las instancias que puedan producir las
insubsistencia del acto de autoridad que produce afectación, salvo los casos de excepción
previstos legal y jurisprudencialmente.

Este principio, a diferencia de los dos anteriores, si tiene excepciones, las cuales se
encuentra en la constitución, la Ley de Amparo y la jurisprudencia, razón por la cual, el
primero de los comentarios sobre cómo mejorar en este aspecto la estructura básica del
amparo se dirige hacia una sistematización de las excepciones al principio de definitivita.

EL PRINCIPIO DE ESTRICTO DERECHO.

El principio de estricto derecho estriba en que el juez debe estudiar las constitucional
del acto reclamado a la luz de los argumentos expuestos en los conceptos de violación y,
si se trata de resolver un recurso en que el revisor se limite a apreciar tal resolución tomando
en cuenta solo los agravios.

Este principio tiene diversas excepciones, reunidas todas ellas dentro de la


suplencia de la queja deficiente. En el artículo 76 bis de la ley de amparo, señala cuales
son los casos en que el juez de amparo puede suplir la queja, o sea estudiar el acto
reclamado y, en su caso, declarar su inconstitucionalidad con independencia de los
argumentos que le hayan sido formulados; lo que permite afirmar que el principio de estricto
derecho se delimita por exclusión, en todos los casos no previstos en el mencionado
precepto legal.

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EL PRINCIPIO DE RELATIVIDAD DE LA SENTENCIA

El artículo 107, fracción ll, párrafo primero constitucional dispone que “la sentencia
será siempre tal, que sólo se ocupe de individuos particulares limitándose a ampararlos y
protegerlos en el caso especial sobre el que verse la queja, sin hacer una declaración
general respecto de la ley o acto que la motivare”. En esto consiste el carácter relativo de
la sentencia de amparo que también se conoce como fórmula otero.

El artículo 76, párrafo primero, de la Ley de Amparo, se establece que las sentencia
que se pronuncien en los juicios de amparo sólo se ocuparán de los individuos particulares
o de las personas morales que lo hubiesen solicitado, limitándose a ampararlos y
protegerlos sin procediere, en el caso especial sobre el que verse la demanda, sin hacer
una declaración general respecto de la ley o acto que la motivare.

PLAZOS EN EL AMPARO DIRECTO

Presentación de demanda de amparo (Regla general).


Quince días, computándose al día siguiente a aquel en que surta efectos, conforme a la
ley que dio origen al acto reclamado (artículo17)

Computo (incluyendo su vencimiento)


Días hábiles, a partir del día siguiente en el que surta efectos de notificación. En materia
penal se hará de momento a momento (artículo 22)

Plazo para dar contestación a los incidentes, así como la celebración de las audiencias
incidentales
Tres días (artículo 67)

Prevenciones
Cinco días subsanación de amparo (artículo 14) exhibir copias en caso de no haberlo
hecho en su presentación (artículo 177)

Presentación de demanda en amparo


Sesenta días plazo----para la intervención de la sucesión del quejoso (artículo 16)
Treinta días cuando se reclame una norma auto aplicativa el procedimiento de extradición

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Cualquier día y hora será hábil---tramitación de incidente de suspensión y providencia en
caso excepcionales
Diez días ---- interponer recurso de revisión

AMPARO DIRECTO
No mayor de cinco días—subsanar la demanda por irregularidades (artículo 180)
Quince días---Presentar alegatos o promover amparo adhesivo en su caso (artículo 181)

SENTENCIA EN EL JUICIO DE AMPARO

La sentencia en el juicio de amparo constituyen la resolución dictada en el proceso,


con la cual se dirime la controversia de fondo en cuanto a si la autoridad responsable
violento algún derecho o garantía del quejoso o se encontró apegada a derecho aun cuando
se haya determinado el sobreseimiento bajo una concepción formal, siendo la respuesta
sintética a las pretensiones deducidas, y materialmente las aplicaciones de derecho para
construir la solución real de un conflicto interparte.
De tal forma que con la sentencia se busca resolver el conflicto a través de restituir
o hacer respetar al quejoso el derecho o derechos que se estima le fue o fueron violentados,
cuyo contenido se funda en la explicación, justificación y comunicación sustentados en la
argumentación jurídica, en la que se sostiene, racionalmente., la respuesta al problema
planteado. Con ello pretende responder a un proceso dialectico en el que el juzgador,
valiéndose de una operación de carácter critico-intelectual, anualiza la tesis del acto u
omisión, la antítesis del demandado, y concluye con a síntesis que es el fallo, en la cual se
puede adoptar cualquiera de la postura, la parcialidad de la misma o circunstancia distintas
a las invocadas por medio de la aplicación de silogismo jurídico.
Fix-Zamudio, en cuanto a la forma de resolver litigiosa de las sentencias, las clasifica
de la siguiente manera: estimatorias(se consideran procedentes y fundados los conceptos
de violación, por lo cual se concede al solicitante del juicio el amparo y protección de la
justicia federal); desestimatorias (se declara que el acto reclamado es constitucional, y por
ende se niega el amparo) y de sobreseimiento (no decide sobre el fondo de la Litis, pero sí
finaliza el juicio tras advertir una causal que da motivo al mismo en el juicio) en la práctica
se ha clasificado a las sentencias en definitivas ( cuando admite un medio de impugnación
ordinario o extraordinario) y firmes (cuando no se combate en el plazo legal o son
pronunciadas en la última instancia.

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En la práctica judicial, las sentencias emitidas por un órgano jurisdiccional se componen de
tres apartados:

1) Resultandos. Narración de los aspectos que integran el juicio de forma cronológica,


en donde se indican: quien promovió la demanda; la acreditación de la calidad de
las partes: cuando se celebraron las audiencias; qué pruebas se ofrecieron; cuales
fueron admitidas, desechadas y desahogadas. Se fija el acto reclamado y se
aprecian las pruebas conducentes que se tomaron en cuenta para tenerlo por
demostrado.
2) Considerandos. Continuará con el estudio de los conceptos de violación, de
manera preferente a las violaciones procesales y formales. Analiza la existencia de
alguna causal de improcedencia que, en caso de existir, sobreseerá el juicio; caso
contrario, continuará con el estudio de fondo de la controversia constitucional, tras
la confronta primeramente constitucional e incluso convencional con las pruebas
aportadas por las partes para el análisis de los conceptos de violación y determinar
la violación de algún derecho hacia el gobierno. Se debe establecer lo siguiente:

a) Competencia.
b) Valoración del acto u omisión reclamados-acreditación de su existencia o
inexistencia.
c) Procedencia del juicio.
d) Valoración de pruebas.
e) Fundamentación y motivación.

3) Puntos resolutivos. Síntesis del sentido al cual se llega.


Con apego a la Ley de Amparo, y tal como lo indica el artículo 74, la sentencia debe
contener:
1. La fijación clara y precisa del acto reclamado.
2. El análisis sistemático de todos los conceptos de violación o en su caso de todos los
agravio.
3. La valoración de las pruebas admitidas y desahogadas en el juicio.
4. Las consideraciones y fundamentos legales en que se apoye para conceder, negar o
sobreseer.

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5. Los efectos o medidas en que se traduce la concesión del amparo, y en caso de
amparo directos, el pronunciamientos respecto de todas las violaciones procesales que
se hicieron vales y aquellas que, cuando proceda, el órgano jurisdiccional advierta en
suplencia de la queja, además de los términos precisos en que deban pronunciarse la
nueva resolución
6. Los puntos resolutivos en los que se exprese el acto, normal u omisión, por el que se
conceda, niegue o sobresea el amparo y, cuando sea el caso los efectos de la concesión
en congruencia con la parte considerativa…

EFECTOS DE LA SENTENCIA

Al reclamar actos u omisiones de autoridad o de particulares en ejercicio de su


facultad de autoridad, en el artículo 77 de la Ley de Amparo comprende dentro de la
concesión del amparo los siguientes efectos:

1. Cuando el acto reclamado sea de carácter positivo al quejoso en el pleno goce del
derecho violado restablecido las cosas al estado que guardaban antes de la
violación.
2. Cuando el acto reclamado sea de carácter negativo o implique una omisión, obligar
a la autoridad responsable a respetar el derecho de que se trate y a cumplir lo que
el mismo exija.

ACTOS DE CARÁCTER POSITIVO

Este tipo de acto está contemplado, como se citó en renglones precedentes en la


fracción l del artículo 77, en donde daba la naturaleza del acto reclamado, que consiste
en la decisión o ejecución de un hacer por parte de la autoridad responsable en el
ejercicio de sus atribuciones, el juzgador debe establecer con precisión, tras conceder
el amparo y protección de la justicia federal, los efectos y sus consecuencias, y
especificar las medidas que las autoridades o particulares deben de adoptar para
asegurar su cabal cumplimiento y la restitución de los derechos del quejoso al estado
en que se encontraba, lo cual se inicia tras el requerimiento de dejar sin efecto el acto
reclamado.

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De esta forma, se busca restablecer las cosas al estado en que se encontraba,
previo a la violación de sus derechos y/o garantías vulneradas, en donde se tendrán
alcances restitutorios que deben ser materializados sobre las prerrogativas legalmente
tuteladas, siempre y cuando no exista impedimento material o jurídico para lograrlo. Sin
embargo, no debe pasarse por alto que el cumplimiento de sus efectos se llevaran a
cabo una vez que se declare ha causado estado la sentencia, con la excepción de los
autos del orden penal en los que se haya reclamado una orden de aprensión, auto de
formal prisión o auto de vinculación a proceso, siempre y cuando el delito que le sea
atribuido sea de los considerados como no graves, en donde sus efectos se realizaran
de inmediato.

ACTOS DE CARÁCTER NEGATIVO

Contrario a los actos de carácter positivo, estos actos reclamados consiste en una
omisión “no hacer” por parte de las autoridades, en donde la autoridad responsable se
rehúsa a cumplir con las pretensiones solicitadas por el gobernador, o en caso en los
que la autoridad responsable no resuelve en contra de lo que corresponde al quejoso,
sino que se abstiene de resolver, o sea, adopta una conducta de omisión o abstinencia
que da como resultado la violación de los derechos humanos o garantías de las que
gozan el quejoso, cuyo efecto, tras conceder el amparo, será el obligado a la autoridad
responsable a que obre en el sentido de respetar el derecho de que se trata y a cumplir
lo que, en su caso se exija.
Lo anterior en búsqueda de la reparación “retitutio in integrum” hace desaparecer
los efectos de la violaciones cometidas y garantizar el goce de sus derechos, cuyo
restablecimiento pleno, en ocasiones, si bien no puede ser devuelto en las mismas
condiciones en que se encontraba, si en el mejor de los panoramas. De tal forma que
la protección de la justicia para el impenetrante del amparo debe ser en cuanto a sus
efectos, de tal manera que en su cumplimiento no quede duda alguna.

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MOTIVACIÓN

Toda sentencia debe estar conformada por requisitos formales o externos e internos
o sustanciales (principios de sentencia) motivación, congruencia y exhaustividad.
De tal forma que en el caso de la motivación, el juzgador, en todas las resoluciones
emitidas conforme a derecho, tendrá que plantear y expresar los argumentos, razones
y fundamentos que den certeza a su decisión, lo cual se lograra identificando las normas
relevantes que justifican la determinación, tras interpretar las nomas utilizadas, a través
de la elaboración del enunciado interpretativo.
Dicho fundamento no solo radica en la doctrina y en la práctica judicial, sino en su
obligatoriedad bajo lo establecido por el artículo 16 constitucional, al imponer a todas
las autoridades el deber de fundar y motivar sus actos cuando de alguna manera afecten
derechos o intereses jurídicos de los gobernados, con lo cual además se evita la
arbitrariedad en sus actos.
Así, para la realización de la sentencia deben tomarse en cuenta todos los
elementos que conforman la causa(medios de prueba, alegatos, conceptos de violación,
e incluso argumentos interpretados bajo suplencia de la queja), así como circunstancia
que en el juicio fueran introducidas, que serán analizados y valorados por el juzgador.
Todo ello, conforme a Prieto Castro, con el fin de mantener la confianza de los
ciudadanos en la justicia y, al mismo tiempo, facilita la fiscalización por el tribunal
superior en la vía de las instancias y recursos ordinarios.

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BIBLIOGRAFIAS

CODIGO DE PROCEDIMIENTOS FAMILIARES DEL ESTADO DE YUCATAN

LEY DE AMPARO

BIBLIOJURIDICAS DE LA UNAM

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