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INTERACCIONISMO SIMBÓLICO

El interaccionismo simbólico es una corriente sociológica que nace en Estados


Unidos, a inicios del siglo XX, en medio de grandes cambios políticos y sociales
(revolución mexicana, primera guerra mundial, potencia mundial, recesión
económica, gran depresión, segunda guerra mundial, ley de derechos civiles,
derecho de voto)
Fue planteado por primera vez en 1937 por el sociólogo norteamericano
Herbert Blumer. Considera que la conducta humana es el resultado de la
interacción social, como intercambio de significados en la vida diaria.
El interaccionismo simbólico está originalmente influenciado por dos corrientes
intelectuales: pragmatismo, desarrollada por John Dewey, y conductismo
psicológico, impulsada por John Watson y Herbert Mead.
El pragmatismo aportó la idea de que el hombre le asigna un significado a cada
símbolo, dependiendo de su entorno y experiencia; mientras que el
conductismo psicológico resalta el aprendizaje y el condicionamiento en la
comunicación entre dos personas, sostiene que las conductas se aprenden y
se pueden modificar. Esta última corriente le da al interaccionismo simbólico un
análisis más objetivo y empírico.
A pesar de ser Herbert Blumer el fundador del interaccionismo simbólico como
teoría sociológica, su principal representante es George Herbert Mead, quien
sostenía que la interacción social era clave para el desarrollo de la
personalidad humana, considerando a la sociedad y la cultura como el
resultado de una comunicación con símbolos.
Para comprender mejor cómo se desarrolla esta corriente, analizaremos su
contexto político, y económico. Para ese entonces, el principal acontecimiento
que el país enfrentaba fue una crisis económica masiva, conocida como la
Gran Depresión (1929-1930) que acentuó la preocupación por el bienestar
social y económico. Surgieron nuevas formas de organización laboral, y, por
otro lado, movimientos como el feminismo y el de los derechos civiles ganaron
impulso. Aquí es donde se alinea el Interaccionismo simbólico a dichos
movimientos para cambiar los valores sociales, promoviendo la igualdad y
justicia. Se defendía la idea de que dichos cambios nacían en las interacciones
diarias de persona a persona, demandando una comunicación efectiva.

Esta teoría tiene detrás ciertos enfoques, además de los mencionados, que le
han dado importante sustento, explicadas a continuación.

Pragmatismo: basada en la idea de la interacción de las personas y la


atribución de significados a situaciones. Junto a la teoría social, se enfoca en la
acción práctica y la evidencia empírica, destacando la importancia de estos
significados dados a los símbolos y su uso para resolver problemas.

Teoría de la acción social: creada por Max Weber, sostiene que la acción
humana será social siempre que los sujetos enlacen un sentido subjetivo, es
decir, significados comprendidos por ellos mismos.
Teoría del rol: sustenta que las personas crean una identidad y toman
funciones de acuerdo a cómo creen que son percibidos por los demás, una vez
más se relaciona con la teoría que tratamos al referirse a individuos que dan
significados en una interacción.

Teoría de la estructuración: Anthony Giddens indica que la estructura social y la


acción individual se influyen mutuamente, así, las interacciones sociales y la
comunicación por símbolos construyen la realidad social.

El interaccionismo simbólico señala que la comunicación interpersonal esta


basada en la interacción cara a cara además del uso de símbolos, se
interpretan mensajes dándose un significado, y se genera un feedback. Por
ellos son clave los símbolos, que no son otra cosa que gestos, palabras u
objetos que se usan para representar.

Actualmente el interaccionismo simbólico no tiene un modelo comunicacional


propiamente definido, pero a partir de sus elementos podemos construir uno
basado en los principios mencionados. Comprende a dos personas que se
involucran en el proceso de comunicación, cada uno con sus propias
experiencias, perspectivas y significados atribuidos a los símbolos, en los que
siempre habrá algunas diferencias. Luego consideramos los símbolos, los que
usarán los sujetos al comunicarse. Luego tendremos una interpretación de los
símbolos utilizados en la interacción, se le atribuye un significado de acuerdo al
contexto y los valores de cada individuo. A partir de ello, posteriormente, se
genera una respuesta o feedback, expresando opiniones de acuerdo o
desacuerdo, emociones, etc. Así, se produce una construcción conjunta de
significados, lo cual no se genera desde procesos mentales, sino de los
procesos de interacción.

Cabe recalcar que este modelo puede ser una adaptación de los principios del
interaccionismo simbólico y puede variar según la interpretación que distintos
autores le otorguen. Finalmente, se debe reconocer la importancia de esta
teoría en el estudio de los procesos comunicacionales, ya que nos ayuda a
comprender cómo se construyen los significados a partir de la interacción de
las personas dentro de una sociedad. A fin de cuentas, sin comunicación, sería
imposible hablar de sociedad.

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