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TEORÍA DEL INTERACCIONISMO SIMBÓLICO

I. INTRODUCCIÓN

El presente trabajo comprende el estudio de interaccionalismo simbólico propuesto por


Herbert Blummer. Este autor establece que, las personas actúan sobre los objetos e
interactúan con otras personas a partir de los significados que los objetos y las
personas tienen para ellas. Es decir, a partir de los símbolos. Esto en si se define
como la interacción de las personas con otras a partir de la perspectiva que la otra
persona demuestre al momento de establecer una conversación y como es que el
receptor lo entienda, es al contrario que con los animales, ya que según Watson ellos
son como mandato – respuesta, si una persona le enseña al animal que cuando de la
pata recibirá una galleta, él solamente va a actuar según la norma, pero nunca se va a
tomar en consideración, o no se va a poder entender su perspectiva de la situación, el
ser humano puede dar su perspectiva de lo que decimos y cambiarla según el crea
conveniente.

Según la historia del interaccionalismo simbólico, comienza desde lo propuesto por


Herbert Blumer en los años sesenta. También se añaden otras perspectivas como las
de, “La herencia de Escuela Sociológica de Chicago de (1950), y de autores como
William Thomas, Robert Park, Louis Wirth o Everett Hughes lo caracterizaron como
profundamente heterogéneo y de complejas raíces en el escenario de la teoría social”.
[ CITATION Car181 \l 2058 ].

Además, se establece como idea principal según Gadea (2018), el interaccionismo


simbólico fue utilizado para designar una perspectiva sobre el estudio de la vida de
grupos humanos y del comportamiento individual bajo la premisa de que aquello que
llamamos “realidad” no existe fuera del “mundo real”, creándose activamente en la
medida en que actuamos dentro-y-para-el mundo.

Este tema fue, según Gadea (2018), nacido de la disconformidad con el funcionalismo
y el estructuralismo predominantes en la sociología de mediados del siglo XX, el
interaccionismo simbólico fue protagonista de un recorrido semántico verdaderamente
rico y que, en la actualidad, todavía parece materializarse en nuevas inquietudes
analíticas y teóricas.

En este trabajo se investigará mas a fondo sobre el concepto de interaccionalismo


simbólico, sus representantes, las primeras corrientes que aportan en esta teoría,
como lo son el conductismo y el pragmatismo, cada una desde una diferente
perspectiva.

También se tomará en consideración los principios de esta teoría, además de


presentar conclusiones, también referencias de acuerdo al tema.
II. CONCEPTO

Según el interaccionismo simbólico, el significado de una conducta se forma en la


interacción social. Su resultado es un sistema de significados intersubjetivos, un
conjunto de símbolos de cuyo significado participan los actores. El contenido del
significado no es más que la reacción de los actores ante la acción en cuestión. La
consciencia sobre la existencia propia se crea al igual que la consciencia sobre otros
objetos; o sea, ambas son el resultado de la interacción social (Anónimo, 1998).

Para poder determinar si se habla de interaccionalismo simbólico se necesita


cuenstionarse ¿qué grupo común de símbolos se han identificado para darle un
sentido a las interacciones de las personas?

El interaccionismo simbólico pone así gran énfasis en la importancia del significado e


interpretación como procesos humanos esenciales. La gente crea significados
compartidos a través de su interacción y, estos significados devienen su realidad
(Anónimo, 1998).

El interaccionismo simbólico se caracteriza por prestar atención a la comprensión de la


acción social desde el punto de vista del individuo.

III. PRINCIPALES RAÍCES HISTÓRICAS

Las raíces influentes del interaccionismo simbólico son: el pragmatismo y el


conductismo.

a) El Conductismo:

El conductismo psicológico, denominado en este caso, conductismo social, ya que se


establece por una diferencia a otra teoría, como la de Watson, el cual se da por la
relación entre estímulo – respuesta. El interaccionismo simbólico reacciona contra este
segundo modelo de Watson, dado que la gente interpreta estímulos y son esas
interpretaciones las que determinan su manera de accionar.

Con el aporte del conductismo “social” Blummer & Herbert (s.f), concluyen que:

“El interaccionismo simbólico no concibe la mente como una cosa, una


estructura física, sino como un proceso continuo. La mente está relacionada
virtualmente a cada aspecto del interaccionismo simbólico, incluyendo
socialización, significados, símbolos, el yo, interacción e inclusive la sociedad”.
(Pg. 6), Esto confirma que, al contrario de la teoría de Watson, sobre el
conductismo, el ser humano tiene la capacidad de pensar antes de actuar y
luego así formar las interacciones con los demás.

b) Pragmatismo:

Según el enfoque del pragmatismo, se recoge datos de la postura de Dewey, la cual


influye de gran manera en el interaccionalismo simbólico. Dewey no concebía la mente
como una cosa o una estructura, sino como un proceso de pensamiento que implicaba
una serie de fases. Estas fases son [ CITATION Mor78 \l 2058 ]:
 La definición de los objetos del mundo social.
 La determinación de los posibles modos de conducta.
 La anticipación de las consecuencias de cursos alternativos de acción.
 La eliminación de posibilidades improbables.
 La elección del modo óptimo de acción.

Como bien define este autor, el interaccionalismo va a utilizar estas fases del
pragmatismo como guía del interaccionismo simbólico.

El pragmatismo es, por tanto, antideterminista, y se opone tanto al naturalismo


instintivista como al organicismo, sea este hegeliano o evolucionista. Concibe al
individuo como activo frente al ambiente, siendo este moldeable por el individuo y
viceversa, puesto que el individuo puede adaptare al ambiente. [ CITATION Car78 \l
10250 ]

Un ejemplo del pragmatismo es el acto y actitud, siendo el acto aspectos internos y


externos de una acción, puede definirse también como una adaptación activa del
organismo respecto al medio. Y la actitud es lo que mostramos corporalmente con
gestos.

Para Miranda (2005) el pragmatismo y el Interaccionismo simbólico proporcionan una


base filosófica y teórica a la carrera de Trabajo Social, puesto que estas teorías
podrían pasar a un segundo plano mas no desaparecieran. Además, también
menciona que las fuentes de las que se alimenta el Trabajo Social en el momento
clave de la profesionalización son el Pragmatismo de W. James, Dewey, Mead y las
perspectivas interaccionistas.

IV. PRINCIPIOS BÁSICOS

Algunos interaccionistas simbólicos como Blumer, Manis y Meltzer, y Rose,


enumeraron los principios básicos de esta teoría, los cuales son los siguientes
(Anónimo, s.f.):

1. A diferencia de los animales inferiores, los seres humanos están dotados de


capacidad de pensamiento.
2. La capacidad de pensamiento está modelada por la interacción social.
3. En la interacción social las personas aprenden los significados y los símbolos
que les permiten ejercer su capacidad de pensamiento distintivamente
humana.
4. Los significados y los símbolos permiten a las personas actuar e interactuar de
una manera distintivamente humana.
5. Las personas son capaces de modificar o alterar los significados y los símbolos
que usan en la acción y la interacción sobre la base de su interpretación de la
situación.
6. Las personas son capaces de introducir estas modificaciones y alteraciones
debido, en parte, a su capacidad para interactuar consigo mismas, lo que les
permite examinar los posibles cursos de acción, y valorar sus ventajas y
desventajas relativas para luego elegir uno.
7. Las pautas entretejidas de acción e interacción constituyen los grupos y las
sociedades.
V. REPRESENTANTES

Se basa principalmente en los aportes de George Herbert Mead (1934) y en cierta


medida en los escritos de Charles Horton Cooley (1902), John Dewey y W.I.Thomas
(1928). Más recientemente las ideas del interaccionismo simbólico se ven
representadas por la perspectiva aportada por Herbert Blumer.

a) El interaccionismo social. George Mead


De acuerdo a Mead la conducta de los individuos solo puede entenderse a
través de la conducta del grupo al que pertenece. Es decir, la conducta de todo
ser humano está determinada del contexto social en el que se desarrolla. La
acción individual de cada persona lleva implícita una conducta social que
transciende al sujeto individual y que a su vez implica a otros miembros del
grupo [ CITATION Per06 \l 10250 ].
Mead también advertía que el ser humano no es el mismo según con quien
interactúe. Esto significa que, con una persona puede discutir sobre temas
medioambientales, mientras que con otra puede entablar conversación de algo
totalmente diferente.

En el siglo XX se daban debates acerca de la relación de individuo – sociedad,


la obra de Mead propone una síntesis que resuelve uno de los problemas
fundamentales de la carrera, que es la etiología personal, individual o social, a
partir de conceptos como “mind o “self”, y la relación entre la mente individual y
la sociedad. [ CITATION Mig05 \l 10250 ]

Para Mead la sociedad es interacción, señalando que no hay nada en la


sociedad, sino un conjunto de reacciones comunes en los individuos. Siendo el
individuo el resultado de la asunción del otro generalizado.

b) El interaccionismo simbólico. Herbert Blumer


Blumer manifiesta en su libro Symbolic Interactionism, tres premisas que
intentan resumir un sistema complejo de ideas acerca de cómo es el mundo de
las personas y cómo éstas reaccionan [CITATION Inssf \l 10250 ]:
1. Las personas actúan en relación a las cosas a partir del significado que las
cosas tienen para ellos.
2. El contenido de las cosas se define a partir de la interacción social que el
individuo tiene con sus conciudadanos.
3. El contenido es trabajado y modificado a través de un proceso de
traducción y evaluación que el individuo usa cuando trabaja las cosas con
las que se encuentra.

El interaccionismo en términos de Mead ve al individuo como un organismo que


debe reaccionar ante lo que percibe. El individuo se halla en un mundo en el
que debe interpretar para poder actuar. La acción consiste en la consideración
de lo que percibe y en la construcción de una conducta basada en el modo de
interpretar los datos percibidos. Blumer considera a este proceso válido tanto
para explicar la acción humana individual, como para la conjunta o colectiva en
la que intervienen grupos de individuos [ CITATION Per06 \l 10250 ].

Para Parsons la sociedad es un sistema de interacción, es decir considera al


sistema social como un proceso de interacción complementaria de dos o más
actores en el que cada uno de ellos se ajusta a las expectativas del otro o de
los otros de tal manera que las reacciones del álter a las acciones del ego son
sanciones positivas que sirven para reforzar sus disposiciones de necesidad
dada [ CITATION Car78 \l 10250 ].

c) El interaccionismo simbólico. John Dewey

Desde la perspectiva de Dewey, el pensamiento es una función mediadora e


instrumental que ha evolucionado para servir a los intereses de la
supervivencia de los humanos (Westbrook, 1993). Sin embargo, como explican
Collier et alii (1996), Dewey no considera el pensamiento una «propiedad
privada» sino que pertenece a la interacción, aunque sean individuos
particulares los que producen el pensamiento, éste tiene una base social
sostenida en convenciones y creencias, por lo que no sería adecuado concebir
la mente como algo esencial y exclusivamente individual.
Según Dewey, el carácter inacabado del mundo genera entre las personas un
estado de incertidumbre, del cual emerge el pensamiento. La actividad
concreta que origina el pensamiento y el carácter inconcluso del mundo
convierten cada experiencia en singular, lo que hace que todo conocimiento
sea provisional.
El lenguaje es lo que posibilita el examen de la acción y la posibilidad de
imaginar diferentes posibilidades alternativas, pero tampoco es algo personal o
privado, sino que está en relación con los otros.
La comunicación es clave para entender el pensamiento, ya que éste se
expresa desde el habla y es la comunicación la que permite la interacción.
La interacción es el proceso fundamental que permite comprender la
conciencia. El hecho de que cada persona nazca en una sociedad ya
constituida con costumbres, tradiciones, convenciones, lengua, instituciones,
configura su subjetividad, lo cual posibilitará la intersubjetividad, es decir el
desarrollo del pensamiento de cada individuo dentro de las diferentes
interacciones sociales. Dewey defiende que los fenómenos complejos no
pueden descomponerse en elementos simples, sino que es necesario
comprenderlos en su complejidad, conformando un sistema coordinado de
acción en el que intervienen cada uno de esos elementos.
John Dewey no concebía la mente como una cosa o una estructura, sino como
un proceso de pensamiento que implicaba una serie de fases. Estas fases son:
 La definición de los objetos del mundo social.
 La determinación de los posibles modos de conducta.
 La anticipación de las consecuencias de cursos alternativos de acción.
 La eliminación de posibilidades improbables.
 La elección del modo óptimo de acción (Stryker, 1980).
Este enfoque sobre los procesos de pensamiento influyó profundamente en el
desarrollo del interaccionismo simbólico.

VI. CONCLUSIONES

a) El entorno social donde se desarrolla un individuo es factor esencial en el


comportamiento de la persona, de acuerdo a esta teoría el contexto puede
determinar su forma de actuar.

b) El interaccionalismo simbólico estudia las interacciones de las personas a


través de la conducta y de su manera de entender las cosas.
c) El pragmatismo y el conductismo son las principales corrientes históricas de
las cuales se guía el interaccionalismo simbólico.
d) El conductismo como enfoque principal para el interaccionalismo simbólico,
se visualiza desde la perspectiva de conductismo social, mas no el
conductismo según la teoría de Watson, ya que es diferente las
interacciones de las personas como la de los animales, debido a que las
personas pueden dar su opinión acerca de como entienden sobre algo y así
dar un enfoque diferente a la interacción con los demás.
e) Para el pragmatismo la verdadera realidad no existe fuera del mundo real,
sino que se crea activamente a medida que actuamos dentro de la sociedad.
f) Para el interaccionismo simbólico se caracteriza por prestar atención a la
comprensión de la acción social desde el punto de vista de la persona.
VII. REFERENCIAS

Anónimo. (1998). EL INTERACCIONISMO SIMBÓLICO . Obtenido de Instituto Profesional


Esucomex: http://biblioteca.esucomex.cl/RCA/El%20interaccionismo%20simb
%C3%B3lico.pdf

Anónimo. (s.f.). Interaccionismo simbólico. Obtenido de Universidad de Almeria:


http://ual.dyndns.org/biblioteca/sociologia/pdf/unidad_05.pdf

Blumer, H. (1986). EL INTERACCIONISMO SIMBÓLICO. Obtenido de Google books:


https://books.google.com.pe/books/about/Symbolic_Interactionism.html?
id=HVuognZFofoC&redir_esc=y

Blummer, & Herbert. (s.f). El interaccionalismo Simbólico. mella1998is, 06. Obtenido de


http://biblioteca.esucomex.cl/RCA/El%20interaccionismo%20simb%C3%B3lico.pdf

Carabaña, J., & Lamo de Espinosa, E. (1978). LA TEORÍA SOCIAL DEL INTERACCIONISMO
SIMBÓLICO: ANÁLISIS Y VALORACIÓN CRITICA. Recuperado el 19 de Septiembre de
2020, de file://Downloads/Documents/REIS_001_08.pdf

Gadea, C. (diciembre de 2018). El interaccionalismo Simbólico y sus vínculos con los estudios
sobre cultura y poder en la contemporaneidad. Obtenido de scielo:
http://www.scielo.org.mx/pdf/soc/v33n95/2007-8358-soc-33-95-39.pdf

Miranda, A. M. (2005). Pragmatismo, interaccionismo simbólico y trabajo social. De cómo la


caridad y la filantropía se hicieron científicas. Recuperado el 19 de Septiembre de
2020, de https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=7788

Morales. (1978). La teoría del interaccionalismo simbólico. Obtenido de dialnet:


https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/666889.pdf

Perlo, C. (2006). APORTES DEL INTERACCIONISMO SIMBÓLICO A LAS TEORÍAS DE LA


ORGANIZACIÓN. Obtenido de Redalyc:
https://www.redalyc.org/pdf/877/87701607.pdf

Pons, J. (2010). La aportación a la psicología social del interaccionismo simbólico: una revisión
histórica. Dialnet, 9(1), 23-42. Obtenido de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?
codigo=3268858

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