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Historia de los Mayas:

Periodo preclásico:

El período Preclásico Temprano indica el momento en que las sociedades mayas contaron con
rasgos culturales propios que los distinguen de otros grupos mesoamericanos. Las sociedades son ya
aldeas agrícolas sedentarias, por lo que aparece por primera vez la cerámica. En la Costa Pacífica
este período inicia alrededor del año 1,800 a.C., pero en el resto del área Maya se define a partir del
1,000 o 1,200 a.C.

Es a principios del Preclásico Medio, alrededor del año 800 a.C., cuando aparecen las primeras
sociedades complejas en el Área Maya, en la forma de cacicazgos o jefaturas. Estos asentamientos
muestran indicios de una organización jerárquica, con la presencia de un dignatario que goza de
privilegios, representado en las primeras muestras de arquitectura monumental y la presencia de
objetos importados de alto valor, lo que refleja la existencia de redes de intercambio. En este
momento los mayas establecieron una fuerte conexión con la civilización Olmeca que se desarrolló
en la costa del Golfo de México, por lo que es común encontrar elementos iconográficos asociados
a esta región. Es en este momento cuando aparecen las primeras expresiones de poder político en la
forma de objetos de arte, en especial esculturas en piedra. El final de este período se ubica entre los
años 400 y 300 a.C., que coincide con el abandono de los centros olmecas.

Inicialmente el período Preclásico se definió como un momento de formación previo a la


Civilización Clásica Maya, tanto así que algunos investigadores prefieren el término Formativo. Sin
embargo, hoy en día es indiscutible que la Civilización Maya ya se había desarrollado como tal
durante el Preclásico Tardío, que abarca del año 300 a.C. hasta el 250 d.C. En este momento se
encuentran centros monumentales que albergaron miles de personas, cuya arquitectura denota un
alto grado de organización laboral. El uso del arte como medio de legitimación política alcanza un
alto grado de desarrollo, tanto en las esculturas como en elementos arquitectónicos, y se inicia el
uso de la escritura. La iconografía del Preclásico Tardío es altamente rica en símbolos, por lo que
evidencia la existencia de sistemas religiosos institucionalizados que se basaron en narrativas
mitológicas, para la elaboración de grandes ceremonias públicas. La gran cantidad de asentamientos
de distintas escalas indica que la organización territorial ya es jerárquica, donde un centro mayor
tiene dominio sobre otros menores a su alrededor. Por estas razones se ha llegado a formular que los
sitios mayas de esta época corresponden a “estados tempranos”, donde el poder político no recaía
totalmente en un solo gobernante, sino se encontraba distribuido en un sistema de naturaleza
burocrática, formado por especialistas en distintas áreas.

Período Clásico de los mayas

El Período Clásico (250 – 900) se refiere el período cronológico de la Civilización Maya, durante el
cual ocurrió en Mesoamérica un gran florecimiento de las manifestaciones artísticas, urbanísticas y
literarias. El foco principal del desarrollo cultural, en este período, se encuentra en las Tierras Bajas.
Se divide en dos fases: Período Clásico Temprano -250 a 550- y Período Clásico Tardío -600 a 900-
(Diccionario Histórico Biográfico, 2004).

En el litoral del Océano Pacífico se han descubierto ruinas en sitios cuyo tamaño y tipo de
construcciones indican que fueron principales centros políticos en la región. Son dignos de citarse,
Balberta, en Escuintla, una comarca económicamente importante por sus plantaciones de cacao,
grano que servía también como moneda (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).

Otros sitios en esa misma zona son Montana y Los Chatos, así como Palo Gordo, en Suchitepéquez.
En la parte final del Clásico sobresalió Santa Lucía Cotzumalguapa, donde existió un Estado
poderoso en cuyo ámbito se definió un estilo artístico propio, tal como se observa en estelas,
esculturas y otros monumentos (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).

Esta región debió haber ejercido gran influencia en la costa del Pacífico y en el altiplano. Los
vestigios del complejo arquitectónico de Bilbao, El Castillo y El Baúl, sitios estos que tenían más de
seis kilómetros cuadrados de superficie, hacen suponer que aquel fue uno de los Estados mayores de
Mesoamérica (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).

En el altiplano central, Kaminaljuyú conservó su importancia, aunque el sitio tuvo cambios


significativos en su evolución cultural. Su cerámica y sus construcciones sugieren una posible
intrusión de pobladores foráneos en el valle de Guatemala, ya que en algunas tumbas se han
encontrado objetos posiblemente procedentes de Teotihuacán, destacada ciudad del Valle de
México (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).

Los mayas del Período Clásico se suele designar a los pueblos que habitaron las Tierras Bajas del
norte de Guatemala –Petén, Alta Verapaz, Izabal-, los lugares vecinos de México –Chiapas,
Tabasco, Campeche, Yucatán, Quintana Roo-, Belice y la región occidental de Honduras y El
Salvador (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Aquellos pueblos crearon una gran civilización, según lo indican las ruinas de sus imponentes
centros urbanos, como Palenque, Yaxchilán, Bonampak, Piedras Negras, El Ceibal, Tikal,
Uaxactún, Calakmul, El Mirador, Caracol, Quiriguá, Copán y otros muchos. Los templos, palacios,
estelas, inscripciones jeroglíficas, objetos de cerámica, jade, etcétera, despertaron el interés de
muchos estudiosos de todo el mundo, desde el siglo XIX (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).

Esas ciudades tuvieron una vida esplendorosa y activa hasta el siglo X, cuando comenzaron a
abandonarse inexplicablemente, moviéndose muchos de sus habitantes hacia el norte, a Yucatán,
donde florecieron otras ciudades, como Chichén Itzá, Uxmal y Mayapán, grandes centros urbanos
estos últimos, que también ya habían declinado cuando sus habitantes entraron en contacto con los
conquistadores españoles, quienes, posteriormente les dieron el nombre de mayas (Diccionario
Histórico Biográfico, 2004).

PERIODO POSTCLASICO:

El período Postclásico Temprano, definido entre 900 d.C. y 1,200 d.C., es de suma importancia, ya
que simboliza la continuidad de la Civilización Maya después del colapso Clásico. Aparte de las
Tierras Bajas del Norte no se conocen muchos sitios de esta época, seguramente por los efectos de
muchas migraciones fuera del Petén. Sin embargo, no hay evidencia que hayan ocurrido
movimientos masivos de personas en las Tierras Altas, lo que sugiere que las poblaciones mayas
actuales son descendientes de los mismos grupos que se asentaron antes del Postclásico. En este
aspecto hay que contextualizar a los sitios Mayas dentro del ámbito mesoamericano, porque el
Postclásico Temprano es la época llamada “tolteca”, donde predominó un estilo artístico
“internacional”, plasmado en arquitectura, cerámica y escultura. Sin embargo la palabra tolteca
tiene un fuerte significado mitológico, ya que tula o tollan es el nombre del lugar de origen de
muchos pueblos. Por lo tanto, esta influencia tolteca debe entenderse como un proceso similar a lo
que sucedió con los Olmecas durante el Preclásico Medio y con los Teotihuacanos en el Clásico
Temprano, y no como conquistas o migraciones provenientes de un solo lugar. De cualquier forma
lo que es claro en este período es la desaparición del sistema monárquico del Clásico, el cual fue
remplazado por gobiernos basados en confederaciones y/o concejos, donde el linaje fue la unidad
básica de la organización sociopolítica. La concentración de poblaciones en las Tierras Altas del
Norte se debió en gran parte al auge de la ruta comercial que rodeaba la península de Yucatán,
transformando considerablemente los patrones económicos. Por ejemplo, es notorio que el jade
decayó como elemento de lujo, el cual fue relativamente reemplazado por el oro, la turquesa y otros
materiales provenientes del noroccidente de Mesoamérica.Ñ{LÑ{ÑÑÑÑ{

Finalmente, el Postclásico Tardío representa el último momento de la cultura Maya prehispánica, el


cual inicia en 1,200 d.C. y termina con los diferentes procesos de conquista a lo largo de toda la
región. Este período se caracteriza por la desaparición de los grandes estados territoriales en las
Tierras Bajas, ya que el territorio se fragmentó en muchas provincias, regidas por capitales de
menor escala. Al contrario, en las Tierras Altas se consolidaron entidades políticas fuertes, que
lograron una expansión territorial sin precedentes, a tal grado que conquistaron e integraron varias
etnias distintas bajo su control. Sin embargo, los conflictos entre estos grupos fueron aprovechados
por los conquistadores como medio efectivo para su eventual derrota y dominación en el siglo XVI.
Al mismo tiempo, los grupos Mayas de la Costa del Golfo gozaron de un período de prosperidad,
gracias a su dominio de las rutas marítimas y al contacto directo que tuvieron con los aztecas. Es
por ello que lograron enfrentar a los españoles con un alto grado de resistencia.

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