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UNIVERSIDAD INTERAMERICANA DE PANAMÁ

PROGRAMA DE MAESTRÍA Y POSTGRADO


ÉNFASIS EN RECURSOS HUMANOS

CURSO: LEGISLACIÓN LABORAL

INVESTIGACIÒN: CONTRATOS ESPECIALES


(DOMÉSTICOS)

A CONSIDERACIÒN DE: MAGISTER MARLEN NARANJO

GYRELIA RODRÍGUEZ

CÉDULA NÚM.6-57-2576

JULIO 2012
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

I. ENFOQUE 5

II. SERVICIO DOMÉSTICO EN PANAMÁ 8

III. NUEVAS OPCIONES EN EL MERCADO 10

IV. SERVICIO DOMÉSTICO EN LATINOAMÉRICA 10

V. DERECHO COMPARADO 14

VI. ESTRUCTURA DEL TEMA 34

VII. CONCLUSIONES 38

VIII. RECOMENDACIONES 39

IX. ANEXOS 39

X. BIBLIOGRAFÍA 43

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INTRODUCCIÓN

“Libertad, equidad, seguridad y dignidad humana”, son las bases para definir el
trabajo decente.

El servicio doméstico es una actividad que implica labores de cocina, limpieza,


asistencia y otras actividades en un hogar o residencia. Este es un trabajo de vital
importancia para las familias, sobre todo en la actualidad, ya que tanto el hombre
como la mujer deben salir de sus hogares en busca de trabajo para el
mantenimiento del hogar.

En otro momento, el trabajo doméstico femenino contribuía a la reproducción


social del hombre. Más adelante, las labores del hogar realizadas por las mujeres,
sumadas a la jornada de trabajo fuera de la casa, darían lugar a la doble jornada.
Desde diversos contextos se ha considerado este tipo de servicio como una labor
“natural” para las mujeres, como algo eminentemente femenino, producto de
reminiscencias patriarcales. Este servicio no necesita un nivel educacional alto, ni
una formación o calificación especial. De niñas, las mujeres son instruidas en las
labores domésticas y esto ocurre dentro de la familia de origen. Esta situación se
da como consecuencia de una herencia cultural social.

En América Latina las mujeres que laboran en el servicio doméstico superan los
11 millones, algo más de 14% de la fuerza de trabajo urbano femenina. La
situación del denominado Trabajo Doméstico Remunerado (TDR) en la región,
según informes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de UNIFEM,
es desalentador: invisibilidad (para la legislación laboral y como fuerza productiva);
desigualdad; discriminación salarial, de género y social; explotación; horarios
abusivos y desprotección social.

El servicio doméstico sigue siendo uno de los sectores económicos con mayor
déficit de trabajo decente y sus trabajadores y, especialmente, trabajadoras se

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estancan en los escalones inferiores de la jerarquía laboral y social. Bajos salarios
e insuficiente protección social caracterizan al trabajo doméstico en la actualidad,
una desprotección legislativa que se debe en parte, destaca la OIT, al hecho de
que el trabajo doméstico, debido al lugar donde se realiza -en el hogar-
permanece virtualmente invisible a los ojos públicos, siendo además
extremadamente difícil su fiscalización.

En numerosos países constituye la primera fuente de empleo femenino no


agrícola. Contrariamente al imaginario popular, en Latinoamérica la población
indígena apenas representa el 3% de los trabajadores domésticos. Guatemala es
la que más alcanza rondando el 25%, Panamá con un 8% también supera la
media.

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I. ENFOQUE

CONTRATOS ESPECIALES (DOMÉSTICOS)

En el Código de Trabajo, Título VII Contratos Especiales, Capítulo I Trabajadores


Domésticos, se contempla la normativa referente a estos trabajadores:

Artículo 230. Trabajadores domésticos son los que prestan, en forma habitual y
continua, servicios de aseo, asistencia u otros propios del hogar de una persona o
de miembros de una familia.

Artículo 231. Las relaciones de los trabajadores domésticos se regirán por las
siguientes normas:

1. El contrato podrá ser verbal o escrito, pero en todo caso regirá la


presunción prevista en el artículo 69.
2. El trabajo de los domésticos no estará sujeto a horario, pero gozarán ellos
por lo menos de un descanso absoluto desde las 9 p.m. a 6 a.m. y de
descanso semanal y vacaciones anuales remuneradas. El empleado
doméstico gozará de descanso remunerado durante los días de fiesta o
duelo nacional, salvo que el empleador le ordene o permita la prestación del
servicio, en cuyo caso el trabajo se pagará con un recargo de ciento por
ciento sobre el salario devengado.

3. En el contrato de trabajo relativo al servicio doméstico, las dos primeras


semanas se considerarán de prueba y cualquiera de las partes puede
ponerle fin por su propia voluntad, previo aviso verbal o veinticuatro horas,
cuya existencia se presumirá mientras no se pruebe lo contrario. Vencido el
período probatorio, la parte que desee ponerle término al contrato deberá
notificar a la otra con un aviso previo de treinta días, que podrá hacerse
verbalmente.

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4. Para que el empleador pueda terminar un contrato de servicio doméstico
sin causa justificada pagará una indemnización según el tiempo de
servicios de la siguiente manera:

a) de dos semanas hasta tres meses, el monto equivalente a una semana


de salario;

b) de tres meses hasta un año, el monto equivalente a dos semanas de


salario;

c) de un año a dos de servicios, el monto equivalente a un mes de salario;

d) de dos años a cuatro años de servicios, el monto equivalente a dos


meses de salario;

e) de cuatro años a seis años de servicios, el monto equivalente a tres


meses de salario;

f) de seis años a diez años de servicios, el monto equivalente a cuatro


meses de salario;

g) de diez años a quince años de servicios, el monto equivalente a cinco


meses de salario;

h) de quince años a veinte años de servicios, el monto equivalente a seis


meses de salario; y

i) de veinte años de servicios en adelante, el monto equivalente a siete


meses de salario.

5. El empleador podrá exigir, a su costo, como requisito esencial del contrato,


antes de formalizarlo, un certificado de salud, que será expedido
gratuitamente, dentro de los treinta días anteriores, por médicos al servicio

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de la Caja de Seguro Social, o cualquier facultativo de otra institución del
Estado.

6. Toda enfermedad infectocontagiosa del empleador o de las personas que


habitan la casa donde se prestan los servicios domésticos, da derecho al
trabajador para poner término a su contrato, sin aviso previo, ni
responsabilidad. Igual derecho tendrá el empleador, salvo que la
enfermedad haya sido contraída por el trabajador doméstico por contagio
del empleador o de las personas que habiten la casa. En este caso, el
trabajador tendrá derecho a una licencia hasta su total restablecimiento y a
que se le asista en su enfermedad con el pago de su salario íntegro durante
los primeros tres meses de ella.

7. Toda enfermedad del trabajador doméstico que no sea leve y que lo


incapacite para sus labores durante más de cuatro semanas, dará derecho
al empleador a dar por concluido el contrato una vez transcurrido dicho
término, sin otra obligación que pagar a la otra parte un mes de salario por
cada año de trabajo continuo o fracción de tiempo no menor de seis meses.
Esta indemnización no podrá exceder del importe correspondiente a tres
meses de salario.

8. El trabajador doméstico tiene derecho a que su empleador le conceda los


permisos necesarios para asistir a una escuela, siempre y cuando sea
compatible con su jornada.

9. Salvo pacto en contrario, se presume que la remuneración del empleado


doméstico comprende, además del pago en dinero, el suministro de
alimentos y habitación. La alimentación deberá ser sana, abundante y
nutritiva, y la habitación cómoda e higiénica.

10. El empleador sufragará los gastos de sepelio del empleado doméstico.

7
11. El incumplimiento a las disposiciones de este capítulo, se sancionarán con
multa de 25 ó 100 balboas, aplicada por la autoridad competente del
Ministerio de Trabajo y Bienestar Social o por los tribunales de trabajo.

II. EL SERVICIO DOMÉSTICO EN PANAMÁ

Cerca de un 82.44% de 400 trabajadores domésticos encuestados en el país, no


cuentan con un contrato de trabajo, por ende, no pagan seguro social, y devengan
un salario mínimo.

En la mayoría de los casos se trata de personas que tienen baja escolaridad,


carecen de experiencia laboral y no tienen redes sociales que los respalden.

Así lo revela el estudio sobre Trabajo Doméstico Remunerado, elaborado con el


respaldo de entidades gubernamentales y organismos internacionales, entre otros,
el Sistema de Integración Social Centroamérica.
La investigación recopila la situación de unas 400 personas que realizan diversas
actividades, abarca empleadas domésticas, niñeras y planchadoras, entre otras.

Según la encuesta de hogares, de la Contraloría, a marzo de 2011 hay 65,032


empleados dentro del servicio doméstico.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en América Latina


hay 14 millones de mujeres que trabajan remuneradamente por una familia, y esta
actividad es considerada como una de las ocupaciones con peor calidad de
empleo.

El organismo revela que en Panamá, la población femenina ocupada en empleo


doméstico representa el 13.8%.

Este tema mantiene latente la preocupación de la OIT, organismo que inició una

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discusión sobre la posibilidad de adoptar un instrumento internacional que proteja
a los empleados de este sector.

Los empleados del hogar devengan bajos salarios y que viven en pésimas
condiciones en los hogares que los albergan. Muchos trabajan horas extras y las
mismas no se les pagan. No cuentan con un gremio o sindicato que los aglutine,
porque tiene miedo de organizarse, en consecuencia, es un grupo laboral donde
más abusos se dan y aunque la Ley 51, orgánica de la Caja de Seguro Social,
exige que los empleadores inscriban a sus trabajadores, pero muchos lo pasan
por alto.

Aunque se observa un crecimiento en el salario mínimo de los países, la


remuneración del servicio doméstico sigue siendo bajo, destacó la OIT.

En Panamá el aumento del salario mínimo en Panamá se realizó a través del


Decreto Ejecutivo Núm. 240 del 28 de diciembre de 2011 por el cual se deroga el
Decreto Ejecutivo Núm.263 de 21 de diciembre de 2009 y el Núm.13 de 19 de
enero de 2010.

Este es el segundo salario mínimo que fija el actual Gobierno panameño para el
sector privado. La primera vez se estableció en diciembre de 2009 mediante el
Decreto Ejecutivo No. 263 por medio del cual se dio el mayor aumento en los
últimos 50 años. En la Zona 1, ese incremento fue entre 33 y 95 balboas al mes y
en la Zona 2, entre 31 y 95 balboas al mes. No obstante, en marzo de 2010, ya se
había realizado un aumento de 50 dólares al salario mínimo de los empleados
públicos.

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III. NUEVAS OPCIONES EN EL MERCADO

Cada vez es más notable la necesidad de contar con personal responsable y


honesto que realice los quehaceres de casa, lo cual ha ocasionado el surgimiento
de nuevas alternativas en el mercado.

Entre estas están las empresas que manejan los conceptos de Esposas y Maridos
de Alquiler, cuyos nombres jocosos es lo que ha llamado la atención de las
personas.

Este tipo de negocio cuentan con supervisores que inspeccionan el trabajo que
hacen en las casas, si por casualidad ocurriese un daño, ellos se hacer
responsables.

En el caso de las Esposas de Alquiler ofrecen servicios de limpieza, nanas, 


acompañantes de ancianos, administración de propiedades (pago de alquiler,
servicios básicos), entre otras. La más solicitadas son las limpiezas profundas en
el hogar.

En cuanto a los Maridos de Alquiler ofrece  el servicio de plomería, electricidad,


soldadura, carpintería, albañilería, pintura, mantenimiento preventivo y otras.
De ellos, los más demandados son el de plomería, electricidad y en otros casos
para remodelaciones.

IV. SERVICIO DOMÉSTICO EN LATINOAMÈRICA

Según un informe de la OIT (2011), en Latinoamérica, el servicio doméstico se


caracteriza por ser un fenómeno predominantemente urbano y femenino:
Alrededor de 14 millones de mujeres son servidoras domésticas. El peso
específico de las trabajadoras domésticas en la ocupación femenina de la región
se sitúa en torno al 14% de la cifra descrita.

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En Argentina, Brasil, Chile, Panamá, Paraguay y Uruguay, el peso del servicio
doméstico es similar o superior al promedio regional. En Paraguay, un quinto de
las mujeres trabajadoras se desempeña en el servicio doméstico; en Uruguay,
supera el 18%.

En Argentina y Brasil, esta cifra alcanza al 17% de las mujeres ocupadas, y en


Chile, asciende al 14% (RPP, 2011). La gran mayoría de estas personas son
jóvenes cuyas edades están entre los 18 y 40 años, independientemente del sexo.

De acuerdo al informe mencionado, la mayoría de las mujeres que ejerce este tipo
de trabajo se encuentra en situación de pobreza o está muy cercana a ella. Por un
lado, perciben bajos salarios, cercanos a la línea de pobreza, y en algunos casos
están por debajo de ésta.

Asimismo, el informe explica que “el acceso de las trabajadoras del hogar a la
seguridad social es siempre mucho menor que el del resto de la población
asalariada. El promedio regional de trabajadoras domésticas que cotiza al sistema
de pensiones es apenas un tercio del total de las mujeres empleadas”.

Se destaca que la demanda de servicio doméstico experimenta un crecimiento en


los últimos años, sobre todo por la incorporación de mujeres de clase media al
mercado laboral.

Hay que destacar las declaraciones de la Directora Ejecutiva de la ONU Mujeres,


Michelle Bachelet (2011), de que el déficit de trabajo decente de las trabajadoras y
trabajadores domésticos “ya no puede ser tolerado”, y recordó que estos/as
trabajadores/as “permiten mantener en movimiento el motor de la economía y los
engranajes de la sociedad”.

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En determinados países latinoamericanos existen sindicatos de trabajadoras del
servicio doméstico, y se han regulado las condiciones de trabajo, los horarios y las
relaciones a lo interno de los hogares.

En el caso de Chile, existen organizaciones sindicales de trabajadoras de casa


particular desde 1926 (CEM, 2010). Su objetivo es conquistar el respeto de un
trabajo digno, en condiciones de igualdad con el resto de los trabajadores, según
la Encuesta Nacional de Empleo, del Instituto Nacional de Estadísticas.

En el Congreso chileno se iniciaron debates en 2011 acerca de la posibilidad de


aumentar la prerrogativa maternal a estas trabajadoras, ya que son las únicas
mujeres que están excluidas de este derecho, establecido por ley en ese país.

En Chile, la inclusión del servicio doméstico en la seguridad social es posible, así


como en Paraguay y Argentina. Uruguay es ejemplar por la legislación que tiene.
Perú, Bolivia y Costa Rica recientemente aprobaron leyes que las protegen. No
obstante, resulta difícil poner las leyes en práctica, por lo que las mujeres siguen
obteniendo remuneraciones mínimas. La discriminación en este renglón es más
relevante en el caso de las indígenas, específicamente en México y Guatemala
(OIT).

En Argentina, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el marco del Día


Internacional de la Mujer, informó que fue enviado al Congreso Nacional un
proyecto de ley (De la Cruz, 2010) que busca conceder más derechos al servicio
doméstico, incluyendo preaviso, indemnización por despido, doble salario y
vacaciones.

Un caso fuera de Latinoamérica es el de España, específicamente Madrid, donde


los empleados del hogar cotizarían a partir de julio 2011 entre 19.84 euros y 164.6
euros al mes, por su trabajo, fruto de la reforma que supondrá la inclusión de este
colectivo en el Régimen General de la Seguridad Social (El Mundo, 2011).

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A pesar del logro de algunas reivindicaciones, la OIT/CINTEFOR (1963) afirma
que la mayoría de quienes trabajan en este sector de la economía informal se
encuentran en notorias condiciones de precariedad laboral, caracterizada por:

· Relación laboral no registrada.

· Falta de acceso a beneficios de la seguridad social (salud, licencias, jubilación).

· Baja calificación.

· Bajos ingresos.

· Ausencia de proyectos ocupacionales que permitan elegir y decidir la propia


carrera laboral.

En tal sentido, es relevante no perder de vista el caso del país, para observar si
estas características están presentes en el sector estudiado.

V. DERECHO COMPARADO

 ARGENTINA

Artículo 1. El presente decreto ley regirá en todo el territorio de la Nación las


relaciones de trabajo que los empleados de ambos sexos presten dentro de la vida
doméstica y que no importen para el empleador lucro o beneficio económico, no
siendo tampoco de aplicación para quienes presten sus servicios por tiempo
inferior a un mes, trabajen menos de cuatro horas por día o lo hagan por menos
de cuatro días a la semana para el mismo empleador.

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Artículo 2. No podrán ser contratadas como empleadas en el servicio doméstico
las personas emparentadas con el dueño de casa, ni aquellas que sean
exclusivamente contratadas para cuidar enfermos o conducir vehículos.

No podrán ser contratadas como empleadas en el servicio doméstico las personas


menores de dieciséis (16) años.

Artículo 3. En el caso de que se tome al servicio de un dueño de casa


conjuntamente un matrimonio, o a padres con sus hijos, las retribuciones deben
ser convenidas en forma individual y separadamente.

Los hijos menores de dieciséis (16) años, que vivan con sus padres en el domicilio
del dueño de casa, no serán considerados como empleados en el servicio
doméstico, como tampoco las personas que acompañen en el alojamiento a un
empleado en el servicio doméstico y que emparentadas con él, no trabajen en el
servicio doméstico del mismo empleador.

Artículo 4. Todas las personas empleadas en el servicio doméstico sin retiro,


gozarán de los siguientes beneficios:

a) Reposo diario nocturno de 9 horas consecutivas como mínimo, e que sólo


podrá ser interrumpido por causas graves o urgentes. Además, gozarán de
un descanso diario de 3 horas entre sus tareas matutinas y vespertinas;

b) Descanso semanal de veinticuatro horas corridas o en su defecto dos


medios días por semana a partir de las quince horas fijado teniendo en
consideración las necesidades del empleado y del empleador;

c) Un período continuado de descanso anual, con pago de la retribución


convenida de:

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1) Diez días hábiles cuando la antigüedad al servicio del empleador fuera
superior a un año y no exceda de cinco años;

2) Quince días hábiles cuando la antigüedad fuera superior a cinco años y


no exceda de diez;

3) Veinte días hábiles cuando la antigüedad fuera superior a diez años;

4) Durante el período de vacaciones, cuando hubieren sido convenidas las


prestaciones de habitación y manutención a cargo del empleador, estas
últimas podrán ser objeto de convenio entre las partes. No llegándose a
acuerdo el empleador, a su opción, podrá sustituir las referidas
prestaciones, o una de ellas, por su equivalente en dinero. El empleador
tendrá el derecho de fijar la fecha de las vacaciones, debiendo dar aviso
al empleado con veinte días de anticipación.

d) Licencia paga por enfermedad de hasta treinta días en el año, a contar de


la fecha de su ingreso, debiendo el empleador velar porque el empleado
reciba la atención médica necesaria, que estará a cargo de este último. Si
la enfermedad fuere infecto contagiosa, el empleado deberá internarse en
un servicio hospitalario;

e) Habitación amueblada e higiénica;

f) Alimentación sana y suficiente;

g) Una hora semanal para asistir a los servicios de su culto. Los empleados
domésticos con retiro gozarán de los beneficios indicados en los incisos b)
y c).

Artículo 5. Será obligación de los empleados domésticos guardar lealtad y


respeto al empleador, su familia y convivientes, respetar a las personas que

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concurran a la casa, cumplir las instrucciones de servicio que se le impartan,
cuidar las cosas confiadas a su vigilancia y diligencia, observar prescindencia y
reserva en los asuntos de la casa de los que tuviere conocimiento en el ejercicio
de sus funciones, guardar la inviolabilidad del secreto familiar e materia política,
moral y religiosa y desempeñar sus funciones con celo y honestidad, dando
cuenta de todo impedimento para realizarlas, siendo responsables del daño que
causaren por dolo, culpa o negligencia.

Artículo 6. Además del incumplimiento de las obligaciones señaladas en el


artículo anterior, las injurias contra la seguridad, honor, intereses del empleador o
su familia, vida es honesta del empleado, desaseo personal, o las transgresiones
graves o reiteradas a las prestaciones contratadas, facultan al empleador para
disolver el vínculo laboral sin obligación de indemnizar por preaviso y antigüedad.

Artículo 7. El empleado podrá considerarse despedido y con derecho al pago de


la indemnización por preaviso y antigüedad que fija este decreto ley cuando
recibiere malos tratos o injurias del empleador, sus familiares o convivientes, o en
caso de incumplimiento del contrato por parte de éste.

Artículo 8. A partir de los 90 días de iniciado el contrato de trabajo, éste no podrá


ser disuelto por voluntad de ninguna de las partes sin previo aviso dado con cinco
días de anticipación si la antigüedad del empleado fuera inferior a dos años y diez
cuando fuere mayor, durante cuyo plazo el empleado gozará de dos horas hábiles
diarias para buscar nueva ocupación sin desmedro de sus tareas esenciales. Si el
contrato fuera disuelto por voluntad del empleador los plazos señalados en este
artículo podrán ser suplidos por el pago de la retribución que corresponde a uno u
otro período, en cuyo caso los trabajadores sin retiro deberán desocupar y
entregar en perfectas condiciones de higiene la habitación, muebles y elementos
que se le hayan facilitado, en un plazo de 48 horas.

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Artículo 9. En el caso de ruptura del contrato por parte del empleador y cuando el
empleado tuviere una antigüedad mayor a un año de servicios continuados,
deberá abonársele una indemnización por despido equivalente a medio mes del
sueldo en dinero convenido por cada año de servicio o fracción superior a 3
meses.

A los efectos de las indemnizaciones por falta de preaviso y despido y del


otorgamiento del descanso anual, se reconoce una antigüedad de hasta cinco
años en la prestación de servicios anteriores a la vigencia del presente Decreto-
Ley.

Artículo 10. Todo empleado tendrá derecho a percibir un mes de sueldo


complementario por cada año de servicio o la parte proporcional del mismo
conforme a lo establecido en los arts. 45 y 46 del decreto ley 33.302/45 , ratificado
por la ley 12.921 .

Artículo 11. Todas las personas comprendidas en el régimen de esta ley deberán
munirse en una libreta de trabajo con las características que determinará la
reglamentación respectiva, que le será expedida en forma gratuita por la oficina
correspondiente del Ministerio de Trabajo y Previsión. La libreta de trabajo
contendrá:

a) Datos de filiación y fotografía del empleado;

b) El texto de la ley y su reglamentación;

c) El sueldo mensual convenido entre el empleado y el empleador, mientras


no sea fijado por la autoridad correspondiente;

d) La firma del empleado y la del empleador y el domicilio de uno y otro;

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e) Las fechas de comienzo y de cesación del contrato de trabajo y del retiro
del empleado;

f) Los días fijados para el descanso semanal y en su oportunidad la fijación de


la fecha de las vacaciones;

g) La anotación del preaviso por parte del empleador o del empleado.

Artículo 12. Para obtener la libreta de trabajo, el interesado presentará a la


oficina encargada de su expedición los siguientes documentos:

a) Certificado de buena conducta expedido por la autoridad policial respectiva


que le será entregado gratuitamente;

b) Certificado de buena salud que acredite su aptitud para el trabajo;

c) Documentos de identidad personal;

d) Dos fotografías tipo carnet.

e) Los documentos previstos en los incisos a) y b) deberán ser renovado


anualmente por el interesado.

Artículo 13. El Poder Ejecutivo reglamentará la fijación de los salarios mínimos


de los empleados comprendidos en este decreto ley, la que se hará por zonas, de
acuerdo a la importancia económica, las condiciones de vida de cada una de ellas
y las modalidades del contrato de trabajo.

 PARAGUAY

El artículo 2.1 b), del Estatuto de los Trabajadores considera relación laboral de
carácter especial la del servicio del hogar familiar, estableciéndose en la

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disposición adicional primera de la ley 32/1984, de 2 de agosto, sobre modificación
de determinados artículos de la ley 8/1980, de 10 de marzo, del Estatuto de los
Trabajadores, como el Gobierno, en el plazo máximo de doce meses, contados a
partir de la entrada en vigor de la referenciada ley, había de regular el régimen
jurídico de las relaciones laborales de carácter especial previstas en el Estatuto de
los Trabajadores.

Mediante la presente norma se da cumplimiento a tal mandato, teniendo en cuenta


la necesidad de conciliar la equiparación de las condiciones de trabajo de los
trabajadores domésticos al resto de los trabajadores y la consideración de las
peculiaridades que se derivan de una actividad prestada en el ámbito del hogar
familiar; es precisamente el ámbito de la prestación de servicios, es decir el hogar
familiar, el factor determinante de las especialidades que con respecto a la
legislación laboral común se prevén en esta norma, ya que ello determina la
necesidad de que esta relación se base en la mutua confianza de las partes,
equilibrando el respeto a los derechos laborales básicos de los trabajadores con la
necesaria flexibilidad que debe concederse a que el empleador y el trabajador
determinen las condiciones de prestación de servicios por mutuo acuerdo, no
cabiendo tampoco olvidar que en el ámbito familiar en el que se desarrolla el
trabajo se proyectan derechos constitucionales, relativos a la intimidad personal y
familiar.

En su virtud, consultadas las organizaciones sindicales y patronales más


representativas, de acuerdo con el Consejo de Estado, a propuesta del Ministro de
Trabajo y Seguridad Social, y previa deliberación del Consejo de Ministros en su
reunión del día 31 de julio de 1985, dispongo:

Artículo 1. Ámbito de aplicación.


1. El presente Real Decreto regula la relación laboral especial del servicio
del hogar familiar, a la que se refiere el artículo 2.1, apartado b), del
Estatuto de los Trabajadores.

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2. Se considera relación laboral especial del servicio del hogar familiar la
que conciertan el titular del mismo, como empleador, y la persona que,
dependientemente y por cuenta de aquel, presta servicios retribuidos en el
ámbito del hogar familiar.

3. Por titular del hogar familiar se entiende tanto el que lo sea efectivamente
como el simple titular del domicilio, o lugar de residencia, en el que se
presta el servicio doméstico.

4. El objeto de esta relación laboral especial son los servicios o actividades


prestados en o para la casa en cuyo seno se realizan, pudiendo revestir
cualquiera de las modalidades de las tareas domésticas, así como la
dirección o cuidado del hogar en su conjunto o de algunas de sus partes, el
cuidado o atención de los miembros de la familia o de quienes convivan en
el domicilio, así como los trabajos de guardería, jardinería, conducción de
vehículos y otros análogos, en los supuestos en que se desarrollen
formando parte del conjunto de tareas domésticas.

Artículo 2. Exclusiones.
1. Quedan fuera del ámbito de la relación laboral especial del servicio del
hogar familiar:
a. Las relaciones concertadas por personas jurídicas, aun si su objeto
es la prestación de servicios o tareas domésticas, quedando estas
sometidas a la normativa laboral común.

b. Las relaciones concertadas entre familiares para la prestación de


servicios domésticos, cuando la parte que preste el servicio no tenga
la condición de asalariado en los términos del artículo 1.3, e), del
Estatuto de los Trabajadores.

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c. Los trabajos realizados a título de amistad, benevolencia o buena
vecindad.

d. Respecto de las relaciones concertadas por un titular del hogar


familiar con la persona que además de prestar servicios domésticos
en aquel deba realizar, con cualquier periodicidad, otros servicios
ajenos al hogar familiar en actividades o empresas de cualquier
carácter del empleador, se presumirá la existencia de una única
relación laboral de carácter común. Dicha presunción admite prueba
en contrario mediante la que se acredite que la realización de estos
servicios no domésticos tiene un carácter marginal o esporádico con
respecto al servicio puramente doméstico.

2. Con carácter general quedan excluidas del ámbito de esta relación


laboral especial las relaciones de trabajo en las que falta alguno de los
presupuestos configuradores de su naturaleza jurídico-laboral, como la
remunerabilidad, de dependencia y ajenidad.

Se presumirá, salvo prueba en contrario, que las notas señaladas no


concurren en las relaciones de colaboración y convivencia familiar, como
las denominadas a la par, mediante las que prestan algunos servicios como
cuidados de niños, la enseñanza de idiomas u otros de los comprendidos
en el artículo 1.4, siempre y cuando estos últimos tengan carácter marginal,
a cambio de comidas, alojamiento o simples compensaciones de gastos.

Artículo 3. Capacidad para contratar por razón de la nacionalidad.


En materia de nacionalidad se estará a lo que disponga en la legislación vigente
para los trabajadores extranjeros en España.

Artículo 4. Modalidades y duración del contrato de trabajo doméstico.

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1. El contrato de trabajo podrá celebrarse, cualesquiera sea su modalidad o
duración, por escrito o de palabra.

2. En defecto de pacto escrito en el que se optase por alguna de las


modalidades o duraciones previstas en el Estatuto de los Trabajadores, el
contrato de trabajo en este ámbito se presumirá concertado por tiempo
determinado de un año, prorrogable tácitamente por periodos igualmente
anuales, de no mediar denuncia con anterioridad a su vencimiento, que
deberá notificarse al trabajador con una antelación de al menos siete días.

3. La relación se presumirá celebrada a prueba durante quince días,


computándose a estos efectos aquellos días en que se da prestación de
servicios efectiva.

Artículo 5. Contratación.
No será de aplicación en el ámbito de esta relación laboral especial lo dispuesto
en el artículo 16.1 del Estatuto de los Trabajadores, sin perjuicio de la prohibición
de agencias privadas de colocación.

Artículo 6. Retribuciones.
1. El salario mínimo interprofesional, fijado anualmente por el Gobierno, es
aplicable en el ámbito de esta relación laboral especial, de acuerdo con los
términos y condiciones establecidos en el ordenamiento laboral común;
dicho salario mínimo se entiende referido a la jornada de trabajo completa a
la que se refiere el artículo 7.1 de este Real Decreto, percibiéndose a
prorrata si se realizase una jornada inferior.
Este salario podrá ser objeto de mejora a través de pacto individual o
colectivo.

2. En los casos de prestación de servicios domésticos con derecho a


prestaciones en especie, como alojamiento o manutención, se podrá

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descontar por tales conceptos el porcentaje que las partes acuerden, sin
que la suma de los diversos conceptos pueda resultar un porcentaje de
descuento superior al 45 % del salario total.

3. El empleado del hogar tiene derecho a un incremento del salario en


metálico de un 3 % del mismo por cada tres años naturales de vinculación
con un empleador, con un máximo de cinco trienios.

4. El empleado del hogar tiene derecho a dos gratificaciones extraordinarias


al año que se percibirán, salvo pacto en contrario, al finalizar cada uno de
los semestres del año y en proporción al tiempo trabajado durante el
mismo. Su cuantía será, como mínimo, igual al salario en metálico
correspondiente a quince días naturales.

5. Para la retribución de los empleados de hogar que trabajen por horas, en


régimen externo, el salario mínimo de referencia será el que es fije en la
normativa correspondiente con carácter general para los trabajadores
eventuales y temporeros, que incluye todos los conceptos retributivos; este
salario mínimo se abonará en proporción a las horas efectivamente
trabajadas.

Artículo 7. Tiempo trabajado.


1. La jornada máxima semanal de carácter ordinario será de 40 horas de
trabajo efectivo, sin perjuicio de los tiempos de presencia, a disposición
del empleador, que pudieran acordarse entre las partes. El horario será
fijado libremente por el titular del hogar familiar, sin que en ningún caso
de las horas ordinarias de trabajo efectivo al día puedan exceder de
nueve. Entre una y otra jornada deberá mediar un mínimo de diez horas,
si el empleado de hogar no pernocta en el domicilio, y de ocho horas, en
caso contrario. El empleado interno dispondrá de al menos dos horas

23
para las comidas principales, y este tiempo no se computará como
trabajo.

Una vez concluida la jornada de trabajo diaria, y, en su caso, el tiempo


de presencia pactado, el empleado no está obligado a permanecer en el
hogar familiar.

2. El régimen de las horas extraordinarias será el establecido en el Estatuto


de los Trabajadores.

3. Los empleados de hogar tienen derecho a un descanso semanal de


treinta y seis horas de las que, al menos, veinticuatro horas serán
consecutivas y preferentemente coincidiendo con el día del domingo.
Mediante acuerdos entre las partes se determinará el sistema de disfrute
del resto de horas de descanso. Con independencia de lo anterior podrán
pactarse modalidades de disfrute del descanso a que se refiere este
párrafo, respetando en todo caso la cuantía mínima del mismo, cualquiera
que sea el periodo de cómputo que a estos efectos utilice.

Cuando el empleado de hogar no preste servicios en régimen de jornada


completa, con la duración máxima establecida en el número uno de este
artículo, la retribución correspondiente al período de descanso se reducirá
en proporción a las horas efectivamente trabajadas.

4. El disfrute de las fiestas laborales previstas en el artículo 37.2 del


Estatuto de los Trabajadores se ajustará a las especialidades previstas en
el número anterior para el descanso semanal.

5. El empleado de hogar tendrá derecho al disfrute de los permisos


previstos en el artículo 37.3 del Estatuto de los Trabajadores.

24
6. El período de vacaciones anuales será de treinta días naturales; de ellos,
al menos quince días se disfrutarán de forma continuada, siendo el resto
susceptible de fraccionamiento en la forma que se acuerde entre las partes.

Artículo 8. Conservación del contrato de trabajo doméstico.


1. La subrogación contractual por cambio de la persona del empleador solo
procederá previo acuerdo de las partes, presumiéndose este cuando el
empleado de hogar siga prestando servicios al menos durante siete días en
el mismo domicilio, pese a haber variado la titularidad de este o la del hogar
familiar.

2. En los supuestos de cambio del hogar familiar por traslado de este a


localidad distinta se aplicara respecto a la conservación del contrato el
mismo régimen establecido para los supuestos de cambio de la persona del
empleador en el número 1 de este artículo, presumiéndose por tanto la
conservación del contrato de trabajo cuando se continuase prestando
servicios durante siete días en el nuevo domicilio. Cuando el traslado sea
de carácter temporal podrá acordarse la suspensión del contrato.

3. En el supuesto de suspensión del contrato de trabajo doméstico por


incapacidad temporal del empleado de hogar, debido a enfermedad o
accidente, si aquel fuera interno tendrá derecho a permanecer alojado en el
domicilio un mínimo de treinta días, salvo que por prescripción facultativa se
recomiende su hospitalización.

Artículo 9. Extinción del contrato.


La relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar se
extinguirá:
1. Por mutuo acuerdo de las partes.

25
2. Por las causas consignadas válidamente en el contrato, salvo que las
mismas constituyan abuso de derecho de manifiesto por parte del
empleador.

3. Por expiración del tiempo convenido, en los términos previstos en el


artículo 4.1 de este Real Decreto. En el supuesto previsto en este
número, simultáneamente a la notificación de la extinción el empleador
deberá poner a disposición del trabajador una indemnización cuya
cuantía será equivalente al salario en metálico correspondiente a siete
días naturales multiplicado por el número de años de duración del
contrato, incluidas las prórrogas, con el límite de seis mensualidades.

4. Por dimisión del trabajador, debiendo mediar un preaviso de al menos


siete días.

5. Por muerte, gran invalidez o invalidez permanente, total o absoluta del


trabajador.

6. Por jubilación del trabajador.

7. Por muerte o incapacidad del empleador.

8. Por fuerza mayor que imposibilite definitivamente la prestación del


trabajo.

9. Por voluntad del trabajador fundamentada en un incumplimiento


contractual del empleador.

10. Por despido del trabajador.

11. Por desistimiento del empleador.

26
Artículo 10. Despido disciplinario y desistimiento del empleador.
1. El despido disciplinario del trabajador se producirá, mediante notificación
escrita, por las causas previstas en el Estatuto de los Trabajadores. Ello no
obstante, y para el caso de que la jurisdicción competente declare el
despido improcedente, las indemnizaciones serán equivalentes al salario en
metálico correspondiente a veinte días naturales multiplicados, por el
número de años naturales de duración del contrato, incluidas las prórrogas,
con el límite de doce mensualidades. Los supuestos de incumplimiento por
el empleador de los requisitos previstos para formalizar el despido
producirán los mismos efectos descritos en el párrafo anterior para los
casos de despido improcedente.

2. El contrato podrá extinguirse con anterioridad a la extinción del tiempo


convenido por desistimiento del empleador. En el caso de que la prestación
de servicios hubiera superado la duración de un año, el empleador deberá
conceder un plazo de preaviso cuya duración, computada desde que se
comunique al trabajador la decisión de extinción, habrá de ser, como
mínimo, de veinte días. En los demás supuestos el preaviso será de siete
días.

Simultáneamente a la comunicación de extinción el empleador deberá


poner a disposición del trabajador la indemnización prevista en el artículo
9.3 de este Real Decreto.

Durante el período de preaviso el trabajador tendrá derecho, sin pérdida de


su retribución, a una licencia de seis horas semanales con el fin de buscar
nuevo empleo.

El empleador podrá sustituir el preaviso por una indemnización equivalente


a los salarios en metálico de dicho periodo.

27
Las indemnizaciones previstas en este número serán de aplicación en los
supuestos en que el contrato se extinguiese por cambio del hogar familiar si
tal situación derivase de la voluntad del empleador de que no se produzca
continuidad del contrato de trabajo, según lo previsto en el artículo 8.2.

3. En los supuestos previstos en este artículo el derecho a la residencia del


personal interno no podrá quedar sin efecto entre las diecisiete horas y las
ocho horas del día siguiente, salvo que la extinción del contrato este
motivada por falta muy grave a los deberes de lealtad y confianza.

Artículo 11. Comprobación de infracciones.


La acción de control de cumplimiento de la legislación laboral relativa al contrato
de trabajo doméstico, a cargo de la inspección de trabajo y seguridad social, solo
podrá realizarse salvaguardándose los derechos a la inviolabilidad del domicilio y
al debido respeto a la intimidad personal y familiar.

Artículo 12. Jurisdicción competente.


Los conflictos que surjan como consecuencia de la aplicación de la normativa
reguladora de la relación laboral de carácter especial del servicio del hogar familiar
corresponderán a los jueces y tribunales del orden jurisdiccional social.

Artículo 13. Otras obligaciones del titular del hogar familiar.


El titular del hogar familiar está obligado a cuidar de que el trabajo de sus
empleados se realice en las debidas condiciones de seguridad e higiene . La
deficiencia grave de estas obligaciones será justa causa de dimisión del
empleado.

DISPOSICIÓN ADICIONAL.
En lo no previsto en la presente norma será de aplicación la normativa laboral
común, en lo que resulte compatible con las peculiaridades derivadas del carácter

28
especial de esta relación; expresamente no será de aplicación el artículo 33 del
Estatuto de los Trabajadores.

DISPOSICIÓN DEROGATORIA.
Quedan derogadas todas las disposiciones que se opongan a lo dispuesto en el
presente Real Decreto.

DISPOSICIÓN FINAL.
El presente Real Decreto entrará en vigor el día 1 de enero de 1986, iniciándose el
cómputo del devengo de los efectos económicos derivados del mismo a partir de
dicha fecha de vigencia.

Ello no obstante, y a los solos efectos del cómputo de antigüedad previsto en el


artículo 9.3 de este Real Decreto se tendrán en cuenta los períodos trabajados
con anterioridad en actividades o servicios definidos en su artículo primero.

 COSTA RICA

Artículo 101. Trabajadoras domésticas son las personas, que se dedican en forma

habitual y sistemática a labores de limpieza, cocina y demás tareas propias de un

hogar, residencia o habitación particular, que no generen lucro para el patrono.

Artículo 102. El período de prueba en el trabajo doméstico será de un mes,

durante el cual ambas partes podrán ponerle término a la relación laboral sin

responsabilidad. Una vez concluido este período, la parte que desee poner término

al contrato deberá avisar a la otra con quince días de anticipación. Después de un

año, el preaviso será de un mes. En ambos casos, si no se cumpliera el preaviso a

que se refiere este artículo, la parte que incumplió deberá abonar el importe

29
correspondiente a este término. Durante este período, el patrono concederá

semanalmente a la trabajadora o al trabajador media jornada para que busque

colocación.

Artículo 102 bis.- El patrono y el trabajador notificarán por escrito a la

Dirección Nacional e Inspección General de Trabajo del Ministerio de Trabajo y

Seguridad Social, y a la Caja Costarricense de Seguro Social, toda relación de

trabajo doméstico, con el fin de que velen por el cumplimiento mínimo de las

normas que rigen esta materia. La notificación se hará una vez vencido el

período de prueba establecido por este Código. El incumplimiento de esta

obligación constituirá falta punible, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo

608 de este Código.

Artículo 103. Como requisito previo para formalizar el contrato, el patrono

podrá exigir al trabajador doméstico un certificado de salud expedido por un

médico que desempeñe un cargo remunerado por el Estado o sus instituciones.

El patrono estará obligado a otorgar al trabajador un seguro de riesgo de

trabajo, de acuerdo a lo establecido en el artículo 201 del Código de Trabajo.

Artículo 104. Los trabajadores domésticos se regirán por las siguientes

disposiciones especiales:

30
a) Deberán prestar sus servicios con responsabilidad, esmero,

cuidado, seriedad, respeto y observar discreción en todas las

facetas de la vida familiar. Estarán obligados a restituir los daños

materiales ocasionados por negligencia o impericia en su función.

b) Percibirán su salario en efectivo, el cual deberá corresponder al

salario mínimo establecido por la entidad respectiva; además,

salvo pacto o práctica en contrario. El alojamiento y la

alimentación se considerarán salario en especie únicamente si

las partes así lo acuerdan para los efectos legales

correspondientes.

c) Estarán sujetos a una jornada de diez horas diarias, de las

cuales una será destinada a su alimentación. En caso de

jornadas inferiores a diez horas diarias pero mayores de cinco, el

descanso será proporcional a estas. Ambas partes podrán

pactar una jornada extraordinaria hasta por cuatro horas diarias.

Este tipo de acuerdo deberá remunerarse según el artículo 139

de este Código.

d) Disfrutarán de un día de descanso pagado a la semana, el cual

deberá ser fijado de común acuerdo entre el patrono y el

trabajador. Por lo menos dos veces al mes, dicho descanso será

el día domingo.

31
e) En los días feriados remunerados que establece este Código,

tendrán derecho a descansar una jornada o a percibir el pago

extraordinario correspondiente a esa jornada, si a solicitud del

patrono el trabajador acepta laborar.

f) Tendrán derecho a quince días de vacaciones anuales

remuneradas o a la proporción correspondiente si el contrato

termina antes de las cincuenta semanas.

g) En caso de incapacidad temporal originada por enfermedades,

riesgo profesional u otra causa, tendrán derecho a los beneficios

establecidos en el artículo 79 de este Código; sin embargo, la

prestación referida en su inciso a), se reconocerá a partir del

primer mes de servicio.

No obstante, si la enfermedad se debe a un contagio asionado por

las personas que habitan la casa, tendrán derecho a percibir su

salario completo hasta por tres meses en caso de incapacidad, e

invariablemente, a que se les cubran los gastos razonables

generados por la enfermedad.

Incurrirá en causal de despido sin responsabilidad patronal, el

trabajador doméstico que contagie a las personas que habitan la

32
casa, conforme lo establecido en el inciso h) del artículo 81 de este

Código.

h) El Estado, por medio del Ministerio de Trabajo y Seguridad

Social, brindará asesoramiento jurídico a todos los trabajadores

domésticos que se hallen en estado de indefensión.

Artículo 105. En los casos de enfermedad calificada como de

declaración obligatoria por el artículo 158 de la Ley General de Salud, si el

patrono o el trabajador doméstico se vieren expuestos a contagio, podrán

suspender el contrato de trabajo durante el tiempo que dure la

enfermedad, salvo que esta hubiere sido contraída en los términos que

establece el párrafo final del inciso g) del artículo anterior.

Artículo 106. El trabajador y los miembros de la familia para la cual se

desempeña se deben respeto y buen trato. La falta notoria de respeto

entre las partes constituye causa justa para dar por concluida la relación

laboral, con responsabilidad para la parte que haya incumplido.

Artículo 107. Si el contrato del trabajador doméstico concluye por

despido injustificado, por renuncia originada en faltas graves del patrono o

de las personas que habitan con él, por muerte o por fuerza mayor, la

trabajadora o el trabajador, o en su caso los derecho-habientes a que se

refiere el artículo 85 de este Código, tendrán derecho a una

33
indemnización de acuerdo con las reglas establecidas en el artículo 29 de

esta ley.

Artículo 108. Las disposiciones de este Código, así como las leyes

supletorias o conexas, se aplicarán, salvo disposiciones en contrario, al

régimen del trabajo doméstico en lo no previsto por el presente capítulo,

siempre que sean compatibles con su condición.”

VI. ESTRUCTURA DEL TEMA

 ANTECEDENTES
Históricamente el trabajo doméstico está vinculado a la esclavitud, el
colonialismo y otras formas de servidumbre. En la actualidad es un
fenómeno mundial que perpetúa las jerarquías basadas en la raza, el
origen étnico, la pertenencia a un grupo autóctono, la casta y la
nacionalidad.

Los trabajadores domésticos, a diferencia de los siervos y de los esclavos


reciben un salario, ya sea en especie (cama, alimentos, ropa) ya sea en
metálico (retribución económica) o ambas cosas, y pueden renunciar a su
trabajo. Esto último es relativo ya que los trabajadores domésticos carecen,
la mayoría de las veces, de bienes con los que emprender una vida
independiente. En el caso de los trabajadores domésticos emigrantes sus
derechos generales están muy restringidos al estar sometidos al permiso de
trabajo o permiso de residencia y visas.

El colectivo de los trabajadores domésticos ha estado muy alejado de las


mejoras en las condiciones de trabajo conseguidas por el movimiento
sindical y obrero (retribución digna, contrato de trabajo, cotizaciones por

34
parte del empleador, horarios reconocidos, derecho al desempleo,
reconocimiento de pensión, etc.).

 CARACTERÍSTICAS

El servicio doméstico sigue siendo uno de los sectores económicos con


mayor déficit de trabajo decente y sus trabajadores y, especialmente,
trabajadoras se estancan en los escalones inferiores de la jerarquía laboral
y social. Bajos salarios e insuficiente protección social caracterizan al
trabajo doméstico en la actualidad, una desprotección legislativa que se
debe en parte, destaca la OIT, al hecho de que el trabajo doméstico, debido
al lugar donde se realiza -en el hogar- permanece virtualmente invisible a
los ojos públicos, siendo además extremadamente difícil su fiscalización.

El trabajo doméstico es predominantemente urbano y femenino, de hecho


solo llega al 2% de ocupación masculina en el caso Paraguay, el resto está
por debajo. En numerosos países constituye la primera fuente de empleo
femenino no agrícola. Contrariamente al imaginario popular, en
Latinoamérica la población indígena apenas representa el 3% de los
trabajadores domésticos. Guatemala es la que más alcanza rondando el
25%, Panamá con un 8% también supera la media.

Las trabajadoras a tiempo completo, presentan una mejor situación salarial


que las que no duermen en los hogares contratantes en casi todos los
países, sin embargo, esta modalidad implica trabajar muchas más horas
con un promedio de 65 horas a la semana; 50 horas con tiempo completo y
dormida afuera; y 30 horas en las personas con la modalidad de tiempo
parcial.

Según un informe de la OIT, Argentina, Ecuador, El Salvador, Guatemala,


Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, República Dominicana y
Venezuela no tienen regulado el horario laboral de estas trabajadoras. Solo

35
Brasil, Perú y Uruguay lo fijan en 8 horas, mientras que en Bolivia, Chile,
Costa Rica y Colombia oscilan entre las 10 y las 12 horas, incluido el
descanso.

 SITUACIÓN ACTUAL

El incremento de la demanda de servicios domésticos se debe entre otros


factores, a la emancipación de la mujer y su incorporación en la fuerza del
trabajo, la dificultad de compaginar la vida laboral y la familiar, la ausencia
de servicios públicos y servicios sociales estatales que cubran las
necesidades domésticas, sobre todo las requeridas por niños y ancianos, la
feminización de las migraciones internacionales y el envejecimiento de las
sociedades.

Los trabajadores domésticos trabajan en su país de origen o pueden


emigrar, en busca de trabajo, a otros. La mayoría de trabajadores
domésticos que trabajan en sus propios países son personas pobres
originarias de áreas rurales que se emigran a las ciudades en busca de un
trabajo.

Muchos trabajadores domésticos son emigrantes de países menos


desarrollados que, ante la falta de trabajo en las ciudades y en algunos
casos directamente del medio rural, buscan un trabajo en países que
ofrecen, a priori, mejores condiciones económicas y oportunidades
laborales en el mercado de trabajo en general o como trabajadores
domésticos.

En muchos países, se importan trabajadores domésticos del extranjero,


especialmente de países pobres a través de agencias de reclutamiento; en
parte porque los nacionales no están obligados o prefieren este tipo de
trabajo en particular, dificultando la explotación de trabajos.

36
 DIFERENCIA CON EL TRABAJADOR COMÚN

El acceso de las trabajadoras del hogar a la seguridad social es siempre


mucho menor que el del resto de la población asalariada. El promedio
regional de trabajadoras domésticas que cotiza al sistema de pensiones
es apenas un tercio del total de las mujeres empleadas.

En determinados países latinoamericanos existen sindicatos de


trabajadoras del servicio doméstico, y se han regulado las condiciones
de trabajo, los horarios y las relaciones a lo interno de los hogares,
realidad que no se concretiza en nuestro país.

En la mayoría de los países latinoamericanos las trabajadoras


domésticas están aún sujetas a una legislación especial que las pone en
desigualdad de condiciones en relación con el resto de los ocupados.

A ello se agrega la difícil fiscalización del cumplimiento de los derechos


adquiridos y las limitadas oportunidades de organización y reivindicación
colectiva de derechos, principalmente por el aislamiento en que se
realiza esta actividad.

37
VII. CONCLUSIONES

El servicio doméstico es una actividad que implica labores de cocina, limpieza,


asistencia y otras actividades en un hogar o residencia. Este es un trabajo de vital
importancia para las familias, sobre todo en la actualidad, ya que tanto el hombre
como la mujer deben salir de sus hogares en busca de trabajo para el
mantenimiento del hogar.

Hoy en día, el trabajo doméstico representa una parte importante de la fuerza

laboral, especialmente en los países en vías de desarrollo.

Desde esta perspectiva, se destaca que el trabajo doméstico es igual a cualquier


otro, por lo que merece respeto y hay que dignificarlo, impulsando una cultura de
equidad. Es necesario elaborar propuestas que involucren a los diferentes actores
de la sociedad, para plantear propuestas que promuevan la igualdad.

Si bien es cierto, dentro de nuestra legislación se contempla el trabajo doméstico y

su regulación, aún sigue siendo uno de los escalones inferiores de la jerarquía

laboral y social.

38
VIII. RECOMENDACIONES

Definitivamente que cualquier iniciativa en materia legal, debe cumplir con todas

los procedimientos inherentes, razón por la cual, los cambios en función al servicio

doméstico, igualmente debe cumplir con esta disposición.

Resultaría interesante analizar la adopción de las iniciativas desarrolladas en otros

países de la Región, en cuanto a agrupar o sindicalizar este grupo laboral, en

función de que se logre un escenario apropiado y beneficioso para ambas partes,

tanto para empleadores como para empleados.

39
ANEXOS

CONTRATO DE TRABAJO

Nombre del empleador:_______________________________________________

Identificado con cédula:__________________________

Lugar de residencia:_________________________________________________

Teléfonos: ____________________________________

Nombre del empleado (a):_____________________________________________

Identificado (a) con cédula:_______________________

Lugar de residencia:_________________________________________________

Teléfonos:____________________________________

Entre el empleador y el (la) trabajador (a), ambas partes mayores de edad,

identificadas como ya se anotó, se suscribe CONTRATO DE TRABAJO DE

SERVICIO DOMÉSTICO, regido por las siguientes cláusulas:

PRIMERA: Lugar. El (la ) trabajador (a) desarrollará el objeto del contrato de

servicio doméstico en la residencia del empleador. En caso que el empleador

cambie de domicilio dentro de la misma ciudad, el contrato se entenderá

modificado respecto al sitio de prestación de la labor.

SEGUNDA: Funciones. El empleador contrata los servicios del empleado (a) del

servicio doméstico para efectuar labores domésticas tales como aseo, planchado,

preparación de alimentos, cuidado de niños, lavado de ropa y todos los oficios

inherentes al hogar.

40
TERCERA: Elementos de trabajo. Corresponde al empleador suministrar los

elementos necesarios para el normal desempeño de las funciones del cargo

contratado.

CUARTA: Obligaciones del contratado. El trabajador (a) por su parte, prestará

los servicios domésticos en el lugar señalado en la cláusula primera o en el sitio

que corresponda por cambio de la misma, mientras se encuentre en ejecución el

presente contrato, sin jornada de trabajo específica, pero sin exceder el máximo

legal diario de ocho (8) horas, para lo cual empleará su mejor ánimo y voluntad,

cuidando los objetos y elementos entregados y obedeciendo las órdenes que le

imparta el empleador, relacionadas con las funciones inherentes que no afectarán

la dignidad humana.

QUINTA: Término del contrato. El presente contrato tendrá un término de

duración de ____________________________ , pero podrá darse por terminado

por cualquiera de las partes, cumpliendo con las exigencias legales al respecto.

SEXTA: Período de prueba. Acuerdan las partes fijar como período de prueba

los primeros quince (15) días de servicio a partir de la vigencia de este contrato.

Durante este período las partes pueden dar por terminado unilateralmente el

contrato. Este período de prueba sólo es para el contrato inicial y no se aplica en

las prórrogas.

SÉPTIMA: Justas causas para despedir. Son justas causas para dar por

terminado unilateralmente el presente contrato por cualquiera de las partes, las

expresadas en el Código de Trabajo.

41
OCTAVA: Salario. El empleador cancelará al trabajador (a) del servicio

doméstico un salario mensual de ________________________, pagaderos en el

lugar de trabajo, el día _____ de cada mes.

NOVENA: Trabajo extra, dominicales o festivos. El trabajo suplementario o en

horas extras, así como el trabajo en domingo o festivo que correspondan a

descansos, será remunerado conforme al Código de Trabajo. Es de advertir que

dicho trabajo debe ser autorizado por el empleador para efecto de su

reconocimiento.

DÉCIMA: Afiliación y pago a la seguridad social. Es obligación del empleador

afiliar al trabajador (a) a la seguridad social, autorizando el trabajador (a) el

descuento de su salario, los valores que le corresponda aportar en la proporción

establecida por la ley.

DÉCIMA PRIMERA: Modificaciones. Cualquier modificación al presente

contrato debe efectuarse por escrito y anexarse a este documento.

DÉCIMA SEGUNDA: Efectos. El presente contrato reemplaza y deja sin efecto

cualquier otro contrato verbal o escrito, que se hubiera celebrado entre las partes

con anterioridad.

Se firma por las partes el ________ de _________________________de 20____

EMPLEADOR TRABADOR (A)

NÚMERO DE CÉDULA NÚMERO DE CÉDULA

42
BIGLIOGRAFÍA

Código de Trabajo de Argentina

Código de Trabajo de Costa Rica

Código de Trabajo de Panamá

Código de Trabajo de Paraguay

Bachelet, M. (2011) Condiciones más justas para las trabajadoras domésticas en


Paraguay. ONU Mujeres. Obtenido el 16 de marzo de 2012 desde
http://www.unwomen.org/es/2011/12/espanol-paraguay-lucha-por-conseguir-
condiciones-mas-justas-para-las-trabajadoras-domésticas /

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