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Universidad Wiener

LÍNEA DE INVESTIGACIÓN:

SALUD Y BIENESTAR

SUBLINEA DE INVESTIGACIÓN:

PSICOLOGÍA FORENSE

TÍTULO DEL INFORME ACADÉMICO

LA PSICOLOGÍA FORENSE EN LOS AGRESORES SEXUALES

AUTORES:

AQUINO PAITAN, KELLY

BUITRÓN ESPADIN, DANNY

CHIPANA VILLACORTA, MARICIELO

ESPICHÁN GODOY, ANA

MELÉNDEZ MENDOZA, BRENDA

MIRANDA LUNA, ERIK

ASESORA:

SANCHEZ LLONTOP, CECILIA

LIMA - PERÚ

2023
ÍNDICE:

1. Introducción:

2. Desarrollo:

2.1 La Psicología Forense en los agresores sexuales

2.1.1 La psicología cognitiva las causas y consecuencias en los

agresores sexuales

2.1.2 La psicología conductual las causas y consecuencias en los

agresores sexuales

2.1.3 La psicología conductual-cognitiva las causas y consecuencias en

los agresores sexuales

2.1.4 La psicología educativa las causas y consecuencias en los

agresores sexuales

2.1.5 La psicología evolutiva las causas y consecuencias en los

agresores sexuales

2.1.6 La psicología afectiva las causas y consecuencias en los agresores

sexuales

2.1.7 ¿Cómo influyen en los agresores sexuales?

3. CONCLUSIONES:

4. REFERENCIAS:
I. INTRODUCCIÓN:

Los delitos sexuales constituyen un problema social importante en nuestra sociedad

contemporáneo. En el terreno de la investigación, la psicología forense sea convertido en una

disciplina esencial para abordar la complejidad de este tipo de delitos, sobre todo en el ámbito

de los agresores sexuales. La comprensión de la dinámica del comportamiento de estos

delincuentes es crucial para establecer una respuesta afectiva y adecuada por parte de las

autoridades competentes.

Se abordarán las principales consideraciones teóricas y metodológicas vinculadas a la psicología

forense en agresores sexuales. En particular, se analizan los factores individualizados, sociales

y cognitivos que podrían influir en la conducta agresiva de estos individuos. De manera especial,

se prestará atención a los aspectos relacionados con la satisfacción sexual, el control emocional

y la motivación de los agresores sexuales.

El objetivo general de esta investigación es proporcionar a los profesionales de la psicología y

otros profesionales interesados en el mundo de la justicia penal un análisis riguroso y actualizado

sobre la psicología forense en agresores sexuales. Se pretende conocer con precisión la

naturaleza del delito y las intervenciones quirúrgicas y preventivas adecuadas para minimizar el

daño a las víctimas y a la sociedad.

II. DESARROLLO

2.1 La Psicología Forense en los agresores sexuales

La psicología forense se enfoca en la aplicación de principios y técnicas psicológicas en el ámbito

legal. En el contexto de los agresores sexuales, los profesionales forenses desempeñan un papel
fundamental en la evaluación de su perfil psicológico, el riesgo de reincidencia y la elaboración

de informes que proporcionan información relevante a los tribunales de justicia.

La psicología forense juega un papel esencial en la comprensión, evaluación y tratamiento de los

agresores sexuales. Su aplicación en este campo contribuye a la prevención de la delincuencia

sexual, la protección de las víctimas y la promoción de la seguridad pública. La combinación de

conocimientos clínicos y legales en la psicología forense permite abordar de manera integral esta

problemática compleja y brindar intervenciones adecuadas para los agresores sexuales.

Es importante destacar que el trabajo en el campo de la psicología forense con agresores

sexuales plantea desafíos éticos y profesionales. Los profesionales deben equilibrar la necesidad

de proteger a la sociedad con el respeto a los derechos y bienestar del agresor, garantizado un

tratamiento justo y basado en la evidencia.

2.1.1 La psicología cognitiva las causas y consecuencias en los agresores sexuales

“La Psicología cognitiva detalla componentes, habilidades que considera fundamentales para el

desarrollo del pensamiento crítico, dándole un sentido y una explicación bastante significativa a

este constructo desde la esfera cognitiva.” (Difabio, 2005) (31-38). Revista Andina de Educación

(2020)

La psicología cognitiva juega un papel importante en la comprensión de los agresores sexuales,

ya que se centra en cómo los procesos de pensamiento y las creencias distorsionadas pueden

influir en su comportamiento delictivo. En el contexto de los agresores sexuales, los estudios han

revelado que existen una serie de factores cognitivos que contribuye a actos de violencia sexual.

Algunos de los factores cognitivos identificados incluyen distorsiones cognitivas, como la

minimización del daño, la atribución de culpa a la víctima y la justificación de la conducta delictiva.

Los agresores sexuales también pueden tener una serie de creencias irracionales y desviadas

sobre el sexo, el poder y la intimidad, lo que puede llevar a comportamientos coercitivos y

violentos.
En cuanto a las causas subyacentes, se ha investigado la influencia de diferentes factores en el

desarrollo de la conducta agresiva sexual. Estos factores pueden incluir antecedentes de abuso

sexual en la infancia, disfunciones familiares, problemas de socialización y trastornos

psicológicos, como la impulsividad y la falta de empatía. Además, los factores socioculturales,

como la exposición a la violencia y la cosificación de la mujer, también pueden desempeñar un

papel en la conformación de la conducta agresiva.

Las consecuencias de la conducta agresiva sexual son profundas y abarcan desde el daño

psicológico y físico para las víctimas, hasta las implicaciones legales y sociales para los

agresores. Las víctimas pueden experimentar traumas a largo plazo, como trastorno de estrés

postraumático, ansiedad y depresión. Por otro lado, los agresores sexuales enfrentan graves

consecuencias legales, como el encarcelamiento y el registro en listas de delincuentes sexuales,

así como el estigma social y el rechazo.

En conclusión, la psicología cognitiva proporciona una comprensión profunda de los factores,

causas, consecuencias y conductas asociadas con los agresores sexuales. El análisis de las

distorsiones cognitivas y las creencias disfuncionales puede ayudar a los profesionales a

desarrollar estrategias de intervención y tratamiento efectivas. Sin embargo, es importante

reconocer que cada caso es único y que se requiere un enfoque individualizado para abordar de

manera adecuada esta problemática.

2.1.2 La psicología conductual las causas y consecuencias en los agresores sexuales

“El objeto de estudio de la psicología conductual fue la conducta humana. Es decir, querían

conocer cómo se desarrollan determinados comportamientos, poder anticipar estas conductas y

modificarlas si fueran desadaptativas. De aquí surgieron diferentes teorías y leyes del

aprendizaje que, en el presente, se continúan utilizando en la psicología cognitivo-conductual”.

ACM (2019)

La psicología conductual desempeña un papel fundamental en la comprensión y tratamiento de

los agresores sexuales. Este enfoque se centra en el estudio de los factores, las causas, las
consecuencias y las conductas asociadas con la conducta agresiva sexual, poniendo énfasis en

el aprendizaje y la modificación de comportamientos.

Los factores que contribuyen a la conducta agresiva sexual pueden incluir variables personales,

sociales y ambientales. A nivel personal, se pueden encontrar distorsiones cognitivas, como la

minimización del daño causado y la justificación de las acciones. A nivel social, la influencia de

modelos de comportamiento desadaptativos y la falta de habilidades de comunicación y

resolución de conflictos pueden jugar un papel importante. Además, factores ambientales, como

la exposición a experiencias sexuales inapropiadas o traumáticas en la infancia, también pueden

contribuir al desarrollo de esta conducta.

Las causas de la conducta agresiva sexual son multifactoriales y complejas. Pueden estar

relacionadas con una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. Entre los

factores biológicos se han investigado variables como la disfunción cerebral, los desequilibrios

hormonales o los factores genéticos. A nivel psicológico, se han estudiado las distorsiones

cognitivas, las creencias desadaptativas y los problemas de control de impulsos. Los factores

sociales pueden incluir la influencia de entornos disfuncionales, la falta de habilidades sociales

adecuadas y la exposición a contenidos sexuales violentos.

Las consecuencias de la conducta agresiva sexual son graves y afectan tanto a las víctimas

como a los agresores. Las víctimas pueden experimentar daños psicológicos duraderos, como

trastorno de estrés postraumático, depresión, ansiedad y dificultades en las relaciones

interpersonales. Por otro lado, los agresores sexuales enfrentan consecuencias legales, sociales

y personales, como el encarcelamiento, el estigma social y la dificultad para reintegrarse en la

comunidad.

En cuanto a las conductas específicas, los agresores sexuales pueden llevar a cabo una amplia

gama de comportamientos, desde el acoso y el acecho hasta la violación y el abuso sexual

infantil. Estas conductas están influenciadas por el aprendizaje de patrones de comportamiento


disfuncionales y la falta de habilidades para manejar las emociones y las interacciones sociales

de manera adecuada.

En conclusión, la psicología conductual ofrece una perspectiva valiosa para comprender y

abordar la conducta agresiva sexual. Al centrarse en el aprendizaje y la modificación de

comportamientos disfuncionales, se pueden implementar estrategias de prevención, tratamiento

y rehabilitación efectivas. Es fundamental trabajar en colaboración con otros profesionales, como

psicólogos clínicos y forenses, para abordar de manera integral esta problemática y promover la

seguridad y el bienestar de la sociedad.

2.1.3 La psicología conductual-cognitiva las causas y consecuencias en los agresores

sexuales

“La terapia cognitiva conductual es un tipo frecuente de terapia del habla (psicoterapia). Trabajas

con un asesor de salud mental (psicoterapeuta o terapeuta) de forma estructurada, asistiendo a

una cantidad limitada de sesiones. La terapia cognitiva conductual te ayuda a tomar conciencia

de pensamientos imprecisos o negativos para que puedas visualizar situaciones exigentes con

mayor claridad y responder a ellas de forma más efectiva”. Mayo clínic. (2021)

La psicología cognitivo-conductual desempeña un papel fundamental en la comprensión y

tratamiento de los agresores sexuales. Este enfoque se centra en los procesos cognitivos, las

creencias distorsionadas y los patrones de comportamiento desadaptativo que pueden contribuir

a la conducta delictiva.

En el contexto de los agresores sexuales, la psicología cognitivo-conductual examina los factores

de riesgo y los desencadenantes que pueden impulsar su comportamiento. Estos factores

pueden incluir distorsiones cognitivas, como minimizar el daño causado a las víctimas, justificar

o racionalizar sus acciones, y atribuir la culpa a otros. Además, pueden estar presentes patrones

de pensamiento desadaptativos relacionados con la sexualidad, el poder y el control.

Las causas de la conducta agresiva sexual pueden ser multifactoriales e involucrar una

combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. Algunos agresores sexuales pueden


haber experimentado abuso o trauma en su infancia, lo que puede contribuir a la formación de

patrones de comportamiento disfuncionales. También se ha sugerido que la exposición a

imágenes y contenido sexualmente violento, así como la falta de habilidades sociales y la

dificultad para establecer relaciones saludables, pueden desempeñar un papel en el desarrollo

de la conducta agresiva sexual.

Las consecuencias de la conducta agresiva sexual son profundas y afectan tanto a las víctimas

como a los propios agresores. Las víctimas pueden experimentar una variedad de consecuencias

negativas, incluyendo trauma psicológico, trastornos de estrés postraumático, problemas de

autoestima y dificultades en las relaciones interpersonales. Por otro lado, los agresores sexuales

pueden enfrentar consecuencias legales, sociales y personales significativas, como el

encarcelamiento, el rechazo social, la pérdida de empleo y el deterioro de su calidad de vida.

En cuanto a las conductas específicas, los agresores sexuales pueden exhibir una amplia gama

de comportamientos, que van desde el acoso y el acecho hasta la violación y el abuso sexual

infantil. Estas conductas son influenciadas por los patrones cognitivos distorsionados, las

creencias desadaptativas y la falta de control de los impulsos.

En conclusión, la psicología cognitivo-conductual proporciona un enfoque valioso para

comprender los factores, causas, consecuencias y conductas asociadas con los agresores

sexuales. Al abordar los patrones de pensamiento distorsionados y los comportamientos

desadaptativos, se puede trabajar en la prevención y el tratamiento de la conducta agresiva

sexual. Es fundamental adoptar un enfoque multidisciplinario, que involucre a profesionales de

la psicología, el derecho y los servicios sociales, para abordar de manera integral esta

problemática.

2.1.4 La psicología educativa las causas y consecuencias en los agresores sexuales

La psicología educativa desempeña un papel importante en la comprensión y el abordaje de los

agresores sexuales. A través de su enfoque en los procesos de aprendizaje, la psicología

educativa busca identificar los factores, las causas, las consecuencias y las conductas
relacionadas con la conducta agresiva sexual, así como implementar estrategias educativas para

prevenir y tratar este problema.

Los factores que contribuyen a la conducta agresiva sexual pueden incluir experiencias

educativas tempranas, la falta de educación sexual apropiada, la exposición a modelos de

comportamiento violento y la falta de habilidades sociales y emocionales. Estos factores pueden

influir en el desarrollo de actitudes y creencias disfuncionales relacionadas con el poder, el control

y la sexualidad, que a su vez pueden manifestarse en conductas agresivas sexuales.

Las causas de la conducta agresiva sexual son complejas y multifactoriales. Pueden incluir

factores individuales, como la falta de empatía, la baja autoestima y los problemas de control de

impulsos. Además, los factores contextuales, como el entorno familiar y social, la exposición a la

violencia y la falta de apoyo y supervisión adecuados, también desempeñan un papel importante

en el desarrollo de esta conducta.

Las consecuencias de la conducta agresiva sexual son significativas tanto para las víctimas como

para los agresores. Las víctimas pueden experimentar daños emocionales, traumas psicológicos,

problemas de salud mental y dificultades en las relaciones interpersonales. Por otro lado, los

agresores sexuales pueden enfrentar consecuencias legales, sociales y personales, como el

encarcelamiento, el estigma social y la dificultad para reintegrarse en la sociedad.

En cuanto a las conductas específicas, los agresores sexuales pueden llevar a cabo una variedad

de comportamientos, desde el acoso y la manipulación hasta la violación y el abuso sexual

infantil. Estas conductas están relacionadas con las creencias y actitudes disfuncionales

adquiridas a través del proceso de aprendizaje.

En conclusión, la psicología educativa es crucial en la prevención y el tratamiento de la conducta

agresiva sexual. A través de programas educativos que promueven la educación sexual

apropiada, el desarrollo de habilidades sociales y emocionales, y la prevención del

comportamiento violento, se pueden implementar estrategias eficaces para abordar este

problema. Es importante trabajar en colaboración con profesionales de la psicología, la


educación y la justicia para lograr un enfoque integral en la prevención y rehabilitación de los

agresores sexuales.

2.1.5 La psicología evolutiva las causas y consecuencias en los agresores sexuales

[Salto de ajuste de texto] La psicología evolutiva es una rama de la psicología que se enfoca en

el desarrollo de las capacidades psicológicas de los seres humanos a lo largo del tiempo. Como

tal, esta disciplina explora cómo los individuos se desarrollan desde el nacimiento hasta la edad

adulta, estudiando cómo los cambios biológicos, sociales y culturales afectan su comportamiento

y cognición. (Ganuza, Fernando) 

La psicología evolutiva proporciona una perspectiva interesante para comprender los factores,

causas, consecuencias y conductas asociadas con los agresores sexuales. Esta disciplina se

centra en cómo los procesos evolutivos y la adaptación influyen en el comportamiento humano,

incluyendo los aspectos relacionados con la sexualidad y la agresión.

Factores como la búsqueda de poder y control, la dominancia sexual y la falta de empatía también

pueden estar relacionados con perspectivas evolutivas y explicar en parte la conducta agresiva

sexual. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la psicología evolutiva no busca justificar

ni excusar la violencia sexual, sino proporcionar un marco teórico para comprender los posibles

mecanismos subyacentes.

Las consecuencias de la conducta agresiva sexual son significativas tanto para las víctimas como

para los agresores. Las víctimas pueden experimentar un impacto psicológico duradero,

incluyendo trastorno de estrés postraumático, depresión, ansiedad y dificultades en las

relaciones interpersonales. Además, los agresores sexuales enfrentan graves consecuencias

legales, así como el estigma social y el rechazo.

En términos de conductas específicas, los agresores sexuales pueden manifestar una variedad

de comportamientos, desde el acoso y la manipulación hasta la violación y el abuso sexual

infantil. Estas conductas pueden ser impulsadas por una combinación de factores evolutivos,

cognitivos, sociales y ambientales, que interactúan de manera compleja.


En conclusión, la psicología evolutiva ofrece una perspectiva complementaria para comprender

los factores, causas, consecuencias y conductas relacionadas con los agresores sexuales. Al

combinar los conocimientos de la psicología evolutiva con otras áreas, como la psicología

Forense y clínica, se pueden obtener una comprensión más completa y multidimensional de este

fenómeno complejo. Sin embargo, es importante reconocer que la explicación de la violencia

sexual implica múltiples factores interrelacionados y que cada caso debe ser evaluado de manera

individualizada.

2.1.6 La psicología afectiva las causas y consecuencias en los agresores sexuales

“La emoción es una experiencia subjetiva, afectiva, que acompaña a una serie de reacciones

psicofisiológicas y conductuales que son el resultado de la interpretación que el individuo hace

de los estímulos que recibe, ya sean internos o externos” (Palacios, 2017).

La psicología afectiva en agresores sexuales es una rama de la psicología que se enfoca en

identificar los factores, causas y consecuencias de la agresión sexual, así como en desarrollar

tratamientos para ayudar a los agresores a controlar su conducta y prevenir futuros episodios de

agresión.

Los estudios han identificado varios factores asociados con la agresión sexual, como la falta de

control emocional, la baja autoestima, la falta de empatía y la historia de trauma infantil.

Asimismo, existen diferentes estrategias de intervención para tratar a los agresores, como la

terapia cognitivo-conductual, la terapia de grupo y la terapia familiar.

Es importante destacar que los agresores sexuales causan un gran daño a sus víctimas y deben

ser responsabilizados por sus acciones. Sin embargo, también es fundamental entender que

para prevenir futuros casos de agresión sexual es necesario abordar las causas subyacentes y

ofrecer tratamientos adecuados y efectivos a los agresores. De esta manera, se podrá lograr una

sociedad más segura y justa para todos.

La psicología afectiva es importante en la psicología forense en los agresores sexuales porque

el aspecto emocional juega un papel clave en el comportamiento del agresor. La incapacidad de


manejar emociones negativas como la ira, la frustración, el miedo o el rechazo puede llevar a

estas personas a cometer actos de agresión sexual.

En el contexto forense, la evaluación de la psicología afectiva del agresor se utiliza para

determinar el nivel de riesgo de reincidencia y para desarrollar programas de tratamiento

efectivos que les ayude a reconocer y manejar sus emociones de manera saludable.

Los profesionales que trabajan con agresores sexuales deben ser capaces de evaluar la

intensidad y la calidad de las emociones, incluyendo la empatía y la culpa. Estas evaluaciones

pueden ayudar a determinar la responsabilidad del agresor y establecer si existen factores

subyacentes como problemas de salud mental o de personalidad.

Por lo tanto, la psicología afectiva es fundamental en el tratamiento de agresores sexuales y en

el diseño de medidas de prevención y en el establecimiento de estrategias para reducir el riesgo

de reincidencia.

2.1.7 ¿Cómo influyen en los agresores sexuales?

Las diferentes ramas de la psicología, como la cognitiva, conductual, evolutiva, educativa,

cognitivo-conductual y afectiva, pueden influir de diversas formas en los agresores sexuales. A

continuación, se proporciona una visión general de cómo cada enfoque puede influir en este

contexto:

1. Psicología cognitiva: La psicología cognitiva se centra en el estudio de los procesos

mentales, como el pensamiento, la percepción y la interpretación de la información. En el

caso de los agresores sexuales, la psicología cognitiva puede analizar las distorsiones

cognitivas que pueden estar presentes, como las justificaciones o minimizaciones de la

conducta, las creencias erróneas sobre la sexualidad o las ideas de poder y control. La

terapia cognitiva puede ayudar a los agresores sexuales a identificar y modificar estos

patrones de pensamiento distorsionados.

2. Psicología conductual: La psicología conductual se centra en el estudio del

comportamiento observable y en cómo se aprende y se modifica. En el contexto de los


agresores sexuales, la psicología conductual puede investigar los factores que

contribuyen al desarrollo de la conducta agresiva, como el aprendizaje de modelos de

comportamiento inapropiados o la falta de habilidades sociales adecuadas. Los enfoques

conductuales pueden incluir técnicas de modificación de conducta, entrenamiento en

habilidades sociales y estrategias para aumentar el autocontrol y la empatía.

3. Psicología evolutiva: La psicología evolutiva estudia cómo los procesos evolutivos

moldean el comportamiento humano. En el caso de los agresores sexuales, la psicología

evolutiva puede examinar los factores adaptativos y las presiones selectivas que pueden

influir en la aparición de comportamientos sexuales agresivos. Esto puede incluir

aspectos como la competencia sexual, la búsqueda de recursos o la dominancia social.

Sin embargo, es importante destacar que la explicación evolutiva no justifica ni excusa la

conducta agresiva sexual, ya que la sociedad y la ética juegan un papel fundamental en

la regulación de dichos comportamientos.

4. Psicología educativa: La psicología educativa se centra en el proceso de aprendizaje y

desarrollo de habilidades. En relación con los agresores sexuales, la psicología educativa

puede enfocarse en la prevención, brindando educación sexual adecuada y promoviendo

la adquisición de habilidades sociales y emocionales saludables. Además, puede implicar

la implementación de programas de intervención que aborden las actitudes y creencias

disfuncionales relacionadas con la agresión sexual.

5. Psicología cognitivo-conductual: La psicología cognitivo-conductual combina los

enfoques cognitivos y conductuales para comprender y tratar los problemas psicológicos.

En el caso de los agresores sexuales, este enfoque puede analizar las distorsiones

cognitivas y los patrones de comportamiento disfuncionales asociados con la conducta

agresiva sexual. La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a los agresores a

identificar y cambiar las creencias distorsionadas, así como a desarrollar habilidades

alternativas de afrontamiento y resolución de problemas.


6. Psicología afectiva: La psicología afectiva se ocupa del estudio de las emociones y su

influencia en el comportamiento humano. En el caso de los agresores sexuales, la

psicología afectiva puede ayudar a comprender y abordar las emociones subyacentes

que pueden estar relacionadas con su conducta. Esto incluye emociones como la ira, la

vergüenza, la frustración, la excitación sexual inapropiada o la falta de empatía. Trabajar

en el desarrollo de la regulación emocional, la empatía y la conciencia emocional puede

ayudar a los agresores sexuales a comprender y controlar mejor sus emociones, evitando

así la agresión.

Es importante destacar que estos enfoques psicológicos no excusan ni justifican las conductas

agresivas sexuales. Su objetivo principal es comprender los factores subyacentes y brindar

intervenciones terapéuticas adecuadas para prevenir la reincidencia y promover el cambio

positivo. El tratamiento de los agresores sexuales generalmente implica un enfoque integral que

puede combinar elementos de la psicología cognitiva, conductual y afectiva, adaptados a las

necesidades individuales de cada agresor.

III. CONCLUSIONES

1. En conclusión, la psicología cognitiva, conductual y cognitivo-conductual desempeñan un

papel crucial en la comprensión y el tratamiento de los agresores sexuales. Estos

enfoques nos brindan una comprensión más profunda de los factores subyacentes, las

causas y las consecuencias de la conducta agresiva sexual. Al abordar las distorsiones

cognitivas, los patrones de comportamiento disfuncionales y promover el cambio en las

creencias y actitudes problemáticas, se puede trabajar hacia la rehabilitación y la

prevención de futuros comportamientos agresivos.

2. La psicología afectiva, educativa y evolutiva juegan un papel fundamental en la

comprensión y abordaje de los agresores sexuales. Es importante tener en cuenta que


estos individuos no nacen con una predilección hacia la agresión sexual, sino que es

producto de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales.

3. La psicología forense en todos sus ámbitos nos da a conocer sobre los posibles factores,

causas y conductas de un agresor sexual e identificarlos por sus trastornos mentales que

acarrea parte de su pasado.

IV. REFERENCIAS

1. Osorio, J. P. Pensamiento crítico desde la psicología cognitiva. Universidad Andina Simón

Bolívar. Área de Educación. Av. Toledo N22-80 y Ladrón de Guevara. Quito, Ecuador.

[Internet]. 2020-04-21. DISPONIBLE EN: VOL. 3 NÚM. 1 (2020): REVISTA ANDINA DE

EDUCACIÓN 3(1) (NOVIEMBRE, 2019-ABRIL, 2020) / Mayo Clinic.Terapia Terapia

Cognitiva Conductual. Libro de la Salud Mayo Clínic. 5ta edición. Ecuador. [Internet].

2021-07-29. DISPONIBLE EN: HYPERLINK "https://www.mayoclinic.org/es-es/tests-

procedures/cognitive-behavioral-therapy/about/pac-

20384610"https://www.mayoclinic.org/es-es/tests-procedures/cognitive-behavioral-

therapy/about/pac-20384610

2. Revista de Psicodidáctica ISSN: 1136-1034 revista-psicodidactica@ehu.es Universidad

del País Vasco/Euskal Herriko Universitaria España Ganuza, Fernando PSICOLOGÍA

EVOLUTIVA Y PSICOLOGÍA EVOLUCIONISTA. CLAVES PARA LA DISCUSIÓN,

Revista de Psicodidáctica, vol. 11, núm. 1, 2006, pp. 109-131, Universidad del País

Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea Vitoria-Gastéis, España. DISPONIBLE EN:

HYPERLINK

"https://www.redalyc.org/pdf/175/17514747008.pdf"https://www.redalyc.org/pdf/175/175

14747008.pdf
3. Herrero SJ. ¿Qué es la Psicología Conductual? [Internet]. Psicólogos Madrid, Centro

ACM. 2019 [citado el 2 de mayo de 2023]. Disponible en: DISPONIBLE EN:

https://www.psicologosmadrid-acm.com/que-es-la-psicologia-conductual/

4. Marshall, L. E., Hudson, S. M., & Jones, R. (2012). La psicología de los agresores

sexuales. En Intervenciones psicológicas en víctimas y agresores sexuales (pp. 27-48).

Pirámide.

5. Beech, A. R., Ward, T., & Fisher, D. (2018). Tratamiento de agresores sexuales: Teoría y

práctica. Sanz y Torres.

6. Barbaree, H. E., & Marshall, W. L. (Eds.). (2009). La evaluación de agresores sexuales:

práctica y estrategia (Vol. 2). Siglo XXI.

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