El rol de los padres en la lucha contra el bullying escolar

El bullying escolar es un problema afecta a miles de niños y adolescentes en todo el mundo.

Estas conductas de acoso y maltrato entre estudiantes pueden tener consecuencias
devastadoras en la vida de las víctimas, afectando su bienestar emocional, su rendimiento
académico e incluso su salud física.

Si bien el papel de las escuelas en la prevención y abordaje del bullying es crucial, los padres
también desempeñan un papel fundamental en la lucha contra esta problemática.

Es por eso que para La Fundación Calma los padres tienen la gran responsabilidad de educar y
guiar a sus hijos para prevenir y tratar las situaciones que atenten en contra de un desarrollo
completo y sano del menor.

Aunque el bullying sea un problema del cual se habla normalmente, no siempre se entiende
los factores que definen esto, por eso te explicamos sobre los actores que intervienen
normalmente en estas situaciones:

 Víctima: Es normalmente aquel o aquellos niños que suelen ser afectados

directamente por la agresión de cualquier tipo en la escuela o un entorno escolar. Son
propensos a desarrollar problemas emocionales e inseguridades a lo largo de su vida
por traumas que puedan generarse tempranamente, hasta incluso problemas
psicológicos graves.
 Victimario: Es el agresor o el violentador que se encarga de generar situaciones que
incomoden o amedrenten a las víctimas en cuestión. Normalmente llevan problemas
emocionales que traen desde casa y por no poder socializar correctamente optan por
tener un trato rudo y desmedido.
 Espectador: Son los participantes indirectos del agresor, siendo defensores de la
agresión al reforzar la situación con miradas, sonrisas o prestando atención sin hacer
nada. La participación no es directa, pero animan al victimario a no parar e
insensibilizan lo que está pasando.

(LOS TIPOS DE BULLYNG PUEDE SER REPRESENTADOS A TRAVÉS VISUALMENTE A TRAVÉS DE

UNA PEQUEÑA INFOGRAFÍA QUE ACOMPAÑE LA NOTA)

Aunque existan distintos factores y protagonistas en el desarrollo de un entorno con acoso y

agresión escolar, también existen distintos tipos de violencia.

Tipos de bullying escolar:

 Verbal: Son las burlas, los comentarios sexuales inapropiados, las amenazas y cualquier
tipo de acoso que busca dañar la integridad emocional de la víctima.
 Social: Son los actos de separación o la búsqueda de dañar la reputación de alguien, así
como esparcir rumores, dejar fuera de grupos o avergonzar públicamente a la persona.
 Físico: Es el maltrato corporal, cosas como gestos mal intencionados, golpes, pellizcos
o cualquier demostración de rechazo físico a la persona.
 Cibernético: Casos de intimidación o acoso a través de las redes sociales, cosas como
denuncias falsas o comentarios directos o indirectos al afectado.
Toda esta violencia normalmente conlleva a la aparición de traumas o heridas emocionales, en
cada uno de los partícipes del bullying, así que, para entender la magnitud de este problema,
estas son las consecuencias del bullying en cada uno de los participantes:

Consecuencias del Bullying:

 Para la víctima: Lo más notable en las personas que sufren bullying escolar es la
depresión, los transtornos de ansiedad social y estrés postraumático, ataques de ira,
baja confianza, sensaciones de soledad y molestas físicas como dolores de cabeza y
cuerpo.
 Para el victimario: Dificultades para establecer relaciones adultas, bajo rendimiento
escolar, costumbres violentas y altas probabilidades de tener problemas en contra de
la ley cuando sea adulto.
 Para el espectador: Valorar la agresión erróneamente, impotencia, culpa,
insensibilización frente a los problemas y el acoso, falta de reacción en contra de
injusticias y posiblemente convertirse en víctima o victimario en el futuro

El bullying escolar es un problema que requiere la atención y el compromiso de todos los

actores involucrados, incluidos los padres. Desde enseñar valores y fomentar la empatía en el
hogar, hasta estar atentos a las señales de bullying y tomar medidas para abordar la situación.

La colaboración entre padres, escuelas y la comunidad en general es clave para crear entornos
escolares seguros y libres de bullying, donde todos los niños y adolescentes puedan
desarrollarse plenamente.