Está en la página 1de 24

CAUSA: 45C-20.

173-19

Ciudadano:
Juez Cuadragésima Quinto (45) de Primera Instancia Estadal en Funciones de Control de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas.
Su despacho.-

Quienes suscriben, Oscar Rafael Parra y José Alfredo Tamayo Liendo, abogados en
ejercicio e inscritos en el I.P.S.A. bajo los N° 201.343 y 195.594 respectivamente,
debidamente juramentados como defensores privados de los ciudadanos: Harinson Wilmer
García, titular de la cédula de identidad N° 17.158.495 y Leivan Yohenis Bello Pino, titular
de la cédula de identidad N° 19.226.688, a quienes se le sigue causa identificada con el N°
45C-20.173-19, nomenclatura de ese Despacho, haciendo uso de las facultades establecidas
en el artículo 311 del Código Orgánico Procesal Penal, ante usted con el debido respeto y
acatamiento ocurrimos a fin de exponer:

En fecha veintiuno (21) del mes de febrero del año dos mil diecinueve (2019), el ciudadano
representante del Ministerio Público, Fiscalía Sexagésimo Segundo (62°) de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas con Competencia Plena,
presentó acusación contra los supra mencionados ciudadanos, por la supuesta comisión del
delito: Robo Agravado y Agavillamiento, previstos y sancionados en los artículos 458 y
286 del Código Orgánico Procesal Penal.

Ahora bien, a tenor de lo previsto en el artículo 28, ordinal 4º, literal i) del Código
Orgánico Procesal Penal, opongo la excepción referente a la acción promovida
ilegalmente, por incumplimiento de los requisitos formales para intentar la acusación, toda
vez que la Representación Fiscal incumplió con las exigencias establecidas a tal efecto por
el artículo 308 ejusdem.
I
PUNTO PREVIO
La siguiente investigación se inicia en fecha 04 de enero de dos mil diecinueve (2019), a
solicitud del Comisario Jefe Darwin Echeverría, jefe de la División Contra Robos adscrita
al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), debido a
denuncia recibida ese mismo día, como queda establecido en el Acta de Investigación Penal
que se presenta a continuación:

Acta de Investigación Penal de la División Contra Robos adscrita al Cuerpo de


Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) de fecha 04 de enero de dos
mil diecinueve (2019), suscrita por el funcionario Detective Agregado Vicmel Díaz adscrito
a la jefatura de investigación de esta División.
“Caracas, viernes cuatro (04) de enero de dos mil diecinueve (2.019).
En esta fecha, siendo las 06:30 horas de la noche, comparece por ante este Despacho,
el detective agregado Vicmel Díaz, adscrito a la jefatura de investigación de esta
División….deja constancia de la siguiente diligencia policial efectuada en la presente
investigación: Encontrándome en la sede de este Despacho, se recibe llamada
telefónica de parte del comisario jefe Darwin Echeverría, jefe de esta División,
informando que en la avenida Venezuela, sector El Rosal, edificio Volfer, parroquia
Chacao, municipio Chacao, Estado Miranda, se había suscitado un delito contra la
propiedad competencia de esta División… a tal efecto se constituyó comisión…hacia
la dirección arriba mencionada…y de ser positivo realizar las primeras diligencias
urgentes y necesarias…asimismo a fin de practicar la respectiva inspección técnica
del lugar de los acontecimientos; una vez en el lugar y plenamente identificados como
funcionarios activos de este prestigiosos cuerpo investigativo, sostuvimos coloquio en
la parte externa del edificio con el ciudadano Julián…quien indico ser el vigilante del
inmueble en mención, informando que en el primer piso de la prenombrada
edificación ocurrió un robo en el que sujetos desconocidos ingresaron portando armas
de fuego y despojaron de sus pertenecías a todos los empleados del lugar, en vista de
tal información se le solicito la colaboración de permitirnos el acceso al edificio
arriba mencionado, permitiéndonos el libre acceso y orientándonos hacia el primer
nivel, donde fuimos atendidos por una ciudadana de nombre Andrea nos expresó que
en dicha agencia funciona el área administrativa y financiera de la empresa
TRADERCOCOA, de la cual ella se desempañaba como encargada…siendo la 01:30
hora de la tarde al llegar a la oficina…un sujeto desconocido abrió la puerta y la
empujo hacia la parte interna de la oficina… nos dijeron…solo querían los dólares…
pasado dicho tiempo nos levantamos y nos dimos cuenta que nos habían despojado de
novecientos veinte dólares americanos ($ 920) pertenecientes a la empresa, cuatro
computadoras tipo laptop, marca HP, de color negro, de las cuales para el momento
desconoce las características, también propiedad de la empresa, cuatro teléfonos
inalámbricos de uso interno de la compañía, marca Panasonic, de los cuales también
desconoce mayores datos para el momento, además de un teléfono celular corporativo
bajo su responsabilidad marca Apple, modelo Iphone 6, color plata, del cual
desconoce el serial Imei, signado con el número 0424-1695997, un teléfono marca
Samsung, modelo Galaxy J5, color negro, del cual también desconoce el serial Imei,
signado con el número 0414-2775935 de su propiedad y quinientos cincuenta dólares
americanos ($ 550) en efectivo que portaba en su cartera personal, asimismo los otros
trabajadores también fueron despojados de sus pertenencias tales como teléfonos y
dinero en efectivo entre otras cosas, desconociendo los datos de los equipos y la
cantidad exacta de dinero robada a dichos ciudadanos…”

Según el Acta de Investigación Penal de la División Contra Robos adscrita al Cuerpo de


Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), los hechos objeto de la
presente investigación ocurrieron el día viernes 04 de enero del año 2019. Por otro lado,
como se desprende de la narración de los hechos del propio escrito acusatorio consignado
por el representante del Ministerio Público, la aprehensión de los imputados se produce el
día jueves 10 de enero de 2019, es decir, seis días después de que ocurrieron los hechos.
“…En los mismos términos paralelo a esta investigación, continúan con el análisis de
la actividad telefónica y concluyen que los números involucrados en el hecho punible
frecuentan un lugar llamado La Laguna de Catia e implementan un dispositivo de
vigilancia constante en el sector. En fecha 10/01/2019, como parte de la estática
montada en el lugar observan a un vehículo del que descienden tres sujetos al que se
le sumo otro que conducía un vehículo tipo motocicleta y al observar las
características fisonómicas llegan a la conclusión que son similares a las aportadas
por las victimas entrevistadas, antes, los funcionarios habían realizado una consulta
en las adyacencias del sector con moradores y transeúntes quienes, otras cosas les
manifestaron que en el sector opera una banda llamada los empresarios liderada por
un sujeto a quien apodan como “El Bafi”, que se dedica al robo de empresas…Ante
esta situación, los pesquisas, al ver que los sujetos podrían eventualmente estar
relacionados con la investigación, deciden abordarlos… y deciden trasladar a los
sujetos, conjuntamente con los vehículos a la sede del despacho policial en donde
notifican al Ministerio Publico del procedimiento practicado, colocando,
posteriormente a los ciudadanos a la orden de los tribunales de este circuito
judicial…”.

Habiendo ocurrido los hechos de esta forma, nos encontramos ante una seria violación del
orden constitucional que amenaza la propia existencia del Estado de Derecho, ya que la
Libertad Personal se encuentra consagrada en el artículo 44 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, y nuestros defendidos no fueron aprehendidos ni en
flagrancia ni tampoco en cumplimiento de una orden de aprehensión emitida por un
Tribunal de la República.
En virtud de todo lo anterior, lo más ajustado y apegado a derecho, es que este digno
tribunal de conformidad a lo establecido en el artículo 25 de la Constitución Nacional y los
artículos 174,175 y 179 del Código Orgánico Procesal Penal, declare la nulidad de estas
actuaciones, las cuales a todas luces, violan derechos y garantías consagradas en nuestra
Ley Fundamental, como son los artículos: 44 y 49, este último referente al debido proceso.
Por ello, estima la Defensa, que la única manera de solventar este atropello, es declarando
la nulidad absoluta del procedimiento, así como la nulidad en la aprehensión del imputado,
para reparar así la seguridad jurídica infringida.

En tal sentido, es importante resaltar cual es el criterio de la Sala Constitucional del


Tribunal Supremo de Justicia, en relación a las Nulidades:
“El Código Orgánico Procesal Penal contempla en el capítulo II…referido a los actos
procesales y las nulidades, un capítulo referido exclusivamente al instituto procesal
de las nulidades…este es un principio que va a regir durante todas las etapas del
proceso, e inclusive hasta más allá de la sentencia definitivamente firme…Este
principio guarda estrecha vinculación con el contenido del artículo 49 ordinal 8 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, donde se advierte la
posibilidad de solicitar al Estado el restablecimiento o reparación de la situación
viciada por error judicial, retardo u omisión injustificados. Lo cual significa que
aquellos actos de fuerza, usurpación, así como los ejercidos en franca contrariedad a
la ley, acarrean ineficacia, nulidad de lo actuado…” (Sentencia N°111 de la Sala
Constitucional del TSJ, de fecha 29 de enero del 2002, con ponencia del Magistrado
Antonio García García).

Siendo el derecho a la defensa una de las características del debido proceso, consagrado en
el artículo 49, numeral 1 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; en el
artículo 12 del Código Orgánico Procesal Penal; en el artículo 8, ordinal 2º, literal g, del
Pacto de San José de Costa Rica y en el artículo 14, ordinal 3º, literal g, del Pacto
Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, ambos derechos inviolables en todo
estado y grado de la investigación y del proceso, solicitamos muy respetuosamente a este
digno Tribunal, la nulidad de las actuaciones del procedimiento, y la libertad plena de
nuestros defendidos.
PROMOCIÓN DE TESTIGO
De conformidad con lo establecido en los numerales 1 y 2 del artículo 49 de la Constitución
Nacional, los artículos 8, 12, 13, 105, 127 y 311 del Código Orgánico Procesal Penal, esta
Defensa promueve como testigos:

1.- XXXXXXXXXXXXXXXX, titular de la cédula de identidad N° XXXXXXXXXXX,


residenciado en _____________________________________parroquia XXXXXXX,
Municipio XXXXXXXXXX, Estado XXXXXXXXXXX, número telefónico:
XXXXXXXXXXX. Su testimonio es de gran pertinencia, ya que el mismo es
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
el progenitor de los imputados, vive con ellos y conoce de la relación existente
XXXXXXXXXXXXXXXX entre el imputado y la presunta víctima. Además tiene
información de cómo ocurrieron los hechos y de cómo se ha desarrollado la actuación de
los funcionarios policiales.

2.- XXXXXXXXXXX, titular de la cédula de identidad N° V-XXXXXXXX, residenciada


en _____________________________________parroquia XXXXXXX, Municipio
XXXXXXXXX, Estado XXXXXXXXXXX, número telefónico: XXXXXXXXXXX. Su
testimonio es de gran pertinencia, ya que la misma es
_________________________________________________________________________
_________________________________________________________________________
la progenitora de los imputados, vive con ellos y conoce de
XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX. Además tiene información de
cómo ocurrieron los hechos y de cómo se ha desarrollado la actuación de los funcionarios
policiales.

II
Quebrantamiento del ordinal 2º del artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal,
que exige una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho punible que se
atribuye al imputado.
Del escrito de Acusación Fiscal, se deduce la ineficiente relación de los hechos con
respecto a nuestros defendidos, alejándose de las preeminencias establecidas por nuestro
legislador en el artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal, que dice:
“…Cuando el Ministerio Público estime que la investigación proporciona
fundamento serio para el enjuiciamiento público del imputado, presentará la
acusación ante el tribunal de control.
La acusación deberá contener: “…omissis…” 2º Una relación clara, precisa y
circunstanciada del hecho punible que se atribuye al imputado;…”.

Es extremadamente importante que en la respectiva acusación, se dibuje con lujo de


detalles el hecho imputado, pues este es el eje del debate; lo cual debe contener todos los
fundamentos fácticos, es decir la descripción del hecho atribuido al acusado. El relato
correlacionado y correcto de los hechos adquiere relevancia en nuestro sistema acusatorio,
el cual tiene su fuente en el derecho del justiciable de conocer las razones de hecho y de
derecho, en el cual se basa la imputación, por lo que es absolutamente necesario precisar
los hechos, a los fines de que se pueda ejercer el derecho a la defensa y no enervar los
derechos y garantías del justiciable.

En el caso que nos atañe, la acusación no contiene una determinación exacta de lo ocurrido
sino una vaga descripción. Es decir, la Vindicta Publica fundamenta su afirmación en una
exposición de forma genérica, imprecisa y vaga sin expresar en forma CLARA, PRECISA
Y CIRCUNSTANCIADA, cual fue la participación que hayan podido realizar los
defendidos de auto; para así subsumirla en el verdadero tipo penal por el que se le pretende
acusar.

En tal sentido, esta Defensa no entiende como se trata de relacionar a nuestros defendidos
con un de delito que no puede sustentarse bajo fundamentos serios, ya que de la narración
realizada por el representante de la Vindicta Publica en su escrito acusatorio, no se indica
en que consistió la supuesta participación de nuestros defendidos en el hecho, y mucho
menos se determinan bajo que circunstancias.
Realicemos un análisis de la forma como la representación fiscal narra los hechos:

“CAPITULO II
DE LOS HECHOS

“El presente proceso se inicia en fecha 04/01/2019, a propósito de llamada a la


División Contra Robos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y
Criminalísticas, mediante la cual le informan que en la urbanización El Rosal del
municipio Chacao del estado Miranda, se había cometido un hecho competencia de
esa División.

Mientras tanto, en la misma fecha horas más tempranas, aproximadamente entre las
01:00 y las 03:00 horas de la tarde, en el edificio Valfer, ubicado en la avenida
Venezuela de El Rosal, tres sujetos desconocidos, dos de ellos ingresan primero y le
indican al encargado de seguridad que se dirigían al piso 1, toda vez que la ciudadana
ANDREA, los estaba esperando para celebrar una reunión, el encargado de
seguridad, quien se encontraba en compañía de otra ciudadana que también labora en
el edificio, logró visualizar a los sujetos sin solicitarle la documentación
correspondiente a la identificación, seguidamente, ya los sujetos en camino a la
referida oficina, ingresa otro sujeto, pero en esta oportunidad el referido ciudadano
portaba casco de seguridad para motorizados, lo que motivó al ciudadano de
seguridad abordarlo e indicarle que debía quitarse el implemento de protección
encefálica y le solicita la identificación para anotar en la hoja de control de visitas,
quedando registrado bajo el nombre de DARWIN HERNANADEZ, ya concluido el
proceso de anotación le es permitida la entrada al sujeto.

En el piso 1 del edificio en cuestión opera la oficina administrativa de una empresa


llamada TRADER COCOA, y ya reunidos los tres sujetos proceden a tocar la puerta,
llamado que fue atendido por parte del personal que allí labora, no obstante, por ser la
hora post almuerzo, en la oficina no se encontraba todo el personal. Ya abierta la
puerta principal, los tres sujetos desenfundan sendas armas de fuego y someten al
personal que se encontraba y bajo amenaza de atentar en contra de sus vidas, le exige
entregar todas sus pertenencias, entre ellas teléfonos celulares y equipos de
computación, de la misma manera le exigen información relacionada al lugar donde
se guardan los dólares producto de la utilidad generada por la actividad de la empresa,
los antisociales, luego de amordazar a los presentes, registran todos los sitios de la
oficina, en la medida que iba llegando el personal que se encontraba en la calle fueron
repitiendo el ejercicio, sometiéndolos y obligándolos a permanecer en uno de los
cubículos. El episodio se mantuvo por más de dos horas, terminando con un saldo de
varios teléfonos celulares, equipos de computación y una cantidad considerable de
divisa extranjera, específicamente dólares americanos. Muchas de las personas que
fueron objetos de este robo pudieron ver los rostros de los sujetos, e incluso, muchos
aseguran que uno de ellos mantenía una comunicación constante con otra persona a
quien le daba el reporte de lo que sucedía y el avance del robo, ya para finalizar y
retirarse el lugar le indicaron a las víctimas que debían esperar al menos el transcurrir
de media hora o de lo contrario activarían un artefacto explosivo que estaba siendo
manipulado por otro sujeto que se encontraba en las afuera de la edificación,
advirtiendo conocer ubicación de la residencia de ANDREA y atentar en contra de
sus hijas. Por su parte, por ser un día de operatividad para la empresa, los mensajeros
que conforman funcionalidad del intercambio comercial comenzaban a llegar
encontrándose que las puertas estaban principales estaban cerradas y deciden
participar de la novedad al encargado de seguridad y a la encargada del condominio
quienes buscaron ayuda de algún cuerpo policial, logrando, en definitiva liberar de
las tensiones a las victimas quienes creían que los sujetos se encontraban por las
adyacencias del edificio.

Con el panorama más claro, se apersona una comisión de la División Contra Robos
del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales Y Criminalísticas, con la finalidad
de realizar las primeras pesquisas con el fin de esclarecer el hecho ocurrido en
intentar de identificar a los responsables, una vez culminada la actividad investigativa
en el sitio del suceso los investigadores se retiran del lugar no sin antes invitar a los
afectados a la sede del despacho policial con el objeto de ser entrevistados y aportar
información que oriente la investigación.

Como parte de la investigación las pesquisas, comienzan a realizar un estudio del


tránsito comunicacional de las antenas que brindan señal telefónica en el lugar de los
acontecimientos y determinan dos números que se mantuvieron intercambiando
comunicación entre sí durante el desarrollo del asalto y posteriormente emiten señal
en la misma dirección. Con este resultado y las entrevistas tomadas en sede policial,
los funcionarios policiales pudieron armar hipótesis de los posibles escenarios que se
presentaron en esa fecha y a esa hora, comparándolo, por su modus operandi, con
otro caso de similares circunstancias llevados por el cuerpo detectivesco, llegando a
la conclusión de que se trata de las mismas personas y al obtener los datos de
identificación de los titulares de las líneas telefónicas proceden a trasladarse hasta las
direcciones aportadas por las compañías de telefonía con la finalidad de ubicar a estos
titulares de manera de obtener la información de primera mano de quienes pueden ser
los perpetradores. En los mismos términos paralelo a esta investigación, continúan
con el análisis de la actividad telefónica y concluyen que los números involucrados en
el hecho punible frecuentan un lugar llamado La Laguna de Catia e implementan un
dispositivo de vigilancia constante en el sector. En fecha 10/01/2019, como parte de
la estática montada en el lugar observan a un vehículo del que descienden tres sujetos
al que se le sumo otro que conducía un vehículo tipo motocicleta y al observar las
características fisonómicas llegan a la conclusión que son similares a las aportadas
por las victimas entrevistadas, antes, los funcionarios habían realizado una consulta
en las adyacencias del sector con moradores y transeúntes quienes, otras cosas les
manifestaron que en el sector opera una banda llamada los empresarios liderada por
un sujeto a quien apodan como “EL BAFI”, que se dedica al robo de empresas.

Ante esta situación, los pesquisas, al ver que los sujetos podrían eventualmente estar
relacionados con la investigación, deciden abordarlos, no sin antes identificarse como
funcionarios activos del ente de investigación, y al practicarle la inspección corporal
logran incautar varios equipos telefónicos y electrónicos que al ser consultados
responden a las características de los que fueron manifestados por las víctimas, razón
por la cual consideraron que se encontraban en presencia de los responsables del
hecho investigado y deciden trasladar a los sujetos, conjuntamente con los vehículos a
la sede del despacho policial en donde notifican al Ministerio Publico del
procedimiento practicado, colocando, posteriormente a los ciudadanos a la orden de
los tribunales de este circuito judicial, en donde se celebró la audiencia para oír al
aprehendido en la que el Fiscal del Ministerio Publico considero, de acuerdo al
contenido de las actas, como la presunta comisión del delito de ROBO AGRAVADO,
en consecuencia solicito, en primer lugar que fuera acogida la calificación
provisional, que la investigación se llevara a través de las pautas del procedimiento
ordinario y que fueron impuestos los imputados de una Medida de Privación Judicial
Preventiva de Libertad. El petitorio fiscal fue declaro con lugar, por parte del
Juzgador”.

Ante esta narración de los hechos por parte de la representación del Ministerio Público,
genérica, vaga, llena de imprecisiones, la defensa se hace las siguientes preguntas:

¿Cuáles son los hechos que realmente se le imputan a nuestros patrocinados?


¿En que consistió la supuesta participación de nuestros defendidos en el delito por el cual
se les acusa?
¿Quiénes supuestamente participaron en los hechos?
¿Cuál fue la supuesta participación de nuestros defendidos en los hechos?
¿Cuáles son los elementos en que se sustenta el Fiscal del Ministerio Público para el
establecimiento de los hechos?
¿Cuáles son los números telefónicos que supuestamente permiten dar con la identificación
de los responsables del hecho punible?
¿De qué forma estos números telefónicos se encuentran vinculados o relacionados con
nuestros defendidos?
¿A quién o quienes pertenecen o se encuentran asignados los números telefónicos?
¿Cómo llega a la conclusión el Ministerio Público de que nuestros defendidos participaron
en ese hecho delictivo?
¿Sin haber podido especificar en que ha consistido la participación de cada uno de los
imputados en la supuesta comisión de un delito, como piensa subsumirlo la representación
Fiscal en la norma penal?
¿Acaso no hace referencia el propio Ministerio Publico en la narración de los hechos del
escrito acusatorio a “tres sujetos desconocidos”?
¿De qué forma el Ministerio Público intenta vincular a nuestros defendidos con un supuesta
banda liderada por alguien a quien apodan El Bafi?.

En fin, son una serie de interrogantes que no solo dejan en entredicho la supuesta
investigación llevada a cabo por la representación del Ministerio Público en este caso, sino
que además, denota en la Acusación Fiscal una falta de fundamentos serios como lo exige
nuestro Código Adjetivo Penal en su artículo 308.

En la narración sobre los hechos realizada por el Ministerio Público en su escrito


acusatorio, no se establece en que consistió la participación de nuestros defendidos en el
hecho delictivo, por lo tanto, tampoco se individualiza la participación de los imputados, y
mucho menos se establecen responsabilidades ni grados de participación. Incumpliéndose
de este modo la exigencia establecida en el Código Orgánico Procesal Penal en cuento a
una “relación clara precisa y circunstanciada del hecho punible que se atribuye al
imputado”, violándose de esta forma el principio que establece que la responsabilidad penal
es individual.

En fin, no es posible a través de esta acusación fiscal, llena de irregularidades,


contradicciones y deficiencias en cuanto a la narración de los hechos, precisar de forma
clara como se llega a la conclusión de la participación de nuestros defendidos en los
hechos objeto del presente proceso, tampoco cuál ha sido la conducta despegada por los
imputados, y muchos menos tener claridad en cuanto a las circunstancias en que sucedieron
los hechos.

Así las cosas, es importante señalar que el requisito establecido en el numeral segundo del
artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal, RESULTA DE UNA VITAL
IMPORTANCIA a los fines del ejercicio del Derecho a la Defensa, toda vez que al ser la
acusación la que en buena medida determina él limite fáctico del debate o juicio oral, es
imprescindible que en el respectivo escrito acusatorio se refiera o relaten los hechos
atribuidos a los imputados de la manera más clara y pormenorizada que sea posible, sin
contradicción o ambigüedad; pues de lo contrario, la Defensa no tendría oportunidad de
saber el verdadero contenido y alcance de la controversia que se ventilaría en el juicio oral.

Permitir al Ministerio Público una narración vaga o generalizada constituiría una clara
VIOLACION DE NORMAS DE RANGOS CONSTITUCIONALES, como la consagrada
en el ordinal 1° del artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, así como VIOLACION DE NORMAS DE CARÁCTER LEGALES
consagrada en el artículo 127 ordinal 1º del Código Orgánico Procesal Penal, que unidos
entre sí, prevén el Derecho que tiene el imputado a ser notificado de los cargos que se le
imputan, cuyo incumplimiento es una clara violación del Debido Proceso que conlleva al
ESTADO DE INDEFENSION, pues el Ministerio Público tendría la posibilidad de alegar y
probar cualquier tipo de circunstancia o modalidad que pudiera “PARECERSE” a la
generalización efectuada en su narración aun cuando todas las circunstancias puedan ser
desconocida para la defensa.

Aunado a lo antes expuesto, es doctrina del Ministerio Público, con relación a este punto de
la acusación Fiscal que los escritos deben contener:
“…Los elementos expuestos deben concatenar entre sí, de manera que pueda
apreciarse claramente su coherencia, estableciéndose de modo claro la relación entre
los elementos de convicción y los hechos previamente narrados, mediante la
manifestación expresa de los razonamientos utilizados para establecer tal vinculación.
UNA INADECUADA FUNDAMENTACION PODRIA GENERAR DUDAS,
TANTO EN LA DEBIDA CALIFICACION DEL DELITO…COMO EN LA
RESPONSABILIDAD DEL IMPUTADO…” (FISCAL GENERAL DE LA
REPÚBLICA. FECHA 28 DE NOVIEMBRE 2002. Nº DFGR-DVFGR-DGAJ-DRD-
3-2001-004).

En cuanto a la doctrina, el Dr. Eric Pérez Sarmiento en su obra Comentarios al Código


Orgánico Procesal Penal señala:
“Es particularmente importante que en el ordinal 2° se dibuje con todo lujo de
detalles el hecho imputado, pues éste es el eje del debate. La descripción del hecho
debe contener los fundamentos fácticos de agravantes y atenuantes. Pues de ello
depende la legalidad del juzgamiento, el debido proceso, el derecho a la defensa y la
defensa de los intereses de la víctima y de la sociedad.”
En consecuencia no puede deducirle responsabilidad penal, por un hecho que ha sido
atribuido por impreciso a nuestros defendidos lo que representa que la presente causa debe
desestimarse y en consecuencia, dictar el correspondiente SOBRESEIMIENTO de la
causa, conforme a lo dispuesto en el artículo 34 numeral 4 del Código Orgánico Procesal
Penal.

III

Quebrantamiento del ordinal 3º del artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal,
con respecto a los fundamentos de la imputación.

Después de una minuciosa revisión de la misma se desprende que la fundamentación de la


acusación no cumple con lo dispuesto en el ordinal 3º del artículo 308 del Código Orgánico
Procesal Penal, el cual dispone:
"... la acusación deberá contener:
... 3º Los fundamentos de la imputación, con expresión de los elementos de
convicción que la motivan...".

De los cuarenta y cuatro (44) elementos de convicción que contiene el escrito de acusación
fiscal, no se precisa ninguno que permita vincular a nuestros patrocinados con algún hecho
punible.

Tanto en las Actas de Transcripción de novedad policial de fecha 04/01/2019, suscrita por
el funcionario Jorge Ochoa, adscrito a la División Contra Robos del Cuerpo de
Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) como en el Acta de
Investigación Penal de la División Contra Robos adscrita al Cuerpo de Investigaciones
Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) de fecha 04 de enero de dos mil diecinueve
(2019), y suscrita por el funcionario Detective Agregado Vicmel Díaz adscrito a la jefatura
de investigación de esta División, lo que se puede verificar es que se produjo un hecho
delictivo, pero no se puede establecer o identificar a los responsables del hecho punible.

De los elementos de convicción presentes en el escrito acusatorio, veintiocho (28) se


refieren a entrevistas realizadas(muchas ampliadas posteriormente) a las víctimas y testigos
del hecho punible: Andrea, Guadalupe, Julián, Alfredo, Oswaldo, Nayelis, Cindy,
Kimberly, Javier, José, Ingelbert, Emmanuel, Thauly, Iraida, Walter, Henry, Anyelin y
Markielis, donde se deja claro que no conocen la identificación de los sujetos que
perpetraron el hecho punible, y ni siquiera tienen sospecha de quien podría ser la persona
que supuestamente, les dio la información a los responsables del hecho.

En cuanto al Acta de Investigación Penal de fecha 06/01/2019 suscrita por el funcionario


Jorge Ochoa, adscrito a la División Contra Robos del Cuerpo de Investigaciones Científicas
Penales y Criminalísticas (CICPC), lo que permite es identificar el contacto telefónico entre
dos abonados durante la comisión del hecho punible, que en nada se vincula con nuestros
defendidos.

La experticia de Regulación Prudencial de fecha 07/01/2019, suscrita por el funcionario


Henyerson Salaverria, adscrito a la División Contra Robos del Cuerpo de Investigaciones
Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC), lo que permite es estimar el valor de los
teléfonos que fueron despojados a las víctimas, pero en nada vincula a nuestros defendidos
con el hecho punible.

El Acta de Inspección Técnica de fecha 04/01/2019, practicada por la funcionaria Marilin


Briceño, adscrita a la División Contra Robos del Cuerpo de Investigaciones Científicas
Penales y Criminalísticas (CICPC), lo que permite es describir las características del lugar
donde ocurrieron los hechos, pero en nada vincula a nuestros defendidos con el hecho
punible.
En relación al Acta de Investigación Penal de fecha 08/01/2019 suscrita por el funcionario
Jorge Ochoa, adscrito a la División Contra Robos del Cuerpo de Investigaciones Científicas
Penales y Criminalísticas (CICPC), lo que permite es identificar a los titulares de las líneas
telefónicas que estuvieron involucradas en el hecho, pero en nada vincula a nuestros
defendidos con el hecho punible.

En cuanto al Acta de Entrevista de fecha 09/01/2019 realizada en sede policial a la


ciudadana Betania, lo único que se demuestra es que es la pareja del ciudadano Harinson
Wilmer García, pero en nada lo vincula con el hecho punible investigado.

En relación al Acta de Investigación Policial de fecha 10/01/2019 y suscrita por el


funcionario Franklin Blanco, adscrito a la División Contra Robos del Cuerpo de
Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, en la que expresa haberse constituido
en comisión conjuntamente con los funcionarios Jorge Ochoa, Jean Niño, Rubén Guerra,
Vicmel Díaz, Darry Ramírez, Omar Salas y Pedro Ortuño, en la que se deja constancia de
la aprehensión de los hoy imputados, lo que permite es probar una franca violación de
orden constitucional, ya que sin encontrarse estos ciudadanos cometiendo un delito
(Flagrancia) o haber emanado por parte de un Tribunal de la República una orden de
aprehensión, nuestros defendidos son privados ilegítimamente de su libertad por parte de
estos funcionarios policiales. En una clara violación al artículo 44 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela. Pero en nada vincula este hecho arbitrario e ilegal a
nuestros defendidos con el hecho punible que se investiga.

Las Actas de Inspección Técnicas de fecha 10/01/2019, practicada por los funcionarios
Darri Ramírez y Pedro Ortuño, ambos adscrito a la División Contra Robos del Cuerpo de
Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, donde se describe el sitio del suceso
donde fueron recabados el vehículo automotor y la motocicleta el día que aprehenden a los
imputados, lejos de vincular a los mismos con el hecho punible que se investiga, es una
prueba fehaciente de su condición de víctima ante la vulneración de derechos de rango
constitucional, donde se configura el delito de privación ilegítima de libertad, además del
derecho a la propiedad privada.
El Acta de Entrevista de fecha 10/01/2019 tomada en sede policial al ciudadano Jesús,
lejos de vincular a los hoy imputados con el hecho punible que se investiga, es una prueba
más de la condición de víctima que tienen ante la vulneración de derechos de rango
constitucional, donde se configura el delito de privación ilegítima de libertad.

Acta de Investigación Policial, suscrita por el funcionario Franklin Blanco adscrito a la


División Contra Robos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas,
donde se afirma que un ciudadano de nombre Alfredo Gómez Rojas tuvo participación en
los hechos que se investigan, pero en donde no se vincula a nuestros defendidos.

En cuanto a la Experticia de Avalúo Real y de Reconocimiento Técnico de fecha


10/01/2019 suscrita por los funcionarios expertos: Henyerson Salaverria y Rosa Torres,
adscrito a la División Contra Robos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y
Criminalísticas, lo que permite es establecer la existencia de unos equipos telefónicos y una
bolsa de plástico elaborada en material sintético, metal y vidrio color negro, los cuales no
demuestran la participación de nuestros defendidos en el hecho objeto de la presente
investigación.

Al revisar los cuarenta cuatro (44) elementos de convicción presentados en el escrito


acusatorio, es fácil concluir, que de la investigación realizada por parte del representante
del Ministerio Publico, no se consiguieron elementos que involucren a nuestros
patrocinados en ningún hecho punible.

Los elementos de convicción presentados permiten concluir la ocurrencia de un hecho


delictivo, pero no quienes son los responsables. Es decir, no existen elementos de
convicción que señalen a nuestros defendidos, y mucho menos que permitan determinar de
forma individual en que consistió su participación en el hecho delictivo.
En virtud de lo antes expuesto, es por lo que solicitamos al ciudadano Juez NO ADMITA la
acusación propuesta y dicte el correspondiente, SOBRESEIMIENTO de la causa, conforme
a lo dispuesto en el artículo 34 numeral 4° del Código Orgánico Procesal Penal.

IV
Quebrantamiento del ordinal 4º del artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal,
referido a la expresión de los preceptos jurídicos aplicables.

Con respecto al numeral 4° del artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal, observa
esta Defensa que dicho ordinal prevé la adecuación típica, entre los hechos ocurridos y la
norma sustantiva vigente, para considerar que dicha acción se encuentra prevista como
delito.

Al respecto, el Juez de Control en uso de sus facultades, debe observar que los Actos
Procesales sean suficientes por si mismos para ofrecer elementos de convicción para
admitir, no solo la acusación, si no la Calificación Jurídica y el Grado de Participación que
debe atribuírsele a los imputados. Del análisis del Escrito Acusatorio que nos compete, no
se desprende ni una relación clara, precisa y circunstanciada de los hechos punibles que se
le atribuyen a los imputados, ni mucho menos, fundados elementos de convicción que
motiven la imputación.

Esta Defensa no se explica, en que se fundamenta el representante del Ministerio Público


para acusar a nuestros defendidos: Harinson Wilmer García y Leivan Yohenis Bello Pino,
de los delitos de: Robo Agravado y Agavillamiento, previstos y sancionados en los
artículos 458 y 286 del Código Orgánico Procesal Penal, cuando por un lado, el Fiscal del
Ministerio Público no logra establecer de ninguna forma una relación clara, precisa y
circunstanciada del supuesto hecho punible, que permita determinar cuál ha sido la
conducta desplegada o hechos realizados por nuestros patrocinados que puedan subsumirse
en algún tipo penal; y por otro lado, tampoco existen elementos de convicción que vinculen
a nuestros defendidos, de ninguna manera, en la comisión de algún hecho punible.
Es importante resaltar, que el hecho punible debe surgir de una lógica relación de los
hechos y el derecho y los aspectos que fundamenten ambos, y en el caso que nos ocupa no
ha ocurrido así ya que la Fiscalía se limitó únicamente en la normativa a aplicar, sin realizar
siquiera un breve análisis de los hechos y de la supuesta participación de nuestros
representados. No realiza el Fiscal del Ministerio Público un análisis de las normas cuya
aplicación se solicita y su relación de correspondencia con lo acontecido, en otras palabras,
una correcta adecuación de los hechos con la norma jurídica aplicable, que permita
subsumir la supuesta conducta ilícita con el tipo penal que se señala. En tal sentido, se
pregunta esta Defensa:

¿Cómo y bajo que fundamentos pretende el Ministerio Público demostrar la participación


de nuestros defendidos en los delitos de Robo Agravado y Agavillamiento?

¿De qué manera se podría subsumir la conducta desplegada por nuestros defendidos en un
tipo penal sin que en el escrito acusatorio se describa e individualice cual fue la actuación
realizada por cada uno de ellos?

Importante resaltar lo que plantean los autores Hernando Grisanti Aveledo y Andrés
Grisante Franceschi en su Manual de Derecho Penal, en cuanto a la tipicidad:
“Tipicidad: Es un elemento del delito que implica una relación de perfecta
adecuación, de total conformidad, entre un acto de la vida real y un tipo penal.
Entendemos por tipo penal o legal, cada una de las descripciones incriminantes de la
ley penal. La tipicidad es, en otros términos, la adaptabilidad de un acto a un tipo
legal”. (Grisanti, 2008, pág. 11)

Nuestra Constitución Nacional, establece en su artículo 49 numeral 6, lo siguiente con


respecto al Principio de Legalidad Sustantiva:
“Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no fueren previstos
como delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes”.

Es decir, se refiere al principio de tipicidad como una garantía al debido proceso “Nullum
crimen nulla poena sine lege”.
Así las cosas, queda claramente establecido, la importancia que le da tanto la doctrina como
la jurisprudencia nacional, a la determinación del Principio de Legalidad Sustantiva, a la
Tipicidad como aquella relación de perfecta adecuación entre el acto de la vida real y el
tipo penal, aunado a que los jueces, en su apreciación sobre las circunstancias agravantes,
deben explicar las razones de hecho y de derecho.

Asimismo se resalta la trascendencia e importancia tanto de la función que ejerce el Juez


de Control, como del propósito que tiene la realización de la Audiencia Preliminar. En esta
fase del proceso no solo se debe depurar el procedimiento sino que también el Juez debe
ejercer el control respecto a la Acusación interpuesta por la Vindicta Pública.

No habiendo una relación clara, precisa y circunstanciada de los hechos objeto del presente
proceso, ni elementos de convicción que señalen a nuestros defendidos, ¿cómo se pueden
subsumir los hechos en el tipo penal? ¿Cómo se hace ese ejercicio lógico y coherente de
encuadrar los hechos en la norma que describe el delito?

Es por estas razones que consideramos, que el escrito Acusatorio contraviene los requisitos
que exige la Ley, y al no existir los Fundamentos para que la misma sea admitida y se
ordene el enjuiciamiento de nuestros defendidos, por contravenirse lo dispuesto en el
Articulo 308 Numeral 4 del Código Adjetivo, es por lo que solicitamos se desestime la
presente acusación y se SOBRESEA LA CAUSA de conformidad con el Artículo 34
Numeral 4 Código Orgánico Procesal Penal.

V
Quebrantamiento del ordinal 5º del artículo 308 del Código Orgánico Procesal Penal,
referido al ofrecimiento de los medios de prueba que se presentaran en el juicio, con
indicación de su pertinencia y necesidad.
En este capítulo referente al ofrecimiento de la pruebas, la Fiscalía Sexagésimo Segundo
(62°) de la Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas con Competencia
Plena incurre en varias irregularidades que hacen improcedente la admisión de dichas
pruebas por ser ilícitas según lo establece el artículo 181 del Código Orgánico Procesal
Penal.
Artículo 181. Los elementos de convicción sólo tendrán valor si han sido obtenidos
por un medio lícito e incorporados al proceso conforme a las disposiciones de este
Código.
No podrá utilizarse información obtenida mediante tortura, maltrato, coacción,
amenaza, engaño, indebida intromisión en la intimidad del domicilio, en la
correspondencia, las comunicaciones, los papeles y los archivos privados, ni la
obtenida por otro medio que menoscabe la voluntad o viole los derechos
fundamentales de las personas. Asimismo, tampoco podrá apreciarse la información
que provenga directa o indirectamente de un medio o procedimiento ilícitos.

Por ello nos oponemos a la admisión de las siguientes pruebas promovidas por el
Ministerio Público por adolecer de vicios de ilgalidad:

1.- El Acta Policial y la deposición de los funcionarios siguientes: Franklin Blanco, Jorge
Ochoa, Jean Niño, Rubén Guerra, Vicmel Díaz, Darry Ramírez, Omar Salas y Pedro
Ortuño, adscrito a la División Contra Robos del Cuerpo de Investigaciones Científicas
Penales y Criminalísticas, quienes participaron en la aprehensión de los hoy imputados, en
virtud de que ese procedimiento se realizó en una flagrante violación de derecho
constitucionales como el establecido en el artículo 44 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela referido a la inviolabilidad de la libertad personal, ya que sin
encontrarse estos ciudadanos cometiendo un delito (Flagrancia) o haber emanado por parte
de un Tribunal de la República una orden de aprehensión, nuestros defendidos son privados
ilegítimamente de su libertad por parte de estos funcionarios policiales.

2.- El Acta de Investigación Policial y la deposición del funcionario Franklin Blanco,


adscrito a la División Contra Robos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y
Criminalísticas, donde se afirma que un ciudadano de nombre Alfredo Gómez Rojas tuvo
participación en los hechos que se investigan, por no ser útil, ni pertinente ni necesario, ya
que nada tiene que ver con la presente investigación.
3.- El Acta de Inspección Técnicas y la deposición del funcionario Darri Ramírez, adscrito
a la División Contra Robos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y
Criminalísticas, donde se describe el sitio del suceso donde fue recabado el vehículo
automotor el día que aprehenden a los imputados, en virtud de que ese procedimiento se
realizó en una flagrante violación del derecho constitucional establecido en el artículo 44 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela referido a la inviolabilidad de la
libertad personal, ya que sin encontrarse estos ciudadanos cometiendo un delito
(Flagrancia) o haber emanado por parte de un Tribunal de la República una orden de
aprehensión, nuestros defendidos son privados ilegítimamente de su libertad.

4.- El Acta de Inspección Técnicas y la deposición del funcionario Pedro Ortuño, adscrito a
la División Contra Robos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y
Criminalísticas, donde se describe el sitio del suceso donde fue recabado la motocicleta el
día que aprehenden a los imputados, en virtud de que ese procedimiento se realizó en una
flagrante violación del derecho constitucional establecido en el artículo 44 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela referido a la inviolabilidad de la
libertad personal, ya que sin encontrarse estos ciudadanos cometiendo un delito
(Flagrancia) o haber emanado por parte de un Tribunal de la República una orden de
aprehensión, nuestros defendidos son privados ilegítimamente de su libertad.

5.-La Experticia de Avalúo Real y de Reconocimiento Técnico, además de la deposición de


la experta Rosa Torres, adscrita a la División Contra Robos del Cuerpo de Investigaciones
Científicas Penales y Criminalísticas, realizada a una bolsa de plástico elaborada en
material sintético, metal y vidrio color negro, en virtud de que ese procedimiento se realizó
en una flagrante violación del derecho constitucional establecido en el artículo 44 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela referido a la inviolabilidad de la
libertad personal.
Estas pruebas descritas y promovidas por el Ministerio Publico no deben ser admitidas de
conformidad a lo que establece nuestro ordenamiento jurídico en materia probatoria en
consonancia además, con lo que establece la teoría de los frutos del árbol envenado.
La teoría de "los frutos del árbol envenenado" es una doctrina que hace referencia a
las pruebas de un delito obtenidas de manera ilícita, las cuales impedirán
posteriormente en el proceso judicial que puedan ser utilizadas en contra de cualquier
persona, en el sentido de que cualquier prueba que directa o indirectamente y por
cualquier nexo esté viciada, debe ser prueba nula.

De las pruebas presentadas por el representante del Ministerio Público en este escrito
acusatorio, no existen medios de pruebas que puedan demostrar en un eventual juicio oral y
público la responsabilidad de nuestros defendidos en ningún hecho punible.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 257 establece lo
siguiente en cuanto a la finalidad del proceso: “El proceso constituye un instrumento
fundamental para la realización de la justicia…”

En otras palabras, no existen fundamentos serios ni medios de pruebas que sustente el


escrito acusatorio, sometiéndose a nuestros defendidos a lo que la doctrina ha denominado,
la pena del banquillo.

En tal sentido, La Sala Constitucional de nuestro Tribunal Supremo de Justicia también se


ha mencionado al respecto. En Sentencia de la Sala Constitucional Nº 1.303, del 20-06-
2005, con ponencia del Magistrado Francisco Carrasqueño López, que señaló:
“Debe esta Sala señalar previamente, que la fase intermedia del procedimiento
ordinario, es de obligatorio agotamiento en el marco del actual sistema procesal penal
venezolano. Dicha fase se inicia mediante la interposición de la acusación por parte
del Fiscal del Ministerio Público, a los fines de requerir la apertura de un juicio pleno.

En tal sentido, esta segunda etapa del procedimiento penal, tiene por finalidad
esenciales lograr la depuración del procedimiento, comunicar al imputado sobre la
acusación interpuesta en su contra, y permitir que el Juez ejerza el control de la
acusación. Esta última finalidad implica la realización de un análisis de los
fundamentos fácticos y jurídicos que sustentan el escrito acusatorio, fungiendo esta
fase procesal entonces como un filtro, a los fines de evitar la interposición de
acusaciones infundidas y arbitrarias.
Es el caso que el mencionado control comprende un aspecto formal y otro material o
sustancial, es decir, existe un control formal y un control material de la acusación. En
el primero, el Juez verifica que se hayan cumplido los requisitos formales para la
admisibilidad de la acusación- los cuales tienden a lograr que la decisión judicial a
dictar sea precisa- a saber, identificación de o de los imputados, así como también
que se haya delimitado y calificado el hecho punible imputado. El segundo, implica
el examen de los requisitos de fondo, en los cuales se fundamenta el Ministerio
Público para presentar la acusación, en otras palabras, si dicho pedimento fiscal tiene
basamentos serios que permitan vislumbrar un pronóstico de condena respecto del
imputado, es decir, una alta probabilidad de que en la fase de juicio se dicte una
sentencia condenatoria; y en el caso de no evidenciarse este pronóstico de condena, el
Juez de Control no deberá dictar el auto de apertura a juicio, evitando de este modo lo
que en doctrina se denomina la “pena del banquillo”.

Por lo que a criterio de esa Sala, es evidente que se debe evitar un juicio innecesario, por
eso se mantiene, que es en la audiencia preliminar donde se materializa el control de la
acusación.

En otra decisión sobre el mismo tema, la Sala Constitucional reforzó el criterio de la


sentencia antes transcrita, agregando que se perseguía evitar acusaciones infundadas, en las
que las pruebas carecieran de suficiente solidez para garantizar un pronóstico de condena.
Por tales razones, ese estado de certeza negativa hacía procedente la sentencia de
sobreseimiento en la audiencia preliminar, y así lo señala en la Sentencia de carácter
vinculante Nº 1676, del 3 de agosto de 2007, con ponencia del Magistrado Carrasqueño
López.

Sobre el mismo tema se ha pronunciado en reiteradas oportunidades nuestro Máximo


Tribunal, compartiendo lo resuelto por la Sala Constitucional en su sentencia Nº 1303 del
año 2005, transcrita anteriormente por quien suscribe, y así tenemos el criterio dado en la
Sentencia Nº 620 de fecha 07-11-2007, de la Sala de Casación Penal, con ponencia del
Magistrado Héctor Coronado Flores, que señaló:
“…El juez no es simple tramitador o validador de la acusación fiscal o del
querellante, porque siendo así, la fase intermedia no tendría sentido. El Juez de
Control en la audiencia preliminar debe garantizar que la acusación se perfeccione
bajo las actas de investigación ejecutadas, preservando el derecho a la defensa e
igualdad entre las partes y ello sólo puede alcanzarse a través del “examen de los
requisitos de fondo en los cuales se fundamenta el Ministerio Público, (…) si dicho
pedimento fiscal tiene basamentos serios que permitan vislumbrar un pronóstico de
condena respecto del imputado, es decir, una alta probabilidad de que en la fase de
juicio se dicte una sentencia condenatoria; y en el caso de no evidenciarse este
pronóstico de condena, el Juez de Control no deberá dictar el auto de apertura a
juicio, evitando de este modo lo que en doctrina se denomina la “pena del banquillo”.

Por todas estas razones consideramos, que el escrito Acusatorio contraviene los requisitos
que exige la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la Ley Adjetiva
Penal, y al no existir los Fundamentos para que la misma sea admitida y se ordene el
enjuiciamiento de nuestro defendido, por contravenirse lo dispuesto en el Articulo 308
Numeral 5 del Código Adjetivo, es por lo que solicitamos se desestime la presente
acusación y se SOBRESEA LA CAUSA de conformidad con el Artículo 34 Numeral 4
Código Orgánico Procesal Penal.

VI
Petitorio

En virtud de lo antes expuesto, y habida cuenta de la no existencia de elementos serios que


fundamenten la acusación fiscal, solicitamos muy respetuosamente de este Tribunal, se
declare con lugar la excepción opuesta, y como consecuencia de ello, la desestimación de la
acusación fiscal, decretándose el sobreseimiento de la causa, conforme a lo establecido en
el artículo 313 ordinal 3° en relación con el artículo 34 numeral 4 del Código Orgánico
Procesal Penal.

Ahora, en caso de que este honorable Tribunal no comparta la solicitud de sobreseimiento


solicitada por la Defensa, entonces se pide:

1.- Se inadmita las pruebas promovidas por la representación del Ministerio Público, por
violar flagrantemente la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y el
Código Orgánico Procesal Penal.

2.- Sean admitidos los testigos promovidos por la Defensa para la realización de un
eventual juicio oral y público.
3.- Se cambie la calificación jurídica por la de aprovechamiento de la cosa proveniente del
delito, establecido en el artículo 470 del COPP.

4.- Se solicita sea sustituida la Medida Judicial Preventiva de Libertad por una menos
gravosa, como una medida cautelar sustitutiva de libertad de posible cumplimiento de
aquellas de las contenidas en el artículo 242 del Código Orgánico Procesal Penal, en
atención a los principios de Libertad, Estado de Libertad, Presunción de Inocencia y
Proporcionalidad consagrados en los artículo 44 numeral 2 y 49 numeral 2 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con los artículos
8, 9, 229 y 230 del Código Orgánico Procesal Penal (COPP).

5.- Finalmente, invocamos el principio de Comunidad de las Pruebas, y hacemos nuestras


las que favorezcan a nuestros defendidos en el Juicio Oral y Público.

Es Justicia, en la ciudad de Los Teques a la fecha de su presentación.

Abg. Oscar Rafael Parra Abg. José Alfredo Tamayo Liendo

I.P.S.A. N° 201.343 I.P.S.A. N° 195.594

También podría gustarte