Uno de los descubrimientos más importantes de Freud es que las emociones
enterradas en la superficie subconsciente suben a la superficie consciente durante los sueños. Freud utiliza sus propios sueños como ejemplos para demostrar su teoría sobre la psicología de los sueños. Freud distingue entre el contenido del sueño "manifiesto" o el sueño experimentado al nivel de la superficie, y los "pensamientos de sueño latentes", no conscientes que se expresan a través del lenguaje especial de los sueños.
Freud mantiene que todos los sueños representan la realización de un deseo
por parte del soñador, incluso los sueños tipo pesadilla. Hay sueños negativos de deseos, donde lo que aparece es el incumplimiento de un deseo. Para esto se dan varias explicaciones, entre las cuales está la satisfacción de una tendencia masoquista. No obstante, los sueños son realizaciones disfrazadas de deseos reprimidos. Según su teoría, la "censura" de los sueños producen una distorsión de su contenido. Así que lo que puede parecer ser un conjunto de imágenes soñados sin sentido puede, a través del análisis y del método "descifrador", ser demostrado ser un conjunto de ideas coherentes. Freud propone que al valor del análisis de los sueños se radica en la revelación de la actividad subconsciente de la mente.
Para Sigmund Freud, las experiencias tempranas de la infancia son claves en el
posterior desarrollo del psiquismo humano y consideraba que lo vivido en esta etapa, especialmente los deseos reprimidos y los traumas, protagonizaban en gran medida los sueños en la edad adulta. El sueño es la herramienta que utiliza nuestro cuerpo para traer a la memoria consciente lo que se encuentra soterrado y censurado en el inconsciente. Existen tres tipos de sueños según Freud: 1) Los que son fieles a la realidad y hablan de nuestros deseos no reprimidos que son aceptados por la consciencia, aunque en la vida real no se han satisfecho. 2) Los que representan de forma simbólica los deseos reprimidos. Estos son absurdos o poco claros y necesitan ser interpretados para ser entendidos. 3) Los sueños que representan deseos reprimidos pero que aparecen tal cual sin necesidad de estar encubiertos o solo ligeramente. COMO INTERPRETAR LOS SUEÑOS Para interpretar los sueños se utilizaba la asociación libre y la ayuda del paciente es indispensable: se atendía a los elementos más significativos o a los que llamaran más la atención del paciente y se le pedía que dijera las ocurrencias que asociaba a dichos elementos o situaciones
Freud dividía los sueños en:
1. contenidos manifiestos: se refieren a aquello que se expresa tal cual, en
el sueño, es decir de forma literal. 2. contenidos latentes: son los que no se entienden fácilmente ya que se esconden detrás de simbolismos.
Para interpretar el contenido simbólico se tiene que tener en cuenta aquello
que ha podido provocar el sueño (¿qué le preocupa al paciente?, ¿qué le está pasando en el momento presente?).
También es interesante atender al tono emocional del sueño y preguntarse tanto
por su procedencia como por el sentido que tiene lo soñado en el momento presente. Por último, el analista ayuda a pensar sobre la razón que ha podido llevar a que lo soñado tenga que ser olvidado y reprimido.
Ejercicio de interpretación psicológica de los
sueños Para poder analizar lo que has soñado, necesitas un papel, un bolígrafo y recordar bien el contenido del sueño. Anota lo que has soñado. También es importante apuntar cómo nos hemos sentido durante el sueño (si nos hemos sentido alegres, temerosos, si nos ha disgustado...). Una vez tengamos todo apuntado, debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿Quién había en el sueño? ¿A qué me estaba enfrentando? ¿Cómo ha terminado el conflicto? ¿Cómo me siento tras el sueño?
Con esta interpretación, podemos ir más allá de buscar significados
a las figuras que aparecen (como buscar el significado de soñar con serpientes) y podemos analizar el contenido psicológico de los sueños.