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Análisis de una Mente Brillante

Se describe el diagnóstico del protagonista está referido a la desconexión con la


realidad, al presentar alucinaciones de tipo

auditivas y visuales; sin embargo, su funcionalidad radica en el sentirse salvador


del mundo reconocido e Importante

Las alucinaciones del protagonista le permiten satisfacer dos grandes necesidades,


ya que por un lado las alucinaciones del amigo y la niña, gratifican sus
carencias de proteger y ser protegido, logrando con esto
sentirse querido y acogido por otros; y por otro lado, la alucinación del agente secreto le
permite satisfacer sus necesidades de ser reconocido y sentirse importante por sus
logros. Éstas dos alucinaciones le permitían al
protagonista mantener un equilibrio entre su coherencia y el medio, debido a que en la
real interacción con el medio no lograba sentir gratificación

La inteligencia del protagonista se puede observar en su capacidad para hacerse


cargo de sus propias
Necesidades (alucinaciones) y no verlas como algo externas a él e incontrolables
(egodistónicas). La capacidad
De adaptación del protagonista la vemos principalmente en la flexibilidad de él, al
integrar las alucinaciones a
su forma de ser y aprender a vivir con ellas, con el objeto de interactuar con el
medio de manera más adaptativa
La locura del protagonista se encuentra presente en la interacción con el medio, puesto
que, es el contexto el que le atribuye un significado de “normalidad” o
“anormalidad” el accionar o la manera de vivenciar las
Experiencias de un sistema determinado .Un cambio positivo en el protagonista es
aceptar sus alucinaciones como parte de él, de su propia estructura,
Vivenciándolo como un todo integrado y no como algo ajeno a él, asimilándolas como
una representación de sus miedos y temores.
Jhon Forbes Nash vivía en una dualidad constante producida por su mente teniendo
que diferenciar entre la fantasía y la realidad, debido al padecimiento de su
enfermedad, la esquizofrenia.
Las alucinaciones y los delirios nunca desaparecieron de su vida, pero consiguió
mantenerlas a raya hasta el punto de que, después de años entre psiquiátricos y
médicos, volvió a dar clases de matemáticas y fue galardonado con una de las
menciones más importantes de las ciencias y las artes.

Fue esa misma mente brillante, la que le llevó al reconocimiento mundial, mientras
padecía y luchaba por superar su enfermedad.

La incógnita en la que los lectores están pensando en estos momentos, no obstante,


probablemente sea la siguiente: entonces, ¿en qué quedamos? ¿La esquizofrenia se
cura o no se cura?

Jhon Nash, un ejemplo de superación personal


Gracias a su gran capacidad cognitiva e inteligencia,
Nash aprendió con esfuerzo, paciencia y entrenamiento a diferenciar la
realidad de sus delirios. Fue todo un ejemplo de superación personal.
El Experimento de Pavlov

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