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INDICE

CARATULA..........................................................................................................1

CUERPO...............................................................................................................3

CONCLUSIONES.................................................................................................4
1. INTRODUCCIÓN
Tomando en cuenta un ámbito general, la coerción está a cargo de los órganos
estatales, a quienes se les ha atribuido esta facultad de suspender
preventivamente los derechos de las personas en casos de extrema urgencia o
necesidad, haciendo uso de las denominadas medidas coercitivas (reales y
personales), mismas que alcanzan el protagonismo en los procesos penales, y
sobre su aplicación , el bien se tiene avances también se habla de retrocesos
puesto que la mayoría de veces no se llega a establecer un equilibrio entre
respetar las garantías constitucionales del imputado y las potestades que tiene
el Poder Judicial, en la medida que lleva una correcta consecución de los
procesos lográndose así sus fines.

En la presente investigación desarrollaremos las medidas de coerción personal,


específicamente la medida de prisión preventiva, siendo esta una medida de
carácter personal en la que priva el derecho a la libertad de transito o también
conocida como la libertad ambulatoria, mediante su ingreso en un centro
penitenciario, durante la substanciación de un proceso penal. (Cáceres.J,
2017).

[Agregar la editorial]

Frente a la mala aplicación del requerimiento de prisión preventiva que es


generada por parte del representante del Ministerio Público al presentar
requerimiento de prisión preventiva ante el Poder Judicial sin la correcta
aplicación de sus presupuestos de esa medida de coerción personal; ante ello
ha nacido el interés en la presente investigación de poder determinar que ha
querido decir el legislados en el art. 268° C.P.P en su inc. 1) en lo que
concierne a la existencia de grave infundados elementos de convicción que
permitan acreditar la vinculación entre los hechos materia de imputación y el
imputado en calidad de autor o participe.

Esto dicho, ya que en la realidad han sido declarados fundados requerimientos


de prisión preventiva por parte del órgano jurisdiccional (Poder Judicial) sin
cumplir manera idónea y correcta con los presupuestos de la figura de la
prisión preventiva; y más aún con el primer presupuesto de esta medida de
coerción personal, teniendo en cuenta que ya habido pronunciamiento judicial
respecto de esta medida de coerción personal; como es el caso de la Casación
626-2013-Moquegua la misma que indica el procedimiento de audiencia,
motivación y elementos de prisión preventiva.

¿Existe una correcta aplicación del presupuesto tipificado en el art. 268° inc. 1)
en los requerimientos de prisión preventiva emitidos por la Fiscalía Provincial
Penal corporativa de Ascope durante el periodo 2021?

Siendo nuestro objetivo general: Describir en qué consiste el primer


presupuesto tipificado en el art. 268° inc. 1) desde el punto de vista doctrinario
y jurisprudencial; asimismo tenemos como objetivos específicos: [tienen que
tener 3 puntos específicos]

[Justificación]
2. MARCO TEORICO
2.1 Antecedentes
2.1.1 Antecedentes internacionales [2 a 3 como mínimo]
2.1.2 Antecedentes nacionales [2 a 3 como mínimo]
2.1.3 Antecedentes locales o regionales [2 a 3 como mínimo]
2.1.4 Antecedentes normativos nacionales
2.1.5 Antecedentes jurisprudenciales
2.2 Prisión preventiva
2.3 Primer presupuesto de prisión preventiva de acuerdo al art. 268° inc.
1) del C.P.P

Variable dependiente: la existencia de graves y fundados elementos de


convicción que permitan acreditar la vinculación entre los hechos materia de
imputación y el imputado en calidad de autor o participe

Variable independiente: prisión preventiva

2.1. DEFINICIÓN

Oré Guardia, las tiene en el concepto como “restricciones ante el


desempeño de derechos de uno mismo, su patrimonio del demandado
o terceros que son hechas, mediante un proceso penal, con el objetivo
de poder garantizar los bienes del mismo”

2.2. LA IMPORTANCIA

La importancia de la coerción procesal, radica en uno de los fines


fundamentales del proceso en materia penal, que es determinar como
sucedió en realidad un hecho del pasado, establecido por la ley como
delito e igualmente la responsabilidad de quién lo cometió, en pocas
palabras, está dirigido a buscar la verdad histórica de un suceso
específico. En tal sentido, es que viene a resultad esencial el haberle
otorgado a la justicia para que logre ese objetivo, un poder coercitivo,
mediante la estipulación en el Código Procesal Penal de una serie de
medidas de las cuales, en caso necesario, puede restringir los derechos
del procesado, así como también de terceras personas.

2.3. CARACTERÍSTICAS

(Cáceres, 2017) implanta las siguientes características de coerción


procesal:

 Instrumentales: Consideradas como medios accesorios de


cautela utilizados para la preservación de los fines procesales,
sin que sean decisiones sancionatorias o contengan un
adelanto jurisdiccional respecto al conflicto de por medio.
 Coactivas: Su cumplimiento puede implicar el empleo de la
fuerza pública, pero, al restringirse de derechos
fundamentales, es imprescindible brindar las máximas
garantías del proceso.
 Variables: Se aplica la regla “rebus sic stantibus”; la cual
compone la permanencia o modificación de una medida en
función a la estabilidad o variación de los presupuestos que la
hicieron la más ideal para su elección (págs. 216-218).

Desde otro ángulo, (Rosas, 2009) complementa con otras características:

 Requiere un mínimo de pruebas que justifiquen la adopción de esta


medida, en relación al acusado, además, es legítimo interponer dichas
medidas cuando resulten ser necesarias y no deje otra alternativa al
juzgador.
 La duración de la medida es su nota de provisionalidad, pues si
desaparece el peligro que se trata de evitar, termina también la
prolongación de la medida, (págs. 446-447)

2.4. PRINCIPIOS QUE RIGEN LA ACTIVIDAD COERCITIVA


Estos nacen de la Constitución y los convenios o pactos internacionales
en la relación a los derechos fundamentales de la persona.
2.4.1. Principio de motivación
Se le considera una exigencia constitucional, es decir, la resolución
judicial, que ordena la medida de coerción exige ser fundamentada
acorde con la norma constitucional y los requisitos establecidos por
la ley, por ello, se exige bajo sanción de nulidad, donde contenga
una exposición breve de los hechos, cita de normas transgredidas,
la finalidad que se persigue, los elementos de convicción que
sustentan a la medida, el tiempo de duración y los controles de
ejecución. (Sánchez, 2009).

2.4.2. Principio de jurisdiccionalidad


Las medidas de coerción solo pueden ser dictadas por el órgano
jurisdiccional, a pedido del fiscal o las partes (salvo excepciones)
antes del proceso y durante el mismo, además, el Ministerio Público
se le reconoce alguna medida de coerción como es l orden de
conducción compulsiva, (Sánchez, 2009)

2.4.3. Principio de legalidad


Este principio tiene sustento en el artículo 2 inciso literal b de la
Constitución, esta señala que “No está permitida forma alguna de
restricción de la libertad personal, salvo en los casos previstos en la
ley”. Asimismo, el artículo 2 inciso 24, establece que la detención se
produce por orden judicial o por fragancia. Por ende, se comprende
que las restricciones a la libertad deben estar debidamente
establecidas en la ley, de igual forma el plazo y el procedimiento
deben estar predeterminados. (Neyra, 2011).

2.4.4. Principio de proporcionalidad


Se comprende que debe guarda proporcionalidad con el peligro
procesal existente y éste a su vez se relaciona con el delito doloso
o culposo y la gravedad o no dé la lesión o puesta en peligro del
bien jurídico, entre otros factores propios de la conducta penal y
procesal, cabe señalar que la comisión de un delito de poca
intensidad o considerando leve puede merecer una medida de
coerción de su misma intensidad o proporcionalidad. (Sánchez,
2009).

2.4.5. Principio de excepcionalidad


Su aplicación corresponde cuando fuera absolutamente
indispensable para los fines del proceso penal, de tal manera que l
autoridad jurisdiccional debe de considerar en primer orden la
citación simple y sólo adoptar aquellas otras de mayor intensidad
cuando fuere estrictamente necesario. (Sánchez, 2009)

2.4.6. Principio de necesidad


Parte de la observación sobre la no existencia de una medida
alternativa de similar o igual efectividad de aquella que se pretende
imponer, si existiera esta, debe elegirse aquella que comporte una
menor lesión a derechos que se pretende restringir. (Cáceres,
2016)

2.4.7. Principio de idoneidad


Se refiere a la elección de aquella medida cautelar que sobresalga
por su eficacia cautelar los fines del proceso, pero que, de su vez,
sea la que restringe en menor medida los derechos del procesado
que se pretende limitar. (Cáceres, 2016)

2.5. CLASES
Las medidas de coerción procesal admiten una clasificación y una
respectiva subclasificación que es señalada a continuación:
2.5.1. PERSONALES
a. LA DETENSIÓN
(Casiano Ortiz, y otros, 2020) mencionan que la detención por
fragancia delictiva constituye una injerencia en el derecho a la
libertad personal de los seres humanos, por lo tanto, parece
oportuno realizar algunas precisiones sobre lo que se entiende
no el mencionado derecho fundamental. Así, en la actualidad,
bajo el paradigma de un Estado Constitucional de Derecho, la
libertad se concibe como un derecho consustancial a la
naturaleza humana, siendo reconocido en todos los tratados y
convenios supranacionales como un derecho humano, y en el
ámbito interno, es catalogado como un derecho fundamental.
 Base legal

ARTÍCULO 259.- DETENCIÓN POLICIAL

La Policía Nacional del Perú detiene, sin mandato judicial, a


quien sorprenda en flagrante delito. Existe fragancia cuando:

1. El agente es descubierto en la realización del hecho


punible.
2. El agente acaba de cometer el hecho punible y es
descubierto.
3. El agente ha huido y ha sido identificado durante o
inmediatamente después de la perpetración del hecho
punible, sea por el agraviado o por otra persona que haya
presenciado el hecho, o por medio audiovisual,
dispositivos o equipos con cuya tecnología se haya
registrado su imagen, y es encontrado dentro de los
veinticuatros (24) horas ha producido el hecho punible.
4. El agente es encontrado dentro de las veinticuatro (24)
horas después de la perpetración del delito con efecto o
instrumentos procedentes de aquel o que hubieren sido
empleados para cometerlo o con señales en sí mismo o
en su vestido que indiquen su probable autoría o
participación en el hecho delictuoso.

ARTÍCULO 260.- ARRESTO CIUDADANO


1. En los casos previstos en el artículo anterior, toda
persona podrá proceder al arresto en estado de flagrancia
delictiva.
2. En este caso debe entregar inmediatamente al arrestado
y las cosas que constituyen el cuerpo del delito a la
Policía más cercana. Se entiende por entrega inmediata
el tiempo que demanda al dirigirse a la dependencia
policial más cercana o al policía que se halle por
inmediaciones del lugar. En ningún caso el arresto
autoriza a encerrar o mantener privada de su libertad en
un lugar público o privado hasta su entrega a la autoridad
policial. La policía redactará un acta donde se haga
constar la entrega y las demás circunstancias de la
intervención.

ARTÍCULO 261.- DETENCIPON PRELIMINAR JUDICIAL

1. El Juez de la Investigación Preparatoria, a que


requerimiento del Fiscal, sin trámite alguno y teniendo a la
vista de las actuaciones remitidas por aquel, dicta
mandato de detención preliminar cuando:
a) No se presente un supuesto de flagrancia delictiva,
pero existan razones plausibles para considerar que
una persona ha cometido un delito sancionado con
pena privativa de libertad superior a cuatro años y, por
las circunstancias del caso, puede desprenderse cierta
posibilidad de fuga u obstaculización de la
averiguación de la verdad.
b) El sorprendido en flagrante delito logre evitar su
detención
c) El detenido se fugare de un centro de detención
preliminar.
2. En los supuestos anteriores, para cursar la orden de
detención se requiere que el imputado se encuentre
debidamente individualizado con los siguientes datos:
nombres y apellidos completos, edad, sexo, lugar y fecha
de nacimiento.
3. La orden de detención deberá ser puesta en conocimiento
de la Policía a la brevedad posible, de esta manera
escrita bajo cargo, quien la ejecuta de inmediato. Cuando
se presenten circunstancias extraordinarias puede
ordenarse el cumplimiento de detención por correo
electrónico, telefónicamente u otro medio de
comunicación válido que garantice la veracidad del
mandato judicial. En todos estos casos la comunicación
debe contener los datos de identidad personal de
requerido conforme a lo indicado en el numeral dos.
4. Las requisitorias cursadas a la autoridad policial tienen
una vigencia de seis meses. Vencido este plazo, caducan
automáticamente bajo responsabilidad, salvo que fuesen
renovadas. La vigencia de la requisitoria para los casos
de terrorismo, espionaje y tráfico ilícito de drogas no
caducan hasta la efectiva detención de los
requisitoriados.

ARTÍCULO 262.- MOTIVACIÓN DEL AUTO DE


DETENCIÓN

El auto de detención debe contener los datos de identidad del


imputado, la exposición sucinta de los hechos objeto de
imputación, los fundamentos de hecho y de derecho, con
mención expresa de las normas legales aplicables.

ARTÍCULO 263.- DEBERES DE LA POLICÍA

1. La policía que ha efectuado la detención en flagrante


delito o en los casos de arresto ciudadano, informará al
detenido el delito que se le atribuye y comunicará
inmediatamente el hecho al Ministerio Público. También
informará al Juez de la Investigación Preparatoria
tratándose de los delitos de terrorismo, espionaje y tráfico
ilícito de drogas.
2. En los casos del artículo 2611, sin perjuicio de informar al
detenido del delito que se atribuye y de la autoridad que
ha ordenado su detención, comunicará la medida al
Ministerio Público y pondrá al detenido inmediatamente a
disposición del Juez de la Investigación Preparatoria. El
juez, tratándose de los literales a) y b) del numeral 1 del
artículo 261, inmediatamente examinará al imputado, con
la asistencia de su Defensor o el de oficio, a fin de
verificar su identidad y garantizar el cumplimiento de sus
derechos fundamentales. Acto seguido, lo pondrá a
disposición del fiscal y lo ingresará en el centro de
detención policial o transitorio que corresponda. En los
demás literales, constatada la identidad, dispondrá lo
conveniente.
3. En todos los casos, la Policía advertirá al detenido o
arrestado que le asiste los derechos previstos en el
artículo 71. De esa diligencia se levantará un acta.

ARTÍCULO 264.- PLAZO DE LA DETENCIÓN

1. La detención policial solo dura un plazo de veinticuatro


(24) horas o el término de la distancia.
2. La detención preliminar dura setenta y dos (72) horas.
Excepcionalmente, si subsisten los requisitos
establecidos en el numeral 1) del artículo 261 del
presente Código y se presenten circunstancias de
especial complejidad en la investigación, puede durar un
plazo máximo de siete (7) días.
3. En los delitos cometidos por organizaciones criminales, la
detención preliminar o la detención judicial por flagrancia
puede durar un plazo máximo de diez (10) días.
4. La detención policial o la detención preliminar puede
durar hasta un plazo no mayor de quince días naturales
en los delitos de terrorismo, espionaje, tráfico ilícito de
drogas.

ARTÍCULO 265.- DETENCIÓN PRELIMINAR


INCOMUNICADA

1. Detenida una persona por los delitos de terrorismos,


espionaje y tráfico ilícito de drogas, o por un delito
sancionado con pena superior a los seis años, el Fiscal
podrá solicitar al Juez de la Investigación Preparatoria
que decrete su incomunicación, siempre que resulte
indispensable para el esclarecimiento de los hechos
investigados y por un plazo no mayor de diez días,
siempre que no exceda el de la duración de la detención.
El juez deberá pronunciarse inmediatamente y sin trámite
alguno sobre la misma, mediante resolución motivada.
2. La incomunicación no impide las conferencias en privado
entre el abogado defensor y el detenido, las que no
requieren autorización previa ni podrán prohibidas.

ARTÍCULO 67.- RECURSO DE APELACIÓN

1. Contra el auto previsto en el numeral 1) del artículo 261 y


los que decreten la incomunicación y de detención judicial
en caso de flagrancia procede recurso de apelación. El
plazo para apelar es de un día. La apelación no suspende
la ejecución del auto impugnado.
2. El Juez eleva en el día los actuados a la Sala Penal, la
que resuelve previa audiencia dentro de las cuarenta y
ocho horas de recibidos los autos. La decisión se expide
en audiencia bajo responsabilidad.

a) LA PRISIÓN PREVENTIVA

La Corte Superior de Justicia de Lambayeque ha señalado


que la prisión preventiva, a diferencia del mandato de
detención, es dictada por el Juez de la investigación
preparatoria a solicitud del Ministerio Público, y en audiencia
pública o privada en los delitos de violación o de la libertad
sexual. En estos casos rigen los principios de oralidad,
inmediación y publicidad, salvo las excepciones señaladas.
La medida de prisión preventiva tiene las siguientes
características:

 ES UNA MEDIDA EXCEPCIONAL: La detención de un


imputado es la excepción, siendo la regla general la de
ser procesado con un medida menos gravosa como es el
de comparecencia con restricciones, como: no cambiar
de domicilio, ni ausentarse de él sin conocimiento y
autorización del juez; concurrir a todas las diligencias en
los días en que se le cite por parte de la autoridad judicial
o por el Ministerio Público; la prohibición de concurrir a
determinados lugares de dudosa reputación en donde se
vende alcohol o drogas, las prohibición de comunicarse
con determinadas personas, como por ejemplo la víctima,
siempre que no afecte el derecho de defensa.
 ES UNA MEDIDA PROVISIONAL: Es decir, no es
definitiva y se dicta por un plazo, que no durará más de
nueve meses o más de dieciocho meses tratándose
procesos complejos. Esto quiere decir que vencido el
plazo, sin haberse dictado sentencia de primera instancia,
el Juez de oficio o a solicitud de las partes decretará la
inmediata libertad del imputado, sin perjuicio que se dicte
medidas necesarias para asegurar su presencia en las
diligencias judiciales.
 ES UNA MEDIDA VARIABLE: Como toda medida
cautelar, pues está sujeta a cambios; es decir, puede
cesar si nuevos elementos de convicción demuestran que
no concurren los motivos que determinaron su imposición
y resulta necesario sustituirla por una medida de menos
gravedad. Esto se conoce como cesación de la prisión
preventiva. Si nuevos elementos de convicción ponen en
cuestión los primeros es evidente que la medida ya no
resulta razonable mantenerla y debe ser sustituida. Para
tal caso el Juez, debe tener en consideración,
adicionalmente, las características personales del
imputado, el tiempo transcurrido desde la privación de
libertad y el estado de la causa.
En relación a los presupuestos para dictar esta medida,
el artículo 268 del Código Procesal Penal establece los
siguientes:
“El juez, a solicitud del Ministerio Público. Podrá dictar
mandato de prisión preventiva, si atendiendo a los
primeros recaudos sea posible determinar la
concurrencia de los siguientes presupuestos:
a) Que existen fundados y graves elementos de
convicción para estimar razonablemente la comisión
de un delito que vincule al imputado como autor o
partícipe del mismo.
b) Que la sanción a imponerse sea superior a cuatro
años de pena privativa de libertad; y
c) Que el imputado, en razón a sus antecedentes y otras
circunstancias del caso particular, permita colegir
razonablemente que tratará de eludir la acción de la
justicia (peligro de fuga) u obstaculizar la averiguación
de la verdad (peligro de obstaculización).

Con respecto al primer supuesto (Casiano Ortiz, y otros,


2020) señalan que un primer problema a precisar, no
obstante la claridad del dispositivo, tiene que ver con el
punto de referencia para discutir los elementos de
convicción, esto es la imputación de la “comisión de un
delito que vincule al imputado como autor o partícipe del
mismo”; en efecto, el debate de los elementos de
convicción tiene como base de discusión a la imputación
concreta, por tanto, es necesario su fijación al momento
inicial de la audiencia, pues constituye el fundamento de
discusión que permitirá desarrollar el contradictorio oral y
significativo de los presupuestos materiales.

Por otro lado, se distingue el concepto “elementos de


convicción” del concepto “fundados y graves”. Estos no
son si no información, sea esta directa o indirecta; son
datos producidos en el mundo de la realidad con aptitud
para generar convicción según sea su cantidad y calidad.
Por su parte, el término “fundado y graves”; corresponde
al estándar o medida de la información que se requiere
como primer presupuesto para dictar una prisión
preventiva; este estándar objetivo ha sido comprendido
como “fuerte” o “vehemente”, en la idea de reforzar su
exigencia.

Un modelo idóneo para determinar si los elementos de


convicción son fundados y graves es determinar: i) Si los
elementos de convicción hacen plausible solo la hipótesis
de imputación del Ministerio Público o, si ii) Los
elementos de convicción hacen plausible tanto la
hipótesis de imputación concreta del Ministerio Público
como la hipótesis de imputación concreta del Ministerio
Público como la hipótesis de resistencia de la defensa.
Solo en el primer caso se configura el estándar de
“fundados y graves” elementos de convicción, primer
presupuesto necesario para discutir lo medular de la
prisión preventiva: el peligro procesal.

Un componente fundamental previsto por este dispositivo


es la exigencia de “estimación razonable”, que exige la
exteriorización de las razones que permitan relaciones
dos juicios i) el primero, para inferir de los elementos de
convicción y ii) el segundo, para vincular al imputado con
la comisión del delito; este razonamiento debe ser
expreso, pue no se trata solo de presentar un listado de
elementos de convicción, sino es exigió la expresión del
razonamiento realizado por el juez.

Con respecto al segundo presupuesto, los mismos


autores señalan que este criterio está integrado al primer
presupuesto del artículo en comentario; así, se ha
establecido una valla normativa, para que -en ningún
caso- se proceda con el mandato de prisión preventiva en
supuestos en los que la pena concreta es la única
interpretación posible del termino “Sanción a imponerse”.
Sin embargo, no existe identidad entre este presupuesto
y “la gravedad de la pena 828 que se espera como
resultado del procedimiento”, este último como criterio
para evaluar el LA PRISIÓN PREVENTIVA ART. 268
peligro de fuga (artículo 269.2 del CPP); en efecto, el
primero es una valla normativa, en tanto que el segundo,
atiende el efecto que produce afrontar un proceso de que
se espera una pena grave de cadena perpetua, de treinta
y cinco, veinte cinco o quince años de pena privativa de la
libertad.

En ese orden, si bien ocho años supera la valla


normativa, no obstante, la misma no es grave y puede
disponerse de otro tipo de medida alternativas, como los
grilletes electrónicos, etc.

Por último, con respecto al tercer presupuesto señalan


que el presupuesto in comento, es el elemento centrar de
la prisión preventiva, núcleo y razón justificativa del
dictado de esta medida.

Es un pronóstico de peligro concreto; por ello, requiere de


elementos de convicción con la exigencia de que estos
sean fundados y graves; en efecto, “sus antecedentes y
otras circunstancias del caso particular” solo pueden
determinarse de los elementos, datos o información que
se desprenden de los primeros recaudos debatidos en
audiencia.

Con relación al peligro de fuga es un concepto valorativo,


que requiere de un núcleo descriptivo. El dispositivo solo
justifica el mandato de prisión preventiva si se configuran
los peligros de fuga y/o de obstaculización, no hace
referencia a un peligro de reiteración delictiva (artículo
253.3 del CPP), que puede fundamentar otras medidas
coercitivas, pero no un mandato de prisión preventiva, por
sujeción al principio de legalidad procesal, previsto en el
artículo 253.1 del CPP.

El peligro procesal siempre debe ser un pronóstico


concretó de conducta procesal futura solo probable,
nunca certera; por esa razón se debe ser muy riguroso
con la información o datos objetivos que permitan realizar
ese pronóstico.

ARTÍCULO 269.- PELIGRO DE FUGA

Para calificar el peligro de fuga, el juez tendrá en cuenta:

1. El arraigo en el país del imputado, determinado por el


domicilio, residencia habitual, asiento de la familia y de
sus negocios o trabajo y las facilidades para
abandonar definitivamente el país o permanecer
oculto;
2. La gravedad de la pena que se espera como resultado
del procedimiento;
3. La magnitud del daño causado y la ausencia de una
actitud voluntaria del imputado para repararlo;
4. El comportamiento del imputado durante el
procedimiento o en otro procedimiento anterior, en la
medida que indique su voluntad de someterse a la
persecución penal; y
5. La pertenencia del imputado a una organización
criminal o su reintegración a las mismas.

(Casiano Ortiz, y otros, 2020) mencionan que el peligro de


fuga es un pronóstico concreto de una conducta procesal
que configura riesgo de fuga, para este pronóstico se
requiere de información, datos, etc.; que deben ser
graves, y solo sobre su base, pronosticar con objetividad
un peligro concreto de fuga. Esta información, datos, etc.,
son calificados como fundados y graves elementos de
convicción.

Con respecto al primer supuesto, los mismos autores


señalan que toda persona esta arraigada a una localidad
por diferentes circunstancias: algunos de los arraigos son
enunciados en el dispositivo materia de comentario, pero
existen otros arraigos como el religioso, académico,
deportivos, amical, etc., que pueden condicionar el arraigo
del imputado en una localidad determinada. Este
concepto es dinámico; uno es el arraigo que presenta el
imputado antes de que tenga esa condición, y otro, es el
arraigo que se ve afectado a causa del inicio de un
proceso en su contra por un delito que tiene por objetivo
una pena grave, por esa razón es preciso una
ponderación necesaria entre ambos aspectos, el resultado
será una determinada magnitud de peligro. Estos arraigos
constituyen uno de los criterios que el juez debe conceder
con el criterio referido a la gravedad de la pena; ya que
los dos aspectos son los centrales, para condicionar el
peligro concreto de fuga.

Sobre el segundo supuesto indican que la gravedad de


la pena regulada en el artículo 269.2 del CPP es un
criterio distinto a la prognosis de la pena superior a los
cuatro años, (artículo 268,b del CPP), tienen funciones
diferentes, esta última, la prognosis de pena no superior a
cuatro años, opera como un límite normativo para la
procedencia de la prisión preventiva; en tanto que la
gravedad de la pena tiene relación con el efecto evasivo
que pueda generar en el imputado, Pena grave es la
cadena perpetua, treintaicinco, veinticinco, quince y aún
diez años de pena privativa de libertad; pero una pena
superior a cuatro años, con la gravedad de la pena, por
esa razón, el debate de los arraigos no tiene un aspecto
contrario para ponderar, y su evaluación unilateral.

En cuanto al tercer supuesto, explican que la magnitud


del daño causado tiene directa relación con la gravedad
de la pena; pero la ausencia de una actitud voluntaria del
imputado para repararlo constituye un criterio civil, que
genera problemas de interpretación pues parte de asumir
la realidad de un daño de magnitud causado por el
imputado, recién en la etapa inicial del proceso. Este
criterio puede ser interpretado como una expresión de
justicia restaurativa, que permitiría apreciar una voluntad
de arraigo en el lugar de los hechos. Sin embargo, una
interpretación errónea, llevaría a considerar la exigencia
de la admisión de los hechos.

Sobre el cuarto supuesto, mencionan que tiene que ver


con la conducta procesal del imputado, al haber sido
renuente al afrontar otros procesos que se siguieron en su
contra.

Por último, con respecto al quinto supuesto han


manifestado que la pertenencia a una organización
criminal como criterio condicionador del peligro de fuga,
no es considerara de manera nominal como la mera
imputación de pertenencia a una organización criminal,
así, se tiene que considerar necesariamente la estructura
de la organización criminal para determinar idoneidad y
estimar con probabilidad su idoneidad para generar un
riesgo concreto de fuga. Por ende, la sola mención de un
vínculo entre el imputado y una organización criminal no
conduce a concluir un riesgo de fuga.

ARTÍCULO 270.- PELIGRO DE OBSTACULIZACIÓN

Para calificar el peligro de obstaculización se tendrá en


cuenta el riesgo razonable de que el imputado.

1. Destruirá, modificará, ocultará, suprimirá o falsificará


elementos de prueba.
2. Influirá para que coimputados, testigos o peritos
informen falsamente o se comporten de manera desleal
o reticente.
3. Inducirá a otros a realizar tales comportamientos.

(Casino Ortiz, y otros, 2020) señalan que el peligro de


obstaculización está directamente vinculado con el objeto
del proceso, conforme a las diferentes etapas que lo
componen; así, en la etapa de investigación preparatoria, el
imputado puede obstaculizar la realización de un concreto
acto de investigación con la supresión de una fuente de
prueba material o procesal. Lo fundamental es precisar que
el peligro de obstaculización es concreto; en ese orden, se
debe considerar: i) que acto de investigación específico
corre el riesgo de no realizarse si el imputado se encuentra
en libertad, y ii) que información, dato o elemento de juicio
se pretende obtener con ese acto de investigación; solo así
puede fundamentarse un riesgo concreto de
obstaculización. No puede, de ninguna manera, emitirse un
juicio de peligro de obstaculización como reproche o
sanción por una conducta obstruccionista del imputado,
cuando el acto de investigación se haya realizado y
cumplido con su objeto de obtención de información. Por
tanto, el peligro de obstaculización no es un juicio de
reproche de un acto pretérito, sino de un juicio probable de
una conducta futura que ponga en riesgo la realización de
un acto de investigación y la obtención de la información.

Con respecto al primer presupuesto, explican que cada


uno de estos verbos atiende a la naturaleza material de la
fuente de información; en efecto, i) “destruirá elementos de
prueba” supone que la fuente material de información corre
el riesgo de que el imputado pueda deshacer o convertir en
ruina la materialidad de la fuente; ii) “modificará elementos
de prueba”, supone un riesgo concreto de que el imputado
pueda hacer de la fuente material una cosa diferente de
cómo era antes; iii) “esconderá un elemento de prueba
material”, supone que exige el riesgo concreto de que el
imputado pueda ocultar o impedir que una fuente material
de prueba no sea puesta a la vista del objeto de
investigación; iv) “suprimirá un elemento de prueba”, esto
supone que exista el riesgo concreto de que el imputado
pueda hacer desaparecer la fuente de prueba material;
v)”falsificará un elemento de prueba” supone que existía un
riesgo concreto de que el imputado pueda alterar el
carácter de la fuente material.

Sobre el segundo supuesto, indican que éste atiende a la


naturaleza personal de la fuente de información. El termino
“influirá” está relacionado al riesgo de que el imputado
pueda generar una acción sobre una persona -coimputado,
testigo o perite-, de tal forma que esta produzca
información no verdadera. También el término influirá está
relacionado con generar un riesgo de influir en las fuentes
de prueba personal para callar parte de la información
obrando con malicia.

Por último, con respecto al tercer supuesto, han


mencionado que se trata de que el imputado pueda influir
en una persona para que realice una acción o para que
haga algo contrario al objeto de investigación y prueba;
esta situación de riesgo también debe ser concreta.

ARTICULO 271.- AUDIENCIA Y RESOLUCIÓN

1. El Juez de la Investigación Preparatoria, dentro de las


cuarenta y ocho horas siguientes al requerimiento del
Ministerio Público realizará la audiencia para
determinar la procedencia de la prisión preventiva. La
audiencia se celebrará con la concurrencia obligatoria
del Fiscal, del imputado y su defensor. El defensor del
imputado que no asista será reemplazado por el
defensor del oficio. (…)

(Casiano Ortiz, y otros, 2020) señalan que dentro del


plazo de cuarenta y ocho horas debe realizarse la
audiencia, claro está que el plazo puede ser menor. En
ese orden, se debe verificar la necesidad de plazo que
requiera el imputado y su defensor, pero la presencia
obligatoria del imputado es exigible cuando este se
encuentre detenido por flagrancia delictiva o por otra
razón similar, sim embargo, no es exigible si el imputado
tiene la condición de ausente.

Asimismo, queda claro que la audiencia es inaplazable,


por esa razón, si el defensor del imputado no asiste será
reemplazado por el defensor de público. Se cumple con
la exigencia de inaplazable de la audiencia con la
instalación de la sesión de esta, pero se debe otorgar un
plazo necesario al defensor público para que se prepare
su defensa, conforme a la complejidad o simplicidad del
caso. Ya instalada la audiencia, se puede cerrar la sesión
y programar la siguiente para que el defensor público,
con tiempo necesario, realice una defensa eficaz.
Además, la exigencia de especial motivación que debe
cumplir un mandato de prisión preventiva se materializará
con la expresa justificación de la inferencia que realizar el
juez, razonamiento que debe ser exteriorizado en los
fundamentos de la resolución.

En efecto, la “estimación razonable” exige que el juez


exprese- exteriorice- las razones que justifican el tránsito
interferencial de los elementos de convicción al juicio que
vincula al imputado con la comisión del delito. Lo mismo
corresponde a la exigencia de “colegir razonablemente”
el peligro procesal, la cual no se cumple con presentar el
listado de elementos de convicción. Este es el aspecto
más descuidado en la justificación de los mandatos de
prisión preventiva.

Ahora bien, sobre la base de que concurran fundados y


graves elementos de convicción, el juez puede optar por
una comparecencia con restricciones, pero si estos no
concurren no cabe imponerla, pues si el imputado
incumple una de las reglas de conducta asignadas se
tendría que revocar la comparecencia con restricciones y
dictar un mandato de prisión preventiva sin que existan
fundados y graves elementos de convicción.

ARTÍCULO 272.- DURACIÓN DE LA PRISIÓN


PREVENTIVA

1. La prisión preventiva no durará más de nueve meses.


2. Tratándose de procesos complejos, el plazo límite de la
prisión preventiva no durará más de dieciocho meses.
3. Para los procesos de criminalidad organizada, el plazo
de la prisión preventiva no durará más de treinta y seis
meses.

ARTÍCULO 273.- LIBERTAD DEL IMPUTADO

Al vencimiento del plazo, sin haberse dictado sentencia de


primera instancia, el Juez de oficio o a solicitud de las
partes decretará la inmediata libertad del imputado, sin
perjuicio de dictar concurrentemente las medidas
necesarias para asegurar su presencia en las diligencias
judiciales, incluso las restricciones a que se refieren los
numerales 2) al 4) del artículo 288.

(Casiano Ortiz, y otros, 2020) explican que el artículo 272 del CPP
establece el plazo de duración de la prisión preventiva de acuerdo
al tipo de proceso de que se trate simple, completo, de
criminalidad organizada, mientras que el art. 273 del mismo
cuerpo legal, establece las consecuencias que acarrea el
vencimiento de dichos plazos sin haberse dictado sentencia de
primera instancia. En tal sentido, en el referido art. Se estipula
que, si se vence el plazo de prisión preventiva sin haberse dictado
sentencia, el juez deberá decretar de oficio y de manera inmediate
la libertad del imputado.

Ahora bien, para evitar cualquier posibilidad de demora en la


puesta en libertad del procesado, la normativa también prevé la
posibilidad de que el juez decrete la libertad ante el pedido de las
partes, pues puede suceder que el juez no se haya percatado del
vencimiento del plazo, razón por la cual la parte interesada deberá
ponerle en conocimiento para que obre conforme a ley.

Debe señalarse que, en razón de proteger la libertad individual del


sujeto de forma célere, es que cualquier parte pueda solicitar que
el juez decrete la libertad de aquel, lo cual incluye al propio
Ministerio Público, que en la práctica no suele suceder.

ARTÍCULO 274.- PROLONGACIÓN DE LA PRISIÓN


PREVENTIVA

Tipo de Plazo de Plazo de Prisión preventiva


Proceso prisión prolongación más su prolongación
preventiva
Proceso Hasta 9 Hasta 9 Hasta 18 meses
ordinario meses meses
Proceso Hasta 18 Hasta 18 Hasta 36 meses
complejo meses meses
Proceso de Hasta 36 Hasta 12 Hasta 48 meses
criminalidad
meses meses
organizada

ARTÍCULO 275.- CÓMPUTO DEL PLAZO DE LA PRISIÓN


PREVENTIVA

1. No se tendrá en cuenta para el cómputo de los plazos de la


prisión preventiva, el tiempo en que la causa sufriere dilaciones
maliciosas atribuibles al imputado o a su defensa.
2. El computo del plazo, cuando se hubiera declarado la nulidad de
todo lo actuado y dispuesto se dicte un nuevo auto de prisión
preventiva, no considerará el tiempo transcurrido hasta la fecha
de la emisión de dicha resolución.
3. En los casos en que se declare la nulidad de procesos seguidos
ante la jurisdicción militar y se ordene el conocimiento de los
hechos punibles imputados a la jurisdicción penal ordinaria, el
plazo se computará desde la fecha en que se dicte el nuevo auto
de prisión preventiva.

(Casiano Ortiz, y otros, 2020) explican que, en lo referente al inicio


del cómputo del plazo de la prisión preventiva, que no se tendrá en
cuenta el tiempo en que la causa sufriere dilaciones maliciosas
atribuibles del imputado, ya sea que se trate de su propia defensa
debe estar basada en la buena fe y probidad procesal, tal como lo
señala el art. 112 del CPP. de 2004.

En estos casos se tiene que llegar a demostrar que el imputado o su


defensa ha utilizado diversos mecanismos con la única finalidad de
dilatar el proceso penal, justamente esta actitud observada tiene que
ser tomado por el órgano jurisdiccional como el ánimo del procesado
en perturbar el desarrollo del proceso, vulnerando el debido proceso,
razón por lo cual este lapso de tiempo no puede ni debe ser
considerando en su favor.
Cabe señalar, finalmente, que en caso se enjuicien varios delitos en
un mismo proceso, no se permite que el plazo máximo de duración
de la medida se imponga y calcule por separado respecto a cada
delito incriminado, pues, para efectos del computo del plazo de
duración de la prisión preventiva en caso de conexión real de delitos,
los diversos hechos enjuiciados forman una unidad y dan lugar a un
único plazo de prisión preventiva.

ARTÍCULO 278.- APELACIÓN DE LA PRISIÓN PREVENTIVA

1. Contra el auto de prisión preventiva, procede recurso de


apelación. El plazo para la apelación es de tres días. El Juez
de la Investigación Preparatoria elevará los actuados dentro
de las veinticuatro horas, bajo responsabilidad. La apelación
se concede con efecto devolutivo.

ARTÍCULO 279.- CAMBIO DE COMPARECENCIA POR PRISIÓN


PREVENTIVA

1. Si durante la investigación resultaren indicios delictivos fundados


de que el imputado en situación de comparecencia está incurso
en los supuestos del artículo 268, el Juez a petición del Fiscal,
podrá dictar auto de prisión preventiva.
2. Contra la resolución que se emita procede recurso de apelación,
que se concederá con efecto devolutivo.

ARTÍCULO 280.- INCOMUNICACIÓN

La incomunicación del imputado con mandato de prisión preventiva


procede si es indispensable para el establecimiento de un delito
grave. No podrá exceder de diez días. La incomunicación no
impide las conferencias en privado entre el Abogado Defensor y el
preso preventivo, las que no requieren autorización previa ni
podrán ser prohibidas.

La resolución que la ordena se emitirá sin trámite alguno, será


motivada y puesta en conocimiento a la Sala Penal seguirá el
trámite previsto en el artículo 267.
(Casiano Ortiz, y otros, 2020) indican que, con respecto a este artículo es
menester realizar algunas precisiones.

 Es excepcional. Se debe tener en cuenta que la incomunicación será


dictada en el marco de la prisión preventiva, la cual es la medida de
coerción personal penal mas gravosa y que solo debe ser considerada
cuando las circunstancias especiales lo ameriten con base en los
supuestos contenidos en el artículo 268 del CPP, por ende, la
incomunicación del preso preventivo tiene que tener una
excepcionalidad reforzada, a fin de no vulnerar los derechos
fundamentales del imputados ya que se han visto recortados por la
prisión preventiva.
 Únicamente procede en el caso de delitos graves. Será plausible la
incomunicación del preso preventivo cuando no exista otra forma de
esclarecer un delito grave sino con ayuda de ella.
 El plazo por el cual se impone la medida bajo estudio debe ser
estrictamente proporcional. La norma analizada precisa diez días como
límite máximo a la incomunicación del preso preventivo; empero este
límite superior no debe ser tomado en cuenta para todos los casos, sino
que se ha de buscar el establecimiento de los plazos mínimos
sumamente necesarios, realizando en estricto el test de
proporcionalidad, lo cual se condice con la excepcionalidad reforzada
que ha venido sosteniendo,
 La finalidad de la incomunicación del preso preventivo es la de evitar la
obstaculización de la averiguación de la verdad dentro del proceso.
 La resolución que ampare el pedido de incomunicación tiene dos
requisitos fundamentales. El primero de ellos es la motivación que deben
contener las resoluciones judiciales, pero, además, como un control
adicional a esta medida, y como segunda exigencia, se debe poner en
conocimiento de la misma a la Sala Penal.
 Contra la resolución que ordena la medida de incomunicación del preso
preventivo procede el recurso de apelación, el mismo que deberá ser
impuesto dentro del plazo de un día, lo que no suspende la ejecución de
la medida.
Concluyen la explicación de este artículo señalando que la incomunicación del
preso preventivo es una medida con excepcionalidad reforzada que busa evitar
el peligro de obstaculización del proceso en su afán de averiguar la verdad en
el marco de un proceso sobre un delito grave, la misma que debe ser impuesta
de manera proporcionalidad a los fines que persigue, a través de una
resolución debidamente motivada.

ARTÍCULO 282.- CESE DE LA INCOMUNICACIÓN

Vencido el termino de la incomunicación señalada en la resolución, cesará


automáticamente.

ARTÍCULO 283.- CESACIÓN DE LA PRISIÓN PREVENTIVA

1. El imputado podrá solicitar la cesación de la prisión preventiva y su


sustitución por una medida de comparecencia las veces que le
considere pertinente.
2. El Juez de la Investigación Preparatoria decidirá siguiendo el trámite
previste en el art. 274
3. La cesación de la medida procederá cuando nuevos elementos de
convicción demuestren que no concurren los motivos que determinaron
su imposición y resuelte necesario sustituirla por la medida sustitutiva al
Juez tendrá en consideración, adicionalmente, las características
personales del imputado.
4. El juez impondrá las correspondientes reglas de conductas necesarias
para garantizar la presencia del imputado o para evitar que lesione a la
finalidad de la medida.

ARTÍCULO 285.- REVOCATORIA

La prisión preventiva será derrocada si este infringe las reglas de contas o


no comparece a las diligencias del proceso sin excusa suficiente o realice
preparativos de fuga o cuando nuevas circunstancias exijan que dicte auto
de presión preventiva en su contra. Asimismo perderá la caución, si la
hubiera pagado, la que pasará a un fondo de tecnificación de la
administración de justicia.
REFERENCIAS:
 Cáceres.J. (2017). MEDIDAS DE COERCIÓN EN EL NUEVO. Lima.
Obtenido de
https://img.lpderecho.pe/wp-content/uploads/2017/09/Legis.pe-Manual-
de-medidas-de-coerci%C3%B3n-2017.pdf
 Pérez, M. (2015). MANUAL DE MEDIDAS DE COERCIÓN. Trujillo.
Recuperado de https://es.scribd.com/document/331621951/MODELO-
Medidas-Coercitivas-Personales
 Sánchez, R. (2009). El principio de proporcionalidad en la jurisprudencia
mexicana. Cuadernos sobre Jurisprudencia Constitucional (8), 217-256.
Recuperado de http://revistas.palestraeditores.com/index.php/2519-
7630/article/view/75

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