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Sonaly Tuesta - Escritos para Santiago Z Completo
Sonaly Tuesta - Escritos para Santiago Z Completo
Sonaly Tuesta
• Santiago Z
—Estoy lista.
—Quiero aprender.
—Quiero viajar.
—Quiero recordar.
—¿Hacia el oeste…?
—¿Verano o invierno?
—¿Otoño o primavera?
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Son relatos diversos para que él aprenda a congeniar con la
sabiduría del pueblo y sienta que lo abrigan muchos valores de
la costa, sierra y selva. La solidaridad, la vida en comunidad,
la capacidad de crear, el diálogo cotidiano con la naturaleza lo
ayudarán (estoy segura) a ser una buena persona.
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Santiago Z
Amaban tanto el agua que para que este llegue a sus campos
avanzaban en zigzag por los cerros e iban delineando el camino
por donde debía bajar. Cantaban muy alegres:
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Florecillas para ti,
Muchos dulces y maní,
Bailaremos, jugaremos,
Agua y tierra
Soy feliz.
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—¿Superhéroe?, ¿cómo el Hombre Araña?
—interrumpe Santiago Z.
—Ah…
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I
Jugando a las cartas en la oficina
Acto 1:
Barajar.
Acto 2:
Escoger una carta. El turno es de Santiago Z.
Acto 3:
Acto 4:
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Respondo:
—Eso es.
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la camisa. Se le veían unas heridas en las piernas, en los brazos y
en la cara. Llevaba un bastón y cojeaba al caminar.
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siete provincias. Una de ellas se llama Bongará, una vez que
llegues busca el distrito Florida, allí está Pomacochas, el pueblo,
y obviamente, el lago hermoso del que te hablo.
—¿Listo? —insisto.
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—Sucede así. El rey del río Mayo es un hombre que se llama
Reynaldo y navega en su bote desde que era muy niño. Un
día estaba con su abuelita en la canoa y vieron al viborón. Era
muy, muy, muy grande. Daba vueltas, muchas vueltas e hizo un
remolino. Movió tanto el bote que se cayeron al río los plátanos y
todo lo que llevaban, pero ellos, el rey del río Mayo y su abuelita,
se quedaron abrazados a la canoa que se había volteado. Ese
viborón era la anaconda. Grandotota. Como en la película. En
un momento, no saben por qué, se detuvo y se fue. El rey del río
Mayo y su abuelita se quedaron asustados. Dicen que ese viborón
te puede tragar. Mamá, yo creo que, por eso, porque les asusta,
le hicieron la canción: «Óyeme compadre te va a encontrar/ y la
anaconda te va a devorar…».
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lejos varios maderos (vigas) que sirven para armar los altares
en las cuatro esquinas de la plaza de Colcabamba. Se supone
que alimentados por este patachi resistirán el arduo trajín y
cumplirán como se debe con su responsabilidad.
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II
Acampando en la sala
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—Uy, ¿qué trajimos para comer…?
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Henoch, el Huatrila
—Tunantero
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—Tunantada deriva de tunante, término que, según el
diccionario, significa pícaro, astuto, bribón. La danza en sí, la
tunantada, es una puesta en escena con varios personajes.
—¿Todos diferentes?
—¡¡¡Listo!!!
—¿Chuto Decente?
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decorado, camisa de seda, pipa, botas de cuero y pantalón de
cachemir.
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camisa de bayeta y sus medias de lana de oveja. Salta y se jaranea
moviendo la huaraca con estilo.
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III
Tras la puerta marrón,
vive un globo naranja
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—Ayacucho, ¡qué bueno!, Traje las dos wawas que nos
mandó doña Adelita.
Chimaycheros
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Los protagonistas de la mesa especial del banquete son
el cantor, el sacerdote, los previsteros o revistes (responsables
de cambiar y cuidar a cada figura religiosa) y las muñidoras o
muñecas. Estas últimas son mujeres encargadas de cambiar las
flores del templo y de sus santos patrones, como el Niño Víctor.
—¿Es travieso?
—En el 2006.
—Volvamos al carnaval…
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y maqtas (solteras y solteros) está en cada paso de baile, por lo
que hay que descubrirlo cantando.
—¿Qué?
—Carnaval Vasallo.
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—Danzan los previstes, esos señores mayores que asisten a
los santos, junto a las muñidoras, mujeres especialistas en rodear
de flores frescas a las mismas imágenes. La melodía es con flauta
y tinya. Guerrera. Desafiante. Marcan el paso con una banderita
cubierta de campanillas y casi al terminar la celebración,
caminan hacia Puquioqta, un acueducto preincaico, donde
deberán realizar el pachatasayc o lavado de ropa.
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IV
Cadenetas de animales y personitas
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Wilder, mascarero y danzante
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Wilder ya tiene más de 37 años como danzante y un poquito
menos como mascarero. Su oficio le ha dado prestigio y, en la
actualidad, también forma parte de la asociación cultural que
busca rescatar y disciplinar la danza.
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padres y abuelos. En ocasiones se cree que solo existe la diablada
de Puno, porque la han visto en la tele y es famosa. Te digo para
que sepas que no es así.
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aún se repite en el atrio del templo y es un evento que convoca a
numerosos visitantes.
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—Santiago Z, hay que detenernos. Si quieres seguir jugando,
fíjate en ese niño que carga la virgen del otro lado del armario.
¿La ubicaste?
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Travesuras de Niño
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—Seguro no le gusta el traje. Es antojadizo; hay que dejarle
con su misma ropa.
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ternura, sucede lo de siempre. El niño esconde las cosas. Dejaron
la medallita en el lado izquierdo de la mesa y, en un chistar
de dedos, ya no está. La buscan y buscan hasta que, cansadas,
deciden sacar otra joya del cofre. Miran de casualidad bajo la
mesa y ¿qué creen?, aparece «milagrosamente» el objeto perdido.
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Sangrar. Los chilenos cayeron desmayados y fueron presa fácil
para los peruanos. El Chaperito, zagas y atrevido, se les había
cruzado en pleno enfrentamiento.
—Dale play.
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Hugo Villamarín, el caporal del hatajo
—¿Negritos?
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—Cuando los españoles y la iglesia católica bautizaban a los
descendientes africanos esclavos y a los indígenas, les enseñaban
a danzar. Se hacía el bautismo días previos a la Navidad y
justamente en Navidad tenían que dar las gracias bailando.
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Ahora soy el caporal general del hatajo. Gracias a mi maestro
Amador Ballumbrosio estoy acá, todo se lo debo a él. Unos
vendrán porque les gusta bailar, otros por devoción, pero al
final, nosotros como caporales tenemos que inculcarles lo que
significa el hatajo, lo que significa la danza, lo que significa lucir
la banda, tocar la campanilla y cantar.
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V
La cocina, el nuevo paradero
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refrigeradora en casa y mi mamá compraba carne fresca de res
y desde temprano se dedicaba a filetearla. Le echaba un poco de
sal, algo de aceite y la ponía a secar.
—Vale…
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Oh, Virgen Asunta, joya sin par
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Ella se ha colocado nuevamente en este paisaje. En el patio
grande, el que separa la sala de la cocina y el enorme dormitorio
en el cual cabemos todos. Mamá ha conseguido una piedra
del río y soba nuestros cuerpos para arrancarnos la mugre sin
titubeos. Al terminar la faena, nos juntará en la mesa y empezará
a servir el desayuno. Somos seres rituales. Mezclaremos la yuca
con un poco de aceite y sal. Seremos felices. Un buen sorbo de
café de olla hará el resto. Yo leeré para la familia la composición
que he escrito: «Eres bonita, rosada y milagrosa. Caminas
despacio, por eso siempre te alcanzo. En Tushpuna quizá te vea:
cuando arreglan tu corona o anudan tu vestido. Es que debes
verte linda, como la patrona que eres. Escucho los cantos, andas
cerca. Puedo ver a las mujeres que cargan los estandartes, a
otras que sostienen centilleros antiguos y modernos, a las que
van cantando apegadas al megáfono, a las que sahúman. Tienes
un anda pesada, dicen, por eso tus cargadores andan cansados:
Virgen Asunta, gloria sin par, todo tu pueblo viene a cantar, en
este día de exaltación, todos te rinden veneración…».
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como insinuaste alguna vez cuando te soñaron pidiendo regar
un ramo de flores en el centro de Chachapoyas.
—¿Tienes otra?
—¿La morenada?
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Las otras Candelarias
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traiga las lluvias y existe la creencia (bastante arraigada) que su
día central de fiesta, 2 de febrero, comienza la fecundidad de la
tierra. La Santísima Virgen de la Candelaria, Patrona del Valle de
Sondondo, es protectora contra los rayos y en la vida diaria del
pueblo muchos la han visto (así cuentan) ordeñando sus vacas.
Como una paisana más, por eso será que los Negritos le bailan y
suelen acompañarla durante sus recorridos procesionales sobre
aquella anda rudimentaria, hecha de palos de rayeta y armada
en forma piramidal, evocando tal vez a los cerros que rodean la
zona.
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VI
En el mundo de Minecraft
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—En el tutorial he visto que es como una pared para que el
agua no pase.
—¿Templos marinos?
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Del cielo caerán, ya vienen
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—Es una manta pequeña tejida con hilos de lana y de
diferentes colores. Ponen sobre ella las hojas de coca y las
envuelven. Se anuda la mantita y de uno de los lados se agarra
para moverla como llamando a alguien.
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juane, un juane mestizo e indígena, de arroz, aceituna y huevo,
de gallina aderezada y hoja de bijao, tierna y perfecta.
—Laraos.
—¿Champería?
—Está bien.
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A Taita Moshoque y Mamá Pillao
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te quedes sin saber exactamente lo que significa porque te da
flojera buscar o preguntar.
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Cinta de colores, verde moradita,
Cómo va flameando por mi varita
Al cantar hualina qué bonito brilla,
Por los pajonales de Quiulacocha…
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sabedor, al elegido, al que sabe qué hacer ante la lluvia que está
por llegar, al que sabe qué hacer si aquel aguacero no quiere venir.
—Claro.
—¿A un sapo?
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—A un youtuber que sigo lo escuché decir que los sapos y las
ranas anuncian la lluvia.
—Así dicen. Este sapo avanza con el agua y llega hasta Laraos.
Si todo se ha realizado con fe y buena voluntad (las autoridades
lo dirán) está asegurado el campo fértil y la buena cosecha.
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VII
Miraremos por la ventana
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—¿Y hace las máscaras?
—Perfecto.
—¿Cartillas?
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—Empecemos
Cartilla 1:
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—Claro, el que pelea con el ángel después de que los diablicos
pequeños han recitado su frase en los siete vicios.
Cartilla 2:
Cartilla 3:
—¡¡¡Terminé!!!
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—Han quedado bellísimas. Las dejaremos secar en la repisa
cerca a esa ventana que colinda con esa puerta marrón.
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VIII
Saldremos a pasear. Los atajos nos gustan
Documento 1:
Documento 2:
Documento 3:
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Empiezan a cantar.
—Léeme esto mamá, tiene letras lindas y con los colores que
me gustan.
—A ver, leeremos.
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Homenajes varios. A la sopa de chochoca y al locrito de
guineo, a Martina y Reina, a Christian que ha preparado un jugo
de pepino o tomate de árbol; a Doris que apura la servida para
deleitar a sus comensales con la patasca, el caldo de cordero y ese
chupe verde, espectacular, para despertar el día y resistir el frío
de Cerro de Pasco.
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los devotos de Santiago, quienes llegan y comparten con ella el
milagro recibido. A Luchy de Marcona, en la región Ica, quien
magistralmente combina el cochayuyo con las lapas y un buen
aderezo para crear un picante.
Bajamos las 14 escaleras que nos separan del patio. Unos diez
pasos derecho y cruzaremos las rejas del condominio. Evitaremos
la avenida y caminaremos por la calle 7, 8 y 9 del jirón de los
faroles y las butifarras de Juanita. Cuando doblemos la esquina
y don Anselmo nos salude con cariño habremos concluido el
primer tramo. Es allí donde Santiago Z, aleteando su capa de
imaginación, lanzará la primera frase de las rimas.
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El señor está cantando
Voy a prisa y escuchando
Es hermoso estar bailando
Y a mi pelota correteando
Ja, ja, ja…
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—Esta se llama romero —le comento a Santi, él se estira para
sentir el aroma y me sorprende con su respuesta.
La sabiduría de Emiliano
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de una pregunta capciosa, y no he podido responder. Nos hemos
quedado mirando los sembríos y, tras adentrarnos en ellos,
han aparecido las panojas de quinua listas para cosechar. Don
Emiliano entonces ha empezado el relato: «para protegerlas de
la helada, del granizo y los vientos fuertes, las he escondido tras
las habas. Como estas son más fuertes, en la batalla natural para
sobrevivir, las ayudarán de todas maneras».
—¿Pinceladas?
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Pinceladas de Octubre
Escena uno:
Escena dos:
Escena tres:
Escena cuatro:
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Concentrados en lo suyo, repiten los rituales de antaño. Han
sido poseídos por la tradición y una fe que se sostiene en ella.
Será la peregrinación un andar sosegado por trocha y carretera,
cantando, sin perder el rumbo y con la convicción de que el
Señor Cautivo los espera y les dará el milagro que necesitan.
Ayabaca, Piura, siempre ha sido un lugar de peregrinación,
incluso la imagen del Cristo guarda aún elementos ancestrales
del antiguo culto. En octubre es su fiesta mayor, pero en enero
algunos campesinos lo visitan pidiéndole agua.
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