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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS


CARRERA DE OBSTETRICIA

INTEGRANTES:

DANA CHAVEZ

ERICK GAMBOA

IZORA MAWYIN

HILLARY SALTOS

ERICKA VELESACA

LILIANA MERCHAN

NICOLE MALDONADO

DOCENTE:

OBST. NORMA SARANGO INTRIAGO MS.c

CURSO:

CUARTO SEMESTRE- GRUPO N°2

2020-2021 CII

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Contenido

Pruebas de bienestar fetal ................................................................................................. 3

Indicaciones .................................................................................................................. 4

Clasificación ................................................................................................................. 4

Métodos clínicos ....................................................................................................... 5

Métodos biofísicos .................................................................................................... 7

Ganancia de peso .............................................................................................................. 9

Distribución del peso ganado ...................................................................................... 10

Factores que predisponen a mayor ganancia de peso ................................................. 11

Altura uterina .................................................................................................................. 12

Medición de la altura uterina ...................................................................................... 13

Prueba no estresante ....................................................................................................... 14

Reactivo ...................................................................................................................... 14

No reactivo .................................................................................................................. 14

Anormal o patológico ................................................................................................. 14

Frecuencia ................................................................................................................... 15

Criterios interpretativos .............................................................................................. 15

Situaciones Clínicas .................................................................................................... 16

Bibliografía ..................................................................................................................... 18

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PRUEBAS DE BIENESTAR FETAL

Las pruebas de Bienestar Fetal son las


Tecnologías que aplicadas a la madre nos
permiten una predicción del posible riesgo
fetal o un pronóstico del estado actual del
feto que puede indicar la necesidad del
parto y una posible reanimación por el
Neonatólogo. Existe un reto atemorizante
el de beneficiar a los pocos recién nacidos que realmente tienen una amenaza sin
incrementar el riesgo neto para ellos y otros neonatos por las intervenciones diagnósticas
y terapéuticas adicionales.

En la actualidad solo es posible reconocer la asfixia al nacer, de manera retrospectiva.


Con la tecnología actual hemos llegado a la etapa embrionaria con el uso de la α-feto
proteína y la ecografía Doppler en el 2do trimestre.

El estándar de oro de estas pruebas es la reducción del daño fetal evitando la necesidad
de intervención y prolongando la gestación de la etapa de prematuridad. El momento
óptimo para iniciarlas depende de la capacidad de supervivencia neonatal por lo que se
acepta el inicio de las pruebas para conocer el estado actual del feto alrededor de las 32
sem de gestación. Aunque si existen complicaciones serias puede requerirse a las 26 -28
sem.

La frecuencia de repetición se ha fijado arbitrariamente en 7 días, pero debe ser más


frecuentes diarias o dos veces por semana, si las condiciones maternas se agravan o
cambian.

En la actualidad no se puede señalar que esquema de vigilancia es mejor debido a la falta


de estudios controlados en diferentes situaciones clínicas, así como diferencias en
metodologías, criterios de las pruebas y estrategias de intervención. Por lo que se
recomienda tener un método combinado de pruebas con vista a aumentar la eficacia.
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Debido a los escasos estudios que no han demostrado sus beneficios se han llegado a
considerar formas de atención probablemente inefectivas o nocivas (Erkin y col 1995).
Por lo que su interpretación debe ser evaluando integralmente a cada paciente (M, 2018).

La mayoría de las pruebas tienen una alta tasa de falsos positivos (40 – 80 %), pero una
baja de Falsos Negativos (1%).En caso de resultado verdadero positivo no se puede
descartar que ya exista daño fetal.

Un resultado normal de una prueba no garantiza un nacimiento normal.

I N D I C A C I O N E S:
1. Disminución de los Movimientos Fetales.

2. Hipertensión y embarazo.

3. Diabetes mellitus.

4. Oligohidramnios y polihidramnios.

5. Restricción del crecimiento fetal.

6. Embarazo prolongado.

7. Embarazo múltiple.

8. Enfermedad hemolítica perinatal.

9. Asma bronquial.

10. Enfermedades del colágeno.

11. Perdidas fetales anteriores.

12. Sangramientos de la 2da. Mitad del embarazo

13. Rotura prematura de membranas.

14. Amenaza de parto pre-término.

CLASIFICACIÓN
1. Métodos clínicos

a. Auscultación clínica de la frecuencia cardiaca fetal.

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b. Evaluación de la ganancia de peso materno.

c. Medición de la altura uterina (AU).

d. Conteo de los movimientos fetales.

2. Métodos biofísicos

a. Valoración del crecimiento fetal.

b. Perfil biofísico.

c. Monitoreo ante parto de la frecuencia cardiaca fetal (simple y estresada).

d. Flujometría Doppler.

e. Detección de malformaciones. Es obviamente, el primer elemento a tener en cuenta


para evaluar el bienestar fetal.

3. Métodos bioquímicos

Dosificación de alfa feto proteína.

Para la mejor interpretación de estas pruebas debe tenerse en cuenta los siguientes
aspectos:

 Conocer la Fisiología Fetal.


 Conocimiento teórico de la cascada hipoxémica fetal.
 Afección perinatal de la gestante.
 Fisiopatología de la enfermedad de base.
 Condiciones presentes en el momento de la prueba.

1. MÉTODOS CLÍNICOS
La auscultación clínica de la frecuencia
cardiaca fetal es el primer elemento a tener en
cuenta para valorar el estado fetal y debe
realizarse con detenimiento. La determinación
del peso materno y de la altura uterina de cada
gestante son acciones sistemáticas durante la
consulta prenatal. Hacer un cálculo de
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ganancia periódica de peso o de la altura uterina y relacionarlos con el promedio normal
es muy simple y tiene gran valor para determinar el crecimiento fetal intrauterino.

Conteo de los movimientos fetales: El método más sencillo para determinarlos es aquel
en que la madre y otro observador cuenten los movimientos fetales.

Los sistemas que emplean ultrasonido son más precisos en la detección de la actividad
fetal y la clasificación de ésta se basa en la duración y el patrón de la misma. Aun así, el
90% de los movimientos del feto detectados por cualquier equipo son percibidos también
por la madre. (Medicina Materno Fetal , 2017)

Los factores que afectan el recuento de los movimientos fetales son:

1. Factores transitorios.

2. Atención y actividad materna.

3. Velocidad e intensidad de los movimientos fetales.

4. Localización de la placenta.

5. Altas dosis de medicamentos depresores.

6. El grado de descenso de la presentación. A mayor descenso menor movilidad.

7. Anomalías congénitas. Algunas tienden a reducirlos.

8. Los movimientos fetales se incrementan con la edad fetal.

9. El volumen de líquido amniótico. El polihidramnios disminuye la percepción de los


movimientos.

Es una técnica sencilla pero crea ansiedad en la madre. Debe existir un nivel de
comprensión de la misma por lo que debe seleccionarse a las pacientes.

Su técnica e interpretación es la siguiente:

 El aumento del número de movimientos fetales no indica un compromiso fetal.


 La reducción del número de movimientos fetales debe considerarse una señal de
alarma.
 Se aconseja a la embarazada realizar un control diario de los movimientos fetales
durante períodos de 30 min tres veces al día. De percibir menos de 3 movimientos

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en cada período, contarlos en 12 horas: deben producirse más de diez
movimientos en este tiempo.
 También se acepta como normal 4 movimientos fetales en 1 hora.
 Es necesario tener presente aquellas causas no patológicas que puedan activar el
patrón de movimientos fetales.
 En la actualidad no existen pruebas suficientes de su utilidad para verificar el
bienestar fetal.

Se necesitan estudios adicionales. Si el recuento no es normal, debe indicarse a la gestante


acudir para realizar otras pruebas.

2. MÉTODOS BIOFÍSICOS
La ultrasonografía constituye un
método de precisión para determinar
bienestar fetal.

a. Valoración del crecimiento fetal: se


trata en capítulo de crecimiento
intrauterino retardado.

b. Perfil biofísico fetal

Refleja la función del sistema nervioso central del feto.

Es un índice valioso del estado fetal. Existen varias técnicas para realizar esta evaluación.
A pesar de su amplio uso en la práctica no existe suficiente evidencia de estudios
controlados, en la actualidad sobre su valor como prueba de bienestar fetal.

Existen críticas como:

 Su metodología, ya que agrupa parámetros de significación fisiopatológica


demasiado diferentes.
 No incluye datos biométricos, placentarios, ni flujométricos.
 Precisa de casi 1h de observación.

No obstante, estudios observacionales de caso control han demostrado que una


puntuación de 10, según la clasificación de Manning, se asocia a una incidencia de

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parálisis cerebral de 0,8 por 1000 nacimientos y que la puntuación de 0 se asocia a una
incidencia de ésta en 250 por c/1000 nacimientos (Recomendación C).Señalaremos la de
Manning que es la más empleada por nosotros.

Su técnica consiste en: Registrar durante 30 min, bajo examen ultrasonográfico, los
movimientos el tono y la respiración fetales, así como la cantidad de líquido amniótico.
Se realiza además el registro electrónico de la frecuencia cardiaca fetal.

La interpretación del perfil biofísico es de acuerdo a la puntuación alcanzada.

PUNTUACIÓN DE 10:

 Feto normal.
 Bajo riesgo de asfixia crónica.
 Debe repetirse cada semana y bisemanal en pacientes diabéticas o con embarazo
prolongado.

PUNTUACIÓN DE 8:

Indica también la existencia de un feto normal con bajo riesgo de asfixia crónica, salvo
cuando existe oligohidramnios, pues éste sí implica riesgo y debe plantearse la
interrupción de la gestación si el embarazo es de 36 semanas o más. En los embarazos de
menos de 36 semanas se repetirá diariamente el perfil biofísico.

PUNTUACIÓN DE 6:

 Sospecha de asfixia crónica.


 El perfil debe repetirse c/ 24 horas. Si existe oligohidramnios y/o la puntuación
de 6 persiste debe interrumpirse la gestación.

PUNTUACIÓN DE 4:

 Sospecha de asfixia crónica.


 Se realiza la interrupción de la gestación, si existe madurez fetal. Si no existe
madurez fetal, indicar maduración pulmonar y repetir en 24 horas. Si persiste la
puntuación 4 ó 6 interrumpir la gestación.

PUNTUACIÓN DE 2: (EN UN TIEMPO NO MENOR DE 60 MINUTOS)

 -Asfixia crónica evidente.


 -Se aconseja interrumpir la gestación sin tener en cuenta la edad gestacional.

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En ocasiones puede emplearse lo que se ha llamado perfil biofísico simplificado o
modificado”, que toma en cuenta sólo el índice de líquido amniótico y los movimientos
respiratorios del feto. También es una buena forma de evaluación predictiva realizar la
cardiotocografía con el índice de líquido amniótico.

GANANCIA DE PESO
La ganancia de peso gestacional (GPG) es
un fenómeno complejo influenciado no
sólo por cambios fisiológicos y
metabólicos maternos, sino también por el
metabolismo placentario. En los últimos
años, la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) y la Organización
Mundial de la Salud (OMS) han propuesto
evaluar el estado nutricional de la mujer
embarazada por medio del IMC, que se
obtiene dividiendo el valor del peso (kg)
por el de la talla (m) al cuadrado. Este
indicador ha demostrado una buena
asociación con el grado de adiposidad y
con el riesgo de enfermedades crónicas no

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transmisibles, y tiene la ventaja de ser fácil de calcular y de no requerir un estándar de
referencia.

Las mujeres que al momento de embarazarse tienen un índice de masa corporal (IMC)
normal y una ganancia de peso adecuada durante la gestación presentan una mejor
evolución durante el embarazo y el parto que aquellas mujeres con una ganancia de peso
mayor a la recomendada. Las mujeres con una ganancia de peso gestacional mayor a la
recomendada presentan un incremento en el riesgo de tener complicaciones obstétricas
como hipertensión, diabetes, varices, coledocolitiasis, embarazos prolongados, retardo en
el crecimiento intrauterino, mayor porcentaje de complicaciones al nacimiento,
infecciones antes y después del parto, complicaciones trombóticas, anemia, infecciones
urinarias y desórdenes en la lactancia.

DISTRIBUCIÓN DEL PESO GANADO


Se sabe que existe una relación entre el peso de la placenta y el volumen del líquido
amniótico: por una parte, el peso del recién nacido y, por otra, que existe probablemente
una relación entre el tamaño del útero. En el cuadro II se muestran los elementos que
determinan el aumento de peso durante la gestación propuesto por la OMS en 1965.

Se observa que después de sumar los pesos correspondientes al desarrollo del producto
de la concepción, al desarrollo de los órganos de la reproducción y el aumento del
volumen sanguíneo, aún hay alrededor de 5 kg de aumento cuyo origen no se explica. Se
ha llegado a la conclusión de que 1 kg de la fracción inexplicada en el aumento de peso
puede ser atribuido al líquido extracelular, el resto está constituido sin duda por tejido
adiposo.

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En el 2010, el Ministerio de Salud dio a conocer gráficas para la evaluación nutricional
de la embarazada según su IMC y se adoptó como un modelo más fácil y conveniente
para evaluar la ganancia de peso en la gestación

FACTORES QUE PREDISPONEN A MAYOR


GANANCIA DE PES O
Raza. En un estudio realizado a lo largo de tres años con 248 mujeres afroamericanas y
187 mujeres no afroamericanas (que incluía blancas, no hispanas y de origen asiático),
siendo embarazadas mayores de 18 años y menos de 20 semanas de gestación, se
encontraron diferencias en la tasa de ganancia de peso materno, para las afroamericanas
en comparación con las no afroamericanas. Para las mujeres no afroamericanas, la tasa
de aumento de peso fue de aproximadamente 0.24 kg/semana desde el periodo
preconcepcional hasta la primera visita que fue de 16 a 20 semanas de gestación,
aumentando alrededor de 0.36 kg/semana de la primera visita a la segunda entre las 30-
36 semanas; en contraste, las mujeres afroamericanas aumentaron 0.30 kg/semana de la
visita preconcepcional a la visita de la semana 16-20, y 0.33 kg/semana en la segunda
mitad del embarazo.

Edad. Existen estudios que señalan que un embarazo a una edad mayor o igual a los 40
años tiene un riesgo mayor de complicaciones obstétricas, entre las que se encuentra la
ganancia excesiva de peso que se puede mantener e incluso aumentar después del
embarazo, resultando muy difícil a la mujer regresar a su peso ideal. En un estudio
realizado en el Instituto de Nutrición e Higiene de los Alimentos en La Habana, Cuba, en
2011, se pudo apreciar que en las mujeres con edades comprendidas entre 20-39 años
hubo mayor predominio del sobrepeso y obesidad, mientras que el grupo de las
adolescentes mostró menores porcentajes.

Influencia en la estatura. Se sabe que los promedios de talla y peso de los adultos
difieren considerablemente de una población a otra. La talla depende en gran parte de
factores genéticos y no sólo de la acción del medio, aparte de su importancia obstétrica y
de la importancia general como indicador posible del estado nutricional, la estatura de la
madre tiene un interés directo para el cálculo de las necesidades alimentarias durante la
gestación; no obstante, se considera que los actuales conocimientos existentes sobre las

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variaciones de la talla materna y del aumento de peso durante el embarazo entre una
población y otra son todavía insuficientes como para considerar la estatura como factor
clave para el aumento de peso.

ALTURA UTERINA

Esta prueba es un examen rutinario que se puede realizar en cualquier momento del
embarazo para confirmar la edad gestacional, evaluar el tamaño del feto, detectar posibles
embarazos múltiples y ver si la cantidad de líquido amniótico es normal o no.

Se realiza colocando un extremo de una cinta métrica en la parte superior del pubis y
extendiéndola por al abdomen hasta desparece la resistencia del útero al apretar la tripa.

Los centímetros que haya de la sínfisis púbica al fondo del útero expresan la altura uterina.
(Ordesa, 2016 )

La altura uterina corresponde a la distancia entre la sínfisis pubiana (una de las


articulaciones de la pelvis, situada a la altura del vello púbico) y el fondo uterino (la parte
más alta del útero), ambos determinados por palpación.
Para obtener la altura uterina media multiplicamos por cuatro los meses de embarazo. Por
ejemplo, a los siete meses de embarazo, la altura uterina es 7 veces 4, o sea, 28
centímetros. Luego comparamos esta cifra con la medida real.
Es importante es que la medida la tome siempre la misma persona, porque es un
procedimiento que depende mucho de la toma de referencias. (Carette, 2019)

Como norma general, para ver si la altura uterina es la normal para las semanas de
gestación se dice que hasta el 7º mes la altura es el mes multiplicada por 4. Es decir, si la
embarazada está en el mes 3, su altura uterina deberá ser de 12 cm. Pasados los 7 meses
aumenta 2 cm cada mes, hasta llegar a los 33 cm al final.

Sin embargo, estas medias pueden variar de una mujer a otra, o incluso en la misma mujer
en diferentes embarazos, según el peso ganado, si es un segundo embarazo, etc.

Será por lo tanto el ginecólogo o la matrona quien decida si todo va bien o no.

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MEDICIÓN DE LA ALTURA UTERINA
Se realizará la medición
uterina empleando una cinta métrica
para medir la distancia entre el hueso
púbico (sínfisis pubiana) y la parte
superior del útero (fondo
uterino), ambos determinados por
palpación. Antes de proceder a la
medición, la paciente debe
estar acostada en posición supina, con el abdomen descubierto. Después, el profesional
médico iniciará el proceso:

 Se coloca el "0" de la cinta métrica en el borde de la sínfisis púbica y se fija en


este punto con la mano derecha.
 Se estira la cinta por la superficie abdominal manteniéndola entre los dedos índice
y corazón de la mano izquierda hasta el fondo uterino.
 Se fija el fondo uterino con el lado de la mano izquierda en forma tangencial al
útero y perpendicular a la camilla donde se realiza el examen.

La tabla de la altura uterina muestra cuál es la altura del útero de cada semana del
embarazo en centímetros (cm), teniendo en cuenta que el útero crece alrededor de 1 cm
por semana. Se divide en tres percentiles:

o P10 sería el mínimo, es decir, que el 90% de las mujeres embarazadas tienen una
mayor altura del útero.
o P50 es la media de altura uterina.
o P90 significaría que el útero tiene una gran altura, ya que el 90% de las
embarazadas tendrían una altura menor. (Raquel, 2015)

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PRUEBA NO ESTRESANTE

La prueba no estresante o monitorización externa o registro cardiotocográfico, se basa en


la asociación de movimientos fetales con aceleraciones de la FCF.

Esta prueba valora la reactividad fetal y la presencia de contracciones maternas a través


de dos cintas colocadas sobre el abdomen materno durante un periodo de 20 minutos.

REACTIVO
Si el patrón fetal es reactivo: Presenta al menos dos aceleraciones de 15 latidos/minuto,
indica bienestar del feto. Se repetirá la prueba en 3-7 días.

NO REACTIVO
Si el patrón no es reactivo: No presenta aceleraciones. Se prolongará el registro otros 20-
30 minutos más. Si es reactivo, se repetirá en 3-7 días. Si sigue siendo no reactivo,
se realizarán otras pruebas de control fetal o si el feto está maduro se finalizará la
gestación mediante inducción del parto o cesárea, según cada caso.

ANORMAL O PATOLÓGICO
Si el patrón es anormal o patológico: Presenta aumento (taquicardia) o descenso
(bradicardia) de la frecuencia cardiaca basal o desaceleraciones. Se realizarán otras
pruebas de control de bienestar fetal o se finalizará la gestación mediante inducción del
parto o cesárea.

La paciente se sitúa en posición semifowler y mediante un cardiotocógrafo de registro


externo, se registra sobre papel el tono uterino detectado por un tocodinamómetro situado
sobre el abdomen materno, en el fondo uterino y la frecuencia cardiaca fetal, con un

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transductor de ultrasonidos Doppler aplicado en la zona de abdomen materno, donde se
reciba mejor la señal de la misma. El aparato dispone, además, de un dispositivo,
mediante el cual la paciente registrará los movimientos fetales, que detecte. La duración
de esta prueba es variable, y hasta que sea posible conseguir una correcta interpretación
del estado fetal.

Estará indicada su realización, en aquellos casos, en que exista patología gestacional


materna o fetos con alto riesgo de compromiso fetal intrauterino, siendo controvertida su
utilidad en las gestaciones de bajo riesgo.

El momento de iniciación de la prueba dependerá de la gravedad de la patología


gestacional, y siempre a partir de aquella edad gestacional en que el servicio de
neonatología pueda ofrecer un nivel aceptable de supervivencia, en caso de que el
resultado de la prueba indique una baja reserva respiratoria fetal, que condicione la
necesidad de la finalización del embarazo

FRECUENCIA
La frecuencia de realización de dicha prueba, se ha establecido de manera arbitraria en la
evaluación a intervalos semanales. Sin embargo, hay que tener en cuenta, que dicha
prueba sólo nos indica el estado fetal en el momento de su realización y por tanto en
gestaciones con posibilidad de deterioro fetal rápido es preciso acortar este plazo. Se ha
apreciado una alta incidencia de resultados falsos negativos en casos de retraso de
crecimiento intrauterino, diabetes materna, gestación cronológicamente prolongada y
toxemia grave y es por ello, que en estas gestaciones se aconseja la realización de
controles bisemanales o cada 48 horas.

CRITERIOS INTERPRETATIVOS
Los criterios interpretativos utilizados en esta prueba, no se hallan estandarizados, siendo
muy variables para los distintos autores. El indicador reconocido como el más capaz de
predecir el bienestar fetal, es la presencia de aceleraciones transitorias en la frecuencia
cardiaca fetal. Aunque estas aceleraciones suelen acompañar o asociarse a movimientos
fetales y algunos autores exigen una determinada relación entre ambos para valorar el
estado fetal, la mayoría no valoran dicha relación en la consideración de un patrón como
reactivo.

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El bienestar fetal viene reflejado en esta prueba por la presencia de un patrón reactivo,
considerándose como tal, según los diversos autores, la presencia de 1 a 6 aceleraciones
en 20 minutos de registro.

Si exigimos la presencia de una única aceleración en 20 minutos, obtendremos en


cualquier población estudiada, un alto porcentaje de patrones reactivos, habiéndose
demostrado en dicha población la ausencia de resultados positivos en la prueba de
oxitocina (indicativa de compromiso fetas). El valor predictivo del estado fetal a la
semana de realización de la prueba es menor al obtenido al aplicar un criterio más estricto
de reactividad, con exigencia de un número mayor de aceleraciones, hallándose en el
primer caso una mayor incidencia de resultados falsos negativos. Si exigimos como
criterio de reactividad la presencia de 4 a 6 aceleraciones en 20 mi- 58 nutos, obtendremos
en la población estudiada un mayor porcentaje de patrones no reactivos (que no cumplirán
los requisitos de reactividad) y que nos obligarán a una evaluación posterior del estado
fetal mediante la prueba de oxitocina. Al aplicar este último criterio, disminuirá la
incidencia de falsos negativos, convirtiéndose en una prueba con una alta sensibilidad
para predecir el bienestar fetal.

La presencia de un patrón no reactivo se relacionaba, en los estudios iniciales con un


elevado porcentaje de morbimortalidad perinatal109, pero posteriormente se ha
demostrado una incidencia importante de resultados falsos positivos110, por lo que no
puede ya considerarse un patrón indicativo de sufrimiento fetal intraútero.

Por todo ello, debe considerarse al test basal como una prueba de “screening” del estado
fetal, rápida, cómoda, barata, inmediata y de fácil interpretación, que en un alto porcentaje
nos dará un patrón reactivo (indicativo de bienestar fetal) y que, en aquellos casos, en que
obtengamos un patrón no reactivo, nos obligará a proseguir el estudio mediante una
prueba de oxitocina, con el fin de confirmar el estado de oxigenación fetal.

SITUACIONES CLÍNICAS
Algunas de las situaciones clínicas, que pueden condicionar que un feto bien oxigenado
presente un patrón no reactivo en la prueba basal, pueden apreciarse a continuación:

 Periodo de reposo fetal


 Hipoglicemia materna
 Administración materna de fármacos sedantes

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 Malformaciones del sistema nervioso central (anencefalia, hidrocefalia, etc.)
 Síndrome de decúbito supino
 Prematuridad extrema
 Malformaciones cardíacas, que afecten al sistema de conducción
 Hábitos tóxicos maternos: heroinómanas, fumadoras, etc.

Para la interpretación adecuada de la prueba basal se considera imprescindible un registro


de 20 minutos de duración y si el resultado es un patrón no reactivo deberá procederse a
estimulación manual del feto (aplicación de un estímulo manual sobre el polo cefálico de
un minuto de duración, o aumentar la glicemia materna (mediante solución endovenosa
de glucosa o ingesta materna) para evaluar los siguientes 20 minutos de registro. La
duración necesaria para considerar el diagnóstico de feto no reactivo, es de 40 minutos
para evitar los periodos de no reactividad, que aparecen durante las fases de reposo fetal.

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BIBLIOGRAFÍA
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