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En cada momento histórico y en cada sociedad se seleccionan modelos acerca de los

cuerpos de las mujeres y de los hombres, que se vuelven ideales gracias a los medios de
comunicación masiva y la publicidad. Estos tienen un fuerte impacto en la construcción de
la imagen corporal de las personas.

A estos modelos de cuerpos, se los llaman estereotipos. Según la RAE, el término significa:
Imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable.

Nosotras tenemos el objetivo de informarnos sobre los estereotipos de belleza, que son
una serie de características que forman parte de a algo o alguien; a los que la sociedad
somete a un juicio, definiendo como estético o antiestético. Una imagen mental muy
simplificada, con pocos detalles, acerca de un grupo de individuos o de un individuo que
comparte ciertas cualidades características. Puede ser tanto positivo como negativo,
aunque normalmente es negativo. Suele ser un conjunto de creencias compartidas
socialmente sobre las características de una persona que suelen exagerar un determinado
rasgo que se cree que tiene un determinado grupo o una persona. Asumir como propios
estereotipos supone dejarte llevar “por lo primero que escuchas” y considerarlo
verdadero sin contrastarlo o buscar más información.

Aspectos definitorios de los estereotipos:

• simplifican o exageran los rasgos atribuidos a un grupo

• sirven para justificar o racionalizar las reacciones afectivas y conductuales hacia un


grupo.

• son rígidos y resistentes al cambio, aunque se obtenga información que los niegue.

• son creencias compartidas por los miembros de una cultura.

La belleza es un concepto, una cualidad presente en una cosa, objeto o persona que
produce un placer intenso a la mente, y proviene de manifestaciones sensoriales. Podría
definirse como el esplendor de la forma a través de la materia. La percepción de la
«belleza» a menudo implica la interpretación de alguna entidad que está en equilibrio y
armonía con la naturaleza, y puede conducir a sentimientos de atracción y bienestar
emocional. Debido a que constituye una experiencia subjetiva, a menudo se dice que «la
belleza está en el ojo del observador». (Wikipedia)

En el antiguo Egipto, se consideraban hermosas las personas delgadas y con cuerpo


simétrico. Por lo general, las mujeres más jóvenes y los hombres con músculos eran los
más hermosos. De manera similar, los griegos valoraban un rostro simétrico, además de
que el cuerpo de los hombres era más valorado que el de las mujeres.
En la antigua China, la belleza tenía que ver con el tamaño. Cuanta más pequeña eras, más
hermosa te consideraban, razón por la cual vendar los pies era una tradición a pesar de
que algunas mujeres que lo hacían no querían hacerlo y otras hicieron todo lo posible para
tener pies y cinturas diminutas

Las mujeres durante la era del Renacimiento normalmente tenían el cabello más largo y
las caderas más anchas. Una figura más robusta a menudo se consideraba un indicador de
signos de fertilidad. La fertilidad era un rasgo primordial de la belleza para los hombres
durante este tiempo.

Después de la Edad Media, los estándares de belleza cambiaron para las mujeres. El
estándar se convirtió en una figura más curvilínea con piel pálida y cabello claro. Estos
estándares también son similares a los de la Inglaterra victoriana. Las mujeres querían
tener una figura curvilínea pero con cinturas más pequeñas, lo que lograron mediante el
uso de corsés. La belleza ideal era un rostro pálido, mejillas rosadas y ojos oscuros.

La era victoriana se trataba de tener la apariencia perfecta. Se esperaba que las mujeres
fueran pequeñas, frágiles y, lo más importante; pura. Todo lo que pudiera considerarse
sensual o sexual se consideraba tabú. Por ejemplo, se alentaba a las mujeres a contener
sus desmayos para no arruinar sus delicadas figuras.

Para las mujeres victorianas, los corsets se convirtieron en una necesidad absoluta para
lograr la figura ideal. Los corsets crearon una cintura pequeña y caderas grandes al
restringir severamente la respiración y los órganos para lograr el máximo crecimiento.
Además, las mujeres debían aplicarse regularmente lociones blanqueadoras para eliminar
las pecas o cualquier otro signo de imperfección, de lo contrario, serían insultadas por sus
pretendientes.

Los estándares de belleza de los años 50 se centraron en gran medida en el glamour. Las
mujeres usaban grandes cantidades de spray y se decoloraban el cabello para parecerse a
Marilyn Monroe. La icónica figura del reloj de arena también fue extremadamente
popular, y la mayoría de las mujeres usaban fajas para lograr esa relación cintura-cadera.

Los años 80 fueron una época en la que los hombros anchos, el cabello largo, los
pantalones ajustados y los colores brillantes dominaron la escena de la moda. Esta fue la
primera vez que hacer ejercicio estuvo realmente de moda. Las mujeres comenzaron a
tratar de obtener figuras más atléticas para estar delgadas y en forma.

Las mujeres podían usar lo que quisieran en la década de 1980; incluyendo crop tops y
tacones de aguja. Las mujeres también se tiñen el cabello con colores locos como el rosa
intenso, el azul o el verde para mantenerse al día con las últimas tendencias. En aquellos
años, la moda femenina se basaba en gran medida en revelar todo lo posible.

En los años 90’ eran tendencias los tatuajes, los piercings y los aretes múltiples. Por
primera vez, también, las mujeres con cabello rapado se pusieron de moda. El cuerpo de
modelos extremadamente delgadas como Kate Moss, comenzó a considerarse hermoso.
En los años 90, las mujeres comenzaron a usar ropa más masculina. Llevaban trajes de
pantalón, corbatas y otros artículos que suelen usar los hombres

Puede que el siglo XXI apenas haya comenzado hace 20 años, pero el concepto de belleza
continúa cambiando. La mayoría de las mujeres buscan una apariencia esbelta con senos
más grandes y estómagos planos. Si bien esta sigue siendo la norma que muchas mujeres
se esfuerzan por ser, este siglo nos ha permitido darnos cuenta de que no todos deben
cumplir con esos estándares.

Junto con los tipos de cuerpo con curvas, una cosa que vemos a lo largo de toda la historia
cuando se trata de belleza es el cuidado de la piel. Ya sea alejándose del sol para tener
una tez pálida o bañándose en lodo para desintoxicarse, todas las mujeres han querido
tener una piel hermosa desde el principio de los tiempos.

Los estándares de belleza no duran y siempre están cambiando. Algo que podrías sentir
que se ve hermoso ahora podría no serlo dentro de diez años. Si bien vivimos en un
mundo en el que se muestran anuncios y fotos con cuerpos retocados con Photoshop, es
importante recordar que muchas marcas se están esforzando por mostrar cuerpos más
diversos y los diferentes tipos de belleza que existen en el mundo.

Las revistas, los anuncios de televisión, las películas… muestran ideales de belleza
prácticamente inalcanzables para la mayoría de las personas. Varios estudios demuestran
que la imagen corporal, la autoestima, y los patrones de alimentación se ven afectados
negativamente por lo que se ve y se escucha en los medios.

La mayoría de los medios de comunicación, presentan ideales de bellezas; en los cuales las
mujeres son más expuestas a los estereotipos que los hombres. La forma en que estos
ideales influyen en la imagen corporal de las personas, no son precisamente positivos.

Los medios nos muestran mujeres delgadas, con un cuerpo pequeño y vultuoso en ciertos
atributos, que la sociedad considera esenciales; cuerpos que no tienen ninguna marca
como estrías, cicatrices o acné.

Las mujeres delgadas son vistas como gente glamurosa, que consigue ventajas tanto
sociales como laborales, mientras que las personas con un físico diferente a los estándares
marcados son vistas como gente infeliz, perezosa, que no es digna o capaz de llevar una
vida de glamour. (El periódic, Julio Terrén, 2016).

La publicidad maneja ciertos estereotipos comunes aceptados de “cómo” debe ser una
mujer o un hombre para lograr triunfar social o afectivamente en una sociedad (Díaz y
Muñíz, 2007)

Todas las personas alguna vez en nuestra vida tratamos de encajar en algún grupo social,
para ello debíamos seguir las normas o “reglas” establecidos para entrar a ellos. Las redes
sociales se han encargado de generar estereotipos de una manera más rápida y sencilla
como lo hacía la televisión.

Tenemos el claro ejemplo de YouTube, que de sus usuarios o Vloggers, dan tips para vestir
en temporada o hacer accesorios para usarlo con tu outfit, creando así estrategias de
marketing para llegar al consumidor, hasta el punto de dominarlos. De esta manera el
estereotipo que se va creando del vlogger hacia sus seguidores irá aumentando, con el
objetivo de parecerse a la forma de vestir del vlogger, en la manera que hablan o las
frases que dicen.

En otras redes sociales como son Instragram y Facebook, también se manejan los
estereotipos, ya que en ellas se publican fotografías de cómo se vistieron hoy, que
compraran, qué comerán o incluso dónde están, de esta manera al dar like o me gusta a
estas publicaciones se empieza a crear el estereotipo, ya que empezarán a imitar los tipos
de vestir, lo que comen, a donde van o incluso tratar de ser amigos para entrar en su
grupo. (Reinosa, 2018)

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