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El uso de alprazolam puede causar dependencia física y problemas graves de salud si se deja repentinamente. Para tratar la dependencia de B.J. al alprazolam, la dosis debe reducirse lentamente a razón de 0.5 mg cada 3 días para evitar síntomas de abstinencia como vómitos, temblores y convulsiones. Aunque los medicamentos ayudan a controlar los síntomas de ansiedad temporalmente, el tratamiento psicológico es importante para abordar las causas subyacentes.
El uso de alprazolam puede causar dependencia física y problemas graves de salud si se deja repentinamente. Para tratar la dependencia de B.J. al alprazolam, la dosis debe reducirse lentamente a razón de 0.5 mg cada 3 días para evitar síntomas de abstinencia como vómitos, temblores y convulsiones. Aunque los medicamentos ayudan a controlar los síntomas de ansiedad temporalmente, el tratamiento psicológico es importante para abordar las causas subyacentes.
El uso de alprazolam puede causar dependencia física y problemas graves de salud si se deja repentinamente. Para tratar la dependencia de B.J. al alprazolam, la dosis debe reducirse lentamente a razón de 0.5 mg cada 3 días para evitar síntomas de abstinencia como vómitos, temblores y convulsiones. Aunque los medicamentos ayudan a controlar los síntomas de ansiedad temporalmente, el tratamiento psicológico es importante para abordar las causas subyacentes.
problemas graves de respiración o que ponga en peligro su vida. Puede causar dependencia física una afección en la que se presentan síntomas físicos como boca seca, aumento de salivación, cambios en el deseo o capacidad sexual, nauseas.
Dejar de tomar alprazolam repentinamente puede empeorar su afección y causar
síntomas de abstinencia que pueden durar de varias semanas a más de 12 meses.
Primero para tratar la dependencia sedante-hipnótica de B.J. Se debe
descontinuar la terapia con Alprazolam, para ello la dosis de uso de Alprazolam deberá reducirse lentamente. Se sugiere que la dosis diaria disminuya a razón de 0.5 mg cada 3 días. Ya que se a reportado síntomas como cólicos abdominales, vómito, sudoración, temblor y convulsiones, ansiedad y/o ataques de pánico de rebote e hipomanía y manía por supresión posterior a una rápida descontinuación del uso de Alprazolam.
En este punto cabe recordar que el tratamiento farmacológico para la ansiedad
sirve para minimizar/eliminar los síntomas de la ansiedad para ayudar a la persona a sobrellevar la situación y continuar con su vida normal. Pero ¿qué sucede cuando se termina el tratamiento con ansiolíticos? Que los procesos de ansiedad vuelven y esto pasa porque hemos acallado los síntomas con la medicación pero no hemos trabajado en nada el origen de la ansiedad. Es por este motivo que se insiste la importancia de realizar un tratamiento psicológico, combinado o no con medicación psiquiátrica, a decisión del paciente, dado que es la vía por la cual la persona puede trabajar estos temas. Consultar con el psiquiatra la reducción progresiva de medicación, es el que tiene la última palabra para recetar medicación o retirarla. Es muy importante que sea de forma progresiva.
Qué es el efecto rebote de los ansiolíticos?
El efecto rebote de los ansiolíticos consiste en las sensaciones de ansiedad que experimenta la persona al dejar la medicación. Es frecuente que se de este efecto rebote especialmente si la medicación no se retira de forma progresiva. El efecto rebote viene dado por dos causas principalmente. La ansiedad de la persona sube porque por un lado deja de tomar una medicación y por el otro los ansiolíticos generan una cierta dependencia, por lo que se añade el síndrome de abstinencia al ansiolítico lo que hace que la ansiedad experimentada por la persona sea mucho más elevada. Debido a esto es muy importante que la medicación se vaya reduciendo de forma progresiva, para de esta manera minimizar el periodo de abstinencia al fármaco. Y si además la persona conoce herramientas o tiene recursos parar manejar la ansiedad el efecto rebote será mínimo.